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(un+animal+a+sí+mismo)

  • 1 SE

    Multiple Entries: S.E.     SE     saber     se     ser     sé
    saber 1 sustantivo masculino knowledge;
    saber 2 ( conjugate saber) verbo transitivo 1
    a)nombre/dirección/canción to know;
    no lo sé I don't know; no sé cómo se llama I don't know his name; ¡yo qué sé! how (on earth) should I know! (colloq); que yo sepa as far as I know; sé algo de algo to know sth about sth; sé muy poco de ese tema I know very little about the subject; no sabe lo que dice he doesn't know what he's talking about sin que lo supiéramos without our knowing; ¡si yo lo hubiera sabido antes! if I had only known before!; ¡cómo iba yo a sé que …! how was I to know that …! 2 ( ser capaz de): ¿sabes nadar? can you swim?, do you know how to swim?; sabe escuchar she's a good listener; sabe hablar varios idiomas she can speak several languages verbo intransitivo
    ¿quién sabe? who knows?;
    sé de algo/algn to know of sth/sb; yo sé de un lugar donde te lo pueden arreglar I know of a place where you can get it fixed
    b) (tener noticias, enterarse):
    yo supe del accidente por la radio I heard about the accident on the radio
    a) ( tener sabor) (+ compl) to taste;
    sabe dulce/bien it tastes sweet/nice;
    sé a algo to taste of sth; no sabe a nada it doesn't taste of anything; sabe a podrido it tastes rotten
    b) ( causar cierta impresión): me sabe mal or no me sabe bien tener que decírselo I don't like having to tell him
    saberse verbo pronominal ( enf) ‹lección/poema to know
    se pron pers 1 seguido de otro pronombre: sustituyendo a
    le, les: ya sé lo he dicho ( a él) I've already told him;
    ( a ella) I've already told her; (a usted, ustedes) I've already told you; ( a ellos) I've already told them; 2 ( en verbos pronominales):
    ¿no sé arrepienten? [ellos/ellas] aren't they sorry?;
    [ ustedes] aren't you sorry?; sé secó/secaron ( refl) he dried himself/they dried themselves; sé secó el pelo ( refl) she dried her hair; sé hizo un vestido ( refl) she made herself a dress; ( caus) she had a dress made; sé lo comió todo ( enf) he ate it all 3
    a) ( voz pasiva):
    sé oyeron unos gritos there were shouts, I (o we etc) heard some shouts;
    sé publicó el año pasado it was published last year
    b) ( impersonal):
    sé castigará a los culpables those responsible will be punished
    c) (en normas, instrucciones):
    ¿cómo sé escribe tu nombre? how is your name spelled?, how do you spell your name?;
    sé pica la cebolla bien menuda chop the onion finely
    ser ( conjugate ser) cópula 1 ( seguido de adjetivos) to be
    ser expresses identity or nature as opposed to condition or state, which is normally conveyed by estar. The examples given below should be contrasted with those to be found in estar 1 cópula 1 es bajo/muy callado he's short/very quiet;
    es sorda de nacimiento she was born deaf; es inglés/católico he's English/(a) Catholic; era cierto it was true; sé bueno, estate quieto be a good boy and keep still; que seas muy feliz I hope you'll be very happy; (+ me/te/le etc) ver tb imposible, difícil etc 2 ( hablando de estado civil) to be; es viuda she's a widow; ver tb estar 1 cópula 2 3 (seguido de nombre, pronombre) to be; ábreme, soy yo open the door, it's me 4 (con predicado introducido por `de'): soy de Córdoba I'm from Cordoba; es de los vecinos it belongs to the neighbors, it's the neighbors'; no soy de aquí I'm not from around here 5 (hipótesis, futuro): ¿será cierto? can it be true? verbo intransitivo 1
    b) (liter) ( en cuentos):
    érase una vez … once upon a time there was …
    2
    a) (tener lugar, ocurrir):
    ¿dónde fue el accidente? where did the accident happen?
    ¿qué habrá sido de él? I wonder what happened to o what became of him;
    ¿qué es de Marisa? (fam) what's Marisa up to (these days)? (colloq); ¿qué va a ser de nosotros? what will become of us? 3 ( sumar):
    ¿cuánto es (todo)? how much is that (altogether)?;
    son 3.000 pesos that'll be o that's 3,000 pesos; somos diez en total there are ten of us altogether 4 (indicando finalidad, adecuación) sé para algo to be for sth; ( en locs)
    a no ser que (+ subj) unless;
    ¿cómo es eso? why is that?, how come? (colloq); como/cuando/donde sea: tengo que conseguir ese trabajo como sea I have to get that job no matter what; hazlo como sea, pero hazlo do it any way o however you want but get it done; el lunes o cuando sea next Monday or whenever; puedo dormir en el sillón o donde sea I can sleep in the armchair or wherever you like o anywhere you like; de ser así (frml) should this be so o the case (frml); ¡eso es! that's it!, that's right!; es que …: ¿es que no lo saben? do you mean to say they don't know?; es que no sé nadar the thing is I can't swim; lo que sea: cómete una manzana, o lo que sea have an apple or something; estoy dispuesta a hacer lo que sea I'm prepared to do whatever it takes; o sea: en febrero, o sea hace un mes in February, that is to say a month ago; o sea que no te interesa in other words, you're not interested; o sea que nunca lo descubriste so you never found out; (ya) sea …, (ya) sea … either …, or …; sea como sea at all costs; sea cuando sea whenever it is; sea donde sea no matter where; sea quien sea whoever it is; si no fuera/hubiera sido por … if it wasn't o weren't/hadn't been for … ( en el tiempo) to be;
    ¿qué fecha es hoy? what's the date today?, what's today's date;
    serían las cuatro cuando llegó it must have been (about) four (o'clock) when she arrived; ver tb v impers sé v impers to be; sé v aux ( en la voz pasiva) to be; fue construido en 1900 it was built in 1900 ■ sustantivo masculino 1
    a) ( ente) being;
    sé humano/vivo human/living being
    b) (individuo, persona):
    2 ( naturaleza):
    see
    saber, ser

    saber sustantivo masculino knowledge, learning, information
    saber
    I verbo transitivo
    1 (una cosa) to know: no sé su dirección, I don't know her address
    para que lo sepas, for your information
    que yo sepa, as far as I know
    2 (hacer algo) to know how to: no sabe nadar, he can't swim
    3 (capacidad, destreza) sabe dibujar muy bien, he knows how to draw really well
    4 (comportarse, reaccionar) can: no sabe aguantar una broma, she can't take a joke
    no sabe perder, he's a bad loser
    5 (tener conocimientos elevados sobre una materia) sabe mucho de música, she knows a lot about music
    6 (enterarse) to learn, find out: lo llamé en cuanto lo supe, I called him as soon as I heard about it
    7 (estar informado) sabía que te ibas a retrasar, he knew that you were going to be late
    8 (imaginar) no sabes qué frío hacía, you can't imagine how cold it was
    II verbo intransitivo
    1 (sobre una materia) to know [de, of]: sé de un restaurante buenísimo, I know of a very good restaurant
    2 (tener noticias) (de alguien por él mismo) to hear from sb (de alguien por otros) to have news of sb (de un asunto) to hear about sthg
    3 (tener sabor) to taste [a, of]: este guiso sabe a quemado, this stew tastes burnt
    4 (producir agrado o desagrado) to like, please: me supo mal que no viniera, it upset me that he didn't come Locuciones: el saber no ocupa lugar, you can never learn too much
    me ha sabido a poco, I couldn't get enough of it
    quién sabe, who knows
    vas a saber lo que es bueno, I'll show you what's what
    vete a saber, God knows
    a saber, namely
    se pron pers
    1 (reflexivo) 3ª pers sing (objeto directo) (a sí mismo) himself (a sí misma) herself: se cuida mucho, she takes good care of herself (un animal a sí mismo) itself (objeto indirecto) (a sí mismo) (for o to) himself (a sí misma) (for o to) herself (un animal a sí mismo) for o to itself: el león se lamía las heridas, the lion licked its wounds plural (objeto directo) (a sí mismos) themselves (indirecto) (for o to) themselves
    2 frml 2.ª pers sing (objeto directo) (a usted mismo) yourself plural (a ustedes mismos) yourselves: dejen de minusvalorarse, stop underestimating yourselves
    3 (recíproco) each other, one another: se adoran, they adore each other
    4 (impersonal) cualquiera se puede equivocar, anyone can make a mistake
    se puede ir en tren, you can go by train
    se prohíbe aparcar, parking is forbidden
    4 (pasiva) la casa se construyó en 1780, the house was built in 1780
    se pron pers
    1 (objeto indirecto) 3.ª persona sing (masculino) (to o for) him (femenino) (to o for) her (plural) (to o for) them: se lo dedicó a Carla, he dedicated it to Carla
    se lo deletreé, I spelt it for him
    se lo susurró al oído, he whispered it in her ear
    2 2.ª persona (a usted o ustedes) (to o for) you: no se lo reprocho, I don't reproach you
    ser
    I sustantivo masculino
    1 being: es un ser despreciable, he's despicable
    ser humano, human being
    ser vivo, living being
    2 (esencia) essence: eso forma parte de su ser, that is part of him
    II verbo intransitivo
    1 (cualidad) to be: eres muy modesto, you are very modest
    2 (fecha) to be: hoy es lunes, today is Monday
    ya es la una, it's one o'clock
    3 (cantidad) eran unos cincuenta, there were about fifty people (al pagar) ¿cuánto es?, how much is it?
    son doscientas, it is two hundred pesetas Mat dos y tres son cinco, two and three make five
    4 (causa) aquella mujer fue su ruina, that woman was his ruin
    5 (oficio) to be a(n): Elvira es enfermera, Elvira is a nurse
    6 (pertenencia) esto es mío, that's mine
    es de Pedro, it is Pedro's
    7 (afiliación) to belong: es del partido, he's a member of the party
    es un chico del curso superior, he is a boy from the higher year
    8 (origen) es de Málaga, she is from Málaga
    ¿de dónde es esta fruta? where does this fruit come from?
    9 (composición, material) to be made of: este jersey no es de lana, this sweater is not (made of) wool
    10 ser de, (afinidad, comparación) lo que hizo fue de tontos, what she did was a foolish thing
    11 (existir) Madrid ya no es lo que era, Madrid isn't what it used to be
    12 (suceder) ¿qué fue de ella?, what became of her?
    13 (tener lugar) to be: esta tarde es el entierro, the funeral is this evening 14 ser para, (finalidad) to be for: es para pelar patatas, it's for peeling potatoes (adecuación, aptitud) no es una película para niños, the film is not suitable for children
    esta vida no es para ti, this kind of life is not for you
    15 (efecto) era para llorar, it was painful
    es (como) para darle una bofetada, it makes me want to slap his face
    no es para tomárselo a broma, it is no joke
    16 (auxiliar en pasiva) to be: fuimos rescatados por la patrulla de la Cruz Roja, we were rescued by the Red Cross patrol
    17 ser de (+ infinitivo) era de esperar que se marchase, it was to be expected that she would leave Locuciones: a no ser que, unless
    como sea, anyhow
    de no ser por..., had it not been for
    es más, furthermore
    es que..., it's just that...
    lo que sea, whatever
    o sea, that is (to say)
    sea como sea, in any case o be that as it may
    ser de lo que no hay, to be the limit '' also found in these entries: Spanish: A - abalanzarse - abandonarse - abarcar - abaratarse - abastecimiento - abatirse - abogada - abogado - abrazarse - abuela - aburrida - aburrido - acabarse - acaramelada - acaramelado - acaso - acentuarse - acercarse - achacar - achantarse - achuchar - aclimatarse - acomodarse - acto - actual - acuerdo - acumularse - acusarse - adelantarse - adherirse - adivinarse - administración - admitir - adónde - adscribirse - afanarse - aferrarse - agachar - agarrar - aglomerarse - agradecer - ahorcarse - aire - alargarse - alejarse - alma - alquilar - alrededor - alta English: A - ablaze - abstain - accessible - acclaim - accomplished - account - account for - accustom - actual - actually - address - administration - admit - adrift - advance - advantage - adventure - advice - advise - after - after-sales - ago - agree - ahead - aid - alienate - alike - alive - all - almost - alone - already - also - alter - always - ambit - ambush - ammunition - anonymous - another - anticipate - antiquated - antisexist - antsy - applaud - approach - apt - archives - arguable
    SE
    tr[saʊɵ'iːst]
    (= southeast) SE
    ABBR
    = southeast SE
    * * *
    (= southeast) SE

    English-spanish dictionary > SE

  • 2 melandru

    Melandru, animal parecido al tejón, con la pelambrera alborotada, que se alimenta principalmente de frutos de la arbolada y de las cosechas, tales como el maíz, etc., también come hormigas y otros insectos, es un animal que lo mismo que el oso perjudica a los campesinos. También se suele entender por melandru a las personas desaseadas, espelurciadas, etc.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > melandru

  • 3 carraca

    Carraca, esta palabra significa comida, condimentos, conquivus, (cacharros, etc.). Cuando íbamos a llindiar el ganáu disdi ‘l albiar el díe fasta que tapecíe, (cuidar el ganado desde el amanecer hasta el oscurecer) llevábamos la carraca nun cabaxín, zurronacu ou cestacu cualquier, (cabás, zurrón o cualquier otro cesto). Les muyeres baxaben al merquéu ya traíen la carraca pa toa la xemana. (Las mujeres bajaban al mercado y compraban si tenían dinero lo que se necesitase en la casa para toda la semana). Carraca tamén lu ye lu que lus vaqueirus chebaban disdi la teixá pal sou cabanu ou corte de la braña, dunde a lu mexor taben un fatáu de díes xin baxar a l'aldina, per ístu llebaben un carracáu de couxes que ñecexitaben. (Carraca también es lo que los vaqueros llevaban desde casa para sus cabañas del puerto, las morteras o los prados, donde a lo mejor estaban unos días sin bajar a la aldea, por esto subían muchas cosas que necesitaban y no todas eran para comer sino que algunas eran simples cacharros, o humildes mantas. Y carraca hermanos míos, era la que hacía mi madre y todas las vindas de los rojos, cuando todas las semanas iban a visitar a sus maridos a la Cárcel Modelo de Oviedo, como por las demás no puedo hablar, porque yo no sé cómo se arreglaban las pobrecitas, aunque me supongo que muchas hasta pidiendo limosna, sí que lo puedo hacer de mi madre, que todos los martes era el día que tenía de comunicación, y ella nunca sabía si le iba encontrar vivo, porque por aquellos tiempos fechus de llágrimes ya xufriencies, tous lus díes na carxel d'Uviéu achuquinaben cambrionáus enteirus de xóvenes astures y'anxina d’ista maneira tan achuquina, encalducá per prexones xin concencia, nin dinidá nin «Xusticia Humana», fexérun bon amagüestu de toes les xuventúes roxes d'Asturies, ya les pouques que nun achuquinarun llantárunlas nus batallones de trabayadores, dunde munchus morrierun achindi fartus de fames, de llatigazus ya vexaciones, ya lus oitres que xuerti tubieren de golguer pa la sou teixá, fexérunlu mamplenáus d'amollexíes que per mor d'echus tamén fatáus morrieron. Falaba you que carraca yera lu que miou má le chevaba ‘l miou pá tous lus martes a la carxel, que you nun séi lu que yera, perque na nuexa teixá nun había esconxolancia de nagua, peru lu que fora écha llantábalu tou nuna fardelaca, ya colaba na xuntura d'oitres muyeres de l'allina camín d'Uviéu tres ou catru gores endenantes qu’almaneciera, pos teníen qu'espatuxar alrreór de cuarenta quilómetrus andandu ya oitres tantus pa la regolguía, pos entoncenes nun valía faer el auto-stop que güéi se fae, perque tous lus cambriones ya coches cuaxi yeren millitares, y'angunus oitres yeren de lus drechistes, ya lus roxus nun teníamus namái que goxetáus mexeries, ya manegáus de miéu ‘l nuexu hermenu ‘l venceor, perque lus nuexus homes morrieran lluchandu nel frinti, ya lus oitres taben arretrigáus per les cárxeles dunde poucu a poucu lus achuquinaben ou lus esclavizaben nus batallones de trabayaóres, anxina yera que tou Asturies taba xemada de viudes, de vieyus ya de guaxiquinus güerfaninus, que tous nuexóitres, viétchus, muyeres ya nenus de lus roxus, díbamus ser esclavizáus inhumanamente baxu 'n enfernal xugu que nun nus dexaba más llibertá que la que nel xuenu cheldábamus. —Ya n'agora vou xebrame del trabayu d'enfilerar pallabres p'encalducalus cuamigu dientru d’ista hestoria dou tán lus raigones ya l'escola de nuexes costumes ya llingua. TRADUCCIÓN.—Por aquellos tiempos hechos de lágrimas y de grandes sufrimientos, todos los días que el Hacedor alumbraba, en la cárcel de Oviedo asesinaban camiones enteros de jóvenes astures, y así de esta manera tan despiadada y asesina, llevada a cabo por personas sin conciencia, ni dignidad ni ninguna clase de «Justicia Humana», llevaron a término casi el total exterminio de las juventudes rojas de Asturias, y las pocas que no asesinaron, las esclavizaron en los famosos batallones de trabajadores, donde muchos allí murieron hartos de hambre, de vejaciones y latigazos, y los pocos que tuvieron la suerte de volver a sus hogares, lo hicieron llenos de enfermedades que por mor de ellas también murieron bastantes. —Decía yo que carraca también era lo que mi madre le llevaba todos los martes a mi padre a la cárcel, que yo no sé lo que pudiera ser, porque en nuestra casa no había ninguna cosa de nada, pero lo que fuese ella lo metía dentro de una saca y marchaba en unión de otras mujeres de la aldea camino de Oviedo tres o cuatro horas antes que amaneciese, pues tenían que caminar alrededor de cuarenta quilómetros y otros tantos de retorno y todos los hacían andando, pues no servía hacer el auto-stop que hoy se hace, porque todos los camiones y coches casi eran militares, y algunos otros que había eran de los derechistas, pues los izquierdistas no teníamos nada más que grandes cantidades de miseria, así como de miedo a nuestro hermano el vencedor que jamás se portó nada bien con nosotros, porque nuestros hombres habían muerto en el frente, y los otros estaban presos en las cárceles, donde poco a poco les iban asesinando, o los esclavizaban en los campos de concentración o batallones de trabajadores, así era que toda Asturias estaba sembrada de viudas, de viejos y de niños huérfanos, que todos nosotros, viejos, mujeres y niños de las izquierdas, íbamos a ser esclavizados inhumanamente bajo el infernal yugo que no nos dejaba más libertad que la que en el sueño hacíamos. Y ahora me voy alejar del trabajo de poner en orden las palabras en este diccionario, para llevarles conmigo a los lugares donde yo he aprendido la dulce lengua de Asturias, que no es otro lugar que la escuela donde vivían las raíces y costumbres de Nuestro Pueblo, pues no se pueden buscar nuestras falancias en ningún otro lugar ni parte. Por esto les digo ahora, que si yo no hubiese vivido tan simple, sencilla, pobre, miserable, esclavizadora y dentro de la más natural de la «RAIZ ANCESTRAL DE ASTURIAS», ni yo ni nadie podría legarle a mi «AMADA ASTURIAS» ni a sus «HIDALGAS GENTES», la documentación pura, natural y sencilla que pueda tener este diccionario, porque desde estas mis simples líneas y mirándome muy mucho de lo que digo, les afirmo que hay muy poco fiable por no decir nada, escrito de nuestras costumbres y lengua. «DIES D’ENFERNU» (DÍAS DE INFIERNO) —Yera you 'n zaragoletu, 'n guaxiquín, un nenacu, 'n rapacín (un niño de unos ocho años), cundu la ñecexidá más prieta me fexera depriender lu que yera ‘l dollor, la xufriencia, l’inxusticia, lu pior qu'el Home pudiés encaldar d'enría lus sous xemexantes, you yera ún de lus miles d'anxelinus de miou Tierra que diba faer arroxaúra nel vivir d’ enfernu que m’aguardaba. Xin, fatáus de güérfanus lu mesmu que you, que güéi nel díe xuntu con nuexes familias, ente fius, ñetus, ya tou ‘l andecháu de parantela xomus más de la metá de les xentes d'Asturias, peru naquechus tempus d'achuquinus ya inxusticies nun yéramus namái qu'unus guaxiquinus dexamparáus de la man del Faidor ya del Home, ya tous noxóitres tubiemus que catanus el xustentu de fatáus de maneires diferientes, la miou per exemplu fó'ísta. COLOCOUME MIOU Má de cabrieru na teixá d'un amu baldrayu y atuñáu, llabascu y'achuquín tan solu per que me diera de comer ya me vistiera dalgu, peru ‘l condenáu matábame de fame, ya la vestimenta que punxu d'enría ‘l miou llombu conxistía nun calzáu que la metá ‘l tempu espatuxaba con las patas arregañás, apaxiétchau con unus fatucus tous esgacicáus que per tous lus lláus diben les mious carnis al entestate, acaniláes per el callor ya ‘l fríu en tou ‘l tempu. —Tenía yo aproximadamente ocho años de edad cuando me asesinaron a mi padre, y me recuerdo con toda exactitud cómo la ley de aquel tiempo llevó a cabo tan imperdonable, deshumanizante y vandálica felonía. —Nuna nuétche (una noche) llegaron a la casa de unos tíos míos que en mi aldea vivían y donde mis padres y yo nos refugiamos al término de la guerra en Asturias cuatro desalmados, cuatro bandoleros, cuatro inmundicias humanas, que escudados tras de sus armas empuñadas, representaban l'enñordiada Lley (LA SUCIA LEY) que en aquellos tiempos a la Justicia traicionaba, cuento yo, que aquellos cuatro merucus (gusanos), atemorizando e insultando a toda mi familia, detuvieron a mi padre, le amarraron como a la bestia que se lleva al matadero y se lo intentaron llevar de la casa, sin que mis tíos, (y la cosa no era para menos), intentasen pronunciar asustados como se encontraban ni la más mínima palabra de súplica o protesta. Pero mi madre no les secundó, sino que bravamente intentó defender al sou home (a su marido) no sólo con la palabra, que mi madre la tenía d'aguxa lu mesmu qu’un bon obreiru (de afilada lo mismo que un buen aguijón), sino que temerariamente se abalanzó sobre ellos y fuele preciso a uno de aquellos cobardes y desalmados representantes de la deshumanizada ley que corría en aquellos tiempos, de propinarle varios golpes con la pistola, dejándola mal herida y ensangrentada, tirada en el suelo con el conocimiento perdido. Mientras que aquellos bandidos, se llevaban a mi padre sin permitirle que de mi se despidiera, y tan solamente le he podido ver por última vez, tres les rexes de la cárxel d'Uvieu 'n die 'ndenantes que l'achuquinaren. (Detrás de las rejas de la cárcel de Oviedo, un día antes de que le asesinasen). Pronto mi madre y yo, llenos de la más desolante de las tristezas, y vestidos con el traje de las más indigentes miserias y pobrezas, nos marchamos de la casa de mis tíos y nos asentamos en la abandonada, vieja y destartalada casa de mi abuela. Y sin muebles, ni nada, los dos juntos, como grandes e indomables luchadores que hemos sido siempre, dimos comienzo sin desfallecer ni un momento, a la dura lucha por la vida, sin que nadie jamás nos ayudara. Empecé a ganarme la vida como pastor, a la corta edad de que cualquier niño sólo pensaría en jugar, comer cuando tuviese hambre y recibir de continuo montones de caricias y de amor, yo sin embargo, a pesar de no poseer nada de todas estas maravillosas cosas, era en extremo a mi manera feliz. Marchaba todas las mañanas con mi ganado al monte, donde permanecía todo el día, tan sólo con la compañía que me brindaba mi fiel y siempre por mí con cariño recordado Pelayu, que era un perro, de una inteligencia y sentimientos, que más bien que un chuchu (perro), parecía aquel singular animal un ser humano. Luego por las tardes, cuando el sol se escondía por detrás de las altas cumbres, retornaba feliz a la aldea, siempre lleno de contentura, cantando las más de las veces, amenizado por el potente tañir del zumbiétchu (cencerro) que llevaba colgado al cuello el semental del rebaño. Una mañana como tantas otras me encaminé con mi rebaño al monte y seria como a la media tarde cuando a la entrada de una cueva que se asentaba en un lugar casi inaccesible me encontré medio enterrado con las piedras y la escasa tierra que hacían la reducida plataforma de la portada de la caverna, un pequeño aro de oro, yo he tenido por así decirlo desde mi infancia la inmensa suerte de poseer una imaginación tan inmensamente dislocada, que por tal solían decirme mis vecinos, que era yo el rey de las mentiras, así como el más hábil inventor de endemoniados cuentos. El caso era, que aquel misterioso anillo abandonado a tan larga distancia de mi aldea y en lugar tan argutosu (estrecho, alto, inaccesible), hiciéronme presto pensar, que aquella joya no había llegado a tal escondrijo por sí sola, sino que desde luego alguien la había traído. En el momento mi imaginación desbordante de una alegría que no encontraba un fin para frenarla, comenzó a fomentar sin el menor titubeo la fantástica idea de que en el interior de aquella caverna debía de encontrarse un tesoro de preciosas joyas y valorativas monedas, y quién le había ocultado sabe Dios cuando, seguramente habría perdido aquel anillo que por casualidad yo encontrara. Así pues, ya firmemente convencido, adentreme temerariamente sin el menor temor por la angosta cueva con las miras de apoderarme de aquella inmensa riqueza que según mi soñativa imaginación me había hecho comprender que en su interior me estaba aguardando. Pero aquel día no conseguí mi feliz propósito, porque era la caverna más larga de lo que había pensado y la oscuridad que en ella reinaba me hacía ciego de toda luz. Senteme en su entrada muy desilusionado al no poder lograr lo que había soñado, pero pronto mi mente empezó a dibujarme mil dispares tesoros, pues por el rastro que descubriera seguramente que dentro de la gruta se hallaría escondida alguna chalga (tesoro) guardado con toda seguridad por una Xana, Xumiciu, Trasgu o Culiebru (dioses de la Mitología asturiana), pues al decir de el abuelo Nicomedes cuando en las largas veladas de los inviernos y sin jamás interrumpirle con grande contentura le escuchábamos las leyendas, cuentos e historias que él lúcida y socarronamente nos contaba, afirmándonos siempre que eran tan ciertos sus relatos, como que todos habíamos nacido para morir. Y cuando hablaba de las chalgas aseguraba que tal o cual vecino, morador de esta o aquella aldea, se había hecho de la noche a la mañana rico al haber encontrado una chalga. También afirmaba poniéndose muy serio alegando unos razonamientos que convencían, que las montañas que rodeaban nuestra aldea había muchas chalgas escondidas, que fueron sepultadas hacía muchos siglos por los invasores moros, que al ser vencidos por los astures y al no poder huir con tan pesados tesoros, los ocultaban en las montañas con las miras de poder regresar algún día a desenterrarlos. Como cuento, yo en aquellos momentos vivía alborozado, sumergido en una disloca alegría al saberme ya dueño de aquella incontable riqueza, haciendo que mis inocentes ojos sonriesen felices inmersos en la imaginativa dicha de poder muy pronto liberar a mi madre de la pobreza y quitarla del agobiador trabajo que faenaba trabajando en los eros de los vecinos de estrella a estrella por un miserable sueldo andechandu (en cuadrilla) todos los días. Y así pensando todas las dichas que mi infantil mente podía imaginar, rodeado por el sepulcral silencio que envolvía la grandiosidad de las montañas, rasgado de vez en cuando por el potente y agudo graznido que desde los peñascos más inaccesibles, o desde los infinitos espacios donde con majestuosidad planeaban, lanzaban las útres (águilas), que con ojos inquisitivos oteaban con hambrientas intenciones los escabrosos riscos y las empinadas fistietchas (pequeños valles encajonados entre las peñas), con la esperanza achuquinante (asesina) de poder atrapar con la rapidez del rayo, algún recental que se hubiese xebrau (apartado) de su madre. También aquel silencio que invitaba a la meditación era con más continuidad cortado, por el dinámico tañir del zumbiétchu (pequeño cencerro) que colgaba del brioso cuello del macho cabrio, conductor y semental del rebaño. Como cuento, allí permanecía ensimismada mi mente en el soñar despierto, fabricando sin trabas de la misma nada, las más disparatadas y fabulosas dichas, que harían la felicidad de mi madre junto con la mía. Llegó casi sin enterarme el atapecer del día (al oscurecer) y fue entonces cuando desperté con prisa del maravilloso soñar donde vivía, y raudo, con agilidad y destreza que hoy al recordarla me causa dicha, reuní en pocos minutos mi rebaño, ayudado con eficacia por Pelayu, mi fiel, obediente, valiente y amaestrado perro, que no le tenía miedo a nada ni a nadie si exceptuamos al siempre mal intencionado y vigoroso macho semental de la reciétcha que yo allindiaba (ganado menudo que yo cuidaba). Y cuando ya el día agonizaba entre las negras vestimentas de la noche, entré en mi aldea conduciendo orgullosamente mi rebaño. A la entrada del pueblo sentado plácidamente fumándose un cigarro, estaba esperándome mi amo preocupado por mi tardanza y acercándose a mí, con palabras desaforadas e insultantes, a la par que me reprendía con dureza, me preguntaba el por qué me había demorado tanto. No recuerdo lo que le contesté, ni la historia que le largué, lo que si sé, que no se creyó de ella nada, pues todas las gentes que me conocían bien sabían, que yo confundía la verdad con la mentira haciendo con entrambas las más inverosímiles y dislocadas historias. Sin embargo, lo que yo sabía muy bien, era que aquel miserable labriego de mi aldea, que tenía la desgracia de cuidarle sus ganados, por la triste desgracia de una comida infame y peor vestimenta, no le incomodaba en absoluto que yo llegase tarde o que me despeñara desde un serapu (peña) y me escontonara la motchera (rompiera la cabeza), lo único que le preocupaba al condenado, era que llegasen a su teixada (casa) sanos y fartus (hartos) todos sus ganados. Al siguiente día bien de mañana como de continuo hacía, con un poco de sabadiegu (chorizo malo) un cantezu (pedazo) de pan moreno y cuatro manzanas dentro de mi zurrón, salí de mi aldea afaluchandu (arreando) el rebaño, y con aquellas miserables viandas que llevaba en mi morral, tenía que aguantar todo el día en el monte corriendo sin descanso tras aquella veceira (rebaño) de cabras. Lo que no sabía el condenado de mi amo, era que yo siempre que tenía hambre, le ordeñaba sus cabras dentro de una lata que tenía escondida en la montaña, hartándome tanto yo como mi fiel Pelayu de espumosa y fresca leche hasta el golifar (hastiar). Si el bastruya (zafio) de mi amo tan sólo hubiese sospechado que le mucía (ordeñaba) sus cabras todos los días, me hubiera eszarapau (despedazado) mi frágil cuerpo con un mamplén de cibiétchazus (con muchos palos). Espatuxaba (caminaba) yo muy contento aquella mañana, quizás lo hiciera mucho más feliz que nunca, arreaba mi rebaño con desacostumbrada prisa, porque ansias locas tenía de llegar a la montaña, para entrar de nuevo en la misteriosa cueva, pues ahora ya no tendría problemas con la obscuridad que en ella reinaba, ya que conmigo llevaba una caja de cerillas y un pequeño candil que le había arrapiegáu (hurtado, quitado) de la corte (cuadra, establo) a mi amo, y con aquella luz, sería capaz de bajar hasta las mismas entrañas de la tierra, si a tal lugar la caverna se extendiese. Aquella noche había dormido poco y soñado mucho, tanto despierto como dentro del desvelado sueño, y tanto de una manera como de la otra, siempre llegaba a la conclusión, de que dentro de aquella para mi misteriosa gruta se ocultaba una fabulosa chalga de la que iba ser yo su señor y dueño, y cuando tal me sucediese, ya no sería yo más criado de ningún rapiegu (zorro) amo, ni tampoco a mi querida madre se le encallecerían jamás las manos, efectuando esclavizantes trabajos, nunca para el prójimo bien servidos y siempre por él peor pagados, ni se partiría sus costillas refrescándose el cansancio en su propio sudor por las fincas de nuestros vecinos, por donde se arreventaba todos los días del año, por la mezquina soldada de una fuente no muy grande de harina, un cesto de patatas, o cualquier otra vianda que mitigase el enorme fantasma del hambre, que desde el fin de la guerra se había enseñoreado de nuestro indigente char (lar), que nos obligaba despiadadamente a unos ayunos tan sumamente raquíticos, que el día que comíamos algo en traza (algo mas), tal parecía que habíamos cometido un grave pecado. Cuando yo fuese dueño de aquel tesoro, (abanzaba seguido de Pelayu arreando con prisa los ganados camino de la argutosa «abrupta» montaña, a la par que imaginativamente iba pensando), compraremos una casa decente, buenas fincas y mejores ganados, y entonces nuestros vecinos nos mirarán con respeto, y no nos tratarán con el menosprecio y la esclavitud a que ahora nos someten. Llegué al fin hasta el lugar que por costumbre tenía de enveredar el ganado para que a su aire subiesen guareciendu (pastiando) como siempre hacían hasta llegar al final de la tarde que era cuando el rebaño solía alcanzar lo más alto de la montaña. Pero aquel día no seguí yo al redil como siempre hacía, sino que me adelante a él corriendo sin el menor cansancio laderas arriba, hasta que por fin sudoroso y galopante en la alegría llegué a la vecindad de la caverna. Pude comprobar sonriente a la par que cariñosamente acariciaba a Pelayu, cómo éste me miraba contrariado al ver que yo por primera vez había cambiado todos mis cotidianos hábitos. Ya que siempre nada más llegar al monte y dejar a las cabras a su albedrío pastiando, nos sentábamos en el lugar acostumbrado, y zampábamos sin pérdida de tiempo a partes iguales como buenos compañeros, la miserable comida que nos había servido nuestro amo. Después jugábamos incansablemente en mil dispares entretenimientos hasta quedarnos rendidos, y muchas veces tras de nuestros juegos, los dos juntos abrazados nos quedábamos profundamente dormidos y al despertarnos sino avistábamos el rebaño, corríamos alocados por la preocupación, por entre los abruptos riscos, y las espinosas malezas hasta lograr encontrarlo. Después otra vez gozosos retornábamos a nuestros juegos, o yo me quedaba mirando a las montañas ensimismado pensando, mientras que Pelayu se entretenía cazando grillos, u otros insectos, y otras veces con sus blancos y poderosos colmillos recorría con rabia su pelambrudo cuerpo, diezmando la cabanada (rebaño) de pulgas y otros parásitos que con su sangre se alimentaban. Como cuento, aquella mañana mi fiel Pelayu me miraba preocupado, pudiendo yo observar en sus vivarachos, picarescos e inteligentes ojos, una recriminación que me estaba haciendo, por su forma de ponerme sus fuertes patas en mi pecho, a la vez que me lamía entre pequeños y cariñosos ladridos mi rostro. Si con sus ladridos pudiese hablar mi lenguaje, seguramente que me diría. —No seas un iluso soñador, mi más querido y preciado compañero, no llegues con tu fantástico pensamiento hasta el extremo de acariciar ni tan siquiera cuanto te has imaginado. Comámonos con la alegría de que hacemos gala todos los días, esa mezquina comida que nos da nuestro despreciable amo, y juguemos con la inocente felicidad de siempre, ya que éste será el más grande tesoro que jamás podrás superar en tu vida. ¿Dónde podrás hallar una riqueza que se pueda comparar a la natural y sencilla felicidad que hoy gozas, aunque ésta se haga su camino dentro de la gran pobreza que te acompaña? Pero hoy yo sé fijamente, que aunque mi perro pudiese hablar, haciendo que en tal momento me asustase al presenciar tan grande milagro, y me dijese que no entrase en la cueva, porque lo que dentro de ella iba a encontrar sería mi propia muerte, la verdad es, que ni al mismo Faidor (Dios) en aquellos momentos yo no obedecería, y así de resuelto, encendí el candil, y sin el menor asomo de miedo, ya que la ilusión y la alegría que poblaban mi espíritu en aquel encaldar (hacer) eran tan inmensos, que empequeñecían hasta el ignoro cualquier otro sentimiento. Adentreme en la cueva que era iluminada tenuemente con la pobre luz que el candil despedía, siempre acompañado de Pelayu que tras de mí, el muy tuno de mi aventura se reía, no era larga la caverna, pues a treinta metros no alcanzaría, y cuando llegué al final, no encontré ni las Xanas, ni los Trasgus ni Xumicius, ni la chalga, preciado tesoro que yo perseguía, sólo había muchos cascos de avellanas y de nueces, algunas latas de conservas ya vacías, unos trapos manchados de sangre, unas mantas viejas y apoyadas en la rocosa y húmeda pared de la cueva, había varias armas de fuego que pronto me hicieron olvidar la riqueza que en un principio había imaginado que allí me aguardaría. Por primera vez en mi vida iba a tener juguetes, auténticos juguetes de verdad de los que usaban los hombres para asesinarse vilmente al igual que hacen los lobos cuando por su cuenta cogen un apacible rebano de ovejas. Dejé el candil en el suelo y elegí entre todas aquellas armas una brillante escopeta, lleno de contentura me senté encima de aquellas mantas y empecé a maniobrar con aquel peligroso juguete, yo sabía cómo se manejaba supuesto que mi amo tenía una escopeta muy parecida y le había visto limpiarla y cazar con ella algunas veces, durante algún tiempo estuve jugando con ella, de una canana que allí había saqué dos cartuchos que metía y sacaba dentro de su recámara, yo me creía en aquellos mis felices instantes el más grande cazador del universo. Pelayu que ya se había cansado de husmear por todas las partes y no habiendo encontrado nada donde llancái el diente (hincar) se tumbó en el suelo frente a mi mirándome sonriente y burlonamente, (porque aunque ustedes no lo crean, yo sé que los chuchos saben sonreir). Enojeme de Pelayu al ver como tan descaradamente se mofaba de mí, por eso encañonele con la escopeta con ánimo de amenazarle, pero cambió Pelayu de gesto rápidamente, levantose con rapidez del lugar donde estaba achucáu (costado), enseñome los clientes ladrándome muy enfadado y a la velocidad del rayo salió de la cueva, quizás porque el inteligente animal presentía, de que alguna desgracia iba a lleldar (hacer) yo con aquel mortífero artefacto, y no quería ser él quien primeramente la recibiese en su cuerpo. Aun permanecí algún tiempo en la gruta jugando a mi manera con las armas, y solamente cuando el candil por su guiños me hizo comprender que su luz ya se le estaba escosando (terminando), salí de la caverna con la escopeta en una mano, dos cartuchos en su recámara y el candil en la otra. En el exterior Pelayu correteaba detrás de los grillos y las camporinas (mariposas) al parecer ya libre de todo enfado. Ya cansado de jugar dejé la escopeta en el suelo y senteme tranquilamente al lado del zurrón, y en cuanto mi perro vio que ya había abandonado el arma, vino corriendo hacia mí, moviendo la cola y sonriéndome amigablemente. Allá abajo en la mitad del valle pude ver a mi rebaño cómo subía espenandu (comiendo) los pochitcus (enanas encinas), y yo de nuevo me volví a sentir feliz y contento a pesar de no encontrar la chalga que tanto con su riqueza había soñado e ideado. Comimos a hora desacostumbrada mi perro y yo aquella pobreza de comida, y tras de jugar un rato, él se quedó adormilado y yo comencé a pensar de quién serían aquellas armas. No me cabía la menor duda de que aquel arsenal de armas debía de ser de los fugáus (huidos), seguramente que eran de aquellos cuatro rapazones (mozos) que se entregaran a los soldados que estaban destacados en mi aldea. Yo los había visto en el cuartel que los militares tenían que era en la escuela de mi aldea, un amplio edificio que fuera regalado a la parroquia por unos indianos del chugar (lugar) que retornaran de las américas con la corexa betchá de cuartus (con la cartera llena de dineros). Recuerdo que aquel día que yo los vi, un soldado que de seguro sería el barbero, les estaba cortando el abundante pelo que lucían, y uno de los rapazus le dijo sonrientemente al militar. ¡No hace falta que te molestes mucho camarada, pues cuando un día de estos nos trasladeís a la cárcel de Oviedo, allí lo más seguro es que nos rebanen el pescuezo! EL MACHO CABRÍO Güelgu coyer el filu dóu d'endenantes m'enduébitchaba algamiandu na miou motchera alcuerdancies de cundu you yera guaxe, ya comu tóus non se puén cuntar per filera, per ísu xebreme d'aquín, pa dir p'acuchá, perque toes les couxes tienen la sou xaceda, ya non la quixéramus cataye nuexotrus. (Volviendo coger el hilo de los aconteceres que anteriormente en mi cerebro se barajaban dentro de las añoranzas de mi niñez, y como todos estos acaeceres no se pueden relatar en hilera, por eso me marché de éste, para ir al de más allá, que es de donde vengo ahora, porque todas las cosas tienen su propia postura, y no la que quisiéramos darle nosotros). Y aunque parecía que me había perdido por estar tan llargu lonxe (tan largo lejos) la verdad es que yo no pierdo el tiempo adornando los hechos que no deben de ser adornados, nin fiéndume en xebraures que van esfaese 'n probeces, perque 'l que non ye llicenciáu 'n filloxofía e lletres, non pué faer munches froritures con les pallabres nin les lletres, ya per ístu, tien que encaldase 'n aforrador d'istus dellicáus y'artifixusus monumentus, perque si lus mesmus que güéi día que lus manexan y'atreinan, la metá de les veces non xapien lu que falen, ya llanquen el focicu fasta les urées en telares de Pachu 'l Xabadiegu betcháus de poxa y'escosáus del granu que ye pelu que tóus muramus nista engochá vida, ¿qué fairé you que 'deprendí namái que tres meses nuna escola pública? (Ni me hondeo en deserciones que se deshagan en pobrezas, porque quienes no son licenciados en filosofía y letras, no pueden hacer muchas florituras con las palabras y las letras, y por esta razón, tienen que hacerse ahorrativos de estos delicados y artificiosos monumentos, porque si los mismos que hoy en día los manejan y cuidan, la mitad de las veces no saben muy bien ni la mitad de lo que escriben, ni otra pareja parte de lo que hablan, y meten por estos menesteres el hocico hasta las orejas, en cuestiones que los imposibilitan para después resolverlas, y si se aproximan a este nivelamiento, lo hacen sembrando una hierba productora de mermado grano, que es el punto primordial que todos intentamos recoger en esta cerda vida. Como cuento, si estos señores eruditos en estas materias se equivocan ¿qué puedo hacer yo, ¡pobre de mí!, que tan solamente he tenido la suerte de ir al colegio público tan sólo tres meses?). Cuento yo que me hallaba en aquellos mis infantiles pensares intentando saber a qué huidos pertenecían aquellas armas, y así dejé tal perder el mucho tiempo que me sobraba, cuando mis ojos retrataron el gran combate que a baja altura, muy por debajo de donde yo me encontraba, sostenían tres cuervos, que despiadada y valientemente le atacaban a un águila real, y ésta piando quizás por el dolor que le inferían los efectivos picotazos de los cuervos, o tal vez en su lenguaje maldiciéndoles llena de rabia por el no poder repeler el ataque de que era objeto. No podía defenderse de sus tenaces atacantes, porque todo su cuerpo en gran tensión estaba, ya que al volar tan bajo, todas sus enormes energías las precisaba para mover sin el menor descanso sus grandes alas, con el apremiante fin de salir de aquel espacio que al parecer pertenecía a los belicosos cuervos, que con ardorosa valentía y enquina ofensiva, disputaban tal natural privilegio, a las mismas soberanas de los cielos. Había yo presenciado muchas veces batallas entre las águilas y los cuervos, y siempre éstos las perseguían atacándoles por su parte posterior, hasta la altura donde el águila ya no necesitase mover sus alas para sostenerse, cuando esto sucedía, los cuervos precipitadamente abandonaban el combate, porque ellos sabían, que donde el águila pudiese planear, todo animal viviente que se acercara, encontraría entre sus poderosas garras una rápida muerte. Queriendo yo saber como es natural el por qué los cuervos atacaban a las águilas, un día que cuidando sus cabras junto a mí estaba un paisano llamado Máximo, que por apodo se le llamaba el «Puchegu», porque tenía tantas razones en sus hablares como palabras por su boca se alumbraran, a pesar de que el Puchegu no sabía leer ni escribir, sabía de cuentos más que el mismísimo Quevedo, e igual hacía cuando se le necesitaba de veterinario que de médico, atinaba casi siempre cuando iba a llover o hacer buen tiempo, en fin, que era Máximu el Puchegu en todas aquellas aldeas de mis amores, una Enciclopedia que aventajaría en mucho a todas las que en nuestros días nos sirven las grandes editoriales, industriadas por hombres estudiosos de las ciencias. Empezó mi amigo el Puchegu explicándome, que son los cuervos de las abruptosas montañas más bregáus (valientes) que los que moran en las valladas o pequeñas lomas, y todo porque la escasez de alimentos en las rocosas cumbres, es muy inferior a los que existen en los valles o montículos, y así como a los hombres la abundancia los hace temerosos y a veces hasta pusilánimes, y la necesidad o privaciones los vuelve por ley de vida temerarios y osados, en los animales ocurre en igual medida lo mismo, así pues, el cuervo defiende su pitanza no permitiendo que las águilas cacen a menor altura que la que les pertenece, y si desde tal situación descubren una pieza, y bajan con su endemoniado vuelo de alas plegadas la apresan y luego vuelven a elevarse al lugar que les corresponde, los cuervos no osarán ni tan siquiera molestarlas, pero si por el contrario descienden para dedicarse a cazar desde el lugar que no les pertenece, entonces los cuervos las atacan con verdadera saña y valentía y siempre logran hacerlas ascender hasta la posición que ellos consideran justa. Esto es así, porque desde tal altura las águilas sólo pueden divisar en tierra una pieza que ellos no cazan nunca, como puede ser un conejo, una pequeña res, un zorro, y hasta inclusive el mismo perro que con el pastor cuida el rebano, y también se han dado casos en que las águilas hasta han cazado un lobo, y con él entre sus garras han subido hasta sus utreras (nidos) donde le devoraban con la misma satisfacción que pudieran hacer cuando se afestinaban con las tiernas carnes de un inocente corderillo. Si las águilas pudiesen volar más bajo sin ser por los cuervos molestadas, también podrían cazar con gran facilidad, lagartos, culebras, etc., etc., y es ésta precisamente la comida que el cuervo defiende, por eso ataca al águila cuando ésta intenta apoderarse de la que él cree que es su exclusiva pertenencia. Terminó el águila al fin tras el ardoroso acoso a que la sometieron los cuervos de subir hasta la altura que ellos consideraron lícita, y rápidamente éstos plegando sus alas la abandonaron y en vertiginoso vuelo buscaron el abrigo de los arbustos de sus montañas. Terminó para mí aquel día el maravilloso espectáculo que la soberana del cielo y los bravos cuervos me habían ofrecido, y fue entonces cuando me incorporé del lugar donde me hallaba sentado, para mirar a mis cabras que guarecían (pastiaban) por encima de donde yo estaba a la corta distancia de unos cincuenta metros, lo primero que mis ojos retrataron fue el orgulloso y antipático macho cabrío, que empericotáu (subido) en un cuetaron (peñasco) a la par que espenucaba (arrancaba) las fuéas d'un pótchiscu (hojas de una enana encina), mientras que las enguyía, parecíame a mí que me estaba mirando desafiadora y despreciativamente, con sus grandes y retorcidos cuernos, su larga perilla y enorme cencerro, se me representaba como el diablo que sonriéndose ladinamente se guasaba de mi humilde persona, a la par que de mi buen Pelayu, pues a entrambos y dos el condenado nos había hecho correr infinidad de veces, por eso, tanto Pelayu como yo siempre que teníamos ocasión y traicioneramente, él le mordía sañudamente en sus cadríles (patas) y yo le atizaba barganazus (estacazos) y pedradas donde mejor encaldase (terciase). Ocurriósele a mi mente en aquellos momentos el darle un buen susto a aquel demonio con cuernos y cencerro, por eso así la escopeta con determinación, y cargada como se encontraba con dos cartuchos, apunté por debajo de donde él se hallaba con el firme propósito de tan sólo darle un susto que no olvidase en su vida, y ya sonriéndome adelantadamente por el resultado de la idea que sin más pérdida de tiempo iba llevar a la práctica, apreté los gatillos de la escopeta, y una doble y potente explosión originose que dio conmigo en el suelo por la fuerte sacudida que el arma emburrióu (empujó) con dolor en mi cuerpo. Pero escosóseme d'afechu (marchóseme del todo) tal dolor, cuando entre el repilar (ecos) de la montaña por la explosión, sentí al macho cabrío lanzar al viento grandes berridas, que hiciéronme con preocupada prontitud deducir, que aquel demonio odioso no se quejaba por el susto que pudiera recibir, sino por la perdigonada que sin yo proponérmelo le había albergado en su pelambroso y maloliente cuerpo, levanteme sin demora del pedregoso lecho donde la escopeta con su duro empujón me había acostado, y aún tuve tiempo de ver cómo el semental de mi rebano rodaba por entre los cuetus del xerrapeiru (peñas de la sierra) infiriéndose más heridas en su cuerpo que las que yo por equivocación con los dos disparos le había inferido, siendo quizás su muerte no la perdigonada que le había desequilibrado, sino los argutoxus cuetus (agudos peñascos) que cual cuchillos al rodar su pesado cuerpo por entre ellos le apuñalaban mortíferamente, por eso al detenerse en su poleamientu (rodar) detrás de un pótchiscu (encina) que encontró en su paso, dejó de berrar en el instante, que su vigoroso cuerpo perdiera la vida. Fuime yo corriendo acompañado de Pelayu que me ganó la palma en la carrera, hasta el lugar de aquel desgraciado suceso, y cuando llegué donde el chivo estingarráu (tirado, acostado) ya no contaba como enemigo vivo, vi cómo a torrentes se desangraba, a la par que Pelayu con su nutritiva sangre se fartaba (hartaba). Pensé yo con gran temor cómo decirle a mi amo lo que había pasado, él que sentía por su chivo un orgullo y continuo ponderado casi desmedido, pues siempre que la ocasión se le brindaba cuando con sus vecinos dialogaba, soliales afarrucado (faroleándose, chuleándose) decir, que no había en toda la comarca un macho cabrío que ni con mucho en raza y estatura, se le pudiese parecer al suyo. Era ya casi la hora de afalar (retornar arreando el ganado para casa) cuando se me ocurrió la idea de decirle a mi amo que el chivo por si sólo se había despeñado, así que guardé la escopeta en la cueva y apresuradamente yo temeroso y preocupado y Pelayu contento por hallarse harto, reunimos el rebaño y nos encaminamos hacia la aldea, parecía que hasta las mismas cabras que en otras ocasiones se mostraban rebeldes y saltarinas, aquel desdichado día caminaban cabizbajas y avizorantes, observando en todas las direcciones con pronunciosa alteración, buscando aquel macho cabrío que las dirigía y dominaba con su orgullosa presencia, haciéndose notar en todo momento, por el continuo tañir de su zumbiétchu (cencerro), que por primera vez en el rebaño no se sentía el caidonante ruxíu (dirigente sonido). Pienso yo que solo contento caminaba vigilante mi fiel Pelayu, porque ya nadie en el rebaño se atrevía a discutirle sus ladridos o frágiles mordiscos, cuando por orden mía a las cabras con eficiencia les infería. Más sin embargo yo, al igual que a mis cabras, algo me tenía también apresado, algo extraño para mí, por primera vez a mi espíritu esclavizaba, que ni era tristeza ni pena, pero sí era miedo y grande desesperanza. Siempre que retornaba con mi rebaño a la aldea, cuando en las atardecidas la montaña abandonaba, mi corazón ameruxáu d'allegría (rebosante de alegría) a mi garganta un torrente de cante le rogaba, y ésta inocente y falta de todo perjuicio, sintiéndose tan dichosa como los mismos celestiales ángeles, cantaba recias asturianadas, mientras que todo mi ente, afanosamente afalaba (arreaba) las cabras. Quizás cantara yo aquellas horas con más gracia que en todo el día por alegre que fuera y pudiera tener, porque por así decirlo me acercaba al sencillo y noble vivir de las gentes de mi aldea, pues diez o doce horas en la continua soledad que en las montañas me acompañaba, para un rapacín como yo era, eran muchas horas desamparado de la comunidad humana, y sobre manera yo, que con ser mi cuerpo ágil y fuerte hasta casi rayar en el desuso, empequeñecido se quedaba si le comparaba con mi espíritu tan ensoñador e imaginativo, que todas las cosas al engrandecerlas confundía, menos el miserable pan de la maxera (artesa) que mi amo me entregaba, que a pesar de ser tan escaso, jamás supe imaginar nada para engrandecerle. Estaba mi amo a la entrada de la aldea esperándome como siempre hacía para ayudarme a xebrar el rebaño, ya que como eran tantas cabras, no cogían todas en la misma corte (establo), y había que llevar parte de ellas a otra cortexa (cuadra pequeña) que estaba en la parte opuesta de la aldea. Entretenía siempre su espera el condenado de mi amo, hablando con un artesano del lugar, que se dedicaba a la fabricación de yugos y madreñas, que tenía su taller montado debajo de un hórreo, que estaba asentado a la salida de la aldea, mismamente en la desembocadura del pedregoso y empinado sendero que venía de la montaña. Desde tal lugar él sentía con antelación el potente tañir del zumbiérchu (cencerro) que ximielgaba (movía) con fuerza y hasta con orgullo el estupendo semental de su rebaño, entonces él liquidaba por el momento con el madreñeiru la conversación que estuviesen embargando, y dedicaba toda su atención a su rebano, observando con avarienta atención, en el propiar si sus ganados venían fartus óu famientus (hartos o hambrientos), o si alguna de sus cabras venía coxa (coja) por mor de haberle caído una piedra o cualquier otro accidente que hubiera acaecido, como solía ser normal algunas veces. Pero aquel inolvidable para mi atapecer (atardecer) vio antes sus cabras que escuchara el ya inexistente zumbiétchu, por eso con su vozarrón de trueno, y como una centella por mí temido, me preguntó a la distancia de una piedra lanzada cuesta abajo: —¿Qué fói lu que pasóu Xulín...? —¿El chivu perdiu 'l mayuelu...? —Quería decirme, que si el cencerro que llevaba su chivo, había perdido el majuelo, o pequeño péndulo que lleva dentro el cencerro. —Esto también era frecuente que sucediese. Contestele yo desde aquella altura con mucho menos miedo que si me encontrase ante su presencia, diciéndole que el chivo se había despeñado, y arriba en la montaña se encontraba muerto. Estas mis palabras que en el viento camino de la aldea mi voz empujó con fuerza, fueron escuchadas por mi amo que se encaricotóu (encendió) en una rabiosa tristeza, que si pudiese desahogarla, seguro que en mi persona haría él su complacencia. También la desgracia del chivo, que por mí a voces era anunciada, fue oída por algunos otros vecinos a parte del madreñeiru, y como aquel semental de macho cabrío había sido siempre tan aponderado e idolatrado por el babayu (bocazas, charlatán) de mi amo, que con su dichoso cabrón los vecinos de la aldea ya habían pescado la costumbre de decir siempre que alguien ponderaba una cosa, ¡non si paezme a mín, que moren más castrones que Manín na nuesa aldea! Bueno pues como estoy contando, todo el lugar en pocos minutos se había enterado y en parte congregado a la salida del camino que bajaba de la montaña, ya que la muerte de aquel chivo que había ya dejado entre ellos la ya dicha cantinela, les había algunos los más envidiosos y vengatibles alegrado, y a los otros los más sentimentales y nobles les entristecía la muerte de tan comentado castrón. (También se suele llamar castrones a los chivos muy grandes). Al fin entré yo en la aldea quizás con el mayor recibimiento que jamás a nadie le hicieran, y todos atropelladamente me preguntaban lo que con el dichoso castrón me había sucedido, y yo les repetía a la par que intentaba xebrar las cabras para llevarlas a sus respectivas cuadras, que se había despeñado y que todo descuatramindáu (deshecho, desarmado) se quedara en la montaña. Un ratiquín (un tiempo) más tarde, y ya siendo casi la oscurecida, tres vecinos del lugar haciendo cuadrilla con mi amo, caminaban en pos de Pelayu y mía, otra vez camino de la montaña, para enseñarles donde estaba estrapayáu (aplastado) el chivo, con el propósito de bajarle para casa, con el fin de aprovechar su piel y carnes, que serían curadas bajo las barras del xardu (secadero) una estupendísima cecina. Llegamos a la postre ya con la noche tan negra como la boca de el lobo, al xeitu (sitio) donde el chivo fechu 'n chaceiru (hecho un deshecho) ya en el frío de la muerte sin despertarse dormía, tanto Manín que yera mi amo, como los tres vecinos que le hacían compañía, sudorosos y respirando medio ahogados por el tremendo esfuerzo que suponía subir con tanta rapidez hasta tamaña altura, sin perder un momento amarraron el animal por las cuatro patas juntas haciendo cucara (en montón, juntándolas todas) con una cuerda que para tal menester ya traían, y colgándolas de un fuerte y largo palo del que también venían poseídos, echáronselo al hombro entre dos, y con menor rapidez y mayor precaución, relevándose entre ellos conseguimos llegar sin novedad a la aldea. A pesar de ser casi la media noche, aun había algunos vecinos en reunión dentro de al parecer amena charla que quizás tuviese mucho que ver con el castrón, Manín y con mi desventurada persona, esperándonos en el lugar donde el madreñeiru trabajaba. Entramos todos en procesión rumorosa en la corralada de la casa de Manín, detrás del cabrón que colgado del baral sofitado en los hombros de dos vecinos se xiringaba (balanceaba), vigilado siempre con sonrisa ladina por mi fiel Pelayu, que comprendía que al no tardar, iba a saciarse hasta el no poder manducar más, con los rojos hígados de quien en vida, le hubiera hecho correr con cierto temor con el rabo entre sus piernas. Mientras que mi amo y sus serviciales vecinos se disponían a desfoyar (desollar) colgado de unos garfios que había debajo del hórreo al desgraciado chivo, la muyer (mujer) de Manín sin parar de condolerse, y hasta inclusive queriendo a mi endilgarme parte de la culpa, me dio de cenar una escudilla de farines (harina de maíz cocida) con una taza de leche de cabra, porque la leche de las vacas la tomaban ellos y la que sobraba la hacían en manteca, que tampoco yo nunca la probaba. Por primera vez no se hallaba sentado a mi lado sacando la lengua y relamiéndose, mirándome con sus ojos inteligentes en espera que yo le tirase delante de sus narices una cucharada de mi comida a mi fiel Pelayu, pues él sabía que al lado del castrón, tenía una fiesta grande con sobrada pitanza. Comía yo vorazmente aquellas puliendras (farinas), a tan desusada hora de la noche, sin que mi mente de pensar cesara, y antes de terminar mi miserable cena, una luz que me llenó de cierto temor en mi cerebro escendiose, para decirme con su claridad, que no iba a transcurrir mucho tiempo antes de descubrirse mi mentira, porque al esmianaye 'l pelleyu (quitarle el pellejo) al castrón, le encontrarían incrustadas en su cuerpo las postas que le habían matado, y me interrogarían sobre tal suceso, siendo yo al momento un cómplice y encubridor de la muerte del condenado cabrón, que según parecía me iba a dar guerra hasta después de ser muerto. Seguramente querrían saber el por qué les había mentido, haciéndoles creer que se despeñara, cuando a la prueba estaba que fuera abatido por un tremendo pistoletazo. Bajé después de cenar a la corralada donde los hombres andaban a vueltas en la desfoyadura del castrón, a la luz de un par de candiles de carburo y no llevarían un cuarto de hora reparándoles en su circunstancial oficio de carniceros, cuando Antonón el de la Cuandia dijo sorprendido mirando para mi amo que le alumbraba con el candil en la mano para que los otros vieran mejor en la faena que encalducaban (hacían). ¡Ah Manín, isti castrón non morrióu comu diz el tou criadín despeñáu, pos tién ente 'l coración ya lus polmanes un manegáu de postes llancades, asina que si quiés saber quién l'achuquinóu, pregúntaye 'l tou rapazacu, lu que axucedióu! ¿Qué ye lu que me tas diciendu...? ¿Quién diañus diba pegái 'n tiru 'l miou cabrón ? Antonón arrabucandu d'ente les asaures del chivu cuatru ou cincu postes que yeren de grandies comu arbeyinus rancuayus, díxole 'l miou amu metiénduyes per dellantri 'l focicu: ¡Mira Manín, ístu fói lu qu'achuquinóu 'l tou chivu! (Ah Manín, este cabrón no murió despeñado como dice tu criado, pues tiene entre el corazón y los pulmones un cesto de postas plantadas, así que si quieres saber quién le asesinó, pregúntale a tu muchacho lo que sucedió). (¿Qué es lo que me estás diciendo? ¿Quién demonios le iba a pegar un tiro a mi cabrón?). (Antonón arrancando de entre las asaduras del chivo cuatro o cinco postas que eran de grandes como pequeños guisantes, le dijo al mi amo mostrándoselas por delante de su hocico: ¡Mira Manín, esto ha sido lo que asesinó a tu chivo!). Hallábame yo detrás de ellos a media penumbra, por eso no pudieron ver cómo todo mi cuerpo temblaba, y mis mexiétchas (mejillas) se encendían como las mismas brasas cuando el viento las apuxa (atiza). Quizás si fuese a pleno día, me hubiesen sacado la verdad al descubrir yo mismo por mis síntomas externos la mentira, pero la noche, encubridora de toda claridad que profané sus negras vestiduras, me ayudó a ser firme e inamovible de mi primera mentira. Convencido mi amo de que le había engañado, acercose a mí con el candil en una mano, y llena su despreciable alma de ira, y enloquecida venganza, con la otra su mano, atizome un fatáu de morráes (varias galletas, tortas, guantazos) que dieron con mi cuerpo en el suelo, y antes de que yo pudiese huir del peligro que me rodeaba, levantome del suelo con la misma mano que tan vilmente me castigara, y a la par que alumbraba mi rostro donde la abundante sangre que manaba de mi nariz lo embadurnaba, me dijo mirándome con sus ojillos de bracu (cerdo) donde la maligua ira en un brillo salvaje se enseñoreaba: ¡Ahora mismo me vas a decir hijo de perra y de republicano asesino, que el día que asesinaron a tu padre que era lo mismo que tu un embustero y un bandido, te tenían que haber envenenado a ti, para que no pudieses hacer el mismo mal que hizo tu condenado padre, vamos, dime quién fue el que disparó contra mi chivo, dímelo pronto o terminaré contigo! Y al tenor que esto me estaba diciendo, su dura mano caía una y otra vez sobre mi rostro, y fue entonces cuando aquellos hombres de entre sus manos me arrancaron, pues al no hacerlo, quizás aquella bestia humana, que había luchado en defensa de la (PAZ DE ESPAÑA) fácil me hubiera asesinado, como seguramente acostumbrado debía de estarlo, al haber practicado tal demoníaco proceder, con otros indefensos inocentes, de los miles que asesinados fueron en Nuestra Patria, por cobardes, dañinos y miserables hombres, como lo era mi despreciable amo. Fue curado con agua fresca mi amoratado y sangrante rostro por Antonón de la Cuandia, que me aconsejaba cariñosamente, les dijese lo que con el cabrón me había en la montaña sucedido, y que no tuviera ningún miedo de contar la verdad que se buscaba, pues ella misma me protegería de quien me hubiera amedrantado para que no le delatara. Cuéntanos hijo si fueron los huidos quienes al chivo le dispararon, ya que nadie más que ellos pudo hacer tal cosa, y ten presente que si no nos lo dices ahora, mañana vendrán los guardias y ya verás cómo con ellos no puedes seguir negando. Díjele a Antonón el de la Cuandia, que yo estaba dormido, y que me desperté cuando sentí al cabrón bramar desesperado al tenor que bajaba rodando por entre los peñascos, siendo aquello todo cuanto yo había visto y oído. Volvió otra vez ya más sosegado mi amo a insultarme y amenazarme, y a la postre me ordenó que abandonara su casa, pues él no fartaba bribones que lejos de cuidar su rebaño, permitían que personas tan canallas como yo lo era se lo asesinaran. Marcheme de aquella casa de noche, maltrecho mi cuerpo y deshecha de sufrimientos mi infantil alma, sin más pertrechos que los que llevaba a costillas, que eran los únicos que poseía, y que constaban de un mono de caqui hecho de la guerrera de un soldado, con más remiendinos que de plumas tiene una gallina y de todos los colores que imaginarse puede, calzado con unas alpargatas de esparto donde los calcaños se asentaban en el suelo y los dedos lo mismo hacían por no quedar de las alpargatas nada más que la parte del centro. Por primera vez desde hacía varios meses que Pelayu era o mejor dicho había sido compañero inseparable de hambres y fatigas, de juegos y caricias, de largas soledades entre ambos repartidas, por primera vez digo, mi fiel compañero ya no me seguía, me traicionaba el muy ladino por unas piltrafas que de vez en cuando aquellos hombres que carniceraban en el cabrón, le arrojaban en el empolvado suelo de la corralada, para él valía en aquellos momentos más la asquerosa pitanza, que todo el cariño que yo pudiera brindarle, ya no se recordaba el muy desagradecido de que yo repartía con él a partes iguales la escasa comida que para mi sólo me entregaba el llabascón (cerdo grande) de mi amo, en una palabra, Pelayu era un desagradecido y egoísta, propiedad que en mayor o menor cuantía, va fusionada en el instinto de todo ser mamífero de la Tierra. Llegué aquella primera noche de mi vida, que había sido maltratado, insultado, golpeado, pisoteado, arrastrado y ofendido a tan gran profundidad y altura, que dudo que a mis años en todo el mundo, a nadie le hubiera sucedido tan inhumana atrocidad, cuento yo, que hice mi entrada en la casa de mi madre, que en la sazón se encontraba trabajando en una alejada aldea, en el caserío de otra viuda que su marido había sido asesinado en el cementerio de San Salvador de Oviedo la misma noche y en el mismo paredón que fusilaran a mi padre, así pues, hallábame yo sólo en casa y eso enormemente en aquellos momentos me alegraba, pues si mi madre hubiera estado en la casa, le haría sufrir aviñonándome yo de pena, y quizás ocurriesen peores cosas, ya que mi madre era, y aun sigue siendo, y Dios me la conserve muchos años, pues fue lo mejor y lo único que he tenido en mi existencia, mujer de duro carácter, intrépida y valiente hasta no tener el más pequeño temor, de pelearse ella sólo contra todos los moradores de la aldea. ¡Cómo mi madre, nacen en un siglo pocas mujeres! Al día siguiente que era domingo, y por tener en la parroquia a que pertenecía mi aldea, un cura que para demonio había nacido, ya que el muy condenado había conseguido de las autoridades una ley, que no se quién se la había fabricado, pero el caso es que existía, y condenaba a todos los vecinos a oír la Santa Misa, y a no trabajar ni en las tierras, ni en los prados, ni en nada, bajo pena de una multa que la ley considerara justa por ser injusta. Como yo ya no tenía trabajo, pues cuidar los ganados estaba permitido, y aquel gochu de mi antiguo amo desde aquel día tendría que hacer el trabajo que como un miserable esclavo yo le hacía, me levanté tarde del único xergón de fuéa (jergón de hoja) que en la casa había, que lo había industriado de unos sacos, porque todo cuanto poseíamos que era bien poco, al terminar la guerra el honrado vencedor nos lo había robado, y no contentos con esto, todavía fusilaron a mi padre, acusándole de haber robado grandes cantidades de dinero, de haber hecho esto, lo otro, y lo demás allá, y todo porque se le querían cargar cuatro caciques, como se ha hecho en todos los lugares de mi Patria buena. Noté que me dolía el rostro y que le tenía ensangrentado, no pude mirármelo al espejo. porque éste era un lujo que en mi casa no existía, así pues, me fui hasta el río que por detrás de mi casa pasaba, y me lavé como mejor pude, secándome después a las sucias y ásperas mangas de mi mono, y sin desayunar nada, porque en la casa no habla ni la más mínima consolación de comida, me dirigí a oír la misa, ya que yo de pequeñín era muy creyente y religioso. Estando yo enredando (jugando) con algunos otros guaxinus (niños) de mi aldea, en espera que tocase la última campanada para entrar en la iglesia, vi llegar la pareja de la guardia civil y un vuelco de temor revolvió mi ánimo, que casi consiguió ordenarme que saliese corriendo, huyendo pronto de aquel nuevo peligro que me acechaba. Sin embargo no lo hice, porque o no era lo suficientemente valiente, o lo necesariamente cobarde para hacer tal cosa, lo cierto es que cesé de jugar y me quedé mirando para ellos, lleno de temor, de tristeza, de pena. Preguntaron a alguien quién era yo, uno de mis vecinos me señaló, entonces los guardias me llamaron, y yo hacia ellos avancé, cabizbajo, temeroso y desamparado, igual los niños que los vecinos me miraban sin urniar (decir) palabra, muy posible muchos de ellos, tanto fascistas como rojos, vencedores o vencidos, sintiesen una profunda pena al ver aquel niño, desventurado e inocente ruina que dejó la vil venganza de la posguerra, avanzar sin protección ni cariño de nadie hacia los guardias, al fin llegué junto a ellos y me los quedé mirando, no me gustaron sus rostros, que me parecieron dos demonios, entrambos se quedaron mirando unos momentos en silencio mi rostro, en el que se podía leer la despreciable cobardía y nefastosas intenciones, que se enraizaban en el podrido sentimiento de mi amo, pude comprobar que esbozaban una tenue sonrisa, y no pude descifrar, si era que les alegraba observar el sello del martirio anclado en mi cara, o si por todo lo contrario, me dedicaban un consuelo de lastimosa consideración. Qué enano era yo físicamente en aquella lejana y para mi inolvidable, desgraciada y maestrosa mala época, si desde mi distancia también en el momento mi señora prisionera, proyectó mi mente siempre libre, como el misterioso dios que en cada mente humana vive, cuento yo que si me observé ante toda aquella gente, asustados los unos, hartos de maltratos, satisfechos los otros, por formar parte del mando, e indiferentes los restantes por no contar nada en ningún bando, digo que si me vi tan insignificante en mayor cuantía todos cuantos me rodeaban eran, ya que ninguno de ellos optó, en defender a un niño inocente y lleno de temor, que no había cometido más delito que el matar sin querer a un chivo, que era menos cabrón que todos aquellos papalbus humanos. Uno de los guardias con el mosquetón en la mano, me acarició mi corta y jamás peinada cabellera, pues nada más que tenía dos dedos de larga, mi madre me la rapaba al cero para que los abundantes piojos en ella no sembraran la descendencia de sus miserias, y a la par que esto hacía tan despreciable celador de una ley muy poco justiciera, con palabras que pretendían ser cariñosas y amables me dijo: —Ya veo por las caricias que luces en tu rostro, que con todo merecimiento y sin ninguna duda el señor Manín te ha hecho, que eres un niño rebelde, desobediente y malo, que te niegas a decir la verdad, y por lo tanto por todos estos endemoniados pecados irás al infierno, así es, que si ahora mismo no me dices quién fue el que disparó contra el chivo de tu amo, yo también tendré que castigarte. En esto estábamos el guardia y yo rodeados por los vecinos que no decían ni pío, cuando hizo acto de presencia el señor cura, que relevando a la autoridad de su palabra no así de mi persona, me aconsejó apoyando sus frases en la Divinidad de Señor, para que les contase la verdad que me liberaría de todos mis sufrimientos. Díjele al cura lo mismo que al guardia que yo estaba dormido, y que sólo me había despertado al oír al chivo berrar a la par que bajaba por entre los peñascos rodando. La ruda mano de aquel guardia, que seguramente había sido toda su vida un rústico campesino y que la guerra le había liberado de tan honrado lugar para colocarle en el más delicado de los oficios, como es el de servir con dignidad a la Justicia, cuento yo que aquella pesada mano de aquel hombre que pensaba que las personas había que tratarlas como a las bestias con las que él hubiera vivido siempre, dejó de acariciar mi cabeza y sus dedos se aferraron como si fuesen fuertes murgazas (tenazas) a una de mis uréas (orejas), y sonriéndose como si me estuviese el muy hipócrita acariciándome, a la par que me rogaba que le contase la verdad, me apretujaba con tal fuerza, que el dolor que me inyectaba me hacía ver todas las estrellas. Creo que lo que más le molestaba aquel cobarde representante de la ley, no de la Justicia, era que yo, que la vida ya me había forjado en saber llevar el sufrimiento, ni llorara, ni gritara ni menos me quejara de nada, por eso el infame seguía despiadamente con todas sus fuerzas apretándome, aun es hoy el día, que cada vez que me recuerdo de aquel momento mi oreja se pone tan rápidamente colorada, que hasta me molesta el calor que alumbra. Así en este atroz sufrimiento yo me debatía, sin que nadie de los allí reunidos por mí intercediera, dentro del horripilante dolor que me producía aquel estrapayáu d'uréas (retorcimiento, aplastamiento de orejas), cuando llegó mi madre ante la concurrencia, pues como era domingo, bajaba la pobre de aquella aldea donde toda la semana había estado trabajando, trayendo encima de la cabeza una manieguina (cesta) llena de viandas que en el caserío le habían dado a cuenta de su esfuerzo. Cuando mi madre me vio a mí, en tal escarnecimiento, tiró la manieguca al suelo, y llena de una fuerza airada que la multiplicaba, se acercó tan randa como una centella hasta mi verdugo y arrancándole el mosquetón de un fuerte tirón de entre su mano, le pegó con él tamaño golpe encima de sus costillas, que dio con él como si se tratara de un muñeco de trapo en tierra. Antes de seguir con esta cierta historia, voy hacer un inciso, para describir muy someramente cómo era mi madre en aquella época. Era joven, aun no llegaría a los cuarenta años, y a pesar de su juventud, ya había perdido la pobrecita dentro de los mayores sufrimientos que se puedan imaginar, a dos hijos que luchaban en la guerra, a su marido que fuera fusilado y a todo cuanto poseía. Mi madre como perteneciente a la más ancestral raza astur, era rubia, con el pelo del color de la miel, o de la escanda sazonada, tan abundante lo tenía, que cuando lo llevaba suelto y se acuruxaba (agachaba) le tapaba todo su cuerpo como si lo cubriera con una preciosa manta. Sus ojos eran a veces tan azules como el transparente cielo de una mañana de primavera, y en ocasiones eran tan verdes como los mismos campos de nuestra aldea. Era tan pura y recia como la misma madre naturaleza, inamovible en sus decisiones, honrada y justiciera. Era una auténtica astur procedente de la primera raza que pobló las ubérrimas montañas de mi noble tierra, y no una mistificación como somos hoy en día más del noventa por ciento de las gentes asturianas, enraizados con todos los colonizadores de nuestra tierra. Mi madre enojada era una invencible fiera, y tranquila y serena, era tan hermosa y dulce como incomparablemente lo es mi asturiana tierra. Y ya dicho con suficiente claridad como era esta excepcional mujer, vuelvo a centrarme en el desaguisado que mi madre justicieramente preparara, con una valentía y decisión tal, que dejó a todos perplejos y anonadados, pues el guardia que en posición ridícula espanzarrado moraba en el suelo, desde tal lugar miraba con ojos desorbitados a mi madre que con el mosquetón en la mano y a la par que se lo arrojaba con fuerza y mala sangre contra su pecho le decía: ¡Yes un llimiagu, lu mesmu que toes istes xentes que conxentíen, qu'dellantri de la mesma ilexia del Faedor, y'en prexencia d'isti cura escosáu de coyones ya xusticieres razones, lú mesmu que tous vuexotrus que sois una cabaná de baldreyus, que tu que yes un cachiparru, martirizares a isti nenín pequenu, ya s'ístu faedis con miou fíu qu'entavía 'l probitín non sabe dúnde come, ¿qué faeredis con les prexones mayores? (Eres un rastrero baboso, lo mismo que todas estas gentes que te consienten, que delante de la iglesia de Dios y ante la presencia de este cura que no tiene ni cojones, ni justicieras razones, lo mismo que todos vosotros, que no sois nada más que un rebaño de cobardes, que tú que no eres nada más que un parásito martirizaras a este pequeño niño. Y si esto haceís con mi hijo, que todavía el pobrecito no sabe de dónde come, ¿qué hareis con las personas mayores...?). El otro guardia que sin lugar a dudas parecía un hombre con mejores sentimientos que el gusano que me había martirizado, intentaba sujetar a mi madre propinándole palabras que le aconsejaban que no complicara más las cosas, mientras que su repugnante compañero se levantaba del suelo, y ya con el arma entre sus manos, la enarboló por encima de su cabeza en amago de dejarla caer encima de mi madre a la sazón que con una inquina maligna y cobardosa le decía: ¡Si fuese usted un hombre, ahora mismo le partía la cabeza en dos para que al final de su existencia comprendiera usted, que el deber de todo ciudadano es respetar a la ley! A lo que mi madre le respondió de la siguiente manera: —Si you fora un home, a usté había qu'allevantalu dóu tá, p'ancuandiálu debaxu tierra, que ye 'l llugar quéi cuerresponde a la xentuza baldreyante comu ye usté. Ya tocante a la ley que reprexenta, que ye tan betchá de maldáes comu usté mesmu, pásula you ya toes les prexones decentes pente les piernes ya mexamus per echa. ¡Perque isa lley que tantu cacaréa achuquinóu ya t'achuquinandu a fatáus d'iñocentes, sin respetar nin al vietchu que t'encantu la xepoltura, nin al xoven qu'entavía non golióu 'l tafu de papalbus ya rapiegus que tienen tous los comedores que la endubiechan y'esmarachen! (Si yo fuese un hombre, a usted había que levantarle del lugar donde se encuentra para enterrarle bajo tierra, que es el sitio que le corresponde a la gentuza cobarde como lo es usted. Y tocante a la ley que tanto cacarea, que está tan rica de maldades como usted mismo, la paso yo y todas las personas decentes por entre las piernas y meamos por ella). (¡Porque esa ley que usted representa, ha asesinado y está asesinando a muchos inocentes, sin respetar ni al viejo que ya se encuentra al borde de su sepultura, ni tampoco al joven que todavía no se ha olido, el característico mal hedor que emana de los comedores, indeseables y ladrones que la han hecho, así como ustedes que atropelladamente obligan a punta de pistola y látigo a que se cumpla!). Aun puedo ver en los rostros de todas aquellas gentes que nos rodeaban, desde esta asquerosa celda donde viviendo el presente que me aprisiona en esclavo de unas injustas ordenanzas, mi mente desdoblándose en dimensiones pasadas, añora con tristezas y alegrías, las primeras alumbradoras fuentes de toda mi desgracia. Sí, veo los ojos asustados de algunos de mis convecinos, que al escuchar aquellas graves y acusadoras palabras que mi madre airada, enloquecida y por toparse en su justo desquiciada, le decía a aquel guardia que tan cobardemente la amenazaba. Sí, veo como todos ellos con tristeza pensaban, que mi madre no iba a salir de aquel asunto bien librada. Pues en aquellos tiempos por menor delito, al paredón de fusilamiento llevaban a personas más recomendadas. Vi los ojos de aquel guardia ruin y rastrero, vilos cómo se llenaban de una alegría satánica, quizás en otras ocasiones ya por él vivida, cuando a tantos inocentes martirizaba o asesinaba. Vi cómo dejó de amenazar a mi madre, cómo colgó el mosquetón de su hombro, y metiendo la mano sonriendo canallescamente en su macuto, sacó unas relucientes esposas con las que se disponía a encadenar a mi madre en el lleldar (acaecer) que le decía: —La voy a llevar a usted y a su hijo detenidos hasta el cuartelillo, y allí, le enseñaremos a usted a respetar la ley y el orden, ya verá usted cómo cuando nosotros la dejemos, no se le ocurrirá jamás ofender a la ley y al régimen, ni aun en su propio pensamiento. Y en cuanto a su cachorro, que parece ser tiene su misma casta, también le enseñaremos a decir la verdad aunque tengamos que arrancarle la lengua. Fue entonces cuando uno de los dos principales caciques de la aldea, que también ye menester que cuando encarte les diga cómo eran, le dijo al guardia con palabras amenazadoras: ¡Dexe tranquíl ista muyer ya 'l sou fíu, pos güéi mesmu vou cuntaye you 'l sou xefe la clás de guardia que ta fechu. (Deje tranquila a esta mujer y a su hijo, y hoy mismo le voy a contar a su jefe la clase de guardia que está hecho, que se ha dejado desarmar por una mujer cuando cobardemente usted martirizaba a su hijo, poco puedo poder yo si no le hago catar covixu noitre ufixu (oficio), perque nisti de guardia paeme amindi que nun ten llixa (arte, valer, etc.). La fuerza y poder que tenían aquellos desalmados caciques en aquellos tiempos de desalmados vivires, achindi mesmu xuntu lus mious güétchus (allí mismo frente a mis ojos) quedaba bien claro, porque aquel guardia aviñonáu de miéu (lleno de miedo), se justificaba rastrera y servilmente pidiéndole perdón aquel hombre que no había sido en toda su vida nada más que un verdadero canalla, per ístu miou má noxá fasta cuaxí la llocura dista maneira le falóu (por esto mi madre enojada hasta casi la locura de esta manera le habló). —Lu que me faltaba per uyír, que tena que debéi cumplíus a isti baldrayu d'achuquín, que dexóu la nuexa 'ldina xemá de güerfaninus dexamparáus de la mán del Faidor ya de lus homes. (Lo que me faltaba por escuchar, que tenga yo que deberle favores a este cobarde de asesino que dejó la aldea sembrada de huérfanos desamparados de la mano de Dios y de los hombres). ¿Nun foste tóu sou banduerru de lus enfermus el que denuncióu 'l miou home paque me l'achuquinaren na cárxel d'Uviéu? (¿No has sido tu comedor, canalla de los infiernos el que ha denunciado a mi marido para que me lo asesinasen en la cárcel de Oviedo?). ¿Ya con lus fíus de Manolón el Gocheiru...? ¿Qué foi lu que fixiste conechus baldrayán? Que yeren un par de rapazus más bonus qu'el pan d'escanda qu'enxamás fixerun mal a naide, ya cundu taben per aquíndi de millicianus, ya tóu t'encovaxabes fugáu per les branes, tóus xapiemus na cabana que t'empayaretabes, ya tantu nuexóitres perque yeras veicín comu aquechus ñocentinus rapazus qu’achuquinasti deximiémuste xempre pa que nun te prendieren. Que fatiquinus forun lus probetayus rapazus, y'anxín pagarun con las sous vides les sous fatezas, pos se te viexen deñunciáu, nistes gores tabes fechu 'n meruxéiru de merucus, xustamente lu que yes, y'echus taríen vivus al lláu de lus sous pás. (¿Y qué has hecho con los hijos del Cerdero?, que eran un par de mozos más buenos que el pan de escanda, que no han hecho más mal los pobrecitos, que cuando fueron al servicio militar por la quinta; y estuvieron por estos contornos de milicianos, mientras que tu andabas por la braña huido, y sabiendo nosotros en la cabaña donde te refugiabas, no te hemos denunciado porque eras nuestro vecino, aunque tuvieras la idea política que te diera la gana, que no debe de ser ninguna, porque te parió tu madre canalla desde la entraña, pues como te estoy diciendo, tanto aquellos grandes rapazos como nosotros, te olvidábamos siempre para que nunca te cazaran. ¡Qué tontos fueron aquellos pobres y desgraciadinos muchachos, y así pagaron con sus vidas sus tontezas, pues si te hubiesen denunciado, a estas horas, tu estarías hecho una verbena de gusanos, que ni más ni menos es lo que eres, y ellos estarían vivos al lado de sus desesperantes padres!). Todos escuchaban a mi madre silenciosos y asustados, considerando algunos con tristeza, que mi madre se había vuelto turulata (loca) para atraverse a manifestar acusadoramente ante los guardias, el cura y el pueblo, lo que todas las gentes de la aldea sabían que era cierto, pero no se detuvo mi madre en el acuse que le hacía aquel villano de todas sus bellaquerías, pues al no encontrar nadie que la importunara, siguió con su palabra y con igual fuerza mortificándole de esta manera: —E nus tiempus d'endenantes, cundu lus roxus mandaben lu mesmu que vuexotrus facedis nagora, non trañia l'esquilona de l'ilexa p'axuntanus en conceyu p'uyír la misa tres el cura, perque pieschada taba la casa del Faidor, ya con lus curas lus roxus nagua querían, peru a pesar de tar tan lexus del Faidor, a naide s'achuquinóu n'aldea, ya se morrierun un par de rapazus, fói nel frenti, peru nagora que tenemus l’ilexa 'l entestate, y'un cura que coyius de la man quiér chevanus a tóus pel atayu de non sei que Dios, ya non sei que cielu, pos con tou isti telar, entremedáu de cures, ya caciques comu lu yes tóu, de confexones, mises ya xermones, achuquinasteis n'aldea 'n poucus dies, más xentes que de mala manera, enxamás de lus xamases en Asturies murrierun. Se tóu xupiés so lladrón achuquinante, lu mesmu que toes istes xentes que m'acorrelan, lu que you tenu xufriu nes comunicaciones de la muerte que se encaldaben na cárxel d'Uvieu, dúnde 'l miéu ya 'l espavoríu facien fuercia, únde 'l fríu enxenebráu la entraña te queimaba, únde les chárimes esbocáes en el glayíu xapoixaben, atristeyáus ya dollores qu'eszarapicaben, tous lus xentíus de cuantus escuchaban. Non puéu apoixar de mious videtches, lus güeyus enfervecíus de aquechus homes, qu'agoxáes allumbraben engafuráes chárimes, con les manes tembluqueántes per el miéu, acoyendu con desesperación las rexes de fierru, que non lus dexaben en postreira vez, abrazar a la sou muyer ya lus sous fíus, qu'ameruxáus de cariñu, ya betcháus de dollor, choraben ya glayaben, xiringáus per el amore que profexaben naquel home, que yera 'l pá de lus fíus, el mantín desous quereres, y’l caidonal del sou llare. Naide algamía per mor de aqueches rexes de fierru entemedades, falagar cómu postreira despedida, a la muyer nin al home, nin lus pequeninus fíus, que güerfaninus naquecha nueche diben quedaré, perque banduerrus baldreyus lu mesmu que tóu, lus deñunciaben y'acusaben de faer fatáus de couxes, que ni nel xoñéu lus probetayus dacuandu lleldaren. Tóus nun mirabamus atristeyáus per debaxu la borrina qu'acobertoriaba lus güeyus encarnispáus pe les chárimes, ya lexus de falanus tantes couxes, nel tiempu tan escosu que nus daben, esfaíamonus en playíus choramiqueirus llastimeirus e nes fanes más mortales. Enclicáus tous per un dollor que nes entrañes esquiciáu t'esgarduñaba, tabamus fatáus de xocenes muyeres que güéi toes viudes y'esgraciaínes semos, enlloquecides y'engarrinchades a les rexes que a la llibertá ya la xusticia trincotiaben. Nagua podiamus decinus, perque la pallabra afogábase na conguetcha qu’el alma esfaída pe la tristieza sacupaba, sous penares nel gargüélu, a munchus el dollor añuedábayes el celebru con tal prietura, que esmurgazábanse col xentíu perdíu nel enllabanáu xuelu. Alcuérdume comu s’agora mesmu fora, ya xamás de lus xamases tal desxusticiáu, endiañáu, baldreyóuxu ya chuquinamientu de xentes abondes d'eches tan iñocentes comu isti rapacín, que la mesma lley qu'achuquinóu a suo padre, martirizóulu a él, ante 'l cura, que mangonéa la mitá la aldea, y'isti banduerru de cacique dumeña entrambas partes, ya tous voxoutrus qu'empaparáus per el miéu, olvidósebus defender tou lo güenu per lu que lus vuesus homes llucharun ya morrierun ¡Sin alcuerdume d'aqueches canallesques comunicaciones que se lleldaben na cárxel d'Uvieu, ya non esborraránseme de les mious vidatches metantu que la vida me acompañe! (En los tiempos ya pasados, cuando los rojos mandaban lo mismo que vosotros hacéis ahora, no tañía la campana de la iglesia, para llamarnos y rejuntarnos a todos en fraternal comunidad, para escuchar la misa detrás de un cura, porque cerrada estaba la Casa de Dios, y con los curas los rojos no querían saber nada. Pero a pesar según parecía de que se encontraban muy lejos del Hacedor, a nadie asesinaron en la aldea, y si han muerto un par de jóvenes, ha sido luchando en el frente. Sin embargo ahora, que tenemos la iglesia siempre abierta y un cura que asidos de la mano, quiere llevarnos a todos por el camino más corto para alcanzar, no sé a qué dios, ni tampoco a qué cielo, pues con todos estos sucederes que ahora están pasando, entretejidos por los curas, y por caciques como lo eres tú, de confesiones, misas y sermones, habéis asesinado en la aldea en pocos días, más gentes que de mala manera, jamás de los jamases no contando estos tiempos, en todo Asturias han muerto. Si tu supieras so ladrón y asesino, lo mismo que todas estas gentes que nos rodean, lo que yo he sufrido en las famosas comunicaciones de la muerte que se hacían en la cárcel de Oviedo, donde el miedo y el pavor, hacían fuerza, donde el helado frío que el temor producía, al mismo tiempo las entrañas te quemaba, donde las lágrimas deslocadas en gritos lastimeros se posaban, haciendo tristezas y dolores tan inmensos, que despedazaban todos los sentidos de cuantos escuchaban. No puedo apear de mi cerebro los ojos enardecidos de aquellos hombres, que a cestadas alumbraban envenenadoras lágrimas, y con sus manos temblorosas por el miedo, cogían con desesperación las rejas de hierro, que les prohibían por última vez, abrazar a sus mujeres e hijos, que llenos de cariño y ricos de dolor, lloraban y gritaban desesperadamente, movidos por el amor que profesaban a aquel hombre, que era el padre de los hijos que quedarían ya para siempre desamparados, el amante esposo de sus quereres, y el fuerte guía de sus lares. Nadie alcanzaba por la causa de aquellas rejas de hierro fuertemente entretejidas, halagar como última despedida, a la mujer ni al hombre, ni a los amados y pequeños hijos, que huerfanitos aquella noche si iban a quedar, porque indeseables cobardes lo mismo que tu eres, les habían denunciado y acusado, de haber hecho muchas y malas cosas, que ni en el sueño los pobrecitos, jamás ni habían pensado. Todos nos mirábamos entristecidos, por debajo de la niebla que nublaba los ojos enrojecidos por las lágrimas, y lejos de hablar de tantas cosas en el tiempo tan corto que nos daban, nos deshacíamos en lamentos lastimosos, que nos precipitaban en los abismos más mortales. Agachados todos por un dolor que en nuestras entrañas enloquecido sin piedad las arañaba, estábamos en aquella triste ocasión, muchas jóvenes mujeres que hoy todas viudas y desgraciadas somos, enloquecidas y agarradas con desespero a aquellas rejas, que a la Libertad y a la Justicia pisoteaban. Nada podíamos decirnos, porque las palabras ahogábanse en la garganta, que el alma deshecha por la tristeza, vertía en ella sus penares. A muchos el dolor les aprisionaba el cerebro con tal fuerza, que se desvanecían privados del sentido entre las losas que poblaban el suelo. Recuerdo como si ahora mismo estuviese sucediendo, y nunca jamás, tal injusticia, endiablada cobardía, y canallesco asesinamiento de gentes, muchas de ellas tan inocentes como este pequeño, que la misma ley que asesinó a su padre, le está martirizando ahora, precisamente ante la presencia del cura, que es el dueño de la mitad de la aldea, y de este indeseable de cacique, que domina entrambas partes, y de todos vosotros que llenos y dominados por el miedo, os olvidasteis de defender todo lo bueno y hermoso, por lo que vuestros hombres lucharon y murieron). (¡Sí recuerdo aquellas canallescas comunicaciones que se hacían en la cárcel de Oviedo, y que ya nunca podrán borrarse de mis sienes, mientras que la vida me acompañe!). Recuerdo perfectamente cómo todas aquellas gentes escuchaban a mi madre entre asombrados, y compasivos, entre temerosos avergonzados y ofendidos, y quizás hubiesen escuchado muchas más injusticias que habían hecho no los caballeros y valientes soldados, que denodadamente lucharon hasta conseguir la victoria, ni tampoco las juventudes que militaban en el partido triunfador, sino las gentes maduras, caciques que habían conservado la vida en entrambos bandos, que llenas de un odio vengativo y endiablado, habían hecho ellas más muertes criminales en la paz de la posguerra que todos los leales luchadores de enemigos bandos. Digo yo que mi madre con su cordura de mente les hubiese seguido acusando, si el cura, muy oportuno y diplomático, como son todos los religiosos de carrera larga, no se ausentara sin decir palabra, y ordenara al sacristán que tocase la última campanada, para entrar a la iglesia con el fin de escuchar la misa. Y ahora diré, que mal dicho está que yo diga que el sacristán tocase la campana, porque no había tal campana, ni en la iglesia de mi aldea ni en ninguna otra en todo el valle, ya que los rojos, se las habían llevado todas, no sé con qué fin ni propósito, como tampoco puedo comprender porque quemaban los santos que jamás les harían ningún daño, y dejaban con vida a indeseables como los caciques asesinos de mi aldea. Lo cierto es, que como campana de la vieja iglesia de mi aldea, había un trozo de raíl colgado del pórtico con una alambre, donde aporreaba el sacristán, con un martillo medio deshecho de los de cabruñar la guadaña. Nada más que el toque comenzó hacerse sentir, fueron las gentes desfilando tras la llamada de la postrera campanada, sin que nadie se osara replicarle a mi madre ni tan sola una palabra, bien fuese de desagrado o de conformidad con cuanto había enardecidamente manifestado. Todos se adentraron en la casa del Señor donde yo creo, que si el Nazareno pudiese apoixase (apearse) de la Cruz, no dudo que a todos ellos una tocata de barganazus les esfargayara. (Paliza de palos que en ellos prodigara). Dejó mi madre de reñir a voz en grito, pero siguió haciéndolo muy quedadamente, a la par que con gran remango recogía su cesta, que colocándola esta vez debajo el brazo, nos encaminamos para nuestro lar, mientras que aquellas gentes, culpables unas e inocentes las otras, le rogaban a Dios, los unos por sus pecados monstruosos ya cometidos, que en El no habían pensado cuando los ordenaban, los otros, quizás le pidieran paz y prosperidad para ellos, sus cosechas y ganados, pero Dios no escucharía ni menos ayudaría, ni al pecador tal vez arrepentido, ni al inocente libre de pecado, y lo sé por propia experiencia, porque yo, tantas veces le he llamado, suplicado y rogado, siempre a cuestas con el temor, la miseria y el desprecio que el mundo en mi había sembrado, y jamás El se dignó ni tan siquiera escucharme, porque si me hubiese escuchado, y no remediara con prontitud ni nefastoso sufrimiento, yo diría ya sin el menor equívoco, que el Dios que todos tememos y adoramos, no es nada más que un diablo. Y esto sin lugar a dudas es así, porque Nuestro Señor está harto de nosotros hasta la misma coronilla, y por eso pensó ya en inmemoriales tiempos, que o liquidarnos a todos, y olvidarse sin pena y con prontitud del mal invento que había industriado, o dejarnos vivir a nuestro aire, sin preocuparse ya para nada de nuestros haceres, hasta que la muerte nos lleve a su presencia. Caminaba yo detrás de mi madre, sujetándome con la mano mi dolorosa y sangrante oreja, que más doloroso sufrimiento me había reportado, cuando aquel imbécil y canalla de guardia me la había retorcido, que si me hubiesen molido todo mi cuerpo a palos. Llegamos a la postre a nuestra humilde casa, y siempre sin parar de reñir mi madre, de maldecir y de amenazar, estongóu 'l llar (limpió la cocina) de añejas cenizas, y con la rapidez con que ella solía hacer las cosas, tizóu ‘l fuéu (prendió el fuego) y después, puso un cazo lleno de agua con sal y unas hierbas (que ahora no sé cómo se llaman, pero que son muy buenas para las heridas) a hervir, y mientras que hervía, s'encaldóu nel trabayu de pulgar patacas (se hizo en el trabajo de mondar patatas), de las que había traído de la aldea de donde venía. Cuando el agua estuvo en su punto, que fue en el momento que ella terminara de aliñar las patatas ya listas para ser fritas, se dispuso mi madre a curarme, y al tenor que lo estaba haciendo, y viendo yo en su rostro retratado el cariñoso sufrimiento que por mí sentía, ella como siempre intentando disimular toda emoción, me preguntó dando muestras de un enfado cariñoso, ¿que qué era lo que había sucedido, o en qué líos me había yo alojado, para que los guardias me hubiesen puesto el rostro como un Ecce Homo? —Díjele a mi madre que el guardia no me había hecho nada más que estrapayáu l'uréa (deshecho la oreja), y que las otras heridas me las proporcionara el amo Manín, por las causas del condenado cabrón que ustedes ya saben. —Vi cómo las recias manos de mi madre temblaban al tenor que a mis heridas con aquella agua milagrosa me lavaba, sentí cómo su voz enardecida juraba y perjuraba contra aquel Manín de los infiernos, al cual ella decía, le iba a colgar la foiz (hoz) del pescuezo. Dio por terminada mi cura y en instantes me preparó la comida, que consistía en un buen cazo de patatas fritas con grasa de tocino, un gran cantezu (pedazo) de pan de escanda, y un escudiecháu de lleiche con borona (taza de leche con pan de maíz), y ya fartuquín fasta ‘l rutiar (harto hasta el eructo), preguntele que si podía ir a dar una vuelta por la aldea, a lo que ella me respondió afirmativamente, recordándome con amenazas, el que non m'engarricra con lus oitres rapacinus. (Que no me pelease con los otros niños). Cuando me dirigía al lugar donde todos los chicos por costumbre teníamos de reunirnos para enredar (jugar), en una de las callejas de mi aldea, me topé con Pelayu, que seguramente habría abandonado a su amo en el monte, por el extraño de no verme a mi como sucedía siempre. ¿Porque qué animal o persona con sentimientos nobles y cariñosos, podría vivir en la soledad del monte en la compañía de una repugnante bestia, como lo era Manín nuestro amo...? Viome primero Pelayu que yo a él le avistara, y casi estoy por asegurar, que me había olfateado antes de que yo desembocara en la calleja, donde él buscándose la vida por todos los rincones husmeaba. Porque yo jamás había visto a Manín, darle al pobre de Pelayu de comer nada, ya que Manín solía decir dándoselas siempre de razonero eficiente, que el perro no se le podía dar la esllaba óu llabaza de fregar lus cacíus (las aguas sucias residuos de lavar los cacharros de la cocina) porque estaban los bracus na cobil urniándu per llapalas (cerdos en el cubil gruñendo por tomarlas), que al perro lo único que se le podía dar, era aquello que no tuviese aprovechamiento para nada, como les llixes de les vaques cundu betchaban, de las uvées ya les cabras, óu cuallesquier oitra molicie que paque nún fediera menester yera encuandiála (como las libraduras de las vacas, de las ovejas y las cabras cuando parían, o cualquier otra porquería que para que no oliese mal, fuera necesario enterrarla). Vino Pelayu hacia mí envuelta su alma perruna por una gozasa alegría, pero me di cuenta con pena profunda, que no hacía tal acercamiento dentro del desenfado y gracial camaradería que en todas las ocasiones él conmigo usara, pues por primera vez mi buen Pelayu, para acercarse a mí, rastreramente se arrastraba, no era por el miedo de que yo le apaleara, ya que jamás ni de palabra le había ofendido, era sin duda porque se sentía muy avergonzado de haberme abandonado la pasada noche, cuando tan triste y solo me encontraba, y quizás más le necesitara. ¡Pobre Pelayu! ¡Qué alma más humana tenía, y a cuántos humanos, el alma de los rabiosos perros les dirigía! Me agabuxé (agaché) a su lado, envuelto yo por una sana, jovial, y angelical alegría, le besé su rostro varias veces entusiasmado, y acaricié con gozo su fino y sedoso cuerpo, y olvidándonos entrambos él de su cobardía y yo del rencor que pudiera por su gesto guardarle, nos fusionamos en un abrazo risueño y cariñoso, donde él dando pequeños ladridos por los que manifestaba su alegría y pena, me lamía una y mil veces las heridas que adornaban mis mexietchas (mejillas), y quizás se estuviese jurando, que aunque le costase la vida, nunca de mi lado se alejaría. Toda aquella tarde, estuve jugando al «llanque» y a la «palombietcha» con el único amigo de verdad que en la aldea tenía que se llamaba Muel. Pobre amigo mío, murió cuando apenas tenía veintiocho años, reventado por el más duro y esclavizante trabajo, que desde su niñez y en mi compañía, fustigados por el hambre y la necesidad, entrambos y dos a las severas órdenes de su padre, como serradores en casi todos los montes de mi Asturias, habíamos llevado a cabo, al final, su cuerpo ya deshecho, explotado y gastado, fue consumiéndose en la triste soledad del sanatorio del Naranco, donde murió devorado por una tisis galopante. Tenía Muel dos o tres años más que yo, y sin embargo éramos los dos de la misma estatura, y empezamos a serrar madera manualmente los dos en el mismo día, teniendo yo en la sazón, tan sólo trece años, fue nuestro maestro su propio padre, y nos trataba como nadie se puede imaginar, ya que no había día, que no nos untara ‘l focicu (nos azotaba) por lo menos un par de veces. No es que aquel hombre y excepcional trabajador fuese malo, no nada de eso, es que el pobre precisaba por fuerza mayor, para poder desarrollar el duro trabajo del serrador, que nosotros hiciésemos el trabajo de hombres y no éramos nada más que dos niños. Digo yo que aquella tarde, le conté a mi amigo Muel, como había encontrado en la montaña la cueva de las armas, y así hablando de nuestros proyectos, acordamos que al día siguiente subiríamos hasta ella, para jugar hasta cansarnos con aquellos juguetes de verdad. Así es que a la oscurecida retornamos cada uno para su casa, saboreando por adelantado lo felices que al día siguiente habíamos de ser. Caminaba en pos de mí, tan contento y satisfecho como siempre mi buen Pelayu, sin preocuparse para nada de que él, era un esclavo de Manín, y no un ser libre que pudiese hacer lo que más le conviniese, pero al llegar a la esplanada donde asentada estaba la bolera, lugar clave donde se reunían todos los vecinos de la aldea, después que concluían sus trabajos, bien fuese para charlas y cambiar impresiones, o para jugar unas partidas a los bolos, como cuento, allí estaba Manín, en diálogo con unos vecinos, ya de retirada para su casa después de haber encerrado las cabras, cuando vio a su desleal Pelayu, que muy contento y moviendo con gran felicidad su rabo, me acompañaba a mí, como si yo fuese en vez de él su amo, dejó a su contertulio con la palabra en la boca, y cambiando su pacífica charla por la riña loca, embistiome a mi con ofensiva y pecaminosa palabra, al mismo tiempo que con la vara que portaba en su mano, descargó sobre el confiado Pelayu tal varazo, que a quedarse el pobre tan sólo un segundo condoliéndose del acuciante dolor que en su cuerpo se anidaba, seguramente que hubiese llevado sobrada ración de varazos, que fácil la dejarían sin vida in situ. Pero no hizo tal cosa mi buen Pelayu, sino que salió huyendo como alma que se lleva el diablo, lanzando en el aire ladridos, que yo creo que no eran por el profundo sufrir que le proporcionara el castigo, sino que en su lenguaje, seguramente maldeciría aquella bestia con figura humana, que era capaz de azotar despiadadamente a un inocente niño, o de asesinarle a él mismo, que no se encontraba con más culpa, que de despreciar a su amo, por canalla y miserable. Y lo propio que Pelayu hizo, no lo dejé yo para más pensado, y a la vez que me perdía en la carrera, huyendo de aquel reptil repugnante y asqueroso, recuerdo que con rabia enloquecida yo le dije: ¡Fíu de put, baldreyu, llimiagu! (Hijo de puta, cobarde, rastrero, baboso..., etc., etc.). Pero miren ustedes por donde, estaba mi madre allí cerca en casa de una vecina hablando de sus cosas tranquilamente, cuando al sentir al Manín que me ofendía, al perro ladrar por la caricia que había recibido, y a mi insultándole poniéndole como un pingayu (de lo peor), salió mi madre de casa de su vecina, con todos sus muchos ánimos aviesporáus (envenenados, aguijoniantes), y cogiendo un palo que allí a mano había, bien seco y sudado, porque hiciera su servicio sirviéndole de mango a una fexoria (azada), se dirigió con extrema rapidez y silenciosamente al lugar donde Manín estaba, y sin decirle ni una sola palabra, empezó a darle palos con aquel formidable mango, que la suerte a Manín le cupió de que nuestros vecinos la detuvieran, porque sino, creo que le hubiese matado. «LA MULTA O EL REFORMATORIO» Al día siguiente, mi amigo Muel, yo y Pelayu, subíamos alegremente hacia la montaña, con locas ansias de llegar pronto a la cueva, con el infantil y firme deseo, de jugar hasta saciarnos con aquellas armas, recuerdo a mi querido amigo, futuro candidato al igual que yo, a la penosa esclavitud que como serradores nos aguardaba, la veo con su sana sonrisa, pintada en sus pequeños y vivarachos ojillos azules, acariciar una y otra vez, con una alegría inmensa aquellas armas, no existía para nosotros en el mundo, en aquellos felices momentos, nada que pudiésemos apreciar tanto, como aquellos mortíferos juguetes, de los que en la sazón, éramos los únicos señores y dueños, nos hallábamos fuera de la cueva, enredando cada uno con su escopeta, y una canana repleta de cartuchos colgada del hombro a la bandolera, Pelayu, desentendiéndose de nosotros mitigaba su hambre cazando grillos y mariposas, o cualquier otro insecto que plugiérale y fuérale rentable para entretener su enflaquecido estómago. Después de cansarnos de hacer la instrucción marcando el paso con la escopeta al hombro, emulando a los soldados cuando hacían prácticas en nuestra aldea, yo le dije a mi amigo señalándole el lugar, que desde aquel mismo sitio, yo había tumbado de dos certeros disparos al cabrón de mi amo. Muel, sacando dos cartuchos de la canana y metiéndolos dentro de la recámara de su escopeta, me dijo que él también pudiera haberlo hecho, y para asegurármelo de que no marraría el tiro, me señaló una piedra rojiza que había muy cerca de donde muriera el chivo, y a la par que se ponía la escopeta en el hombro para materializar lo que había asegurado, me decía ilusionado: —¡Fíxate Xulín!, ya veras cómu la desfaigu nun fatáu de cachiquinus—. (—¡Fíjate Julín!, ya verás como la deshago en mil pedazos—). El doble disparo retumbó dentro del natural silencio de la montaña, como si se tratase de un ruidoso trueno de las tormentas de los veranos, las águilas y los cuervos, así como todos los pájaros y animales que moraban por aquellos aledaños, moviéronse de sus lugares, graznando las aves al levantar el vuelo, y quizás las alimañas agudizasen al oído para saber el peligro que pudiese traerles aquel espanto. Hasta Pelayu dejó su caza insectívora para ladrar desaforado, como si presintiera que otro cabrón había sido abatido, que le haría de nuevo volver a hartarse, o tal vez nos estuviese reprimiendo, queriendo con su lenguaje decirnos, que aquella xuxeante folixa (crecido ruido, alegría, juerga, etc., etc.) que tan amanicomiadamente entamábamos (enloquecido ruido que hacíamos) no iba a reportarnos buenos resultados. Lo cierto fue que mi querido amigo Muel, no atinó a deshacer aquella rojiza piedra contra la que había disparado, y yo alegrándome por su fracaso, cargué con rapidez mi escopeta, me la puse en el hombro, y disparé contra aquel blanco otros dos disparos, tampoco pude yo hacer puntería, y él mofándose de mí, cargó de nuevo su escopeta con notoria alegría, a la vez que me aseguraba que de aquella no fallaría, volvía a disparar sin importarle para nada el tremendo culatazo que nos solían dar aquellos guerreros artefactos. Y así, una y otra vez, atenazados por un gozo y felicidad que nunca con tanta fuerza a nuestros juveniles espíritus había con entera libertad creado, disparábamos con alegría ilusionada contra aquel aproxetáu cuctu (enrojecida piedra), creyéndonos guerreros invencibles, o cazadores afamados. Muy posible yo me creyera un jefe poderoso, justiciero y honrado, que cada disparo que hacía, l'eszarapaba les vidatches d'uno de lus baldreyus homes, que habíen achuquináu ‘l miou padre. (Le deshacía las sienes de algunos de los cobardes hombres que habían asesinado a mi padre). Lo cierto fue, que tras de quemar veintitantos cartuchos cada uno, la piedra seguía en su sitio, y nosotros un poco desilusionados, hicimos un pequeño descanso, en el que acordamos cambiar de blanco. Disponíamos de nuevo hacer más atinadas prácticas sobre el rugoso y fuerte tronco de una encina, cuando Pelayu salió de junto nosotros y con apremiante prisa ladrando, contra un intruso que nos visitaba, guiado al parecer por el atronador ruido, que con nuestros alegrativos disparos formábamos. Era nuestro mal recibido visitador un rapazacu (mozalbete) que andaba por aquellos montes a la caza de la perdiz, que había endemasía nutridos bandos, que bajaban a veces hasta los sembrados d'arbeyinus y'oitres semáus (de guisante y otros sembrados) más alejados de la aldea, y ni el gran espantapáxaru tenía llixa de xebrayus (espantapájaros tenía fuerza para espantarlos). Jerónimo se llamaba aquel jovenzuelo indeseable, que había heredado de su padre toda la cobardía y males tales, que muchas gentes de mis lugares, le estarían rabiosa y odiativa, despreciable y asquerosamente maldiciendo, hasta que el Hacedor les llevara de este mundo tan poco lleno de humanidades. Era hijo de este sujeto tan maldecido, cacique de mi aldea con vuelos tales, que no del todo satisfecho con enviar para el otro barrio algunos de sus inocentes convecinos, en el acaecer se dedicaba, a que a sus vecinos la ley, que había, muy moldeable para dar por buenas todas las denuncias avaladas por caciques facciosos como él, se ensañara con crecidas multas, que al no tener dinero la gente aldeana para satisfacerlas, tenían que vender parte de sus ganados, y sabedores los tratantes por ser lobos de la misma camada aunque con diferente collor (color), que los campesinos tenían que vender sus reses con abonda priexa (mucha prisa) para satisfacer aquellas multas antes que se enrodietcharen (enredaran) peores males, pues como cuento, aquellas aves de rapiña de tratantes, se unían todos de tal manera, que lograban desbaratar los mercados hasta tal punto, que más que comprar, lo que hacían, era robar dentro de la ley a los aflijidos y siempre maltratados campesinos. Al quedarse los desdichados aldeanos sin sus ganados, por la causa de aquellas multas, que la verdad era nadie sabía que era lo que castigaban, aquellas asesinantes multas que la ley les inxertaba (injertaba), que les hacía dentro del acuciante temor que en aquel lleldar (ácaecer) era aterrante, deshacerse de sus ganados para pagar tan diabólicas y desnaturalizantes sanciones. Y como los campesinos, por lo menos en todas las embrujadoras aldeas de mi melgueira tierrina (dulce tierra), y me supongo que tal sucederá en todas las aldeyuelas del mundo, sin ganados de tiro no pueden trabajar sus erus (tierras), tenían que por fuerza mayor, agenciárselo aunque fuese dentro de las más viles condiciones, y así, el canalla de cacique de mi aldea, daba vacas, yegüas, cabras, y ovejas a la comuña (condición) que tan sólo el agobio de la desesperante necesidad hacíales aceptar, con lo que se condenaban a ser esclavos de un ganado que no era de ellos, siendo en la mayor parte de las ocasiones las ganancias completamente nulas, pues si una res se moría, se despeñaba, la mataban los lobos o la devoraba el oso, no la perdía el dueño, sino el comuñero, y así, de esta miserable forma, este canalla de cacique, explotaba vilmente a muchos campesinos que por imperativa necesidad, eran comuñeros de este indeseable asesino, que no había hecho la guerra en las trincheras, porque su cobardía era tan grande, que le había obligado a pasar toda la contienda escondido en los montes, y ahora que la guerra ya terminara, era cuando él verdaderamente la hacía, en la entristecida y enlutada paz que poseían las gentes de mis aldeas. ¿Cuántos despreciables seres como este nefasto individuo había en mi Patria... ? ¡¡Yo creo que honradamente debemos todos de reconocer, que había un par de ellos en cada aldea, y en las villas y ciudades me supongo que morarían muchos más!! Cuento que llegó el Jerónimo con su escopeta al hombro acompañado de su perro perdiguero ante la nuestra presencia, y ufanándose altaneramente quizás pensando que nos iba a hacer, lo que le diera la gana, nos dijo con apariencia muy enojada, al mismo tiempo que nos ofendía con sus palabras: ¡Haber decirme pronto, ¿dónde habéis robado estas escopetas?, si no queréis que vos falague ‘l llombu con ista bardiaca! (que nos moliera a palos todo el cuerpo con una vara que portába en sus manos). No despegó sus labios en el momento mi amigo Muel, porque el padre de aquel llabasquín (cerdo pequeño) era el dueño de los ganados de su casa, y por aquello de que el amo siempre, sin la razón con la ganancia anda, no le refutó pequeña palabra. Pero yo que ya me había creído que aquel babayu de guaxón (farolero, fantasma de mozalbete) se iba apoderar de mis armas, las que yo creía que eran de mi entera propiedad, le dije sin miedo y desafiantemente, que aquellas escopetas eran mías, y que ni él ni nadie sería capaz de quitármelas. Entonces Jerónimo mirándome acusadoramente me replicó seguidamente con estas palabras que me condenaban: ¡Entonces... tu fuiste el que mató antes de ayer al chivo de Manín? ¡Si yo fui!, le dije envalentonado y poseído de una airada rabia, a la vez que le encañonaba con la escopeta y amenazándole firmemente le aconsejaba: ¡Fáinus el favore de dexanus nel nuexu antroxu, ya colar pel mesmu xeitu per únde sen chamate 'llegasti, se nun quiés que faiga nel tou ventrón, el mesmu buracu quei fexe nus fégadus del cabrón de Manín! (¡Haznos el favor de dejarnos con nuestra alegría, y márchate por el mismo sitio, por donde sin llamarte has llegado, si no quieres que haga en tu barriga, un orificio parecido, al que le hice en los hígados del cabrón de Manín!). —Y fue entonces cuando Muel valientemente apoyándome con su amenazante escopeta y con sus advertientes palabras le dijo: ¡Mira Jerónimo, no tiene nada que ver que mi padre se arrastre frente a vosotros, por el miedo de que le quitéis el ganado, pero yo ahora no soy mi padre, y si no sales en el momento corriendo como una exhalación (centella, rápido), me parece a mí, que te vamos a coser a perdigonazos! Justificándose Jerónimo con el atropello que en el miedo se cosecha, dio media vuelta y casi a las carreras, tomó las de villadiego, a la par que se alejaba murmurando no se qué amenazas. Su perro, quedose unos instantes olisqueándose con Pelayu, al que yo achuché (azuzé), y Pelayu que para engarradiercharse (pelearse) era una ardorosa fiera, saltó como un león, atacando con un furor endemoniado al fino can perdigonero, y si no es por Muel, me parece que allí en el mismo lugar que había muerto el chivo, Pelayu hubiera despachado, aquel hermoso, cariñoso e inocente perro. Quedámonos muy satisfechos y gozosos, a la par que en nuestros espíritus, navegaba el orgullo perfumándose con la vanidad Humana, y todo, por haber acoyanáu ya féchule moscar ameruxáu de miéu (acojonado y haberle hecho huir, lleno de miedo) al hijo de uno de los amos de la aldea, que en un principio se había creído, que le sería sencillo hacer con nosotros cuanto le viniese en gana. Durante algún tiempo, estuvimos llindiándu (vigilando, cuidando) a Jerónimo por ver el camino que se tomaba, pues teníamos el temor que se ocultara para después sorprendernos, pero no fue así, y al final muy contentos ya le vimos corriendo que se las pelaba en compañía de su perro, desembocando en el pedregoso camino que le conducía a la aldea. Sabiéndonos libres del temor del adefesio de Jerónimo, y olvidándonos en el mismo instante de cuanto con él nos había acontecido, volvimos a nuestro peligroso juego, de disparar las escopetas contra diferentes blancos, y así, hablando de nuestras cosas con satisfacción que nos embargaba dentro de una felicidad pasajera, deslizábase el tiempo sin enterarnos, hasta que a la postre, dimos fin a todos los cartuchos que teníamos, y fue entonces, cuando decidimos esconder las armas en la cueva, y con los hombros doloridos por las sacudidas que nos propinaban las escopetas por los disparos, disponíamosnos muy contentos en el regreso para nuestras casas, y para simular que veníamos de la leña, agenciámosnos unos tochacus de pochiscus (leños de encina) y poniéndonoslos al hombro, bajamos corriendo por entre los vericuetos y las serpenteantes sendas, hasta llegar al camino real que nos conduciría a la aldea. El ubérrimo valle de alegría alborazada, que poblaba por entero nuestros espíritus, viose en unos segundos nublado y con rapidez cubierto, por un zozobrante y temeroso manto, nacido del retrato que nuestros ojos hicieran, cuando a la entrada de la aldea, justamente en el mismo lugar donde por costumbre, mi amo solía esperarme para xebrar (apartar) sus cabras, estaban aguardándonos los guardias, en la alegre compañía de Jerónimo, que poseyendo las mismas indeseables zunas (costumbres) que su padre, no había perdido ningún tiempo en ir hasta el cuartelillo para delatarnos. Yo tentado estuve cuando me percaté que eran los mismos guardias que el día anterior me habían cobardosamente martirizado, de tirar los garbetus (leños) que llevaba en el hombro, y salir corriendo para huir de aquel verdugo que sonriéndose ladinamente, quizás estuviese pensando su enrevesada y nefastosamente, el volver a esforgayame (arrancarme, estriparme, deshacerme) la única oreja que me quedaba sana. Sin embargo, logré dominar el miedo, y dejando a Muel que abriera la marcha, llegamos a la postre ante la presencia de ellos, y aquel canalla de guardia, no se dirigió a Muel a pesar que unos metros delante de mí iba, sino que vino sonriendo malignamente hacia mí, con las mismas asesinas intenciones que el hambriento lobo lleva, cuando para satisfacer sus ansias del espíritu y la carne, sin el menor miedo se lanza, sobre el inocente corderillo que no tiene a nadie que le defienda. Antes de dirigirme la palabra, aquel demonio con tricornio, que a fe mía desprestigiaban, porque hermosa para el pueblo es la esclava de la Justicia, cuando todas sus obligaciones y credos justamente da cumplidas. Digo yo, que lo primero que hizo fue cogerme mi oreja sana, apretarme un poco para ponerme en atención, y luego mirándome altanera y sonrientemente me dijo: ¡Ahora ya no me negarás de que no has sido tu quien disparó sobre el cabrón de tu amo, y me supongo que también me dirás, dónde has conseguido las armas, maldito pilluelo, hijo de una bruja y de un rojo republicano, o comunista sin entrañas! Tiré los tochucus (leños secos) al suelo apremiado por el dolor que de rabia me desencaldaba (deshacía), con tan mala fortuna que por mí no había sido pensada, que diéronle en las piernas de aquella fiera uniformada, y gran dolor en él tuvo que lleldarse (hacerse), porque dejó de esfarugarme (deshacerme la oreja), para acariciar con gestos de dolor la caña de una de sus piernas, al mismo tiempo que yo hacía lo propio con mi oreja, que ya colorada como una guinda, me resquemaba como si estuviese ardiendo. Mirome con ojos extraviados por la rabia que le enloquecía, y siendo mayor la fuerza de su cobardosa entraña ya en poder de las iras que lo movilizaban, que el dolor que su cuerpo sentía, soltome de revés dos guantazos, que dieron conmigo en tierra, con el rostro manando abundante sangre. Fácil siguiese abofeteándome, pues ya estaba enclicándose (agachándose) para hacer conmigo vayan ustedes saber qué, cuando intercedió su compañero que asiéndole por un hombro, con desprecio y enfado le dijo: ¡Lo que terminas de hacer con este pequeño es una canallada, y como otra vez intentes tocarle del pelo la ropa, te las vas a entender conmigo! ¡¡Estoy harto de tus abusos, y de tus odios y desprecios por todas las gentes desgraciadas!! Ayudome aquel buen guardia a levantarme, y después con su propio pañuelo limpiábame el rostro de sangre, y al parojo que esto hacía cariñosamente me decía: ¡Te juro que nadie te volverá a martirizar más pequeño, y ahora si tu quieres, y que conste que ni te ordeno ni te obligo a contarnos nada, dinos de una vez dónde están esas malditas armas que tanto doloroso daño te han originado! Dime cuenta pronto que de seguir negando no sacaría en limpio nada, ya que el baldroyán (cobarde) de Jerónimo había descubierto ya todo, y a poco listos que fuesen, nada más que les conduciese al lugar donde nos había sorprendido, darían pronto con la cueva, donde se ocultaban las armas. Así que acompañado de Muel y de Pelayu, y seguido de cerca por los dos guardias y el delator de Jerónimo, guielos a paso rápido por entre las vegetativas y pedregosas sendas que serpenteaban por casi inaccesibles lugares, pronto me alegré al comprobar cómo aquel despreciable guardia que tan sañudamente me había martirizado, abarquinaba (respiraba) con penoso trabajo, al mismo tiempo que se deshacía en copiosos sudores el condenado, lo mismo que la manteca fresca expuesta al sol en el verano. Al observar el penoso esfuerzo que aquel guardia repugnante y gordo, imbécil y malvado, tenía que realizar para seguirnos, apreté más aun el paso, que casi se convirtió en carrera y que sólo Muel y Pelayu pudieron aguantarme alejándanos en cuestión de segundos un largo trecho de nuestros enemigos, que en el lleldar (acontecer), ya se habían detenido para hacer acopio de energías unos momentos. Aproximadamente aun no habíamos caminado ni una décima parte del trayecto que nos separaba de la cueva, y ya el llimiagu (baboso) de aquel guardia, se encontraba casi d'afechu despaxaretáu (deshecho), seguramente que antes de llegar al final, en la mente de aquel fucheiru (estercolero) humano, se dibujaría el ruin pensamiento, de maldecir a la ley que como enyordiáu pioyu (sucio piojo) servía, al cachiparru (parásito) que me había delatado, y a mí, por no haber seguido negando. Muel y yo con satisfacción nos reíamos de aquellas gentes, que en nuestras infantiles y sin cultivar mentes, habíamos retratado como personas que tenían menos llixa (fuerza, arte, valer, etc.) que un mure entre las zarpas de un gato. Estaríamos como a la mitad de la andadura, cuando la distancia que nos separaba ya era enorme, y a pesar que de continuo nos ordenaban que no corriésemos tanto y que procuráramos ir siempre a su lado, la verdad es, que ya les habíamos perdido todo miedo y que no les hacíamos el menor caso. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de decirle a mi amigo Muel, que cuando llegásemos al potchisquéiru (encinal), yo me adelantaría corriendo con todas mis fuerzas, para volver aquel mismo lugar antes que ellos lo hicieran, pero después de haber ya ido a la cueva, para poder esconder para nosotros, dos pistolinas muy atongadetas (bonitas, curiosas), que era una pena que se llevaran los guardias, y que nosotros podíamos esconder en cualquier lado. Y así lo hice, y logré regresar, mucho antes de que ellos, llegaran escadriláus (derrengados), claro que descontando a Jerónimo, porque éste andaba tanto como con la lengua si quisiera andarlo. El caso fue que los guardias aquel día se llevaron las armas, y a los cinco o seis días, regresaron a la aldea preguntando por mi madre y el padre de Muel, para llevarles hasta el cuartelillo, con el fin de no sé qué preguntarles o darles. Cuando mi madre en compañía del padre de Muel regresaron del cuartel, estábamos nosotros xugaretiándu (jugando) debajo del ñoceón (nogal grande) que había a la entrada de la aldea, que tanto como tenía de frondoso y grande, eran de pequeñas, escasas e insípidas sus nueces. De donde viene un adagio asturiano que dice: ¡Mucher grandie ande óu non ande, peru tantu s'espatuxa, comu senún lu fixera, en dalgún lláu fae bona atongadura! (Mujer grande, ande, o no ande, pero tanto si camina, como si no lo hace, por grande en todos los lugares estorba). «Claro que se me olvidó decir, que menos en el catre, para añuedar el cibietchu cundu nun hay oitra, pequenina, atongaina ya melgucira». (Para hacer el amor, cuando no hay otra, pequeñita, bien hecha, y tan dulce como lo que debe ser vivir en la gloria). Digo yo que al ver nuestros padres corrimos hacia ellos, y cuando ante su presencia nos encontramos, casi sin darme cuenta vi a mi amigo rodar por el suelo, por la fuerza vigorosa del tremendo castañazo que su padre le llantó nuna mexietcha (le plantó en una mejilla), pero antes de que yo me percatara del peligro que sobre mí se cernía, vime acochetáu (cojido, sacudido) por mi madre, que me allumbróu (alumbró) un mamplenáu (muchos) pescozones, tan seguidos y atinados, que me parecía que todos me llegaban en ringlera, no teniendo que esperar uno por el otro, para que no se enfadasen ninguno. Y allí mismo por este procedimiento que nuestros progenitores nos hacían, comprendimos que nada bueno los guardias a nuestros padres les habían hecho. Y claro que no era nada respetable ni justo, sino un atropello despiadado, inhumano, mezquino, repugnante y apartado de la Justicia a tanta distancia, como la que existe desde la Tierra hasta el Infinito Cielo. Resulta que la canallesca ley que en aquella para mí inolvidable época existía, nos había condenado a ir a un reformatorio, o a que pagasen nuestros padres una multa de ciento cincuenta pesetas en papel del Estado, en el término de treinta días. Y fue entonces cuando yo empecé a preguntarme, ¿que qué era lo que tenían que reformar en mi...? ¿Acaso entraba en la reforma que aquella ley que estaba por todos los rincones de la Patria haciendo encima de los vencidos y sus descendientes, asesinar a nuestros padres, hermanos, parientes y hasta madres, privarnos de nuestra libertad, y robarnos cuánto teníamos? —¿Aquella ley digo, todavía tenía que reformar algo más en mí, que en un principio ya no hubiese inhumana y endemoniadamente reformado? Yo que era en aquel lleldar un pobre niño de poco más de ocho años, condenado precisamente por la misma ley, a no tener jamás ya el amoroso cariño de mi padre, yo que había sido condenado como todos los jóvenes hijos de los vencidos y encarcelados y asesinados padres, yo que estaba lleno de hambre, de miseria, de sufrimiento y de una soledad inconsolable, yo que si quería comer un trozo de pan duro, tenía que caminar descalzo y medio desnudo, por entre las zarzas y guijarros de las montañas, esclavizando mi cuerpo y mis sentidos, en el cuidado de unos ganados que no eran míos, a mí, a un ser así de natural, puro, desamparado y desgraciado, ¿aún quería aquella entroyada (sucia) ley reformarme por considerarme malo? —Yo nunca he sido político, pienso ahora, ni tampoco con mis palabras harto vulgares y aldeanescas, pretendo fomentar el odio hacia nadie, soy ante todo un liberal disciplinado, que ama a mi Patria, por la que estoy en cualquier momento dispuesto a morir, pero me creo con el suficiente derecho de contar al mundo de cuanto yo he sufrido, que es el retrato de tantos otros huérfanos de guerra que lo mismo que yo tanto sufrieron, aunque más en duda, pongo que lo hubieran hecho, quiero contar todo lo que considero que siendo verdad, no debe ser olvidado, y desearía con toda mi alma, que mis palabras tuviesen repílos (ecos) más clarividentes, que los que en su origen se formaron, para que llegasen a todos los oídos, y en sus mentes gigantesca Humanidad digna y justa edificasen, que diera paso a una libertad liberal y disciplinada, que atrancase (cerrase, peslase) sus puertas a todo cuanto no fuese digno y honrado, de esta sencilla y natural manera, la fraternidad sería por primera vez, el tesoro más puro, luminoso y deseado, que la Humanidad en toda su existencia hubiese conquistado. En este relato, que para muchos críticos comedores, que sólo saben fartase comu gochus (comer como cerdos) e intentar con sus medios deshacer lo que alguien con más capacidad creativa que ellos, más bien o peor ha edificado, digo yo, que muchos críticos fanáticos defensores de normas idealísticas, que con sus leyes en la ocasión asquerosamente convencionales, que lograron deshacer el destino que a mi vida creo que le pertenecía, al igual que a toda la generación de los hijos de los perdedores, no les agradara en absoluto, que un hombre que fue despojado de cuanto poseía, y empujado vengativa y canallescamente al arroyo, cuando él por ser un niño, no podía defenderse, tenga ahora la osadía, con sus pobres medios culturales, d’abayucar la trelda (revolver la porquería), que nadie hasta el presente, tan ajustada y verídicamente pudiera contar jamás. Digo porquerías, pues es eso precisamente lo que suelen dejar las secuelas de una guerra civil, y pobre de aquellos países que la sufran, porque sus hijos quedarán divididos, y los perdedores, tendrán que soportar un yugo, que más flojo, o menos prieto, esclavizándolos los ha de postergar. En este relato retrato yo, al vencedor y al vencido, menos al perdedor de quien soy hijo, ya que he tenido la desgracia de conocerle cuando el desventurado ya era un vencido, pero con el vencedor he vivido siempre, sirviéndole con decencia y honradez, silenciosamente observándole siempre, y no recibiendo de él, nada más que calamidades y ofensas, y sin embargo, nunca le odié, siempre disciplinadamente le serví, y si en el lleldar se siente ofendido por lo que de verdad digo, espero que se comporte conmigo, de la misma manera que con él siempre yo he hecho. Sé que estas narraciones no se han de publicar en mi Patria, porque la censura no permitirá que el hijo más humilde, cuente una verdad que denigra no a mi querida y noble España, sino algunos de sus inamovibles sistemas, pero tengo la firme certeza, que algún querido hermano país, sin el menor odio ni rencor sí ha de hacerlo, y con esta mi voz del pueblo, sencilla y natural, ubérrima y estéril, millones de seres de la Tierra habrán de saber, que hoy todavía, vive en mi Patria, la mitad de una generación, descendiente de los perdedores de la sanguinaria Guerra Civil que empobreció a la más maravillosa nación del mundo como es mi España, apartados de todo acceso a cualquier puesto de responsabilidad, bien en el gobierno, en los sindicatos, o en cualquier otro lugar, de responsabilidad de la Patria. Y desde aquí, invito a todos los españoles para que investiguen esto que he dicho, y ya verán como es una verdad, que no admite discusión posible. Cuánto placer sentiría yo si me pudiese expresar con ustedes en la maravillosa, ancestral y rica Lengua Asturiana, pues para mí, decir las cosas en Castellano es un verdadero fastidio, con tantos puntos y comas, y demás signos ortográficos, que para un hombre sin estudios de ninguna clase como yo, es una verdadera tortura, pues mi imaginación que idea y piensa con la fuerza de un enorme río enloquecido, a la hora de querer contar estas copiosas cosechas, que hasta en los mismos sueños me alumbra, cuando me pongo a escribir todos estos pensamientos y acaeceres, al expresarlos en español, meto la pata hasta los corbétchones, por esto ruego me perdonen, y háganse a la idea, de quién les está hablando, no es nada más que un humilde aldeano, sin más escuela que la siempre dura universidad de la vida. Y con la fortuna o desgracia de haber nacido con el embrujador duende de ser soñador, no por aparentar, por ocio o por estudio, sino con la intima necesidad que me tortura el alma, al mismo tiempo que me embarga dentro de una felicidad, que me hace en ocasiones ser dichoso, sin jamás haber sido feliz, y en otras dimensiones me llena de tal tristeza, que en apariencia sin sucederme nada, me encuentro tan apenado y deprimido, que todo cuanto me rodea y hasta yo mismo, me parece la pestilente porquería, con que se harta sin jamás hastiarse, el nefasto diablo al que entusiasmados y egoístas servimos. Enteponíu colaba you dellantre de miou madre, espatuxandu caleya adiantre, afalau per las engafuráes pallabres de miou má, camín de la nuesa teixá. (Conducido corría yo delante de mi madre, caminando rápido calleja arriba, arreado por las envenenadoras palabras que mi madre me dirigía, a la vez que hacia nuestro hogar nos acercábamos. Yo miraba arisco para ella, pensando que me iba alcanzar presto, para propinarme ante mis vecinos, otra somanta (paliza) como la que de aun mi cuerpo se condolía. Al fin llegamos a nuestra casa, y ya en ella encoyíu (encogido) por el temor, aguardaba resignado que mi madre calmara su furia dándome una nueva cuera, que mereciéndola, no la merecía. Estaba visto que llevaba unos días, que todos los golpes me habían elegido a mí para sus descansos, primero el cobarde de mi amo, que con sus asquerosas manos, me había puesto el rostro, tan descalabrado que no había en él un lugar sano donde coyera una guya (cupiera una aguja), después el canalla del guardia, que me dejara las orejas tan maltratadas, que me parecía que no eran mías, y para finalizar mi madre con aquella argurtóuxa tocata que m'apurriera (alta paliza que me propinara), que según me parecía, no había sido nada más que la parba (desayuno breve) de la que se esperaba Furibunda y desesperada asiome mi madre por mis maltrechos hombros, y al mirarme yo en sus hermosos y enojudos ojos, pude ver en lo más profundo de ellos, el desmesurado amor que la pobre me tenía, y lejos de azotarme como yo pensaba, sólo me preguntó muy apenada y preocupada: ¿De dónde vamos a sacar esas ciento cincuenta pesetas Xulín? ¡En alguna parte hijo, nos las agenciaremos, porque yo no permitiré que esta canallesca ley, hecha por indeseables sin entrañas, te lleven al reformatorio, donde ellos se tenían primero que reformar, para no seguir sembrando entre los desventurados vencidos, tanta vengativa y nefastosa canallada! Al día siguiente al rayar el alba, después de desayunar el rabón, (leche ácida cocida con harina de maíz) del que yo sí que me harté, pero ella la pobre apenas comió unas cucharadas, armada mi madre de un azáu (hacha) que había pedido prestado a un vecino, y yo de una foiceta (hoz) de podar la leña, fuimos al monte comunal a baltiar (cortar) leña, pues un carro de leña de encina, roble y espinero, que pesaba más de tres mil kilos, pagaba el maestro panadero, de la única panadería que había en el concejo, cincuenta pesetas por él, así que teníamos todo un mes por delante, para preparar los nueve mil kilos de leña, que nos proporcionarían las ciento cincuenta pesetas, con las que calmaríamos las iras de aquella inhumana ley, que tan despiadadamente nos había castigado. Parecía que mi madre poseía la fuerza del más intrépido de los hombres, talmente era un gigante que con una fiereza incomparable, chorreando sudor y espelurciada su rubia cabellera al viento, cortaba sin el menor descanso encinas, robles y espineros, mientras que yo imitándola en cuanto podía, podaba aquellos arbustos con el más grande de todos mis entusiasmos. Serían las tres de la tarde y no habíamos hecho aun el más pequeño descanso, cuando mi madre me dijo que buscase caracoles, que se criaban en abundancia por aquellos lugares, tal cosa hice mientras que ella prendía un buen fuego, y allí asamos los caracoles que al ser atacados por el calor, estiraban su cuerpo asándose perfectamente, y fue aquella asquerosa comida la que mitigó nuestra hambre. Y así un día, y quince, y veinte, hasta que logramos preparar sin desfallecer ni descansar, los tres carros de leña, acarreándolos a las costillas, en otras ocasiones poleándolos (haciéndoles rodar) por entre los zarzales y las peñas, hasta poder llegar con tan copiosa cantidad de leña, al estratégico lugar donde el panadero con su carro, pudiera cargar la leña. Estábamos embalagándola (apilándola) mi madre y yo muy ufanos y satisfechos, de la difícil victoria que habíamos en tan escaso tiempo conseguido, porque en duda pongo, que pocas gentes en todo el Universo en las circunstancias que nosotros nos encontrábamos hubieran podido lograrlo. Digo yo que en tal trabajo nos encontrábamos amontonando aquella leña, que todos los tochos (leños) medio descortezados por la cantidad de veces, que fue menester rodarlos por entre los cuetus (piedras) que poblaban aquel xerrapeíru (sierra) daban señales y no por los cortes de las herramientas, de haber sufrido lo indecible por encontrarse despeyexáus (despellejados) hasta casi el total emporricamiento (desnudez) de las arnas (cortezas) que los cubrían. Nuestras físicas humanidades se encontraban tan maltrechas después de tantos días de sobrehumano trabajo y de raquíticos y deplorables alimentos, que tal parecía que éramos cadabres (cadáveres) vivientes, sino supiesen cuantos nos conocían, que éramos dos invencibles barras del más puro acero. Yo descalzo de afechu (del todo) y mi madre con las alpargatas dándoles vueltas alrededor del tobillo, imposibilitadas del menor encatesu (remiendo) todas nuestras escasas vestiduras lucíanse tan acuchilladas, como si fatáus (muchos) puñales anárquicamente las hubieran rasgado. Y nuestras pieles por todos los lados se encontraban arraguñáes (arañadas), pinchadas, magulladas, en definitiva martirizadas por las piedras, por los espinos, por la infinidad de arbustos que en aquella sierra casi inaccesible para las mismas cabras, yo y mi madre como dos guerreros invencibles, cortamos aquellos tres carros de leña, que al decir de mi madre, servirían estupendísimamente bien para amagostar (asar) a la propia ley, y a los sinvergüenzas y deshumanizadores fascistones que la vieran fechu (hubieran hecho). Y en postura tan deplorable se empobrecían nuestros desventurados cuerpos, por todo lo contrario, nuestros espíritus se lucían sanos y fortalecidos, orgullosos y alegres, por haber conseguido aquel trabajoso y casi imposible triunfo. También solía decir mi madre dentro de una rabia y desilusión enfurecida, que si los «roxus» (rojos) hubiesen batallado con el mismo ardor, e indómito entusiasmo que nosotros habíamos puesto, todos los fascistones de Europa serían nada para vencerlos, ni en lo más mínimo. Vuelvo a repetir, que concluíamos mi madre y yo de empericotar (apilar) los cuatro leños que faltaban para dar por terminada aquella proeza, cuando la diosa fortuna nos vino a visitar en la forma de Falu el maderero, que más o menos, esto fue lo que nos hizo, y nos dijo: ¡Buenas tardes Lluza!, que así era como llamaban en asturiano a mi madre, ya que en castellano su gracia es Luzdivina. ¡Se ‘l tou home allevantara la motchera, ya te viera a tí ya ‘l tuo fiyiquín, nel estáu que vus deixó la llamazoúsa ley del venceor, paime amín, qu'el probetayu espavoríu per tan grandie inxusticia, oitra vez se morrería! (Si tu marido volviera al mundo y te viera a ti y a tu pequeño hijo, en la situación que os ha dejado la fangosa ley del vencedor, me parece a mí, que el pobre lleno de un enloquecedor pavor por tan grande injusticia, otra vez se volvería a morir). —Recuerdo yo muy bien, lo mismo que si en este momento de nuevo lo estuviese viviendo, lo que me ha hecho esta canallesca ley que ahora a ti te martiriza, cuando en los frentes de Teruel me cogieron prisionero. Me internaron en un campo de concentración, y me dieron más palos que días me quedan de vida, aunque muerra tan viétchu (muera tan viejo) como Marcelín el de Fresnedo, que le llevó Dios cuando pasaba de los ciento diez años. Como comida nos daban una lata redonda de sardinas o bonito, que los prisioneros le llamábamos «el reloj», ya que así era de pequeña. Cuando te salía podre, que sucedía la mayor parte de las veces, te pasabas el día haciendo vigilia. ¿Cuánto te va a dar el panadero por esta leña Lluza? ¡Hombre yo creo que son tres carros buenos, y como está pagándose a diez duros el carro, pues me dará treinta! ¿Algamate? (alcánzate para la multa). ¡Sí Falu, ye lu xustu! (Es lo justo). Rafael, que así se llamaba Falu, (uno de los hombres más honrados, trabajadores y enteros que yo he conocido), a la vez que del bolsillo interior de su chaqueta sacaba la cartera dijo: ¡Mera compañera, voy a venir con el camión de la compañía maderera y llevar toda esta montaña de leña a Trubia, yo te voy a entregar ahora por ella trescientas pesetas, si después vale más, ya te daré el resto, y si vale menos, considera ese dinero que te di, como regalo de un roxu decente ya honráu comu tú le yes miou neña! (Rojo decente y honrado como tú lo eres mujer). Al día siguiente que era feria semanal en la capital del concejo, pidiole mi madre prestado a una buena vecina amiga suya un paxiechacu (traje, vestido) y unas zapatillas, y así vestida de prestado la pobre, se trasladó bien de mañana a la Villa, pagó la multa a aquellos canallas que servían a una ley tan ultrajante, que a los vencidos y sus inocentes descendientes peor que a apestosos esclavos nos trataba. Luego, después, compró ella un paxietyín (un vestidito), unas zapatillas y unas madreñas, para mí, un buzo, que era la vestimenta que entre los pobres se estilaba, unas alpargatinas y unas fuertes madreñas, y después de mercar algunas cosas necesarias, vino para casa la mar de contenta y satisfecha. Y ahora yo me pregunto a muchos años de distancia, viviendo aquellos por mí vividos pisoteados y vengativos tiempos, ¿a qué asesinas, sucias y cobardosas manos, irían a parar, aquellos nuestros dineros, ganados con el sobrehumano esfuerzo y la más justa honradez, manchados por la sangre de nuestras heridas producidas en el agotador trabajo, y mojados por tantas gotas de sudor, como de estrellas debe de haber en el infinito cielo? ¿No se dan cuenta amigos lectores, que injusticias como ésta, o de otra índole aun mayores, deben de contarse al Mundo, pese a quien pese, para quienes las escuchan forjen en sus sentimientos, de que en toda guerra, y sobre todo las civiles, dejan tras de sí, primeramente el dolor más deshumanizante, después las venganzas más pervertidas, que darán vida con fuerza ilimitada, a la repugnante, sanguinaria y odiosa fiera, que todo ser humano, desde los primitivos tiempos de su nacencia, lleva celosamente escondida, en el apartamiento más oscuro y más brillante de su espíritu, donde se mueve gozoso el sentimiento humano, tras de saber que a su Prójimo bien le ha hecho, y se revuelve envilecido, encanallado y airado por el odio y las iras endiabladas, cuando también comprende que a sus semejantes, en el dolor y el sufrimiento los ha sumergido. Y fue precisamente a estos desatinados sentimientos, manejantes en aquellos tristes momentos, de las inhumanas leyes que regían los destinos de mi Patria, donde fueron a parar mis dineros, mis primeros dineros, ganados con más santidad y honradez, que pueda llevar dentro la propia Hostia Santa, que es tanto como decir, que sólo los mismos demonios faltos de toda conciencia y sin el más mínimo sentimiento de honestidad, podrían sin sentir asco de sus propias personas, apoderarse de los honrados y muy fatigosos trabajos, de una viuda de los roxus (izquierdistas, rojos, por el mismo estilo), y de un huérfano de los mismos. ¡¡Yo creo, que como aún no habían satisfecho sus ansias asesinas, con la muerte de mi padre y de tantos inocentes, precisaban en el momento que preciso les venía, afestinarse en postres con el esfuerzo y sufrimiento de sus deudos!! Durante algunos días viví yo jugueteando por la aldea, mi vida sin ninguna preocupación, muy contento porque iba vestido con aquel mono nuevo, más delgado que un papel de fumar, ya que se me había esgazáu (roto) por más de media docena de lugares, pero aún así, a mí me parecía que llevaba puesto, mejores galas que el mismo vencedor, que poco lucía sobre sus costillas, que se le pudiera denominar verdaderamente honrado. Mi madre mientras tanto, seguía incansablemente trabajando por las tierras de los vecinos, sin jamás cobrarles ni una peseta de sueldo, pues ella tan sólo quería, que al cambio de sus sudores le dieran una cestina de patatas, una fontadina de farina, ou de fabes lu mesmu foran prietes que blanques, d'arbeyinus ou d'oitra cebeira, dalgún terreñaín de lleiche, mazá, tarabazá, ‘n culiestrus ou cabantes de brañar. (Una fuente de harina, o de alubias de cualquier marca o color que fueran, de guisantes o de cualquier otro cereal que fuera, algún jarro de leche, desnatada, cuajada, o la que alumbran las vacas recién paridas, o de la que terminasen de ordeñar a una vaca de leche). Ella llegaba todos los atardeceres a nuestra casa, sudorosa y cansada, pero resplandeciente de alegría, porque en su mandil traía mi comida. Luego, después de que yo me hartaba, nos acostábamos los dos en aquel jergón de sacos, repleto de hojas de maíz y también de pulgas, y abrazada a mí, se quedaba muy pronto profundamente dormida. Yo que desde niño he dormido poco siempre, quizás para hacer bueno el dicho que de camino me invento, que considera al que poco duerme más infeliz, que quienes tienen la dicha de dormir prácticamente, dentro de estos mis desvelos, en la silenciosa tranquilidad de la noche de aquella amplia sala desmueblada, cuyas paredes y techo estaban del sarro que deja el humo, y plagadas de arroxetáus (enrubiecidos) goterones, que ponían al descubierto las primeras pinturas que habían tenido, fendíu (cortado) de continuo este silencio, por el risueño y sórdido murmullo que alumbraba el pequeño río que vertiginosamente se deslizaba a menos de diez metros de nuestra casa, y otras veces también era enruxeráu (alterado) aquel silencio, por los ladridos de los perros de la aldea, o por el cante siempre misterioso y apabullador que hacen las curuxas (buhos) en la noche, cuento yo en que estos desvelos, observaba el placenteroso dormir de mi madre, con su respirar acompasado, fuerte y sano, con todos sus acerosos músculos, con naturalidad relajados, talmente parecía mi madre del todo inofensiva, mas sin embargo, aquel perfecto y vigoroso cuerpo que acoplaba fuerzas en el descanso, de la misma natural manera que agigantadamente dormido descansaba, cuando despierto se hallaba, se transformaba en un invencible e incansable guerrero, condenada ya a luchar en l'engarradiétcha del trabayu (la pelea del trabajo), todos los momentos de su vida, por los mismos endemoniados vencedores, que primeramente le habían achuquináu ‘l sou home ya lus sous fíus. (Asesinado a su marido y a sus hijos). Y ahora que ya todo ha pasado, y lejos de olvidarlo se agiganta cada día más en mi mente, yo me pregunto, que si mi madre no hubiese sido así de luchadora, de brava, de valiente y honrada, qué seria de mí y de ella misma, acosados en todo momento por la ley insana del vencedor, y xunius (uncidos) también para siempre, en el desventuroso carro de la esclavitud bien vigilada, por el látigo y la pistola del triunfador.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > carraca

  • 4 axabarciar

    Axabarciar, es tratar, vender, comprar, cambiar, etc. Cuntu you aquindi nisti primeiru llibru qu'un astur fae con ñaturallidá, con honradé, con amore grandie ya ñoble que disdi guaxetín na miou xenciétcha ya ñatural alma se fexu hacia tous lus melgueirus y'embruxantes chugares de la miou mantina tierra d'Asturies, ya de toes les Fidalgues xentes que la poblen, falu you que nagora mesmu tenu ñecexidá de cuntayes un cuintu que nun ye tal couxa, perque cuaxi tóu lu que falu aquindi fóu verdá. Ya cumu encalda mu ben nista pallabra, pos nagua mexor que como exemplu qu'isti casu que per oitre lláu pué xervir tamén d'escola. (Cuento yo aquí en este diccionario primero que hace un astur con documentación, naturalidad y suprema honradez, lleno de un amor grande y noble que desde niño en mi sencilla y natural alma se hizo, hacia todos los dulces y embrujantes lugares de mi amada Tierrina Asturiana, y hacia todas las Hidalgas gentes que la pueblan. Digo que ahora mismo tengo necesidad de contarles un cuento, que no es tal cosa, porque casi todo lo que les voy a contar ha sido una auténtica verdad, y como tal alumbramiento tiene el origen en esta palabra, pues nada mejor que este ejemplo, que por otro lado puede servir también de escuela). (LES XABARCEIRES) L'Aldexuxán (aldea de Susana) yera la miou aldina, fae ya un faticáu d'anus cundu you yera un guaxín, despós de l’achuquinante 'ngarradiétcha, que xemóu de cadarmus toes les teixáes de la miou embruxante Asturies, apaxiétchandu de llutus, mexeries, fames, atristeyáus ya enfernales dollores a toes les xentes, lu mesmu las prietes que yeren las drechistes, que lus roxus que yeren de las esquerdas. (La aldea de Susana era mi aldea, hace ya muchos años cuando yo era un niño después de la asesinante guerra que sembró de cadáveres todas las casas de mi embrujante Asturias, vistiendo de lutos, miserias, hambre e infernales dolores a todas sus nobles gentes, lo mismo a los negros que eran los derechistas, que a los rojos que eran los de las izquierdas). —Por aquel entonces, cuando el hambre, la necesidad y la miseria se enseñoreaban de les teixáes (lares) mejor dicho de los hijos y de las viudas de los perdedores, ya que los pobres, los que no estaban encuandicáus (sepultados) s'atopaben arretrigáus nes cárxeles, (encadenados en las cárceles) ya oitres con más xuerte, xebráranse per miéu 'l hermenu venceor pal extranxeiru. (Y otros con más suerte, se marcharan por miedo al hermano vencedor para el extranjero). —Cuento yo, que por aquellos tristes aconteceres sucedió en mi aldea esta historia que ahora al recordarla tras más de cuarenta años de haber sucedido, trae a mi pensamiento una añoranza triste, nel mesmu lleldar que me fae xonreyire. En el mismo suceder que me hace sonreir, ya que el caso según mi humilde parecer se las trae, porque todos los personajes qu'encaldan (hacen) esta cierta, historia, eran seres que para poder vivir tenían que luchar bravamente todos los amanecidos días, no importa cómo lo hicieran; pero por aquellos tristes tiempos el que no luchaba no comía, no es como hoy, que se tira más comida en un día a la basura, que en los tiempos de esta historia comía toda Asturias en una semana. —Yera mi aldina tan bétcha en allumbrar frutos, que desde los principios del branu (verano), fasta lu fondeiru de la xeronda (hasta lo último del otoño), talmente parecía mi melgueiru chugar (dulce pueblo), el mismo jardín que el Creador debe de tener reservada para las sencillas y buenas gentes que tras la muerte sean huéspedes de su Santificante Reino. Tal exquisita riqueza natural daba lugar, a que casi todos los vecinos tuviesen un pollino que espatuxara llixeiru (andase rápido), y fuese resistente para que no se esmurgazara esventronáu (cayera reventado) en los difíciles y abruptos caminos, con las maniegas (cestas) encima de su albarda amamplenáes (llenas) de sabrosos frutos, antes de llegar a la romería o fiesta donde iba destinado tal manjar, así fueran higos, cerezas, ciruelas, peras, etc., etc., etc. Algunas veces también solían llevar manzanines arroxáes nel fornu (manzanas asadas en el horno) y ablanines turráes nel mesmu cheldar (y avellanas asadas en el mismo lugar), y estas frutas así tratadas, tenían un gusto tan exquisito que uno no se hartaba nunca de comer por ellas. Por estos quehaceres y otros múltiples necesarios en sus caseríos, cada vecino cuidaba a su pollino todo el año, como la mejor de sus prendas, porque era el humilde pollino el único medio de locomoción que tenían para efectuar infinidad de trabajos y muy necesarios traslados. Decía el pedáneo de mi aldea, donde sucedió esta historia que estoy empezando a relatarles, que un pollinín d'arremangu (de valía), le proporcionaba más ganancias al aldeano que una xuntura de les mexores vaques (pareja de sus mejores vacas). Pero endenantes d'afondigoname nel contare lus fechus que fixerun les xabarceires del miou chugar (antes de ahondar en los hechos que dieron lugar las tratantas de mi pueblo), voy a contar así d'esboriaúra (de resbalón), lo que le ha sucedido al razonero alcalde de mi aldeina: Hubiérase casado Graciano cuando era muy joven aun, con Ramona la de Juan de Pacha, que era una mozacona (mozona) de ñidies (finas) mexierches (mejillas), arregañaónes ñalgues (apetecibles nalgas) y un entamu (senos) también empericotáu (prominente, estupendo), que hacían de Ramona una muchacha también formada y deseable, que ni el más exigente sería capaz de deximiya per mu fartu qu'andubiés de clica (nadie la despreciaría por muy harto que estuviese de mujeres). Pero Graciano que por aquel entonces era pobre, aunque dueño de un ameruxamientu d'arganáes, que lu ateixaben nel xeitu del querer escombútchire, (unas crecidas ansias que le resguardaba en el lugar de querer, medrar, enriquecerse, etc.). Mas él pensaba y con buen tino, que jamás sus aspiraciones podría alcanzarlas en la aldea, por tal razón decidió emigrar, y como le acompañaba la suerte de tener un hermano en las Américas, pues un día endubitchóu lus sous fatinus (lió sus ropas), despidióse con lágrimas en sus ojos de su mujer e hijo que por entonces aun no había cumplido un año, y colóu (marchó) para La Habana, donde trabajó como un esclavo durante diez años, sin desperdiciar ni menos gastar ni una perrina (cinco céntimos). Con una buena cuarexá de cuartus (cartera de dinero). Ilegó pasado este tiempo a su aldea, cargado como un abetchún (abejón), de paxiétchus, llásticus, xoyiquines, ya fatáus d'oitres couxiquines, (de trajes, ropas, joyas, y muchas otras preciadas cosas. Hizo su entrada en la aldea en los postreirus (últimos días del mes de Xeneiru), precisamente cuando el día atapecía (oscurecía), por eso, como su teixá (casa) era la primera de la aldea, y hacía un frío y una ventisca que a todo el mundo refugiaba tras de sus lares, con ningún vecino se encontró, que le dijese o le pusiese de aviso contra alguna cosa. Salió su mujer a recibirle a la correlada llena de gozo y de contentura, engavitóuse (enganchose) la Ramona a su cuello loca de alegría, bexucóuyu per tous lus lláus esgalazá (besole por todos los lados con ansias), en el lleldar (hacer) que desfayénduse (deshaciéndose) en chárimes (lágrimas) y xoponcius (mareos, sustos, etc), que le hacían temblar como una vara verde, y después d’allancar (plantar) las rodiétches (rodillas) encima de las llábanas (losas), dijo bajando la cabeza y xofitándula (apoyándola) entre los atavarius (bragueta), de su hombre, en el encaldar (hacer) que s’arretrigaba a sous cadriles (se abrazaba a sus piernas). ¡Achuquíname, achuquíname miou Gracianu, endenantes de que te cunte, lu paraximesquéiramente que me portéi, metantu que tou faíes la Bana nel extranxeiru! (Asesíname, asesíname mi Graciano, antes de que te cuente, que te he hecho de menos con otros hombres, mientras que tu, te hacías rico en el extranjero). ¡Bueno Ramona..., ya tendrás tiempo de decirme todo cuanto de bueno o malo hayas hecho... pero ahora dime ¿dónde está el pequeño? ¡Apuesto a que ya está hecho un mozaquín (adolescente), listo y trabajador como lo que es su padre, que fexu más pesos na Bana (que hizo más duros en La Habana), que de pelos tenedis entrambus ya dos en vuexes motcheres! ¡Bueno los niños, quiero decir Tanín, güéi dexelu nel teixu miou má, pos comu tenu fatáus de couxes qu'escutire coutigu, ya non sei per la primeira que comencipiare, pos ista nuétchi quixe quedáme sola pa faluchar al nuexu encaldare! (Hoy le he dejado en la casa de mi madre, pues como tengo muchas cosas que discutir contigo, y no se por cuál he de comenzar, por éso esta noche he querido quedarme sola para hablar sin que nadie nos enrede). Lo primero que hizo la Ramona fue prepararle la cena a su marido, y al parejo que en esta faena se entretenía, iba preguntándole sucesos que a él le habían acontecido, quedándose siempre muy admirada de cuanto le decía su esposo. Pero después que el Graciano se fartucóu dé xamón, ya güevus con choricinus, arrutióu encomoláu perque l'entelaura inflabai 'l banduyu, plantói fuéu a un pitu, llancói 'n fondigoná 'n par de fumáes, ya sonriyénduse mu felliz dixói a la sou mutcher: (Se hartó de jamón, huevos y chorizos, eructó incomodado por haber abusado de tanta comida que con pesadez le hinchaba la barriga, le pegó fuego a un buen cigarro, le sacudió un par de fumadas, y después sonriéndose muy feliz le dijo a su mujer): ¡Desde que me he marchado a las Américas hasta ahora, no he comido una comida que mejor me supiera que ésta que me has preparado en tan poco tiempo y con tanta arte. Por el mundo adelante mi querida Ramona, no se harta uno nada más que de mollicies (cosas malas). Mucho cacíu pintureiru (cacharros lujosos), mucha cuchara limpia y resplandeciente, mucho sirviente que te trata con tanto mimo como si fueses un banquero, pero los platos son pequeños, y la comida que en ellos vacian (echan), tiene escosáu güétchus de rustíu (que no tiene grasa, que no está sazonada). Más sustancia tiene aquí un potaráu de llabaza de la que chamus a lus bracus (una pota de fregaduras de la que servimos a los cerdos), que todo lo que come en el día un trabajador en las Américas, y si uno trae dineros de aquellas lejanas tierras, es a cuenta de la mucha hambre, calamidades y sufrimientos que uno tiene que aguantar allí. Aquí en las aldeas pensamos cuantos nos vamos para allá, que en cuanto lleguemos, atopamus lus cuartus tremáus pe les caleyes! (encontramos los dineros tirados por las calles). ¡Bueno Ramonina, ahora ya me puedes contar lo que has hecho por aquí, que me parece que abundu enfucheráu (muy sucio) y grave debe de ser, cuando endenantes de entrare na miou teixá, de rodiétches me suplicabes que t'achuquinara! (antes de entrar en mi casa, de rodillas me suplicabas, que te asesinara). ¡Non sei Gracianín perquéi llugar comencipiar, pos tou enllordióxe d’enria mín, comu se ‘l mesmu diañu me l'encalducar! (No sé Gracianín por qué lugar voy a dar comienzo, pues todo se enlodó encima de mí, como si el mismo demonio me lo preparara). Deciale Ramona sentada en el escaño, detrás del aburióxu (ardiente) lar, mirando de frente para su marido y alumbrando a la par un torrente de lágrimas, que resbalaban por sus hermosas y coloreantes mejillas, que resplandecían a la luz del fuego, lo mismo que si estuviesen entafarnáes (untadas) con manteiga (untadas con manteca). Graciano que la propiaba con el mismo arrobo de enamoramiento que por ella siempre había tenido. Le dijo con voz halagosa que ya consigo llevaba el perdón que con tanta argucia su esposa buscaba: ¡Anda Ramonina, déjate de choramicar (llorar), pues con tanta mexareta (meadura) de lágrimas, no vas a encantexar l'esgazaura que fixiste! (arreglar la rotura que has hecho). —Y ahora cuéntame de una vez cuál fue el mal que me has hecho, pues por lo que barrunto, me has hecho castrón fatáus (muchas) veces. ¡No Gracianín, no te he hecho de menos nada más que un par de veces, y te voy a contar sin deximite (ocultarte) nada, el por qué hice de paraxa (puta), pues no me he puesto patas arriba en la añuedaura del cibietchu (haciendo el amor) con nadie, porque mi cuerpo me lo pidiese, sino que ha sido la necesidad la que me ha obligado, pues bien sabes, que cuando tu te has marchado para La Habana, yo me quedé muy sola, con un niño entre mis brazos que nin falaba nin espatuxaba (que ni hablaba, ni andaba) !Ay! Gracianín de mis entretelas, del mi corazón y de los mis sentidos, puedo decirte ahora llena de alegría que te estoy viendo al lado mío, que con las lágrimas que alumbraron mis ojos en todos estos años de soledad que he vivido, navegaría sin hundirse el barco que te trajo de La Habana. ¿Y quién fue el culpable de mi desesperante llanto, de mi inconsolable sufriencia? ¡Sólo tu Gracianín, sólo tu eres el culpable, que me has dejado muy sola, y te marchaste para las Américas hace diez años, siendo yo en aquel tiempo una desventurada criatura que aun no tenía veinte años dígote yo que me has dejado encuandiada (empozada) dentro de la soledad y la pobreza, y en todo este largo tiempo, no me has mandado ni tan sólo una perrona (diez céntimos) con la que comprarle un llastiquín (una camisa, un jersey, etc., etc.) a nuestro hijo, y ahora me vienes tu diciendo que quieres al niño tanto y cuánto! ¡Bueno Ramonina, lo que yo hice o dejé de hacer, abundu bien fechu tá (muy bien hecho está). Hoy ya me encuentro en mi casa dueño de una betchá cuarexa (bien repleta, rica cartera) de dineros, y no quiero perder el tiempo explicándote lo que yo he sufrido y el trabajo que me ha costado atróupar (rejuntar) este capital, pero tu ahora sí que me vas a decir con quién o con quiénes me has traicionado durante el tiempo que he estado fuera de mi casa. Así pues, empieza luego y no pierdas el tiempo barajando pormenores noitres (en otros) caldaretus (ubres) que no sean los que estrincaste (ordeñaste) entre los atavarius (braguetas) de los hombres con los que has hecho el amor, mientras que yo en las Américas fechu 'n castrón, apelucaba cuartus pá betchar la cuarexa que traigu, (hecho un cabrón, recogía dineros para llenar la cartera que traigo). Ramona se levantó del escaño, echó al fuego cuatro astillas porque ya se estaba amorrentandu (apagándose) y después, arremetchandu lus güeyus, miróu 'l Gracianu con mala lleiche, ya díxole sen catar más atayus (abriendo desmesuradamente sus ojos, miró a Graciano y le dijo con enfado sin buscar más atajos). ¡A los dos años de colar (marcharte) tu por el mundo allantri, (adelante) se me puso el niño muy amolaín (enfermo), y no tuve más remedio que llevarle al mélicu (médico), y éste con palabras finas y muy melgueróuxas (dulces) me dijo que yo era una buena moza, que estaba muy guapa y que era muy hermosa, y muchas otras cosas mas que entre todas ellas me hicieron perder la cabeza, el caso fue que el médico me aseguró que el niño estaba realmente muy enfermo, y que sólo se comprometía a sanarle si yo... bueno... el caso fue que yo por curar al mióu fiyín (mi hijo) espurrime y encoyime baxu lus atavarius del mélicu y'añuédei 'l cibietchu cuá 'l un par de veices, (me estiré y me encogí debajo de la bragueta del médico e hice el amor con él un par de veces). Y de resultas de los dos achucáus (acostados) que fexe debaxu 'l allegre mélicu (que hice debajo del alegre médico), me quedé empanzorraona (preñada) y parí otro rapacín (niño) que ahora ya tiene siete años. Así que yo considero que si tú estuvieses en mi lugar, harías lo mismo que yo he hecho, pues por un hijo una madre da todo cuanto tenga y más para con ello! Graciano que era de naturaleza muy tranquilo y a pesar de ser un cornudo era listo y razonero, le dijo sin enfadarse ni levantar más una palabra que otra: ¡Por un hijo una mujer casada debe de entregarlo todo verdad es, todo menos su honra, porque la honra en la mujer casada tiene más valor, que todos los hijos que pueda tener y hasta inclusive más que su propia vida. Porque de ahora en adelante, lus tous nenus namái que serán pá les xentes que fius de paraxona. (Los tus niños nada más que serán para las gentes que hijos de puta). Y tu... una paraxete (putina) mirada en todo momento por los hombres, como pan caliente fácil d'allancái 'l denti (hincarle el diente). Y yo... un cabrón consentido, que ha de ser la guasa y la murga de todos mis vecinos y de cualquier gente que sepa de mi vergüenza! En buena razón acaidonaban (dirigíanse) las palabras del Graciano, pues pronto sus vecinos armados con la socarronera malicia de las gentes de la aldea, empezaron a torearlo, diciéndole entre amistosas risas y halagüeñas palabras, ofensivos insultos, que ponían al pobre Graciano lo mismo que un pingayu (trapo viejo), y como Graciano era simpático y buena persona, aun les daba lugar más xeitu (sitio), para que se apropiaran de mayores confianzas, y ya no sólo eran sus vecinos los que de continuo le provocaban, sino todas las gentes que le conocían, pues un día que estaba segando hierba en un prado que tenía al lado de la carretera, pasó por allí una pareja de los guardias civiles de servicio que eran amigos suyos, y después de torearle un tiempo como todo el mundo hacía, uno de los guardias le preguntó: ¿Qué carrera les vas a dar a tus hijos Graciano? ¡Pues como tienes dineros amamplén (muchos), no estaría mal que los estudiases para xebralus (apartarlos) de estar mayucandu (majando) terrones toda la vida lo mismo que tu haces! Graciano quedose mirando para el guardia sonriéndose como si nada ofensivo le hubiera dicho, y después apurriénduyes (dándoles) la petaca para que enrrodietcharan (liaran) un cigarrillo, cuando los tres estaban aborronandu (fumando) muy tranquilos les dijo: ¡Mucha razón tienes Juaquín, ya que majar terrones no es un oficio descansado ni productivo para nadie, por eso, a mi primer hijo, que es el mío verdadero, le voy a estudiar hasta que se convierta en un buen ingeniero, aunque tenga que vender sino me alcanza cuanto tengo, hasta mi honrado apellido, que por ser tal cosa, en todo el mundo ha tenido siempre buen crédito, y al otro por ser hijo de mi mujer que xebrose (se fue) de la honradez, y se situó entre la hedionda troya (suciedad) donde se enchamuergan (ensucian) las paraxas (putas). En pocas palabras, por ser hijo de puta, le voy a enchufar en el xuzgáu (juzgado), y si no sirve para este menester, entonces le afilio a la guardia civil! Al guardia Juaquín, xelósele (,helósele) d'afechu (del todo) la maliciosa sonrisa que mostraba entre sus labios, y poniéndose muy serio le dijo: ¡Ten cuidado con lo que dices Graciano, porque me parece a mí que no das puntada sin hilo, así que se acabaron las bromas, y de ahora en adelante con nosotros ándate derecho, sino quieres que te enchufemos en la cárcel por tener la lengua demasiado larga y ser tus palabras mal intencionadas! Descubrió Graciano aquel día, que el don de la palabra era un arma muy poderosa, con la que conseguiría manejándola con astucia y solapadamente insultativa, lograr que sus agudosos vecinos se mirasen muy bien antes de lanzarles puchas (sátiras), haciendo de su persona el hazmerreir de todo el concejo. El habíale dicho al guardia Joaquín sin la menor intención de ofensa hacia su persona ni a nadie, que el hijo de su mujer por ser nacido de mala madre, le colocaría en la Guardia Civil, cosa que incomodó grandemente a Joaquín, demostrando con sus inocentes palabras que no es oro todo cuanto reluce, y que todo el mundo tiene algo de suciedad escondida o a la vista, de la que suele avergonzarse. Desde ahora en adelante, escrutaría en la vida y pasado de sus vecinos, y cuando de él se mofasen, les taparía la boca lanzándoles al rostro como arma de defensa y ataque todo cuanto de despreciable y asqueroso, en sus vidas o familias hubiere; y de esta forma, ya se mirarían ellos de volver con sus ya cansadas e insultantes sátiras a molestarle. Y ahora, tras el xemeyu (retrato) que hice del alcalde de mi aldea, escantoyándulu namái que per un cornetchal (rompiéndole nada más que por una esquina) de las muchas que el condenado tenía, voy a hondear ya sin hacer pouxa (parada) ni xebraura (apartamiento) en la historia de las Xabarceiras (tratantas), que entrambas y dos eran de gafas (venenosas) como un perro con la boca negra. «MANOLA Y VENANCIA» Moraban en mi aldeina dos mucherucas (mujerucas), que eran hermanas en apariencia y al decir de ellas también de familia, ya que habían nacido por el mismo furacu (agujero), no eran ya jóvenes cuando yo las conocí, pues paseábanse por la vida con la edad de comenzar a maurecer (madurar), eran las más pobres del lugar (descontándome a mí por supuesto), ya que no les acompañaba más riqueza que una vieja pochina (burra), y por esta pobreza que las acompañaba, allindiaben (cuidaban) a su borrica Facunda, con tanto cariño y esmero, como si en verdad fuese hija de entrambas. Estas mujeres no eran nacidas en mi aldea, y verdaderamente tampoco a ciencia cierta nadie sabía el lugar de su nacencia, lo cierto es que habíanse asentado en mi aldea cuando se terminó la guerra, y vivían en una muy humilde casuca que compraran con algunos dineros que traían, vivían en mi lugar desde aquella época, ganándose su vida con libertad e inteligencia, si se puede denominar así, al apoderarse de lo que muchas veces no les pertenecía. Decian algunos vecinos, y yo no sé si era cierto, que durante toda la guerra habían estado de paraxas (putas) por el frente, haciendo felices a los milicianos primero y después a los vencedores, más sin embargo yo creo que esto no era verdad, porque entrambas y dos físicamente no valían ni para un tiro de escopeta. Nosotros las conocíamos por el apodo de las Xabarceiras, y eran bajas de talla, secas de carne, con rostro de brujas feas y lagañosas, dueñas de un mal genio y peores intenciones que el mismo demonio, y garruxantes nas engarradiétchas (valientes, decididas en las peleas). La de más edad se llamaba Manola, y tal parecía que sus padres la habían fabricado con el puro veneno, y aparte tenía una lengua tan ofensiva y desarrendada, que dejaba en porriques (desnudo) al más pecaminoso de los arrieros. Venancia que era la otra, no algamia (alcanzaba) a su hermana en el ser tan garruxante, pero se aparejaba al lado de ella, en tener los dedos largos y las uñas raguñonas (arañosas) para mal de las tranquilas gentes, donde se engarrapelaban (enredaban) muchas veces los intereses de los vecinos. Las rapiegas Xabarceiras, cuando los campos se cubrían de frutos y los árboles se enseñoreaban con el manto lujoso y natural de los saludables y exquisitos frutos, ellas solían comprar en caña (en el árbol) o escandanaban (recogían) sin ningún permiso, las mejores frutas, y prestas corrían a venderlas por todas las aldeas y mercados de los tres concejos vecinos, y con estas ganancias, ellas prohibían al fantasma del hambre, que no espurriera (estirase) el hocico, agolifandu (oliendo) en su lar, en ningún día del año, por prietu (negro) que éste escombuyere (viniese, naciese). En la casa de las Xabarceiras, a pesar que por aquel entonces los tiempos eran muy difíciles y el hambre se recostaba en todas las esquinas, entre otras cosas en su lar jamás faltaba el cafetacu, y el frasco de marrasquinu (anís, caña, etc.), al que las dos hermanas le hacían halagos con parejo tino, pues érales el café ey el aguardiente tan llambión (goloso), como el tabaco de cuarterón, ya que sonrientes, gozosas y felices, apuxaben (tiraban) por él, con el mismo placer que escosaban (secaban) el pintureru frasco del aguardiente. Muchas veces cuando estaban sentadas con tranquilidad en su casa antroxánduse (festejándose) con las copaxas (copas) y el cigarrillo, decíale la Manola a su hermana entre xorbu ya xorbu (trago y trago) y cigarrillo prendido con la colilla del otro, esta sentencia muy verdadera: ¡Es mucho más fructuoso unos minutos de trato si están bien hechos, que cien horas de trabajo agabuxá (agachada) en las estayas (tajos), haciendo labores para los vecinos, que son más olvidadizos después de hacerles el trabajo, que agradecidos para pagarte en justicia el sudor que en sus tierras has derramado! Pero aquel año las Xabarceiras estaban encuandiadas (empozadas) dentro de un mal estar que mazábayes enoxáes fasta el mesmu fégadu (sacudíales enojadas hasta los mismos hígados), y todo había sido por la causa de no haber sido eficaces en el llindiáu (cuidado) de su pollina Facunda, pues un día que la habían dejado sin vigilancia guareciendu (pastiando) en el pasto comunal, piescóula (cogióla) por su cuenta y riesgo el alegre pollino de Rosendo el goxeiru (cestero), que el condenado tenía unos coyonzones (testículos) que le pingaben (colgaban) hasta el suelo, y se daba muy buena maña en no dejar una pollina manía (sin preñar), por vieja que fuera, y aunque no tuviese gana de que l’añuedaren el cibietchu (que le hicieren el amor). Por esto la Manola que era la que acaidonaba (dirigía) las riendas de su teixu (casa), se abayucaba (se movía) aquel año que corría por los primeros días del mes de Junio, con todos los demonios del infierno haciéndole mil travesuras en su cerebro, y todo era por la causa de la paraxona de sou potchina (de la putona de su pollina), que de resultas del esfoitu (confío) que con ella habían tenido, que fuera bien aprovechado por el alegre pollino del goxeiru (cestero), espatuxaba (andaba) la pobre con una ventroná (barrigada), que trabajo le costaba revolverse. ¡Diañu de bruxa (demonio de bruja), con lo vietcha (vieja) que es, y todavía tuvo la puñetera calentura para que en un momento que la dejamos de la mano, de ir hacer xaceda (camera, sitio) debajo de las patas del condenado burro del maldito goxeiru (cestero). ¡Pues en algo tenemos qu’estenciar (inventar, hacer), para poder llevar la fruta este año, a los mercados y a las aldeas, ya que si no ganamos por el verano los dineros que necesitamos, cuando llegue el invierno, entrará en nuestro hogar de la mano del frío también el hambre. —Está visto que con la Facunda no podemos llegar a ninguna parte pues está la condenada con un baduyáu (barrigada) que apenas puede tartirse (moverse). En buen compromiso nos ha colocado el zaramachón del maldito pollino del goxeiru, que quiera Dios que el demonio le asesine y al amo con él, pues cada vez que veo alguno de entrambos, se me sube la sangre a la cabeza y me pongo en tal trance, que tengo miedo de que un día no pueda contenerme y les parta el alma a entrambos. Todo esto y algunas cosas más, se lo estaba diciendo la Manola que en el lleldar (hacer) ya se encontraba medio tarrasca (borracha), a su hermana Venancia, que intentó consolarla aconsejándole, que lo mejor que hacían, era bajarla el lunes al mercado de la Villa, y con lo que le dieran por ella, y un poco más que pusieran encima, mercarían un burro de arte, que las libraría del complicado problema que las atañía (conducía). En esta conversación se encontraban las afligidas Xabarceiras aquella tarde buscándole encantexu (remedio, remiendo) para su desgracia, cuando hicieron entrada en la aldea una caterva de gitanos, llegaban todos dentro de una alegrosa folixa (juerga, algarabía), que tal parecía que todos eran tan felices como los mismos ángeles moradores del Cielo. Y sin pedirle permiso a nadie, dispusiéronse a pasar la noche debajo de los hórreos que se asentaban en el centro de la aldea, lugar que desde inmemoriales tiempos, siempre solían hacer acomodo sin que ningún vecino los molestara, todos los titiriteros, hojalateros, gitanos y demás transitantes que llegaban con alguna de sus embajadas a la aldea. «PASCUALÓN EL GITANO» Mientras que sus hombres desaparejaban los burros y disponían su ajuar las hábiles y astutas gitanas con el cabás colgado del brazo, y un montón de artesanas cestas encima de la cabeza, se internaban por todas les caleyes (callejas) de la aldea, en el trabajo de equivocar al primer aldeano que se las diera de listo, y de casa en casa, intentando vender su arte, o pedigüeñando cualquier cosa, ya que todo les venía bien, llegaron a la postre a la morada de Manola, que ya tenía ésta pensado desde el momento que endilgóu (que avistó) a los gitanos, el efectuar un saneado trato con ellos a cuenta de la su pollina Facunda. Las gitanas nada más llegar ante su presencia, la saludaron siempre con la sonrisa en los labios y la humildad con ella, cualidades indispensables que el timador maneja, como si propias suyas fueren, y de esta guisa, le dieron las buenas tardes en el momento que una de ellas le preguntó sin perder más tiempo: ¿Oigame señora, no tendrá alguna cosa de comedera por el desván a cambio de una de estas cestinas tan serviciosas? Así le habló una de las dos gitanas que en pareja venían haciéndose la desvalida y la inocente, mientras que su compañera sonriéndose por lo bajo, y sin urniar (hablar palabra), aprestábase en el sacar de su faltriquera un fatu de baraxeta (un trapo de baraja), y nada más que su socia fexu pouxa nel falare (hizo un descanso en su charla) con la Manola, cogió la palabra la gitana de la baraja, y se hondeó en el registro de querer echarles las cartas, decirles la buenaventura, o leerles la suerte, pues asegurábales la sagaz gitana, que ella había nacido con el sobrenatural don, de poder leer en la palma de la mano el destino de las personas, que se halla escrito desde su nacencia en un lenguaje misterioso, que sólo los elegidos pueden leer sin la menor equivocación. La Manola, que yo puedo asegurar que la más espabilada gitana podía ser nada más que su discípula, apropiaba y miraba de soslayo a las gitanas haciéndose la fatona (tonta), mientras que sus vidayas (sienes) moldeaban el negocio que con su Facunda iba hacer encima de los rapiegus xitanus (zorros gitanos), pues ella para sus adentros se decía, que quien equivoca a un manexador (manejador) de enredos, hasta los mismos jueces le ayudarían a xebrase (marcharse) del refregado aunque éste se hendiera, en algo que bien no olíese y sonado fuera. Así pues, que cuando la gitana ya se había creído que la Manola iba a ser un tonto cliente que le pagase sus enredos, en el magín de la Xabarceira ya estaba encaldáu (hecho), el cambiar a su Facunda, por un pollino que ellos trajeran, que no cojeara de ningún lado, y que no fuese muy cargado de años. El caso fue, que cuando la gitana ya le iba a coger su mano para leerle su buena suerte, quedose sorprendida cuando la Manola le dijo: ¡Déjese de pamplinas que conmigo no tiene cabida, yo lo que quiero es cambiar una buena pollina que tengo, que a no tardar mucho se va a convertir en dos porque está preñada, por un burro que ustedes traigan, que tenga llixia (alma, fuerza), y que no tenga amolaúres (males) por ningún lado! La gitanaca dibujó una amplia sonrisa de alegría en la bufarda (ventana) de su boca escosada (falta) de la mitad de sus dientes, y después le dijo a la par que guardaba la baraja en su faltriquera: ¡Eso que usted desea ya lo puede dar por hecho buena mujer, pues mi marido tiene un soberano pollino, que es lo justo a lo que usted me parece anda buscando, así que espere unos momentos, que voy con rapidez a buscarle, para que hagan el trato que me parece a entrambos ha de agradarle! Vino al cachiquín (al rato) en un grande burro escarranquetáu (montado) de alegre presencia, que en el parecer abayucábase (movíase) como el mismo rayo. Llegó el gitano a la casa de la Manola, muy xaraneiru ya xibloutandu (jaranero y silbando), lo mismo que si ya agolifara (oliese) el negocio antes de comenzarlo. Apeose de un áxil blincu (ágil salto) el gitano Pascualón de su xumentu (jumento), y saludó con marcado respeto a la Manola, que ni tan siquiera le contestó, ya que sólo tenía ojos para apropiar al burro, que le pareció muy atongaín (bueno) en sus primeras güeyáes (ojeadas). Empezó el gitano sin demora a tejer en el hacer del trato, con la que él pensaba, que iba a ser una victima sencilla para hacerle un lucrativo timo, ya que entamangaba (hacía) la Manola tal focicu de fatona (hocico de boba), que no era menos de pensar, que aquella mujer tenía los sentidos escosáus (secos) de toda listeza. El gitano que era un útre (águila) en el asunto de hacer de un jumento que sólo valía para ser achuguináu (sacrificado) y convertirlo en chorizos perreros (malos), digo, que él podía hacer de un burro moribundo, un pollino de ojos vivarachos, espurrías uréas (estiradas orejas) y espatuxares de rellámpagu (caminares de relámpago). Así pues con esta maestría que le caracterizaba, comenzó a rexistrar (mirar) a la Facunda desde el principio de su hocico hasta el término de su cola, sin olvidarse de sus molares y patas, y mientras que él hacía tal cosa, Ias Xabarceiras no perdían su tiempo, pues también manxuñaban (tocaban, palpaban) el jumento del gitano por todo el peyeyu (pellejo), con las miras de encontrarle algo que le faltase, o de descubrirle un postizo que le tapase un defecto. Pascualón como que no quería la cosa las propiaba por el rabillo del ojo, y así, allindiaba (cuidaba) a las Xabarceiras que no tenían sentidos nada más que para rexistrar (mirar) el burro del gitano, que no hacía nada más que tascase (moverse) y no estarse ni un instante quieto, demostrándoles con tal nervioso bailar, que era un pollino de arreos, con fuerza según ellas, de llevar un par de manegáus (cestos) encima de su lomo, sin ni siquiera hacer ni un senaldo, hasta el mismo Ricabu, o al lugar de Torrestíu, que son las aldeas más cimeiras de los concejos vecinos. Se veía a las claras, que a entrambas Xabarceiras les encantaba el jumento, por tal razón Pascualón, en el lleldar (hacer) que sacaba una colilla del bolso de su llásticu (chaleco) y le plantaba fuego sin soltar el cayao de su mano, les dijo sonrientemente: ¡No desperdicien el tiempo en buscarle defectos a mi buche, pues no le falta ninguna cosa, ya que tiene hasta los dos coyones (cojones) y está tan entero como yo mismo, que soy padre de una docena de hijos! ¡Pero es igual mujerinas, pues aunque algún defecto tuviese mi jumento, me parece a mí, que no voy a poder hacer trato con ustedes, porque esta pollina que me quieren espetar, está más para ser achorizada en Noreña, que es para lo único que vale, que para hacer galopadas por los caminos! ¡Ahora que si me dan encima de ella ochenta reales, el trato está hecho, y sino, cada cual allindie (cuide) lo que es suyo! Después de mucho tejer y destejer, porfiar, y alegar mil razonamientos de toda índole, la Manola le dijo que sólo le daría sesenta reales, y Pascualón cogiéndole por su palabra, enfardóu (guardó) los dineros en el bolso, y sin demostrar la contentura que le embargaba, dio el trato por hecho. A la mañana siguiente cuando el malvís silbotiaba anunciando el nuevo día, se levantó de su cama la Manola a la misma hora que siempre solía, y antes de hacer ninguna otra labor, fue muy ilusionada y contenta a la cortexaca (cuadra pequeña) donde tenía guardado el pollino, y cuando le puso sus inquisitivos ojos encima, su alegre ilusión fue devorada por una triste sorpresa que le produjo la visión de ver a su pollino achucáu (acostado) en una postura engalbaná (sin fuerza, sin gracia, sospechosa), acercose a él ya buyéndole en sus temperamentales y endemoniados sentidos la apenada sospecha de haber sido engañada por el gitano, y sin el menor miramiento le atizó unos punterazos con las madreñas encima de los cadriles (patas) para que se incorporara y poder mejor repararlo, y fue entonces cuando se le enxenebróu (helósele) la sangre en sus venas, ameruxánduse sous fégadus (llenándose sus hígados) en el atayu (atajo) de un envenenador desespero, al reparar con cuidado a su pollino, por eso sus ojos se le llenaron de lágrimas que alumbraban la rabia y la mala leche que l'esmolecía, (deshacía), cuando ya sin ninguna duda comprobó, que el genio y bizarría que el burro tenía en la hora del trato, no era el mismo que en aquel encaldar (hacer), sino que se había tornado en volverse en estar amurrentáu (enfermizo, moribundo), lo mismo que si del mundo de los vivos se estuviera despidiendo. A fuerza de bardiascazus (palos) y de xurarnentus (juramentos) que sin miatcha (migaja) de compasión la Manola le propinaba, dentro de una amanicomiaura (locura) que le desencaldaba (deshacía) el alma, logró el pobre animal incorporarse, y cuando estuvo en pie el descuaxaringuetáu (deshecho) jumento, con sus urées pingones (orejas lacias, bajas) y los güetchus choramicándoye (los ojos llorándole), como si hubiera despertado de una penosa pesadilla, y por si fuese poco todo esto que la Manola propiaba, todavía la pobre bestia comenzó a temblar con tanta intensidad por todo su cuerpo, que le daba lugar para pensar a la airada y endiablada Xabarceira, que aquel cadabre (cadáver) de burro, estaba viviendo sus postreros momentos. Cuando la Manola percatose ya sin ninguna duda de lo cadarmeru y'esmoleciu (de lo cadavérico y desvanecido), que se encontraba el condenado burro que la había espetado el diablo de Pascualón el gitano, comenzó a alumbrar por su pecaminosa boca, dirigida por su envenenadora lengua, un rosario de juramentos todos en contra de los santos seres del cielo, también maldijo con igual arte a todos los demonios de los infiernos, y no se dejó atrás y ya en este lleldar (suceder) colgándole de las comisuras de su boca unas flemas azuladas cargadas de rabia y de veneno, a todos los gitanos de la tierra, y hasta se recordó ya completamente desarrendada por la amanicomiaura (locura) que la encibiétchaba (retorcía), de manera más denigrante hasta de la propia madre que la había parido. Ante tal escándalo de palabras endemoniantes, saltó de su cama haciendo fuego su hermana Venancia y entre las dos juntas terminaron de hacer la desarrendada y pecaminosa fiesta. «EL PEDÁNEO DE LA ALDEA» Cogió la Manola una foicetuca (hoz) que tenía mangada en un recio y fino palo de ablanu (avellano), y la su hermana una pala de dientes que estaba mocha (falta) de un par de pinchos, y así armadas como si fuesen a la guerra, conducidas por el rey de los demonios que moraba dentro de sus espíritus, preparando un alboroto tan sonado y enloquecido que dudo que nada en la vida otro mayor hiciera, con una prisa que por ser ardiente les amagostada (quemaba) la entraña, fuéronse en busca de los gitanos con el invariable propósito, de deshacer el mal trato que con ellas hicieron, y por las buenas o por las malas, recuperar sus dineros y a su pollina Facunda. Cuando llegaron debajo de los hórreos lugar donde ellas sabían que estaban los gitanos y comprobaron que ya de la aldea a tan tempranera hora los foinus (ladrones) ya se habían xebráu (marchado), entonces la pecaminosa folixa (bronca) qu' enguedétcharun (que enredaron) fue tan escandalosa que pusieron en pie de alarma a toda la aldea, y hasta los perros del lugar, ladraban enfurecidos, sin agolifar (oler) por dónde escarrapietchábase (deshacíase) el peligro, pero presintiendo que se encovarachaba (encuevaba) dentro de los falaxes (hablajes) enfogaratáus (fogosos) que alumbraban las gafuróuxas (venenosas) lenguas de las garruxantes Xabarceiras. Las gentes de mi aldea, al escuchar aquel enxame (emjambre) de airadas voces, que todas ellas endubichaban (envolvían) un rosario de fataus (muchas) maldiciones pecaminosas, a tan hora tan ceda (temprana) de la albiada (de la mañana), descumbutcherun (despertaron, levantáronse) del catre donde aun felices algunos descansaban, y comenzaron a asomarse a las puertas y ventanas, y cuando comprobaron de qué se trataba, dieron rienda suelta a sus risas y gozos que les producía la desgracia que consumía a las ramplonzuelas (ladronas) Xábarceiras, que desde el primer día que habían sentado sus vivencias en la aldea, vivían a cuenta de lo que arrapiegaban (robaban) a los vecinos, sin que jamás s’andecharan (hicieran cuadrilla) en una gavita (ayuda) hacia sus vecinos, aunque éstos se reventasen atosigados por el excesivo trabajo. Por eso, cuando aquel amanecer conoció la aldea el timo que los avispados gitanos hicieran en los pequeños intereses de las atuñáes (avaras) Xabarceiras, al espetarles aquel jumento al cambio de la Facunda, que según las manifestaciones juramentadas que públicamente pregonaba con grandes gritos la Manola, estaba murriéndose estingarraón na cortexa (muriéndose acostado en la cuadra), al xebrársele (marchársele) la alegría y el bizarro genio que le había inyectado la tarrasca (borrachera) de marrasquino que le hicieran coger los gitanos, con el fin de que el alcohol le diera por unos momentos las briosas fuerzas de su juventud que la naturaleza por viejo y deshecho ya le había quitado. Pero no conforme Pascualón con este ardid, también le había introducido para que mejor se dibujase en el lugar de su conveniencia, una fogosa guindilla en el furacu (agujero) por donde alumbraba el federosu cuchu (hediondo estiércol), y por estas razones el pobre animal que en el momento del trato obreiráu (aguijonado) por estos reactivos respondió a las aspiraciones de Pascualón para equivocar a las Xabarceiras, ahora ya aquel pollino falto de tales estímulos, no respondía a las gozosas ilusiones de la Manola v su hermana, por eso entrambas y dos estaban llevadas y traídas por el mismo demonio, y en peor genio se ponían, cuando presenciaban a las gentes de mi aldea todas ellas de buen suceso, entamangándu festa ya murga (haciendo fiesta y güasa) de las hasta entonces avispadas Xabarceiras. Así por ejemplo, la muyer del Goxeiru (mujer del Cestero) que por la causa de que la Facunda apartando el rabo p'un lláu (para un lado) y dejando la clica 'l entestate (la matriz al aire libre) permitiera que su alegre burro le anuedara 'l cibietchu (le hiciera el amor) dejándola preñada, pues por esta causa, engarrapoláronse (peleáronse) con ella las Xabarceiras, en una engarradiétcha (lucha) de campeonato, que si no es porque unos hombres de la aldea las separan, la hubiesen esmueliu a tochazus (muerto a palos), pues esta mujer esfargayánduse (deshaciéndose) de risa díjoles: ¿Qué pensabas Manola, que podías equivocar a los gitanos lo mismo que haces con todos nosotros desde que el demonio te trajo sabe Dios de dónde a vivir a esta aldea? ¡Esos filan (hilan) más fino que nosotros mióu nena, por eso no has sido capaz de detener el truñazu (testerazo) que te atizaron cuando pretendías hacer negocio con ellos, que son los mismos hijos de tu padre el diablo! ¡Me parece a mí que este año, si quieres ir a vender por las romerías la fruta qu’escarpenas (que arrancas) de nuestros árboles, vas a tener que llevar las maniegas (cestas) encima de tu mollera! Xofitóu (apoyó) Manuela de Juan de Pacha, que era muy aguda lanzando putchas (sátiras). ¡Qué quieres hacer Manola, hay que armarse de paciencia mióu nena y nunca olvides que el demonio tiene focicu de gochu (hocico de cerdo), aunque en este lleldar (suceder) a tí se te presentara en la fechura (hechura) de Pascualón el gitano, que mucióte (ordeñote) la cuarexa (cartera) y llancote (te plantó) un pollín, que según el tu falar (hablar) regalado es caro. Díjole Filomena la mujer de Julián el Pertegueiru, que tenía una lengua p’aximielgar (mover) con molestosas intenciones a las gentes. Con más arte, que su marido que era áxil (ágil) como un esquil (ardilla) tenía de coraxe (coraje) para sacudir los arizos de los castañales. Estas y otras parecidas sátiras adornadas con risas y juergas de diferente índole, les decían las gentes de mi aldea aquella mañana a las xabarceiras, con intenciones de zaherirlas, porque ni eran sociables. ni menos tenían nada de buenas personas, sino todo lo contrario, aunque si digo la verdad en aquella época, había en mi pueblo peores personas que las Xabarceiras, ya que moraban un piño de fascistones asesinos, que ellos solos se bastaban para tirar tal partido por tierra. Tanto la Manola como su hermana, esnalaban (volaban) hasta los mismos teyáus (tejados) del aburrióxu (ardiente) infierno, dentro de un envenenamiento que hacía xuenzura con la manicomiaura (yunta con la locura), y con sus lenguas harto desatinadas escarnecían todo cuanto existe del cielo abajo y del infierno arriba, y en todo momento eran acosadas por los perros de la aldea, que les buscaban descuido para hincarles los dientes en cualquier lugar de sus escalixerus cuerpos, y al tenor que con rapidez espatuxaben (corrían) iban poniendo al Hacedor y su Creación como un fedoroxu fatu (hediendo trapo), con sus maldiciones y romances pecaminosos, que muchos de ellos nadie en el lugar jamás había escuchado, y dudo que pocas personas podrían endubitchar (enredar) un rosario de ofensas como el que la Manola preparaba. Pero a pesar de ya ser mucho todo esto que enseñaban, dentro de sus mal intencionadas entrañas, muchas más nefastosas intenciones aun se albergaban, y obreiradas (aguijonadas) por ellas, encamináronse afalucháes (arreadas) por el diablo, hasta la casa del pedáneo, que moraba en la fondeirá (en lo hondo) de la aldeina, y cuando ilegaron a las canciétchas (cancelas) y vieron que estaban piescháes (cerradas), aferronáronse (cogiéronse) a ellas con tal arte, y sacudiéronlas con tal fuerza, que al no llegar el perro a ponerles freno, de seguro que dieran en tierra con ellas. Pero la Manola que era en aquellos momentos conducida por todos los demonios nacidos y por nacer, que la habían corrompináu (llenado) con una airada rabia desgalgada (desmandada), no le puso ningún respeto ni menos miedo aquel perro grande armado de carlangas que hasta los mismos lobos les imponía recelo, sino que le hizo frente con su foiceta (hoz) llantándoye (plantándole) un focetazu (golpe con la hoz) en medio de su enorme cabeza, que le hizo al gafu (fiero) perro atropar (guardar) el rabo entre sus piernas, y marcharse glayucandu (aullando) de dolores del lado de aquella mujer que era peor que la más bravía de las fieras. No hicieron caso las Xabarceiras del matauriáu (descalabrado) can qu'ameruxáu de miéu (que plagado de miedo) se marchara del lado de ellas, sino que entrambas en el mismo lleldar (hacer) ximielgaben (sacudían) las cancelas en el parejo encaldar que llamaban al pedáneo de la siguiente manera: ¡Gracianu, Gracianu...! ¿Dóu tás aponiu faldetacu alcaldi de piteru? (¿Dónde estás ruin alcalde de gallinero?). El bueno de Graciano que se encontraba en la corte (cuadra) muciendu (ordeñando) las vacas, al sentir a su perro glayucar endolloriu (ladrar dolorido) y escuchar aquellas voces preñadas de prisa y betchás (ricas) de ofensivas palabras hacia su persona, salió sin pérdida de tiempo del establo con la caramañola (lechera) en la mano, y cuando comprobó quién le reclamaba, díjoles medio enojado, porque enfadado del todo nunca Graciano lo estaba: ¿Qué es lo que queréis condenadas del infierno, donde sin ninguna duda algún día iréis amagostabus (quemaros) esas asquerosas lenguas que tenéis? ¿qué es lo que queréis que tan cedu (temprano) llegáis a la mi puerta, y no en son de paz como es la debida forma, ya que lo primero que habéis hecho, fue partirle la cabeza al perro que intentó poneros el freno que estáis necesitando desde el mismo día que pusisteis los pies en esta aldea, y no contentas con ésto, aun estáis molestando al amo, enloquecidas por el demonio que lleváis dentro de vuestros cuerpos, que sólo vosotras sabéis dónde le encontrasteis, pero que os hace rellumbrare (relucir) como el mismo rellámpagu? (relámpago) ¡Vengo a ordenarte, —dijo la Manola, saliéndole espumarayus (espumarajos) de rabia por su boca—, vengo a mandarte, que te hagas en el momento en perseguidor de los asquerosos y ladrones gitanos, que me engañaron con un burraco que cambié por la mi Facunda, que ahora está estingarraón (tirado, acostado) en la cuadra, sin llixa (fuerza) de sostenerse encima de su cadriles (patas). Graciano que era como ya sabemos, muy agudo y socarrón, comenzó a reírse por lo bajo, porque abiertamente no se decidía ante el temor de no terminar de alterar aquel par de humanas fieras, que muy capaces las creía de pagar en su persona sus cacíus estrapayáus (sus platos rotos), luego poniendo la cantimpla (lechera) entre las manos de su mujer, que había bajado a la corraleda al escuchar tan grande alboroto, y seguidamente, rascándose su cabeza por debajo de su gorra, les dijo a las Xabarceiras con una socarronería que le alegraba satisfactoriamente: —Podéis ir vosotras mismas a buscarlos, ya que tanto os interesa en encontrarlos, porque yo fuera de la aldea y aun dentro de ella, ninguna autoridad tengo, que me obligue a perseguir a nadie, y creo que para hacia la Villa deben de encontrarse, porque poco antes del amanecer les he oído yo pasar por delante de mi casa, y por cierto que llevaban entemangada una allegroúxa folixa (iban formando una alegre juerga), y ahora escurro (discurro) de dónde procedía tan grande gozo que les acompañaba, que ni más ni menos era, del betcháu (rico) trato que al parecer hicieron con la tu Facunda, por la causa de querer ser tu, todavía más gitana que ellos. ¿Qué es lo que me estás diciendo so castrón (cornudo) de los infiernos? ¡Qué no tienes de hombre nada más que el paxierchu qu’enllastica lus tous enxenebráus güesus, (traje que cubre tus fríos huesos), si en todos los lugares de Asturias tienen como autoridades a ejemplares con el mismo esprapayu (disposición, ánimo), que te tiene encibietcháu a ti, más les valdría a las gentes hacer con ellos, lo mismo que yo debía de hacerte a ti! ¡Vaya un alcalde de cuatcháus (cuajados) que en el lugar tenemos, yo no sé lo que estarían pensando los vecinos el día que te han dado la güichá (vara) de mando, porque la verdad es que no sirves ni para tornar (parar) el agua en un banzaucu (remanso) de poca llixa (fuerza)! Le dijo la Manola lanzándole unas envenenadoras y asesinantes miradas, que intencionaban la firme idea de entamangar (hacer) un engarapoláu con él. Graciano, sin hacer mucho aprecio de lo que le estaba diciendo la bruxa xabarceira, sonrientemente le preguntó: ¿Y qué es lo que te gustaría hacerme a mi Manola? ¡Lo primero que te haría so castrón de los infiernos, sería... llantate la foceta (plantarte la hoz) en medio de tu cabeza, fendiéndotela hasta las mismas caxietches del xixu (partiéndotela hasta las mismas células de los sesos), y después te haría el juicio de por qué fuiste condenado a morrer (morir), que sería por el cobardoso delito, de no saber defender los intereses de la aldea, como es tu obligación de alcalde, y también por consentir, que xentes arrobonas (gentes ladronas), colen del chugar (marchen de la aldea), haciendo festa ya murga (fiesta y güasa), ximielgánduse lus cuartus na cuarexa quei arraguñarun a lus tous vecinus (moviendo los dineros en su cartera, que fueron fruto del robo que hicieron a tus vecinos), por la causa de tener un pedáneo, escasáu de coyones, ya betcháu de plumes de pituca llueza! (seco de cojones, y rico de plumas de gallina clueca). Estas palabras tan poco delicadas y tan grandemente ofensivas, no le sentaron nada bien a Graciano, a pesar de ser él, hombre tranquilo y transigente en gran medida, quizás las hubiese deximíu (olvidado) si su mujer no estaviese presente, pero al no ser así, a Graciano no le cupo otra alternativa, que intentar castigar a aquella desvergonzada que le estaba tratando lo mismo que si él fuese en vez de un hombre y por más primera autoridad de la aldea, no fuese nada más que un enyordiáu pingayu (un sucio pingajo), por esto, destinado Graciano en hondura donde jamás se había presenciado, se arrimó a la Manola con miras d'acoyela (de cogerla), y propinarle un par de ximielgones (sacudidas) y meterle el miedo y la vergüenza en el cuerpo a aquella deslenguada, aunque no fuese nada más, que para demostrarle a su mujer, que un hombre siempre es un hombre, aunque su mujer le pegue, le engañe y le convierta en cabrón por considerarle baldrayu (cobarde). Pero lo que no pudo imaginar Graciano, era que la Manola no se amilanaba ante nada ni nadie, y para demostrárselo, dio un paso hacia atrás para dejar trecho de combate, y enarbolando su focetina (hoz) en el aire, apurrióye (diole) con ella un fuerte y certero golpe en su cabeza, que hizo que el pobre pedáneo se esmurgazara (se cayera) en el santo suelo privado del conocimiento, manando un remexu (un chorro) de sangre, por una mancaúra (herida) que le había nacido repentinamente en el canto una vidatcha (sién). Y así en esta ridícula y dolorosa postura, atendido por su mujer ante la cual el Graciano pretendía convertirse en un héroe, le dejaron las Xabarceiras, que colaron (marcharon) de su casa, perseguidas de cerca por el rencoroso perro de Graciano, que les ladraba enfadado, más por el golpetazo que a él le habían apurriu (dado), que por el que le allantaron (dicran) en el pericote (alto) de la mollera de su amo. Amanicomionáes fasta ‘l más espurrir y'encoyer (enloquecidas hasta el más estirarse y encogerse), Ilegaron las Xabarceiras a su casa guiadas por el mismo espíritu de lucha que en ellas no cejaría hasta que no pudiesen dar con los gitanos, aunque menester fuérales perseguirlos hasta los quintos infiernos, y para sacarlos de este antro, con el fin de conseguir lo que les pertenecía, estaban decididamente dispuestas a partirle los cuernos al propio diablo lo mismo que terminaban de hacer con el pedáneo Graciano. Así pues, sin perder ni tan sólo un minuto de tiempo, sacaron de la cuadra el cadarmoúxu (cadavérico) burro de Pascualón el gitano, y la Venancia tirando del ronzal, con tal xuxeante llixa (crecida fuerza) que si pudiese le llevaría arrastrando, y su hermana Manola apuxada (soplada) por un demonio con peor genio aun, iba detrás del desventurado pollino apurriénduye (atizándole) sin descanso barganazu tras barganazu (palo tras de palo), encima del llombu (lomo) del pobre y descuaxaringuetáu (deshecho) pollino, para que caminase con prisa, y tal hacía la desdichada bestia, y no tanto por huir de los palos a los cuales ya debía de estar bien acostumbrado, sino por intentar aflojar el dogal del que tiraba Venancia, y así de esta forma y siempre en pos de los gitanos, se dirigían a la Villa donde aquel día había mercado. Hicieron entrada en el mercado las Xabarceiras arremexandu (remojadas) en sudor, producido por el cansancio de la larga caminata, y por la desmesurada rabia que a entrambas y dos las atenazaba. Y mismamente al lado de la fragua del ferreiru (herrero) que aquel día tenía endemasía trabajo, agüeyarun (avistaron) a la Facunda, y al lado de ella muy sonriente y gozoso se encontraba el gitano, que tampoco perdía su tiempo, pues ya estaba tratando de venderla o de cambiarla a un paisano que en la sazón la estaba registrando, pero plantándose la Manola delante de Pascualón, le dijo con el hambre retratada en sus ojos de atizarle un par de focetazus: ¿Qué barro me has espetado en el trato so ladrón? ¡Haz el favor de devolverme ahora mismo mi pollina, así como los dineros que me arraguñaste (arañaste), si quieres que este espineroso y mentecato trato que conmigo has hecho, tan sólo se quede en un inolvidable enfado! Pascualón no le hizo mucho caso a las palabras rogativas de la Manola, y así empujándola para un lado con cierto desprecio, a la par que la miraba amenazadoramente le dijo: ¡Quítese delante de mi vista mujeraca de los infiernos, y deje ya de molestarme en mi trabajo, y no olvide nunca, que el que hace un trato con Pascualón, lo tiene hecho para ciento y un años, y ahora lárguese y déjeme tranquilo, que estoy en buenos tratos con este paisano! Nunca peor hiciera el gitano en toda su existencia, pues antes de que se percatase del peligro que le rondaba, la foicina (hoz) de la Manola caía sobre su cabeza con la fuerza de un rayo, escantoyándoila (hiriéndosela) por un par de xeitus (sitios), que hicieron que Pascualón sin gurniar (decir) palabra, se enclicara (se cayera) en el enllordiáu (sucio) suelo, falto de sus sentidos, y alumbrando tanta sangre por sus heridas como un gochu (cerdo) cuando lo están achuquinandu (matando). Nisti telar atopábase (de esta forma se encontraba) Pascualón, con el cerebro escosáu (seco) d'afechu (del todo), por mor de aquel inesperado golpetazo, que le había llegado de manos de quien él menos esperaba, cuando Antonio, un guardia civil del cuartelillo de la Villa, que había presenciado todo el achuquinante xocesu (sangriento suceso), por encontrarse este guardia al lado de la ferrería, enzolánduse fatáus de culetinus de xidre, (bebiendo copiosos vasos de sidra), en amigable compañía con unos paisanos, en el chigrín (bar) de la Faba Prieta (la Haba Negra). Por eso, cuando vio esmurgazarse (caerse) en el suelo por mor del focetazu que le allumara (alumbrara) la Manola al foin del gitano, fue el guardia acochetráu (acelerado, rápido) al lugar del amagüestu (la quema), con el buen fin de encaxinar (encajar) el orden en aquel descalabramiento, nada más que el guardia llegó, afogárunse lus aburióxus (se ahogaron los ardientes) ánimos de otros gitanos, que lleldáus (hechos) dentro de una folixa (bronca) engafuróuxa (envenenada), intentaban acorralar a las dos Xabarceiras, que ya en la sazón se habían aferronáu (cojido) a la Facunda, y dejado libre al jumento del gitano. Mientras tanto, el herido de Pascualón ayudado por el guardia y por otros gitanos, que aun seguían con voces enardecidas maldiciendo y amenazando a las Xabarceiras, como cuento, se puso Pascualón en pie aun medio temblando al volver del desmayo, y con todo su rostro plagado de escandalosa sangre, demostrando que fuera del dolor que pudiera sufrir, el condenado no estaba en trance de mayores males en su cuerpo, no así en sus intereses como veremos seguidamente. «UN XUEZ D’ESQUILONA» (UN JUEZ DE CAMPANILLAS) Era el señor Juan Antonio un falangista digno de ser emulado por el más honrado servidor bien fuese Roxu (Rojo) Prietu (Negro) o Amarietchu (amarillo), era en verdad un hombre Joseantoniano que sin llevar camisa azul con el yugo y las flechas bordados en la pechera, como muchos otros pingayus (pingajos) que yo he conocido, que siempre iban uniformados con su camisa azul y corbata negra, dándoselas en todo momento de buenos falangistas, y no siendo nada más que unos verdaderos mierdas. El señor Juan Antonio era un hombre que llevaba siempre prendido en su espíritu los Nobles y Hermosos Credos de la Falange, con sus Humanidades y Libertades manifiestas, y los sabía cumplir porque los había aprendido en derechura, tal como el Mártir de su Fundador los había creado, para el bien de la Patria y de todos sus hijos. ¡Qué poco sabía José Antonio, que su Maravillosa Doctrina iba a ser manejada por algunos hombres, que cometerían con Ella verdaderos asesinatos y atropellos de toda índole. Pero dejando esto de lo que trataré algún día con mejor cuidado, y acogiéndome al hilo de la historia de la que estoy tratando, diré, que el juez de la Villa era este Caballero, que vivía al lado del mercado, y que era un hombre muy justo, amigo de los razonamientos, inteligente y también un campesino que amorosamente trabajaba sus campos. Cuanto yo, que cuando aquella gresca estaba con su apogeo, salió el juez de su casa para percatarse de aquel ardoroso tiberio (lío que se amagostaba (quemaba) frente a la puerta de su morada, y cuando vio que era un gitano el causante del sangriento escándalo que se enseñaba, díjole al guardia con ardientes deseos de hacer la Justicia en aquel endubiérchu (enredo). ¡Antonio, hágame usted el favor de llevar ahora mismo hasta el Juzgado, a todas las gentes que dieron vida a esa sangrienta engarradiétcha (pelea), para encalducar la xusticia que anda escosá 'n dalgún d'echu (hacer la Justicia que anda seca en alguno de ellos). Así que las Xabarceiras y el escantoyáu (herido) Pascualón hiciéronse presentes en el Juzgado, ante los escrutadores ojos del señor juez, pusiéronse los tres al mismo tiempo a hablar en su defensa, acusándose los unos a los otros dentro de un rosario de palabras injuriosas y amenazantes, que de nuevo los ponía en el atajo de volver a engarrapolarse (pelearse). Pero el señor Juan Antonio fiel repartidor de la Justicia, aporreó con sus nervudas y fuertes manos un mazazo encima de la mesa, que por muy poco la desarma en un montón de astillas, ya que era el juez un bigardón (mozarro) de más de dos metros de estatura, tan fuerte y resistente como una montaña. Y al parejo que tal golpe sacudía, dijo engrifandu (arrugando) su hocico al lar del enfado: ¡Hágamne el favor, y procuren que no tenga que llamarles de nuevo la atención, de hablar tan sólo el que yo le pregunte! Y al decir esto, miró tan condenadoramente al gitano, que éste, que se sabía culpable de muchos engañosos tratos que había efectuado en todo aquel concejo, no pudo menos que ya considerarse culpable, antes de que el juicio comenzara. ¡Vamos a ver Manola, hoy como no tengo mucha prisa ya que el llabor (labor) no me apremia, cuéntame tú la primera con toda clase de pelos y señales, lo que te ha sucedido, para que le escantoyaras (deshicieras) la mollera a este paisano, del que ya tengo oídas que no es la primera rapiega qu'esfuecha (zorra que despelleja) ni tampoco será la última, porque el que fai 'n maniegu fai 'n cientu, dandoi banietches ya tiempu! (el que hace un cesto hace un ciento, si se le da, varas y tiempo). ¡No fue solamente este condenado y útre de xitanu (buitre de gitano) el que salió amatauriáu (con heridas) de este asunto escontramundiáu enrevesado), que prestase usted con tan buen tino a escantexayu (arreglarlo) señor xuez (juez). Pues también al pedáneo de la mi aldeina me vi en la apremiante necesidad d'apurriye (de darle) un par de galgazus (estacazos) en mitad de la cabeza de magüetu (bestia) que tiene, por el no querer acaidonar (dirigir) la justicia en el camino de la razón, como corresponde a su condición y obligación de alcalde del chugar! (lugar). ¡Por la Virxen (Virgen) de los Remedios Manola, no vaigues (vayas) a decirme que por mor de este foín (ladrón) de gitano, tuviste que fendeye (partirle) la cabeza al pobre Graciano!, dijo el juez alegrando su rostro dentro de una llixerina (ligera) risa. ¡Sí señor juez, así ha sucedido! Afirmó la Manola, y seguido le contó todo el suceso desfigurándole y haciéndole más rentable a su favor. El juez casi sin poder detener la risa que le regocijaba su espíritu natural y noble, dijo intentando enmarcar en su rostro la seriedad que no era capaz de hacer: ¡Has hecho muy bien Manola, pues yo entiendo, que el que tiene el delicado oficio d'encaidonar (de dirigir) la justicia, y traiciona tan derecho menester, debe de ser castigado con más entaine (fuerza), que aquellas otras personas, que tienen la obligación de la ley obedecer. Así pues, si en mis manos estuviera te premiaría, por la valentía que has usado al defender la justicia y la libertad de tus intereses! ¡Y ahora... sigue, sigue Manola, y cuéntame todo el suceso en sin mucitche (ordeñarle) ni una migátchina (migaja), que me presta mucho mióu nena (que me agrada mucho mujer). ¡Escúcheme bien señor juez, y júrole por adelantado que cuanto le voy a decir, no se xebra (marcha) de la verdad en nada, y todo ello no es nada bueno ni para mis intereses que han quedado esgazáus d'afechu (rotos del todo), ni tampoco para este gitanu que vé usted aquí tan humildemente con la cabeza gacha, queriendo dar a entender que no ha roto en toda su vida un mal plato, y lleva desde que ha nacido viviendo a cuenta de sus bien urdidos tratos, que tal parece que para industriarlos le ayuda en todo momento la brujería o el mismo diablo! ¡Verá usted señor juez! —Ayer cuando el sol se esfumía (marchaba) por detrás del penón (peña) picutrera (sierra de las águilas), que es la hora d’atapecer (oscurecer) la tarde, llegó este llimiagu (baboso) de gitano a caballo de su adefexu de pollín hasta la misma puerta de mi casa con mires de tentarme la necesidad que me arretrigaba, porque usted bien sabe que nosotras nos dedicamos a correr (vender) la fruta, por todas las romerías y lugares de los tres conceyus y de esta manera nos ganamos nuestra vida muy decente y honradamente, pues como le estoy diciendo, no sé cómo este condenado se enteró que la nuestra pollina estaba próxima a parir, y claro, al encontrarse la probitina en tal estado, no nos podía servir para nuestro trabajo, por eso, tentadas por el embrujo, la engañadora palabra y la buena presencia que en aquel momento se ensenoraba en el pollín de este fartonzón (comedor), enguedeyóume (me enredó) este bruxu (brujo) de gitano, con el endemoniado trato que conmigo hizo, que si tarda mucho tiempo en deshacerse de nuevo, se me va escosar el xuiciu (secar el juicio), y va a dexame Ies caxierches del celebru tan enxenebráes d'entendedeiras, que vóu bazcuchame abondu más cedu de lu qu'usté cunta na mesma amanicomiaúra (dejarme los sesos del cerebro tan fríos de entendimientos, que se me van a vertir mucho más temprano de lo que usted piensa en el mismo manicomio). —El caso fue señor juez, que el burro que traía este foinacu (ladronzuelo) de gitano, estaba en conciencia de él bien preparado, para dejarme a mi despreparada de intereses, pues el pollicaco con un fatáu de caxilonainus (montón de cajilones) de marrasquino que le daban calor y fuerza a su banduévu (panza), hacían de él por el motivo de la alegre tarrasca que lu encibiechaba (borrachera que lo trenzaba), un burrón con buena llixa ya xuxeáu xeniu (fuerza y crecido genio). Y por si fuese poco esto que le cuento, todavía para que el pollino mejor se dibujase, llantárale este achuquinador de gitano, una rabiosa guindilla por debajo de la cola, mismamente dentro del oscuro agujero que alumbra el recimo de los hediondos cagayones, según descubrí yo misma hoy por la mañana justamente cuando ya era demasiado tarde. Y todavía por si estas dos demoníacas trampas no fuesen suficiente este banduerru (indeseable) de gitano, de tal manera me dibujó su jumento que desatinada me trae en este juicio, que me hizo de él un semeyu (retrato) que yo papéilu (creílo) entero, y consideré al pollín como el mejor burro de toda la burrería de gitanacus y aldeanos. Por esto señor juez, le di al cambio de tan falsa y ençañadora presea, la mi pollina Facunda y sesenta pesetas encima, y con estas prendas en nada faisas, xebróuxe (marchose) de mi vera este maldito gitano, tirando del ramal de la mi Facunda, que no quería la probitina del mi lado marcharse, quizás porque presintiera al ser más lista que yo, en la triste desgracia que me dejaba este baldrayu (cobarde) de gitano, que se alejaba de mi casa haciendo que ruxeran (sonaran) los mis dineros en su bolsillo, a la par que se iba riendo de gozo y alegría por la causa del betcháu (rico) negocio que encima de mi pobreza hiciera este desalmado de gitano. Pascualón que ya tenía lleldáu (hecho) en su pensamiento axuquerándose (apoyándose) en las anabayáes güeyáes (acuchillantes miradas) que le dirigía insistentemente el juez que aquel juicio lo tenía bien perdido, cuando escuchó a la Manola decir que le había entregado sesenta pesetas, puso el glayíu (grito) en el cielo jurándole al juez por el Cristo de los gitanos y la Virgen de los cristianos, que la Manola estaba mintiendo, pues tan sólo le había dado sesenta reales. El juez, escuchó por breves momentos a Pascualón en su defensa, y después poniéndose en pie y mirándole acusadoramente desde su montañosa humanidad, a la par que señalándole con su dedo índice que era más grueso que la muñeca del gitano, le dijo con palabras que marcaban el denodado desprecio que sentía hacia estas pobres y desdichadas gentes: ¡Sesenta reales por cuatro lados, que hacen justamente lo que le arraguñaste (arañaste, robaste) a esta desventurada muyerina. No me cave la menor duda que yo os conozco muy bien, ya que siendo yo niño otros gitanos como tu también engañaron a mi padre, por eso puedo juzgarte con propiedad y conocimiento de causa, porque sé que no vivís nada más que de el timo y del engaño y de vuestras cestas, que mientras las tejéis pensáis en la forma de hacer vuestras trapisondas cada día con mejor cuidado! Díjole el juez encabronáu (enfadado) en tal postura que sus mejillas se le pusieron del mismo color de las brasas, en el lleldar que no le quitaba los ojos de encima, mirando tan condenadoramente al esquelético rostro del gitano, que iba ser en parte engañado lo mismo que el señor juez, por la paraximesqueira de la Manola. ¡Pero señor juez, habló enloquecido en su defensa el pobre Pascualón, a la par que a sus ojos vivarachos afloraban unas rebeldes lágrimas que tal vez fuesen fruto de la rabia que le producía el ser tan miserablemente robado por aquella aldeana de los infiernos que él en un principio pensaba que era la mujer más tarangona (tonta, imbécil) que había conocido en su vida de bien urdidos timos y enredosos tratos. ¡Pero señor juez! ¡Sesenta pesetas no las he tenido yo juntas desde que baltiarun (tiraron) la República, donde el pobre podía vivir con más libertad, y con más justicia que usted a mi me está haciendo! ¿No comprende usted señor juez, que con sesenta pesetas hoy día se compra un buen burro y aun sobra dinero? ¡Lo que yo comprendo muy bien es que eres un redomado timador y un despreciable ladrón de cuerpo entero, y como no me puedes demostrar con personas de orden y honradez lo contrario, le has de pagar en media hora los dineros que le has timado a esta pobre mujer, y le devuelves su pollina, que ella con buen contento te hará entrega de tu jumento, y tu harás con esté difunto viviente, lo que ahora como final de sentencia yo te dictaré! ¡Cómo este pollín que nos trae en discordia ya no está para hacer ninguna clase de trabajo, y sabiendo todos los que por ser gentes del campo entendemos de animales, que a un burro; es la leche que se le puede ordeñar, que no es otra que su trabajo, yo como juez de este Juzgado, de la muy noble y astur Villa, te condeno a ti, que te llaman todos Pascualón el gitano, y yo te llamaría Pascualín el de los sucios enredos, a que me traigas ante mi presencia, el pellejo de este jumento, y de esta forma sencilla y eficiente, se atajará de una vez por todas el mal por su comienzo, y no ha de ser jamás este pollino equivocador de nadie más! ¡Y que quede bien entendido, que si te xebras de este concejo, sin traerme antes el pellejo del tu jumento, mandaré a los civiles que te persigan hasta que den contigo, y les ordenaré que bien atado te conduzcan ante mi presencia, y aquí, con estas mis manos que no fueron hechas para manejar una pluma, ni menos para detenerse en ningún papeleo, a los cuales yo considero innecesarios cuando la justicia está tan clara como la luz de este hermoso día, como te digo Pascualín de los enredos, con estas mis manos, que saben muy bien manejar el arado, el guarabeñu (guadaña) y la fexoria (azada), para trabajar dentro de la honradez con muchos sudores y esfuerzos la tierra, con estas mis manos que fueron capaces de empuñar un fusil, y luchar sin rencor ni miedo en defensa de unos derechos humanos a los cuales yo considero justos, dentro de la mermada justicia que los hombres sabemos hacernos, con estas mis manos yo te digo Pascualín de los enredos, que l'arrabucaré (le quitaré) el peyeyu (pellejo) al tu jumento, en el preciso momento que haré lo mismo con el tuyo propio, y de esta sencilla manera, libraré a la sociedad de un pioyón (piojo), que al igual que hay muchos que con libertad campean y viven sin doblar el renaz (espinazo) a cuenta del sudor ajeno! Ante la firme sentencia de aquel juez, que maneja las leyes con la misma fuerza y natural justicia con que empuñabá el llabiegu (arado) para arrancarle a la tierra el justo 'precio de su trabajo quedó Pascualón en lo más bajo de sus sufrimientos y las Xabarceiras en lo más alto de sus alegrías, porque habían conseguido con su lucha desesperante y fiera, una victoria que a fuer de verdad, en una parte no era justicia. Sin embargo Pascualón, tras quedarse unos momentos silencioso y meditabundo, díjole a la postre al juez sin ápice de miedo y con la valentía que le azuzaba, al sentirse timado por aquellas mentecatas dentro de la ley y en el mismo limo que él había pensado que les había hecho: ¡Bien está señor juez, que le devuelva a estas paisanacas su pollina Facunda, también entro en sacrificar a mi burro y traerle su pellejo, no me opongo a pagarles los sesenta reales que en el desastroso trato que con estas hijas de satanás hice, que a cambio de mi jumento ellas me han entregado, pero por lo que sí protesto, es por las cuarenta y cinco pesetas de más que tengo que pagarles, y considero que esto es el timo más vergonzoso que jamás le han dado a ninguno de mi clase. Así que… señor juez supuesto que es usted hombre justicioso, le pido que atienda mis honrosas razones, y haga la Justicia sin que ninguno de ella tengamos que avergonzarnos! ¡Yo no sé Pascualín de los enredos, timador de poca monta y menos clase lo que Dios debe saber en las verdades, yo no sé si tu has cobrado lo que dices, o si ellas han pagado lo que afirman, yo soy hombre y como tal no he de avalarme en errores que se xebran de mi alcance, sólo sé que yo he dictado justicia ateniéndome a los hechos que se nombran, y hecho está que tu eres el culpable, y suerte tienes que estas buenas paisaninas, no te hubieran reclamado ciento veinte veces más crecidos, esos dichosos sesenta reales porque si así fuese, no tendrías más remedio, que sin más protestas abonarles! Todos en mi aldea aquella tarde, esperábamos con marcado disimulo, y satisfactoria alegría, que retornaran de la Villa las despreciables Xabarceiras, por el Humano hecho de reírnos y mofarnos de su desgracia, y creo que todos teníamos creído, que iban a retornar otra vez con aquel moribundo pollino, a no ser, que a fuerza de barganazus (estacazos) le hubiesen achuquináu (asesinado) en el camino. Así pues, los vecinos se repartían haciéndose que trabajaban, por las diferentes huertas colindantes con el camino por donde ellas tendrían que regresar, y algunos chiquillos dentro de las malsanas intenciones de guasearnos de ellas por adelantado, fuimos a su encuentro en un trayecto de más de tres kilómetros, para entrar escoltándolas en la aldea, haciendo verbena a la fiesta que teníamos acordado prepararles. Al fin las vimos retornar, y cuánto desprecio, ansias de sátira y risa sentíamos por ellas, tornose de pronto en respetuosa admiración, pues atónitos pudimos comprobar, que no sólo traían con ellas a su burra Facunda, sino que al lado de ésta traían un estupendo pollino que habían mercado con los dineros que supieron sacarle al avispado gitano, demostrándonos a todos, que el vencedor aunque odiado y despreciado por ser en demasía nefastoso, siempre es admirado y temido, ante el temor de por él, ser humillado y avasallado. Esta es una condición de la cobarde masa Humana, que al vencido aunque éste sea caballeroso y honrado, le solemos despreciar terminando de aniquilarlo, mientras que al vencedor, aunque sea lo más despreciable que imaginarse puede, le cubrimos su camino de rosas y de regalos.
    ————————
    Axabarciar, entiéndese por vender, tratar, comerciar a pequeña escala, con frutas, huevos, gallinas, etc., etc., etc.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > axabarciar

  • 5 himself

    1) (used as the object of a verb or preposition when a male person or animal is the object of an action he performs: He kicked himself; He looked at himself in the mirror.) se, sí mismo
    2) (used to emphasize he, him or the name of a male person or animal: John himself played no part in this.) él mismo
    3) (without help etc: He did it himself.) él solo, él mismo
    himself pron
    1. se / él mismo
    2. él mismo / sí mismo
    tr[hɪm'self]
    1 (reflexive) se; (alone) solo, por sí mismo
    2 (emphatic) él mismo, sí mismo, en persona
    he told me so himself me lo dijo en persona, me lo dijo él mismo
    himself [hɪm'sɛlf] pron
    2) (used emphatically) : él mismo
    he did it himself: lo hizo él mismo, lo hizo por sí solo
    pron.
    se pron.
    hɪm'self
    a) ( reflexive)

    he cut/hurt himself — se cortó/lastimó

    very strange, he thought to himself — -muy raro -pensó para sí or para sus adentros

    b) ( emphatic use) él mismo
    [hɪm'self]
    PRON
    2) (emphatic) él mismo; (after prep) sí (mismo)

    he went himself — fue él mismo, fue en persona

    he came by himself — vino solo

    he's not himself — no se encuentra nada bien

    * * *
    [hɪm'self]
    a) ( reflexive)

    he cut/hurt himself — se cortó/lastimó

    very strange, he thought to himself — -muy raro -pensó para sí or para sus adentros

    b) ( emphatic use) él mismo

    English-spanish dictionary > himself

  • 6 spot

    spot
    1. noun
    1) (a small mark or stain (made by mud, paint etc): She was trying to remove a spot of grease from her skirt.) mancha
    2) (a small, round mark of a different colour from its background: His tie was blue with white spots.) punto
    3) (a pimple or red mark on the skin caused by an illness etc: She had measles and was covered in spots.) grano
    4) (a place or small area, especially the exact place (where something happened etc): There was a large number of detectives gathered at the spot where the body had been found.) sitio, lugar
    5) (a small amount: Can I borrow a spot of sugar?) poquito

    2. verb
    1) (to catch sight of: She spotted him eventually at the very back of the crowd.) ver
    2) (to recognize or pick out: No-one watching the play was able to spot the murderer.) reconocer
    - spotlessly
    - spotlessness
    - spotted
    - spotty
    - spottiness
    - spot check
    - spotlight

    3. verb
    1) (to light with a spotlight: The stage was spotlit.)
    2) (to show up clearly or draw attention to: The incident spotlighted the difficulties with which we were faced.)
    - on the spot
    - spot on

    spot1 n
    1. grano
    2. lunar / topo
    3. lugar / sitio
    spot2 vb notar / ver
    they've spotted us! ¡nos han visto!

    spot /(e)s'pot/ sustantivo masculino (pl
    spots) tb spot publicitario ( espacio) slot;
    ( anuncio) commercial, advertisement (BrE) ' spot' also found in these entries: Spanish: afear - aprieto - apuro - brete - débil - debilidad - flaca - flaco - grano - lance - llaga - luminosa - luminoso - lunar - mancha - merendero - paraje - parte - pinta - rincón - salir - sebo - solana - acto - atinado - caer - chispear - clavado - conflictivo - encontrar - espinilla - paso - preciso - punto - vaina - ver English: beauty spot - come off - commercial - penalty spot - spot - spot-check - spot-on - tight - beauty - blind - breezy - distant - frozen - hide - hot - place - rooted - sun - tender - trouble - wonder
    tr[spɒt]
    1 (dot) punto; (on fabric) lunar nombre masculino, mota; (on animal) mancha
    2 (mark, stain) mancha
    3 (blemish, pimple) grano
    4 (place) sitio, lugar nombre masculino
    what a lovely spot for a picnic! ¡qué lugar más bonito para un picnic!
    5 (area of body) punto; (flaw) mancha
    weak spot punto débil, punto flaco
    6 (fix, trouble) lío, aprieto, apuro
    8 familiar (small amount) poquito, poquitín nombre masculino; (drop) gota
    a spot of bother un problemilla, un pequeño disgusto
    9 (position) puesto
    11 SMALLAMERICAN ENGLISH/SMALL familiar (banknote) billete nombre masculino
    1 (notice) darse cuenta de, notar; (see) ver; (recognize) reconocer; (find) encontrar, descubrir; (catch out) pillar
    can you spot the mistake? ¿puedes descubrir el error?
    2 (mark with spots) motear; (stain) manchar, salpicar
    1 SMALLBRITISH ENGLISH/SMALL (rain) chispear, lloviznar
    1 (price, cash) contante, al contado
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    on the spot (at once, then and there) en ese mismo momento, en el acto, allí mismo 2 (at the place of the action) en el lugar del los hechos, en el lugar del crimen 3 (without moving away) en el lugar
    to knock spots off somebody (defeat) vencer fácilmente a alguien 2 (surpass) dejar atrás a alguien
    to put somebody on the spot poner a alguien en un aprieto
    to spot the winner elegir el ganador
    penalty spot punto de penalti
    spot cash dinero contante
    spot check control nombre masculino hecho al azar
    spot fine multa que se paga en el acto
    spot welding soldadura por puntos
    spot ['spɑt] v, spotted ; spotting vt
    1) stain: manchar
    2) recognize, see: ver, reconocer
    to spot an error: descubrir un error
    spot vi
    : mancharse
    spot adj
    : hecho al azar
    a spot check: un vistazo, un control aleatorio
    spot n
    1) stain: mancha f
    2) dot: punto m
    3) pimple: grano m
    to break out in spots: salirle granos a alguien
    4) predicament: apuro m, aprieto m, lío m
    in a tight spot: en apuros
    5) place: lugar m, sitio m
    to be on the spot: estar en el lugar
    adj.
    contante adj.
    disponible adj.
    n.
    asiento s.m.
    chafarrinón s.m.
    desdoro s.m.
    deslustre s.m.
    espacio publicitario s.m.
    lugar s.m.
    lunar s.m.
    mancha s.f.
    mancilla s.f.
    mácula s.f.
    paraje s.m.
    pinta s.f.
    puesto s.m.
    sitio s.m.
    v.
    amancillar v.
    chafarrinar v.
    macular v.
    manchar v.
    mancillar v.
    tiznar v.
    vislumbrar v.

    I spɑːt, spɒt
    1)
    a) ( dot - on material) lunar m, mota f, pepa f (Col, Ven fam); (- on animal's skin) mancha f

    to knock spots off something/somebody — (colloq) darle* cien or cien mil vueltas a algo/alguien (fam), darle* sopas con honda(s) a algo/alguien (Esp fam)

    b) (blemish, stain) mancha f
    c) ( pimple) (BrE) grano m, espinilla f (AmL)

    she broke out o came out in spots — le salieron granos

    2)
    a) (location, place) lugar m, sitio m

    on the spot: firemen were quickly on the spot los bomberos se presentaron sin demora en el lugar del siniestro; he had to decide on the spot tuvo que decidir en ese mismo momento; they were killed on the spot los mataron allí mismo; on-the-spot fine multa que se paga en el acto; to be rooted to the spot — quedarse clavado en el sitio or paralizado

    to be in a (tight) spot — estar* en apuros or en un lío or en un aprieto

    to put somebody on the spot — poner* a alguien en un apuro or aprieto

    3) (of character, personality) punto m

    you've touched a rather sore spot therehas puesto el dedo en la llaga

    to have a soft spot for somebody/something — (colloq) tener* debilidad por alguien/algo

    to hit the spot — (esp AmE) caer* muy bien

    4)
    a) ( drop) gota f
    b) ( small amount) (BrE colloq) (no pl)

    do you fancy a spot of supper? — ¿quieres cenar algo?

    5) (Rad, TV) ( time) espacio m

    a commercial spot — un spot publicitario, una cuña publicitaria, un anuncio

    6) (position, job) (AmE) puesto m

    II
    1) \<\<error\>\> descubrir*; \<\<bargain\>\> encontrar*

    he finally spotted her in the crowdal final la vio or la divisó or (AmL tb) la ubicó entre el gentío

    2) ( mark) (usu pass) manchar
    [spɒt]
    1. N
    1) (=dot) lunar m
    - knock spots off sb
    2) (=stain, mark) mancha f

    spots of blood/grease — manchas de sangre/grasa

    3) (Med) (=pimple) grano m, granito m

    she broke out or came out in spots — (=pimples) le salieron granos en la piel; (=rash) le salió un sarpullido, le salieron granos en la piel

    he's covered in spots — (=pimples) está lleno de granos; (=rash) le ha salido un sarpullido por todo el cuerpo, está lleno de granos

    measles spots — manchas fpl de sarampión

    beauty 2.
    4) (=place) sitio m, lugar m ; (=scene) escena f, escenario m

    it's a lovely spot for a picnices un sitio or lugar precioso para un picnic

    a tender spot on the armun punto or lugar sensible en el brazo

    an accident black spot — un punto negro para los accidentes

    night spot — centro m nocturno

    on the spot — (=immediately) en el acto; (=there) en el mismo sitio

    to pay cash on the spot(US) pagar al contado

    his soft spot — su debilidad, su punto flaco, su lado flaco (LAm)

    his weak spot — su debilidad, su punto flaco, su lado flaco (LAm)

    to know sb's weak spots — conocer las debilidades de algn, saber de qué pie cojea algn *

    - touch a sore spot
    5) (Brit) * (=small quantity) poquito m, pizca f

    just a spot, thanks — un poquitín, gracias

    a spot of botherun pequeño disgusto

    we had a spot of rain yesterday — ayer se sintieron gotas de lluvia

    we're in a spot of troubleestamos en un pequeño apuro

    6) (=difficulty) apuro m, aprieto m

    to be in a (tight) spot — estar en un apuro or aprieto

    now I'm really on the spot — ahora me veo de verdad entre la espada y la pared

    to put sb on the spot — (=put in difficulty) poner a algn en un apuro or aprieto; (=compromise) comprometer a algn

    7) (Rad, Theat, TV) (in show) espacio m ; (Rad, TV) (=advertisement) espacio m publicitario
    8) * (=spotlight) foco m
    2. VT
    1) (with mud etc) salpicar, manchar ( with de)
    2) (=notice) darse cuenta de, notar; (=see) observar, darse cuenta de; (=recognize) reconocer; (=catch out) coger, pillar
    3.
    VI
    4.
    CPD

    spot cash Ndinero m contante

    spot check Ncomprobación f en el acto, reconocimiento m rápido

    spot-check

    spot fine Nmulta f que se paga en el acto

    spot market Nmercado m al contado

    spot price Nprecio m de entrega inmediata

    spot survey Ninspección f sorpresa

    * * *

    I [spɑːt, spɒt]
    1)
    a) ( dot - on material) lunar m, mota f, pepa f (Col, Ven fam); (- on animal's skin) mancha f

    to knock spots off something/somebody — (colloq) darle* cien or cien mil vueltas a algo/alguien (fam), darle* sopas con honda(s) a algo/alguien (Esp fam)

    b) (blemish, stain) mancha f
    c) ( pimple) (BrE) grano m, espinilla f (AmL)

    she broke out o came out in spots — le salieron granos

    2)
    a) (location, place) lugar m, sitio m

    on the spot: firemen were quickly on the spot los bomberos se presentaron sin demora en el lugar del siniestro; he had to decide on the spot tuvo que decidir en ese mismo momento; they were killed on the spot los mataron allí mismo; on-the-spot fine multa que se paga en el acto; to be rooted to the spot — quedarse clavado en el sitio or paralizado

    to be in a (tight) spot — estar* en apuros or en un lío or en un aprieto

    to put somebody on the spot — poner* a alguien en un apuro or aprieto

    3) (of character, personality) punto m

    you've touched a rather sore spot therehas puesto el dedo en la llaga

    to have a soft spot for somebody/something — (colloq) tener* debilidad por alguien/algo

    to hit the spot — (esp AmE) caer* muy bien

    4)
    a) ( drop) gota f
    b) ( small amount) (BrE colloq) (no pl)

    do you fancy a spot of supper? — ¿quieres cenar algo?

    5) (Rad, TV) ( time) espacio m

    a commercial spot — un spot publicitario, una cuña publicitaria, un anuncio

    6) (position, job) (AmE) puesto m

    II
    1) \<\<error\>\> descubrir*; \<\<bargain\>\> encontrar*

    he finally spotted her in the crowdal final la vio or la divisó or (AmL tb) la ubicó entre el gentío

    2) ( mark) (usu pass) manchar

    English-spanish dictionary > spot

  • 7 foot

    fut
    plural - feet; noun
    1) (the part of the leg on which a person or animal stands or walks: My feet are very sore from walking so far.) pie
    2) (the lower part of anything: at the foot of the hill.) pie
    3) ((plural often foot; often abbreviated to ft when written) a measure of length equal to twelve inches (30.48 cm): He is five feet/foot six inches tall; a four-foot wall.) pie
    - football
    - foothill
    - foothold
    - footlight
    - footman
    - footmark
    - footnote
    - footpath
    - footprint
    - footsore
    - footstep
    - footwear
    - follow in someone's footsteps
    - foot the bill
    - on foot
    - put one's foot down
    - put one's foot in it

    foot n pie
    Un foot son aproximadamente 30 centímetros, así que si mides six feet, mides 1,82 metros
    tr[fʊt]
    noun (pl feet)
    1 SMALLANATOMY/SMALL pie nombre masculino
    the mountain is 1,000 feet high la montaña tiene 1.000 pies de altura
    he's six foot tall mide dos metros
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    in bare feet descalzo,-a
    on foot a pie
    to foot the bill pagar, pagar la cuenta, correr con los gastos
    to foot it ir a pie, ir andando
    to be on one's feet estar de pie
    on foot a pie
    to be on one's feet again estar recuperado,-a
    to drag one's feet querer echarse atrás, hacerse el remolón,-ona
    to fall on one's feet / land on one's feet caer de pie, tener buena suerte
    to find one's feet acostumbrarse, habituarse
    to get to one's feet levantarse, ponerse de pie, ponerse en pie
    to get a foot in the door abrirse una brecha
    to get cold feet entrarle miedo a uno, dar marcha atrás
    to have feet of clay tener pies de barro
    to have one foot in the grave estar con un pie en la tumba
    to keep one's feet mantenerse en pie
    to put a foot wrong equivocarse
    to put one's foot down familiar imponerse, ponerse firme
    to rush somebody off his feet hacer ir de culo a alguien
    to stand on one's own two feet ser independiente, valerse por sí mismo
    my foot! ¡qué va!, ¡ni hablar!
    foot fault falta de pie
    foot pump bomba de pie
    foot soldier soldado de infantería
    foot ['fʊt] n, pl feet ['fi:t] : pie m
    n.
    (§ pl.: feet) = pata s.f.
    pie s.m.
    v.
    andar a pie v.

    I fʊt
    noun (pl feet)
    1) c ( of person) pie m; ( of animal) pata f; ( on sewing machine) pie m

    to be on one's feet — estar* de pie, estar* parado (AmL)

    to get o rise to one's feet — ponerse* de pie, levantarse, pararse (AmL)

    to go/come on foot — ir*/venir* a pie or caminando or andando

    a foot in the door: it's a way of getting your foot in the door es una manera de introducirte or de meterte en la empresa (or la profesión etc); my foot! (colloq): delicate condition my foot! estado delicado mi or tu abuela! (fam); not to put a foot wrong no dar* un paso en falso, no cometer ni un error; the shoe's o (BrE) boot's on the other foot se ha dado vuelta la tortilla; to be able to think on one's feet ser* capaz de pensar con rapidez; to be dead o asleep on one's feet no poder* tenerse en pie; to be rushed o run off one's feet estar* agobiado de trabajo; to fall o land on one's feet: she always seems to land on her feet siempre le sale todo redondo; to find one's feet: it didn't take him long to find his feet in his new school no tardó en habituarse a la nueva escuela; to get cold feet (about something): she got cold feet le entró miedo y se echó atrás; to get off on the wrong foot empezar* con el pie izquierdo or con mal pie; to have itchy feet ser* inquieto; to have one's feet on the ground tener* los pies sobre la tierra; to put one's best foot forward ( hurry) apretar* el paso; ( do one's best) esmerarse para causar la mejor impresión; to put one's foot down ( be firm) imponerse*, no ceder; ( accelerate vehicle) (colloq) meterle (AmL fam), apretar* el acelerador; to put one's foot in it (colloq) meter la pata (fam); to stand on one's own two feet valerse* por sí (or etc) mismo; to sweep somebody off her/his feet: she was swept off her feet by an older man se enamoró perdidamente de un hombre mayor que ella; under somebody's feet: the cat keeps getting under my feet — el gato siempre me anda alrededor or siempre se me está atravesando; hand I 2)

    2) (bottom, lower end) (no pl) pie m
    3) c ( measure) (pl foot or feet) pie m

    he is six foot o feet tall — mide seis pies

    4) u ( infantry) (esp BrE dated) (before n)

    foot soldiersoldado mf de infantería or de a pie


    II

    to foot the bill — pagar*

    [fʊt]
    1. N
    (pl feet)
    1) (Anat) pie m ; [of animal, chair] pata f

    my feet are achingme duelen los pies

    to get to one's feet — ponerse de pie, levantarse, pararse (LAm)

    lady, my foot! * — ¡dama, ni hablar!

    on foot — a pie, andando, caminando (LAm)

    to be on one's feet — estar de pie, estar parado (LAm)

    he's on his feet all day long — está trajinando todo el santo día, no descansa en todo el día

    to rise to one's feet — ponerse de pie, levantarse, pararse (LAm)

    I've never set foot there — nunca he estado allí

    to set foot inside sb's door — poner los pies en la casa de algn, pasar el umbral de algn

    it's wet under foot — el suelo está mojado

    to put one's feet up *descansar

    - put one's best foot forward
    - get cold feet
    - get one's foot in the door
    - put one's foot down
    - drag one's feet
    - fall on one's feet
    - find one's feet
    - have one foot in the grave
    - have one's feet on the ground
    - put one's foot in it
    - start off on the right foot
    - shoot o.s. in the foot
    - sit at sb's feet
    - stand on one's own two feet
    - sweep a girl off her feet
    2) [of mountain, page, stairs, bed] pie m
    3) (=measure) pie m

    he's six foot or feet tall — mide seis pies, mide un metro ochenta

    See:
    see cultural note IMPERIAL SYSTEM in imperial
    2. VT
    1) (=pay)
    - foot the bill for sth
    2)

    to foot it(=walk) ir andando or (LAm) caminando; (=dance) bailar

    3.
    CPD

    foot brake N — (Aut) freno m de pie

    foot fault N — (Tennis) falta f de saque

    foot passenger Npasajero(-a) m / f de a pie

    foot patrol Npatrulla f a pie

    foot pump Nbomba f de pie

    foot rot Nuñero m

    foot soldier Nsoldado mf de infantería

    * * *

    I [fʊt]
    noun (pl feet)
    1) c ( of person) pie m; ( of animal) pata f; ( on sewing machine) pie m

    to be on one's feet — estar* de pie, estar* parado (AmL)

    to get o rise to one's feet — ponerse* de pie, levantarse, pararse (AmL)

    to go/come on foot — ir*/venir* a pie or caminando or andando

    a foot in the door: it's a way of getting your foot in the door es una manera de introducirte or de meterte en la empresa (or la profesión etc); my foot! (colloq): delicate condition my foot! estado delicado mi or tu abuela! (fam); not to put a foot wrong no dar* un paso en falso, no cometer ni un error; the shoe's o (BrE) boot's on the other foot se ha dado vuelta la tortilla; to be able to think on one's feet ser* capaz de pensar con rapidez; to be dead o asleep on one's feet no poder* tenerse en pie; to be rushed o run off one's feet estar* agobiado de trabajo; to fall o land on one's feet: she always seems to land on her feet siempre le sale todo redondo; to find one's feet: it didn't take him long to find his feet in his new school no tardó en habituarse a la nueva escuela; to get cold feet (about something): she got cold feet le entró miedo y se echó atrás; to get off on the wrong foot empezar* con el pie izquierdo or con mal pie; to have itchy feet ser* inquieto; to have one's feet on the ground tener* los pies sobre la tierra; to put one's best foot forward ( hurry) apretar* el paso; ( do one's best) esmerarse para causar la mejor impresión; to put one's foot down ( be firm) imponerse*, no ceder; ( accelerate vehicle) (colloq) meterle (AmL fam), apretar* el acelerador; to put one's foot in it (colloq) meter la pata (fam); to stand on one's own two feet valerse* por sí (or etc) mismo; to sweep somebody off her/his feet: she was swept off her feet by an older man se enamoró perdidamente de un hombre mayor que ella; under somebody's feet: the cat keeps getting under my feet — el gato siempre me anda alrededor or siempre se me está atravesando; hand I 2)

    2) (bottom, lower end) (no pl) pie m
    3) c ( measure) (pl foot or feet) pie m

    he is six foot o feet tall — mide seis pies

    4) u ( infantry) (esp BrE dated) (before n)

    foot soldiersoldado mf de infantería or de a pie


    II

    to foot the bill — pagar*

    English-spanish dictionary > foot

  • 8 way

    wei
    1. noun
    1) (an opening or passageway: This is the way in/out; There's no way through.) camino, vía; entrada, salida
    2) (a route, direction etc: Which way shall we go?; Which is the way to Princes Street?; His house is on the way from here to the school; Will you be able to find your/the way to my house?; Your house is on my way home; The errand took me out of my way; a motorway.) dirección; camino
    3) (used in the names of roads: His address is 21 Melville Way.) calle; avenida
    4) (a distance: It's a long way to the school; The nearest shops are only a short way away.) distancia
    5) (a method or manner: What is the easiest way to write a book?; I know a good way of doing it; He's got a funny way of talking; This is the quickest way to chop onions.) manera, modo, forma
    6) (an aspect or side of something: In some ways this job is quite difficult; In a way I feel sorry for him.) aspecto; manera (de alguna manera/forma siento pena por él)
    7) (a characteristic of behaviour; a habit: He has some rather unpleasant ways.) maneras
    8) (used with many verbs to give the idea of progressing or moving: He pushed his way through the crowd; They soon ate their way through the food.) camino, paso (abrirse camino/paso)

    2. adverb
    ((especially American) by a long distance or time; far: The winner finished the race way ahead of the other competitors; It's way past your bedtime.) muy, mucho más; de sobra
    - wayside
    - be/get on one's way
    - by the way
    - fall by the wayside
    - get/have one's own way
    - get into / out of the way of doing something
    - get into / out of the way of something
    - go out of one's way
    - have a way with
    - have it one's own way
    - in a bad way
    - in
    - out of the/someone's way
    - lose one's way
    - make one's way
    - make way for
    - make way
    - under way
    - way of life
    - ways and means

    way n
    1. manera / modo
    what's the best way to do it? ¿cuál es la mejor manera de hacerlo?
    2. camino
    which is the quickest way to your house? ¿cuál es el camino más rápido para ir a tu casa?
    3. dirección
    which way did he go? ¿en qué dirección se ha ido? / ¿por dónde se ha ido?
    to be in the way estar en medio / obstruir el paso / molestar
    to get out of the way apartar / apartarse / quitar de en medio
    there's a car coming, get out of the way! viene un coche, ¡apártate!
    tr[weɪ]
    1 (right route, road, etc) camino
    which is the best way to the swimming pool? ¿cómo se va a la piscina?, ¿por dónde se va a la piscina?
    do you know the way? ¿conoces el camino?, ¿sabes cómo ir?
    which way did he go? ¿por dónde se fue?
    which way is the harbour from here? ¿por dónde cae el puerto desde aquí?
    come this way, please venga por aquí, por favor
    are you going my way? ¿vas en la misma dirección que yo?
    3 (distance) distancia
    it's a long way to Tipperary Tipperary está lejos, Tipperary queda lejos
    4 (manner, method) manera, modo
    what's the best way to cook trout? ¿cuál es la mejor manera de guisar las truchas?
    OK, you do it your own way vale, hazlo como quieras
    5 (behaviour, custom) manera, forma, modo
    6 (area) zona, área
    that's out Romford way, isn't it? está por la zona de Romford, ¿verdad?
    1 familiar muy
    1 (customs) costumbres nombre femenino plural; (habits, behaviour) manías nombre femenino plural
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    across the way / over the way enfrente
    all the way (distance) todo el viaje 2 (completely) totalmente
    this flat's not big enough by a long way este piso es demasiado pequeño, pero pequeño de verdad
    by the way (incidentally) a propósito, por cierto
    by way of (via) vía, por vía de, pasando por 2 (serving as, as a kind of) a modo de
    either way en cualquier caso
    every which way por todas partes, en todas direcciones
    in a big way a lo grande, a gran escala, en plan grande
    in a small way a pequeña escala, en plan modesto
    in a way en cierto modo, en cierta manera
    in any way de alguna manera
    can I help in any way? ¿puedo ayudar de alguna manera?
    in many ways desde muchos puntos de vista, en muchos aspectos
    in many ways, this is her best book desde muchos puntos de vista, éste es su mejor libro
    in more ways than one en más de un sentido
    in no way de ninguna manera, de ningún modo
    in some ways en algunos aspectos
    in the way of (regarding) en cuanto a, como
    what would you like in the way of dessert? ¿qué quieres de postre?
    in this way (thus) de este modo, de esta manera
    no two ways about it no tiene vuelta de hoja
    no way! ¡ni hablar!, ¡de ninguna manera!
    on one's way / on the way por el camino, de camino, de paso
    we're on our way! ¡ya estamos en camino!
    is it on your way? ¿te pilla de camino?
    one way and another en conjunto
    one way and another it's been a good year en conjunto, ha sido un buen año
    one way or the other (somehow) de algún modo, de una manera u otra, como sea
    don't worry, we'll find it one way or the other no te preocupes, lo encontraremos de una manera u otra
    I don't mind one way or the other me da exactamente igual, me da lo mismo
    out of the way (remote) apartado,-a, remoto,-a 2 (exceptional) excepcional, particular, original
    over the way enfrente
    that way (direction) por allá 2 (like that) así
    that's always the way siempre es así
    the other way round al revés, viceversa
    the right way up cabeza arriba, derecho,-a
    the wrong way up cabeza abajo
    to be born that way ser así, nacer así
    to be in the way estorbar, estar por en medio
    you're in the way! estás estorbando!
    move your car, it's in the way quita tu coche de en medio, obstruye el paso
    to be on the way (coming) estar en camino, estar al llegar, avecinarse
    to be on the way down (fall) estar bajando, ir a la baja
    to be on the way in (coming into fashion) estar poniéndose de moda
    to be on the way out (going out of fashion) en camino de desaparecer, estar pasando de moda
    to be on the way up (rise) estar subiendo, ir al alza
    to be out of somebody's way no pillar a alguien de camino
    to be set in one's ways tener unas costumbres muy arraigadas, ser reacio,-a al cambio
    to be under way (work) estar en marcha, estar avanzado,-a 2 (meeting, match) haber empezado
    to cut both ways / cut two ways ser un arma de doble filo, tener ventajas y desventajas
    to get in the way estorbar, molestar, ponerse en medio
    to get into the way of doing something coger la costumbre de hacer algo
    to get one's own way salirse con la suya
    to get out of the way of something dejarle paso a algo, apartarse del camino de algo
    to get out of the way apartarse del camino, quitarse de en medio
    to get out of the way of doing something perder la costumbre de hacer algo
    to get something out of the way deshacerse de algo, quitar algo de en medio
    to get under way (meeting, match) empezar 2 (travellers, work) ponerse en marcha
    to give way (collapse) ceder, hundirse 2 (yield) ceder (to, a) 3 (when driving) ceder el paso
    to go a long way towards something contribuir en gran medida a algo
    to go a long way (succeed) ir lejos 2 (be productive) cundir mucho, dar mucho de sí
    to go one's own way ir a lo suyo, seguir su propio camino
    to go out of one's way (to do something) desvivirse (por hacer algo)
    to have a way with... tener un don especial para...
    to keep out of somebody's way evitar el contacto con alguien
    to keep out of the way (hide) mantener un perfil bajo 2 (step aside) apartarse
    to learn something the hard way aprender algo a las malas
    to look the other way hacer la vista gorda
    to lose one's way perderse, extraviarse
    to make one's own way in life/in the world abrirse paso en la vida/el mundo
    to make one's way dirigirse (to, a)
    to make way for something hacer lugar para algo
    to my way of thinking a mi modo de ver
    to put somebody in the way of (doing) something dar a alguien la oportunidad de (hacer) algo
    to see one's way clear to doing something ver la manera de hacer algo
    to stand in the way of something ser un obstáculo para algo, ser un estorbo para algo
    to talk one's way out of something salir de algo a base de labia
    to work one's way through something (crowd etc) abrirse camino por algo 2 (work, book) hacer algo con dificultad 3 (college etc) costearse los estudios trabajando
    to work one's way up ascender a fuerza de trabajo, subir a base de trabajar
    way back (in time) hace muchísimo
    way in entrada
    way out (exit) salida 2 (solution) solución nombre femenino, remedio
    way ['weɪ] n
    1) path, road: camino m, vía f
    2) route: camino m, ruta f
    to go the wrong way: equivocarse de camino
    I'm on my way: estoy de camino
    3) : línea f de conducta, camino m
    he chose the easy way: optó por el camino fácil
    4) manner, means: manera f, modo m, forma f
    in the same way: del mismo modo, igualmente
    there are no two ways about it: no cabe la menor duda
    have it your way: como tú quieras
    to get one's own way: salirse uno con la suya
    6) state: estado m
    things are in a bad way: las cosas marchan mal
    7) respect: aspecto m, sentido m
    8) custom: costumbre f
    to mend one's ways: dejar las malas costumbres
    9) passage: camino m
    to get in the way: meterse en el camino
    10) distance: distancia f
    to come a long way: hacer grandes progresos
    11) direction: dirección f
    come this way: venga por aquí
    which way did he go?: ¿por dónde fue?
    by the way : a propósito, por cierto
    by way of via: vía, pasando por
    out of the way remote: remoto, recóndito
    n.
    camino s.m.
    dirección s.f.
    distancia s.f.
    estilo s.m.
    guisa s.f.
    género s.m.
    manera s.f.
    medio s.m.
    modales s.m.pl.
    modo s.m.
    paso s.m.
    sentido s.m.
    trayecto s.m.
    vía s.f.

    I weɪ
    1) noun
    2) c
    a) ( route) camino m

    the way in/out — la entrada/salida

    this style is on the way in/out — este estilo se está poniendo/pasando de moda

    you'll soon find your way around the office/system — en poco tiempo te familiarizarás con la oficina/el sistema

    we're going the wrong way — nos hemos equivocado de camino, vamos mal

    which way did you come? — ¿por dónde viniste?

    which way did he go? — ¿por dónde fue?; ( following somebody) ¿por dónde se fue?

    could you tell me the way to the city center? — ¿me podría decir por dónde se va or cómo se llega al centro (de la ciudad)?

    I'm on my way!ahora mismo salgo or voy, voy para allí!

    the doctor is on her way — la doctora ya va para allí/viene para aquí

    did you find the way to Trier all right? — ¿llegaste bien a Trier?

    I don't know the way up/down — no sé por dónde se sube/se baja

    to lead the way — ir* delante

    to lose one's way — perderse*

    there are no two ways about itno tiene or no hay vuelta de hoja

    to go one's own way: she'll go her own way hará lo que le parezca; to go out of one's way ( make a detour) desviarse* del camino; ( make special effort): they went out of their way to be helpful se desvivieron or hicieron lo indecible por ayudar; to go the way of something/somebody — acabar como algo/algn, correr la misma suerte de algo/algn

    b) (road, path) camino m, senda f

    the people over the way — (BrE) los vecinos de enfrente

    3) c u (passage, space)

    to be/get in the way — estorbar

    to stand in the way: they stood in our way nos impidieron el paso; I couldn't see it, she was standing in my way no podía verlo, ella me tapaba (la vista); I won't stand in your way no seré yo quien te lo impida; to stand in the way of progress obstaculizar* or entorpecer* el progreso; (get) out of the way! hazte a un lado!, quítate de en medio!; to move something out of the way quitar algo de en medio; I'd like to get this work out of the way quisiera quitar este trabajo de en medio; to keep out of somebody's way rehuir* a algn, evitar encontrarse con algn; make way! — abran paso!

    4) c ( direction)

    it's that way — es en esa dirección, es por ahí

    which way did they go? — ¿por dónde (se) fueron?

    this way and that — de un lado a otro, aquí y allá

    which way does the house face? — ¿hacia dónde mira or está orientada la casa?

    if you're ever down our way, call in — (colloq) si algún día andas por nuestra zona, ven a vernos

    whichever way you look at it, it's a disaster — es un desastre, lo mires por donde lo mires

    which way up should it be? — ¿cuál es la parte de arriba?

    to split something three/five ways — dividir algo en tres/cinco partes

    every which way — (AmE) para todos lados

    to come somebody's way — ( lit) \<\<person/animal\>\> venir* hacia algn

    to go somebody's way: are you going my way? ¿vas en mi misma dirección?; the decision went our way se decidió en nuestro favor; to put work/business somebody's way conseguirle* trabajo/clientes a algn; way to go! — (AmE colloq) así se hace!, bien hecho!

    5) ( distance) (no pl)

    there's only a short way to go nowya falta or queda poco para llegar

    he came all this way just to see me — (colloq) se dió el viaje hasta aquí sólo para verme

    you have to go back a long way, to the Middle Ages — hay que remontarse a la Edad Media

    it's a very long way down/up — hay una buena bajada/subida

    we've come a long way since those dayshemos evolucionado or avanzado mucho desde entonces

    a little goes a long wayun poco cunde or (AmL tb) rinde mucho

    Springfield? that's quite a ways from here — (AmE colloq) ¿Springfield? eso está requetelejos de aquí (fam)

    to go all the way: do you think he might go all the way and fire them? ¿te parece que puede llegar a echarlos?; they went all the way ( had sex) tuvieron relaciones, hicieron el amor; to go some/a long way toward something — contribuir* en cierta/gran medida a algo; see also way I III

    6) c (method, means) forma f, manera f, modo m

    all right, we'll do it your way — muy bien, lo haremos a tu manera or como tú quieras

    to learn something the hard wayaprender algo a fuerza de palos or golpes

    to do something the hard/easy way — hacer* algo de manera difícil/fácil

    7) c ( manner) manera f, modo m, forma f

    in a subtle wayde manera or modo or forma sutil

    is this the way you treat all your friends? — ¿así (es como) tratas a todos tus amigos?

    that's one way of looking at ites una manera or un modo or una forma de verlo

    what a way to go! — (set phrase) mira que acabar or terminar así!

    that's the way it goes — así son las cosas, así es la vida

    it looks that wayasí or eso parece

    the way I see it — tal y como yo lo veo, a mi modo or manera de ver

    the way things are o stand at the moment — tal y como están las cosas en este momento

    in a big way: they let us down in a big way nos fallaron de mala manera; he fell for her in a big way quedó prendado de ella; to have a way with...: to have a way with children/people saber* cómo tratar a los niños/saber* cómo tratar a la gente, tener* don de gentes; to have a way with animals tener* mucha mano con los animales; to have a way with words — tener* mucha labia or facilidad de palabra

    8) c
    a) (custom, characteristic)

    to get into/out of the way of something — (BrE) acostumbrarse a/perder* la costumbre de algo

    to be set in one's ways — estar* muy acostumbrado a hacer las cosas de cierta manera

    to mend one's ways — dejar las malas costumbres, enmendarse*

    b) (wish, will)

    to get/have one's (own) way — salirse* con la suya (or mía etc)

    have it your own way then! — lo que tú quieras!, como tú digas!

    to have it all one's own way — salirse* con la suya (or mía etc)

    to have one's (evil o wicked) way with somebody — llevarse a algn al huerto (fam), pasar a algn por las armas (fam)

    9) c (feature, respect) sentido m, aspecto m

    in a way, it's like losing an old friend — de alguna manera or en cierta forma or en cierto sentido es como perder a un viejo amigo

    you were in no way to blame — tú no tuviste ninguna culpa; see also way I III

    by the way — (indep) a propósito, por cierto

    but that's all by the way: what I really wanted to say was... — pero eso no es a lo que iba: lo que quería decir es que...

    11)

    by way of(as prep)

    a) ( via) vía, pasando por
    b) ( to serve as) a modo or manera de

    by way of introduction/an apology — a modo or manera de introducción/disculpa

    12)

    in the way of — ( as regards) (as prep)

    don't expect too much in the way of help — en cuanto a ayuda, no esperes mucho

    13)

    no way — (colloq)

    no way is he/she going to do it — de ninguna manera lo va a hacer (fam)

    a) (break, collapse) \<\<ice/rope/cable\>\> romperse*; \<\<floor\>\> hundirse, ceder
    b) (succumb, give in)

    to give way TO something\<\<to threats/blackmail\>\> ceder a or ante algo

    c) (BrE Transp)

    to give way (TO somebody/something) — ceder el paso (a algn/algo)

    d) (be replaced, superseded by)

    to give way TO somethingdejar or dar* paso a algo

    15)

    under way: to get under way ponerse* en marcha, comenzar*; to get a meeting under way dar* comienzo a una reunión; an investigation is under way — se está llevando a cabo or se ha abierto una investigación


    II
    adverb (colloq)

    way and away(as intensifier) (AmE) con mucho, lejos (AmL fam)

    [weɪ]
    1. N
    1) (=road, lane) camino m ; (in street names) calle f, avenida f

    Way of the CrossVía f Crucis, viacrucis m

    across or over the way (from) — enfrente (de), frente (a)

    permanent way — vía f

    the public way — la vía pública

    2) (=route) camino m (to de)

    which is the way to the station? — ¿cómo se va or cómo se llega a la estación?

    this isn't the way to Lugo! — ¡por aquí no se va a Lugo!

    he walked all the way here — vino todo el camino andando

    to ask one's way to the station — preguntar el camino or cómo se va a la estación

    we came a back way — vinimos por los caminos vecinales

    she went by way of Birmingham — fue por or vía Birmingham

    if the chance comes my way — si se me presenta la oportunidad

    way downbajada f, ruta f para bajar

    to take the easy way out — optar por la solución más fácil

    to feel one's way — (lit) andar a tientas

    to find one's way — orientarse, ubicarse (esp LAm)

    to find one's way into a building — encontrar la entrada de un edificio, descubrir cómo entrar en un edificio

    the way is hardel camino es duro

    the way in(=entrance) la entrada

    I don't know the way to his house — no sé el camino a su casa, no sé cómo se va or llega a su casa

    do you know the way to the hotel? — ¿sabes el camino del or al hotel?, ¿sabes cómo llegar al hotel?

    she knows her way around — (fig) tiene bastante experiencia, no es que sea una inocente

    to lead the way — (lit) ir primero; (fig) marcar la pauta, abrir el camino

    to go the long way round — ir por el camino más largo

    to lose one's way — extraviarse

    to make one's way to — dirigirse a

    the middle way — el camino de en medio

    on the way here — de camino hacia aquí, mientras veníamos aquí

    on the way to London — rumbo a Londres, camino de Londres

    we're on our way! — ¡vamos para allá!

    the way outla salida

    there's no way out — (fig) no hay salida or solución, esto no tiene solución

    there's no other way out — (fig) no hay más remedio

    it's on its way out — está en camino de desaparecer, ya está pasando de moda

    to go out of one's way — (lit) desviarse del camino

    to pay one's way — (in restaurant) pagar su parte

    he put me in the way of some good contracts — me conectó or enchufó para que consiguiera buenos contratos

    to see one's way (clear) to helping sb — ver la forma de ayudar a algn

    could you possibly see your way clear to lending him some money? — ¿tendrías la amabilidad de prestarle algo de dinero?

    to go the shortest way — ir por el camino más corto

    to start on one's way — ponerse en camino

    way upsubida f, ruta f para subir

    the way of virtueel camino de la virtud

    - go the way of all flesh
    - go one's own way
    prepare 1.
    3) (=space sb wants to go through) camino m

    to bar the way — ponerse en medio del camino

    to clear a way for — abrir camino para

    he crawled his way to the gate — llegó arrastrándose hasta la puerta

    to elbow one's way through the crowd — abrirse paso por la multitud a codazos

    to fight one's way out — lograr salir luchando

    to force one's way in — introducirse a la fuerza

    to hack one's way through sth — abrirse paso por algo a fuerza de tajos

    to be/get in sb's way — estorbar a algn

    am I in the way? — ¿estorbo?

    you can watch, but don't get in the way — puedes mirar, pero no estorbes

    to stand in sb's way — (lit) cerrar el paso a algn; (fig) ser un obstáculo para algn

    to stand in the way of progressimpedir or entorpecer el progreso

    to make way (for sth/sb) — (lit, fig) dejar paso (a algo/algn)

    make way! — ¡abran paso!

    to leave the way open for further talks — dejar la puerta abierta a posteriores conversaciones

    to get out of the way — quitarse de en medio

    out of my way! — ¡quítate de en medio!

    to get or move sth out of the way — quitar algo de en medio or del camino

    to push one's way through the crowd — abrirse paso por la multitud a empujones

    to work one's way to the front — abrirse camino hacia la primera fila

    give 1., 18)
    4) (=direction)

    down our way — por nuestra zona, en nuestro barrio

    are you going my way? — ¿vas por dónde voy yo?

    everything is going my way — (fig) todo me está saliendo a pedir de boca

    to look the other way — (lit) mirar para otro lado; (fig) mirar para otro lado, hacer la vista gorda

    it was you who invited her, not the other way round — eres tú quien la invitaste, no al revés

    it's out Windsor way — está cerca de Windsor

    turn the map the right way up — pon el mapa mirando hacia arriba

    to split sth three ways — dividir algo en tres partes iguales

    come this way — pase por aquí

    which way did it go? — ¿hacia dónde fue?, ¿por dónde se fue?

    which way do we go from here? — (lit, fig) ¿desde aquí adónde vamos ahora?

    which way is the wind blowing? — ¿de dónde sopla el viento?

    she didn't know which way to look — no sabía dónde mirar, no sabía dónde poner los ojos

    5) (=distance)

    a little way off — no muy lejos, a poca distancia

    a little way down the road — bajando la calle, no muy lejos

    it's a long or good way away or off — está muy lejos

    it's a long or good way — es mucho camino

    he'll go a long way — (fig) llegará lejos

    a little of her company goes a long wayiro solo se le puede aguantar en pequeñas dosis

    better by a long way — mucho mejor, mejor pero con mucho

    I can swim quite a way now — ahora puedo nadar bastante distancia

    a short way off — no muy lejos, a poca distancia

    6) (=means) manera f, forma f, modo m

    we'll find a way of doing itencontraremos la manera or forma or modo de hacerlo

    it's the only way of doing ites la única manera or forma or modo de hacerlo

    my way is to+ infin mi sistema consiste en + infin

    that's the way! — ¡así!, ¡eso es!

    every which way — (esp US) (=in every manner) de muchísimas maneras; (=in every direction) por todas partes

    ways and meansmedios mpl

    that's not the right way — así no se hace

    7) (=manner) manera f, forma f, modo m

    she looked at me in a strange wayme miró de manera or forma extraña or de modo extraño

    it's a strange way to thank someone — ¡vaya manera or forma or modo de mostrar gratitud or darle las gracias a alguien!

    without in any way wishing to — + infin sin querer en lo más mínimo + infin, sin tener intención alguna de + infin

    in a big way *en grande *

    we lost in a really big way *perdimos de manera or forma or modo realmente espectacular

    you can't have it both ways — tienes que optar por lo uno o lo otro

    each way — (Racing) (a) ganador y colocado

    either way I can't help you — de todas formas no puedo ayudarle

    I will help you in every way possible — haré todo lo posible por ayudarte

    the British way of lifeel estilo de vida británico

    no way! * — ¡ni pensarlo!, ¡ni hablar!

    no way was that a goal * — ¡imposible que fuera eso un gol!

    there is no way I am going to agree *de ninguna manera or forma or de ningún modo lo voy a consentir

    (in) one way or another — de una u otra manera or forma or modo

    it doesn't matter to me one way or the other — me es igual, me da lo mismo

    in the ordinary way (of things) — por lo general, en general

    he has his own way of doing it — tiene su manera or forma or modo de hacerlo

    in the same way — de la misma manera or forma, del mismo modo

    we help in a small way — ayudamos un poco

    she's clever that way — para esas cosas es muy lista

    to my way of thinking — a mi parecer, a mi manera or forma or modo de ver

    do it this way — hazlo así

    in this way — así, de esta manera or forma or modo

    it was this way... — pasó lo siguiente...

    that's always the way with him — siempre le pasa igual

    8) [of will]

    to get one's own way — salirse con la suya

    have it your own way! — ¡como quieras!

    they didn't have things all their own way (in football match) no dominaron el partido completamente

    he had his wicked or evil way with her — hum se la llevó al huerto *, la sedujo

    9) (=custom) costumbre f

    to get into the way of doing sth — adquirir la costumbre de hacer algo

    to be/get out of the way of doing sth — haber perdido/perder la costumbre de hacer algo

    - mend one's ways
    10) (=gift, special quality)

    he has a way with people — tiene don de gentes

    11) (=respect, aspect) sentido m

    in a way — en cierto sentido

    in many ways — en muchos sentidos

    he's like his father in more ways than one — se parece a su padre en muchos sentidos

    in no way, not in any way — de ninguna manera, de manera alguna

    in some ways — en algunos sentidos

    12) (=state) estado m

    the way things aretal como están or van las cosas

    things are in a bad way — las cosas van or marchan mal

    he's in a bad way(=sick) está grave; (=troubled) está muy mal

    he's in a fair way to succeed — tiene buenas posibilidades de lograrlo

    it looks that way — así parece

    - be in the family way
    13) (=speed)

    to gather way[ship] empezar a moverse; (fig) [enthusiasm] encenderse

    by the way — a propósito, por cierto

    how was your holiday, by the way? — a propósito or por cierto, ¿qué tal tus vacaciones?

    Jones, which, by the way, is not his real name — Jones que, a propósito or por cierto, no es su verdadero nombre

    oh, and by the way — antes que se me olvide

    by way of a warning — a modo de advertencia

    he had little in the way of formal education — tuvo poca educación formal

    to be under way — estar en marcha

    to get under way[ship] zarpar; [person, group] partir, ponerse en camino; [work, project] ponerse en marcha, empezar a moverse

    2.
    ADV
    *

    that was way backeso fue hace mucho tiempo ya

    way down (below) — muy abajo

    it's way out in Nevada — está allá en Nevada

    it's way past your bedtime — hace rato que deberías estar en la cama

    it's way too big — es demasiado grande

    way up high — muy alto

    3.
    CPD

    way station N(US) apeadero m ; (fig) paso m intermedio

    * * *

    I [weɪ]
    1) noun
    2) c
    a) ( route) camino m

    the way in/out — la entrada/salida

    this style is on the way in/out — este estilo se está poniendo/pasando de moda

    you'll soon find your way around the office/system — en poco tiempo te familiarizarás con la oficina/el sistema

    we're going the wrong way — nos hemos equivocado de camino, vamos mal

    which way did you come? — ¿por dónde viniste?

    which way did he go? — ¿por dónde fue?; ( following somebody) ¿por dónde se fue?

    could you tell me the way to the city center? — ¿me podría decir por dónde se va or cómo se llega al centro (de la ciudad)?

    I'm on my way!ahora mismo salgo or voy, voy para allí!

    the doctor is on her way — la doctora ya va para allí/viene para aquí

    did you find the way to Trier all right? — ¿llegaste bien a Trier?

    I don't know the way up/down — no sé por dónde se sube/se baja

    to lead the way — ir* delante

    to lose one's way — perderse*

    there are no two ways about itno tiene or no hay vuelta de hoja

    to go one's own way: she'll go her own way hará lo que le parezca; to go out of one's way ( make a detour) desviarse* del camino; ( make special effort): they went out of their way to be helpful se desvivieron or hicieron lo indecible por ayudar; to go the way of something/somebody — acabar como algo/algn, correr la misma suerte de algo/algn

    b) (road, path) camino m, senda f

    the people over the way — (BrE) los vecinos de enfrente

    3) c u (passage, space)

    to be/get in the way — estorbar

    to stand in the way: they stood in our way nos impidieron el paso; I couldn't see it, she was standing in my way no podía verlo, ella me tapaba (la vista); I won't stand in your way no seré yo quien te lo impida; to stand in the way of progress obstaculizar* or entorpecer* el progreso; (get) out of the way! hazte a un lado!, quítate de en medio!; to move something out of the way quitar algo de en medio; I'd like to get this work out of the way quisiera quitar este trabajo de en medio; to keep out of somebody's way rehuir* a algn, evitar encontrarse con algn; make way! — abran paso!

    4) c ( direction)

    it's that way — es en esa dirección, es por ahí

    which way did they go? — ¿por dónde (se) fueron?

    this way and that — de un lado a otro, aquí y allá

    which way does the house face? — ¿hacia dónde mira or está orientada la casa?

    if you're ever down our way, call in — (colloq) si algún día andas por nuestra zona, ven a vernos

    whichever way you look at it, it's a disaster — es un desastre, lo mires por donde lo mires

    which way up should it be? — ¿cuál es la parte de arriba?

    to split something three/five ways — dividir algo en tres/cinco partes

    every which way — (AmE) para todos lados

    to come somebody's way — ( lit) \<\<person/animal\>\> venir* hacia algn

    to go somebody's way: are you going my way? ¿vas en mi misma dirección?; the decision went our way se decidió en nuestro favor; to put work/business somebody's way conseguirle* trabajo/clientes a algn; way to go! — (AmE colloq) así se hace!, bien hecho!

    5) ( distance) (no pl)

    there's only a short way to go nowya falta or queda poco para llegar

    he came all this way just to see me — (colloq) se dió el viaje hasta aquí sólo para verme

    you have to go back a long way, to the Middle Ages — hay que remontarse a la Edad Media

    it's a very long way down/up — hay una buena bajada/subida

    we've come a long way since those dayshemos evolucionado or avanzado mucho desde entonces

    a little goes a long wayun poco cunde or (AmL tb) rinde mucho

    Springfield? that's quite a ways from here — (AmE colloq) ¿Springfield? eso está requetelejos de aquí (fam)

    to go all the way: do you think he might go all the way and fire them? ¿te parece que puede llegar a echarlos?; they went all the way ( had sex) tuvieron relaciones, hicieron el amor; to go some/a long way toward something — contribuir* en cierta/gran medida a algo; see also way I III

    6) c (method, means) forma f, manera f, modo m

    all right, we'll do it your way — muy bien, lo haremos a tu manera or como tú quieras

    to learn something the hard wayaprender algo a fuerza de palos or golpes

    to do something the hard/easy way — hacer* algo de manera difícil/fácil

    7) c ( manner) manera f, modo m, forma f

    in a subtle wayde manera or modo or forma sutil

    is this the way you treat all your friends? — ¿así (es como) tratas a todos tus amigos?

    that's one way of looking at ites una manera or un modo or una forma de verlo

    what a way to go! — (set phrase) mira que acabar or terminar así!

    that's the way it goes — así son las cosas, así es la vida

    it looks that wayasí or eso parece

    the way I see it — tal y como yo lo veo, a mi modo or manera de ver

    the way things are o stand at the moment — tal y como están las cosas en este momento

    in a big way: they let us down in a big way nos fallaron de mala manera; he fell for her in a big way quedó prendado de ella; to have a way with...: to have a way with children/people saber* cómo tratar a los niños/saber* cómo tratar a la gente, tener* don de gentes; to have a way with animals tener* mucha mano con los animales; to have a way with words — tener* mucha labia or facilidad de palabra

    8) c
    a) (custom, characteristic)

    to get into/out of the way of something — (BrE) acostumbrarse a/perder* la costumbre de algo

    to be set in one's ways — estar* muy acostumbrado a hacer las cosas de cierta manera

    to mend one's ways — dejar las malas costumbres, enmendarse*

    b) (wish, will)

    to get/have one's (own) way — salirse* con la suya (or mía etc)

    have it your own way then! — lo que tú quieras!, como tú digas!

    to have it all one's own way — salirse* con la suya (or mía etc)

    to have one's (evil o wicked) way with somebody — llevarse a algn al huerto (fam), pasar a algn por las armas (fam)

    9) c (feature, respect) sentido m, aspecto m

    in a way, it's like losing an old friend — de alguna manera or en cierta forma or en cierto sentido es como perder a un viejo amigo

    you were in no way to blame — tú no tuviste ninguna culpa; see also way I III

    by the way — (indep) a propósito, por cierto

    but that's all by the way: what I really wanted to say was... — pero eso no es a lo que iba: lo que quería decir es que...

    11)

    by way of(as prep)

    a) ( via) vía, pasando por
    b) ( to serve as) a modo or manera de

    by way of introduction/an apology — a modo or manera de introducción/disculpa

    12)

    in the way of — ( as regards) (as prep)

    don't expect too much in the way of help — en cuanto a ayuda, no esperes mucho

    13)

    no way — (colloq)

    no way is he/she going to do it — de ninguna manera lo va a hacer (fam)

    a) (break, collapse) \<\<ice/rope/cable\>\> romperse*; \<\<floor\>\> hundirse, ceder
    b) (succumb, give in)

    to give way TO something\<\<to threats/blackmail\>\> ceder a or ante algo

    c) (BrE Transp)

    to give way (TO somebody/something) — ceder el paso (a algn/algo)

    d) (be replaced, superseded by)

    to give way TO somethingdejar or dar* paso a algo

    15)

    under way: to get under way ponerse* en marcha, comenzar*; to get a meeting under way dar* comienzo a una reunión; an investigation is under way — se está llevando a cabo or se ha abierto una investigación


    II
    adverb (colloq)

    way and away(as intensifier) (AmE) con mucho, lejos (AmL fam)

    English-spanish dictionary > way

  • 9 itself

    1) (used as the object of a verb or preposition when an object, animal etc is the object of an action it performs: The cat looked at itself in the mirror; The cat stretched itself by the fire.) a sí mismo, a sí misma
    2) (used to emphasize it or the name of an object, animal etc: The house itself is quite small, but the garden is big.) en sí
    3) (without help etc: `How did the dog get in?' `Oh, it can open the gate itself.') él mismo, él solo, sin ayuda
    itself pron
    1. se
    2. solo
    tr[ɪt'self]
    2 (emphatic) en sí
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    by itself solo,-a
    it switches off by itself se apaga solo, se apaga automáticamente
    itself [ɪt'sɛlf] pron
    the cat gave itself a bath: el gato se bañó
    2) (used for emphasis) : (él) mismo, (ella) misma, sí (mismo), solo
    he is courtesy itself: es la misma cortesía
    in and of itself: por sí mismo
    it opened by itself: se abrió solo
    pron.
    mismo pron.
    se pron.
    pron.
    sí mismo pron.
    ɪt'self
    a) ( reflexive)

    the town itself is smallla ciudad en sí or la ciudad propiamente dicha es pequeña

    [ɪt'self]
    PRON
    1) (reflexive) se, sí
    * * *
    [ɪt'self]
    a) ( reflexive)

    the town itself is smallla ciudad en sí or la ciudad propiamente dicha es pequeña

    English-spanish dictionary > itself

  • 10 control

    kən'trəul
    1. noun
    1) (the right of directing or of giving orders; power or authority: She has control over all the decisions in that department; She has no control over that dog.) control, mando, poder
    2) (the act of holding back or restraining: control of prices; I know you're angry but you must not lose control (of yourself).) control, dominio sobre sí mismo
    3) ((often in plural) a lever, button etc which operates (a machine etc): The clutch and accelerator are foot controls in a car.) control, mando
    4) (a point or place at which an inspection takes place: passport control.) control

    2. verb
    1) (to direct or guide; to have power or authority over: The captain controls the whole ship; Control your dog!) controlar, dirigir
    2) (to hold back; to restrain (oneself or one's emotions etc): Control yourself!) controlar(se), dominar(se)
    3) (to keep to a fixed standard: The government is controlling prices.) controlar
    - control-tower
    - in control of
    - in control
    - out of control
    - under control

    control1 n control
    control2 vb controlar


    control sustantivo masculino 1 ( en general) control; sin control out of control; perdí el control I lost control (of myself); hacerse con el control de algo to gain control of sth; lleva el control de los gastos she keeps a check on the money that is spent; control de (la) natalidad birth control; control de calidad quality control o check; control de pasaportes passport control; control remoto remote control 2 (en carretera, rally) checkpoint 3
    a) (Educ) test
    b) (Med) check-up;

    control sustantivo masculino
    1 (dominio) control: está todo bajo control, everything is under control
    2 Educ test
    3 (inspección) check
    control de calidad, quality control
    4 (de Policía, militar) checkpoint, roadblock
    5 control remoto, remote control ' control' also found in these entries: Spanish: absoluta - absoluto - adueñarse - ajena - ajeno - angular - autocontrol - contención - controlar - controlarse - cuadro - descontrol - descontrolarse - desenfreno - disciplina - dominar - dominación - dominarse - dominio - dueña - dueño - encima - fraude - mando - moderarse - órbita - palanca - papel - planificación - potingue - pública - público - regular - regulación - reportarse - reprimirse - reprivatizar - resbalar - retener - rienda - señorío - sofocar - teleguiada - teleguiado - telemando - tenerse - torre - ala - anticoncepción - apoderarse English: air traffic control - arms control - beyond - birth control - check - checkpoint - control - equity - fiendish - freak out - gain - grip - hand - hit - hold - knob - over - override - panel - passport control - pest control - piece - quality control - rein - remote control - resume - roadblock - rule - runaway - self-control - speed trap - take over - tight - tighten - tighten up - time clock - time-keeping - traffic control - unionist - volume control - watchdog - wild - air - birth - boil - break - compose - curb - discipline - dual
    tr[kən'trəʊl]
    1 (govern, rule) controlar
    2 (have control over - person, animal, vehicle) controlar; (- emotions) controlar, dominar
    3 (regulate - temperature, volume, pressure, rate, flow) controlar, regular; (- traffic) dirigir; (- prices, inflation, spending) controlar
    4 (verify, check) controlar
    1 (power, command) poder nombre masculino, dominio, mando; (authority) autoridad nombre femenino
    2 (restriction, means of regulating) control nombre masculino
    3 (place, people in control) control nombre masculino
    4 SMALLTECHNICAL/SMALL (standard of comparison) patrón nombre masculino de comparación
    5 (switch, button) botón nombre masculino, mando
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    out of control fuera de control
    under control bajo control
    to be at the controls (of car) estar al volante 2 (of plane, etc) estar al mando
    to be beyond somebody's control estar fuera del control de alguien
    to be in control estar al mando, mandar
    to bring something under control conseguir controlar algo, llegar a controlar algo
    to control oneself controlarse
    to gain control of something hacerse con el control de algo
    to go out of control descontrolarse
    to lose control of oneself perder el control de sí mismo,-a, perder los estribos
    to lose control of something perder el control de algo
    control panel tablero de instrumentos
    control room (military) centro de operaciones 2 (in broadcasting) sala de control
    control tower torre nombre femenino de control
    import control control nombre masculino de importaciones
    passport control control nombre masculino de pasaportes
    price controls control nombre masculino de precios
    traffic control control nombre masculino de tráfico
    wage controls regulación f sing salarial
    control [kən'tro:l] vt, - trolled ; - trolling : controlar, dominar
    1) : control m, dominio m, mando m
    to be under control: estar bajo control
    2) restraint: control m, limitación f
    birth control: control natal
    3) : control m, dispositivo m de mando
    remote control: control remoto
    n.
    control s.m.
    dirección s.f.
    dominio s.m.
    gobierno s.m.
    inspección s.f.
    mando s.m.
    manejo s.m.
    regulación s.f.
    regulador s.m.
    v.
    abarcar v.
    acaparar v.
    controlar v.
    dirigir v.
    dominar v.
    fiscalizar v.
    gobernar v.
    mandar v.
    moderar v.
    regir v.
    regular v.
    sofrenar v.

    I kən'trəʊl
    1)
    a) ( command) \<\<country/people\>\> controlar, ejercer* control sobre
    b) ( regulate) \<\<temperature/flow\>\> controlar, regular; \<\<traffic\>\> dirigir*; \<\<inflation/growth\>\> controlar
    2)
    a) (curb, hold in check) \<\<animal/fire\>\> controlar; \<\<emotion\>\> controlar, dominar

    to control oneself — controlarse, dominarse

    b) (manage, steer) \<\<vehicle/boat\>\> controlar; \<\<horse\>\> controlar, dominar

    II
    1) u
    a) ( command) control m

    who's in control here? — ¿quién manda aquí?

    to be in control of somethingdominar or controlar algo

    to gain/take control of something — hacerse* con el control de algo

    to have/lose control of something — tener*/perder* el control de algo

    b) (ability to control, restrain) control m; ( authority) autoridad f

    to be beyond somebody's control — estar* fuera del control de alguien

    to be out of control — estar* fuera de control

    2) u c (regulation, restriction)

    control(s) ON/OF something — control m de algo

    price control(s)control m de precios

    3)
    a) u (knob, switch) botón m de control, control m
    b) controls pl ( of vehicle) mandos mpl
    4)
    a) ( headquarters) (no art) control m
    b) c ( checkpoint) control m
    5) c ( in experiment) patrón m (de comparación); (before n)

    control groupgrupo m de control

    6) u (skill, mastery) dominio m
    [kǝn'trǝʊl]
    1. N
    1) (=command) control m ( over sobre)

    to gain control of — [+ company, territory] hacerse con el control de

    they have no control over their pupils — no pueden controlar a sus alumnos

    to be in control (of sth), who is in control? — ¿quién manda?

    people feel more in control of their lives — la gente se siente más dueña de su vida, la gente siente que tiene mayor control de su vida

    his party has lost control of the Senate — su partido perdió el control del Senado

    to take control of a company — hacerse con el control de una empresa

    under British control — bajo dominio or control británico

    2) (=power to restrain) control m

    due to circumstances beyond our control — debido a circunstancias ajenas a nuestra voluntad

    to lose control (of o.s.) — perder el control or dominio de uno mismo

    to be out of control — estar fuera de control

    everything is under control — todo está bajo control

    I brought my temper under controldominé or controlé el genio

    to bring or get a fire under control — conseguir dominar or controlar un incendio

    to keep sth/sb under control — mantener algo/a algn bajo control

    3) (=restraint) restricción f

    arms controlcontrol m de armamentos

    birth controlcontrol m de la natalidad

    price/wage control — reglamentación f or control m de precios/salarios

    4) controls (Tech) mandos mpl

    to be at the controls — estar a (cargo de) los mandos

    to take over the controls — hacerse cargo de los mandos

    5) (=knob, switch) botón m

    volume controlbotón m del volumen

    6) (in experiment) testigo m
    7) (=checkpoint) control m

    passport controlcontrol m de pasaportes

    8) (Sport) (=mastery) dominio m

    his ball control is very good — su dominio del balón es muy bueno, domina bien el balón

    2. VT
    1) (=command) [+ country, territory, business, organization] controlar
    2) (=restrain) [+ crowd, child, animal, disease] controlar; [+ fire, emotions, temper] controlar, dominar

    to control o.s. — controlarse, dominarse

    control yourself! — ¡contrólese!, ¡domínese!

    3) (=regulate) [+ activity, prices, wages, expenditure] controlar, regular; [+ traffic] dirigir
    4) (=operate) [+ machine, vehicle] manejar, controlar; [+ horse] controlar, dominar
    3.
    CPD

    control column Npalanca f de mando

    control freak * N

    control group N (in experiment) grupo m testigo

    control key N — (Comput) tecla f de control

    control knob N — (Rad, TV) botón m de mando

    control panel Ntablero m de control

    control room N — (Mil, Naut) sala f de mandos; (Rad, TV) sala f de control

    control tower N — (Aer) torre f de control

    * * *

    I [kən'trəʊl]
    1)
    a) ( command) \<\<country/people\>\> controlar, ejercer* control sobre
    b) ( regulate) \<\<temperature/flow\>\> controlar, regular; \<\<traffic\>\> dirigir*; \<\<inflation/growth\>\> controlar
    2)
    a) (curb, hold in check) \<\<animal/fire\>\> controlar; \<\<emotion\>\> controlar, dominar

    to control oneself — controlarse, dominarse

    b) (manage, steer) \<\<vehicle/boat\>\> controlar; \<\<horse\>\> controlar, dominar

    II
    1) u
    a) ( command) control m

    who's in control here? — ¿quién manda aquí?

    to be in control of somethingdominar or controlar algo

    to gain/take control of something — hacerse* con el control de algo

    to have/lose control of something — tener*/perder* el control de algo

    b) (ability to control, restrain) control m; ( authority) autoridad f

    to be beyond somebody's control — estar* fuera del control de alguien

    to be out of control — estar* fuera de control

    2) u c (regulation, restriction)

    control(s) ON/OF something — control m de algo

    price control(s)control m de precios

    3)
    a) u (knob, switch) botón m de control, control m
    b) controls pl ( of vehicle) mandos mpl
    4)
    a) ( headquarters) (no art) control m
    b) c ( checkpoint) control m
    5) c ( in experiment) patrón m (de comparación); (before n)

    control groupgrupo m de control

    6) u (skill, mastery) dominio m

    English-spanish dictionary > control

  • 11 one

    1. noun
    1) (the number or figure 1: One and one is two (1 + 1 = 2).) uno
    2) (the age of 1: Babies start to talk at one.) un año

    2. pronoun
    1) (a single person or thing: She's the one I like the best; I'll buy the red one.)
    2) (anyone; any person: One can see the city from here.)

    3. adjective
    1) (1 in number: one person; He took one book.) un
    2) (aged 1: The baby will be one tomorrow.) de un año
    3) (of the same opinion etc: We are one in our love of freedom.) unidos
    - oneself
    - one-night stand
    - one-off
    - one-parent family
    - one-sided
    - one-way
    - one-year-old

    4. adjective
    ((of a person, animal or thing) that is one year old.) de un año
    - be one up on a person
    - be one up on
    - not be oneself
    - one and all
    - one another
    - one by one
    - one or two

    one1 adj
    1. un
    why don't we go out together one day soon? ¿por qué no salimos juntos un día de estos?
    2. único
    3. mismo
    one2 num uno
    one, two, three uno, dos, tres
    one3 pron
    1. uno
    2.
    which one? ¿cuál?
    this one / that one éste / ése
    3. el que
    tr[wʌn]
    2 (unspecified, a certain) un, una, algún,-una
    3 (only, single) único,-a
    4 (same) mismo,-a
    5 (with names) un,-a tal
    1 (thing) uno,-a
    a red one uno,-a rojo,-a
    this one éste,-a
    that one ése,-a, aquél,-la
    which one? ¿cuál?
    the small one el pequeño, la pequeña
    the other one el otro, la otra
    2 (drink) una copa
    3 (person) el, la
    4 (any person, you) uno, una
    1 (number) uno
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    all in one de una (sola) pieza
    a one un caso
    you are a one! ¡eres un caso!
    a right one un,-a idiota
    as one / as one man como un solo hombre, todos a la vez
    at one with en armonía con
    in one (combined, together) a la vez, todo en uno 2 (in only one attempt) de una vez, de un golpe 3 (in one mouthful) de un trago
    neither one thing nor the other ni carne ni pescado
    one after another / one after the other uno,-a detrás de otro,-a
    one and all todos,-as, todo el mundo
    one another el uno al otro
    one at a time de uno en uno
    one by one de uno,-a en uno,-a, uno,-a tras otro,-a
    to be one to... ser dado,-a a..., ser de los/las que...
    I'm not one to gossip no me gusta chismorrear, no soy de las que chismorrean
    one ['wʌn] adj
    he only wants one apple: sólo quiere una manzana
    he arrived early one morning: llegó temprano una mañana
    3) (being the same) : mismo, misma
    they're all members of one team: todos son miembros del mismo equipo
    one and the same thing: la misma cosa
    4) some: alguno, alguna; un, una
    I'll see you again one day: algún día te veré otra vez
    at one time or another: en una u otra ocasión
    one n
    1) : uno m (número)
    from day one: desde el primer momento
    the one (girl) on the right: la de la derecha
    he has the one but needs the other: tiene uno pero necesita el otro
    one pron
    1) : uno, una
    one of his friends: una de sus amigas
    one never knows: uno nunca sabe, nunca se sabe
    to cut one's finger: cortarse el dedo
    2)
    one and all : todos, todo el mundo
    3)
    one another : el uno al otro, se
    4)
    that one : aquél, aquella
    5)
    which one? : ¿cuál?
    adj.
    igual adj.
    solo, -a adj.
    un tal adj.
    uno, -a adj.
    único, -a adj.
    art.
    un art.
    una art.
    n.
    uno s.m.
    pron.
    alguno pron.
    la una (hora) pron.
    uno pron.

    I wʌn
    1)
    a) ( number) uno m

    has anybody got five ones? — ¿alguien tiene cinco billetes de un dólar (or un peso etc)?

    to be at one with somebody/something — estar* en paz or en armonía con alguien/algo; see also four I

    it was interesting in more ways than one — fue interesante en más de un sentido/en muchos sentidos

    I only want the one — sólo quiero uno/una

    did you see many cows? - one or two — ¿viste muchas vacas? - alguna que otra

    as one: they rose as one se pusieron de pie todos a la vez or como un solo hombre; for one por lo pronto; who's going? - well, I am for one ¿quién va? - yo, por lo pronto; in one: it's a TV and a video in one es televisión y vídeo a la vez or todo en uno; one by one — uno a uno, uno por uno


    II
    1)
    a) ( stating number) un, una

    one button/pear — un botón/una pera

    one thousand, three hundred — mil trescientos

    b) (certain, particular)

    one boy was tall, the other short — uno de los niños era alto, el otro era bajo

    2)
    a) ( single)

    the one and only Frank Sinatrael incomparable or inimitable Frank Sinatra

    my one and only coat is at the cleanersel único abrigo que tengo or mi único abrigo está en la tintorería

    b) ( same) mismo, misma

    we drank out of the one glass cup — bebimos del mismo vaso/de la misma taza

    3) ( unspecified) un, una

    in the name of one John Smith/Sarah Brown — a nombre de un tal John Smith/una tal Sarah Brown


    III
    1) ( thing)

    this one — éste/ésta

    that one — ése/ésa

    which one? — ¿cuál?

    the one on the right/left — el/la de la derecha/izquierda

    the ones on the table — los/las que están en la mesa

    the blue ones — los/las azules

    I want the big one — quiero el/la grande

    it's my last one — es el último/la última que me queda

    he's had one too many — ha bebido de más, ha bebido más de la cuenta

    have you heard the one about... ? — ¿has oído el chiste de... ?

    he ate all the apples one after another o the other — se comió todas las manzanas, una detrás de otra

    2) ( person)

    the one on the right's my cousin — el/la de la derecha es mi primo/prima

    he's a sly one, that Jack Tibbs — es un zorro ese Jack Tibbs

    I'm not one to gossip, but... — no me gustan los chismes pero...

    one after another o the other — uno tras otro or detrás de otro


    IV
    pronoun uno, una

    one another — each other, each II 2)

    [wʌn]
    1. ADJ
    1) (=number) un/una; (before sing noun) un

    for one reason or anotherpor diferentes razones

    the last but one — el penúltimo/la penúltima

    one or two people — algunas personas

    that's one way of doing it — esa es una forma or una de las maneras de hacerlo

    2) (indefinite) un/una, cierto

    one day — un día, cierto día

    3) (=sole) único

    no one man could do it — ningún hombre podría hacerlo por sí solo

    the one and only difficulty — la única dificultad

    4) (=same) mismo

    it's all one — es lo mismo

    it's all one to me — me da igual, me da lo mismo

    they are one and the sameson el mismo

    5) (=united)

    they all shouted as one — todos gritaron a una

    to become one — casarse

    to be one with sth — formar un conjunto con algo

    2.
    N (=figure) uno m

    one and six(pence) — (Brit) un chelín y seis peniques

    to be at one (with sb) — estar completamente de acuerdo (con algn)

    to be at one with o.s. — estar en paz consigo mismo

    to go one better than sb — tomar la ventaja or la delantera a algn

    she's cook and housekeeper in one — es a la vez cocinera y ama de llaves

    you've got it in one! * — ¡y que lo digas! *

    in ones and twosen pequeños grupos

    to be one up — (Sport etc) llevar un punto/gol etc de ventaja

    that puts us one up — (Sport etc) eso nos da un punto/gol etc de ventaja

    fast I, 1., 1), quick 1., 3), road 1., 2)
    3. PRON
    1) (indefinite) uno/una

    have you got one? — ¿tienes uno?

    his message is one of pessimism — su mensaje es pesimista, el suyo es un mensaje pesimista

    one after the other — uno tras otro

    one and all — todos sin excepción, todo el mundo

    one by one — uno tras otro, uno a uno

    I for one am not going — yo, por mi parte, no voy

    not one — ni uno

    one of them — uno de ellos

    he's one of the group — es del grupo, forma parte del grupo

    the one..., the other... — uno..., el otro...

    price of oneprecio m de la unidad

    one or twounos pocos

    this one — este/esta

    that one — ese/esa, aquel/aquella

    which one do you want? — ¿cuál quieres?

    who wants these red ones? — ¿quién quiere estos colorados?

    what about this little one? — ¿y este pequeñito or (esp LAm) chiquito?

    In the past the standard spelling for [este/esta], [ese/esa] and [aquel/aquella] as pronouns was with an accent ([éste/ésta],[ése/ésa] and [aquél/aquélla]). Nowadays the [Real Academia Española] advises that the accented forms are only required where there might otherwise be confusion with the adjectives ([este/esta], [ese/esa] and [aquel/aquella]).

    the one who, the one that — el/la que

    the ones who, the ones that — los/las que

    4) (=person)

    you are a one! — ¡qué cosas dices/haces!

    our dear ones — nuestros seres queridos

    the Evil One — el demonio

    you're a fine one! * — ¡menuda pieza estás tú hecho! *

    he's one for the ladies — tiene éxito con las mujeres

    the little ones — los pequeños, los chiquillos

    never a one — ni uno siquiera

    he is not one to protest — no es de los que protestan

    5)

    one another, they kissed one another — se besaron (el uno al otro)

    do you see one another much? — ¿se ven mucho?

    6) (impers) uno/una
    * * *

    I [wʌn]
    1)
    a) ( number) uno m

    has anybody got five ones? — ¿alguien tiene cinco billetes de un dólar (or un peso etc)?

    to be at one with somebody/something — estar* en paz or en armonía con alguien/algo; see also four I

    it was interesting in more ways than one — fue interesante en más de un sentido/en muchos sentidos

    I only want the one — sólo quiero uno/una

    did you see many cows? - one or two — ¿viste muchas vacas? - alguna que otra

    as one: they rose as one se pusieron de pie todos a la vez or como un solo hombre; for one por lo pronto; who's going? - well, I am for one ¿quién va? - yo, por lo pronto; in one: it's a TV and a video in one es televisión y vídeo a la vez or todo en uno; one by one — uno a uno, uno por uno


    II
    1)
    a) ( stating number) un, una

    one button/pear — un botón/una pera

    one thousand, three hundred — mil trescientos

    b) (certain, particular)

    one boy was tall, the other short — uno de los niños era alto, el otro era bajo

    2)
    a) ( single)

    the one and only Frank Sinatrael incomparable or inimitable Frank Sinatra

    my one and only coat is at the cleanersel único abrigo que tengo or mi único abrigo está en la tintorería

    b) ( same) mismo, misma

    we drank out of the one glass cup — bebimos del mismo vaso/de la misma taza

    3) ( unspecified) un, una

    in the name of one John Smith/Sarah Brown — a nombre de un tal John Smith/una tal Sarah Brown


    III
    1) ( thing)

    this one — éste/ésta

    that one — ése/ésa

    which one? — ¿cuál?

    the one on the right/left — el/la de la derecha/izquierda

    the ones on the table — los/las que están en la mesa

    the blue ones — los/las azules

    I want the big one — quiero el/la grande

    it's my last one — es el último/la última que me queda

    he's had one too many — ha bebido de más, ha bebido más de la cuenta

    have you heard the one about... ? — ¿has oído el chiste de... ?

    he ate all the apples one after another o the other — se comió todas las manzanas, una detrás de otra

    2) ( person)

    the one on the right's my cousin — el/la de la derecha es mi primo/prima

    he's a sly one, that Jack Tibbs — es un zorro ese Jack Tibbs

    I'm not one to gossip, but... — no me gustan los chismes pero...

    one after another o the other — uno tras otro or detrás de otro


    IV
    pronoun uno, una

    one another — each other, each II 2)

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  • 12 freirus

    Freirus, magos, curanderos, desencantadores de embrujamientos, etc. De los Freirus se han contado muchas historias, algunas ciertas, otras meras leyendas y muy pocas están en lus cuentos. Yo ahora les voy a contar la historia relacionada con lo misterioso de las Xantinas y freirus. "L'ESTORIA DE XANTA ROUXA" —Acorreláu per argutóuxes cumes que fasta les mesmes ñubes s'espurríen, pa xorber d'échos nus envernus les ñeves ya nus branus les güáitades, ben per mor de les borrines ou de bétchadas orbayadas, ou de choveres xin tinu, cundu atroñiquen lus cielus, ya en pocétchos centellóuxes s'esmadrían ente reblagus en manplenáes de riadas. Ou cundu nes campes nuétches baxu 'l paxiétchu d'estrellas, qu'acobertorién lus érus de moyadas alboriadas, ou cundu 'l tempu trastola, ya baxan prietes borrinas xemandu las orbayadas, que fartucaben al vátche que comu xardín divinu per les argutóuxes cumes yera curiáu en muriada. —Nisti vátchiquin d'enxuenu que mil nomes xin chevara, mal nomáu xamás cheldara, perque mil vátches semexus a miou Melgueirina Asturies per tous lus lláus l'engalanan. Isti vátche yera un xardín que xempre verdi lu taba, lu mesmu nel plenu envernu que nel branu magosteiru, dou embruxantes aldines per uquiera lu poblaban, de xentes fortes ya bravas, que fellices trabayaban, disdi que el sol allumbraba, fasta que la nuétche prieta nun dexaba güétchar nagua. —Sous erus daben lu mesmu 'l perexil que l'escanda, lus arbeyinus de Mayu, ya tou la clás de ximiente qu'el llabrador la xemara. Nus sous teixus tou la fame taba d'afechu xebrada. —Allindiaben sous rebañus d'uveyes, vaques, ya yegues, que nus préus, ou nas brañadas pastiaben yerbes mu sanas. Nuna 'ldina d'isti vátche fae mamplenaú d'anus, fexu rellumbru ista hestoria que l'uréei cundu guaxe de chingua d'un bon vaqueiru que tamén él l'ureáre. —Ista cheyenda ou hestoria que ches cuntu you nagora, fói fecha per el amore, 'l xufrimientu ya la chárima, ya per oitres munches couxes qu'allumbra l'alma humana. —Yera Rouxina tan pura, tan ñatural ya melgueira, tan fermóuxa ya ben cheldá que nin el mesmu Faidor oitra mexor n'encaldara. Yera fía d'una viuda de rancuayina llabranza, qu'ente les dous trabayaben, con la gavita l'aldina, que toes sous xentes con gociu l'apurríen cundun cuadraba. Perque Rouxina yera dalgu que embruxaba y encantaba, que semaba l'allegría per uquier qu'espatuxara, Rouxina xegún les xentes yera un anxelín del ciellu, tan roxiquina y a guapina comu las divinas xanas. —Sous güétchus yeran mesterius qu'al mirar tou l'embruxaban, l'allumbraben d'allegríes, l'alleraben d'esperancias, l'aviñonaben pel gociu qu'en sou alma fogueiraba. Sous güétchus faían falugus, apurriendu mil promexas xin écha falar pallabra. Tous lus mozus d'aquel vátche taben ameruxáus d'amore per la melgueira Rouxina, pos tóus ca cual per xigu, cuntábenxe ben queríus per la melgueirina xana. —Cundu chegaben les romeríes naquel vátche d’énxuenu, toes les xentes dexaben lous trabayus, y'apaxiétchaes con sous gales de festa, diben allegres ya fellices con xantificanti respeutu, a festexar al sou Xantu ou Xantina que tou 'l añu le reizaban, rogándoyes que sous femes nun mal partu nun bétcharan ou que lus chobus ya 'l oxu nun chuquinaren sous vaques, sous uvées ou cheguadas, ou qu'el tempu vena bonu p'el maíz ya las patacas, ya cundu 'l mes de la yerbe nun choviere nin orbayara, pa poder metela bona nus payares ya nas baras, axín como oitres couxes que a sous Xantus pigüeñaban. —Ya trés lus reizus al Xantu ou a la Vírxen qu'aduraban, tóus diben pa sous teixus en hermaná fellizada, y'enzulaben el banquete que faíen col cordeiru mexor de la sou teixada, ya oitres guixus ya llambicus, que pa tal chelda forniaban. —Ya despós de tous fartus e achegres en romaurada, colaben pa la campeira dou lus múxicus gaitaban, ya tóus xemáus de diches con alegría danciaban lu mesmu la xente viétcha qu'angunes xotes danciaba, que la xuventú enteira que de baítchar n'adondaban, xempre xuníus nel dexéu de la querencia qu’embruxa l 'amore que ca cual cata, mái nus mozus que nes móuces pos ístas son mái recatas, perque la fema que pirdi la sou gonra endenantes de qu'el cura la caxara, cheva cuaxigu la duda de ser muyer fellizada. (Bona dote tenes fía, que yes fermóxa e gonrada, 'l díe que pirdas la gonra si nun yes muyer caxada, tou dote nun val pa nagua). Axin falaben les maes tous lus díes a sous fías, enus tempus d'endenantes, cundu la mútcher namái que yera 'l ama en sou teixu cundu 'l sou home nun taba. Peru güéi que la muyer ye 'l xuez que chelda les lleyes, ou 'l guardia que t'encarxela, ou 'l aboguéu falancieru que la xusticia simielga ou 'l fiscal endiañáu que t'achuquina xin pena, falu you que la mútcher güéi poucu estima sou gonra, sou embruxu mesterióxu, sou divinidá grorióuxa, sou ser má del mesmu Cristu, sou ser mantina e fermóuxa. —Ya coyendu la güítcha p'afalar denuéu continu ista hestoria ou cheyenda, falu qu'achí naquel baítche, tous lus mozus faíen dance p'eñamorar a Rouxina, tóus lampriáus nel esgolazu queríen xorber nus sous güétchus el embruxu qu'allumbraben, d'angunus envallentáus falábenle mu xellín que taben per écha llocus, peru Rouxina xonrienti a dalgún sou xi ches daba, ya ñocenti comu ‘n ánxel con sous embruxantes güeyus ya sou melgueira falancia, per xemexu afalagaba, engolguiéndulus nun fuéu que mái sou amore queimaba. —E anxín con tóus per lu mesmu, danciaba ya se reyía, falaba ya canturriaba, ya sous güeyus mesterióxus l’amor per uquier xemaban. TRADUCCIÓN.— (LA HISTORIA DE SANTA ROSA). Rodeado por altas cumbres, que hasta las mismas nubes con gallardía se estiraban, para beber de ellas en los inviernos las nieves y en los veranos las aguas, bien por mediación de nieblas o de ricas escarchadas, o de lluvias que sin tino cuando los cielos tronaban y la centella o el rayo como la luz caminaba, y las nubes se rompían en torrentes de riadas. O cuando en las noches claras bajo el manto de estrellas, que cubrían todos los campos mojados por la alborada, que tal hartaba a todo el valle, que como jardín divino, por las altas montañas era cuidado por sus naturales murallas. —En este valle de ensueño, que mil nombres si llevara mal llamado jamás fuera, porque mil valles divinos, parecidos este ensueño, en mi Dulce Tierrina por todos sus lados la engalanan. —Este valle era un jardín que siempre verde lo estaba, lo mismo en el pleno invierno, que en el verano más caluroso, donde embrujadoras aldeas por todas partes poblaban, de gentes fuertes y bravas que felices trabajaban, desde que el sol salía, hasta que la oscura noche no dejaba ver ya nada. Sus tierras daban lo mismo el perejil que el trigo, que los guisantes tempranos, que cualquier clase de siembra que el labrador trabajara. En sus casas toda hambre del todo estaba apartada. —Las nobles y bravas gentes de aquel valle de ensueño, cuidaban a sus rebaños de ovejas, vacas y yeguas, que en los verdes prados, puertos, morteras u brañas, pastiaban abundantes y buenas hierbas. En una de las aldeas de este valle, hace muchos años se a alumbró esta historia, que yo escuché siendo niño, de boca de un buen vaqueiru, que también él la escuchara. —Esta leyenda o historia que yo les voy a contar ahora, fue nacida del amor del sufrimiento y la lagrima y de muchas otras cosas que alumbra el alma Humana. —Era la joven Rosina tan, pura y tan natural, tan dulce y tan hermosa, y también deseada estaba, que hasta el propío Hacedor otra mejor no creara. Era hija de una viuda de muy pequeña labranza, que entre las dos trabajaban, con la ayuda de las gentes de la aldea, que les prestaban cuando la necesitaban. Rosina era ése algo que embrujaba y encantaba, que sembraba la alegría por donde ella caminara. Rosina según las gentes, era un angelín del cielo, tan rubia y hermosa como las divinas Xanas. —Sus ojos eran misterio que al mirar todo lo embrujaba, alumbrando la alegría, repartiendo la esperanza, llenando a todos del gozo que en su alma se hornaba. Sus ojos hacían halagos prodigando las promesas sin ella decir palabra. Todos los mozos del valle estaban llenos de amor por la dulce y encantadora Rosina, y cada cual para si mismo ya se contaba amado por la preciosa diosa. —Cuando llega el tiempo de las fiestas o romerías en aquel valle de ensueño, todas sus gentes dejaban sus trabajos, y vestidos con sus mejores galas, iban alegres y felices, con santificado respeto, a festejar a su Santo o Santina, que en todo el año le rezara, rogándole que sus hembras tuvieran un buen parir, o que los lobos o el oso no matase a sus ganados, o que el tiempo viniese bueno para el maíz, y las patatas y que en el mes de recoger la hierba no lloviese ni lloviznara, para poder tener buena hierba en los pajares y las varas, así como muchas otras cosas que a sus santos les rogaban. Y tras de los rezos al Santo o a la Virgen que adoraban, todos se marchaban para sus casas en hermanada felicidad, y festejaban el banquete que hacían con los corderos mejores de sus rebaños, y otros guisos y confites que para tales fiestas se industriaban. —Y después de todos hartos y alegres en romería, se iban para la campa donde los músicos tocaban, y todos llenos le dichas con alegría danzaban, lo mismo las gentes viejas que algunas jotas bailaban, que toda la juventud que de danzar no casaba, siempre unida en el deseo, de la querencia que embruja, el amor que cada cual buscaba, más en los mozos que en las mozas, pues éstas son más recatas, porque la hembra que pierde su honra antes de ser casada, puede que jamás alcance la felicidad soñada. (Buen dote tienes hija mía, que eres hermosa y honrada, el día que pierdas tu honra sino eres mujer casada, tu dote no vale nada). Así hablaban las madres todos los días a sus hijas en los tiempos ya pasados, cuando la mujer sólo era el ama en su casa siempre que el hombre no estuviera. Pero hoy que la mujer es el juez que hace leyes o el guardia que te encarcela, o el abogado hablador que la justicia menea, o el fiscal endemoniado que te asesina sin pena, digo que hoy la mujer muy poco esta a su honra, su divinidad gloriosa, su ser la madre de Cristo, su ser querida y hermosa. —Y cogiendo la aguijada para arrear con tino esta leyenda o historia, les digo que en aquel valle de ensueño, todos los mozos, bailaban, reían, cantaban y todo cuanto hacían y pensaban iba encaminado para enamorar a la hermosa y divinizante Rosina, pues todos estaban hambrientos y sedientos hasta el enloquecimiento, por poder satisfacerse con las embrujantes miradas de sus misteriosos y encantadores ojos, algunos mozos más osados, le decían muy despacio y con grande veneración, que estaban enloquecidos de amor por ella. Pero Rosina sonriéndose siempre con su candidez acostumbrada, a ninguno le daba su sí, e inocente como un ángel, con sus embrujantes ojos y su dulce palabra, por igual a todos halagaba, envolviéndoles dentro de un embriagador y divino fuego en el que sólo su amor les quemaba. Y así con todos por igual, bailaba y se reía, hablaba y cantaba, y sus ojos misteriosos el puro e inocente amor por todas partes sembraba. "JUAN EL CURANDERO" —Era Juan hombre maduro sin llegar en esta edad a su total madurez, y era viejo en ser tan pobre como la propia vejez, pues no hay viejo que sea rico aunque más dineros tenga que el mundo que tener. Ya que el dinero en el viejo (y a esta edad yo he de llegar si la parca en mi camino no me siega mi querer, y quisiera me respeten como yo desde mi infancia con el anciano lo hacer) u otra riqueza que fués, sólo le sirve de abrigo, de tranquilidad tal vez, y para que todos sus deudos le mimen y les respeten, como el mejor de sus males para heredarle después. —Yo no se si me comprenden por no explicarme muy bien, yo no llamo viejo al tiempo, porque el tiempo viejo no es, yo llamo anciano a los seres que han perdido la alegría, la ilusión y el apetito, y cuando esto se pierde el más joven viejo es. —Digo yo que me han contado, que Juan no tenía riquezas, y que vivía solitario en una humilde cabaña que él mismo se fabricara, era hijo de aquel valle, dónde sus padres un día tuvieran buena labranza, pero siendo él un niño que apenas lo recordar, vendieron toda la hacienda y se fueron a ultramar. Y en aquellas tierras ricas al otro lado del mar, Juan conoció la fortuna que del trabajo sus padres la pudieron enfornar (hornar), también conoció el amor, y la alegría de vivirlo con el placer que él te dar, pero el vicio de las drogas que a otros muchos te empujar, le hicieron perder su suerte y en la desgracia rodar, y esta negra desventura al presidio le llevar, de dónde salió tan pobre de riquezas y de honor, que en él ya nadie confiar. —Desesperado y mendigo, sin familia y sin hogar, Juan regreso a su Tierrina, al valle que había nacido, y a las argutas montañas que con recelo le guardar, y una vez en el lugar dónde él al mundo llegar, en terreno comunal edifico su cabaña, y tras ella hizo una huerta que con sapienza cuidar, dónde florecía la planta que tras bien elaborada él con placer la fumaba y del mundo se olvidar. —Juan vivía de la caza, de la pesca de ser hombre de mente despierta a ultranza, y quizás bien educada en el delicado oficio de curar la enfermedad, pues él sanaba a las gentes con sus potingues y ungüentos industriados con las plantas que en el monte él arrancar, así aliviaba el reuma, los catarros y otros males, que el médico no sanar. Muchas veces sus palabras sabias por bien atinadas, hacían más bien al enfermo, que el doctor y su receta, que a parte de ser muy cara, raras veces era eficaz. —Juan era un astur de casta, de estatura premediada, de rostro agradable y firme, con nariz recta y holgada, de boca que sonreía aunque palabra no hablara, de ojos tristes y avispados, del color de la esmeralda, sus cabellos eran negros para contraste de raza, y su caminar sereno tranquilidad sin par, le daban el firme aire de poder y libertad. Juan practicaba la industria de curar la enfermedad no cobrando jamás nada, pero todos le ofrendaban mucho más que si cobrara, quizás fuese porque Juan, era hombre que las gentes le querían, le admiraban y le honraban. —Una tarde estaba Juan sentado frente a su casa, que alejada de la aldea en solitario se alzaba, silencioso y cabizbajo no viendo que le observaban, Juan cavilaba en silencio, o tal vez feliz lo fuera y en nada quizás pensara. Más de pronto alguien le dijo con voz cristalina y clara, como las aguas que nacen en las fragosas montañas, con voz cantarina y brava, como la que hace el malvís en la libertad del campo, dueño y señor de su ente, no siendo esclavo de nada, con voz mansa y adulzada, como la que hace la hembra, cuando a su amado le invita, o a su cachorro le halaga, con voz cálida e inocente, como los rayos del sol que dan vida a todo ser, sin preguntar si hay algunos que no merecen tal gala con voz que era un embrujo, para cualquier ser viviente que su música escuchara: —¡Señor Juan! ¿Se encuentra enfermo, o tal vez tiene tristezas que le infelizan su alma? —Juan levantó su mirada, y allí en mitad del camino Rosina le reparaba, con sus candorosos ojos y una divina sonrisa que en sus boca bailoteaba. —¡No preciosa soy feliz, no tengo en pobreza nada, que me fabrique el dolor, ni el odio ni la venganza, ni el egoísmo maligno, ni una ilusión desquiciada! —¡Soy feliz porque soy rico, al saber que no poseo querella de hacienda vana, tengo comida y cobijo, vecinos que bien me quieren y muy tranquila mi alma. —¿Puedo sentarme a tu lado a charlar si tiene gracia...? —¡Tengo la gracia del cielo, cuando hasta mi lado llega, la hermosura más preciada por la inocencia guiada! —¡Puedes Rosina si quieres hacer cuanto a ti te plazca! —¡Señor Juan, yo soy curiosa, como mujer bien pagada, cuentan en la aldea cosas de usted y ninguna mala, pero yo quiero saber esa tristeza que tienen sus ojos que ahora me halagan, ese no querer tener, cuando todos en la vida, por el poseer se afanan! —¡No están tristes mis pupilas, ya que en verdad son dichosas, tal vez se encuentran cansadas, por el placer tan inmenso que en todo momento gozan! —¿Cómo es posible señor, que estando sólo en su choza con agranda *** ***y de todas sus bondades, y ocasiones hubo muchas en que estándome yo sola he pensado en bien amarle. Señor Juan, nunca me quite de este placer que yo siento al poder acariciarle, al poder amarle tanto, como no he podido amar, nada más que a la mi madre! — Juan dominando el deseo que su espíritu sentía, de sus sentidos dislocos perdidos en el placer del vicio que da la carne, pudo un tiempo detener prisioneros tales naturales males, pero al fin incontrolable, besó a Rosina en sus ojos que eran maravillas tales, con el ardor de la quema controlada y sin desmanes, y acariciando su rostro con hermosura pureza del más escogido ángel, le dijo ya emocionado despreciando sus maldades: —¡No sé si el cielo me premia dándome cariños tales, o si me pide un calvario que en duda pongo en llevarle, sólo sé Rosina hermosa, princesa maravillosa con designios celestiales, que en mí hallarás tú siempre cuanto tenga y pueda darte, puedes venir a mi casa siempre que el querer te llame, mi puerta no tiene llave ni para ti, ni tampoco para nadie! —¡Señor Juan, soy tan dichosa que mi pecho se me abre, y por él se me desbordan todo un Firmamento lleno de gozosas alegrías, porque no tienen cabida en mi alma que las hace! —Juan de nuevo acarició aquel ángel tentador, y sin poder contenerse aunque luchó con ardor, sus labios fueron directos aquella rosa encarnada, que era su boca preñada de virginidad y amor. Y lejos de ser esquiva a tan bacanal caricia que se enredaba en el beso que en sus labios se prendió y aquella fuente de gozo, de un deseo incontrolable de un embrujo tentador, respondió al beso en medida que el beso que recibió, y rauda salió corriendo envuelta en gloriosa dicha, con marcado rubor, le dijo adiós con su mano, hacia su aldea marchó. —Juan quedó sólo y maltrecho por el placer el dolor, sin llegar a comprender, que tanta inocencia pura, tanta hermosura y candor, pudieran vivir tan juntas en natural parangón, y darle a él tanta dicha, como carga de dolor. "LA MUERTE DE JUAN" —Fue condena para Juan imposible de vencer, aquel fuego que prendió Rosina en su corazón, era un veneno de infierno que le empujaba al placer, y no al honrado sendero de querer a la inocente como el padre que no ser. —¿O quizás es el demonio ese ángel celestial que en figura de Rosina a mí me vino a tentar, el inocente soy yo que en la inocencia fiar? —Ella se dejó halagar, yo con pasión la besé, y busqué en sus labios puros no el cariño paternal, sino el deseo carnal que en todo Humano se encuentra, como dios del placer, muchas ocasiones hay que ni el más santo barón, ni la más casta mujer son capaces de frenar y violan la castidad en su vida alguna vez. Si a este extremo llegan ellos, ¿qué podré yo hacer que soy un vicioso por demás de la droga y el placer? —Y ella se dejó halagar, y con su candorosa inocencia despertó en mí otra vez, las locas ansias de amar, que dormidas las tenía pensando que nunca más volverían a despertar, puede que ella sin querer me incitara en la pasión, por eso yo la besé, y busqué en sus labios rojos fontana de gran placer, apagar mi sed de amor, y cuando tal degustaba pude y en ella yo notar, que respondía a tal goce no con querer paternal, sino con ansias de amar, y al igual que yo gozar. Y sus pechos prominentes recios por virginidad, he visto que se alteraban sacudidos por el goce que al largo beso arrancar. Y sus ojos hechiceros brillantes como luceros cuando el alba se acercar, he visto que se cerraban extraviados y sumidos, como buscando en su mente un acomodo gustoso del placer desconocido que ella aún no degustar. —¡Más que digo! ¡Estoy demente! —¡Cómo piensan mis sentidos cosas tan bajas y ruines de una virgen inocente que como a padre me amar! —¡Santo cielo, estoy perdido dentro de este fuego ciego que sin mudanza ninguna, me conduce con fiereza al desbordado deseo, de una pasión tan demente que me roba mi sosiego, y que me empuja insolente al pensamiento más bajo que mi mente fabricar! —¡Qué feliz era yo antes en este mi bello valle, dónde desde lejos vine con el propósito firme de hallar la tranquilidad fundiéndome con la paz, que tanto necesitaba mi alma ya emponzoñada por tanto el cuerpo gozar! —¡He de marcharme del valle mañana a lo más tardar, he de huir de esta pasión que a velocidad del rayo me roba sin contenerla, el tesoro más preciado que era mi tranquilidad. He de alejarme si quiero que mi deseo carnal, consumado no se vuelva con la fiereza bestial que en afán pone la fiera cuando el hambre la devora, y para calmarla mata al inocente cordero criatura celestial, que muere en la fiera garra sin pronunciar un sollozo, como morirá la honra de la inocente Rosina, para calmar el Placer que en mi alma dislocado aspira al rico bocado de su hermoso virginal! —Ya la tarde caminaba en pos de la oscuridad, que ensombrecida en el valle hacia sus cumbres se alzar, Juan se adentró en su cabaña casi enfermo por la fuerza que había gastado en pensar, queriendo sepultarse dónde ni el mismo se hallar, para olvidar el tormento de la más grande pasión que en su vida le tentar, por eso, con sus hierbas drogadizas y otros diversos potingues que él sabía preparar, mezclados con miel y caña, en una olla con agua al mor del fuego aliñar, y cuando en su punto estuvo aquella droga fatal, se acostó en su ruin camastro y a tragos largos y ralos con gusto se la libar, para apagar en su mente su pensamiento encendido que en la Rosina quemar. —Tiempo hacía que la noche del valle ya se adueñar, cuando sintió que en su puerta alguien la abría y entrar, en el interior del cuarto con voz candorosa y suave en murmullo cariñoso que al de la gloria apariar, le decían con misterio que le pareció que era su mente que trasvolada al ente que le tentaba, de él se quería también por doble puerto mofar: —¡Señor Juan! ¿Está dormido...? —A la luz del mal candil que iluminaba la alcoba, con destellos que bailaban en las borronosas sombras, dándoles casi una vida que a más claridad no hallar, Juan vio a Rosina sonriente, entre azorada gozosa, e incorporándose presto en su catre empobrecido, preguntole preocupado aunque alegre por pensar, que en su sino escrito estaba que aquella virgen doncella sólo venía a buscar, el aplacar su pasión con la que a él le atenazar: —¿Cómo se atreves princesa, ángel hermoso del cielo, criatura primorosa, diosa de mis desvelos, ruina de mis desventuras, soberana de mi cielo, cómo te osas Rosina, encantadora xanina, que has embrujado mi alma con tu amor que al ser divino yo como mortal no espero, cómo te atreves te digo, en venir desde la aldea, sólo y en noche sombría, hasta esta casa malvada, dónde mora tu deshonra yvive mi desespero? —¡Señor Juan, no pude, y juro que lo intente con denuedo, pues algo, si que no comprendo, una fuerza misteriosa que me traspasaba el alma, entre alegre y pesarosa, entre dichosa gozosa, repugnante y vergonzosa, una pasión tan profunda que al ser salvaje es sincera, una poderosa magia que al ser divina es misterio, me obligó sin yo oponerme, a que dejase mi casa muy despacio en silencio, me trajo a su presencia, y aquí estoy porque le quiero! —Juan con tristeza profunda y alegría en alto cielo, con pasión que se apagaba y en amor ardía fiero, asió la infusión de droga y bebió con el consuelo, de ver abierta a la postre la puerta de su gran cielo. Cogió Rosina la olla de entre las manos de Juan, que no hizo ni un amago para impedir que ingiriera de aquella su medecina que le aploacaba sus penas y con su sonrisa hermosa, inocente y candorosa, bebió Rosina con gozo la caramelosa droga, tras beber un largo sorbo, siguió sonriendo feliz, a la par que se acostaba en el catre a par de Juan, y con sus palabras dulces y sus manos primordiosas, caricias sembraba en Juan a la par que le decía: —¡Algo tiene esta bebida que de alegría me llenar, algo que sabe tan dulce como la miel en panal, algo que enciende mi alma y en el aire me hace andar, tal parece que soy ángel con alas en mis espaldas que me permiten volar! —¡Señor Juan, mi Juan querido, siente un calor en mi cuerpo y la ropa me estorbar, voy a quedarme en porricas (desnuda) para contigo gozar, soy feliz mi Juan querido, tanto que dudo en el mundo, un ser con más dicha y gozo, como yo no sé si habra! —Y así entre besos y abrazos, caricias, risas y juegos, en aquel renqueante catre sucio y pobre por demás, Rosina la candorosa, la inocente virgen pura, perdió su honra gozosa, conociendo jubilosa un placer que no soñar, perdió su casta inocente y a cambio ganó dichosa, saborear felicidad. —Toda la noche fue fiesta de besos que se perdían sumidos en el placer, de caricias de halagos, que hasta las puertas abiertas de su honra destrozada, llegaban en oleadas, sin jamás desfallecer. —Y así amándose ciegos sin pensar en el después, cantó el malvís su tonada y llegó el amanecer. —Fue entonces cuando extenuados de tanto amor y placer, fundidos en el abrazo que sólo el querer saber, se perdieron en el sueño feliz y de pesadez, que a los cuerpos adormece después de beber placer. —Se alarmó por la mañana la aldea que despertaba aprestándose al trabajo como cada día hacer. Se alarmó por los lamentos, llantos y gran desespero, que la madre de Rosina con grande pena lo hacer. —Puesto el pueblo sobre aviso, pronto cundió en todo el valle la noticia ya agrandada del dolor que acontecer. —Unos decían con pena, que tal vez fuera raptada por alguien que la querer. —Viejas hubo que dijeron porque que en misterios creer, que Rosina no era criatura humana, sino que era una Xana, y con ellas a sus fuentes otra vez querer volver. —Todas las gentes del valle la llamaban y buscaban, por los montes y praderas, por las ubérrimas cumbres dónde el utre (el águila) campaba, por las abexías (húmedas sombreadas) y abruptas fondigonás (hondonadas), por las veiras del regueiru (orillas del torrente), que cruzaba sulfuro la rica verde vallada, y todos con desespero perdían ya la esperanza de poder jamás toparla, y ya casi se creían, que Rosina era una Xana que a sus fuentes retornara. —Alguien llegó a la cabaña del bienhechor curandero, la vio abierta y solitaria, llamó a Juan con fuerte voz, y al ver que no contestaba, dentro de su casa entró. —Y allí, en el catre humilde del magnánimo señor, juntos y muy abrazados, sumidos en dulce sueño, Juan y Rosina dormían sin despertar a su voz. —Salió raudo de la casa quién el primero los vio, y a gritos dijo en la aldea dónde Rosina se hallaba y nadie se lo creyó. —Pero al afirmarlo fiero, y rogar que le siguieran, todos corrieron tras él, y entraron en la cabaña, y vieron a los amantes durmientes y entrelazados cual si fuesen uno dos. —Asustados los vecinos al ver lo que no creyeran aunque jurasen por Dios, zarandearon los dormidos, con rabia, odio y furor, y despertose Rosina, pero Juan no despertó. —No se alteró la Rosina, ni menos se levantó, halagó el pelo de Juan, con cariño le besó, y les dijo a sus vecinos con voz preñada de ira, de desprecio y de valor: —¡Dejazle dormir tranquilo, que vuestras horrendas voces no perturben a mi amor, y marcharos de mi presencia, pues no volveré a la aldea, ya que mi casa está aquí, porque desde hoy ya soy, ante Dios que es el que importa, la fiel esposa de Juan, al que le entregué mi honra y todo mi corazón! —Fue la madre de Rosina herida en su sentimiento con vergüenza con fuerza enloquecida por deshonra tan atróz, la que asiendo a Juan con envilecido furor, del catre al suelo tiró y allí en el suelo empobrecido, del miserable cuartucho, todos juntos comprobaron sumidos en un terror, que de miedo confudiólos al presenciar con pavor, que Juan seguía dormido, y en sus labios florecía una sonrisa feliz, que la muerte por la dicha al matarle le dejó. —¡Está muerto! ¡Le has matado! Dijeron aquellas gentes mirándola despavoridos, como si Rosina fuera demonio exterminador, como si aquella muchacha que siempre del pueblo tuvo el cariño y el halago, el aprecio más pagado, y el amor de los rapazus (mozos) que por ella suspiraban con buen querer e ilusión, cómo si aquella preciosa y angelical criatura que desde niña alegrara con sus cantes y sonrisas, galanuras y prestancias, sencillas y naturales, ausentes de vanidas y de hipócritas maldades, los vivires, y quehaceres de las gentes de aquel valle, de pronto se convirtiera en lo mas sucio y maldito que a un humano le caver. —¡Bruja del demonio eres Xana de gran maldición! —Dijeron algunas gentes con el odio retratado en sus ojos y audición —¡Has venido a esta cabaña tan sólo con la intención de asesinar a este hombre, que era nuestro curador y un santo de bendición! —Levantóse de aquel catre Rosina sin el pudor, y en porricas (desnuda) como estaba, con el cuerpo más perfecto que jamás la tierra dio, abrazose a Juan llorando entre gritos lastimeros tan cargados de dolor, que doblegarían en pena a otras gentes que no fueran sus vecinos que la odiaban, y con desprecio la miraban, con repugnancia y con terror. —¡Fostes vuexotrus baldrietchus, gafuróuxus achuquinus (fuisteis vosotros cobardes, despiadados asesinos), hijos de satan malditos, los que matasteis a Juan mientras que dormía yo, un sueño que no era sueño, sino gloria del Señor! —Gritóles Rosina airada, fuera de sí dislocada, transfigurado su rostro por tan inmenso dolor. —¡Yo pido al Señor del Cielo, o al rey del infierno fiero, que sobre vosotros baje poderosa maldición, que os quite la alegría, la paz y prosperidad por asesinos que sois! —Al día siguiente en el valle fue enterrado el pobre Juan, llorando sin ver consuelo, tras el féretro entablado Rosina le acompañaba hasta la dura morada dónde su cuerpo sin vida sería pasto de la tierra, porque de ella nació. —Con Juan se fue de Rosina la alegría alborozada, el brillo de su mirada cautivadora de amor, su virginidad gozada, sus sonrisas primordiosas que de ángel eran canción, su inocencia candorosa su felicidad dichosa, gozada en el mismo día que su honra se esfumo. —Más de dos meses Rosina en su lecho desesperada enferma de amor vivió, y casi su muerte halló por la pena que sufrió. —Cuando al fin salió del mal y a su cotidiana vida de trabajo retornó, lo hizo ilusionada de renaciente alegría, al saber que en sus entrañas un hijo estaba creciendo fruto de su gran amor. —Fue su vida desde entonces en aquel valle querido, la condena del infierno o un castigo del Señor. —Ella que siempre había sido la hermosura y la canción, la alegría y la sonrisa, la ilusión de tantos mozos que deseaban su amor, la inocente virgen pura sin orgullo ni obsesión, era ahora por sus gentes despreciada con horror, insultada muchas veces con ofensivas mentiras, dónde la airada venganza de la envidia recogió. Hasta los mozos que antes la trataban con cariño y marcada veneración, ahora la repudiaban, y con socarronas risas le lanzaban sucias sátiras, y la nomaban Paraxa (nombraban puta) con la misma asiduidad, que antes le decían bonita en cualquier otra ocasión. —Algunas viejas había que con sutil agudeza que en el aldeano es primor, sembraban entre las gentes el veneno acusador, con frases tan bien urdidas de historias que antiguas son, que Rosina era una Xana, que sólo traería al valle desgracias y males tales, que mejor era apredrearla y arrancarle de su cuerpo su vida de maldición. ALUMBRAMIENTO, MUERTE Y SANTIDAD DE ROSINA —En el culminante estado de su amada gestación, Rosina aquella mañana fue con sus vacas al prado, y allí en el raso campo a la luz clara del sol, se puso enferma de parto, y entre la hierba rosada a dar a luz se acostó. —La alegría acariciada que tanto tiempo esperaba, semilla que iba a nacer fruto de su gran amor, se tornaba por momentos en acuciante dolor, que le hacía revolcarse entre la crecida hierba, entre gritos lastimeros que le arañaban la entraña, porque su hijo quería ver la claridad del sol. —Ella sola en pleno campo, sin que nadie le ayudara, ni menos la consolara ni con palabras ni hechos, sin que una mano piadosa l'enxugara (le secara) los sudores que el dolor los hacía crecer, ella sola a lo salvaje, como siempre había vivido con natural sencillez, como si fuera una fiera con el dolor de mujer, estaba alumbrando un hijo, con la natural manera que en su día lo supo hacer. —El esfuerzo agobiador y el dolor desgarrador que sufriera al alumbrarlo, la privaron del sentido durante ignorado rato, y así el infante gritaba en la soledad del campo, mientras que era lamido con cariño casi humano, por Petra la perra loba, que con su ama la Xana apacentaba el ganado. —Desde las altivas cumbres dónde el águila vigila, con sus ojos encendidos de rapidez desmedida, y precisión ajustada a sus ansias de asesina, la soberana del aire había visto la muchacha, entre las hierbas tendida cual si muerta se encontrara, y al pequeño dando gritos, aunque Petra, cariñosa con maternidad lamiera, cual si su cachorro fuera, no el hijo de su ama. —Sanguinaria y despiadada vio la reina de las cumbres en el infante un festín, de sabrosa carne humana, y bajando de los cielos con sus alas replegadas y la rapidez del rayo cuando del trueno se escapa, arrancó en vuelo rasante de entre las fauces del perro que en el momento cuidaba con desmedido cariño al instante que hacia el cielo el águila se elevaba. —Lamentos que daba el niño entre las feroces garras de águila desalmada, mientras que la fiera alada sin piedad entre sus uñas al instante asesinaba. —Ladridos de grande pena que la perra noble y buena más humana que animal enloquecida hacia el cielo con fiera rabia lanzar, mientras que chillando alegre la reina de las montañas majestuosa planear, para llegar a su nido que colgado en el abismo del inaccesible risco, iba a ser mudo testigo, del ángel que en un festín, un águila devorar. —Al fin la pobre Rosina del olvido del desmayo a la razón retornar, y recorrió con anhelo de una alegría sin par, que había alumbrado a su hijo, y rauda miró angustiada en que lugar se encontrar. —Vio a la noble perra entre la hierba acostada que quejidos murmuraba cual si culpada lo estar, vio su razón desatada ensenderada en camino que a la demencia guiar, si no encontraba a su hijo que ella sabía que alumbrar. —Pero no... pudo hallarle, ni ya nadie le encontrar, porque aquella fiera alada un festín con él se dar. Su dolor al más medrado, su penar crecido al más, hicieron de ella el demente que sin perder la razón como loco se portar. Clavó sus hermosos ojos en el Infinito cielo, y con llanto desgarrado por mil lágrimas regado que las fuentes del dolor desmandadas en riada todo su ser anegar, reclamaba su justicia al Señor que así le hablar: —¿Dónde mi hijo se fue si en mi entraña ya no estar? —¿Dónde Hacedor Poderoso con tantos ojos que tienes que todo lo escudriñar, dónde mi hijo se fue, que ladrón me lo robar? —¡Yo le he visto aquí nacido, sano y fuerte cuando Tú mi sentido me quitar. —¡Dime Señor te lo ruego, y a cambio mi vida entera ahora mismo te entregar, dentro de atroz sufrimiento que inventado aún no estar!, ¿que malvado despiadado a mi hijo me robar? —¡Vamos Señor que no oigo tu Divina voz hablar! —¡Dime si mudo lo eres al menos con una seña dónde mi hijo morar! —¡Despierta Señor del Cielo, si es que dormido lo estás, y busca a mi hijo pronto que sino se morirá! —¡Oh Señor ya te comprendo, no me quieres ayudar, porque a nadie Tú le ayudas mientras que vivo lo estar! —¿Oh acaso soy yo la Xana que en las fontanas morar, y estoy viviendo un sueño que no es mi realidad? —¡Si así es mi creador, el sueño es mi verdad! —Revolcándose en la hierba que su drama presenciar, prisionera del dolor, que descanso ni sosiego, ni un instante le dar, ahogándose en las lágrimas, que de sus ojos brotar, la desgraciada parida horrendos gritos lanzaba, que en el aire se perdían fusionados y apagados en distancia, por el cante del malvís, el jilguero y la calandria, por el rumor de las aguas que felices y hermanadas, el bullicioso torrente hasta la mar las llevaba. Por la canción tan pareja que hace el grillo y la cigarra. Por el graznar de los cuervos y del águila malvada. Por la brisa cariñosa que acaricia oxiginada, los foyajes que orquestean músicas en la arbolada. —Solo Petra su fiel perra con sentimientos de humana, traspasada por la pena, acaricieba lamiendo las lágrimas de su ama, ella si podía decirle si su lengua en voz montara, que taimada criatura a su hijo devorara. —Más de pronto la Rosina, cómo si un demonio fiero en su alma se albergara, dándole vida a una idea que un dolor más encendido por ver clara su desgracia de sus sentidos saltara, con los ojos extraviados por la furia en tal creada, se levantó envenenada con ardor de herida fiera, y asiendo a su noble perra con sus manos encrispadas dirigidas por el odio de su razón desquiciada, apretóla por el cuello con el ansia de matarla, mientras que con voz rabiada gritaba desaforada: —¡Fuiste tu perra maldita la que mataste a mi hijo, la que con placer de averno hiciste de él un festín devorándome mi entraña, fuiste tu asqueroso bicho traicionero y carnicero, la que se comió a mi hijo mientras que yo avasallada por el dolor más profundo fuera de razón estaba! —¡Pero ahora morirás en mis manos desgraciada, y te rajeré tu vientre, y en pequeños pedacitos que enloqueceran mi alma, sacaré de él a mi hijo, aunque no sea nada más que para poder mirar los despojos de mi entraña! —Fuerte y grande era Petra la perra humanizada, que al verse tan maltratada por su ama desquiciada, luchó con fiereza noble librándose del dogal que en su cuello aprisionaba, logrando huir con lamentos hacia la aldea alejada. —Trás ella como una loca, llena de sangre y airada, con sus cabellos revueltos al viento que acariciaba, y sus ojos extraviados dónde la furia brillaba, acusando con palabras de maldición anegadas a su perra endemoniada, entró la moza parida en su aldea enloquecida, y los vecinos al verla en facha tan desastrada, lejos de apenarse de ella, los malditos la injuriaban, y la siguieron gozosos sonrientes en algarada, hasta llegar a la casa dónde Rosina moraba. —Y allí la vieron salvaje como la fiera rabiada, maltratar con una furia que de el tigre era copiada, a la Petra su fiel perra, que aunque comprendiera todo y sin poder decir nada, asustada y encogida miraba entre lamentos a su ama trastornada. —¡No te escaparás ahora de mi venganza malvada, bestia satánica y ruina, peor que tu hermano el lobo de donde has sido encarnada, tú has devorado a mi hijo, y yo te arrancaré tu alma! —¡Mientes bruja fuiste tú, la que vil muerte le diste igual que has hecho con Juan, y harás desgracias sin par en el valle mientras vivas, porque eres la Xana mala, qu’encaldas (que haces) calamidades, sin darnos ninguna dicha, por eso vas a morir ahora mismo por maldita! —Dijo una vieja rabiosa a la par que una pedrada le lanzó contra su cuerpo. Otras personas con saña a la vieja secundaron. Y así la Xana Rosina, la muchacha más hermosa que jamás criara el valle, la de mejor sentimientos, la de más puras maneras y naturales virtudes, moría a manos de sus gentes, apredreada y despreciada, tratada como una bruja, que sólo sembraba el mal. —Y Rosina no había sido nada más que un ángel bueno, que supo amar y vivir dentro de la libertad, tan natural y sencilla como la vida que crece en rico o pobre lugar, Rosina con ser antigua, siempre moderna será, como las mozas de hoy, si alguna sabe de veras lo que es la libertad, no el anárquico vivir que a su gusto se inventar. —Justamente el mismo día que sus malvados vecinos a la Xana asesinar, una peste pobló el valle, y’achegaba en fechura de morrinas, que dexaba a lus teixus ya les cortes, enxemaus de prexones y’animales, en fechura de cadarmus que fedíen, como guelen les morrines enus branus. (Y llegaba en hechura de mortandades, que dejaba a las casas y a los establos, sembrados de personas y animales, en forma de cadáveres que olían, como suelen hacerlo los cuerpos muertos abandonados en los campos con las calores de los veranos). —No fueron tardas las gentes de aquel próspero valle, en darse cuenta de que aquella calamidad que les rodeaba en forma de muerte, de dolor y de otros males, era un merecido castigo que el Cielo les enviaba, por haber dado muerte tan injustamente a la Xana Rosina, que era la criatura más deliciosa y buena que había nacido para bien de todos en el valle. —Pronto comprendieron todos al hacer memoria, que durante el tiempo que la melgueira Rosina había vivido junto a ellos, solo felicidad, alegría y bienestar habían gozado siempre, sólo desde el momento que tan vilmente la habían asesinado, sobre todos ellos desencadenárase la peor de las desdichas, tal parecía que la peor de las maldiciones pesara sobre ellos, para hacerles pagar la horrenda muerte que le propinaran a la inocente Rosina. Por esto, todos en la intimidad de sus pensamientos en un principio, le rogaban fervorosamente a la Rosina que les perdonara el cuantiosísimo mal que le habían hecho, y luego ya más tarde, todo el valle ya convencido de que sólo Rosina podría salvarlos de aquella maligna peste que llevaba a sus vidas y diezmaba a sus ganados, se reunieron en comunal junta las seis aldeas que formaban el valle, y acordaron con el consejo del cura que el veía en aquella santoral industria un saneado negocio para su cuarexa (cartera), levantarle en el centro del valle con todo el apremio que fuera posible, una pequeña capilla, dónde se veneraría la imagen de Rosina con el Santo nombre de Santa Rosa, que sería siempre la soberana y fiel guardadora de todas las gentes y eros de aquel valle, dónde siempre había vivido con la felicidad y alegría de un ángel, y había sabido morir, con la entereza, resignación y valentía, con que suelen hacerlo los santos mártires. —Y fue cosa casual, o tal vez milagrosa, pues nadie a ciencia cierta sabe hasta dónde llegan los misterios que encierran a la Humanidad, la historia o leyenda fue que nada mas que dio comienzo la santoral obra, otra vez volvió a reinar en el valle la alegría y a felicidad, la prosperidad y el bienestar que siempre tuvo, que según el parecer de todos desde el mismo Jardín del Cielo, a todos por igual les enviaba Rouxina, la Melgueira ya embruxante xanina, que ellos un día tentados por el mismo demonio, la habían insultado, despreciado e inhumanamente asesinado. —Y así todos los años, en la misma fecha que la habían tan vilmente apedreado quitándole tal vilmente la vida, viejos y jóvenes, gozosos y felices, alegres y llenos de sana y recia fe, cantaban y bailaban lo mismo que solía hacer la Xana Rosina, y satisfechos de natural felicidad se divertían al lado de su encantadora ermita, festejando con suprema fe su Romería.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > freirus

  • 13 güelguia

    Güelguia ou huelga, significa hacer huelga en el trabajo con el fin de conseguir alguna cosa justa y honrada. —You fexe ‘n toa miou vida dous güelguies, ya vou cuntayes nagora qu’encalda nel xeitu ‘l frutu qu’afuxinéi d’eches. La primeira veiz que me punxe ‘n güelguia foi cundu les famóuxes “Campanes d’Aviles”, trabayaba you per aquel lleldar comu xefe d’equipu nunu d’aquechus inxenius dou xugábamus con la Cadarma namái qu’entrábamus per aquechus camaretus d’aire comprimíu, dou mamplenáus de veices nus explotaba lus uíus de dollor, fayéndunus sangrar como curíus achuquináus per la ñariz ya les urées de ya dandunus campaneirus mái floxacus fasta se les xebraba ‘l coñocimentu, ya tou ísti aparti del trabayu que yera pelligróuxu ya m’esforciáu, lu faíamus per un xueldu de diecisiete pesetes aparti d’una primaxa que nus apurríen cundu les paicía, pos el díe que nun llancábamus nagua ‘l manullitu de cementu ya fierru, que lu mesmu pexaba cen toneláes, ya teñíamus que llantalu fasta catar el firme per debaxu del nivel del mare, anxina yera que cundu ‘l aire se xebraba perque tou ‘l material qu’uxaben pa lleldalu namí que yera un estrampanu de comprenxores ya fierrus, cuntu que cundu ‘l aire se colaba ‘l agua entraba lluéu dientru la campaña, ya tóus noxoitres con la priexa d’un centétchu teñíamus que subir per unes escaleraxes de fierru dou nun coyía namái qu’ún, anxina yera que con la fumareda qu’encaldaba ‘l vapore del aire que nun dexa güétchar nagua, ya ‘l ruxir del agua que per tous lus lláus fondeirus del manullitu a regueiráes nus aniegaba, faíanus a tóus coyer bones esquirpiaés de miéu, pos nadie iñoraba qu’el manullitu padíe ‘sfrundixe ya dexanus a tóus estrapacháus debaxu d’él lu mesmu que se fóramus figus d’agostu. Per istu ‘l tiberiu que s’encaldaba debaxu d’aquel esguiladeiru de fierru, yera ‘l de galamiar con priexa ya esciplina pa fuyír d’aquel enfernal pelligru qu’angunus compañeirus nuexus d’oitres campanes mái esgraciaínes que les que you acaidonéi les veixe arrabucáu la vida. —Despós cundu denuéu ‘l aire golguié teñíamus que’achicar l’agua, ya lu mesmu tardabamus varius díes en llograyu, ya metantu tou ísti tempu nun cabrabanus nagua de prima, foi per ista inxusticia per la que faléi con lus dez homes que trabayaben cuaúmigu, ya llogréi ‘l miou paicer conveceyus, paque non achicáramus mái agua mentantu nun nus apurrieren la prima lu mesmu que cundu trabayábamus picachonandu la tierra. Foi ‘l casu que comu a la gora de tar paráus al lláu de la campana murandu ‘l conseguir lus nuexus honréus drechus, vienu la brigadilla de lu criminal d’avilés, ya col llátigu na mán díxunus que xinun entrábamus a trabayar nel escapi nus esfoyaben a llatigazus achindi mesmu, ya tóus conel mesmu miéu que viesen apaparáu cundu nus xebraramus de dientru, golguierun oitra veiz al trabayu xin faer gurgutu, colarun tóus foriáus de miéu d’aquecha pollicía d’achunquinus, quáchuquinar un home a llatigazus yera p’echus pequenina parva, Tan solu quedarun al lláu migu dous rapazus que viesen síu llexonarius, ya lus tres xuntus les diximus que nouxóitres nun trabayabamus metantu nun nus aprurieren la prima, e achindi mesmu lus mamfrorinacus ya fíus de paraxeta d’aquetchus megreirus de pollicies, nus fexerun conel llátigu ‘n pequenu falagáu de chombu, ya despós nus chevarun pal sou cuartel e achindi nus apurrerun durante tou ‘l tiempu de tres díes galgazáus ya inxultus de tous lus collores, xin danus lus mu chimiagus nin gateira d’agua, pos échus queríen que nuexoitres firmaramus nun séi quéi que viéxemus fechu, peru dangunu firmamus nagua, ya entóus nus arretrigarun na cárxel, ya lus poucus díes el xuez puénxunus en llibertá, peru a la mesma porta de la cárxel golguirun a prindanus lus ñegreirus pollicíes, ya chevárannus denuéu pal sou cuartel, e achindi duranti oitres tres díes nus apurrierun tocata ya tunda, ya despós de ben fartus d’inxultus ya llatigazus punxérunnus en llibertá, ya lus tres fomus denuéu a curar nuexes ferides a la “Hermaná Llexonaria” de nuexus Tercius. TRADUCCIÓN.—Yo hice en toda mi existencia dos huelgas, y les voy a contar ahora que encarta en la palabra, el fruto que he sacado de las huelgas. La primera vez que me puse en huelga, fue cuando las famosas campanas de aire comprimido con las que se hacían los cimientos de Ensidesa de Avilés. Trabajaba yo en aquel suceder como jefe de equipo de uno de aquellos ingenios donde jugábamos con la muerte nada más que entrábamos por aquellas camaretas de aire comprimido, donde muchas veces nos reventaban los oídos de dolor, haciéndonos sangrar como patos degollados por la nariz y las orejeas, y algunos otros compañeros más flojos hasta perdían el conocimiento de dolor, y todo este sufrimiento, a parte del trabajo que era de lo más peligroso y esforzado, lo hacíamos por el miserable sueldo de diecisiete pesetas por jornada de trabajo, aparte de una insignificante prima que nos deban cuando les parecía, pues el día que no plantábamos nada el enorme bloque de cemento y hierro que lo mismo pesaba cien toneladas o más, y teníamos que plantarlo escavando la tierra, arena, piedra, etc., por dentro de él, hasta encontrar el firme que estaba por debajo del nivel del mar, así era que cuando el aire comprimido se marchaba, cosa que sucedía con mucha frecuencia, ya que el material que usaban para hacerlo era un conjunto de chatarra compuesto por compresores y tuberías, digo que cuando el aire se iba, el agua entraba dentro de la campana con mucha rapidez, y todos nosotros con la prisa de una centella teníamos que subir por una escalera de hierro pegada al bloque de cemento donde tan sólo cabía uno de cada vez, así era que con la humerada que producía el vapor del aire, que no dejaba ver nada, y el ruido del agua que por todos los lados fonderos del manolito de cemento a torrentes nos ahogaba, hacíamos a todos coger grandes cantidades de miedo, pues nadie ignoraba que aquel maldito bloque podía en cualquier momento falto del sostén del aire hundirse y dejarnos a todos reventados lo mismo que los higos de agosto, cuando maduros se desprenden de la higuera y se aplastan encima de las losas del suelo. Por todo esto, la lucha que se desarrollaba debajo de aquella escalera de hierro, era la de correr con grande prisa y disciplina, para poder huir con tiempo de aquel infernal peligro, que algunos compañeros nuestros de otras campanas más desgraciadas que la que yo dirigía, les había arrancado la vida. Después cuando de nuevo el aire volvía, teníamos que achicar el agua, y lo mismo tardábamos varios días en lograrlo, y durante todo este tiempo no cobrábamos ninguna prima. Fue precisamente por esta injusticia, por la que hablé con los diez hombres que trabajaban conmigo, y logré según mi parecer convencerles, para que no achicáramos más agua mientras que no nos pagasen la prima lo mismo que cuando trabajábamos picando y sacando la tierra. Sucedió que como a la hora de estar parados al lado de nuestra campana esperando el conseguir nuestros honrados derechos vino la brigadilla de lo criminal de Avilés, y con el látigo en la mano nos dijo desafiadoramente que sino entrábamos a trabajar con rapidez, nos despellejarían a latigazos allí mismo. Y todos con el mimo miedo que hubieran cogido cuando dentro de la campana huyéramos de su peligro, volvieron otra vez al trabajo sin decir palabra se marcharon todos cagados de miedo a aquella policía asesina, que matar a un hombre a latigazos era para ellos un feliz entretenimiento. Tan sólo se quedaron a mi lado dos jóvenes de mi edad aproximada que habían sido legionarios, y los tres juntos les dijimos que nosotros no trabajaríamos hasta que no nos pagasen la prima que reclamábamos. Allí mismo, los mariconazos e hijos de puta de aquellos cobardes y asesinos policías, nos empozaron a castigar con sus látigos, y seguidamente nos llevaron para su cuartel, y allí nos martirizaron salvajemente durante el tiempo de tres días con latigazos, patadas, puñetazos, insultos y demás, teniéndonos siempre amarrados a unas prietas esposas, y sin darnos los muy babosos ni tan sólo una gota de agua, pues ellos querían por todos los medios que nosotros firmásemos no se que hubiésemos hecho. Pero ninguno de nosotros firmamos nada, y entonces nos metieron a la cárcel, pero a los pocos días el juez nos puso en libertad. Y otra vez a la misma puerta de la cárcel volvieron a detenernos los negreros y asesinos policías de nuevo llevándonos a su cuartel y durante otros tres días nos estuvieron dando paliza tras paliza, y después de bien hartos de insultos y latigazos, nos pusieron en libertad, y los tres nos marchamos de nuevo a la "Hermandad Legionaria, de Nuestros Queridos Tercios” con el triste fin de curarnos las heridas que la Cobarde y Cerda Sociedad nos había tan injustamente hecho. —Algunos años más tarde me volví a ponerme en huelga en el Pozo Minero de LLáscaras, sucedió de la siguiente manera. Entre a trabajar en aquella mina como ramplero, durante un mes trabajé a las órdenes de un picador con el ardor y la fuerza que en mi desde niño ha sido junto con la honradez, las únicas virtudes que he tenido. El picador que trabajaba a destajo por metros de carbón picado, era un astur de grande fortaleza y como unos cuarenta años de edad, sabía su oficio como grande maestro que era, la rampla era cómoda pues tendría casi dos metros de ancha, y el carbón difícil de picar pues s'eboronaba (deshacía) nada más que metía en martillo en sus negras y relucientes vetas, durante toda la jornada envuelto en un río de sudor y sin detenerme nada, me era casi imposible dar a basto el retirar el carbón que aquella máquina humana picaba, no nos cruzábamos en todo el tiempo de trabajo ni una sola palabra, el picaba como un verdadero demonio, tal parecía un coloso que se quería comer la rica veta en un sólo relevo, de vez en cuando hacía un respiro para echarse un trago de vino de la bota que tenía colgado de una mamposta, desde luego ahora que le recuerdo y le estudio con detenimiento, tengo que reconocer que era el atuñáu más grande que yo había conocido, pues jamás me brindó a que limpiara mi garganta con un paparáu de vino, después cuando postiaba también hacía este trabajo con una rapidez y precisión que impresionaba, y aquí si me decía alguna orden, pues eso eran sus palabras, ten aquí, traí pacá, pon aquí, etc. El picaba diariamente el trabajo estipulado para tres o cuatro jornadas a sueldo, el cobraba esos sueldos que destajaba en un sólo jornal, mientras que yo tenía que hacer todo ese trabajo de más por tan sólo un sueldo, el miserable xornaletu de un rampleru. Pronto empece a pensar que me estaban despiadadamente robando mi sudor, bien el picador o la empresa, yo trabajaba tres veces más no cobrando nada mis que un rancuayin xueldu. ¿Por qué me preguntaba proporcionalmente no puedo cobrar yo todo este esfuerzo de más que hago? —Algunos picadores les suelen dar a sus ayudantes si se lo merecen el día de cobro una prima de su propio bolsillo, esto era la única recompensa que le correspondía a un rampleru. Pero mi picador no me convidó ni a un triste vaso de vino. —Al día siguiente del de paga, que por cierto yo apenas ganó aquel mes ni para pagarle a mi patrona, ya estábamos trabajando los dos juntos en el tajo, él trabajaba con el mismo afán de siempre, yo paleaba el carbón con el ardor acostumbrado, pero cuando comprendí que ya había picado el carbón que correspondía a lo estipulado en una jornada normal de trabajo, yo dejé de paliar carbón y me senté tranquilamente encima de la pala, el casi inmediatamente dejó de picar y con voz bronca me dijo: ¡Venga rapaz quita este carbón que me estorba! —Yo le contesté que no rampliaba más carbón, que mi trabajo ya había terminado, que yo no estaba a destajo. —El dejó el martillo vino hacia mí con intenciones amenazadoras y me dijo que sino paleaba carbón me rompía los focicus. —Y tal cosa haría aquel animal de mi paisano, pues yo vi en su gesto endemoniado la firme idea de vapulearme a su gusto. —No me detuve en hacerle comprender nada pues yo sabía que a él no le importaban mis razones, así que me levante, así la pala con rabiosa tranquilidad y le hice comprender que estaba dispuesto a obedecerle pero de repente y con gran rapidez le ataqué con fiereza sorprendiéndole, y le aticé tres o cuatro golpetazos certeros con la pala de plano, que dieron con su grande y fuerte humanidad en el suelo, y cuando le vi vencido y sin ánimo de atacarme le dije, que yo defendía mis derechos, y que él lejos de convertirse en mi negrero, debía de comprender que lo que yo decía era justo. —Nada me respondió el muy magüetu, se levanto quejándose por los gestos que hacía, no por las palabras que no dijo ninguna, y se fue rampla abajo, al poco tiempo vino acompañado del vigilante de rampla, que se llamaba Anxelín y era sin dudarlo un astur de buena calaña, que más que reñirme tal parecía que le haba gustado lo que hubiera hecho, y después de explicarme las obligaciones que tenía un rampleru, que eran todas sin que le asistiese ningún derecho, me rogó me incorporara otra vez al trabajo, y que me dejase de aspirar a unas pretensiones que no existían. —Yo le contesté que en esas condiciones no trabajaría más y que hablaría con los demás ramplerus para que me secundaran, entonces él sin decirme más palabras me dio papeleta para la jaula y me echó de la mina. —Nada pude yo poner en claro con los demás ramplerus cuando salieron de la mina muchos de ellos hasta mirándome con desprecio de mi idea se reían. —Al día siguiente ya conforme con la mala suerte de no poder conseguir nada, ya estaba dispuesto a seguir trabajando de aquella esclavizante y dehumanizadora manera, fui a recoger mi lámpara a la lampistería para entrar a la mina, cuando le di mi número de lámpara al lampistero, este se fue a un cuarto contiguo y salió acompañado de dos guardias civiles que me detuvieron en el momento, me esposaron lo mismo que si fuese un delincuente, y en presencia de muchas mineros que ninguno les dijo nada, me llevaron para el cuartelillo que tenían en la Felguera. —Mucha suerte tuve yo aquel día, pues cuando me entraron en la oficina del cabo primero de aquel destacamento, que tenía la profesión de ser un verdadero asesino, y que fácil muy alegremente me hubiese dado más palos que los que imaginar pudiera, allí dentro estaba un oficial de la guardia civil, que había servido como alférez de milicias en mi tercio, precisamente en mi compañía que era la de deportes, nada más que me vio, rápidamente ordenó que me quitasen las esposas, y manda todos los guardias que saliesen de la oficina, después me saludó fraternal y noblemente como buen legionario, me mandó que me sentara y le explicara el delito que me traía. —Cuando le conté lo que había hecho, él metiendo la mano en su bolsillo me dio doscientas pesetas y me dijo: —Toma coge esto y vuelve ahora mismo con toda la rapidez que puedas a tu Tercio legionario sino quieres terminar de una paliza destrozado, o morirte de hambre en un presidio. —No busques en la vida civil ni libertad, ni justicia, pues estas dos preciadas joyas hace tiempo que a la Patria la han abandonado y en su lugar ha nacido una ley que sostenida por la pistola y el látigo no permite que nadie reclame sus derechos, porque todos tienen el deber de ser sumisos ciudadanos que no tienen voz ni voto porque el miedo les ha convertido en un rebaño de sumisos esclavos. —Aquel mismo día otra vez volví a viajar sin maleta ni equipaje como siempre había rodado, camino del refugio que me brindaba mi querida y noble legión, donde moraban muchos jóvenes que al igual que yo habían sido por la ley apaleados, humillados.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > güelguia

  • 14 cross

    kros
    I adjective
    (angry: I get very cross when I lose something.) enfadado, cabreado, enojado, malhumorado

    II
    1. plural - crosses; noun
    1) (a symbol formed by two lines placed across each other, eg + or x.) cruz
    2) (two wooden beams placed thus (+), on which Christ was nailed.) cruz
    3) (the symbol of the Christian religion.) cruz
    4) (a lasting cause of suffering etc: Your rheumatism is a cross you will have to bear.) cruz
    5) (the result of breeding two varieties of animal or plant: This dog is a cross between an alsatian and a labrador.) cruce, híbrido
    6) (a monument in the shape of a cross.) cruz
    7) (any of several types of medal given for bravery etc: the Victoria Cross.) cruz

    2. verb
    1) (to go from one side to the other: Let's cross (the street); This road crosses the swamp.) cruzar, atravesar
    2) ((negative uncross) to place (two things) across each other: He sat down and crossed his legs.) cruzar
    3) (to go or be placed across (each other): The roads cross in the centre of town.) cruzarse
    4) (to meet and pass: Our letters must have crossed in the post.) cruzarse
    5) (to put a line across: Cross your `t's'.) tachar
    6) (to make (a cheque or postal order) payable only through a bank by drawing two parallel lines across it.) cruzar
    7) (to breed (something) from two different varieties: I've crossed two varieties of rose.) cruzar
    8) (to go against the wishes of: If you cross me, you'll regret it!) contrariar
    - crossing
    - crossbow
    - cross-breed
    - cross-bred
    - crosscheck

    3. noun
    (the act of crosschecking.) verificación (comparando con otras fuentes)
    - cross-country skiing
    - cross-examine
    - cross-examination
    - cross-eyed
    - cross-fire
    - at cross-purposes
    - cross-refer
    - cross-reference
    - crossroads
    - cross-section
    - crossword puzzle
    - crossword
    - cross one's fingers
    - cross out

    cross1 adj enfadado
    cross2 n cruz
    cross3 vb cruzar / atravesar

    cross /kros/ sustantivo masculino (— en motociclismo) motocross (— en moto) motocross race ' cross' also found in these entries: Spanish: adelantar - anticipar - atravesar - bizca - bizco - bizquear - calentar - calvario - campo - cantero - cariño - corte - cruce - cruzar - crucero - cruz - cruzada - cruzado - cruzarse - cuestación - ser - esquí - fondo - formón - franquear - magín - molesta - molesto - mosqueada - mosqueado - ojo - pasar - perfil - persignarse - por - precaución - rebote - reventar - salvar - santiguarse - sección - surcar - tachar - transversal - traspasar - vía crucis - aspa - bies - cabeza - centrar English: bridge - cross - cross off - cross out - cross-country - cross-examine - cross-eyed - cross-legged - cross-reference - cross-section - cross-stitch - double-cross - form - hold on - path - picket-line - see - Southern Cross - square - unsafe - against - bar - cut - double - finger - get - pass - red - shape - span - squint - two
    tr[krɒs]
    2 SMALLBIOLOGY/SMALL (hybrid) cruce nombre masculino
    4 SMALLSPORT/SMALL (in football) pase nombre masculino cruzado
    5 SMALLSEWING/SMALL sesgo
    1 (street, river, bridge, etc) cruzar, atravesar; (arms, legs) cruzar
    2 (cheque) cruzar
    3 SMALLBIOLOGY/SMALL (animal, plant) cruzar
    4 (thwart - person) contrariar; (- plans, wishes) frustrar
    5 SMALLSPORT/SMALL (pass - ball) cruzar
    1 (walk across) cruzar ( over, -); (intersect, pass each another) cruzarse
    1 (angry) enojado,-a, enfadado,-a, furioso,-a
    2 (transverse) cruzado,-a, transversal; (winds) lateral
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    fingers crossed con los dedos cruzados
    to cross one's mind ocurrírsele a uno
    it has crossed my mind that... se me ha ocurrido que...
    to cross oneself santiguarse, persignarse, hacer la señal de la cruz
    to cross swords with somebody pelearse con alguien, reñir con alguien
    to get cross about something enfadarse por algo
    to have/get a crossed line (on phone) haberse cruzado las líneas
    to have/get one's lines/wires crossed no hablar de lo mismo
    cross ['krɔs] vt
    1) : cruzar, atravesar
    to cross the street: cruzar la calle
    several canals cross the city: varios canales atraviesan la ciudad
    2) cancel: tachar, cancelar
    he crossed his name off the list: tachó su nombre de la planilla
    3) interbreed: cruzar (en genética)
    cross adj
    1) : que atraviesa
    cross ventilation: ventilación que atraviesa un cuarto
    2) contrary: contrario, opuesto
    cross purposes: objetivos opuestos
    3) angry: enojado, de mal humor
    1) : cruz f
    the sign of the cross: la señal de la cruz
    2) : cruza f (en biología)
    adj.
    arisco, -a adj.
    crepo, -a adj.
    cruzado, -a adj.
    malhumorado, -a adj.
    opuesto, -a adj.
    transversal adj.
    travesero, -a adj.
    travieso, -a adj.
    n.
    (§ pl.: crosses) = aspa s.f.
    calvario s.m.
    cruce s.m.
    cruz s.f.
    v.
    contrariar v.
    cruzar v.
    franquear v.
    pasar v.
    recorrer v.

    I krɔːs, krɒs
    1)
    a) ( Relig) cruz f

    to make the sign of the cross — hacer* la señal de la cruz; ( cross oneself) persignarse, santiguarse*, hacerse* la señal de la cruz

    we all have our cross to beartodos cargamos con or llevamos nuestra cruz

    b) (mark, sign) cruz f
    2) ( hybrid) ( Biol) cruce m, cruza f (AmL)
    3) ( Sport)
    a) ( in soccer) pase m cruzado
    b) ( in boxing) cruzado m, cross m

    II
    1.
    1) ( go across) \<\<road\>\> cruzar*; \<\<river/desert\>\> cruzar*, atravesar*

    it crossed my mind that... — se me ocurrió que..., me pasó por la cabeza que...

    2) \<\<arms/legs\>\> cruzar*

    we have a crossed line — ( Telec) se han cruzado las líneas, está ligado (Arg, Ven)

    to have one's lines o wires crossed — (colloq)

    to cross the t — ponerle* el palito a la t

    4) (BrE Fin) \<\<cheque\>\> cruzar*
    5) \<\<plants/breeds\>\> cruzar*

    to cross something WITH something — cruzar* algo con algo

    6) ( go against) \<\<person\>\> contrariar*; \<\<plans\>\> frustrar
    7) ( Sport) \<\<ball\>\> cruzar*, tirar cruzado

    2.
    vi
    a) ( walk across road) cruzar*

    to cross over (the road) — cruzar* (la calle)

    b) \<\<paths/roads\>\> cruzarse*; \<\<letters\>\> cruzarse*

    3.
    v refl

    to cross oneself — persignarse, santiguarse*, hacerse* la señal de la cruz

    Phrasal Verbs:

    III
    adjective -er, -est (esp BrE) enojado (esp AmL), enfadado (esp Esp)

    to get crossenojarse (esp AmL), enfadarse (esp Esp)

    to be cross ABOUT something — estar* enojado or (esp Esp) enfadado por algo

    [krɒs]
    1. N
    1) (=sign, decoration) cruz f

    the Cross — (Rel) la Cruz

    to bear a/one's cross —

    2) (Bio, Zool) cruce m, cruzamiento m ; (fig) mezcla f

    it's a cross between a horse and a donkeyes un cruce or cruzamiento de caballo y burro

    the game is a cross between squash and tennis — el juego es una mezcla de squash y tenis, el juego está a medio camino entre el squash y el tenis

    3) (=bias)
    4) (Ftbl) centro m, pase m cruzado
    2. ADJ
    1) (=angry) enfadado, enojado (LAm); (=vexed) molesto

    to be/get cross with sb (about sth) — enfadarse or (LAm) enojarse con algn (por algo)

    don't be/get cross with me — no te enfades or (LAm) enojes conmigo

    they haven't had a cross word in ten years — no han cruzado palabra en diez años, llevan diez años sin cruzar palabra

    2) (=diagonal etc) transversal, oblicuo
    3. VT
    1) (=go across) [person] [+ road, room] cruzar; [+ bridge] cruzar, pasar; [+ ditch] cruzar, salvar; [+ river, sea, desert] cruzar, atravesar; [+ threshold] cruzar, traspasar

    it crossed my mind that... — se me ocurrió que...

    a smile crossed her lips — una sonrisa se dibujó en sus labios, esbozó una sonrisa

    we'll cross that bridge when we come to it — (fig) no anticipemos problemas

    2) (=draw line across) [+ cheque] cruzar

    crossed cheque(Brit) cheque m cruzado

    to cross o.s. — santiguarse

    cross my heart! (in promise) ¡te lo juro!

    to cross a "t" — poner el rabito a la "t"

    3) (=place crosswise) [+ arms, legs] cruzar

    keep your fingers crossed for me — ¡deséame suerte!

    I got a crossed line — (Telec) había (un) cruce de líneas

    they got their lines crossed — (fig) hubo un malentendido entre ellos

    - cross sb's palm with silver
    - cross swords with sb
    wire 1., 1)
    4) (=thwart) [+ person] contrariar, ir contra; [+ plan] desbaratar
    5) [+ animals, plants] cruzar
    4. VI
    1) (=go to other side) cruzar, ir al otro lado

    he crossed from one side of the room to the other to speak to mecruzó or atravesó la sala para hablar conmigo, fue hasta el otro lado de la sala para hablar conmigo

    to cross from Newhaven to Dieppepasar or cruzar de Newhaven a Dieppe

    2) (=intersect) [roads etc] cruzarse; path 4), a)
    3) (=meet and pass) [letters, people] cruzarse
    * * *

    I [krɔːs, krɒs]
    1)
    a) ( Relig) cruz f

    to make the sign of the cross — hacer* la señal de la cruz; ( cross oneself) persignarse, santiguarse*, hacerse* la señal de la cruz

    we all have our cross to beartodos cargamos con or llevamos nuestra cruz

    b) (mark, sign) cruz f
    2) ( hybrid) ( Biol) cruce m, cruza f (AmL)
    3) ( Sport)
    a) ( in soccer) pase m cruzado
    b) ( in boxing) cruzado m, cross m

    II
    1.
    1) ( go across) \<\<road\>\> cruzar*; \<\<river/desert\>\> cruzar*, atravesar*

    it crossed my mind that... — se me ocurrió que..., me pasó por la cabeza que...

    2) \<\<arms/legs\>\> cruzar*

    we have a crossed line — ( Telec) se han cruzado las líneas, está ligado (Arg, Ven)

    to have one's lines o wires crossed — (colloq)

    to cross the t — ponerle* el palito a la t

    4) (BrE Fin) \<\<cheque\>\> cruzar*
    5) \<\<plants/breeds\>\> cruzar*

    to cross something WITH something — cruzar* algo con algo

    6) ( go against) \<\<person\>\> contrariar*; \<\<plans\>\> frustrar
    7) ( Sport) \<\<ball\>\> cruzar*, tirar cruzado

    2.
    vi
    a) ( walk across road) cruzar*

    to cross over (the road) — cruzar* (la calle)

    b) \<\<paths/roads\>\> cruzarse*; \<\<letters\>\> cruzarse*

    3.
    v refl

    to cross oneself — persignarse, santiguarse*, hacerse* la señal de la cruz

    Phrasal Verbs:

    III
    adjective -er, -est (esp BrE) enojado (esp AmL), enfadado (esp Esp)

    to get crossenojarse (esp AmL), enfadarse (esp Esp)

    to be cross ABOUT something — estar* enojado or (esp Esp) enfadado por algo

    English-spanish dictionary > cross

  • 15 double back

    (to turn and go back the way one came: The fox doubled back and went down a hole.) volver sobre sus pasos
    expr.
    volver sobre sus pasos expr.
    v + adv \<\<person/animal\>\> volver* sobre sus pasos
    1.
    VI + ADV [person] volver sobre sus pasos

    to double back on itself[road] volver sobre sí mismo

    2.
    VT + ADV [+ blanket] doblar
    * * *
    v + adv \<\<person/animal\>\> volver* sobre sus pasos

    English-spanish dictionary > double back

  • 16 hand

    hænd
    1. noun
    1) (the part of the body at the end of the arm.) mano
    2) (a pointer on a clock, watch etc: Clocks usually have an hour hand and a minute hand.) manecilla, aguja
    3) (a person employed as a helper, crew member etc: a farm hand; All hands on deck!) trabajador, operario
    4) (help; assistance: Can I lend a hand?; Give me a hand with this box, please.) mano, ayuda
    5) (a set of playing-cards dealt to a person: I had a very good hand so I thought I had a chance of winning.) mano, cartas
    6) (a measure (approximately centimetres) used for measuring the height of horses: a horse of 14 hands.) palmo
    7) (handwriting: written in a neat hand.) caligrafía

    2. verb
    (often with back, down, up etc)
    1) (to give (something) to someone by hand: I handed him the book; He handed it back to me; I'll go up the ladder, and you can hand the tools up to me.) dar, entregar
    2) (to pass, transfer etc into another's care etc: That is the end of my report from Paris. I'll now hand you back to Fred Smith in the television studio in London.) devolver, pasar
    - handbag
    - handbill
    - handbook
    - handbrake
    - handcuff
    - handcuffs
    - hand-lens
    - handmade
    - hand-operated
    - hand-out
    - hand-picked
    - handshake
    - handstand
    - handwriting
    - handwritten
    - at hand
    - at the hands of
    - be hand in glove with someone
    - be hand in glove
    - by hand
    - fall into the hands of someone
    - fall into the hands
    - force someone's hand
    - get one's hands on
    - give/lend a helping hand
    - hand down
    - hand in
    - hand in hand
    - hand on
    - hand out
    - hand-out
    - handout
    - hand over
    - hand over fist
    - hands down
    - hands off!
    - hands-on
    - hands up!
    - hand to hand
    - have a hand in something
    - have a hand in
    - have/get/gain the upper hand
    - hold hands with someone
    - hold hands
    - in good hands
    - in hand
    - in the hands of
    - keep one's hand in
    - off one's hands
    - on hand
    - on the one hand... on the other hand
    -... on the other hand
    - out of hand
    - shake hands with someone / shake someone's hand
    - shake hands with / shake someone's hand
    - a show of hands
    - take in hand
    - to hand

    hand1 n
    1. mano
    what have you got in your hand? ¿qué tienes en la mano?
    2. manecilla / aguja
    hand2 vb pasar / dar
    could you hand me that book? ¿me podrías pasar ese libro?
    tr[hænd]
    2 (worker) trabajador,-ra, operario,-a; (sailor) tripulante nombre masulino o femenino, marinero,-a
    3 (of clock) manecilla, aguja
    6 (applause) aplauso
    1 dar, entregar
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    all hands on deck! ¡todos a cubierta!
    at first hand de primera mano
    at hand a mano
    by hand a mano
    hands off! ¡no toques!, ¡quita las manos!
    hands up! ¡manos arriba!
    to hand it to somebody familiar quitar el sombrero ante alguien, felicitar a alguien
    on hand disponible
    on the one hand... on the other hand por una parte... por otra parte
    to ask for somebody's hand figurative use pedir la mano de alguien
    to force somebody's hand figurative use forzarle la mano a alguien
    to get out of hand figurative use descontrolarse, desmadrarse
    to give somebody a big hand dedicar a alguien una gran ovación
    to have a hand in figurative use intervenir en, participar en
    to have one's hands full familiar estar muy ocupado,-a
    to have the upper hand llevar ventaja
    to hold hands estar cogidos,-as de la mano
    to keep one's hand in figurative use no perder la práctica
    to know something like the back of one's hand figurative use conocer algo como la palma de la mano
    to lend a hand echar una mano
    to shake hands estrecharse la mano, darse la mano
    to show one's hand figurative use poner las cartas sobre la mesa, poner las cartas boca arriba
    to turn one's hand to figurative use dedicarse a, meterse en
    hand wash lavado a mano
    farm hand SMALLAGRICULTURE/SMALL peón nombre masculino
    a free hand carta blanca
    hand ['hænd] vt
    : pasar, dar, entregar
    hand n
    1) : mano f
    made by hand: hecho a mano
    2) pointer: manecilla f, aguja f (de un reloj o instrumento)
    3) side: lado m
    on the other hand: por otro lado
    4) handwriting: letra f, escritura f
    5) applause: aplauso m
    6) : mano f, cartas fpl (en juegos de naipes)
    7) worker: obrero m, -ra f; trabajador m, -dora f
    8)
    to ask for someone's hand (in marriage) : pedir la mano de alguien
    9)
    to lend a hand : echar una mano
    n.
    aguja s.f.
    adj.
    de mano adj.
    manual adj.
    n.
    manecilla s.f.
    manilla s.f.
    mano s.f.
    obrero, -era s.m.,f.
    peón s.m.
    v.
    dar v.
    (§pres: doy, das...) subj: dé-
    pret: di-•)
    entregar v.

    I hænd
    1) ( Anat) mano f

    to be good o clever with one's hands — ser* hábil con las manos, ser* mañoso

    to give somebody one's hand — darle* la mano a algn

    they were holding hands when they arrivedllegaron tomados or agarrados or (esp Esp) cogidos de la mano

    we were all on our hands and knees, looking for the ring — estábamos todos a gatas, buscando el anillo

    to have/hold something in one's hands — tener*/llevar algo en la mano

    look, no hands! — mira sin manos!

    to hold out one's hand to somebody — tenderle* la mano a algn

    to join hands — darse* la(s) mano(s)

    hands off! — quita las manos de ahí!, no toques!

    can you put (your) hand on (your) heart and say it isn't true? — ¿puedes decir que no es verdad con la mano en el corazón?

    to put one's hand up o to raise one's hand — levantar la mano

    hands up! — manos arriba!, arriba las manos!

    to raise one's hand to o against somebody — levantarle la mano a algn

    at hand: help was at hand la ayuda estaba en camino; to learn about something at first hand enterarse de algo directamente or personalmente or de primera mano; to learn about something at second/third hand enterarse de algo a través de or por terceros; by hand: made/written by hand hecho/escrito a mano; it must be washed by hand hay que lavarlo a mano; he delivered the letter by hand entregó la carta en mano; hand in hand (tomados or agarrados or (esp Esp) cogidos) de la mano; poverty and disease go hand in hand la pobreza y la enfermedad van de la mano; in hand: glass/hat in hand con el vaso/sombrero en la mano, vaso/sombrero en mano; to pay cash in hand pagar* en metálico or en efectivo; let's get back to the matter in o (AmE also) at hand volvamos a lo que nos ocupa; to have something (well) in hand tener* algo controlado or bajo control; that boy needs taking in hand a ese chico va a haber que meterlo en cintura; on hand: we're always on hand when you need us si nos necesitas, aquí estamos; the police were on hand la policía estaba cerca; to have something on hand tener* algo a mano; out of hand: to get out of hand \<\<child\>\> descontrolarse; the situation is getting out of hand la situación se les (or nos etc) va de las manos; to reject something out of hand rechazar* algo de plano; to hand (BrE) ( within reach) al alcance de la mano, a (la) mano; ( available) disponible; she grabbed the first thing that came to hand agarró lo primero que encontró; hand in glove o (esp AmE) hand and glove: he was hand in glove with the enemy estaba confabulado con el enemigo; hand over fist a manos llenas, a espuertas (esp Esp); her/his left hand doesn't know what her/his right hand is doing borra con el codo lo que escribe con la mano; not to do a hand's turn (colloq) no mover* un dedo (fam), no dar* golpe (Esp, Méx fam); to ask for somebody's hand (in marriage) (frml) pedir* la mano de algn (en matrimonio); to beat somebody/win hands down ganarle a algn/ganar sin problemas; to bind somebody hand and foot atar or (AmL exc RPl) amarrar a algn de pies y manos; to bite the hand that feeds one ser* un desagradecido; to dirty o sully one's hands ( in criminal activity) ensuciarse las manos; she wouldn't dirty her hands with typing no se rebajaría a hacer de mecanógrafa: se le caerían los anillos; to force somebody's hand: I didn't want to, but you forced my hand no quería hacerlo, pero no me dejaste otra salida; to gain/have the upper hand: she gained the upper hand over her rival se impuso a su rival; she's always had the upper hand in their relationship siempre ha dominado ella en su relación; to get one's hands on somebody/something: just wait till I get my hands on him! vas a ver cuando lo agarre!; she can't wait to get her hands on the new computer se muere por usar la computadora nueva; to give somebody/have a free hand darle* a algn/tener* carta blanca; to give somebody the glad hand (AmE) saludar a algn efusivamente; to go hat o (BrE) cap in hand (to somebody): we had to go to them hat in hand asking for more money tuvimos que ir a mendigarles más dinero; to grab o grasp o seize something with both hands: it was a wonderful opportunity and she grabbed it with both hands era una oportunidad fantástica y no dejó que se le escapara de las manos; to have one's hands full estar* ocupadísimo, no dar* para más; to have one's hands tied tener* las manos atadas or (AmL exc RPl) amarradas; to have somebody eating out of one's hand hacer* con algn lo que se quiere; to keep one's hand in no perder* la práctica; to know a place like the back of one's hand conocer* un sitio al dedillo or como la palma de la mano; to live (from) hand to mouth vivir al día; to put o dip one's hand in one's pocket contribuir* con dinero; to put o lay one's hand(s) on something dar* con algo; to try one's hand (at something) probar* (a hacer algo); to turn one's hand to something: he can turn his hand to anything es capaz de hacer cualquier tipo de trabajo; to wait on somebody hand and foot hacerle* de sirviente/sirvienta a algn; to wash one's hands of something lavarse las manos de algo; many hands make light work — el trabajo compartido es más llevadero

    3)
    a) ( agency) mano f

    to die by one's own hand — (frml) quitarse la vida

    to have a hand in something — tener* parte en algo

    to rule with a heavy hand — gobernar* con mano dura

    b) ( assistance) (colloq)

    to give o lend somebody a (helping) hand — echarle or darle* una mano a algn

    c) hands pl (possession, control, care)

    in good/capable hands — en buenas manos

    how did it come into your hands? — ¿cómo llegó a tus manos?

    he/it fell into the hands of the enemy o into enemy hands — cayó en manos del enemigo

    to put oneself in somebody's hands — ponerse* en manos de algn

    to get something/somebody off one's hands — (colloq) quitarse algo/a algn de encima (fam)

    on somebody's hands: she has the children on her hands all day long tiene a los niños a su cuidado todo el día; we've got a problem on our hands tenemos or se nos presenta un problema; out of somebody's hands: the matter is out of my hands el asunto no está en mis manos; to play into somebody's hands — hacerle* el juego a algn

    4) ( side)

    on somebody's right/left hand — a la derecha/izquierda de algn

    on the one hand... on the other (hand)... — por un lado... por otro (lado)...

    5) ( Games)
    a) ( set of cards) mano f, cartas fpl

    to show o reveal one's hand — mostrar* or enseñar las cartas, mostrar* el juego

    to strengthen somebody's hand — afianzar* la posición de algn

    to tip one's hand — (AmE colloq) dejar ver sus (or mis etc) intenciones

    b) ( round of card game) mano f
    6)
    a) ( worker) obrero, -ra m,f; ( farm hand) peón m
    b) ( Naut) marinero m

    an old hand — un veterano, una veterana

    7) ( applause) (colloq) (no pl)

    a big hand for... — un gran aplauso para...

    8) ( handwriting) (liter) letra f
    9) ( on clock) manecilla f, aguja f

    the hour handla manecilla or la aguja de las horas, el horario, el puntero (Andes)

    the minute hand — el minutero, la manecilla or la aguja de los minutos

    the second hand — el segundero, la manecilla or la aguja de los segundos

    10) ( measurement) ( Equ) palmo m

    II

    to hand somebody something, to hand something TO somebody — pasarle algo a alguien

    he was handed a stiff sentence — (AmE) le impusieron una pena severa

    to hand it to somebody: you have to hand it to her; she knows her subject — hay que reconocérselo, conoce muy bien el tema

    Phrasal Verbs:
    [hænd]
    1. N
    1) (=part of body) mano f

    to be clever or good with one's hands — ser hábil con las manos, ser un manitas

    a piece for four hands — (Mus) una pieza para (piano a) cuatro manos

    to hold hands — [children] ir cogidos de la mano, ir tomados de la mano (LAm); [lovers] hacer manitas

    on (one's) hands and kneesa gatas

    hands off! * — ¡fuera las manos!, ¡no se toca!

    hands off those chocolates! — ¡los bombones ni tocarlos!

    hands off pensions! — ¡no a la reforma de las pensiones!, ¡dejad las pensiones en paz!

    hands up! — (to criminal) ¡arriba las manos!; (to pupils) ¡que levanten la mano!

    hand over fist —

    - be hand in glove with sb
    - live from hand to mouth
    shake 2., 1)
    2) (=needle) [of instrument] aguja f; [of clock] manecilla f, aguja f

    the big hand — la manecilla grande, el minutero

    the little hand — la manecilla pequeña, el horario

    3) (=agency, influence) mano f, influencia f

    his hand was everywhere — se notaba su influencia por todas partes, su mano se notaba en todo

    to have a hand in — tomar parte en, intervenir en

    4) (=worker) (in factory) obrero(-a) m / f; (=farm hand) peón m; (=deck hand) marinero m (de cubierta)

    all hands on deck! — (Naut) ¡todos a cubierta!

    to be lost with all hands — hundirse con toda la tripulación

    - be an old hand
    5) (=help) mano f

    would you like a hand with moving that? — ¿te echo una mano a mover eso?

    to give or lend sb a hand — echar una mano a algn

    can you give or lend me a hand? — ¿me echas una mano?

    6) (=handwriting) letra f, escritura f
    7) (Cards) (=round) mano f, partida f; (=cards held) mano f

    a hand of bridge/poker — una mano or una partida de bridge/póker

    8) (=measurement) [of horse] palmo m
    9) * (=round of applause)

    let's have a big hand for...! — ¡muchos aplausos para...!

    to ask for sb's hand (in marriage) — pedir la mano de algn

    to change hands — cambiar de mano or de dueño

    just wait till I get my hands on him! — ¡espera (a) que le ponga la mano encima!

    to lay hands on — (=get) conseguir; (Rel) imponer las manos a

    I don't know where to lay my hands on... — no sé dónde conseguir...

    to put or set one's hand to sth — emprender algo

    to raise one's or a hand to or against sb — poner a algn la mano encima

    to take a hand in sth — tomar parte or participar en algo

    to try one's hand at sth — probar algo

    - get one's hand in
    - give with one hand and take away with the other
    - keep one's hand in
    - sit on one's hands
    - turn one's hand to sth
    - wait on sb hand and foot
    eat 2., force 2., 1), join 1., 1), show 1., 1), throw up 2., 1), wash 2., 1), win 2., 3)

    to rule with a firm hand — gobernar con firmeza

    to have a free hand — tener carta blanca

    to have one's hands full (with sth/sb) — no parar un momento (con algo/algn), estar muy ocupado (con algo/algn)

    don't worry, she's in good hands — no te preocupes, está en buenas manos

    with a heavy hand — con mano dura

    to give sb a helping hand — echar una mano a algn

    with a high hand — despóticamente

    if this should get into the wrong hands... — si esto cayera en manos de quien no debiera...

    - get or gain the upper hand
    - have the upper hand
    12) (=after preposition)

    don't worry, help is at hand — no te preocupes, disponemos de or contamos con ayuda

    made by hand — hecho a mano

    by hand (on envelope) en su mano

    to take sb by the handcoger or tomar a algn de la mano

    they were going along hand in hand — iban cogidos de la mano

    gun in hand — el revólver en la mano, empuñando el revólver

    to have £50 in hand — tener 50 libras en el haber

    money in handdinero m disponible

    to take sb in hand(=take charge of) hacerse cargo de algn; (=discipline) imponer disciplina a algn

    to play into sb's hands — hacer el juego a algn

    to get sth off one's hands — (=get rid of) deshacerse de algo; (=finish doing) terminar de hacer algo

    on the right/left hand — a derecha/izquierda, a mano derecha/izquierda

    on the one hand... on the other hand — por una parte... por otra parte, por un lado... por otro lado

    on the other hand, she did agree to do it — pero el caso es que ella (sí) había accedido a hacerlo

    on every hand, on all hands — por todas partes

    he was left with the goods on his hands — tuvo que quedarse con todo el género, el género resultó ser invendible

    to dismiss sth out of hand — descartar algo sin más

    to have sth to hand — tener algo a mano

    your letter of the 23rd is to handfrm he recibido su carta del día 23

    cap 1., 1)
    2.
    VT (=pass)

    to hand sb sth, hand sth to sb — pasar algo a algn

    3.
    CPD [lotion, cream] para las manos

    hand baggage N (US)= hand luggage

    hand controls NPLcontroles mpl manuales

    hand drier, hand dryer Nsecamanos m inv automático

    hand gelgel m (limpiador) de manos

    hand grenade Ngranada f (de mano)

    hand lotion Nloción f para las manos

    hand luggage Nequipaje m de mano

    hand signal N — (Aut) señal f con el brazo

    with both indicators broken, he had to rely on hand signals — con los intermitentes rotos tenía que hacer señales con el brazo or la mano

    hand towel Ntoalla f de manos

    hand-wash
    * * *

    I [hænd]
    1) ( Anat) mano f

    to be good o clever with one's hands — ser* hábil con las manos, ser* mañoso

    to give somebody one's hand — darle* la mano a algn

    they were holding hands when they arrivedllegaron tomados or agarrados or (esp Esp) cogidos de la mano

    we were all on our hands and knees, looking for the ring — estábamos todos a gatas, buscando el anillo

    to have/hold something in one's hands — tener*/llevar algo en la mano

    look, no hands! — mira sin manos!

    to hold out one's hand to somebody — tenderle* la mano a algn

    to join hands — darse* la(s) mano(s)

    hands off! — quita las manos de ahí!, no toques!

    can you put (your) hand on (your) heart and say it isn't true? — ¿puedes decir que no es verdad con la mano en el corazón?

    to put one's hand up o to raise one's hand — levantar la mano

    hands up! — manos arriba!, arriba las manos!

    to raise one's hand to o against somebody — levantarle la mano a algn

    at hand: help was at hand la ayuda estaba en camino; to learn about something at first hand enterarse de algo directamente or personalmente or de primera mano; to learn about something at second/third hand enterarse de algo a través de or por terceros; by hand: made/written by hand hecho/escrito a mano; it must be washed by hand hay que lavarlo a mano; he delivered the letter by hand entregó la carta en mano; hand in hand (tomados or agarrados or (esp Esp) cogidos) de la mano; poverty and disease go hand in hand la pobreza y la enfermedad van de la mano; in hand: glass/hat in hand con el vaso/sombrero en la mano, vaso/sombrero en mano; to pay cash in hand pagar* en metálico or en efectivo; let's get back to the matter in o (AmE also) at hand volvamos a lo que nos ocupa; to have something (well) in hand tener* algo controlado or bajo control; that boy needs taking in hand a ese chico va a haber que meterlo en cintura; on hand: we're always on hand when you need us si nos necesitas, aquí estamos; the police were on hand la policía estaba cerca; to have something on hand tener* algo a mano; out of hand: to get out of hand \<\<child\>\> descontrolarse; the situation is getting out of hand la situación se les (or nos etc) va de las manos; to reject something out of hand rechazar* algo de plano; to hand (BrE) ( within reach) al alcance de la mano, a (la) mano; ( available) disponible; she grabbed the first thing that came to hand agarró lo primero que encontró; hand in glove o (esp AmE) hand and glove: he was hand in glove with the enemy estaba confabulado con el enemigo; hand over fist a manos llenas, a espuertas (esp Esp); her/his left hand doesn't know what her/his right hand is doing borra con el codo lo que escribe con la mano; not to do a hand's turn (colloq) no mover* un dedo (fam), no dar* golpe (Esp, Méx fam); to ask for somebody's hand (in marriage) (frml) pedir* la mano de algn (en matrimonio); to beat somebody/win hands down ganarle a algn/ganar sin problemas; to bind somebody hand and foot atar or (AmL exc RPl) amarrar a algn de pies y manos; to bite the hand that feeds one ser* un desagradecido; to dirty o sully one's hands ( in criminal activity) ensuciarse las manos; she wouldn't dirty her hands with typing no se rebajaría a hacer de mecanógrafa: se le caerían los anillos; to force somebody's hand: I didn't want to, but you forced my hand no quería hacerlo, pero no me dejaste otra salida; to gain/have the upper hand: she gained the upper hand over her rival se impuso a su rival; she's always had the upper hand in their relationship siempre ha dominado ella en su relación; to get one's hands on somebody/something: just wait till I get my hands on him! vas a ver cuando lo agarre!; she can't wait to get her hands on the new computer se muere por usar la computadora nueva; to give somebody/have a free hand darle* a algn/tener* carta blanca; to give somebody the glad hand (AmE) saludar a algn efusivamente; to go hat o (BrE) cap in hand (to somebody): we had to go to them hat in hand asking for more money tuvimos que ir a mendigarles más dinero; to grab o grasp o seize something with both hands: it was a wonderful opportunity and she grabbed it with both hands era una oportunidad fantástica y no dejó que se le escapara de las manos; to have one's hands full estar* ocupadísimo, no dar* para más; to have one's hands tied tener* las manos atadas or (AmL exc RPl) amarradas; to have somebody eating out of one's hand hacer* con algn lo que se quiere; to keep one's hand in no perder* la práctica; to know a place like the back of one's hand conocer* un sitio al dedillo or como la palma de la mano; to live (from) hand to mouth vivir al día; to put o dip one's hand in one's pocket contribuir* con dinero; to put o lay one's hand(s) on something dar* con algo; to try one's hand (at something) probar* (a hacer algo); to turn one's hand to something: he can turn his hand to anything es capaz de hacer cualquier tipo de trabajo; to wait on somebody hand and foot hacerle* de sirviente/sirvienta a algn; to wash one's hands of something lavarse las manos de algo; many hands make light work — el trabajo compartido es más llevadero

    3)
    a) ( agency) mano f

    to die by one's own hand — (frml) quitarse la vida

    to have a hand in something — tener* parte en algo

    to rule with a heavy hand — gobernar* con mano dura

    b) ( assistance) (colloq)

    to give o lend somebody a (helping) hand — echarle or darle* una mano a algn

    c) hands pl (possession, control, care)

    in good/capable hands — en buenas manos

    how did it come into your hands? — ¿cómo llegó a tus manos?

    he/it fell into the hands of the enemy o into enemy hands — cayó en manos del enemigo

    to put oneself in somebody's hands — ponerse* en manos de algn

    to get something/somebody off one's hands — (colloq) quitarse algo/a algn de encima (fam)

    on somebody's hands: she has the children on her hands all day long tiene a los niños a su cuidado todo el día; we've got a problem on our hands tenemos or se nos presenta un problema; out of somebody's hands: the matter is out of my hands el asunto no está en mis manos; to play into somebody's hands — hacerle* el juego a algn

    4) ( side)

    on somebody's right/left hand — a la derecha/izquierda de algn

    on the one hand... on the other (hand)... — por un lado... por otro (lado)...

    5) ( Games)
    a) ( set of cards) mano f, cartas fpl

    to show o reveal one's hand — mostrar* or enseñar las cartas, mostrar* el juego

    to strengthen somebody's hand — afianzar* la posición de algn

    to tip one's hand — (AmE colloq) dejar ver sus (or mis etc) intenciones

    b) ( round of card game) mano f
    6)
    a) ( worker) obrero, -ra m,f; ( farm hand) peón m
    b) ( Naut) marinero m

    an old hand — un veterano, una veterana

    7) ( applause) (colloq) (no pl)

    a big hand for... — un gran aplauso para...

    8) ( handwriting) (liter) letra f
    9) ( on clock) manecilla f, aguja f

    the hour handla manecilla or la aguja de las horas, el horario, el puntero (Andes)

    the minute hand — el minutero, la manecilla or la aguja de los minutos

    the second hand — el segundero, la manecilla or la aguja de los segundos

    10) ( measurement) ( Equ) palmo m

    II

    to hand somebody something, to hand something TO somebody — pasarle algo a alguien

    he was handed a stiff sentence — (AmE) le impusieron una pena severa

    to hand it to somebody: you have to hand it to her; she knows her subject — hay que reconocérselo, conoce muy bien el tema

    Phrasal Verbs:

    English-spanish dictionary > hand

  • 17 abrañar

    Abrañar es alinear, arreglar en todas sus vertientes al ganado, no sólo el que se encuentra en las brañas, puertos o morteras, sino también el que permanece en las cortes (cuadras) de la misma aldea. A mediados de la primavera es cuando se empieza a subir el ganado escosu (que no da leche) para los puertos, estas reses suelen por regla general ser magüetas (novillas) de tres años para abajo, unas están dandu la cría (preñadas), otras son manías (que no están preñadas), luego más tarde, hacia la última quincena del mes de mayo, que es cuando ya no se pueden pacer más los préus (prados) porque sino no dan la cosecha de hierba que se recuétche (recoge) en el mes de xuliu (julio) denominado el mes de la yerbe (hierba). Así pues, cuando los prados ya no se pueden pacer, se sube al puerto todo el demás ganado, exceptuando las xunturas (yuntas) que han de acarrear la hierba, estas vacas suelen ser las bétchaes (paridas), o las que están próximas abétchadar (a parir). Es cuando llega entonces el momento de abrañar en los puertos, de ir hacer la braña. Miles de veces y en diferentes lugares de mi Tierrina, allá por los apenados y hambrientos años de la post-guerra, siendo yo un guaxetín (chiquillo), fui abrañar para los varios amos que como criadín por mala o buena fortuna yo he servido. Había que buscar al ganado que guareciendu (pastiando) se encontraba en el extenso y comunal puerto, que muchas veces era muy difícil de dar con él, por causa de la borrina (niebla), que no permitía ver a uno ni la propia mano dellantri de sous güétchus (delante de los ojos). Nos solíamos orientar por el sonido de las chuecas, chocaretas, zumbus o zumbiétchus (cencerros), que llevaban las vacas más responsables y serias por así denominarlo de cada cabana (cabaña), supuesto que estas reses suelen ser las que capitanean a todas las demás. Me recuerdo que los enormes felechales (helechos) y demás matoxus (matorrales) que eran más altos que mi cuerpo, que por doquier poblaban todo el puerto, se encontraban en los días de borrinas baxas (nieblas bajas), ameruxáus d'orbayu (llenos de agua) que me ponían de pingandu (mojado) lo mismo que si vestido me tirase al agua. Pero todo aquello era nada cuando lograba dar con las vacas, que alegraban tan difícil búsqueda, y afalándulas muy contento me dirigía hacia mi cabanón (cabaña) y después de muxilas (ordeñarlas) atizaba un bon fuéu, (prendía un buen fuego) dóu m'enxugaba la moyadura que m'enciétbechar. (Dónde me secaba la mojadura que me ataba). Una vez que estaba bien enxuchu (seco) muy dichoso me enzulaba (comía) la fugaz y sabrosa cena que tan sólo consistía, en un zapicáu de lleiche (un jarro de leche) acompangáu (acompañado) d'un cantexu de borona ou pan d'escanda. (Un trozo de pan de maíz o escanda). Chuéu, despós, endutbechábame nel xergoncín de paya, ya xurniaba toa la nuétche comu 'n anxelín del cielu xebráu de la man del sou Faedor. (Luego, después, encogiéndome en el jergón de paja, dormía toda la noche como un ángel de los cielos apartado de la mano del Hacedor). Hay vaqueirus que xuben (suben) todos los días por la mañana y de tarde hasta el puerto a hacer la braña, los que tienen corte (cuadra) en la braña, meten sus vacas dentro para ordeñarlas con tranquilidad, pero aquellos que no poseen cabanu (cuadra) tienen que buscar ordeñar al entestate (al aire libre). Casi todos los vaqueirus que tienen que catar (ordeñar) sus vacas al entestate, suelen llevar alguna couxa (cosa) de la aldea para que las vacas la coman y estén así quietas mientras las afoixinan (ordeñan), esto se llama el manoxu (manojo) que es según la época del año de diferente manera. Así en el mes de Xuniu ya xuliu ye de segáu, (junio y julio es de pación), en agosto, setiembre y octubre el manuxín (manojín) suele ser de las fuéas ya pereícoteirus de lus ñarbaxus, (plantas de maíz) y también de focháus de frisou (también de ramas de fresno), que les gusta mucho a las vacas y son muy sanas y nutritivas, así como también muy peligrosas para sous ventrones ya rumiaxes (vientres y rumiajes) si las comen demasiado calientes. Otros vaqueirus llevan sal que bazcuchan d'enría 'l campíz (vierten encima del campo) y como a las vacas les agrada todo lo sallado, comencipien a chamber (empiezan a lamer) en tal lugar hasta que terminan con todo el campizo dando tiempo a que el vaqueiru la ordeñe con toda tranquilidad. También existen otros más ingeniosos que arrebaten les ganes de mexar fasta la gora de afoixinar (que aguantan las ganas de mear hasta la hora de ordeñar) y así después meando en el campizo mientras que la vaca pace y lame el lugar meado ellos con rapidez la ordeñan. Otros vaquierus sólo hacen la braña una vez cada veinticuatro horas, bien porque sus vacas tengan poca leche, o porque les interese escosalas (secarlas) para así tan sólo subir al puerto una vez cada semana a verlas. Y hay otros vaqueirus que duermen y moran en sus cabañas de las brañas y tan sólo bajan a sus aldeas una vez a la semana. Existe la creencia entre las gentes de mi Tierra no documentadas en las ancestrales y hermosas costumbres de nuestras embrujadoras aldeas, creencia divulgada por escritores que no saben dónde tiene, pongo como ejemplo el caldar la vaca (ubre), de que en Asturias no hay más vaqueirus que los de la Alzada y no recuerdo en estos momentos qué otro lugar. Mas yo les digo ahora que esos babayus de despacho que se reúnen en cabanáes (rebaños) formando las infantiles y ridículas sociedades de «Amigos del Bable» o del «Conceyu del Bable», etc., etc., que lo único que saben es buscar una popularidad ya muxiyes la corexa a les ñobles xentes de miou Tierrina (y ordeñarles la cartera a las nobles gentes de mi Tierra). Digo que estas respetables personas lo único que saben de la Llingua y costumbres ancestrales de mi Asturias. es lo que plagian en los archivos, en los escritos de otros escritores ya fenecidos que la mayor parte de ellos tampoco en estas materias no tenían namái qu'una migayina (nada más que una migaja) de idea. Y ahora que ya para la posteridad dejo dicho lo que son estas rencuayas (ruinas) sociedades, compuestas por profesores y otras ilustres personas, que de no ganar la Guerra Civil el General Franco, de seguro que estarían de peones camineros, porque francamente creo que para otro menester ellos no sirven. Todos estos señores con sus teorías y conferencias mistificadas, no saben cómo habla el pueblo, ni como trabaja, ni cómo sufre y ríe, ni como canta y llora, las costumbres y el habla del sencillo, simple y natural pueblo, sólo se aprenden formando parte de ese pueblo que s’acueye 'l llabiegu, falandu la Llingua de nuexus mayores (se coge al arado hablando la lengua de nuestros mayores, todos los días del año). Yo no podré competir jamás, ni tan siquiera lo intento, en los saberes de todos estos señores licenciados y profesores de los números y las letras, porque por mala o buena fortuna los maestros que yo he tenido, no me enseñaron las sapiencias de tan hermosas profesiones, ya que ellos casi todos analfabetos por naturaleza en la dimensión de los signos, de los números y letras, en vez de poner entre mis manos un libro, me punxerun cuaxi disde miou ñacencia, una ferramienta paque trabayandu me ganara 'l potaxe que la probina de miou má non podía dame. (Me pusieron casi desde mi nacencia, una herramienta para que trabajando me ganara el potaje que la pobre de mi madre no podía darme). Así por ejemplo, el mejor profesor que yo he tenido ha sido mi amo Salustiano, un vaqueiru de la aldea de Folgueras, xustu ya ñoble 'n tal fondura (justo y noble en tal hondura), filósofo e inteligente en tal altura, que no se desliza un día por mi vida, que en algún momento con nostálgico cariño yo no le recuerde. El no sólo me enseñó a llabrar, semar ya cuchar la tierra (arar, sembrar y abonar la tierra), sino que tamién m'adeprendióu faer d'un piazu de maera, de ñocéu, de frisnu ou faya, con mious propies manus el mesmu llabiegu. (También me enseñó a hacer de un trozo de madera de nogal, de fresno o de haya, con mis propias manos el mismo arado). M'adeprendióu d'enría lus fierrus a cabruñar sen cartiar el gadañu, (me enseñó encima del yunque con el martillo a adelgazar la guadaña sin ondularla ni estropearla). M'adeprendióu a domeñar les magüetes pa xuniyes al xugu ya faeyes trabayar sen dalgún rexabiu a entrambes manus. (Me enseñó a domar las novillas para uncirlas al yugo y hacerles trabajar sin ningún resabio a las dos manos). Me enseñó a curar los ganados cuando enfermaban d'angún amoláu (de algún mal), como la coxera ou maluca (cojera), los garbious ou rumiayu, (mal en la boca y rumiaje) bregonazus y'entelaures (hinchazones en el ubre y el vientre) y a darle la vuelta a un xatu dientru 'l ventrón d'una vaca qu’tal parilu traxéralu 'l revés, couxa que güéi nel día non sapien faer abondus bretinarius. (A un jato dentro del vientre de una vaca que al parirlo lo trajese al revés, cosa que hoy día no saben hacerlo muchos veterinarios). M'adeprendióu a inxertar lus pomares, zreizus ya peréus, (me enseñó a injertar los manzanos, los cerezos y perales), a fradar lus ciarrus pa que non dieren soma nus préus ya muxéranye 'l campíz el allumbrar mexor yerbe (a cortar los matorrales que cercaban los prados, para que no diesen sombra y le permitiesen al campo alumbrar mejor hierba). Me enseñó sin libros de ninguna clase a querer y respetar todas las criaturas vivientes, a no hacerlas sufrir ni esclavizarlas nunca, a servirme de ellas nada más que cuando la necesidad me obligase. Tamién me falaba, qu'en d'anguna teixá pudiés morar animal d'angún qu’en trabayu non lleldare. (También me decía que en ninguna casa debía de vivir animal alguno que un trabajo no efectuase). Me enseñó a ser libre y honrado, a querer y respetar a mis mayores, a no ser hipócrita ni servil, a no apartarme de la Natural Justicia hasta la muerte, y a no preocuparme mucho de las vanas leyes aunque en ocasiones injustamente las condenadas me castigasen. Me contó cientos de historias, leyendas y cuentos, me enseñó a pensar y filosofear con las cosas naturales, y todas estas maravillosas cosas yo las he aprendido, pensando y hablando en la embrujadora y galana Llingua Asturiana, por lo tanto yo conozco perfectísimamente el Idioma de mi Querida Llingua Asturiana, con el cual yo cuento a mis gentes astures cosas sencillas y naturales, de la misma manera que las he aprendido de boca de maestros analfabetos como mi querido amo Salustiano, el mejor vaqueiru que yo he conocido, el natural y sencillo filósofo que a mí sin libros, más me ha enseñado. Mi amo Salustiano, siempre se sintió muy orgulloso y ufano de sus vacas, a las que el y yo, cuidábamos en todo momento con verdadero celo y alegría, sin lugar a dudas, eran nuestras vacas las mejores de todo Asturias, y así lo reconocían todos los vaqueirus que medianamente entendían de ganado. Daba verdadero placer y envidia, mirar aquellas vacas gordas y lustrosas, todas ellas de la más pura raza asturiana. La corte (cuadra) de Salustiano estaba axeíta un poco allonxá (alejada) de la aldea, en la cimeirá (lo alto) de un praiquín (prado pequeño) que tenía m'apoxentáu (allanado), al lláu d'una fontona (al lado de una fuente) que tenía buenas aguas para abrevar el ganado. Yera una corte grandie, conun payarón que faía un par d'uce es de corcecáus de yerba. (Era una cuadra grande, con un pajar que hacía un par de docenas de rastros de hierba), y la cuadra era amplia y bien ventilada, óu s'arretrigaben nes fortes pexebréires (dónde se amarraban en las fuertes pesebreras), las diez soberbias vacas que en la sazón tenía mi amo Salustiano. Pero una noche fatídica nus fondeiráus de Ia xeronda (en los últimos días del otoño), d'aquién n'aquétcha nuétche del diañu, llantói fuéu 'l pachar, morriendu amagostáes toes les llozanes vaques del guenu de Xallustianu. (Alguien en aquella noche de los demonios, le prendió fuego al pajar, muriéndose asadas todas las lozanas vacas del bueno de Salustiano). Y aunque las autoridades del concejo hicieron todas las investigaciones precisas, nadie pudo descubrir jamás el autor o autores de tan monstruosa felonía. Algunos decían, que había sido un mal querer. Otros afirmaban que tal vez fuese un probe de lus munchus qu’apedigueñaben pe les aldés nus famientus tempus d'endenantes (un pobre de los muchos que pedían por las aldeas en los hambrientos tiempos de antes). Seguramente que el mendigo entraría sin ser visto per el boicairón del payar que nun tenía piesllítchu (por el ventanal del pajar que no tenía cerradura), con el ánimo de pasar la noche, y una vez achucáu ente la greba yerbe (acostado entre la seca hierba), diérale por fumar prendiendo fuego sin querer al pajar, y despós ameruxáu pel miéu fuyere. (Después lleno de miedo huyere). Lo ciertamente sucedido fue, que desde aquel trágico día, el alegre y dicharachero vaqueiru Salustiano, ya no cantó más, ni rió jamás, pues poco a poco una profunda tristeza le fue consumiendo, y meses más tarde se moría de pena, por estar pensando sin interrupción en el gran sufrimiento e inenarrable dolor sufrido por sus queridas vacas, dentro de aquel enorme incendio, que poco a poco las carbonizó, sin que nadie pudiese hacer por ellas nada. Así de humano, sencillo y natural, era mi amo Salustiano, el grande hombre, el excepcional pensador y filósofo analfabeto, el mejor vaqueiru de toda mi Tierrina, ya que muy posible fuese el único que en todo el Universo, que por el amor de sus vacas muertas en tan avernoso sufrimiento, que hizo crecer en só'anxelical ya melgueiru (su angelical y dulce) pensamiento una pena tan amamplenada (grande, enorme) que fasta'l mesmu fuexu del sou morrer tal atristeyáu l'afaluchóu. (Que hasta el mismo hoyo de su morir, tal entristecimiento lo arreó).

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > abrañar

  • 18 skin

    skin
    1. noun
    1) (the natural outer covering of an animal or person: She couldn't stand the feel of wool against her skin; A snake can shed its skin.) piel
    2) (a thin outer layer, as on a fruit: a banana-skin; onion-skins.) piel, cáscara
    3) (a (thin) film or layer that forms on a liquid: Boiled milk often has a skin on it.) película

    2. verb
    (to remove the skin from: He skinned and cooked the rabbit.) despellejar, desollar
    - skin flick
    - skin-tight
    - by the skin of one's teeth

    skin n piel
    tr[skɪn]
    she has light/dark skin tiene la piel clara/morena
    2 (of animal) piel nombre femenino, pellejo; (pelt) piel nombre femenino; (hide) cuero (curtido)
    3 (of fruit, vegetable) piel nombre femenino; (hard) cáscara, corteza; (peeling) monda, mondadura
    4 (of sausage) pellejo
    5 (on paint) telilla, capa fina; (on milk, custard, etc) nata
    6 SMALLTECHNICAL/SMALL (of plane etc) revestimiento
    1 (animal, fish) desollar, despellejar
    2 (fruit, vegetable) pelar
    3 (elbow, knee) arañar, rascar, hacerse un rasguño en
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    it's no skin off my nose a mí me da lo mismo, a mí me trae sin cuidado
    to be all skin and bone(s) estar en los huesos
    to get under somebody's skin (annoy) irritar a alguien, crispar (los nervios) a alguien, sacar a alguien de quicio
    to have a thick skin ser poco sensible
    to have a thin skin ser muy susceptible
    to jump out of one's skin llevarse un susto
    to save one's own skin salvar el pellejo
    to skin somebody alive desollar vivo,-a a alguien
    skin care cuidado de la piel
    skin cream crema para la piel
    skin disease enfermedad nombre femenino de la piel, dermatosis nombre femenino
    skin diving buceo, submarinismo
    skin graft injerto cutáneo
    skin test cutirreacción nombre femenino
    skin ['skɪn] vt, skinned ; skinning : despellejar, desollar
    skin n
    1) : piel f, cutis m (de la cara)
    dark skin: piel morena
    2) rind: piel f
    n.
    corteza s.f.
    cuero s.m.
    cutis s.m.
    dermis s.f.
    hollejo s.m.
    monda s.f.
    pelleja s.f.
    pellejo s.m.
    piel s.m.
    v.
    cicatrizarse v.
    descortezar v.
    desollar v.
    despellejar v.
    excoriar v.
    pelar v.

    I skɪn
    a) u ( of person) piel f; (esp of face; in terms of quality, condition) cutis m, piel f; ( in terms of color) tez f, piel f

    to be all skin and bonesestar* hecho un esqueleto, estar* en los huesos

    to get under somebody's skin — (colloq) crisparle los nervios a alguien, sacar* a alguien de quicio

    to have a thick/thin skin — ser* insensible/muy sensible a las críticas

    to have somebody under one's skin — (colloq) estar* loco por alguien (fam)

    to jump o leap out of one's skin: I nearly jumped out of my skin when... casi me muero del susto cuando... (fam); (before n) < disease> de la piel, cutáneo; skin graft — injerto m (cutáneo); save I 1) a)

    b) u c (of animal, bird, fish) piel f
    c) u c (of tomatoes, plums, sausage) piel f; (of potatoes, bananas) piel f, cáscara f
    d) u (on milk, custard) nata f; ( on paint) capa f dura

    II
    a) \<\<animal\>\> despellejar, desollar*

    to skin somebody alive — desollar* vivo a alguien, arrancarle* la piel a tiras a alguien

    skin the tomatoes — quíteles la piel a los tomates, pele los tomates

    b) ( scrape) \<\<knee/elbow\>\> despellejar, pelar
    [skɪn]
    1. N
    1) [of person] piel f ; [of face] cutis m ; (=complexion) tez f
    - be skin and bone
    - jump out of one's skin
    - save one's skin
    - have a thick/thin skin
    - get under sb's skin
    2) [of animal] piel f, pellejo m ; (as hide) piel f, cuero m
    3) [of fruit, vegetable] piel f, cáscara f ; (discarded) mondaduras fpl
    4) (=crust) (on paint, milk pudding) nata f
    5) (for wine) odre m
    6) (Aer, Naut) revestimiento m
    7) * = skinhead
    8) (Drugs) ** (=cigarette paper) papelillo * m, papel m de fumar
    2. VT
    1) [+ animal] despellejar, desollar

    I'll skin him alive! — (fig) ¡lo voy a matar! *, ¡lo voy a desollar vivo!

    - keep one's eyes skinned for sth
    2) [+ fruit] pelar, quitar la piel a; [+ tree] descortezar
    3) (=graze)

    to skin one's knee/elbow — desollarse la rodilla/el codo

    4) ** (=steal from) despellejar, esquilmar
    3.
    CPD

    skin cancer Ncáncer m de piel

    skin care Ncuidado m de la piel

    skin colour N(=colour of one's skin) color m de la piel; (=shade) color m natural

    skin disease Nenfermedad f de la piel

    skin diver Nbuceador(a) m / f, buzo mf, submarinista mf

    skin diving Nbuceo m, submarinismo m

    skin flick * Npelícula f porno *

    skin freshener Ntónico m para la piel

    skin game * N(US) estafa f

    skin graft(ing) Ninjerto m de piel

    skin test Nprueba f de piel

    skin trade * Npublicación f de revistas porno

    skin wound Nherida f superficial

    * * *

    I [skɪn]
    a) u ( of person) piel f; (esp of face; in terms of quality, condition) cutis m, piel f; ( in terms of color) tez f, piel f

    to be all skin and bonesestar* hecho un esqueleto, estar* en los huesos

    to get under somebody's skin — (colloq) crisparle los nervios a alguien, sacar* a alguien de quicio

    to have a thick/thin skin — ser* insensible/muy sensible a las críticas

    to have somebody under one's skin — (colloq) estar* loco por alguien (fam)

    to jump o leap out of one's skin: I nearly jumped out of my skin when... casi me muero del susto cuando... (fam); (before n) < disease> de la piel, cutáneo; skin graft — injerto m (cutáneo); save I 1) a)

    b) u c (of animal, bird, fish) piel f
    c) u c (of tomatoes, plums, sausage) piel f; (of potatoes, bananas) piel f, cáscara f
    d) u (on milk, custard) nata f; ( on paint) capa f dura

    II
    a) \<\<animal\>\> despellejar, desollar*

    to skin somebody alive — desollar* vivo a alguien, arrancarle* la piel a tiras a alguien

    skin the tomatoes — quíteles la piel a los tomates, pele los tomates

    b) ( scrape) \<\<knee/elbow\>\> despellejar, pelar

    English-spanish dictionary > skin

  • 19 cuéllebre

    Cuéllebre, dios mitológico astur que no se quién le inventó. Porque este humilde asturianista entiende que todos los dioses debían o deben de valer para algo. Lo que yo sé es que la Cuéllebre si que existe, y voy haber de que manera se la puedo describir a ustedes. —Pe les nuétches de les primaveires ya de lus branus el cullebrón fae unus cantaríus que you ya tóus lus que nus criamus nes aldines ureámus fatásu de veices, entóus les cullebres que ten nel celu cuerren pal lláu d'él, ya cundu tan nel sou chugar, xi son más de meta l'ucena, fáen engarradiétcha entexigu, perque ‘l cuéllebre nun pué cheldar l'amore namái que disdi seis pabaxu, anxina ye qu'istis cullebres tenen que trabayar pal cuéllebre, queru falar, que tenen qu'allimentálu, metantu qu'éches caten un xeitu p'apadrentase, ya isti tempu lu más llargu pué xer de dous ou tres díes, Lluéu les cullebres acaidonaben al cullebrón fasta la xacéa qu'endenantes viexen elexíu, ya chindi namái qu'el sol tubiés nel sou meyor magüestu, enriestrábemse toes les cullebres al cullebrón fayendu un treizu que s'abayaba entrevolgáu dientru la llimiaga que d'éches s’esgolgaba, anxina comu les babayes esplumaróuxas que sous boques bazcuyaben, ya tou ísti verdouxu esplumaraxu de llimiagues xebrábase d'eches per un buraquín que pa tal lleldar dexaben xin pieschar nel treizu qu'encaldaben, anxina yera qu'ista llimiaga ‘l cayer nel xuelu per debaxu de les cullebres metanes ente ‘l polvu ya ‘l areniscu, ya nel cheldar que les cullebres entrevolgábense y' encibiétchanduse con xuxeanti apuxe cheldandu ‘l amore per axín nomalu, xempre nel mesmu xeitu, ya cundu xebrábense d’isiti triezu d'apadramentu, caúna d'eches pal llugar que mexor l'encaldare, peru achindi nel xuelu dóu fixeen la sou anuedadura del cibiétchu, dexaben un amaxixu de llimiagues entegolgáes col polvu yal areniscu, d'un collor prietu averdoxáu, que cundu enxugaba d'afechu golguíase una pedrina dura ya llixeira del tamañu d'un duru ya del groxor de dous. Ista pedriquina ye la "Cuéllebre”, ‘l dios mitolóxicu D'Asturies, ya nun ixi oitre qu'enventóu daquién, que cumu tantus oitres tan fayendu de les costumes yal ancestru de miou embruxadora ya melgueira Tierrina disdi fái faticáu d'anus, un cadexu de mentires y'entivoucus, que faen que la nuexa cultura nun miedre p'algamir el llugar preminenti que ye cuerrespondie. —You agüétchei la "Cuéllebre una veiz nes manes d'un afamáu curandoiru que yera un homacu viétchu ya mu dichadicheiru mu amigu de la Bruxa Xenuvava, ya del miou amu Roxendu. Le pedriquina del Cuéllebre sanaba tou ‘l envenenamientu que s'encaldare ben en prexones ou animales, namái con colocaya d'enría l'amolaura engafá. —Güéi créu qu'el miou amu Roxendu tamen teñía dalgu de freiru, pos tal mamplenáu xapíe de toes istis couxes de toes les costumes ya dioxes mitolóxicus de Nuexa Melguiera y'Embruxante Tierrina Asturiana, falábame Roxendu del Cuélllebre que yera tal pedriquina lu mesmu de bone qu'un pequenu faidor, pos tou ‘l amoláu d'envenenamentu manque fora ‘l mesmu cáncanu de Cadarma, xi la xente creía na fondeirá del sou envidayaxe nel mesterióxu poder de la Cuéllebre. TRADUCCIÓN.—En las noches de las primaveras y de los veranos, el culebrón hace unos cánticos, que yo y todos cuantos nos hemos criado en las aldeas hemos oído muchísimas veces, entonces las culebras que están en el celo, cuando sienten tal cántico, se van acercando silenciosamente hasta el lugar donde se encuentra el Culebrón, y cuando están en tal sitio, si son más de media docena, se pelean entre sí con enloquecida fiereza, porque por el instinto de vida ellas saben, que el culebrón no podrá hacer el amor nada más que de seis para abajo, una vez que ya han quedado las seis culebras que se ganaron el puesto de apadrentarse con el culebrón, éstas tendrán que trabajar para él, quiero decir, que le tienen que alimentar, mientras que buscan un lugar para apadrentarse, que este tiempo nunca suele ser mas largo de dos o tres días. Luego las culebras dirigen al culebrón hasta la yacija que antes hubiesen elegido, y en tal lugar, nada más que el sol estuviese en el sitio de más calentamiento, se enroscaban todas las culebras al culebrón, haciendo un trenzamiento que se movía sobre sí mismo revolcándose entre las babas y segregaciones pegajosas de sus cuerpos, y todo este verdoso espumaraje de babas y demás segregaciones, se escapaba de sus cuerpos por un pequeño agujero que para tal acaecer dejaban sin cerrar en el fuerte trenzado que hacían, así era que estas babas y demás pastosos y brillantes líquidos, al caer al suelo por debajo de las culebras entre el polvo y el arenisco, en el mismo suceder que las culebras con grande frenesí se enroscaban apretándose con desmedida fuerza haciéndose el amor, por así nombrarlo, siempre en el mismo lugar, y cuando ya habían satisfecho su apetencia, se marchaban de aquel trenzamiento donde se habían apadrentado, cada una de ellas para el lugar que mejor le conviniese. Pero allí en el suelo donde hubiesen hecho el amor, dejaban un amasijo de babas y demás segregaciones envuelto entre el polvo, el arenisco y demás materias que hubiere, de un oscuro y verdoso color, que cuando secaba del todo, se tornaba en una piedrecita dura, muy ligera, del tamaño de un duro en plata y del grosor de dos. Esta piedrecita misteriosa se le llamaba la "Cuéllebre", el verdadero, o mejor dicho uno de los verdaderos dioses mitológicos de mi amada Asturias, no como ese otro cuéllebre que inventó no se quién, que como tantos otros que se dedicaron y se dedican a lo mismo, que están haciendo de las Costumbres y de todo el Ancestro Cultural de mi Dulce y Embrujadora Tierrina, desde hace ya muchos años, todo un trenzamiento de mal hechas mentiras y equívocos de niños subnormales, que sólo han logrado que nuestra hermosa Cultural no medre, para alcanzar el lugar prominente que por historia y valía le corresponde. —Yo he visto el Cuéllebre una vez en las manos de un afamado curandero, que era un hombre muy pequeño y viejo, alegre y muy hablador, muy amigo de la Bruja Genoveva y de mi amo Rosendo. La piedrecita del "Cuéllebre”, curaba todo envenenamiento que se hiciese en persona o animal, nada más con colocarla encima del mal envenenado, pues tal parecía la milagrosa piedra como si fuese un mágico imán que atrayera todo el envenenamieto que tuviera el ser tratado. —Hoy yo creo que mi amo Rosendo también tenía algo de misterioso y de curandero, pues tantísimo sabía de todas las cosas y costumbres de todos los dioses mitológicos de Nuestra Dulce y Embrujadora Tierrina Asturiana, decíame Rosendo del “Cuéllebre'' que era tal piedrecita lo mismo de buena que un pequeño dios que hiciera el bien en todo momento, pues todo mal de envenenamiento, aunque fuese el mismo cáncer de muerte, si las gentes creían con verdadera profundidad de pensamiento en poder y misterio de l’ "Cuéllebre" sanaban con rapidez. —Amindi ya disde bén pequenu, cundu `l xiñor Llaurianu ´l Curandeiru me falaba de lus dioxes mitolóxicus de nuexa Terra, ya poñíe endugues sequéi ´l Cuéllebre xegún lu pintaben comu ´n dragón chandu fuéu fora enxindi un dióus mitolóxicu, perquéi xegún sous entolenares, xendu Asturies una terra tan aviñoná de vexetaxón, nel tempu agosteiru, cundu tous les yerbes tan rexeques, ya grebes que namái con arimái una pocecha de fuéu s´entamanga un enxedu que lu mesmu queimaba ´l conceyu enteiru,axina que conxidera me falaba ´l xiñor Llaurianu, xi ´l Cuéllebre enruxuráu cumencipiare char fuéu pel sou focicu llantandu queimes per tous lus lláus, ademái aquindi n´Asturies nun ye terra de dragones, pamín tou ístu del dióus Cuéllebre nun ye namai qu´un enrréu adubexáu con dalgu de máxicu,qu´enxindi nun lu papen namai que lus que tan escosáus d´entolenus. —A mí ya desde pequeño, cuando el señor Llauriano el Curandero me hablaba de los dioses mitológicos de Nuestra Tierra, ya ponía en dudas que el Cuéllebre según lo pintaban, como dragón echando fuego fuese en si un dios mitológico, porque según sus pensares, siendo Asturias una tierra tan llena de vegetación, en el tiempo agostero, cuando todas las hierbas estén secas, tanto que nada más con arrimarle una chispa de fuego, se origina un incendio que lo mismo quemaba el concejo entero, así que considera, me decía el señor Lauriano, si el Cuéllebre enloquecido empieza a lanzar fuego por sus hocicos haciendo quemas por todas partes. —Además aquí en Asturias no es tierra de dragones, para mi todo esto del dios Cuélebre no es nada más que un enredo envuelto con algo de magia que en si no lo cree nada más que aquellos que tienen seco el entendimiento.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > cuéllebre

  • 20 free

    fri:
    1. adjective
    1) (allowed to move where one wants; not shut in, tied, fastened etc: The prison door opened, and he was a free man.) libre
    2) (not forced or persuaded to act, think, speak etc in a particular way: free speech; You are free to think what you like.) libre
    3) ((with with) generous: He is always free with his money/advice.) generoso
    4) (frank, open and ready to speak: a free manner.) abierto
    5) (costing nothing: a free gift.) gratuito, gratis
    6) (not working or having another appointment; not busy: I shall be free at five o'clock.) libre
    7) (not occupied, not in use: Is this table free?) libre
    8) ((with of or from) without or no longer having (especially something or someone unpleasant etc): She is free from pain now; free of charge.) libre de; librado de

    2. verb
    1) (to make or set (someone) free: He freed all the prisoners.) liberar, poner en libertad
    2) ((with from or of) to rid or relieve (someone) of something: She was able to free herself from her debts by working at an additional job.) deshacerse de, librarse de
    - freely
    - free-for-all
    - freehand
    - freehold
    - freelance

    3. verb
    (to work in this way: He is freelancing now.) trabajar por cuenta propia
    - free skating
    - free speech
    - free trade
    - freeway
    - freewheel
    - free will
    - a free hand
    - set free

    free1 adj
    1. libre
    are you free on Monday? ¿estás libre el lunes?
    2. gratis / gratuito
    free of charge gratuito / gratuitamente
    free2 vb soltar / poner en libertad / liberar
    tr[friː]
    1 (gen) libre
    it's a free country, isn't it? es un país libre, ¿verdad?
    2 (without cost) gratuito,-a, gratis; (exempt) libre ( from, de)
    is that seat free? ¿está libre esa silla?
    do you know when the hall is free? ¿sabes cuando la sala está libre?
    4 (not busy) libre
    she'll be free after 4.00pm estará libre después de las 4.00
    are you free for dinner? ¿estás libre para comer?
    1 (gratis) gratis
    2 (loose) suelto,-a
    3 (in free manner) libremente, con toda libertad
    1 (liberate, release - person) poner en libertad, liberar; (- animal) soltar
    2 (rid) deshacerse (of/from, de), librarse (of/from, de)
    3 (loosen, untie) soltar, desatar
    4 (exempt) eximir ( from, de)
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    feel free! ¡tú mismo,-a!
    for free gratis
    free and easy despreocupado,-a
    free of charge gratuito,-a, gratis
    free of tax libre de impuestos
    free on board franco a bordo
    to be free from / be free of estar libre de, quedar libre de
    to be free with repartir generosamente, ser generoso,-a con
    to have a free hand in something tener carta blanca en algo
    to run free andar suelto,-a
    to set somebody free liberar a alguien, poner en libertad a alguien
    free admission entrada libre
    free agent persona libre de hacer lo que quiera
    free enterprise libre empresa
    free fall caída libre
    free gift regalo
    free kick saque nombre masculino de falta
    free market economy economía libre de mercado
    free port puerto franco
    free speech libertad nombre femenino de expresión
    free trade libre cambio
    free verse verso libre
    free vote voto libre
    free will libre albedrío
    Free World Mundo Libre
    free ['fri:] vt, freed ; freeing
    1) liberate: libertar, liberar, poner en libertad
    2) relieve, rid: librar, eximir
    3) release, untie: desatar, soltar
    4) unclog: desatascar, destapar
    free adv
    1) freely: libremente
    2) gratis: gratuitamente, gratis
    free adj, freer ; freest
    1) : libre
    free as a bird: libre como un pájaro
    2) exempt: libre
    tax-free: libre de impuestos
    3) gratis: gratuito, gratis
    4) voluntary: espontáneo, voluntario, libre
    5) unoccupied: desocupado, libre
    6) loose: suelto
    adj.
    desahogado, -a adj.
    descampado, -a adj.
    desembarazado, -a adj.
    desenfadado, -a adj.
    exento, -a adj.
    franco, -a adj.
    gratis adj.
    gratuito, -a adj.
    holgado, -a adj.
    inmune adj.
    libre adj.
    suelto, -a adj.
    adv.
    gratis adv.
    libremente adv.
    v.
    desembarazar v.
    escapar v.
    eximir v.
    libertar v.
    librar v.
    soltar v.
    zafar v.

    I friː
    adjective freer 'friːər, 'friːə(r), freest 'friːəst, 'friːɪst
    1)
    a) ( at liberty) (usu pred) libre

    to be free — ser* libre

    to set somebody freedejar or poner* a alguien en libertad, soltar* a alguien

    free to + INF: you're free to do what you think best eres dueño or libre de hacer lo que te parezca; please feel free to help yourself — sírvete con confianza, sírvete nomás (AmL)

    b) <country/people/press> libre
    c) ( loose) suelto

    to come/work free — soltarse*

    a) (without, rid of)

    free FROM o OF something — libre de algo

    free of o from additives/preservatives — sin aditivos/conservantes

    b) ( exempt)
    3) ( costing nothing) <ticket/sample> gratis adj inv, gratuito; <schooling/health care> gratuito

    free on board — ( Busn) franco a bordo

    4) ( not occupied) <table/chair> libre, desocupado; <time/hands> libre

    is this table free? — ¿está libre esta mesa?

    I have no free time at all — no tengo ni un momento libre, no tengo nada de tiempo libre

    are you free tomorrow? — ¿estás libre mañana?, ¿tienes algún compromiso mañana?

    5) ( lavish) generoso

    to be free WITH something — ser* generoso con algo


    II
    a) ( without payment) gratuitamente, gratis

    I got in for free — (colloq) entré gratis or sin pagar or de balde

    b) ( without restriction) <roam/run> a su (or mi etc) antojo

    III
    1)
    a) ( liberate) \<\<prisoner/hostage\>\> poner* or dejar en libertad, soltar*; \<\<animal\>\> soltar*; \<\<nation/people/slave\>\> liberar

    to free somebody to + INF — permitirle a alguien + inf

    b) (relieve, rid)

    to free something OF something: he promised to free the country of corruption — prometió acabar or terminar con la corrupción en el país

    2)
    a) (untie, release) \<\<bound person\>\> soltar*, dejar libre; \<\<trapped person\>\> rescatar
    b) (loose, clear) \<\<something stuck or caught\>\> desenganchar, soltar*
    Phrasal Verbs:
    [friː]
    1. ADJ
    (compar freer) (superl freest)
    1) (=at liberty) libre; (=untied) libre, desatado

    to break free — escaparse

    to get free — escaparse

    to let sb go free — dejar a algn en libertad

    to pull sth/sb free — (from wreckage) sacar algo/a algn; (from tangle) sacar or desenredar algo/a algn

    to set free — [+ prisoner] liberar; [+ slave] emancipar, liberar; [+ animal] soltar

    the screw had worked itself free — el tornillo se había aflojado

    2) (=unrestricted) libre; [choice, translation] libre

    to have one's hands free — (lit) tener las manos libres

    free and easy(=carefree) desenfadado

    "can I borrow your pen?" - " feel free!" — -¿te puedo coger el bolígrafo? -¡por supuesto! or -¡claro que sí!

    to be free to do sth — ser libre de hacer algo, tener libertad para hacer algo

    - give free rein to
    - give sb a free hand
    - have a free hand to do sth
    3) (=clear, devoid)

    free from or of sth, a world free of nuclear weapons — un mundo sin armas nucleares

    to be free from painno sufrir or padecer dolor

    4) (Pol) (=autonomous, independent) [country, state] libre

    it's a free country! * — ¡es una democracia!

    5) (=costing nothing) [ticket, delivery] gratuito, gratis; [sample, offer, transport, health care] gratuito

    " admission free" — "entrada f libre"

    free on board — (Comm) franco a bordo

    free of charge — gratis, gratuito

    to get sth for free — obtener algo gratis

    - get a free ride
    tax-free
    6) (=not occupied) [seat, room, person, moment] libre; [post] vacante; [premises] desocupado

    is this seat free? — ¿está libre este asiento?, ¿está ocupado este asiento?

    are you free tomorrow? — ¿estás libre mañana?

    7) (=generous, open) generoso ( with con)

    to make free with sth — usar algo como si fuera cosa propia

    to be free with one's money — no reparar en gastos, ser manirroto *

    2. ADV
    1) (=without charge)
    2) (=without restraint)

    animals run free in the park — los animales campan a sus anchas por el parque

    3. VT
    1) (=release) [+ prisoner, people] liberar, poner en libertad; (from wreckage etc) rescatar; (=untie) [+ person, animal] desatar, soltar

    to free one's hand/arm — soltarse la mano/el brazo

    2) (=make available) [+ funds, resources] hacer disponible, liberar

    this will free him to pursue other projects — esto lo dejará libre para dedicarse a otros proyectos, esto le permitirá dedicarse a otros proyectos

    3) (=rid, relieve)

    to free sb from painquitar or aliviar a algn el dolor

    to free o.s. from or of sth — librarse de algo

    4.
    N

    the land of the free — el país de la libertad (Estados Unidos)

    5.
    CPD

    free agent Npersona f independiente

    he's a free agent — tiene libertad de acción, es libre de hacer lo que quiere

    free association N — (Psych) asociación f libre or de ideas

    Free Church N(Brit) Iglesia f no conformista

    free clinic N(US) (Med) dispensario m

    free collective bargaining N negociación f colectiva

    free fall Ncaída f libre

    to be in free fall[currency, share prices] caer en picado or (LAm) picada

    free flight Nvuelo m sin motor

    free gift Nobsequio m, regalo m

    free house N(Brit) pub que es libre de vender cualquier marca de cerveza por no estar vinculado a ninguna cervecería en particular

    free kick N — (Ftbl) tiro m libre

    free labour Ntrabajadores mpl no sindicados

    free love Namor m libre

    free market N — (Econ) mercado m libre (in de)

    see free-market

    free marketeer Npartidario(-a) m / f del libre mercado

    free pass Npase m gratuito

    free period N — (Scol) hora f libre

    free port Npuerto m franco

    free radical N — (Chem) radical m libre

    free school Nescuela f especial libre

    free speech Nlibertad f de expresión

    free spirit Npersona f libre de convencionalismos

    free verse Nverso m libre

    free vote N(Brit) (Parl) voto m de confianza (independiente de la línea del partido)

    the free world N — el mundo libre, los países libres

    * * *

    I [friː]
    adjective freer ['friːər, 'friːə(r)], freest ['friːəst, 'friːɪst]
    1)
    a) ( at liberty) (usu pred) libre

    to be free — ser* libre

    to set somebody freedejar or poner* a alguien en libertad, soltar* a alguien

    free to + INF: you're free to do what you think best eres dueño or libre de hacer lo que te parezca; please feel free to help yourself — sírvete con confianza, sírvete nomás (AmL)

    b) <country/people/press> libre
    c) ( loose) suelto

    to come/work free — soltarse*

    a) (without, rid of)

    free FROM o OF something — libre de algo

    free of o from additives/preservatives — sin aditivos/conservantes

    b) ( exempt)
    3) ( costing nothing) <ticket/sample> gratis adj inv, gratuito; <schooling/health care> gratuito

    free on board — ( Busn) franco a bordo

    4) ( not occupied) <table/chair> libre, desocupado; <time/hands> libre

    is this table free? — ¿está libre esta mesa?

    I have no free time at all — no tengo ni un momento libre, no tengo nada de tiempo libre

    are you free tomorrow? — ¿estás libre mañana?, ¿tienes algún compromiso mañana?

    5) ( lavish) generoso

    to be free WITH something — ser* generoso con algo


    II
    a) ( without payment) gratuitamente, gratis

    I got in for free — (colloq) entré gratis or sin pagar or de balde

    b) ( without restriction) <roam/run> a su (or mi etc) antojo

    III
    1)
    a) ( liberate) \<\<prisoner/hostage\>\> poner* or dejar en libertad, soltar*; \<\<animal\>\> soltar*; \<\<nation/people/slave\>\> liberar

    to free somebody to + INF — permitirle a alguien + inf

    b) (relieve, rid)

    to free something OF something: he promised to free the country of corruption — prometió acabar or terminar con la corrupción en el país

    2)
    a) (untie, release) \<\<bound person\>\> soltar*, dejar libre; \<\<trapped person\>\> rescatar
    b) (loose, clear) \<\<something stuck or caught\>\> desenganchar, soltar*
    Phrasal Verbs:

    English-spanish dictionary > free

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