Перевод: со всех языков на все языки

со всех языков на все языки

tiene+un+enorme+poder+de+concentración

  • 1 poder

    m.
    1 power (mando, competencia).
    estar en/hacerse con el poder to be in/to seize power
    poder adquisitivo purchasing power
    poder calorífico calorific value
    poder de convicción persuasive powers
    tener poder de convocatoria to be a crowd-puller
    el poder ejecutivo/legislativo/judicial the executive/legislature/judiciary (personas)
    poderes fácticos the church, military and press
    poderes públicos public authorities
    El poder corrompe a los indecisos Power corrupts the undecided.
    2 power, authorization.
    dar poderes a alguien para que haga algo to authorize somebody to do something
    por poderes by proxy
    poder notarial power of attorney
    3 faculty.
    4 proxy, letter of delegation, power of attorney, letter of attorney.
    Ella se casó usando un poder She married using a proxy.
    v.
    1 can, to be able to.
    no puedo decírtelo I can't tell you, I'm unable to tell you
    2 can, may (tener permiso).
    no puedo salir por la noche I'm not allowed to o I can't go out at night
    ¿puedo fumar aquí? may I smoke here?
    ¿se puede? may I come in?
    no podemos portarnos así con él we can't treat him like that
    4 may, can (tener posibilidad, ser posible).
    puede estallar la guerra war could o may break out
    podías haber ido en tren you could have gone by train
    ¡podría habernos invitado! she could o might have invited us! (expresa enfado)
    puede que llueva it may o might rain
    ¿vendrás mañana? — puede will you come tomorrow? — I may do
    puede ser perhaps, maybe
    5 to be stronger than.
    tú eres más alto, pero yo te puedo you may be taller than me, but I could still beat you up
    6 to can, to may, to be able to, to be apt to.
    Ella puede correr She is able to run.
    7 to might, to stand to.
    Ella podría surgir She might rise above.
    8 to be capable.
    * * *
    Present Indicative
    puedo, puedes, puede, podemos, podéis, pueden.
    Past Indicative
    Future Indicative
    Conditional
    Present Subjunctive
    pueda, puedas, pueda, podamos, podáis, puedan.
    Imperfect Subjunctive
    Future Subjunctive
    Imperative
    puede (tú), pueda (él/Vd.), podamos (nos.), poded (vos.), puedan (ellos/Vds.).
    * * *
    1. verb
    1) can
    3) may
    2. noun m.
    4) strength, force
    * * *
    1. VERBO AUXILIAR
    1) (=tener la posibilidad o capacidad de)

    ¿se puede llamar por teléfono desde aquí? — can you phone from here?

    no puede venirhe can't o cannot come

    no ha podido venir — he couldn't come, he was unable to come

    2) (=tener permiso para)

    puedes irteyou can o may go

    ¿puedo usar tu teléfono? — can o may I use your phone?

    ¿puedo abrir la ventana? — can o may I open the window?

    aquí no se puede fumar — you aren't allowed to smoke here, you can't smoke here

    3) [en peticiones]

    ¿puedes/puede darme un vaso de agua? — can I/may I have a glass of water please?

    ¿me puede usted decir cuándo sale el autobús? — can o could you tell me when the bus leaves?

    4) [indicando eventualidad]

    puede o podría estar en cualquier sitio — it could o might be anywhere

    ¡cuidado, te puedes hacer daño! — careful, you could o might hurt yourself!

    podías haberte roto una piernayou could o might have broken your leg

    5) [indicando obligación moral]

    ¡no pueden tratarnos así! — they can't treat us like this!

    6) [en cálculos, aproximaciones]

    ¿qué edad puede tener? — I wonder what age he is?, how old do you reckon he is?

    7) [en sugerencias]
    8) [en reproches]

    ¡podías habérmelo dicho! — you could o might have told me!

    habría podido ser más amableshe could o might have been a bit nicer

    ¡al menos podrías disculparte! — you could at least say sorry!

    2. VERBO INTRANSITIVO
    1) (=tener la posibilidad o capacidad)

    ¡no puedo más! — (=estoy agotado) I can't go on!; (=estoy desesperado) I can't cope any more!; (=he comido mucho) I can't eat another thing!

    2) (=tener permiso)

    ¿se puede? — may I come in?

    ¿puedo? — may I?

    3) (=tener dominio, influencia)

    los que pueden — those who can, those who are able

    el dinero puede mucho — money can do almost anything, money talks

    poder a algn: yo le puedo — I'm a match for him; [entre niños] I could have him *

    poder con

    ¿puedes con la maleta? — can you manage the suitcase?

    no puedo con él(=no puedo controlarle) I can't handle him; (=pesa mucho) he's too heavy for me

    4) [en locuciones]

    a más no poder, es tonto a más no poder — he's as stupid as they come

    no poder por menos que, no pude por menos que decirle lo que pensaba de él — I just had to tell him what I thought of him

    5) CAm, Méx * (=molestar) [con irritación] to annoy; [con disgusto] to upset
    3.
    VERBO IMPERSONAL
    puede (ser) (=es posible) maybe, it may be so, perhaps

    ¡no puede ser! — that can't be!, that's impossible!

    puede (ser) que ({+ subjun}9})

    puede (ser) que esté en la bibliotecahe could o may be in the library, perhaps he's in the library

    puede (ser) que tenga uno yahe may o might have one already

    puede (ser) que no vengahe may o might not come

    4. SUSTANTIVO MASCULINO
    1) (=capacidad, facultad) power

    poder de convocatoria, tienen un gran poder de convocatoria — they really pull in the crowds, they're real crowd-pullers *

    2) (=autoridad, influencia) power
    3) (Pol)

    ¡el pueblo al poder! — power to the people!

    ¡Herrera al poder! — Herrera for leader!

    bajo el poder de algn, estar en el poder, ocupar el poder — to be in power

    el poder centralcentral government

    el cuarto poder — the fourth estate

    los poderes fácticosthe powers that be

    los poderes públicosthe authorities

    4) (=fuerza, eficacia)
    5) (=potestad)
    pl poderes powers
    6) (Jur)

    por poderes o LAm poder — by proxy

    7) (=posesión) possession

    estar u obrar en poder de algn — to be in sb's hands o possession

    esa información está u obra en poder de la juez — that information is in the hands of the judge, that information is in the judge's possession

    pasar a poder de algn — to pass to sb, pass into sb's possession

    8) (Fís, Mec) power
    9) LAm (=persona) drug pusher
    * * *
    I
    verbo auxiliar

    ¿cuándo podrá darme una respuesta? — when will you be able to o when can you give me an answer?

    no pudo asistir a la reuniónhe was unable to o he couldn't attend the meeting

    ¿pudiste hacerlo sola? — were you able to do it on your own?

    ¿puedo servirme otro? — can o may I have another one?

    ¿le puedo hacer una sugerencia? — may I make a suggestion?

    ¿podría irme un poco más temprano hoy? — could I leave a little earlier today?

    ¿se puede? - adelante! — may I? - come in

    4)
    a) (en quejas, reproches)

    ¿cómo pudiste hacer una cosa así? — how could you do such a thing?

    podías or podrías haberme avisado — you could o might have warned me!

    podrías or podías pedírselo tú — you could ask him for it

    ¿puedes bajar un momento? — can you come down for a moment?

    ¿podrías hacerme un favor? — could you do me a favor?

    poder con algo/alguien: ¿puedes con todo eso? can you manage all that?; no puedo con esta maleta I can't manage this suitcase; no pudo con el alemán y lo dejó he couldn't get to grips with German and he gave up; con este niño no hay quien pueda! this child is just impossible!; podérsela con algo — (Chi fam) to cope with something

    a más no poder: comió a más no poder he ate until he was fit to burst; corrimos a más no poder we ran as fast as we could; es feo a más no poder he's as ugly as they come; no poder más: estoy que no puedo más ( cansado) I'm exhausted; ( lleno) I can't eat anything else; ya no puedo más con este niño I'm at the end of my tether with this child; ya no puedo más, me está desquiciando I can't go on like this, it's driving me mad; no poder (por) menos que: no pude menos que sentirme halagado I couldn't help feeling flattered; no pudo menos que reconocer — she had no alternative but to admit

    7) (fam) (+ me, te, le etc)
    a) ( ganar)

    él es más alto, pero tú le puedes — he's taller than you but you can beat him

    b) (Méx) ( doler)
    8) (con idea de eventualidad, posibilidad)

    te podrías or podías haber matado — you could have killed yourself!

    9) (en 3a pers)

    no puede ser que ya haya terminadohe can't have finished already

    si puede ser or (Esp) a poder ser — if possible

    - puede que sí, puede que no — maybe, maybe not

    II
    1)
    a) (control, influencia) power

    estamos/nos tiene en su poder — we are/she has us in her power

    caer en poder de alguienciudad/país to fall to somebody

    b) (Pol)

    tomar el poderto take o seize power

    detenta el poder desde hace 20 años — (frml) he has held power for 20 years

    2) ( posesión)

    la carta está en poder de... — the letter is in the hands of...

    obra en su poder la copia del acta — (frml) you have in your possession a copy of the minutes

    3)
    a) (derecho, atribución)

    tener amplios/plenos poderes para hacer algo — to have wide-ranging powers/full authority to do something

    b) (Der) ( documento) letter of authorization; ( hecho ante notario) power of attorney

    casarse por poder (AmL) or (Esp) por poderes — to get married by proxy

    4)
    a) (capacidad, facultad) power
    b) (de motor, aparato) power
    * * *
    I
    verbo auxiliar

    ¿cuándo podrá darme una respuesta? — when will you be able to o when can you give me an answer?

    no pudo asistir a la reuniónhe was unable to o he couldn't attend the meeting

    ¿pudiste hacerlo sola? — were you able to do it on your own?

    ¿puedo servirme otro? — can o may I have another one?

    ¿le puedo hacer una sugerencia? — may I make a suggestion?

    ¿podría irme un poco más temprano hoy? — could I leave a little earlier today?

    ¿se puede? - adelante! — may I? - come in

    4)
    a) (en quejas, reproches)

    ¿cómo pudiste hacer una cosa así? — how could you do such a thing?

    podías or podrías haberme avisado — you could o might have warned me!

    podrías or podías pedírselo tú — you could ask him for it

    ¿puedes bajar un momento? — can you come down for a moment?

    ¿podrías hacerme un favor? — could you do me a favor?

    poder con algo/alguien: ¿puedes con todo eso? can you manage all that?; no puedo con esta maleta I can't manage this suitcase; no pudo con el alemán y lo dejó he couldn't get to grips with German and he gave up; con este niño no hay quien pueda! this child is just impossible!; podérsela con algo — (Chi fam) to cope with something

    a más no poder: comió a más no poder he ate until he was fit to burst; corrimos a más no poder we ran as fast as we could; es feo a más no poder he's as ugly as they come; no poder más: estoy que no puedo más ( cansado) I'm exhausted; ( lleno) I can't eat anything else; ya no puedo más con este niño I'm at the end of my tether with this child; ya no puedo más, me está desquiciando I can't go on like this, it's driving me mad; no poder (por) menos que: no pude menos que sentirme halagado I couldn't help feeling flattered; no pudo menos que reconocer — she had no alternative but to admit

    7) (fam) (+ me, te, le etc)
    a) ( ganar)

    él es más alto, pero tú le puedes — he's taller than you but you can beat him

    b) (Méx) ( doler)
    8) (con idea de eventualidad, posibilidad)

    te podrías or podías haber matado — you could have killed yourself!

    9) (en 3a pers)

    no puede ser que ya haya terminadohe can't have finished already

    si puede ser or (Esp) a poder ser — if possible

    - puede que sí, puede que no — maybe, maybe not

    II
    1)
    a) (control, influencia) power

    estamos/nos tiene en su poder — we are/she has us in her power

    caer en poder de alguienciudad/país to fall to somebody

    b) (Pol)

    tomar el poderto take o seize power

    detenta el poder desde hace 20 años — (frml) he has held power for 20 years

    2) ( posesión)

    la carta está en poder de... — the letter is in the hands of...

    obra en su poder la copia del acta — (frml) you have in your possession a copy of the minutes

    3)
    a) (derecho, atribución)

    tener amplios/plenos poderes para hacer algo — to have wide-ranging powers/full authority to do something

    b) (Der) ( documento) letter of authorization; ( hecho ante notario) power of attorney

    casarse por poder (AmL) or (Esp) por poderes — to get married by proxy

    4)
    a) (capacidad, facultad) power
    b) (de motor, aparato) power
    * * *
    poder1
    1 = force, strength, power, leverage, authority, clout, might, muscle power, power of attorney, sway.

    Ex: Her reason admitted the force of his arguments, but her instinct opposed it.

    Ex: The strength of the acetone rinsing on the strength of the paper is investigated, and its efficiency in removing NM2P is also examined using gas liquid chromatography.
    Ex: She added that she felt sorry for the assistant because he had so little power.
    Ex: At certain times, dubious interpretations of the rules have even been used as leverage in gaining ground on matters of dispute between Community partners.
    Ex: One of the great virtues of networking is that it democratizes access to information and access to authority.
    Ex: IT executives would like to see their role in the organization elevated, giving them more ' clout', stature and visibility.
    Ex: Gradually many of these conquerors came to realize that, although military might was necessary to gain control over an area, sheer force of arms was not sufficient to govern effectively.
    Ex: Their development, particularly for replacing human muscle power, has been in parallel with that of information technology, but largely independent of it.
    Ex: A power of attorney is a legal instrument that is used to delegate legal authority to another.
    Ex: During this period Africa was influenced by external forces as the Islamic states of the north extended their sway south.
    * abusar del poder = lord over, lord it over.
    * abuso de poder = abuse of power.
    * altas esferas del poder, las = echelons of power, the.
    * ansioso de poder = power-hungry.
    * asumir poder = assume + power.
    * ceder las riendas del poder = hand over + the reins of power.
    * círculo de poder = circle of power.
    * con ansias de poder = power-hungry.
    * conceder poderes = give + powers.
    * con hambre de poder = power-hungry.
    * con poder = powerful.
    * con sed de poder = power-hungry.
    * control del poder = hold on power.
    * dar poderes = give + powers.
    * dejar sin poder = disempower.
    * división de poderes = division of powers.
    * ejercer poder = wield + power, exercise + power.
    * en el poder = in office.
    * equilibrio de poder = balance of power.
    * estructura de poder = power structure.
    * frecuentar los pasillos del poder = stalk + the corridors of power.
    * gente de poder = wielders of power, powerful people.
    * gobierno en el poder = ruling government.
    * grupo de poder = power group.
    * hambriento de poder = power-hungry.
    * igualdad de poder = parity of power.
    * inversión de poderes = power reversal.
    * jerarquía de poder = scalar chain.
    * llevar al poder = bring + Nombre + to power.
    * los poderes fáticos = the powers-that-be.
    * los que detentan el poder = the powers-that-be.
    * lucha de poderes = power struggle.
    * lucha por el poder = power struggle.
    * luchar de poderes = battle of wills.
    * partido en el poder, el = ruling party, the.
    * pasar las riendas del poder a = hand + the reins over to.
    * pasillos del poder, los = corridors of power, the.
    * perder poder = lose + power.
    * pérdida de poder = disempowerment.
    * poder adquisitivo = spending power, purchasing power, buying power.
    * poder colectivo = collective power.
    * poder curativo = healing power.
    * poder de atracción = drawing power.
    * poder de curación = healing power.
    * poder de discriminación = discretion.
    * poder de enganche = holding power.
    * poder del estado = state power.
    * poder de negociación = bargaining power.
    * poder de representación = power of representation.
    * poder de retención = holding power.
    * poder divino = divine power.
    * poder económico = economic leverage.
    * poder ejecutivo = chief executive, executive arm, executive power.
    * poder ejecutivo, el = Executive, the.
    * poder estatal = state power.
    * poder imperial = imperial power.
    * poder judicial = judicial arm, judicial system.
    * poder judicial, el = judiciary, the.
    * poder legal = statutory power.
    * poder legislativo = legislative power, legislative arm.
    * poder mágico = magical power, magic power.
    * poder notarial = power of attorney.
    * poder político = political power.
    * poder presidencial = presidential power.
    * poder público = public power, public authority.
    * poder remunerativo = earning power, earning capacity.
    * poder sobrenatural = supernatural power.
    * política del poder = power politics.
    * por poderes = by proxy.
    * posición de poder = position power.
    * quitar el poder = disempower.
    * relación de poder = power relationship.
    * relaciones de poder = power relations.
    * sediento de poder = power-hungry.
    * subida al poder = seizure of power.
    * subir al poder = rise to + power.
    * tener el poder = be the boss, call + the shots, call + the tune, rule + the roost.
    * tener el poder de = have + the power to.
    * tener las riendas del poder = hold + the reins of power.
    * tomar el poder = take + power.
    * tomar las riendas del poder = take + the reins of power.

    poder2
    2 = be able to, be capable of, can, have + the opportunity, may, qualify for, manage to.

    Ex: Thus the electronic journal (e-journal) is a concept where scientists are able to input ideas and text to a computer data base for their colleagues to view, and similarly to view the work of others.

    Ex: Main classes are thus only capable of precise definition in the contexts of particular classification schemes.
    Ex: When used by skilled abstractors this mixture of styles can achieve the maximum transmission of information, within a minimum length.
    Ex: Every librarian, regardless of his government's policy, has the opportunity, if he has the courage, to open the avenues of books and ideas a little wider.
    Ex: My second point may be a slightly tangential, but I hope it is a concrete reaction to the general tenor of Mr. Lubetzky's remarks and the general subject posed.
    Ex: FIAC has drawn up a list of criteria to determine whether an advice centre qualifies for membership of the Federation.
    Ex: Tom Hernandez tried not to show how sad he felt about his friends' leaving, and managed to keep up a cheerful facade until the party broke up.
    * Algo por lo que se puede cobrar = billable.
    * al que no se puede dejar de faltar = unmissable.
    * como mejor + poder = as best + Pronombre + can.
    * cuando antes pueda = at + Posesivo + earliest convenience.
    * de modo que + poder + oír = within earshot of.
    * en el que se puede buscar = searchable.
    * estar tan bueno que no se puede dejar de comer = moreish, moreish.
    * hacerlo lo mejor que Uno pueda = do + Posesivo + utmost.
    * hacer lo mejor que Uno pueda = put + Posesivo + best into.
    * hacer lo mejor que Uno puede = try + Posesivo + heart out.
    * hacer todo lo que Uno pueda = do + Posesivo + best, do + the best + Nombre + may, do + the best + Nombre + can.
    * hacer todo lo que Uno pueda (dado) = do + the best possible (with).
    * lo suficientemente lejos como para no poder oír = out of earshot.
    * muy bien + podría + Verbo = might + well + Verbo.
    * muy bien + puede + Verbo = may well + Verbo.
    * nada puede estar más apartado de la realidad = nothing can be further from the truth.
    * noche sin poder dormir = sleepless night.
    * no poder = be unable to, cannot, can't [cannot].
    * no poder aguantar a Alguien = have + it in for + Nombre.
    * no poder conciliar el sueño = have + trouble sleeping.
    * no poder dejar de mencionar = cannot but notice.
    * no poder dejar de recalcar la importancia de Algo = the importance of + Nombre + cannot be stressed too strongly, cannot + give + too much emphasis + to the importance of.
    * no poder dormir = sleeplessness.
    * no poder estarse quieto = have + the fidgets, fidget.
    * no poder evitar + Infinitivo = cannot help + Gerundio, cannot help but + Verbo.
    * no poder evitar mencionar = cannot but notice.
    * no poder hacer más que = do + little more than.
    * no poder permitirse = ill afford.
    * no poder permitirse el lujo de = ill afford.
    * no poder quitarse Algo de la cabeza = can't get it out of my mind.
    * no poderse buscar = be unsearchable.
    * no poderse negar que = there + be + no denying that.
    * no poder ver a Alguien = have + it in for + Nombre.
    * no poder ver Algo o Alguien = can't stand + sight.
    * no pude evitar notar que = couldn't help but notice (that).
    * no puedo aguantarlo = can't take it.
    * no puedo comprender = I can't get over.
    * No se le puede pedir peras al olmo = You can't make a silk purse out of a sow's ear.
    * no se puede dejar de recalcar el + Nombre + de = the + Nombre + of + Nombre + cannot be overemphasised.
    * no se puede dejar de recalcar el + Nombre + of = the + Nombre + of + Nombre + cannot be overstated.
    * no se puede dejar de recalcar la importancia de Algo = the importance of + Nombre + cannot be overemphasised, the importance of + Nombre + cannot be overstated.
    * personas que no pueden salir de casa = homebound, the.
    * poder contar con = be there for + Pronombre, be there for + Pronombre.
    * poder + Infinitivo = succeed in + Gerundio.
    * poderse afirmar que = it + be + safe to say that.
    * poderse contestar = be answerable.
    * poderse integrar en = be integrable in.
    * poderse localizar = be locatable.
    * poder utilizarse = be usable.
    * por el que se puede cobrar = chargeable.
    * puede muy bien ser = could well be.
    * puede muy bien ser que = it may well be that.
    * puede que = maybe.
    * puede que al final sea para bien = be a blessing in disguise.
    * ¿Puede repetir? = I beg your pardon?, I beg your pardon?.
    * que no se le puede dar un nombre = unnameable.
    * que no se puede conseguir = unobtainable.
    * que no se puede entregar = undeliverable.
    * que no se puede hacer cumplir = unenforceable.
    * que no se puede identificar con un término = unnameable.
    * que no se puede uno perder = unmissable.
    * que puede causar detención = arrestable.
    * que puede demostrarse = demonstrably.
    * que puede salir en préstamo = loanable.
    * que puede ser apilado = stacking.
    * que puede ser usado a través de la web = web-compliant.
    * querer es poder = where there's a will there's a way.
    * que se le puede dar un nombre = nameable.
    * que se puede arreglar = fixable.
    * que se puede buscar = searchable.
    * que se puede cambiar de tamaño = resizeable [re-sizeable].
    * que se puede escuchar = playable.
    * que se puede hacer cumplir = enforceable.
    * que se puede identificar con un término = nameable.
    * que se puede imprimir = printable.
    * que se puede quitar = detachable.
    * que se puede separar = detachable.
    * que se puede visualizar = viewable.
    * sálvese el que pueda = free-for-all.
    * sálvese quien pueda = the devil take the hindmost, every man for himself, let battle commence.
    * se puede = is to be.
    * siempre que uno puede dedicarle el tiempo = in + Posesivo + own time.
    * sin poder contenerse = helplessly.
    * sin poder dormir = sleepless.
    * sin poder extinguirlo = inextinguishably.
    * sin poder hacer nada = helplessly.
    * tan sorprendente como pueda parecer = as amazing as it seems.
    * todavía + poderse + escuchar los ecos de = echo + still resound from.

    * * *
    poder1 [ E21 ]
    A tener la capacidad de
    B expresando idea de permiso
    C expresando un derecho moral
    D
    1 en quejas, reproches
    2 en sugerencias
    3 solicitando un favor
    A
    1 poder con algo/alguien
    2 el dinero lo puede todo
    B en locuciones
    C
    1 vencer, ganar
    2 doler
    A con idea de eventualidad
    B en tercera persona
    A
    (tener la capacidad o posibilidad de): ven en cuanto puedas come as soon as you can
    no puedo pagar tanto I can't pay that much
    ¿cómo que no puedes? what do you mean, you can't do it ( o you can't come etc)?
    no podía dejar de reír I couldn't stop laughing
    no va a poder venir he won't be able to come
    ¿cuándo podrá darme una respuesta definitiva? when will you be able to o when can you give me a firm answer?
    no pude convencerla I couldn't persuade her
    no pudo asistir a la reunión he was unable to o he couldn't attend the meeting
    ¿pudiste hacerlo sola? did you manage to do it o were you able to do it on your own?
    hicimos todo lo que pudimos por ayudarlos we did everything in our power o everything we could to help them
    no se puede valer por sí mismo he can't manage by himself
    no habría podido hacerlo sin tu ayuda I wouldn't have been able to do it o I couldn't have done it without your help
    no debe (de) haber podido encontrarlo she obviously couldn't find it o can't have found it
    ¡este niño no se puede estar quieto ni un minuto! this child just won't o can't keep still for a minute!
    con aquel ruido no se podía trabajar it was impossible to work o you couldn't work with that noise going on
    ¿sabes que se han prometido? — ¡no te (lo) puedo creer! do you know they're engaged? — you're joking! o I don't believe it!
    B
    (expresando idea de permiso): ¿puedo servirme otro? can o may I have another one?
    ya pueden volver la hoja you may turn the page over now
    ¿me puedo ir? — ¡no señor! can o may I go? — no, you cannot o may not!
    ¿sales a jugar? — no puedo, estoy castigada are you coming out to play? — I can't, I'm being kept in
    ¿puedo pasar? may I come in?
    ¿le puedo hacer una sugerencia? may I make a suggestion?
    ¿podría irme un poco más temprano hoy? could I leave a little earlier today?
    por mí, puedes hacer lo que quieras as far as I'm concerned, you can do whatever you like
    no puede comer sal he isn't allowed to eat salt
    ¿quién te lo dijo, si se puede saber? who told you, may I ask?
    ¿se puede? — ¡adelante! may I? — come in
    aquí no se puede fumar smoking is not allowed here, you can't smoke here
    C
    (expresando un derecho moral): no podemos hacerle eso we can't do that to her
    después de lo que has trabajado, bien puedes tomarte un descanso you're entitled to o you deserve a rest after all the work you've done
    es lo menos que puedes hacer it's the least you can do
    D
    1
    (en quejas, reproches): ¿cómo pudiste hacer una cosa así? how could you do such a thing?
    ¿cómo puedes ser tan ingrato? how can you be so ungrateful?
    podías or podrías haberme avisado you could o might have warned me!
    2
    (en sugerencias): podrías or podías pedírselo tú, a ti siempre te hace caso why don't you ask him? he always listens to you
    ya te puedes ir haciendo a la idea you'd better start getting used to the idea
    3
    (solicitando un favor): ¿puedes bajar un momento? can you come down for a moment?
    ¿podrías hacerme un favor? could you do me a favor?
    ¿no puedes irte a jugar a otra parte? can't you go and play somewhere else?
    A
    1 poder CON algo/algn:
    ¿tú puedes con todo eso? can you manage all that?
    no puedo con esta maleta I can't manage this suitcase
    yo no puedo solo con la casa, los niños y la tienda I can't do the housework, look after the children and run the store all on my own, I can't cope with the house, the children and the store all on my own
    no pudo con el alemán y lo dejó he couldn't get o come to grips with German and he gave up
    ¡con este niño no hay quien pueda! this child is just impossible!
    podérsela ( Chi fam); to cope, manage
    no se la puede con el trabajo he can't cope with the job o manage the job
    2
    el dinero lo puede todo money talks, you can do anything if you have money
    a más no poder: comió a más no poder he ate until he was fit to burst
    gana dinero a más no poder she's making pots of money ( colloq), she's making money hand over fist
    es feo a más no poder he's as ugly as they come
    corrimos a más no poder we ran for all we were worth o as fast as we could
    no poder más: estoy que no puedo más (de cansancio) I'm exhausted
    a mí no me des postre que ya no puedo más don't serve me any dessert, I can't eat anything else
    ya no puedo más con este niño I'm at the end of my tether with this child
    no podía más, y ese estúpido que no salía del cuarto de baño I was desperate o I was bursting to go and that idiot wouldn't come out of the bathroom ( colloq)
    ya no puedo más, me está desquiciando I can't go on like this, it's driving me mad
    no poder (por) menos que: uno no puede menos que sentirse halagado one can't help feeling flattered
    no puedo menos que expresar mi profunda decepción I feel I must say how deeply disappointed I am
    no pudo menos que reconocer que teníamos razón she had no alternative but to admit that we were right
    C
    1 ( fam)
    (vencer, ganar): él es más alto pero tú le puedes he's taller than you but you can beat him
    tu papá no le puede al mío your dad's not as strong as mine
    a gracioso no hay quien le pueda as a comic, there's no-one to beat him o he's unbeatable
    2
    ( Méx fam) (doler): tu desprecio le puede mucho she's very hurt by your disdainful attitude, your disdainful attitude hurts her deeply
    nos pudo mucho la muerte de Julio we were greatly saddened o terribly upset by Julio's death
    A
    (con idea de eventualidad, posibilidad): puede aparecer en cualquier momento he may turn up at any moment
    de él se puede esperar cualquier cosa anything's possible with him
    no sé dónde lo puedo haber puesto I don't know where I can have put it
    no hagas nada que pueda resultar sospechoso don't do anything that might look suspicious
    puede haber venido mientras no estábamos he may have come while we were out
    hace horas que están reunidos ¿de qué pueden estar hablando? they've been in that meeting for hours, what can they be talking about?
    te podrías or podías haber matado you could have killed yourself!
    un error así puede costar millones a mistake like that could cost millions
    no podía haber estado más amable she couldn't have been kinder
    llaman a la puerta — ¿quién podrá ser a estas horas? there's someone at the door — who can o could it be at this time?
    podría volver a ocurrir it could happen again
    Pilar no pudo haber sido it couldn't have been Pilar
    ¿nos habrá mentido? — no sé, puede ser do you think he lied to us? — I don't know, he may have done o it's possible
    no puede ser que ya haya terminado he can't have finished already
    si puede ser or ( Esp) a poder ser preferiría la cuarta fila if possible, I'd prefer row four
    me habría gustado verlo pero no pudo ser I would have liked to see him but it wasn't possible o it wasn't to be
    puede (ser) que tengas razón you may o could be right
    puede (ser) que no nos haya visto he may not have seen us
    ¿vas a votar para ella? — puede que sí or puede are you going to vote for her? — maybe o I may
    ¿lo vas a aceptar? — puede que sí, puede que no are you going to accept it? — maybe, maybe not
    A
    1 (control, influencia) power
    el poder de la prensa the power of the press
    tiene mucho poder en el pueblo he has a great deal of power o influence o he is a very powerful man in the village
    la Familia Real no tiene ningún poder the Royal Family has no power
    Constantinopla cayó en poder de los turcos Constantinople fell to the Turks
    estamos/nos tiene en su poder we are/she has us in her power
    2 ( Pol):
    el poder power
    estar en el poder to be in power
    tomar el poder to take o seize power
    asumir el poder to assume power
    detenta el poder desde hace 20 años ( frml); he has held power for 20 years
    lleva cuatro años en el poder he has been in power for four years
    toda la vida buscó el poder y la gloria all her life she sought power and fame
    el poder en la sombra the power behind the throne
    el poder corrompe power corrupts
    B
    (posesión): la carta está en poder de las autoridades the letter is in the hands of the authorities
    hay que evitar que llegue a su poder we have to stop it falling into his hands
    obra en su poder la copia del acta ( frml); you have in your possession a copy of the minutes
    la solicitud ya pasó a poder de la oficina central the application has already been passed to our head office
    C
    1
    (derecho, atribución): tiene amplios/plenos poderes para investigar el asunto he has wide-ranging powers/full authority to investigate the matter
    la entrega or transmisión de poderes the handing over o transmission of power
    los poderes de la junta son ilimitados the junta has unlimited powers
    los poderes que le han sido conferidos the powers which have been vested in him
    la separación de poderes entre la Iglesia y el Estado the division o separation of power between the Church and the State
    2 ( Der) (documento) letter of authorization; (hecho ante notario) power of attorney
    casarse por poder( AmL) or ( Esp) por poderes to get married by proxy
    D
    1 (capacidad, facultad) power
    su poder de convicción or de persuasión her power of persuasion
    el poder del amor/de la sugestión the power of love/of suggestion
    tiene poderes extrasensoriales he has extrasensory powers
    2 (de un motor, aparato) power
    Compuestos:
    masculine absolute power
    masculine (de una divisa, un sueldo) purchasing power, buying power; (de una persona, un grupo) purchasing power, spending power
    masculine divine power
    el poder ejecutivo the executive
    mpl power of attorney
    mpl:
    los poderes públicos the authorities
    el poder judicial the judiciary
    el poder legislativo the legislature
    * * *

     

    poder 1 ( conjugate poder) v aux
    1 ( tener la capacidad o posibilidad de):

    no puedo pagar tanto I can't pay that much;
    no podía dormir I couldn't sleep;
    no va a poder venir he won't be able to come;
    no pudo asistir he was unable to o he couldn't attend;
    ¿pudiste hacerlo sola? were you able to do it on your own?
    2

    ¿puedo servirme otro? can o may I have another one?;

    ¿podría irme más temprano hoy? could I leave earlier today?;
    puedes hacer lo que quieras you can do whatever you like;
    no puede comer sal he isn't allowed to eat salt;
    ¿se puede? — ¡adelante! may I?come in;
    aquí no se puede fumar smoking is not allowed here

    ¿puedes bajar un momento? can you come down for a moment?;

    ¿podrías hacerme un favor? could you do me a favor?
    3 ( expresando derecho moral):

    4 (en quejas, reproches): podías or podrías haberme avisado you could o might have warned me!
    ( con idea de esfuerzo)
    1 poder con algo/algn:
    ¿puedes con todo eso? can you manage all that?;

    no puedo con este niño I can't cope with this child;
    estoy que no puedo más ( cansado) I'm exhausted;

    ( lleno) I can't eat anything else;

    2 (con idea de eventualidad, posibilidad): te podrías or podías haber matado you could have killed yourself!;

    podría volver a ocurrir it could happen again;
    no pudo ser it wasn't possible;
    puede (ser) que tengas razón you may o could be right;
    puede que sí, puede que no maybe, maybe not
    3 (Méx) ( doler):

    poder 2 sustantivo masculino
    1
    a) (control, influencia) power;


    estamos en su poder we are in her power
    b) (Pol)


    estar en el poder to be in power;
    tomar el poder to take o seize power
    2 ( posesión):
    la carta está en poder de … the letter is in the hands of …

    3
    a) (derecho, atribución) power;



    ( hecho ante notario) power of attorney;
    casarse por poder (AmL) or (Esp) por poderes to get married by proxy
    4
    a) (capacidad, facultad) power;


    poder adquisitivo purchasing power
    b) (de motor, aparato) power

    poder 1 sustantivo masculino power
    Jur por poderes, by proxy
    Econ poder adquisitivo, purchasing power
    poder 2
    I verbo transitivo
    1 (tener capacidad) to be able to, can: no puedo evitarlo, I can't help it
    podías habernos avisado, you could/ might have warned us
    2 (tener derecho o autorización) may, might, can
    ¿puedo repetir?, may I have a second helping?
    no puede tomar carne de cerdo, he can't eat pork
    las mujeres ya pueden votar, women can already vote
    3 (uso impers) may, might: puede que la vea luego, I might see her later
    puede que sí, puede que no, maybe, maybe not
    II verbo intransitivo
    1 to cope [con, with]: no puedo con todo, I can't cope
    2 (vencer, tener más fuerza) to be stronger than
    En el presente, can y to be able to son sinónimos. Sin embargo, en el pasado could significa que podías hacer algo, mientras que was o were able to significa que, además de poder hacerlo, lo hiciste: I could tell him the truth. Podía decirle la verdad (no sabemos si lo hice). I was able to tell him the truth. Fui capaz de decirle la verdad (lo hice). En el futuro solo podemos emplear to be able to: I will be able to do it tomorrow. Podré hacerlo mañana.
    Para expresar posibilidad puedes usar may, could o might. La diferencia consiste en el grado de probabilidad que sugieren. Recuerda que may se refiere a hechos más probables que might o could: Puede que llueva mañana. It may rain tomorrow (crees que es posible). It might/ could rain tomorrow (crees que la posibilidad es más remota).
    ' poder' also found in these entries:
    Spanish:
    absoluta
    - absoluto
    - abusar
    - abuso
    - adquisitiva
    - adquisitivo
    - ámbito
    - caber
    - CGPJ
    - concentrar
    - continuismo
    - desgaste
    - desperdicio
    - destronar
    - desvelarse
    - dominio
    - entregar
    - erótica
    - excedente
    - garra
    - grabar
    - grandeza
    - idea
    - informal
    - judicial
    - legislativa
    - legislativo
    - manifestarse
    - mano
    - obrar
    - parcela
    - remediar
    - respirar
    - sátrapa
    - sed
    - seducción
    - someterse
    - sugestión
    - usurpar
    - ver
    - acumular
    - anhelar
    - ansia
    - ansiar
    - atribuir
    - autoridad
    - ávido
    - ceder
    - clavar
    - confiar
    English:
    able
    - abuse
    - afford
    - anything
    - assume
    - assumption
    - can
    - conform
    - cope
    - encroach
    - fold
    - form
    - foursome
    - get
    - glad
    - greed
    - greediness
    - greedy
    - handle
    - hungry
    - lust
    - make
    - manage
    - may
    - might
    - office
    - out
    - power
    - power of attorney
    - proxy
    - purchasing power
    - seize
    - seizure
    - spending power
    - stick
    - stranglehold
    - take aside
    - takeover
    - unable
    - use
    - utmost
    - whichever
    - zenith
    - could
    - executive
    - height
    - helplessly
    - judiciary
    - lie
    - peace
    * * *
    poder1 nm
    1. [mando, autoridad] power;
    la gente con más poder en la organización the most powerful people in the organization;
    estar en el poder to be in power;
    hacerse con o [m5] tomar el poder to seize power;
    perder el poder to lose power;
    el poder corrompe power corrupts;
    la separación de poderes the separation of powers;
    de poder a poder: un enfrentamiento de poder a poder a heavyweight contest;
    el partido se disputó de poder a poder it was a close contest between two excellent sides
    poder absoluto absolute power;
    el poder ejecutivo [el gobierno] the executive;
    los poderes fácticos the centres of power in society;
    el poder judicial [los jueces] the judiciary;
    el poder legislativo [las cortes] the legislature;
    poderes públicos (public) authorities
    2. [posesión, control]
    estar en poder de alguien to be in sb's hands;
    obra en su poder un documento comprometedor she has in her possession a compromising document;
    tienen en su poder a varios rehenes they have taken a number of hostages;
    el pueblo cayó en poder del enemigo the town fell to the enemy;
    la casa pasó a poder del banco ownership of the house was transferred to the bank
    3. [capacidad] power;
    un producto con gran poder de limpieza a very powerful cleaning product;
    tener poderes (paranormales) to be psychic, to have psychic powers
    poder adquisitivo [de salario] purchasing o buying power; [de persona] disposable income;
    poder calorífico calorific value;
    poder de convicción persuasive powers;
    poder de convocatoria: [m5] tener poder de convocatoria to be a crowd-puller;
    Mil poder de disuasión deterrent force; Mil poder disuasorio deterrent force
    4. [autorización] power, authorization;
    [documento] power of attorney;
    dar poderes a alguien para que haga algo to authorize sb to do sth;
    tener plenos poderes para hacer algo to be fully authorized to do sth;
    por poderes by proxy;
    casarse por Esp [m5] poderes o Am [m5] poder to marry by proxy
    poder notarial power of attorney [witnessed by a notary]
    vi
    1. [tener facultad, capacidad] can, to be able to;
    no puedo decírtelo I can't tell you, I'm unable to tell you;
    ahora mismo no podemos atenderle, llame más tarde we can't o we are unable to take your call right now, please call later;
    ¿puede correrse un poco, por favor? could you move up a bit, please?;
    al final pudo salir de allí in the end she managed to get out of there;
    ¡así no se puede hacer nada! we'll never get anywhere like this!;
    de poder ir, sería a partir de las siete if I manage to o can make it, it will be after seven;
    en cuanto pueda as soon as possible;
    si puedo, te llamaré I'll call you if I get the chance
    2. [tener permiso] can, may;
    no puedo salir por la noche I'm not allowed to o I can't go out at night;
    ¿podríamos ir contigo? could we go with you?;
    ¿podría hablar un momento con usted? could I have a word with you?;
    ¿se pueden hacer fotos? can we o are we allowed to take photos?;
    ¿puedo fumar aquí? may o can I smoke here?;
    no se puede fumar you're not allowed to smoke;
    ¿se puede? may I come in?;
    ¿se puede saber dónde te habías metido? might I know o would you mind telling me where you were?
    3. [ser capaz moralmente] can;
    no podemos portarnos así con él we can't treat him like that;
    ¿cómo puedes decir una cosa así? how can you say such a thing?
    4. [tener posibilidad, ser posible] may, can;
    puede volver de un momento a otro she could come back any moment;
    puedo haberlo perdido I may have lost it;
    podías haber cogido el tren you could have caught the train;
    puede estallar la guerra war could o may break out;
    ¿dónde puede o [m5] podrá estar? where can it have got to?;
    ¡habría podido invitarnos!, ¡podría habernos invitado! [expresa enfado] she could o might have invited us!;
    ya podemos despedirnos de un aumento de sueldo we can forget our pay Br rise o US raise now
    5. [tener fuerza]
    poder con [enfermedad, rival] to be able to overcome;
    [tarea, problema] to be able to cope with;
    ¿puedes con todas las bolsas? can you manage all those bags?;
    no puedo con este baúl, ¿me ayudas a levantarlo? I can't lift this trunk on my own, can you give me a hand?;
    no poder con algo/alguien [no soportar] not to be able to stand sth/sb;
    no puedo con la hipocresía I can't stand hypocrisy;
    ¡contigo no hay quien pueda! you're impossible!
    6. Méx [doler] to hurt
    7. [en frases]
    a o [m5] hasta más no poder as much as can be;
    es avaro a más no poder he's as miserly as can be;
    llovía a más no poder it was absolutely pouring down;
    la pierna me dolía a más no poder you can't imagine how much my leg was hurting;
    no poder más [estar cansado] to be too tired to carry on;
    [estar harto de comer] to be full (up); [estar enfadado, harto] to have had enough;
    no pude por menos que reírme I had to laugh, I couldn't help but laugh;
    Fam
    ¡ya podrás, con una máquina como esa! anyone could do it with a machine like that!;
    no puedo con mi alma I'm ready to drop
    v impersonal
    [ser posible] may;
    puede que llueva it may o might rain;
    puede que se haya equivocado she may be wrong;
    ¿vendrás mañana? – puede will you come tomorrow? – I may do;
    puede que sí o puede que no maybe, maybe not;
    puede ser perhaps, maybe;
    si puede ser, a poder ser if (at all) possible;
    lo siento, pero no va a poder ser I'm sorry, but it's not going to be possible;
    puede ser que no lo sepa she may not know;
    ¡no puede ser que sea ya tan tarde! surely it can't be that late already!
    vt
    1. [ser más fuerte que] to be stronger than;
    tú eres más alto, pero yo te puedo you may be taller than me, but I could still beat you up;
    mi coche le puede al tuyo my car is faster than yours any day
    2. Méx [doler]
    me puede mucho que me desprecies it hurts me a lot that you look down on me;
    le pudo su derrota, todavía no se repone losing really got to her, she still hasn't got over it
    * * *
    I v/aux
    1 capacidad can, be able to;
    no pude hablar con ella I wasn’t able to talk to her
    2 permiso can, be allowed to;
    ¿puedo ir contigo? can o may I come with you?
    3 posibilidad may, might;
    ¡podías habérselo dicho! you could have o you might have told him
    II v/i
    :
    poder con ( sobreponerse a) manage, cope with;
    me puede he can beat me;
    es franco a más no poder fam he’s as frank as they come fam ;
    comimos a más no poder fam we ate to bursting point fam ;
    no puedo más I can’t take any more, I’ve had enough;
    a poder ser if possible;
    puede ser perhaps, maybe;
    ¡no puede ser! it can’t be!, that can’t be right!;
    puede que perhaps, maybe;
    puede ser que no lo sepa maybe o perhaps he doesn’t know;
    ¿se puede? can I come in?, do you mind if I come in?;
    no pude menos de insultarle insulting him was the least I could do
    III m tb POL power;
    en poder de alguien in s.o.’s hands;
    plenos poderes pl full authority sg ;
    por poderes, L.Am.
    por poder JUR by proxy;
    los poder es públicos the authorities
    * * *
    poder {58} v aux
    1) : to be able to, can
    no puede hablar: he can't speak
    2) (expressing possibility) : might, may
    puede llover: it may rain at any moment
    ¿cómo puede ser?: how can that be?
    ¿puedo ir a la fiesta?: can I go to the party?
    ¿se puede?: may I come in?
    poder vi
    1) : to beat, to defeat
    cree que le puede a cualquiera: he thinks he can beat anyone
    2) : to be possible
    ¿crees que vendrán? - puede (que sí): do you think they'll come? - maybe
    3)
    poder con : to cope with, to manage
    ¡no puedo con estos niños!: I can't handle these children!
    4)
    no poder más : to have had enough
    no puede más: she can't take anymore
    5)
    no poder menos que : to not be able to help
    no pudo menos que asombrarse: she couldn't help but be amazed
    poder nm
    1) : control, power
    poder adquisitivo: purchasing power
    2) : authority
    el poder legislativo: the legislature
    3) : possession
    está en mi poder: it's in my hands
    4) : strength, force
    poder militar: military might
    * * *
    poder2 vb
    1. (capacidad, posibilidad) can / could / to be able to
    ¿puedo echarte una mano? can I give you a hand?
    ¿qué podemos comprarle? what can we buy her?
    ¿cuándo podrás venir? when will you be able to come?
    2. (permiso) can / may
    ¿puedo hablar con el jefe? can I speak to the boss?
    ¿se puede pasar? can I come in?
    3. (probabilidad) may / could / might
    puede que venga, puede que no he might come, he might not
    poder con to manage / to cope with

    Spanish-English dictionary > poder

  • 2 capacidad

    f.
    1 capacity (cabida).
    con capacidad para quinientas personas with a capacity of five hundred
    este teatro tiene capacidad para mil doscientos espectadores this theater can seat one thousand two hundred people
    2 ability (aptitud, talento, potencial).
    no tener capacidad para algo/para hacer algo to be no good at something/at doing something
    capacidad adquisitiva purchasing power
    capacidad de concentración ability to concentrate
    capacidad ofensiva fire power
    3 throughput.
    * * *
    1 (gen) capacity
    2 figurado (habilidad) capability, ability
    * * *
    noun f.
    2) ability, capability
    * * *
    SF
    1) [de vehículo, teatro, depósito] capacity

    un disquete con capacidad de 1.44 MB — a diskette with a capacity of 1.44 MB

    capacidad: 40 viajeros sentados — seating capacity: 40

    un avión con capacidad para 155 pasajeros — a 155-seater aircraft, an aircraft that can carry 155 passengers

    capacidad de carga — carrying capacity, freight capacity

    medida 1)
    2) (=habilidad) ability

    capacidad adquisitiva — (Com) purchasing power, buying power

    capacidad de convocatoria[de orador] pulling power; [de huelga, manifestación] appeal, popular appeal

    capacidad de ganancia — (Com) earning power, earning capacity

    capacidad de trabajo, tiene una enorme capacidad de trabajo — she can get through a tremendous amount of work, she has an enormous capacity for hard work

    3) (=autoridad) authority
    4) (Jur) capacity
    * * *
    1)
    a) ( competencia) ability
    b) ( potencial) capacity

    capacidad de or para + inf — ability o capacity to + inf

    están en capacidad de despachar más pasajeros — (Col) they have the capacity to handle more passengers

    c) (Der) capacity
    2) ( cupo) capacity
    * * *
    1)
    a) ( competencia) ability
    b) ( potencial) capacity

    capacidad de or para + inf — ability o capacity to + inf

    están en capacidad de despachar más pasajeros — (Col) they have the capacity to handle more passengers

    c) (Der) capacity
    2) ( cupo) capacity
    * * *
    capacidad1
    1 = ability, capability, competence, appetite, capacity, hat, aptitude, faculty.

    Ex: The ability to search on word stems is particularly valuable where the text to be searched is in free-language format.

    Ex: DOBIS/LIBIS may replace the typewriter and the catalog card but it cannot replace the decision-making capabilities of the library staff.
    Ex: In order that you should be able to perform these required skills with greater competence, selected elements of the theory of subject indexing will be included.
    Ex: Such machines will have enourmous appetites.
    Ex: Older people have suffered some losses in sensory and physical capacity, and newer teaching techniques might intimidate them.
    Ex: The city librarian has commonly been a general cultural consultant, often with more than one hat, with the curatorship of the museum and/or art gallery as additional offices.
    Ex: In tracking, schools categorize according to measures of intelligence, achievement, or aptitude and then assign students to ability or interest-grouped classes = En la subdivisión de los alumnos en clases según su nivel académico, las escuelas agrupan a los alumnos de acuerdo con su nivel de inteligencia, habilidad o aptitud y luego los asignan a las clases según su capacidad o por sus intereses.
    Ex: Sophia no sooner saw Blifil than she turned pale, and almost lost the use of all her faculties.
    * actuar por encima de {Posesivo} capacidades = punch above + Posesivo + weight.
    * capacidad académica = academic ability.
    * capacidad analítica = analytical capacity.
    * capacidad cognitiva = cognitive ability, cognitive capacity.
    * capacidad comunicativa = speaking skills.
    * capacidad crediticia = credit standing.
    * capacidad crítica = critical skills, critical awareness, critical faculty.
    * capacidad crítica de los programas televisivos = teleliteracy.
    * capacidad de absorción = absorptive capacity, absorptive capability.
    * capacidad de búsqueda = searching power.
    * capacidad de comercialización = marketability.
    * capacidad de comprensión = listening skills, understanding capacity.
    * capacidad de discriminación = discriminating power.
    * capacidad deductiva = heuristic power.
    * capacidad de enganche = holding power.
    * capacidad de escuchar = listening skills.
    * capacidad de interpretar imágenes = visual literacy.
    * capacidad de interpretar información estadística = graphic literacy, spatial literacy, statistical literacy.
    * capacidad de leer = reading skills.
    * capacidad de manejar la información = information handling.
    * capacidad de mantener la atención = attention span.
    * capacidad de negociación = bargaining power.
    * capacidad de procesamiento = throughput, processing power.
    * capacidad de producción = throughput.
    * capacidad de promoción = promotability.
    * capacidad de razonamiento = thinking skills.
    * capacidad de resolver problemas = problem-solving ability.
    * capacidad de retención = holding power.
    * capacidad de saber leer y escribir = literacy skills.
    * capacidad económica = earning capacity, earning power.
    * capacidades informáticas = computer skills.
    * capacidad física = physical capability.
    * capacidad informática = computing power.
    * capacidad intelectual = intellectual ability.
    * capacidad lingüística = language skill.
    * capacidad mental = brainpower [brain power], mental capability.
    * desarrollar la capacidad de = gain in + the ability to.
    * desarrollar las capacidades = fulfil + potential.
    * desarrollo de capacidades = capacity building.
    * en + Posesivo + capacidad como = in + Posesivo + capacity as.
    * no actuando en capacidad de autor = non-authorial.
    * persona que rinde por debajo de su capacidad = underachiever.
    * sin capacidad de discernimiento = undiscriminating.
    * tener la capacidad de = have + the potential (to/for).

    capacidad2
    2 = capacity, headroom.
    Nota: Literalmente, espacio sobre la cabeza y de ahí el significado de "espacio para crecer".

    Ex: Marginal storage cards normally have capacity for storing citations and abstracts.

    Ex: I was also encouraged to read a subscriber to this list has over 40,000 items meaning this software has plenty of headroom = También me sentí animado al leer que un miembro de esta lista tiene más de 40.000 registros lo que significa que este software tiene bastante capacidad.
    * alcanzar el límite de + Posesivo + capacidad = stretch + Nombre + beyond the breaking point, stretch + Nombre + to breaking point, stretch + Nombre + to the limit.
    * capacidad de almacenamiento = storage capacity.
    * capacidad excesiva = overcapacity [over-capacity].
    * capacidad para libros = book capacity.
    * con gran capacidad = capacious.
    * de gran capacidad = large-capacity, high capacity.
    * de mucha capacidad = capacious.
    * funcionar a plena capacidad = be fully into + Posesivo + stride.
    * llegar al límite de + Posesivo + capacidad = stretch + Nombre + beyond the breaking point, stretch + Nombre + to breaking point, stretch + Nombre + to the limit.

    * * *
    A
    1 (competencia) ability
    nadie pone en duda su capacidad no one doubts his ability o capability
    una persona de gran capacidad a person of great ability, a very able o capable person
    2 (potencial) capacity capacidad DE algo:
    su capacidad de comunicación their ability to communicate
    capacidad DE or PARA + INF capacity o ability to + INF
    la capacidad de grabar durante 24 horas seguidas the ability o capacity to record non-stop for 24 hours
    están en capacidad de despachar más pasajeros ( Col); they have the capacity to handle more passengers
    3 ( Der) capacity
    capacidad civil/legal civil/legal capacity
    Compuestos:
    purchasing power
    capacidad crediticia or de crédito
    creditworthiness
    borrowing capacity
    firepower
    creditworthiness
    production capacity
    physical capacity
    mental capacity
    production capacity
    la capacidad del depósito es de unos 40 litros the tank has a capacity of o holds about 40 liters
    Compuesto:
    freight o cargo capacity
    * * *

     

    capacidad sustantivo femenino
    1



    capacidad de or para hacer algo ability o capacity to do sth
    c) (Der) capacity

    2 ( cupo) capacity
    capacidad sustantivo femenino
    1 (disposición) capacity, ability
    2 (de un local, armario, etc) capacity: este cine tiene capacidad para mil personas, this cinema can hold up to one thousand people
    ' capacidad' also found in these entries:
    Spanish:
    aguante
    - cabida
    - competencia
    - don
    - dote
    - error
    - expresar
    - facultad
    - genio
    - habla
    - hablarse
    - incapaz
    - mayor
    - palabra
    - poder
    - raciocinio
    - saber
    - sentida
    - sentido
    - servir
    - solvencia
    - talento
    - techo
    - ver
    - virtud
    - visión
    - volumen
    - arroba
    - comprensión
    - criterio
    - cupo
    - entendimiento
    - incapacidad
    - observación
    - potencial
    - sobrepasar
    - triplicar
    English:
    ability
    - accommodate
    - admire
    - aptitude
    - attention span
    - attest
    - capacity
    - carload
    - cast
    - endurance
    - idle
    - judgement
    - judgment
    - manufacturing capacity
    - moot
    - movement
    - power
    - qualification
    - truckload
    - uncanny
    - underrated
    - volume
    - capability
    - hold
    - justice
    - resilience
    - resilient
    - seat
    - stretch
    - take
    - three-quarters
    * * *
    1. [cabida] capacity;
    unidades de capacidad units of capacity;
    capacidad máxima [en ascensor] maximum load;
    con capacidad para 500 personas with a capacity of 500;
    este teatro tiene capacidad para 1.200 espectadores this theatre can seat 1,200 people
    Informát capacidad de almacenamiento storage capacity;
    capacidad de carga cargo capacity;
    capacidad eléctrica [de condensador] capacitance;
    Informát capacidad de memoria memory capacity;
    capacidad pulmonar lung capacity
    2. [aptitud, talento, potencial] ability;
    no tener capacidad para algo/para hacer algo to be no good at sth/at doing sth
    capacidad adquisitiva purchasing power;
    capacidad de aprendizaje ability to learn;
    capacidad de concentración ability to concentrate;
    Fin capacidad de endeudamiento borrowing capacity o power;
    capacidad de fabricación manufacturing capacity;
    capacidad de gestión managerial skills;
    capacidad ofensiva fire power;
    capacidad de producción production capacity;
    capacidad de reacción ability to react o respond;
    capacidad de respuesta ability to react o respond
    3. Der capacity
    * * *
    f
    1 capacity;
    medida de capacidad cubic measure
    2 ( aptitud) competence
    * * *
    1) : capacity
    2) : capability, ability
    * * *
    1. (en general) capacity
    el ferry tiene una capacidad para 800 pasajeros the ferry has a capacity of 800 passengers / the ferry can carry 800 passengers
    2. (aptitud) ability

    Spanish-English dictionary > capacidad

  • 3 carraca

    Carraca, esta palabra significa comida, condimentos, conquivus, (cacharros, etc.). Cuando íbamos a llindiar el ganáu disdi ‘l albiar el díe fasta que tapecíe, (cuidar el ganado desde el amanecer hasta el oscurecer) llevábamos la carraca nun cabaxín, zurronacu ou cestacu cualquier, (cabás, zurrón o cualquier otro cesto). Les muyeres baxaben al merquéu ya traíen la carraca pa toa la xemana. (Las mujeres bajaban al mercado y compraban si tenían dinero lo que se necesitase en la casa para toda la semana). Carraca tamén lu ye lu que lus vaqueirus chebaban disdi la teixá pal sou cabanu ou corte de la braña, dunde a lu mexor taben un fatáu de díes xin baxar a l'aldina, per ístu llebaben un carracáu de couxes que ñecexitaben. (Carraca también es lo que los vaqueros llevaban desde casa para sus cabañas del puerto, las morteras o los prados, donde a lo mejor estaban unos días sin bajar a la aldea, por esto subían muchas cosas que necesitaban y no todas eran para comer sino que algunas eran simples cacharros, o humildes mantas. Y carraca hermanos míos, era la que hacía mi madre y todas las vindas de los rojos, cuando todas las semanas iban a visitar a sus maridos a la Cárcel Modelo de Oviedo, como por las demás no puedo hablar, porque yo no sé cómo se arreglaban las pobrecitas, aunque me supongo que muchas hasta pidiendo limosna, sí que lo puedo hacer de mi madre, que todos los martes era el día que tenía de comunicación, y ella nunca sabía si le iba encontrar vivo, porque por aquellos tiempos fechus de llágrimes ya xufriencies, tous lus díes na carxel d'Uviéu achuquinaben cambrionáus enteirus de xóvenes astures y'anxina d’ista maneira tan achuquina, encalducá per prexones xin concencia, nin dinidá nin «Xusticia Humana», fexérun bon amagüestu de toes les xuventúes roxes d'Asturies, ya les pouques que nun achuquinarun llantárunlas nus batallones de trabayadores, dunde munchus morrierun achindi fartus de fames, de llatigazus ya vexaciones, ya lus oitres que xuerti tubieren de golguer pa la sou teixá, fexérunlu mamplenáus d'amollexíes que per mor d'echus tamén fatáus morrieron. Falaba you que carraca yera lu que miou má le chevaba ‘l miou pá tous lus martes a la carxel, que you nun séi lu que yera, perque na nuexa teixá nun había esconxolancia de nagua, peru lu que fora écha llantábalu tou nuna fardelaca, ya colaba na xuntura d'oitres muyeres de l'allina camín d'Uviéu tres ou catru gores endenantes qu’almaneciera, pos teníen qu'espatuxar alrreór de cuarenta quilómetrus andandu ya oitres tantus pa la regolguía, pos entoncenes nun valía faer el auto-stop que güéi se fae, perque tous lus cambriones ya coches cuaxi yeren millitares, y'angunus oitres yeren de lus drechistes, ya lus roxus nun teníamus namái que goxetáus mexeries, ya manegáus de miéu ‘l nuexu hermenu ‘l venceor, perque lus nuexus homes morrieran lluchandu nel frinti, ya lus oitres taben arretrigáus per les cárxeles dunde poucu a poucu lus achuquinaben ou lus esclavizaben nus batallones de trabayaóres, anxina yera que tou Asturies taba xemada de viudes, de vieyus ya de guaxiquinus güerfaninus, que tous nuexóitres, viétchus, muyeres ya nenus de lus roxus, díbamus ser esclavizáus inhumanamente baxu 'n enfernal xugu que nun nus dexaba más llibertá que la que nel xuenu cheldábamus. —Ya n'agora vou xebrame del trabayu d'enfilerar pallabres p'encalducalus cuamigu dientru d’ista hestoria dou tán lus raigones ya l'escola de nuexes costumes ya llingua. TRADUCCIÓN.—Por aquellos tiempos hechos de lágrimas y de grandes sufrimientos, todos los días que el Hacedor alumbraba, en la cárcel de Oviedo asesinaban camiones enteros de jóvenes astures, y así de esta manera tan despiadada y asesina, llevada a cabo por personas sin conciencia, ni dignidad ni ninguna clase de «Justicia Humana», llevaron a término casi el total exterminio de las juventudes rojas de Asturias, y las pocas que no asesinaron, las esclavizaron en los famosos batallones de trabajadores, donde muchos allí murieron hartos de hambre, de vejaciones y latigazos, y los pocos que tuvieron la suerte de volver a sus hogares, lo hicieron llenos de enfermedades que por mor de ellas también murieron bastantes. —Decía yo que carraca también era lo que mi madre le llevaba todos los martes a mi padre a la cárcel, que yo no sé lo que pudiera ser, porque en nuestra casa no había ninguna cosa de nada, pero lo que fuese ella lo metía dentro de una saca y marchaba en unión de otras mujeres de la aldea camino de Oviedo tres o cuatro horas antes que amaneciese, pues tenían que caminar alrededor de cuarenta quilómetros y otros tantos de retorno y todos los hacían andando, pues no servía hacer el auto-stop que hoy se hace, porque todos los camiones y coches casi eran militares, y algunos otros que había eran de los derechistas, pues los izquierdistas no teníamos nada más que grandes cantidades de miseria, así como de miedo a nuestro hermano el vencedor que jamás se portó nada bien con nosotros, porque nuestros hombres habían muerto en el frente, y los otros estaban presos en las cárceles, donde poco a poco les iban asesinando, o los esclavizaban en los campos de concentración o batallones de trabajadores, así era que toda Asturias estaba sembrada de viudas, de viejos y de niños huérfanos, que todos nosotros, viejos, mujeres y niños de las izquierdas, íbamos a ser esclavizados inhumanamente bajo el infernal yugo que no nos dejaba más libertad que la que en el sueño hacíamos. Y ahora me voy alejar del trabajo de poner en orden las palabras en este diccionario, para llevarles conmigo a los lugares donde yo he aprendido la dulce lengua de Asturias, que no es otro lugar que la escuela donde vivían las raíces y costumbres de Nuestro Pueblo, pues no se pueden buscar nuestras falancias en ningún otro lugar ni parte. Por esto les digo ahora, que si yo no hubiese vivido tan simple, sencilla, pobre, miserable, esclavizadora y dentro de la más natural de la «RAIZ ANCESTRAL DE ASTURIAS», ni yo ni nadie podría legarle a mi «AMADA ASTURIAS» ni a sus «HIDALGAS GENTES», la documentación pura, natural y sencilla que pueda tener este diccionario, porque desde estas mis simples líneas y mirándome muy mucho de lo que digo, les afirmo que hay muy poco fiable por no decir nada, escrito de nuestras costumbres y lengua. «DIES D’ENFERNU» (DÍAS DE INFIERNO) —Yera you 'n zaragoletu, 'n guaxiquín, un nenacu, 'n rapacín (un niño de unos ocho años), cundu la ñecexidá más prieta me fexera depriender lu que yera ‘l dollor, la xufriencia, l’inxusticia, lu pior qu'el Home pudiés encaldar d'enría lus sous xemexantes, you yera ún de lus miles d'anxelinus de miou Tierra que diba faer arroxaúra nel vivir d’ enfernu que m’aguardaba. Xin, fatáus de güérfanus lu mesmu que you, que güéi nel díe xuntu con nuexes familias, ente fius, ñetus, ya tou ‘l andecháu de parantela xomus más de la metá de les xentes d'Asturias, peru naquechus tempus d'achuquinus ya inxusticies nun yéramus namái qu'unus guaxiquinus dexamparáus de la man del Faidor ya del Home, ya tous noxóitres tubiemus que catanus el xustentu de fatáus de maneires diferientes, la miou per exemplu fó'ísta. COLOCOUME MIOU Má de cabrieru na teixá d'un amu baldrayu y atuñáu, llabascu y'achuquín tan solu per que me diera de comer ya me vistiera dalgu, peru ‘l condenáu matábame de fame, ya la vestimenta que punxu d'enría ‘l miou llombu conxistía nun calzáu que la metá ‘l tempu espatuxaba con las patas arregañás, apaxiétchau con unus fatucus tous esgacicáus que per tous lus lláus diben les mious carnis al entestate, acaniláes per el callor ya ‘l fríu en tou ‘l tempu. —Tenía yo aproximadamente ocho años de edad cuando me asesinaron a mi padre, y me recuerdo con toda exactitud cómo la ley de aquel tiempo llevó a cabo tan imperdonable, deshumanizante y vandálica felonía. —Nuna nuétche (una noche) llegaron a la casa de unos tíos míos que en mi aldea vivían y donde mis padres y yo nos refugiamos al término de la guerra en Asturias cuatro desalmados, cuatro bandoleros, cuatro inmundicias humanas, que escudados tras de sus armas empuñadas, representaban l'enñordiada Lley (LA SUCIA LEY) que en aquellos tiempos a la Justicia traicionaba, cuento yo, que aquellos cuatro merucus (gusanos), atemorizando e insultando a toda mi familia, detuvieron a mi padre, le amarraron como a la bestia que se lleva al matadero y se lo intentaron llevar de la casa, sin que mis tíos, (y la cosa no era para menos), intentasen pronunciar asustados como se encontraban ni la más mínima palabra de súplica o protesta. Pero mi madre no les secundó, sino que bravamente intentó defender al sou home (a su marido) no sólo con la palabra, que mi madre la tenía d'aguxa lu mesmu qu’un bon obreiru (de afilada lo mismo que un buen aguijón), sino que temerariamente se abalanzó sobre ellos y fuele preciso a uno de aquellos cobardes y desalmados representantes de la deshumanizada ley que corría en aquellos tiempos, de propinarle varios golpes con la pistola, dejándola mal herida y ensangrentada, tirada en el suelo con el conocimiento perdido. Mientras que aquellos bandidos, se llevaban a mi padre sin permitirle que de mi se despidiera, y tan solamente le he podido ver por última vez, tres les rexes de la cárxel d'Uvieu 'n die 'ndenantes que l'achuquinaren. (Detrás de las rejas de la cárcel de Oviedo, un día antes de que le asesinasen). Pronto mi madre y yo, llenos de la más desolante de las tristezas, y vestidos con el traje de las más indigentes miserias y pobrezas, nos marchamos de la casa de mis tíos y nos asentamos en la abandonada, vieja y destartalada casa de mi abuela. Y sin muebles, ni nada, los dos juntos, como grandes e indomables luchadores que hemos sido siempre, dimos comienzo sin desfallecer ni un momento, a la dura lucha por la vida, sin que nadie jamás nos ayudara. Empecé a ganarme la vida como pastor, a la corta edad de que cualquier niño sólo pensaría en jugar, comer cuando tuviese hambre y recibir de continuo montones de caricias y de amor, yo sin embargo, a pesar de no poseer nada de todas estas maravillosas cosas, era en extremo a mi manera feliz. Marchaba todas las mañanas con mi ganado al monte, donde permanecía todo el día, tan sólo con la compañía que me brindaba mi fiel y siempre por mí con cariño recordado Pelayu, que era un perro, de una inteligencia y sentimientos, que más bien que un chuchu (perro), parecía aquel singular animal un ser humano. Luego por las tardes, cuando el sol se escondía por detrás de las altas cumbres, retornaba feliz a la aldea, siempre lleno de contentura, cantando las más de las veces, amenizado por el potente tañir del zumbiétchu (cencerro) que llevaba colgado al cuello el semental del rebaño. Una mañana como tantas otras me encaminé con mi rebaño al monte y seria como a la media tarde cuando a la entrada de una cueva que se asentaba en un lugar casi inaccesible me encontré medio enterrado con las piedras y la escasa tierra que hacían la reducida plataforma de la portada de la caverna, un pequeño aro de oro, yo he tenido por así decirlo desde mi infancia la inmensa suerte de poseer una imaginación tan inmensamente dislocada, que por tal solían decirme mis vecinos, que era yo el rey de las mentiras, así como el más hábil inventor de endemoniados cuentos. El caso era, que aquel misterioso anillo abandonado a tan larga distancia de mi aldea y en lugar tan argutosu (estrecho, alto, inaccesible), hiciéronme presto pensar, que aquella joya no había llegado a tal escondrijo por sí sola, sino que desde luego alguien la había traído. En el momento mi imaginación desbordante de una alegría que no encontraba un fin para frenarla, comenzó a fomentar sin el menor titubeo la fantástica idea de que en el interior de aquella caverna debía de encontrarse un tesoro de preciosas joyas y valorativas monedas, y quién le había ocultado sabe Dios cuando, seguramente habría perdido aquel anillo que por casualidad yo encontrara. Así pues, ya firmemente convencido, adentreme temerariamente sin el menor temor por la angosta cueva con las miras de apoderarme de aquella inmensa riqueza que según mi soñativa imaginación me había hecho comprender que en su interior me estaba aguardando. Pero aquel día no conseguí mi feliz propósito, porque era la caverna más larga de lo que había pensado y la oscuridad que en ella reinaba me hacía ciego de toda luz. Senteme en su entrada muy desilusionado al no poder lograr lo que había soñado, pero pronto mi mente empezó a dibujarme mil dispares tesoros, pues por el rastro que descubriera seguramente que dentro de la gruta se hallaría escondida alguna chalga (tesoro) guardado con toda seguridad por una Xana, Xumiciu, Trasgu o Culiebru (dioses de la Mitología asturiana), pues al decir de el abuelo Nicomedes cuando en las largas veladas de los inviernos y sin jamás interrumpirle con grande contentura le escuchábamos las leyendas, cuentos e historias que él lúcida y socarronamente nos contaba, afirmándonos siempre que eran tan ciertos sus relatos, como que todos habíamos nacido para morir. Y cuando hablaba de las chalgas aseguraba que tal o cual vecino, morador de esta o aquella aldea, se había hecho de la noche a la mañana rico al haber encontrado una chalga. También afirmaba poniéndose muy serio alegando unos razonamientos que convencían, que las montañas que rodeaban nuestra aldea había muchas chalgas escondidas, que fueron sepultadas hacía muchos siglos por los invasores moros, que al ser vencidos por los astures y al no poder huir con tan pesados tesoros, los ocultaban en las montañas con las miras de poder regresar algún día a desenterrarlos. Como cuento, yo en aquellos momentos vivía alborozado, sumergido en una disloca alegría al saberme ya dueño de aquella incontable riqueza, haciendo que mis inocentes ojos sonriesen felices inmersos en la imaginativa dicha de poder muy pronto liberar a mi madre de la pobreza y quitarla del agobiador trabajo que faenaba trabajando en los eros de los vecinos de estrella a estrella por un miserable sueldo andechandu (en cuadrilla) todos los días. Y así pensando todas las dichas que mi infantil mente podía imaginar, rodeado por el sepulcral silencio que envolvía la grandiosidad de las montañas, rasgado de vez en cuando por el potente y agudo graznido que desde los peñascos más inaccesibles, o desde los infinitos espacios donde con majestuosidad planeaban, lanzaban las útres (águilas), que con ojos inquisitivos oteaban con hambrientas intenciones los escabrosos riscos y las empinadas fistietchas (pequeños valles encajonados entre las peñas), con la esperanza achuquinante (asesina) de poder atrapar con la rapidez del rayo, algún recental que se hubiese xebrau (apartado) de su madre. También aquel silencio que invitaba a la meditación era con más continuidad cortado, por el dinámico tañir del zumbiétchu (pequeño cencerro) que colgaba del brioso cuello del macho cabrio, conductor y semental del rebaño. Como cuento, allí permanecía ensimismada mi mente en el soñar despierto, fabricando sin trabas de la misma nada, las más disparatadas y fabulosas dichas, que harían la felicidad de mi madre junto con la mía. Llegó casi sin enterarme el atapecer del día (al oscurecer) y fue entonces cuando desperté con prisa del maravilloso soñar donde vivía, y raudo, con agilidad y destreza que hoy al recordarla me causa dicha, reuní en pocos minutos mi rebaño, ayudado con eficacia por Pelayu, mi fiel, obediente, valiente y amaestrado perro, que no le tenía miedo a nada ni a nadie si exceptuamos al siempre mal intencionado y vigoroso macho semental de la reciétcha que yo allindiaba (ganado menudo que yo cuidaba). Y cuando ya el día agonizaba entre las negras vestimentas de la noche, entré en mi aldea conduciendo orgullosamente mi rebaño. A la entrada del pueblo sentado plácidamente fumándose un cigarro, estaba esperándome mi amo preocupado por mi tardanza y acercándose a mí, con palabras desaforadas e insultantes, a la par que me reprendía con dureza, me preguntaba el por qué me había demorado tanto. No recuerdo lo que le contesté, ni la historia que le largué, lo que si sé, que no se creyó de ella nada, pues todas las gentes que me conocían bien sabían, que yo confundía la verdad con la mentira haciendo con entrambas las más inverosímiles y dislocadas historias. Sin embargo, lo que yo sabía muy bien, era que aquel miserable labriego de mi aldea, que tenía la desgracia de cuidarle sus ganados, por la triste desgracia de una comida infame y peor vestimenta, no le incomodaba en absoluto que yo llegase tarde o que me despeñara desde un serapu (peña) y me escontonara la motchera (rompiera la cabeza), lo único que le preocupaba al condenado, era que llegasen a su teixada (casa) sanos y fartus (hartos) todos sus ganados. Al siguiente día bien de mañana como de continuo hacía, con un poco de sabadiegu (chorizo malo) un cantezu (pedazo) de pan moreno y cuatro manzanas dentro de mi zurrón, salí de mi aldea afaluchandu (arreando) el rebaño, y con aquellas miserables viandas que llevaba en mi morral, tenía que aguantar todo el día en el monte corriendo sin descanso tras aquella veceira (rebaño) de cabras. Lo que no sabía el condenado de mi amo, era que yo siempre que tenía hambre, le ordeñaba sus cabras dentro de una lata que tenía escondida en la montaña, hartándome tanto yo como mi fiel Pelayu de espumosa y fresca leche hasta el golifar (hastiar). Si el bastruya (zafio) de mi amo tan sólo hubiese sospechado que le mucía (ordeñaba) sus cabras todos los días, me hubiera eszarapau (despedazado) mi frágil cuerpo con un mamplén de cibiétchazus (con muchos palos). Espatuxaba (caminaba) yo muy contento aquella mañana, quizás lo hiciera mucho más feliz que nunca, arreaba mi rebaño con desacostumbrada prisa, porque ansias locas tenía de llegar a la montaña, para entrar de nuevo en la misteriosa cueva, pues ahora ya no tendría problemas con la obscuridad que en ella reinaba, ya que conmigo llevaba una caja de cerillas y un pequeño candil que le había arrapiegáu (hurtado, quitado) de la corte (cuadra, establo) a mi amo, y con aquella luz, sería capaz de bajar hasta las mismas entrañas de la tierra, si a tal lugar la caverna se extendiese. Aquella noche había dormido poco y soñado mucho, tanto despierto como dentro del desvelado sueño, y tanto de una manera como de la otra, siempre llegaba a la conclusión, de que dentro de aquella para mi misteriosa gruta se ocultaba una fabulosa chalga de la que iba ser yo su señor y dueño, y cuando tal me sucediese, ya no sería yo más criado de ningún rapiegu (zorro) amo, ni tampoco a mi querida madre se le encallecerían jamás las manos, efectuando esclavizantes trabajos, nunca para el prójimo bien servidos y siempre por él peor pagados, ni se partiría sus costillas refrescándose el cansancio en su propio sudor por las fincas de nuestros vecinos, por donde se arreventaba todos los días del año, por la mezquina soldada de una fuente no muy grande de harina, un cesto de patatas, o cualquier otra vianda que mitigase el enorme fantasma del hambre, que desde el fin de la guerra se había enseñoreado de nuestro indigente char (lar), que nos obligaba despiadadamente a unos ayunos tan sumamente raquíticos, que el día que comíamos algo en traza (algo mas), tal parecía que habíamos cometido un grave pecado. Cuando yo fuese dueño de aquel tesoro, (abanzaba seguido de Pelayu arreando con prisa los ganados camino de la argutosa «abrupta» montaña, a la par que imaginativamente iba pensando), compraremos una casa decente, buenas fincas y mejores ganados, y entonces nuestros vecinos nos mirarán con respeto, y no nos tratarán con el menosprecio y la esclavitud a que ahora nos someten. Llegué al fin hasta el lugar que por costumbre tenía de enveredar el ganado para que a su aire subiesen guareciendu (pastiando) como siempre hacían hasta llegar al final de la tarde que era cuando el rebaño solía alcanzar lo más alto de la montaña. Pero aquel día no seguí yo al redil como siempre hacía, sino que me adelante a él corriendo sin el menor cansancio laderas arriba, hasta que por fin sudoroso y galopante en la alegría llegué a la vecindad de la caverna. Pude comprobar sonriente a la par que cariñosamente acariciaba a Pelayu, cómo éste me miraba contrariado al ver que yo por primera vez había cambiado todos mis cotidianos hábitos. Ya que siempre nada más llegar al monte y dejar a las cabras a su albedrío pastiando, nos sentábamos en el lugar acostumbrado, y zampábamos sin pérdida de tiempo a partes iguales como buenos compañeros, la miserable comida que nos había servido nuestro amo. Después jugábamos incansablemente en mil dispares entretenimientos hasta quedarnos rendidos, y muchas veces tras de nuestros juegos, los dos juntos abrazados nos quedábamos profundamente dormidos y al despertarnos sino avistábamos el rebaño, corríamos alocados por la preocupación, por entre los abruptos riscos, y las espinosas malezas hasta lograr encontrarlo. Después otra vez gozosos retornábamos a nuestros juegos, o yo me quedaba mirando a las montañas ensimismado pensando, mientras que Pelayu se entretenía cazando grillos, u otros insectos, y otras veces con sus blancos y poderosos colmillos recorría con rabia su pelambrudo cuerpo, diezmando la cabanada (rebaño) de pulgas y otros parásitos que con su sangre se alimentaban. Como cuento, aquella mañana mi fiel Pelayu me miraba preocupado, pudiendo yo observar en sus vivarachos, picarescos e inteligentes ojos, una recriminación que me estaba haciendo, por su forma de ponerme sus fuertes patas en mi pecho, a la vez que me lamía entre pequeños y cariñosos ladridos mi rostro. Si con sus ladridos pudiese hablar mi lenguaje, seguramente que me diría. —No seas un iluso soñador, mi más querido y preciado compañero, no llegues con tu fantástico pensamiento hasta el extremo de acariciar ni tan siquiera cuanto te has imaginado. Comámonos con la alegría de que hacemos gala todos los días, esa mezquina comida que nos da nuestro despreciable amo, y juguemos con la inocente felicidad de siempre, ya que éste será el más grande tesoro que jamás podrás superar en tu vida. ¿Dónde podrás hallar una riqueza que se pueda comparar a la natural y sencilla felicidad que hoy gozas, aunque ésta se haga su camino dentro de la gran pobreza que te acompaña? Pero hoy yo sé fijamente, que aunque mi perro pudiese hablar, haciendo que en tal momento me asustase al presenciar tan grande milagro, y me dijese que no entrase en la cueva, porque lo que dentro de ella iba a encontrar sería mi propia muerte, la verdad es, que ni al mismo Faidor (Dios) en aquellos momentos yo no obedecería, y así de resuelto, encendí el candil, y sin el menor asomo de miedo, ya que la ilusión y la alegría que poblaban mi espíritu en aquel encaldar (hacer) eran tan inmensos, que empequeñecían hasta el ignoro cualquier otro sentimiento. Adentreme en la cueva que era iluminada tenuemente con la pobre luz que el candil despedía, siempre acompañado de Pelayu que tras de mí, el muy tuno de mi aventura se reía, no era larga la caverna, pues a treinta metros no alcanzaría, y cuando llegué al final, no encontré ni las Xanas, ni los Trasgus ni Xumicius, ni la chalga, preciado tesoro que yo perseguía, sólo había muchos cascos de avellanas y de nueces, algunas latas de conservas ya vacías, unos trapos manchados de sangre, unas mantas viejas y apoyadas en la rocosa y húmeda pared de la cueva, había varias armas de fuego que pronto me hicieron olvidar la riqueza que en un principio había imaginado que allí me aguardaría. Por primera vez en mi vida iba a tener juguetes, auténticos juguetes de verdad de los que usaban los hombres para asesinarse vilmente al igual que hacen los lobos cuando por su cuenta cogen un apacible rebano de ovejas. Dejé el candil en el suelo y elegí entre todas aquellas armas una brillante escopeta, lleno de contentura me senté encima de aquellas mantas y empecé a maniobrar con aquel peligroso juguete, yo sabía cómo se manejaba supuesto que mi amo tenía una escopeta muy parecida y le había visto limpiarla y cazar con ella algunas veces, durante algún tiempo estuve jugando con ella, de una canana que allí había saqué dos cartuchos que metía y sacaba dentro de su recámara, yo me creía en aquellos mis felices instantes el más grande cazador del universo. Pelayu que ya se había cansado de husmear por todas las partes y no habiendo encontrado nada donde llancái el diente (hincar) se tumbó en el suelo frente a mi mirándome sonriente y burlonamente, (porque aunque ustedes no lo crean, yo sé que los chuchos saben sonreir). Enojeme de Pelayu al ver como tan descaradamente se mofaba de mí, por eso encañonele con la escopeta con ánimo de amenazarle, pero cambió Pelayu de gesto rápidamente, levantose con rapidez del lugar donde estaba achucáu (costado), enseñome los clientes ladrándome muy enfadado y a la velocidad del rayo salió de la cueva, quizás porque el inteligente animal presentía, de que alguna desgracia iba a lleldar (hacer) yo con aquel mortífero artefacto, y no quería ser él quien primeramente la recibiese en su cuerpo. Aun permanecí algún tiempo en la gruta jugando a mi manera con las armas, y solamente cuando el candil por su guiños me hizo comprender que su luz ya se le estaba escosando (terminando), salí de la caverna con la escopeta en una mano, dos cartuchos en su recámara y el candil en la otra. En el exterior Pelayu correteaba detrás de los grillos y las camporinas (mariposas) al parecer ya libre de todo enfado. Ya cansado de jugar dejé la escopeta en el suelo y senteme tranquilamente al lado del zurrón, y en cuanto mi perro vio que ya había abandonado el arma, vino corriendo hacia mí, moviendo la cola y sonriéndome amigablemente. Allá abajo en la mitad del valle pude ver a mi rebaño cómo subía espenandu (comiendo) los pochitcus (enanas encinas), y yo de nuevo me volví a sentir feliz y contento a pesar de no encontrar la chalga que tanto con su riqueza había soñado e ideado. Comimos a hora desacostumbrada mi perro y yo aquella pobreza de comida, y tras de jugar un rato, él se quedó adormilado y yo comencé a pensar de quién serían aquellas armas. No me cabía la menor duda de que aquel arsenal de armas debía de ser de los fugáus (huidos), seguramente que eran de aquellos cuatro rapazones (mozos) que se entregaran a los soldados que estaban destacados en mi aldea. Yo los había visto en el cuartel que los militares tenían que era en la escuela de mi aldea, un amplio edificio que fuera regalado a la parroquia por unos indianos del chugar (lugar) que retornaran de las américas con la corexa betchá de cuartus (con la cartera llena de dineros). Recuerdo que aquel día que yo los vi, un soldado que de seguro sería el barbero, les estaba cortando el abundante pelo que lucían, y uno de los rapazus le dijo sonrientemente al militar. ¡No hace falta que te molestes mucho camarada, pues cuando un día de estos nos trasladeís a la cárcel de Oviedo, allí lo más seguro es que nos rebanen el pescuezo! EL MACHO CABRÍO Güelgu coyer el filu dóu d'endenantes m'enduébitchaba algamiandu na miou motchera alcuerdancies de cundu you yera guaxe, ya comu tóus non se puén cuntar per filera, per ísu xebreme d'aquín, pa dir p'acuchá, perque toes les couxes tienen la sou xaceda, ya non la quixéramus cataye nuexotrus. (Volviendo coger el hilo de los aconteceres que anteriormente en mi cerebro se barajaban dentro de las añoranzas de mi niñez, y como todos estos acaeceres no se pueden relatar en hilera, por eso me marché de éste, para ir al de más allá, que es de donde vengo ahora, porque todas las cosas tienen su propia postura, y no la que quisiéramos darle nosotros). Y aunque parecía que me había perdido por estar tan llargu lonxe (tan largo lejos) la verdad es que yo no pierdo el tiempo adornando los hechos que no deben de ser adornados, nin fiéndume en xebraures que van esfaese 'n probeces, perque 'l que non ye llicenciáu 'n filloxofía e lletres, non pué faer munches froritures con les pallabres nin les lletres, ya per ístu, tien que encaldase 'n aforrador d'istus dellicáus y'artifixusus monumentus, perque si lus mesmus que güéi día que lus manexan y'atreinan, la metá de les veces non xapien lu que falen, ya llanquen el focicu fasta les urées en telares de Pachu 'l Xabadiegu betcháus de poxa y'escosáus del granu que ye pelu que tóus muramus nista engochá vida, ¿qué fairé you que 'deprendí namái que tres meses nuna escola pública? (Ni me hondeo en deserciones que se deshagan en pobrezas, porque quienes no son licenciados en filosofía y letras, no pueden hacer muchas florituras con las palabras y las letras, y por esta razón, tienen que hacerse ahorrativos de estos delicados y artificiosos monumentos, porque si los mismos que hoy en día los manejan y cuidan, la mitad de las veces no saben muy bien ni la mitad de lo que escriben, ni otra pareja parte de lo que hablan, y meten por estos menesteres el hocico hasta las orejas, en cuestiones que los imposibilitan para después resolverlas, y si se aproximan a este nivelamiento, lo hacen sembrando una hierba productora de mermado grano, que es el punto primordial que todos intentamos recoger en esta cerda vida. Como cuento, si estos señores eruditos en estas materias se equivocan ¿qué puedo hacer yo, ¡pobre de mí!, que tan solamente he tenido la suerte de ir al colegio público tan sólo tres meses?). Cuento yo que me hallaba en aquellos mis infantiles pensares intentando saber a qué huidos pertenecían aquellas armas, y así dejé tal perder el mucho tiempo que me sobraba, cuando mis ojos retrataron el gran combate que a baja altura, muy por debajo de donde yo me encontraba, sostenían tres cuervos, que despiadada y valientemente le atacaban a un águila real, y ésta piando quizás por el dolor que le inferían los efectivos picotazos de los cuervos, o tal vez en su lenguaje maldiciéndoles llena de rabia por el no poder repeler el ataque de que era objeto. No podía defenderse de sus tenaces atacantes, porque todo su cuerpo en gran tensión estaba, ya que al volar tan bajo, todas sus enormes energías las precisaba para mover sin el menor descanso sus grandes alas, con el apremiante fin de salir de aquel espacio que al parecer pertenecía a los belicosos cuervos, que con ardorosa valentía y enquina ofensiva, disputaban tal natural privilegio, a las mismas soberanas de los cielos. Había yo presenciado muchas veces batallas entre las águilas y los cuervos, y siempre éstos las perseguían atacándoles por su parte posterior, hasta la altura donde el águila ya no necesitase mover sus alas para sostenerse, cuando esto sucedía, los cuervos precipitadamente abandonaban el combate, porque ellos sabían, que donde el águila pudiese planear, todo animal viviente que se acercara, encontraría entre sus poderosas garras una rápida muerte. Queriendo yo saber como es natural el por qué los cuervos atacaban a las águilas, un día que cuidando sus cabras junto a mí estaba un paisano llamado Máximo, que por apodo se le llamaba el «Puchegu», porque tenía tantas razones en sus hablares como palabras por su boca se alumbraran, a pesar de que el Puchegu no sabía leer ni escribir, sabía de cuentos más que el mismísimo Quevedo, e igual hacía cuando se le necesitaba de veterinario que de médico, atinaba casi siempre cuando iba a llover o hacer buen tiempo, en fin, que era Máximu el Puchegu en todas aquellas aldeas de mis amores, una Enciclopedia que aventajaría en mucho a todas las que en nuestros días nos sirven las grandes editoriales, industriadas por hombres estudiosos de las ciencias. Empezó mi amigo el Puchegu explicándome, que son los cuervos de las abruptosas montañas más bregáus (valientes) que los que moran en las valladas o pequeñas lomas, y todo porque la escasez de alimentos en las rocosas cumbres, es muy inferior a los que existen en los valles o montículos, y así como a los hombres la abundancia los hace temerosos y a veces hasta pusilánimes, y la necesidad o privaciones los vuelve por ley de vida temerarios y osados, en los animales ocurre en igual medida lo mismo, así pues, el cuervo defiende su pitanza no permitiendo que las águilas cacen a menor altura que la que les pertenece, y si desde tal situación descubren una pieza, y bajan con su endemoniado vuelo de alas plegadas la apresan y luego vuelven a elevarse al lugar que les corresponde, los cuervos no osarán ni tan siquiera molestarlas, pero si por el contrario descienden para dedicarse a cazar desde el lugar que no les pertenece, entonces los cuervos las atacan con verdadera saña y valentía y siempre logran hacerlas ascender hasta la posición que ellos consideran justa. Esto es así, porque desde tal altura las águilas sólo pueden divisar en tierra una pieza que ellos no cazan nunca, como puede ser un conejo, una pequeña res, un zorro, y hasta inclusive el mismo perro que con el pastor cuida el rebano, y también se han dado casos en que las águilas hasta han cazado un lobo, y con él entre sus garras han subido hasta sus utreras (nidos) donde le devoraban con la misma satisfacción que pudieran hacer cuando se afestinaban con las tiernas carnes de un inocente corderillo. Si las águilas pudiesen volar más bajo sin ser por los cuervos molestadas, también podrían cazar con gran facilidad, lagartos, culebras, etc., etc., y es ésta precisamente la comida que el cuervo defiende, por eso ataca al águila cuando ésta intenta apoderarse de la que él cree que es su exclusiva pertenencia. Terminó el águila al fin tras el ardoroso acoso a que la sometieron los cuervos de subir hasta la altura que ellos consideraron lícita, y rápidamente éstos plegando sus alas la abandonaron y en vertiginoso vuelo buscaron el abrigo de los arbustos de sus montañas. Terminó para mí aquel día el maravilloso espectáculo que la soberana del cielo y los bravos cuervos me habían ofrecido, y fue entonces cuando me incorporé del lugar donde me hallaba sentado, para mirar a mis cabras que guarecían (pastiaban) por encima de donde yo estaba a la corta distancia de unos cincuenta metros, lo primero que mis ojos retrataron fue el orgulloso y antipático macho cabrío, que empericotáu (subido) en un cuetaron (peñasco) a la par que espenucaba (arrancaba) las fuéas d'un pótchiscu (hojas de una enana encina), mientras que las enguyía, parecíame a mí que me estaba mirando desafiadora y despreciativamente, con sus grandes y retorcidos cuernos, su larga perilla y enorme cencerro, se me representaba como el diablo que sonriéndose ladinamente se guasaba de mi humilde persona, a la par que de mi buen Pelayu, pues a entrambos y dos el condenado nos había hecho correr infinidad de veces, por eso, tanto Pelayu como yo siempre que teníamos ocasión y traicioneramente, él le mordía sañudamente en sus cadríles (patas) y yo le atizaba barganazus (estacazos) y pedradas donde mejor encaldase (terciase). Ocurriósele a mi mente en aquellos momentos el darle un buen susto a aquel demonio con cuernos y cencerro, por eso así la escopeta con determinación, y cargada como se encontraba con dos cartuchos, apunté por debajo de donde él se hallaba con el firme propósito de tan sólo darle un susto que no olvidase en su vida, y ya sonriéndome adelantadamente por el resultado de la idea que sin más pérdida de tiempo iba llevar a la práctica, apreté los gatillos de la escopeta, y una doble y potente explosión originose que dio conmigo en el suelo por la fuerte sacudida que el arma emburrióu (empujó) con dolor en mi cuerpo. Pero escosóseme d'afechu (marchóseme del todo) tal dolor, cuando entre el repilar (ecos) de la montaña por la explosión, sentí al macho cabrío lanzar al viento grandes berridas, que hiciéronme con preocupada prontitud deducir, que aquel demonio odioso no se quejaba por el susto que pudiera recibir, sino por la perdigonada que sin yo proponérmelo le había albergado en su pelambroso y maloliente cuerpo, levanteme sin demora del pedregoso lecho donde la escopeta con su duro empujón me había acostado, y aún tuve tiempo de ver cómo el semental de mi rebano rodaba por entre los cuetus del xerrapeiru (peñas de la sierra) infiriéndose más heridas en su cuerpo que las que yo por equivocación con los dos disparos le había inferido, siendo quizás su muerte no la perdigonada que le había desequilibrado, sino los argutoxus cuetus (agudos peñascos) que cual cuchillos al rodar su pesado cuerpo por entre ellos le apuñalaban mortíferamente, por eso al detenerse en su poleamientu (rodar) detrás de un pótchiscu (encina) que encontró en su paso, dejó de berrar en el instante, que su vigoroso cuerpo perdiera la vida. Fuime yo corriendo acompañado de Pelayu que me ganó la palma en la carrera, hasta el lugar de aquel desgraciado suceso, y cuando llegué donde el chivo estingarráu (tirado, acostado) ya no contaba como enemigo vivo, vi cómo a torrentes se desangraba, a la par que Pelayu con su nutritiva sangre se fartaba (hartaba). Pensé yo con gran temor cómo decirle a mi amo lo que había pasado, él que sentía por su chivo un orgullo y continuo ponderado casi desmedido, pues siempre que la ocasión se le brindaba cuando con sus vecinos dialogaba, soliales afarrucado (faroleándose, chuleándose) decir, que no había en toda la comarca un macho cabrío que ni con mucho en raza y estatura, se le pudiese parecer al suyo. Era ya casi la hora de afalar (retornar arreando el ganado para casa) cuando se me ocurrió la idea de decirle a mi amo que el chivo por si sólo se había despeñado, así que guardé la escopeta en la cueva y apresuradamente yo temeroso y preocupado y Pelayu contento por hallarse harto, reunimos el rebaño y nos encaminamos hacia la aldea, parecía que hasta las mismas cabras que en otras ocasiones se mostraban rebeldes y saltarinas, aquel desdichado día caminaban cabizbajas y avizorantes, observando en todas las direcciones con pronunciosa alteración, buscando aquel macho cabrío que las dirigía y dominaba con su orgullosa presencia, haciéndose notar en todo momento, por el continuo tañir de su zumbiétchu (cencerro), que por primera vez en el rebaño no se sentía el caidonante ruxíu (dirigente sonido). Pienso yo que solo contento caminaba vigilante mi fiel Pelayu, porque ya nadie en el rebaño se atrevía a discutirle sus ladridos o frágiles mordiscos, cuando por orden mía a las cabras con eficiencia les infería. Más sin embargo yo, al igual que a mis cabras, algo me tenía también apresado, algo extraño para mí, por primera vez a mi espíritu esclavizaba, que ni era tristeza ni pena, pero sí era miedo y grande desesperanza. Siempre que retornaba con mi rebaño a la aldea, cuando en las atardecidas la montaña abandonaba, mi corazón ameruxáu d'allegría (rebosante de alegría) a mi garganta un torrente de cante le rogaba, y ésta inocente y falta de todo perjuicio, sintiéndose tan dichosa como los mismos celestiales ángeles, cantaba recias asturianadas, mientras que todo mi ente, afanosamente afalaba (arreaba) las cabras. Quizás cantara yo aquellas horas con más gracia que en todo el día por alegre que fuera y pudiera tener, porque por así decirlo me acercaba al sencillo y noble vivir de las gentes de mi aldea, pues diez o doce horas en la continua soledad que en las montañas me acompañaba, para un rapacín como yo era, eran muchas horas desamparado de la comunidad humana, y sobre manera yo, que con ser mi cuerpo ágil y fuerte hasta casi rayar en el desuso, empequeñecido se quedaba si le comparaba con mi espíritu tan ensoñador e imaginativo, que todas las cosas al engrandecerlas confundía, menos el miserable pan de la maxera (artesa) que mi amo me entregaba, que a pesar de ser tan escaso, jamás supe imaginar nada para engrandecerle. Estaba mi amo a la entrada de la aldea esperándome como siempre hacía para ayudarme a xebrar el rebaño, ya que como eran tantas cabras, no cogían todas en la misma corte (establo), y había que llevar parte de ellas a otra cortexa (cuadra pequeña) que estaba en la parte opuesta de la aldea. Entretenía siempre su espera el condenado de mi amo, hablando con un artesano del lugar, que se dedicaba a la fabricación de yugos y madreñas, que tenía su taller montado debajo de un hórreo, que estaba asentado a la salida de la aldea, mismamente en la desembocadura del pedregoso y empinado sendero que venía de la montaña. Desde tal lugar él sentía con antelación el potente tañir del zumbiérchu (cencerro) que ximielgaba (movía) con fuerza y hasta con orgullo el estupendo semental de su rebaño, entonces él liquidaba por el momento con el madreñeiru la conversación que estuviesen embargando, y dedicaba toda su atención a su rebano, observando con avarienta atención, en el propiar si sus ganados venían fartus óu famientus (hartos o hambrientos), o si alguna de sus cabras venía coxa (coja) por mor de haberle caído una piedra o cualquier otro accidente que hubiera acaecido, como solía ser normal algunas veces. Pero aquel inolvidable para mi atapecer (atardecer) vio antes sus cabras que escuchara el ya inexistente zumbiétchu, por eso con su vozarrón de trueno, y como una centella por mí temido, me preguntó a la distancia de una piedra lanzada cuesta abajo: —¿Qué fói lu que pasóu Xulín...? —¿El chivu perdiu 'l mayuelu...? —Quería decirme, que si el cencerro que llevaba su chivo, había perdido el majuelo, o pequeño péndulo que lleva dentro el cencerro. —Esto también era frecuente que sucediese. Contestele yo desde aquella altura con mucho menos miedo que si me encontrase ante su presencia, diciéndole que el chivo se había despeñado, y arriba en la montaña se encontraba muerto. Estas mis palabras que en el viento camino de la aldea mi voz empujó con fuerza, fueron escuchadas por mi amo que se encaricotóu (encendió) en una rabiosa tristeza, que si pudiese desahogarla, seguro que en mi persona haría él su complacencia. También la desgracia del chivo, que por mí a voces era anunciada, fue oída por algunos otros vecinos a parte del madreñeiru, y como aquel semental de macho cabrío había sido siempre tan aponderado e idolatrado por el babayu (bocazas, charlatán) de mi amo, que con su dichoso cabrón los vecinos de la aldea ya habían pescado la costumbre de decir siempre que alguien ponderaba una cosa, ¡non si paezme a mín, que moren más castrones que Manín na nuesa aldea! Bueno pues como estoy contando, todo el lugar en pocos minutos se había enterado y en parte congregado a la salida del camino que bajaba de la montaña, ya que la muerte de aquel chivo que había ya dejado entre ellos la ya dicha cantinela, les había algunos los más envidiosos y vengatibles alegrado, y a los otros los más sentimentales y nobles les entristecía la muerte de tan comentado castrón. (También se suele llamar castrones a los chivos muy grandes). Al fin entré yo en la aldea quizás con el mayor recibimiento que jamás a nadie le hicieran, y todos atropelladamente me preguntaban lo que con el dichoso castrón me había sucedido, y yo les repetía a la par que intentaba xebrar las cabras para llevarlas a sus respectivas cuadras, que se había despeñado y que todo descuatramindáu (deshecho, desarmado) se quedara en la montaña. Un ratiquín (un tiempo) más tarde, y ya siendo casi la oscurecida, tres vecinos del lugar haciendo cuadrilla con mi amo, caminaban en pos de Pelayu y mía, otra vez camino de la montaña, para enseñarles donde estaba estrapayáu (aplastado) el chivo, con el propósito de bajarle para casa, con el fin de aprovechar su piel y carnes, que serían curadas bajo las barras del xardu (secadero) una estupendísima cecina. Llegamos a la postre ya con la noche tan negra como la boca de el lobo, al xeitu (sitio) donde el chivo fechu 'n chaceiru (hecho un deshecho) ya en el frío de la muerte sin despertarse dormía, tanto Manín que yera mi amo, como los tres vecinos que le hacían compañía, sudorosos y respirando medio ahogados por el tremendo esfuerzo que suponía subir con tanta rapidez hasta tamaña altura, sin perder un momento amarraron el animal por las cuatro patas juntas haciendo cucara (en montón, juntándolas todas) con una cuerda que para tal menester ya traían, y colgándolas de un fuerte y largo palo del que también venían poseídos, echáronselo al hombro entre dos, y con menor rapidez y mayor precaución, relevándose entre ellos conseguimos llegar sin novedad a la aldea. A pesar de ser casi la media noche, aun había algunos vecinos en reunión dentro de al parecer amena charla que quizás tuviese mucho que ver con el castrón, Manín y con mi desventurada persona, esperándonos en el lugar donde el madreñeiru trabajaba. Entramos todos en procesión rumorosa en la corralada de la casa de Manín, detrás del cabrón que colgado del baral sofitado en los hombros de dos vecinos se xiringaba (balanceaba), vigilado siempre con sonrisa ladina por mi fiel Pelayu, que comprendía que al no tardar, iba a saciarse hasta el no poder manducar más, con los rojos hígados de quien en vida, le hubiera hecho correr con cierto temor con el rabo entre sus piernas. Mientras que mi amo y sus serviciales vecinos se disponían a desfoyar (desollar) colgado de unos garfios que había debajo del hórreo al desgraciado chivo, la muyer (mujer) de Manín sin parar de condolerse, y hasta inclusive queriendo a mi endilgarme parte de la culpa, me dio de cenar una escudilla de farines (harina de maíz cocida) con una taza de leche de cabra, porque la leche de las vacas la tomaban ellos y la que sobraba la hacían en manteca, que tampoco yo nunca la probaba. Por primera vez no se hallaba sentado a mi lado sacando la lengua y relamiéndose, mirándome con sus ojos inteligentes en espera que yo le tirase delante de sus narices una cucharada de mi comida a mi fiel Pelayu, pues él sabía que al lado del castrón, tenía una fiesta grande con sobrada pitanza. Comía yo vorazmente aquellas puliendras (farinas), a tan desusada hora de la noche, sin que mi mente de pensar cesara, y antes de terminar mi miserable cena, una luz que me llenó de cierto temor en mi cerebro escendiose, para decirme con su claridad, que no iba a transcurrir mucho tiempo antes de descubrirse mi mentira, porque al esmianaye 'l pelleyu (quitarle el pellejo) al castrón, le encontrarían incrustadas en su cuerpo las postas que le habían matado, y me interrogarían sobre tal suceso, siendo yo al momento un cómplice y encubridor de la muerte del condenado cabrón, que según parecía me iba a dar guerra hasta después de ser muerto. Seguramente querrían saber el por qué les había mentido, haciéndoles creer que se despeñara, cuando a la prueba estaba que fuera abatido por un tremendo pistoletazo. Bajé después de cenar a la corralada donde los hombres andaban a vueltas en la desfoyadura del castrón, a la luz de un par de candiles de carburo y no llevarían un cuarto de hora reparándoles en su circunstancial oficio de carniceros, cuando Antonón el de la Cuandia dijo sorprendido mirando para mi amo que le alumbraba con el candil en la mano para que los otros vieran mejor en la faena que encalducaban (hacían). ¡Ah Manín, isti castrón non morrióu comu diz el tou criadín despeñáu, pos tién ente 'l coración ya lus polmanes un manegáu de postes llancades, asina que si quiés saber quién l'achuquinóu, pregúntaye 'l tou rapazacu, lu que axucedióu! ¿Qué ye lu que me tas diciendu...? ¿Quién diañus diba pegái 'n tiru 'l miou cabrón ? Antonón arrabucandu d'ente les asaures del chivu cuatru ou cincu postes que yeren de grandies comu arbeyinus rancuayus, díxole 'l miou amu metiénduyes per dellantri 'l focicu: ¡Mira Manín, ístu fói lu qu'achuquinóu 'l tou chivu! (Ah Manín, este cabrón no murió despeñado como dice tu criado, pues tiene entre el corazón y los pulmones un cesto de postas plantadas, así que si quieres saber quién le asesinó, pregúntale a tu muchacho lo que sucedió). (¿Qué es lo que me estás diciendo? ¿Quién demonios le iba a pegar un tiro a mi cabrón?). (Antonón arrancando de entre las asaduras del chivo cuatro o cinco postas que eran de grandes como pequeños guisantes, le dijo al mi amo mostrándoselas por delante de su hocico: ¡Mira Manín, esto ha sido lo que asesinó a tu chivo!). Hallábame yo detrás de ellos a media penumbra, por eso no pudieron ver cómo todo mi cuerpo temblaba, y mis mexiétchas (mejillas) se encendían como las mismas brasas cuando el viento las apuxa (atiza). Quizás si fuese a pleno día, me hubiesen sacado la verdad al descubrir yo mismo por mis síntomas externos la mentira, pero la noche, encubridora de toda claridad que profané sus negras vestiduras, me ayudó a ser firme e inamovible de mi primera mentira. Convencido mi amo de que le había engañado, acercose a mí con el candil en una mano, y llena su despreciable alma de ira, y enloquecida venganza, con la otra su mano, atizome un fatáu de morráes (varias galletas, tortas, guantazos) que dieron con mi cuerpo en el suelo, y antes de que yo pudiese huir del peligro que me rodeaba, levantome del suelo con la misma mano que tan vilmente me castigara, y a la par que alumbraba mi rostro donde la abundante sangre que manaba de mi nariz lo embadurnaba, me dijo mirándome con sus ojillos de bracu (cerdo) donde la maligua ira en un brillo salvaje se enseñoreaba: ¡Ahora mismo me vas a decir hijo de perra y de republicano asesino, que el día que asesinaron a tu padre que era lo mismo que tu un embustero y un bandido, te tenían que haber envenenado a ti, para que no pudieses hacer el mismo mal que hizo tu condenado padre, vamos, dime quién fue el que disparó contra mi chivo, dímelo pronto o terminaré contigo! Y al tenor que esto me estaba diciendo, su dura mano caía una y otra vez sobre mi rostro, y fue entonces cuando aquellos hombres de entre sus manos me arrancaron, pues al no hacerlo, quizás aquella bestia humana, que había luchado en defensa de la (PAZ DE ESPAÑA) fácil me hubiera asesinado, como seguramente acostumbrado debía de estarlo, al haber practicado tal demoníaco proceder, con otros indefensos inocentes, de los miles que asesinados fueron en Nuestra Patria, por cobardes, dañinos y miserables hombres, como lo era mi despreciable amo. Fue curado con agua fresca mi amoratado y sangrante rostro por Antonón de la Cuandia, que me aconsejaba cariñosamente, les dijese lo que con el cabrón me había en la montaña sucedido, y que no tuviera ningún miedo de contar la verdad que se buscaba, pues ella misma me protegería de quien me hubiera amedrantado para que no le delatara. Cuéntanos hijo si fueron los huidos quienes al chivo le dispararon, ya que nadie más que ellos pudo hacer tal cosa, y ten presente que si no nos lo dices ahora, mañana vendrán los guardias y ya verás cómo con ellos no puedes seguir negando. Díjele a Antonón el de la Cuandia, que yo estaba dormido, y que me desperté cuando sentí al cabrón bramar desesperado al tenor que bajaba rodando por entre los peñascos, siendo aquello todo cuanto yo había visto y oído. Volvió otra vez ya más sosegado mi amo a insultarme y amenazarme, y a la postre me ordenó que abandonara su casa, pues él no fartaba bribones que lejos de cuidar su rebaño, permitían que personas tan canallas como yo lo era se lo asesinaran. Marcheme de aquella casa de noche, maltrecho mi cuerpo y deshecha de sufrimientos mi infantil alma, sin más pertrechos que los que llevaba a costillas, que eran los únicos que poseía, y que constaban de un mono de caqui hecho de la guerrera de un soldado, con más remiendinos que de plumas tiene una gallina y de todos los colores que imaginarse puede, calzado con unas alpargatas de esparto donde los calcaños se asentaban en el suelo y los dedos lo mismo hacían por no quedar de las alpargatas nada más que la parte del centro. Por primera vez desde hacía varios meses que Pelayu era o mejor dicho había sido compañero inseparable de hambres y fatigas, de juegos y caricias, de largas soledades entre ambos repartidas, por primera vez digo, mi fiel compañero ya no me seguía, me traicionaba el muy ladino por unas piltrafas que de vez en cuando aquellos hombres que carniceraban en el cabrón, le arrojaban en el empolvado suelo de la corralada, para él valía en aquellos momentos más la asquerosa pitanza, que todo el cariño que yo pudiera brindarle, ya no se recordaba el muy desagradecido de que yo repartía con él a partes iguales la escasa comida que para mi sólo me entregaba el llabascón (cerdo grande) de mi amo, en una palabra, Pelayu era un desagradecido y egoísta, propiedad que en mayor o menor cuantía, va fusionada en el instinto de todo ser mamífero de la Tierra. Llegué aquella primera noche de mi vida, que había sido maltratado, insultado, golpeado, pisoteado, arrastrado y ofendido a tan gran profundidad y altura, que dudo que a mis años en todo el mundo, a nadie le hubiera sucedido tan inhumana atrocidad, cuento yo, que hice mi entrada en la casa de mi madre, que en la sazón se encontraba trabajando en una alejada aldea, en el caserío de otra viuda que su marido había sido asesinado en el cementerio de San Salvador de Oviedo la misma noche y en el mismo paredón que fusilaran a mi padre, así pues, hallábame yo sólo en casa y eso enormemente en aquellos momentos me alegraba, pues si mi madre hubiera estado en la casa, le haría sufrir aviñonándome yo de pena, y quizás ocurriesen peores cosas, ya que mi madre era, y aun sigue siendo, y Dios me la conserve muchos años, pues fue lo mejor y lo único que he tenido en mi existencia, mujer de duro carácter, intrépida y valiente hasta no tener el más pequeño temor, de pelearse ella sólo contra todos los moradores de la aldea. ¡Cómo mi madre, nacen en un siglo pocas mujeres! Al día siguiente que era domingo, y por tener en la parroquia a que pertenecía mi aldea, un cura que para demonio había nacido, ya que el muy condenado había conseguido de las autoridades una ley, que no se quién se la había fabricado, pero el caso es que existía, y condenaba a todos los vecinos a oír la Santa Misa, y a no trabajar ni en las tierras, ni en los prados, ni en nada, bajo pena de una multa que la ley considerara justa por ser injusta. Como yo ya no tenía trabajo, pues cuidar los ganados estaba permitido, y aquel gochu de mi antiguo amo desde aquel día tendría que hacer el trabajo que como un miserable esclavo yo le hacía, me levanté tarde del único xergón de fuéa (jergón de hoja) que en la casa había, que lo había industriado de unos sacos, porque todo cuanto poseíamos que era bien poco, al terminar la guerra el honrado vencedor nos lo había robado, y no contentos con esto, todavía fusilaron a mi padre, acusándole de haber robado grandes cantidades de dinero, de haber hecho esto, lo otro, y lo demás allá, y todo porque se le querían cargar cuatro caciques, como se ha hecho en todos los lugares de mi Patria buena. Noté que me dolía el rostro y que le tenía ensangrentado, no pude mirármelo al espejo. porque éste era un lujo que en mi casa no existía, así pues, me fui hasta el río que por detrás de mi casa pasaba, y me lavé como mejor pude, secándome después a las sucias y ásperas mangas de mi mono, y sin desayunar nada, porque en la casa no habla ni la más mínima consolación de comida, me dirigí a oír la misa, ya que yo de pequeñín era muy creyente y religioso. Estando yo enredando (jugando) con algunos otros guaxinus (niños) de mi aldea, en espera que tocase la última campanada para entrar en la iglesia, vi llegar la pareja de la guardia civil y un vuelco de temor revolvió mi ánimo, que casi consiguió ordenarme que saliese corriendo, huyendo pronto de aquel nuevo peligro que me acechaba. Sin embargo no lo hice, porque o no era lo suficientemente valiente, o lo necesariamente cobarde para hacer tal cosa, lo cierto es que cesé de jugar y me quedé mirando para ellos, lleno de temor, de tristeza, de pena. Preguntaron a alguien quién era yo, uno de mis vecinos me señaló, entonces los guardias me llamaron, y yo hacia ellos avancé, cabizbajo, temeroso y desamparado, igual los niños que los vecinos me miraban sin urniar (decir) palabra, muy posible muchos de ellos, tanto fascistas como rojos, vencedores o vencidos, sintiesen una profunda pena al ver aquel niño, desventurado e inocente ruina que dejó la vil venganza de la posguerra, avanzar sin protección ni cariño de nadie hacia los guardias, al fin llegué junto a ellos y me los quedé mirando, no me gustaron sus rostros, que me parecieron dos demonios, entrambos se quedaron mirando unos momentos en silencio mi rostro, en el que se podía leer la despreciable cobardía y nefastosas intenciones, que se enraizaban en el podrido sentimiento de mi amo, pude comprobar que esbozaban una tenue sonrisa, y no pude descifrar, si era que les alegraba observar el sello del martirio anclado en mi cara, o si por todo lo contrario, me dedicaban un consuelo de lastimosa consideración. Qué enano era yo físicamente en aquella lejana y para mi inolvidable, desgraciada y maestrosa mala época, si desde mi distancia también en el momento mi señora prisionera, proyectó mi mente siempre libre, como el misterioso dios que en cada mente humana vive, cuento yo que si me observé ante toda aquella gente, asustados los unos, hartos de maltratos, satisfechos los otros, por formar parte del mando, e indiferentes los restantes por no contar nada en ningún bando, digo que si me vi tan insignificante en mayor cuantía todos cuantos me rodeaban eran, ya que ninguno de ellos optó, en defender a un niño inocente y lleno de temor, que no había cometido más delito que el matar sin querer a un chivo, que era menos cabrón que todos aquellos papalbus humanos. Uno de los guardias con el mosquetón en la mano, me acarició mi corta y jamás peinada cabellera, pues nada más que tenía dos dedos de larga, mi madre me la rapaba al cero para que los abundantes piojos en ella no sembraran la descendencia de sus miserias, y a la par que esto hacía tan despreciable celador de una ley muy poco justiciera, con palabras que pretendían ser cariñosas y amables me dijo: —Ya veo por las caricias que luces en tu rostro, que con todo merecimiento y sin ninguna duda el señor Manín te ha hecho, que eres un niño rebelde, desobediente y malo, que te niegas a decir la verdad, y por lo tanto por todos estos endemoniados pecados irás al infierno, así es, que si ahora mismo no me dices quién fue el que disparó contra el chivo de tu amo, yo también tendré que castigarte. En esto estábamos el guardia y yo rodeados por los vecinos que no decían ni pío, cuando hizo acto de presencia el señor cura, que relevando a la autoridad de su palabra no así de mi persona, me aconsejó apoyando sus frases en la Divinidad de Señor, para que les contase la verdad que me liberaría de todos mis sufrimientos. Díjele al cura lo mismo que al guardia que yo estaba dormido, y que sólo me había despertado al oír al chivo berrar a la par que bajaba por entre los peñascos rodando. La ruda mano de aquel guardia, que seguramente había sido toda su vida un rústico campesino y que la guerra le había liberado de tan honrado lugar para colocarle en el más delicado de los oficios, como es el de servir con dignidad a la Justicia, cuento yo que aquella pesada mano de aquel hombre que pensaba que las personas había que tratarlas como a las bestias con las que él hubiera vivido siempre, dejó de acariciar mi cabeza y sus dedos se aferraron como si fuesen fuertes murgazas (tenazas) a una de mis uréas (orejas), y sonriéndose como si me estuviese el muy hipócrita acariciándome, a la par que me rogaba que le contase la verdad, me apretujaba con tal fuerza, que el dolor que me inyectaba me hacía ver todas las estrellas. Creo que lo que más le molestaba aquel cobarde representante de la ley, no de la Justicia, era que yo, que la vida ya me había forjado en saber llevar el sufrimiento, ni llorara, ni gritara ni menos me quejara de nada, por eso el infame seguía despiadamente con todas sus fuerzas apretándome, aun es hoy el día, que cada vez que me recuerdo de aquel momento mi oreja se pone tan rápidamente colorada, que hasta me molesta el calor que alumbra. Así en este atroz sufrimiento yo me debatía, sin que nadie de los allí reunidos por mí intercediera, dentro del horripilante dolor que me producía aquel estrapayáu d'uréas (retorcimiento, aplastamiento de orejas), cuando llegó mi madre ante la concurrencia, pues como era domingo, bajaba la pobre de aquella aldea donde toda la semana había estado trabajando, trayendo encima de la cabeza una manieguina (cesta) llena de viandas que en el caserío le habían dado a cuenta de su esfuerzo. Cuando mi madre me vio a mí, en tal escarnecimiento, tiró la manieguca al suelo, y llena de una fuerza airada que la multiplicaba, se acercó tan randa como una centella hasta mi verdugo y arrancándole el mosquetón de un fuerte tirón de entre su mano, le pegó con él tamaño golpe encima de sus costillas, que dio con él como si se tratara de un muñeco de trapo en tierra. Antes de seguir con esta cierta historia, voy hacer un inciso, para describir muy someramente cómo era mi madre en aquella época. Era joven, aun no llegaría a los cuarenta años, y a pesar de su juventud, ya había perdido la pobrecita dentro de los mayores sufrimientos que se puedan imaginar, a dos hijos que luchaban en la guerra, a su marido que fuera fusilado y a todo cuanto poseía. Mi madre como perteneciente a la más ancestral raza astur, era rubia, con el pelo del color de la miel, o de la escanda sazonada, tan abundante lo tenía, que cuando lo llevaba suelto y se acuruxaba (agachaba) le tapaba todo su cuerpo como si lo cubriera con una preciosa manta. Sus ojos eran a veces tan azules como el transparente cielo de una mañana de primavera, y en ocasiones eran tan verdes como los mismos campos de nuestra aldea. Era tan pura y recia como la misma madre naturaleza, inamovible en sus decisiones, honrada y justiciera. Era una auténtica astur procedente de la primera raza que pobló las ubérrimas montañas de mi noble tierra, y no una mistificación como somos hoy en día más del noventa por ciento de las gentes asturianas, enraizados con todos los colonizadores de nuestra tierra. Mi madre enojada era una invencible fiera, y tranquila y serena, era tan hermosa y dulce como incomparablemente lo es mi asturiana tierra. Y ya dicho con suficiente claridad como era esta excepcional mujer, vuelvo a centrarme en el desaguisado que mi madre justicieramente preparara, con una valentía y decisión tal, que dejó a todos perplejos y anonadados, pues el guardia que en posición ridícula espanzarrado moraba en el suelo, desde tal lugar miraba con ojos desorbitados a mi madre que con el mosquetón en la mano y a la par que se lo arrojaba con fuerza y mala sangre contra su pecho le decía: ¡Yes un llimiagu, lu mesmu que toes istes xentes que conxentíen, qu'dellantri de la mesma ilexia del Faedor, y'en prexencia d'isti cura escosáu de coyones ya xusticieres razones, lú mesmu que tous vuexotrus que sois una cabaná de baldreyus, que tu que yes un cachiparru, martirizares a isti nenín pequenu, ya s'ístu faedis con miou fíu qu'entavía 'l probitín non sabe dúnde come, ¿qué faeredis con les prexones mayores? (Eres un rastrero baboso, lo mismo que todas estas gentes que te consienten, que delante de la iglesia de Dios y ante la presencia de este cura que no tiene ni cojones, ni justicieras razones, lo mismo que todos vosotros, que no sois nada más que un rebaño de cobardes, que tú que no eres nada más que un parásito martirizaras a este pequeño niño. Y si esto haceís con mi hijo, que todavía el pobrecito no sabe de dónde come, ¿qué hareis con las personas mayores...?). El otro guardia que sin lugar a dudas parecía un hombre con mejores sentimientos que el gusano que me había martirizado, intentaba sujetar a mi madre propinándole palabras que le aconsejaban que no complicara más las cosas, mientras que su repugnante compañero se levantaba del suelo, y ya con el arma entre sus manos, la enarboló por encima de su cabeza en amago de dejarla caer encima de mi madre a la sazón que con una inquina maligna y cobardosa le decía: ¡Si fuese usted un hombre, ahora mismo le partía la cabeza en dos para que al final de su existencia comprendiera usted, que el deber de todo ciudadano es respetar a la ley! A lo que mi madre le respondió de la siguiente manera: —Si you fora un home, a usté había qu'allevantalu dóu tá, p'ancuandiálu debaxu tierra, que ye 'l llugar quéi cuerresponde a la xentuza baldreyante comu ye usté. Ya tocante a la ley que reprexenta, que ye tan betchá de maldáes comu usté mesmu, pásula you ya toes les prexones decentes pente les piernes ya mexamus per echa. ¡Perque isa lley que tantu cacaréa achuquinóu ya t'achuquinandu a fatáus d'iñocentes, sin respetar nin al vietchu que t'encantu la xepoltura, nin al xoven qu'entavía non golióu 'l tafu de papalbus ya rapiegus que tienen tous los comedores que la endubiechan y'esmarachen! (Si yo fuese un hombre, a usted había que levantarle del lugar donde se encuentra para enterrarle bajo tierra, que es el sitio que le corresponde a la gentuza cobarde como lo es usted. Y tocante a la ley que tanto cacarea, que está tan rica de maldades como usted mismo, la paso yo y todas las personas decentes por entre las piernas y meamos por ella). (¡Porque esa ley que usted representa, ha asesinado y está asesinando a muchos inocentes, sin respetar ni al viejo que ya se encuentra al borde de su sepultura, ni tampoco al joven que todavía no se ha olido, el característico mal hedor que emana de los comedores, indeseables y ladrones que la han hecho, así como ustedes que atropelladamente obligan a punta de pistola y látigo a que se cumpla!). Aun puedo ver en los rostros de todas aquellas gentes que nos rodeaban, desde esta asquerosa celda donde viviendo el presente que me aprisiona en esclavo de unas injustas ordenanzas, mi mente desdoblándose en dimensiones pasadas, añora con tristezas y alegrías, las primeras alumbradoras fuentes de toda mi desgracia. Sí, veo los ojos asustados de algunos de mis convecinos, que al escuchar aquellas graves y acusadoras palabras que mi madre airada, enloquecida y por toparse en su justo desquiciada, le decía a aquel guardia que tan cobardemente la amenazaba. Sí, veo como todos ellos con tristeza pensaban, que mi madre no iba a salir de aquel asunto bien librada. Pues en aquellos tiempos por menor delito, al paredón de fusilamiento llevaban a personas más recomendadas. Vi los ojos de aquel guardia ruin y rastrero, vilos cómo se llenaban de una alegría satánica, quizás en otras ocasiones ya por él vivida, cuando a tantos inocentes martirizaba o asesinaba. Vi cómo dejó de amenazar a mi madre, cómo colgó el mosquetón de su hombro, y metiendo la mano sonriendo canallescamente en su macuto, sacó unas relucientes esposas con las que se disponía a encadenar a mi madre en el lleldar (acaecer) que le decía: —La voy a llevar a usted y a su hijo detenidos hasta el cuartelillo, y allí, le enseñaremos a usted a respetar la ley y el orden, ya verá usted cómo cuando nosotros la dejemos, no se le ocurrirá jamás ofender a la ley y al régimen, ni aun en su propio pensamiento. Y en cuanto a su cachorro, que parece ser tiene su misma casta, también le enseñaremos a decir la verdad aunque tengamos que arrancarle la lengua. Fue entonces cuando uno de los dos principales caciques de la aldea, que también ye menester que cuando encarte les diga cómo eran, le dijo al guardia con palabras amenazadoras: ¡Dexe tranquíl ista muyer ya 'l sou fíu, pos güéi mesmu vou cuntaye you 'l sou xefe la clás de guardia que ta fechu. (Deje tranquila a esta mujer y a su hijo, y hoy mismo le voy a contar a su jefe la clase de guardia que está hecho, que se ha dejado desarmar por una mujer cuando cobardemente usted martirizaba a su hijo, poco puedo poder yo si no le hago catar covixu noitre ufixu (oficio), perque nisti de guardia paeme amindi que nun ten llixa (arte, valer, etc.). La fuerza y poder que tenían aquellos desalmados caciques en aquellos tiempos de desalmados vivires, achindi mesmu xuntu lus mious güétchus (allí mismo frente a mis ojos) quedaba bien claro, porque aquel guardia aviñonáu de miéu (lleno de miedo), se justificaba rastrera y servilmente pidiéndole perdón aquel hombre que no había sido en toda su vida nada más que un verdadero canalla, per ístu miou má noxá fasta cuaxí la llocura dista maneira le falóu (por esto mi madre enojada hasta casi la locura de esta manera le habló). —Lu que me faltaba per uyír, que tena que debéi cumplíus a isti baldrayu d'achuquín, que dexóu la nuexa 'ldina xemá de güerfaninus dexamparáus de la mán del Faidor ya de lus homes. (Lo que me faltaba por escuchar, que tenga yo que deberle favores a este cobarde de asesino que dejó la aldea sembrada de huérfanos desamparados de la mano de Dios y de los hombres). ¿Nun foste tóu sou banduerru de lus enfermus el que denuncióu 'l miou home paque me l'achuquinaren na cárxel d'Uviéu? (¿No has sido tu comedor, canalla de los infiernos el que ha denunciado a mi marido para que me lo asesinasen en la cárcel de Oviedo?). ¿Ya con lus fíus de Manolón el Gocheiru...? ¿Qué foi lu que fixiste conechus baldrayán? Que yeren un par de rapazus más bonus qu'el pan d'escanda qu'enxamás fixerun mal a naide, ya cundu taben per aquíndi de millicianus, ya tóu t'encovaxabes fugáu per les branes, tóus xapiemus na cabana que t'empayaretabes, ya tantu nuexóitres perque yeras veicín comu aquechus ñocentinus rapazus qu’achuquinasti deximiémuste xempre pa que nun te prendieren. Que fatiquinus forun lus probetayus rapazus, y'anxín pagarun con las sous vides les sous fatezas, pos se te viexen deñunciáu, nistes gores tabes fechu 'n meruxéiru de merucus, xustamente lu que yes, y'echus taríen vivus al lláu de lus sous pás. (¿Y qué has hecho con los hijos del Cerdero?, que eran un par de mozos más buenos que el pan de escanda, que no han hecho más mal los pobrecitos, que cuando fueron al servicio militar por la quinta; y estuvieron por estos contornos de milicianos, mientras que tu andabas por la braña huido, y sabiendo nosotros en la cabaña donde te refugiabas, no te hemos denunciado porque eras nuestro vecino, aunque tuvieras la idea política que te diera la gana, que no debe de ser ninguna, porque te parió tu madre canalla desde la entraña, pues como te estoy diciendo, tanto aquellos grandes rapazos como nosotros, te olvidábamos siempre para que nunca te cazaran. ¡Qué tontos fueron aquellos pobres y desgraciadinos muchachos, y así pagaron con sus vidas sus tontezas, pues si te hubiesen denunciado, a estas horas, tu estarías hecho una verbena de gusanos, que ni más ni menos es lo que eres, y ellos estarían vivos al lado de sus desesperantes padres!). Todos escuchaban a mi madre silenciosos y asustados, considerando algunos con tristeza, que mi madre se había vuelto turulata (loca) para atraverse a manifestar acusadoramente ante los guardias, el cura y el pueblo, lo que todas las gentes de la aldea sabían que era cierto, pero no se detuvo mi madre en el acuse que le hacía aquel villano de todas sus bellaquerías, pues al no encontrar nadie que la importunara, siguió con su palabra y con igual fuerza mortificándole de esta manera: —E nus tiempus d'endenantes, cundu lus roxus mandaben lu mesmu que vuexotrus facedis nagora, non trañia l'esquilona de l'ilexa p'axuntanus en conceyu p'uyír la misa tres el cura, perque pieschada taba la casa del Faidor, ya con lus curas lus roxus nagua querían, peru a pesar de tar tan lexus del Faidor, a naide s'achuquinóu n'aldea, ya se morrierun un par de rapazus, fói nel frenti, peru nagora que tenemus l’ilexa 'l entestate, y'un cura que coyius de la man quiér chevanus a tóus pel atayu de non sei que Dios, ya non sei que cielu, pos con tou isti telar, entremedáu de cures, ya caciques comu lu yes tóu, de confexones, mises ya xermones, achuquinasteis n'aldea 'n poucus dies, más xentes que de mala manera, enxamás de lus xamases en Asturies murrierun. Se tóu xupiés so lladrón achuquinante, lu mesmu que toes istes xentes que m'acorrelan, lu que you tenu xufriu nes comunicaciones de la muerte que se encaldaben na cárxel d'Uvieu, dúnde 'l miéu ya 'l espavoríu facien fuercia, únde 'l fríu enxenebráu la entraña te queimaba, únde les chárimes esbocáes en el glayíu xapoixaben, atristeyáus ya dollores qu'eszarapicaben, tous lus xentíus de cuantus escuchaban. Non puéu apoixar de mious videtches, lus güeyus enfervecíus de aquechus homes, qu'agoxáes allumbraben engafuráes chárimes, con les manes tembluqueántes per el miéu, acoyendu con desesperación las rexes de fierru, que non lus dexaben en postreira vez, abrazar a la sou muyer ya lus sous fíus, qu'ameruxáus de cariñu, ya betcháus de dollor, choraben ya glayaben, xiringáus per el amore que profexaben naquel home, que yera 'l pá de lus fíus, el mantín desous quereres, y’l caidonal del sou llare. Naide algamía per mor de aqueches rexes de fierru entemedades, falagar cómu postreira despedida, a la muyer nin al home, nin lus pequeninus fíus, que güerfaninus naquecha nueche diben quedaré, perque banduerrus baldreyus lu mesmu que tóu, lus deñunciaben y'acusaben de faer fatáus de couxes, que ni nel xoñéu lus probetayus dacuandu lleldaren. Tóus nun mirabamus atristeyáus per debaxu la borrina qu'acobertoriaba lus güeyus encarnispáus pe les chárimes, ya lexus de falanus tantes couxes, nel tiempu tan escosu que nus daben, esfaíamonus en playíus choramiqueirus llastimeirus e nes fanes más mortales. Enclicáus tous per un dollor que nes entrañes esquiciáu t'esgarduñaba, tabamus fatáus de xocenes muyeres que güéi toes viudes y'esgraciaínes semos, enlloquecides y'engarrinchades a les rexes que a la llibertá ya la xusticia trincotiaben. Nagua podiamus decinus, perque la pallabra afogábase na conguetcha qu’el alma esfaída pe la tristieza sacupaba, sous penares nel gargüélu, a munchus el dollor añuedábayes el celebru con tal prietura, que esmurgazábanse col xentíu perdíu nel enllabanáu xuelu. Alcuérdume comu s’agora mesmu fora, ya xamás de lus xamases tal desxusticiáu, endiañáu, baldreyóuxu ya chuquinamientu de xentes abondes d'eches tan iñocentes comu isti rapacín, que la mesma lley qu'achuquinóu a suo padre, martirizóulu a él, ante 'l cura, que mangonéa la mitá la aldea, y'isti banduerru de cacique dumeña entrambas partes, ya tous voxoutrus qu'empaparáus per el miéu, olvidósebus defender tou lo güenu per lu que lus vuesus homes llucharun ya morrierun ¡Sin alcuerdume d'aqueches canallesques comunicaciones que se lleldaben na cárxel d'Uvieu, ya non esborraránseme de les mious vidatches metantu que la vida me acompañe! (En los tiempos ya pasados, cuando los rojos mandaban lo mismo que vosotros hacéis ahora, no tañía la campana de la iglesia, para llamarnos y rejuntarnos a todos en fraternal comunidad, para escuchar la misa detrás de un cura, porque cerrada estaba la Casa de Dios, y con los curas los rojos no querían saber nada. Pero a pesar según parecía de que se encontraban muy lejos del Hacedor, a nadie asesinaron en la aldea, y si han muerto un par de jóvenes, ha sido luchando en el frente. Sin embargo ahora, que tenemos la iglesia siempre abierta y un cura que asidos de la mano, quiere llevarnos a todos por el camino más corto para alcanzar, no sé a qué dios, ni tampoco a qué cielo, pues con todos estos sucederes que ahora están pasando, entretejidos por los curas, y por caciques como lo eres tú, de confesiones, misas y sermones, habéis asesinado en la aldea en pocos días, más gentes que de mala manera, jamás de los jamases no contando estos tiempos, en todo Asturias han muerto. Si tu supieras so ladrón y asesino, lo mismo que todas estas gentes que nos rodean, lo que yo he sufrido en las famosas comunicaciones de la muerte que se hacían en la cárcel de Oviedo, donde el miedo y el pavor, hacían fuerza, donde el helado frío que el temor producía, al mismo tiempo las entrañas te quemaba, donde las lágrimas deslocadas en gritos lastimeros se posaban, haciendo tristezas y dolores tan inmensos, que despedazaban todos los sentidos de cuantos escuchaban. No puedo apear de mi cerebro los ojos enardecidos de aquellos hombres, que a cestadas alumbraban envenenadoras lágrimas, y con sus manos temblorosas por el miedo, cogían con desesperación las rejas de hierro, que les prohibían por última vez, abrazar a sus mujeres e hijos, que llenos de cariño y ricos de dolor, lloraban y gritaban desesperadamente, movidos por el amor que profesaban a aquel hombre, que era el padre de los hijos que quedarían ya para siempre desamparados, el amante esposo de sus quereres, y el fuerte guía de sus lares. Nadie alcanzaba por la causa de aquellas rejas de hierro fuertemente entretejidas, halagar como última despedida, a la mujer ni al hombre, ni a los amados y pequeños hijos, que huerfanitos aquella noche si iban a quedar, porque indeseables cobardes lo mismo que tu eres, les habían denunciado y acusado, de haber hecho muchas y malas cosas, que ni en el sueño los pobrecitos, jamás ni habían pensado. Todos nos mirábamos entristecidos, por debajo de la niebla que nublaba los ojos enrojecidos por las lágrimas, y lejos de hablar de tantas cosas en el tiempo tan corto que nos daban, nos deshacíamos en lamentos lastimosos, que nos precipitaban en los abismos más mortales. Agachados todos por un dolor que en nuestras entrañas enloquecido sin piedad las arañaba, estábamos en aquella triste ocasión, muchas jóvenes mujeres que hoy todas viudas y desgraciadas somos, enloquecidas y agarradas con desespero a aquellas rejas, que a la Libertad y a la Justicia pisoteaban. Nada podíamos decirnos, porque las palabras ahogábanse en la garganta, que el alma deshecha por la tristeza, vertía en ella sus penares. A muchos el dolor les aprisionaba el cerebro con tal fuerza, que se desvanecían privados del sentido entre las losas que poblaban el suelo. Recuerdo como si ahora mismo estuviese sucediendo, y nunca jamás, tal injusticia, endiablada cobardía, y canallesco asesinamiento de gentes, muchas de ellas tan inocentes como este pequeño, que la misma ley que asesinó a su padre, le está martirizando ahora, precisamente ante la presencia del cura, que es el dueño de la mitad de la aldea, y de este indeseable de cacique, que domina entrambas partes, y de todos vosotros que llenos y dominados por el miedo, os olvidasteis de defender todo lo bueno y hermoso, por lo que vuestros hombres lucharon y murieron). (¡Sí recuerdo aquellas canallescas comunicaciones que se hacían en la cárcel de Oviedo, y que ya nunca podrán borrarse de mis sienes, mientras que la vida me acompañe!). Recuerdo perfectamente cómo todas aquellas gentes escuchaban a mi madre entre asombrados, y compasivos, entre temerosos avergonzados y ofendidos, y quizás hubiesen escuchado muchas más injusticias que habían hecho no los caballeros y valientes soldados, que denodadamente lucharon hasta conseguir la victoria, ni tampoco las juventudes que militaban en el partido triunfador, sino las gentes maduras, caciques que habían conservado la vida en entrambos bandos, que llenas de un odio vengativo y endiablado, habían hecho ellas más muertes criminales en la paz de la posguerra que todos los leales luchadores de enemigos bandos. Digo yo que mi madre con su cordura de mente les hubiese seguido acusando, si el cura, muy oportuno y diplomático, como son todos los religiosos de carrera larga, no se ausentara sin decir palabra, y ordenara al sacristán que tocase la última campanada, para entrar a la iglesia con el fin de escuchar la misa. Y ahora diré, que mal dicho está que yo diga que el sacristán tocase la campana, porque no había tal campana, ni en la iglesia de mi aldea ni en ninguna otra en todo el valle, ya que los rojos, se las habían llevado todas, no sé con qué fin ni propósito, como tampoco puedo comprender porque quemaban los santos que jamás les harían ningún daño, y dejaban con vida a indeseables como los caciques asesinos de mi aldea. Lo cierto es, que como campana de la vieja iglesia de mi aldea, había un trozo de raíl colgado del pórtico con una alambre, donde aporreaba el sacristán, con un martillo medio deshecho de los de cabruñar la guadaña. Nada más que el toque comenzó hacerse sentir, fueron las gentes desfilando tras la llamada de la postrera campanada, sin que nadie se osara replicarle a mi madre ni tan sola una palabra, bien fuese de desagrado o de conformidad con cuanto había enardecidamente manifestado. Todos se adentraron en la casa del Señor donde yo creo, que si el Nazareno pudiese apoixase (apearse) de la Cruz, no dudo que a todos ellos una tocata de barganazus les esfargayara. (Paliza de palos que en ellos prodigara). Dejó mi madre de reñir a voz en grito, pero siguió haciéndolo muy quedadamente, a la par que con gran remango recogía su cesta, que colocándola esta vez debajo el brazo, nos encaminamos para nuestro lar, mientras que aquellas gentes, culpables unas e inocentes las otras, le rogaban a Dios, los unos por sus pecados monstruosos ya cometidos, que en El no habían pensado cuando los ordenaban, los otros, quizás le pidieran paz y prosperidad para ellos, sus cosechas y ganados, pero Dios no escucharía ni menos ayudaría, ni al pecador tal vez arrepentido, ni al inocente libre de pecado, y lo sé por propia experiencia, porque yo, tantas veces le he llamado, suplicado y rogado, siempre a cuestas con el temor, la miseria y el desprecio que el mundo en mi había sembrado, y jamás El se dignó ni tan siquiera escucharme, porque si me hubiese escuchado, y no remediara con prontitud ni nefastoso sufrimiento, yo diría ya sin el menor equívoco, que el Dios que todos tememos y adoramos, no es nada más que un diablo. Y esto sin lugar a dudas es así, porque Nuestro Señor está harto de nosotros hasta la misma coronilla, y por eso pensó ya en inmemoriales tiempos, que o liquidarnos a todos, y olvidarse sin pena y con prontitud del mal invento que había industriado, o dejarnos vivir a nuestro aire, sin preocuparse ya para nada de nuestros haceres, hasta que la muerte nos lleve a su presencia. Caminaba yo detrás de mi madre, sujetándome con la mano mi dolorosa y sangrante oreja, que más doloroso sufrimiento me había reportado, cuando aquel imbécil y canalla de guardia me la había retorcido, que si me hubiesen molido todo mi cuerpo a palos. Llegamos a la postre a nuestra humilde casa, y siempre sin parar de reñir mi madre, de maldecir y de amenazar, estongóu 'l llar (limpió la cocina) de añejas cenizas, y con la rapidez con que ella solía hacer las cosas, tizóu ‘l fuéu (prendió el fuego) y después, puso un cazo lleno de agua con sal y unas hierbas (que ahora no sé cómo se llaman, pero que son muy buenas para las heridas) a hervir, y mientras que hervía, s'encaldóu nel trabayu de pulgar patacas (se hizo en el trabajo de mondar patatas), de las que había traído de la aldea de donde venía. Cuando el agua estuvo en su punto, que fue en el momento que ella terminara de aliñar las patatas ya listas para ser fritas, se dispuso mi madre a curarme, y al tenor que lo estaba haciendo, y viendo yo en su rostro retratado el cariñoso sufrimiento que por mí sentía, ella como siempre intentando disimular toda emoción, me preguntó dando muestras de un enfado cariñoso, ¿que qué era lo que había sucedido, o en qué líos me había yo alojado, para que los guardias me hubiesen puesto el rostro como un Ecce Homo? —Díjele a mi madre que el guardia no me había hecho nada más que estrapayáu l'uréa (deshecho la oreja), y que las otras heridas me las proporcionara el amo Manín, por las causas del condenado cabrón que ustedes ya saben. —Vi cómo las recias manos de mi madre temblaban al tenor que a mis heridas con aquella agua milagrosa me lavaba, sentí cómo su voz enardecida juraba y perjuraba contra aquel Manín de los infiernos, al cual ella decía, le iba a colgar la foiz (hoz) del pescuezo. Dio por terminada mi cura y en instantes me preparó la comida, que consistía en un buen cazo de patatas fritas con grasa de tocino, un gran cantezu (pedazo) de pan de escanda, y un escudiecháu de lleiche con borona (taza de leche con pan de maíz), y ya fartuquín fasta ‘l rutiar (harto hasta el eructo), preguntele que si podía ir a dar una vuelta por la aldea, a lo que ella me respondió afirmativamente, recordándome con amenazas, el que non m'engarricra con lus oitres rapacinus. (Que no me pelease con los otros niños). Cuando me dirigía al lugar donde todos los chicos por costumbre teníamos de reunirnos para enredar (jugar), en una de las callejas de mi aldea, me topé con Pelayu, que seguramente habría abandonado a su amo en el monte, por el extraño de no verme a mi como sucedía siempre. ¿Porque qué animal o persona con sentimientos nobles y cariñosos, podría vivir en la soledad del monte en la compañía de una repugnante bestia, como lo era Manín nuestro amo...? Viome primero Pelayu que yo a él le avistara, y casi estoy por asegurar, que me había olfateado antes de que yo desembocara en la calleja, donde él buscándose la vida por todos los rincones husmeaba. Porque yo jamás había visto a Manín, darle al pobre de Pelayu de comer nada, ya que Manín solía decir dándoselas siempre de razonero eficiente, que el perro no se le podía dar la esllaba óu llabaza de fregar lus cacíus (las aguas sucias residuos de lavar los cacharros de la cocina) porque estaban los bracus na cobil urniándu per llapalas (cerdos en el cubil gruñendo por tomarlas), que al perro lo único que se le podía dar, era aquello que no tuviese aprovechamiento para nada, como les llixes de les vaques cundu betchaban, de las uvées ya les cabras, óu cuallesquier oitra molicie que paque nún fediera menester yera encuandiála (como las libraduras de las vacas, de las ovejas y las cabras cuando parían, o cualquier otra porquería que para que no oliese mal, fuera necesario enterrarla). Vino Pelayu hacia mí envuelta su alma perruna por una gozasa alegría, pero me di cuenta con pena profunda, que no hacía tal acercamiento dentro del desenfado y gracial camaradería que en todas las ocasiones él conmigo usara, pues por primera vez mi buen Pelayu, para acercarse a mí, rastreramente se arrastraba, no era por el miedo de que yo le apaleara, ya que jamás ni de palabra le había ofendido, era sin duda porque se sentía muy avergonzado de haberme abandonado la pasada noche, cuando tan triste y solo me encontraba, y quizás más le necesitara. ¡Pobre Pelayu! ¡Qué alma más humana tenía, y a cuántos humanos, el alma de los rabiosos perros les dirigía! Me agabuxé (agaché) a su lado, envuelto yo por una sana, jovial, y angelical alegría, le besé su rostro varias veces entusiasmado, y acaricié con gozo su fino y sedoso cuerpo, y olvidándonos entrambos él de su cobardía y yo del rencor que pudiera por su gesto guardarle, nos fusionamos en un abrazo risueño y cariñoso, donde él dando pequeños ladridos por los que manifestaba su alegría y pena, me lamía una y mil veces las heridas que adornaban mis mexietchas (mejillas), y quizás se estuviese jurando, que aunque le costase la vida, nunca de mi lado se alejaría. Toda aquella tarde, estuve jugando al «llanque» y a la «palombietcha» con el único amigo de verdad que en la aldea tenía que se llamaba Muel. Pobre amigo mío, murió cuando apenas tenía veintiocho años, reventado por el más duro y esclavizante trabajo, que desde su niñez y en mi compañía, fustigados por el hambre y la necesidad, entrambos y dos a las severas órdenes de su padre, como serradores en casi todos los montes de mi Asturias, habíamos llevado a cabo, al final, su cuerpo ya deshecho, explotado y gastado, fue consumiéndose en la triste soledad del sanatorio del Naranco, donde murió devorado por una tisis galopante. Tenía Muel dos o tres años más que yo, y sin embargo éramos los dos de la misma estatura, y empezamos a serrar madera manualmente los dos en el mismo día, teniendo yo en la sazón, tan sólo trece años, fue nuestro maestro su propio padre, y nos trataba como nadie se puede imaginar, ya que no había día, que no nos untara ‘l focicu (nos azotaba) por lo menos un par de veces. No es que aquel hombre y excepcional trabajador fuese malo, no nada de eso, es que el pobre precisaba por fuerza mayor, para poder desarrollar el duro trabajo del serrador, que nosotros hiciésemos el trabajo de hombres y no éramos nada más que dos niños. Digo yo que aquella tarde, le conté a mi amigo Muel, como había encontrado en la montaña la cueva de las armas, y así hablando de nuestros proyectos, acordamos que al día siguiente subiríamos hasta ella, para jugar hasta cansarnos con aquellos juguetes de verdad. Así es que a la oscurecida retornamos cada uno para su casa, saboreando por adelantado lo felices que al día siguiente habíamos de ser. Caminaba en pos de mí, tan contento y satisfecho como siempre mi buen Pelayu, sin preocuparse para nada de que él, era un esclavo de Manín, y no un ser libre que pudiese hacer lo que más le conviniese, pero al llegar a la esplanada donde asentada estaba la bolera, lugar clave donde se reunían todos los vecinos de la aldea, después que concluían sus trabajos, bien fuese para charlas y cambiar impresiones, o para jugar unas partidas a los bolos, como cuento, allí estaba Manín, en diálogo con unos vecinos, ya de retirada para su casa después de haber encerrado las cabras, cuando vio a su desleal Pelayu, que muy contento y moviendo con gran felicidad su rabo, me acompañaba a mí, como si yo fuese en vez de él su amo, dejó a su contertulio con la palabra en la boca, y cambiando su pacífica charla por la riña loca, embistiome a mi con ofensiva y pecaminosa palabra, al mismo tiempo que con la vara que portaba en su mano, descargó sobre el confiado Pelayu tal varazo, que a quedarse el pobre tan sólo un segundo condoliéndose del acuciante dolor que en su cuerpo se anidaba, seguramente que hubiese llevado sobrada ración de varazos, que fácil la dejarían sin vida in situ. Pero no hizo tal cosa mi buen Pelayu, sino que salió huyendo como alma que se lleva el diablo, lanzando en el aire ladridos, que yo creo que no eran por el profundo sufrir que le proporcionara el castigo, sino que en su lenguaje, seguramente maldeciría aquella bestia con figura humana, que era capaz de azotar despiadadamente a un inocente niño, o de asesinarle a él mismo, que no se encontraba con más culpa, que de despreciar a su amo, por canalla y miserable. Y lo propio que Pelayu hizo, no lo dejé yo para más pensado, y a la vez que me perdía en la carrera, huyendo de aquel reptil repugnante y asqueroso, recuerdo que con rabia enloquecida yo le dije: ¡Fíu de put, baldreyu, llimiagu! (Hijo de puta, cobarde, rastrero, baboso..., etc., etc.). Pero miren ustedes por donde, estaba mi madre allí cerca en casa de una vecina hablando de sus cosas tranquilamente, cuando al sentir al Manín que me ofendía, al perro ladrar por la caricia que había recibido, y a mi insultándole poniéndole como un pingayu (de lo peor), salió mi madre de casa de su vecina, con todos sus muchos ánimos aviesporáus (envenenados, aguijoniantes), y cogiendo un palo que allí a mano había, bien seco y sudado, porque hiciera su servicio sirviéndole de mango a una fexoria (azada), se dirigió con extrema rapidez y silenciosamente al lugar donde Manín estaba, y sin decirle ni una sola palabra, empezó a darle palos con aquel formidable mango, que la suerte a Manín le cupió de que nuestros vecinos la detuvieran, porque sino, creo que le hubiese matado. «LA MULTA O EL REFORMATORIO» Al día siguiente, mi amigo Muel, yo y Pelayu, subíamos alegremente hacia la montaña, con locas ansias de llegar pronto a la cueva, con el infantil y firme deseo, de jugar hasta saciarnos con aquellas armas, recuerdo a mi querido amigo, futuro candidato al igual que yo, a la penosa esclavitud que como serradores nos aguardaba, la veo con su sana sonrisa, pintada en sus pequeños y vivarachos ojillos azules, acariciar una y otra vez, con una alegría inmensa aquellas armas, no existía para nosotros en el mundo, en aquellos felices momentos, nada que pudiésemos apreciar tanto, como aquellos mortíferos juguetes, de los que en la sazón, éramos los únicos señores y dueños, nos hallábamos fuera de la cueva, enredando cada uno con su escopeta, y una canana repleta de cartuchos colgada del hombro a la bandolera, Pelayu, desentendiéndose de nosotros mitigaba su hambre cazando grillos y mariposas, o cualquier otro insecto que plugiérale y fuérale rentable para entretener su enflaquecido estómago. Después de cansarnos de hacer la instrucción marcando el paso con la escopeta al hombro, emulando a los soldados cuando hacían prácticas en nuestra aldea, yo le dije a mi amigo señalándole el lugar, que desde aquel mismo sitio, yo había tumbado de dos certeros disparos al cabrón de mi amo. Muel, sacando dos cartuchos de la canana y metiéndolos dentro de la recámara de su escopeta, me dijo que él también pudiera haberlo hecho, y para asegurármelo de que no marraría el tiro, me señaló una piedra rojiza que había muy cerca de donde muriera el chivo, y a la par que se ponía la escopeta en el hombro para materializar lo que había asegurado, me decía ilusionado: —¡Fíxate Xulín!, ya veras cómu la desfaigu nun fatáu de cachiquinus—. (—¡Fíjate Julín!, ya verás como la deshago en mil pedazos—). El doble disparo retumbó dentro del natural silencio de la montaña, como si se tratase de un ruidoso trueno de las tormentas de los veranos, las águilas y los cuervos, así como todos los pájaros y animales que moraban por aquellos aledaños, moviéronse de sus lugares, graznando las aves al levantar el vuelo, y quizás las alimañas agudizasen al oído para saber el peligro que pudiese traerles aquel espanto. Hasta Pelayu dejó su caza insectívora para ladrar desaforado, como si presintiera que otro cabrón había sido abatido, que le haría de nuevo volver a hartarse, o tal vez nos estuviese reprimiendo, queriendo con su lenguaje decirnos, que aquella xuxeante folixa (crecido ruido, alegría, juerga, etc., etc.) que tan amanicomiadamente entamábamos (enloquecido ruido que hacíamos) no iba a reportarnos buenos resultados. Lo cierto fue que mi querido amigo Muel, no atinó a deshacer aquella rojiza piedra contra la que había disparado, y yo alegrándome por su fracaso, cargué con rapidez mi escopeta, me la puse en el hombro, y disparé contra aquel blanco otros dos disparos, tampoco pude yo hacer puntería, y él mofándose de mí, cargó de nuevo su escopeta con notoria alegría, a la vez que me aseguraba que de aquella no fallaría, volvía a disparar sin importarle para nada el tremendo culatazo que nos solían dar aquellos guerreros artefactos. Y así, una y otra vez, atenazados por un gozo y felicidad que nunca con tanta fuerza a nuestros juveniles espíritus había con entera libertad creado, disparábamos con alegría ilusionada contra aquel aproxetáu cuctu (enrojecida piedra), creyéndonos guerreros invencibles, o cazadores afamados. Muy posible yo me creyera un jefe poderoso, justiciero y honrado, que cada disparo que hacía, l'eszarapaba les vidatches d'uno de lus baldreyus homes, que habíen achuquináu ‘l miou padre. (Le deshacía las sienes de algunos de los cobardes hombres que habían asesinado a mi padre). Lo cierto fue, que tras de quemar veintitantos cartuchos cada uno, la piedra seguía en su sitio, y nosotros un poco desilusionados, hicimos un pequeño descanso, en el que acordamos cambiar de blanco. Disponíamos de nuevo hacer más atinadas prácticas sobre el rugoso y fuerte tronco de una encina, cuando Pelayu salió de junto nosotros y con apremiante prisa ladrando, contra un intruso que nos visitaba, guiado al parecer por el atronador ruido, que con nuestros alegrativos disparos formábamos. Era nuestro mal recibido visitador un rapazacu (mozalbete) que andaba por aquellos montes a la caza de la perdiz, que había endemasía nutridos bandos, que bajaban a veces hasta los sembrados d'arbeyinus y'oitres semáus (de guisante y otros sembrados) más alejados de la aldea, y ni el gran espantapáxaru tenía llixa de xebrayus (espantapájaros tenía fuerza para espantarlos). Jerónimo se llamaba aquel jovenzuelo indeseable, que había heredado de su padre toda la cobardía y males tales, que muchas gentes de mis lugares, le estarían rabiosa y odiativa, despreciable y asquerosamente maldiciendo, hasta que el Hacedor les llevara de este mundo tan poco lleno de humanidades. Era hijo de este sujeto tan maldecido, cacique de mi aldea con vuelos tales, que no del todo satisfecho con enviar para el otro barrio algunos de sus inocentes convecinos, en el acaecer se dedicaba, a que a sus vecinos la ley, que había, muy moldeable para dar por buenas todas las denuncias avaladas por caciques facciosos como él, se ensañara con crecidas multas, que al no tener dinero la gente aldeana para satisfacerlas, tenían que vender parte de sus ganados, y sabedores los tratantes por ser lobos de la misma camada aunque con diferente collor (color), que los campesinos tenían que vender sus reses con abonda priexa (mucha prisa) para satisfacer aquellas multas antes que se enrodietcharen (enredaran) peores males, pues como cuento, aquellas aves de rapiña de tratantes, se unían todos de tal manera, que lograban desbaratar los mercados hasta tal punto, que más que comprar, lo que hacían, era robar dentro de la ley a los aflijidos y siempre maltratados campesinos. Al quedarse los desdichados aldeanos sin sus ganados, por la causa de aquellas multas, que la verdad era nadie sabía que era lo que castigaban, aquellas asesinantes multas que la ley les inxertaba (injertaba), que les hacía dentro del acuciante temor que en aquel lleldar (ácaecer) era aterrante, deshacerse de sus ganados para pagar tan diabólicas y desnaturalizantes sanciones. Y como los campesinos, por lo menos en todas las embrujadoras aldeas de mi melgueira tierrina (dulce tierra), y me supongo que tal sucederá en todas las aldeyuelas del mundo, sin ganados de tiro no pueden trabajar sus erus (tierras), tenían que por fuerza mayor, agenciárselo aunque fuese dentro de las más viles condiciones, y así, el canalla de cacique de mi aldea, daba vacas, yegüas, cabras, y ovejas a la comuña (condición) que tan sólo el agobio de la desesperante necesidad hacíales aceptar, con lo que se condenaban a ser esclavos de un ganado que no era de ellos, siendo en la mayor parte de las ocasiones las ganancias completamente nulas, pues si una res se moría, se despeñaba, la mataban los lobos o la devoraba el oso, no la perdía el dueño, sino el comuñero, y así, de esta miserable forma, este canalla de cacique, explotaba vilmente a muchos campesinos que por imperativa necesidad, eran comuñeros de este indeseable asesino, que no había hecho la guerra en las trincheras, porque su cobardía era tan grande, que le había obligado a pasar toda la contienda escondido en los montes, y ahora que la guerra ya terminara, era cuando él verdaderamente la hacía, en la entristecida y enlutada paz que poseían las gentes de mis aldeas. ¿Cuántos despreciables seres como este nefasto individuo había en mi Patria... ? ¡¡Yo creo que honradamente debemos todos de reconocer, que había un par de ellos en cada aldea, y en las villas y ciudades me supongo que morarían muchos más!! Cuento que llegó el Jerónimo con su escopeta al hombro acompañado de su perro perdiguero ante la nuestra presencia, y ufanándose altaneramente quizás pensando que nos iba a hacer, lo que le diera la gana, nos dijo con apariencia muy enojada, al mismo tiempo que nos ofendía con sus palabras: ¡Haber decirme pronto, ¿dónde habéis robado estas escopetas?, si no queréis que vos falague ‘l llombu con ista bardiaca! (que nos moliera a palos todo el cuerpo con una vara que portába en sus manos). No despegó sus labios en el momento mi amigo Muel, porque el padre de aquel llabasquín (cerdo pequeño) era el dueño de los ganados de su casa, y por aquello de que el amo siempre, sin la razón con la ganancia anda, no le refutó pequeña palabra. Pero yo que ya me había creído que aquel babayu de guaxón (farolero, fantasma de mozalbete) se iba apoderar de mis armas, las que yo creía que eran de mi entera propiedad, le dije sin miedo y desafiantemente, que aquellas escopetas eran mías, y que ni él ni nadie sería capaz de quitármelas. Entonces Jerónimo mirándome acusadoramente me replicó seguidamente con estas palabras que me condenaban: ¡Entonces... tu fuiste el que mató antes de ayer al chivo de Manín? ¡Si yo fui!, le dije envalentonado y poseído de una airada rabia, a la vez que le encañonaba con la escopeta y amenazándole firmemente le aconsejaba: ¡Fáinus el favore de dexanus nel nuexu antroxu, ya colar pel mesmu xeitu per únde sen chamate 'llegasti, se nun quiés que faiga nel tou ventrón, el mesmu buracu quei fexe nus fégadus del cabrón de Manín! (¡Haznos el favor de dejarnos con nuestra alegría, y márchate por el mismo sitio, por donde sin llamarte has llegado, si no quieres que haga en tu barriga, un orificio parecido, al que le hice en los hígados del cabrón de Manín!). —Y fue entonces cuando Muel valientemente apoyándome con su amenazante escopeta y con sus advertientes palabras le dijo: ¡Mira Jerónimo, no tiene nada que ver que mi padre se arrastre frente a vosotros, por el miedo de que le quitéis el ganado, pero yo ahora no soy mi padre, y si no sales en el momento corriendo como una exhalación (centella, rápido), me parece a mí, que te vamos a coser a perdigonazos! Justificándose Jerónimo con el atropello que en el miedo se cosecha, dio media vuelta y casi a las carreras, tomó las de villadiego, a la par que se alejaba murmurando no se qué amenazas. Su perro, quedose unos instantes olisqueándose con Pelayu, al que yo achuché (azuzé), y Pelayu que para engarradiercharse (pelearse) era una ardorosa fiera, saltó como un león, atacando con un furor endemoniado al fino can perdigonero, y si no es por Muel, me parece que allí en el mismo lugar que había muerto el chivo, Pelayu hubiera despachado, aquel hermoso, cariñoso e inocente perro. Quedámonos muy satisfechos y gozosos, a la par que en nuestros espíritus, navegaba el orgullo perfumándose con la vanidad Humana, y todo, por haber acoyanáu ya féchule moscar ameruxáu de miéu (acojonado y haberle hecho huir, lleno de miedo) al hijo de uno de los amos de la aldea, que en un principio se había creído, que le sería sencillo hacer con nosotros cuanto le viniese en gana. Durante algún tiempo, estuvimos llindiándu (vigilando, cuidando) a Jerónimo por ver el camino que se tomaba, pues teníamos el temor que se ocultara para después sorprendernos, pero no fue así, y al final muy contentos ya le vimos corriendo que se las pelaba en compañía de su perro, desembocando en el pedregoso camino que le conducía a la aldea. Sabiéndonos libres del temor del adefesio de Jerónimo, y olvidándonos en el mismo instante de cuanto con él nos había acontecido, volvimos a nuestro peligroso juego, de disparar las escopetas contra diferentes blancos, y así, hablando de nuestras cosas con satisfacción que nos embargaba dentro de una felicidad pasajera, deslizábase el tiempo sin enterarnos, hasta que a la postre, dimos fin a todos los cartuchos que teníamos, y fue entonces, cuando decidimos esconder las armas en la cueva, y con los hombros doloridos por las sacudidas que nos propinaban las escopetas por los disparos, disponíamosnos muy contentos en el regreso para nuestras casas, y para simular que veníamos de la leña, agenciámosnos unos tochacus de pochiscus (leños de encina) y poniéndonoslos al hombro, bajamos corriendo por entre los vericuetos y las serpenteantes sendas, hasta llegar al camino real que nos conduciría a la aldea. El ubérrimo valle de alegría alborazada, que poblaba por entero nuestros espíritus, viose en unos segundos nublado y con rapidez cubierto, por un zozobrante y temeroso manto, nacido del retrato que nuestros ojos hicieran, cuando a la entrada de la aldea, justamente en el mismo lugar donde por costumbre, mi amo solía esperarme para xebrar (apartar) sus cabras, estaban aguardándonos los guardias, en la alegre compañía de Jerónimo, que poseyendo las mismas indeseables zunas (costumbres) que su padre, no había perdido ningún tiempo en ir hasta el cuartelillo para delatarnos. Yo tentado estuve cuando me percaté que eran los mismos guardias que el día anterior me habían cobardosamente martirizado, de tirar los garbetus (leños) que llevaba en el hombro, y salir corriendo para huir de aquel verdugo que sonriéndose ladinamente, quizás estuviese pensando su enrevesada y nefastosamente, el volver a esforgayame (arrancarme, estriparme, deshacerme) la única oreja que me quedaba sana. Sin embargo, logré dominar el miedo, y dejando a Muel que abriera la marcha, llegamos a la postre ante la presencia de ellos, y aquel canalla de guardia, no se dirigió a Muel a pesar que unos metros delante de mí iba, sino que vino sonriendo malignamente hacia mí, con las mismas asesinas intenciones que el hambriento lobo lleva, cuando para satisfacer sus ansias del espíritu y la carne, sin el menor miedo se lanza, sobre el inocente corderillo que no tiene a nadie que le defienda. Antes de dirigirme la palabra, aquel demonio con tricornio, que a fe mía desprestigiaban, porque hermosa para el pueblo es la esclava de la Justicia, cuando todas sus obligaciones y credos justamente da cumplidas. Digo yo, que lo primero que hizo fue cogerme mi oreja sana, apretarme un poco para ponerme en atención, y luego mirándome altanera y sonrientemente me dijo: ¡Ahora ya no me negarás de que no has sido tu quien disparó sobre el cabrón de tu amo, y me supongo que también me dirás, dónde has conseguido las armas, maldito pilluelo, hijo de una bruja y de un rojo republicano, o comunista sin entrañas! Tiré los tochucus (leños secos) al suelo apremiado por el dolor que de rabia me desencaldaba (deshacía), con tan mala fortuna que por mí no había sido pensada, que diéronle en las piernas de aquella fiera uniformada, y gran dolor en él tuvo que lleldarse (hacerse), porque dejó de esfarugarme (deshacerme la oreja), para acariciar con gestos de dolor la caña de una de sus piernas, al mismo tiempo que yo hacía lo propio con mi oreja, que ya colorada como una guinda, me resquemaba como si estuviese ardiendo. Mirome con ojos extraviados por la rabia que le enloquecía, y siendo mayor la fuerza de su cobardosa entraña ya en poder de las iras que lo movilizaban, que el dolor que su cuerpo sentía, soltome de revés dos guantazos, que dieron conmigo en tierra, con el rostro manando abundante sangre. Fácil siguiese abofeteándome, pues ya estaba enclicándose (agachándose) para hacer conmigo vayan ustedes saber qué, cuando intercedió su compañero que asiéndole por un hombro, con desprecio y enfado le dijo: ¡Lo que terminas de hacer con este pequeño es una canallada, y como otra vez intentes tocarle del pelo la ropa, te las vas a entender conmigo! ¡¡Estoy harto de tus abusos, y de tus odios y desprecios por todas las gentes desgraciadas!! Ayudome aquel buen guardia a levantarme, y después con su propio pañuelo limpiábame el rostro de sangre, y al parojo que esto hacía cariñosamente me decía: ¡Te juro que nadie te volverá a martirizar más pequeño, y ahora si tu quieres, y que conste que ni te ordeno ni te obligo a contarnos nada, dinos de una vez dónde están esas malditas armas que tanto doloroso daño te han originado! Dime cuenta pronto que de seguir negando no sacaría en limpio nada, ya que el baldroyán (cobarde) de Jerónimo había descubierto ya todo, y a poco listos que fuesen, nada más que les conduciese al lugar donde nos había sorprendido, darían pronto con la cueva, donde se ocultaban las armas. Así que acompañado de Muel y de Pelayu, y seguido de cerca por los dos guardias y el delator de Jerónimo, guielos a paso rápido por entre las vegetativas y pedregosas sendas que serpenteaban por casi inaccesibles lugares, pronto me alegré al comprobar cómo aquel despreciable guardia que tan sañudamente me había martirizado, abarquinaba (respiraba) con penoso trabajo, al mismo tiempo que se deshacía en copiosos sudores el condenado, lo mismo que la manteca fresca expuesta al sol en el verano. Al observar el penoso esfuerzo que aquel guardia repugnante y gordo, imbécil y malvado, tenía que realizar para seguirnos, apreté más aun el paso, que casi se convirtió en carrera y que sólo Muel y Pelayu pudieron aguantarme alejándanos en cuestión de segundos un largo trecho de nuestros enemigos, que en el lleldar (acontecer), ya se habían detenido para hacer acopio de energías unos momentos. Aproximadamente aun no habíamos caminado ni una décima parte del trayecto que nos separaba de la cueva, y ya el llimiagu (baboso) de aquel guardia, se encontraba casi d'afechu despaxaretáu (deshecho), seguramente que antes de llegar al final, en la mente de aquel fucheiru (estercolero) humano, se dibujaría el ruin pensamiento, de maldecir a la ley que como enyordiáu pioyu (sucio piojo) servía, al cachiparru (parásito) que me había delatado, y a mí, por no haber seguido negando. Muel y yo con satisfacción nos reíamos de aquellas gentes, que en nuestras infantiles y sin cultivar mentes, habíamos retratado como personas que tenían menos llixa (fuerza, arte, valer, etc.) que un mure entre las zarpas de un gato. Estaríamos como a la mitad de la andadura, cuando la distancia que nos separaba ya era enorme, y a pesar que de continuo nos ordenaban que no corriésemos tanto y que procuráramos ir siempre a su lado, la verdad es, que ya les habíamos perdido todo miedo y que no les hacíamos el menor caso. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de decirle a mi amigo Muel, que cuando llegásemos al potchisquéiru (encinal), yo me adelantaría corriendo con todas mis fuerzas, para volver aquel mismo lugar antes que ellos lo hicieran, pero después de haber ya ido a la cueva, para poder esconder para nosotros, dos pistolinas muy atongadetas (bonitas, curiosas), que era una pena que se llevaran los guardias, y que nosotros podíamos esconder en cualquier lado. Y así lo hice, y logré regresar, mucho antes de que ellos, llegaran escadriláus (derrengados), claro que descontando a Jerónimo, porque éste andaba tanto como con la lengua si quisiera andarlo. El caso fue que los guardias aquel día se llevaron las armas, y a los cinco o seis días, regresaron a la aldea preguntando por mi madre y el padre de Muel, para llevarles hasta el cuartelillo, con el fin de no sé qué preguntarles o darles. Cuando mi madre en compañía del padre de Muel regresaron del cuartel, estábamos nosotros xugaretiándu (jugando) debajo del ñoceón (nogal grande) que había a la entrada de la aldea, que tanto como tenía de frondoso y grande, eran de pequeñas, escasas e insípidas sus nueces. De donde viene un adagio asturiano que dice: ¡Mucher grandie ande óu non ande, peru tantu s'espatuxa, comu senún lu fixera, en dalgún lláu fae bona atongadura! (Mujer grande, ande, o no ande, pero tanto si camina, como si no lo hace, por grande en todos los lugares estorba). «Claro que se me olvidó decir, que menos en el catre, para añuedar el cibietchu cundu nun hay oitra, pequenina, atongaina ya melgucira». (Para hacer el amor, cuando no hay otra, pequeñita, bien hecha, y tan dulce como lo que debe ser vivir en la gloria). Digo yo que al ver nuestros padres corrimos hacia ellos, y cuando ante su presencia nos encontramos, casi sin darme cuenta vi a mi amigo rodar por el suelo, por la fuerza vigorosa del tremendo castañazo que su padre le llantó nuna mexietcha (le plantó en una mejilla), pero antes de que yo me percatara del peligro que sobre mí se cernía, vime acochetáu (cojido, sacudido) por mi madre, que me allumbróu (alumbró) un mamplenáu (muchos) pescozones, tan seguidos y atinados, que me parecía que todos me llegaban en ringlera, no teniendo que esperar uno por el otro, para que no se enfadasen ninguno. Y allí mismo por este procedimiento que nuestros progenitores nos hacían, comprendimos que nada bueno los guardias a nuestros padres les habían hecho. Y claro que no era nada respetable ni justo, sino un atropello despiadado, inhumano, mezquino, repugnante y apartado de la Justicia a tanta distancia, como la que existe desde la Tierra hasta el Infinito Cielo. Resulta que la canallesca ley que en aquella para mí inolvidable época existía, nos había condenado a ir a un reformatorio, o a que pagasen nuestros padres una multa de ciento cincuenta pesetas en papel del Estado, en el término de treinta días. Y fue entonces cuando yo empecé a preguntarme, ¿que qué era lo que tenían que reformar en mi...? ¿Acaso entraba en la reforma que aquella ley que estaba por todos los rincones de la Patria haciendo encima de los vencidos y sus descendientes, asesinar a nuestros padres, hermanos, parientes y hasta madres, privarnos de nuestra libertad, y robarnos cuánto teníamos? —¿Aquella ley digo, todavía tenía que reformar algo más en mí, que en un principio ya no hubiese inhumana y endemoniadamente reformado? Yo que era en aquel lleldar un pobre niño de poco más de ocho años, condenado precisamente por la misma ley, a no tener jamás ya el amoroso cariño de mi padre, yo que había sido condenado como todos los jóvenes hijos de los vencidos y encarcelados y asesinados padres, yo que estaba lleno de hambre, de miseria, de sufrimiento y de una soledad inconsolable, yo que si quería comer un trozo de pan duro, tenía que caminar descalzo y medio desnudo, por entre las zarzas y guijarros de las montañas, esclavizando mi cuerpo y mis sentidos, en el cuidado de unos ganados que no eran míos, a mí, a un ser así de natural, puro, desamparado y desgraciado, ¿aún quería aquella entroyada (sucia) ley reformarme por considerarme malo? —Yo nunca he sido político, pienso ahora, ni tampoco con mis palabras harto vulgares y aldeanescas, pretendo fomentar el odio hacia nadie, soy ante todo un liberal disciplinado, que ama a mi Patria, por la que estoy en cualquier momento dispuesto a morir, pero me creo con el suficiente derecho de contar al mundo de cuanto yo he sufrido, que es el retrato de tantos otros huérfanos de guerra que lo mismo que yo tanto sufrieron, aunque más en duda, pongo que lo hubieran hecho, quiero contar todo lo que considero que siendo verdad, no debe ser olvidado, y desearía con toda mi alma, que mis palabras tuviesen repílos (ecos) más clarividentes, que los que en su origen se formaron, para que llegasen a todos los oídos, y en sus mentes gigantesca Humanidad digna y justa edificasen, que diera paso a una libertad liberal y disciplinada, que atrancase (cerrase, peslase) sus puertas a todo cuanto no fuese digno y honrado, de esta sencilla y natural manera, la fraternidad sería por primera vez, el tesoro más puro, luminoso y deseado, que la Humanidad en toda su existencia hubiese conquistado. En este relato, que para muchos críticos comedores, que sólo saben fartase comu gochus (comer como cerdos) e intentar con sus medios deshacer lo que alguien con más capacidad creativa que ellos, más bien o peor ha edificado, digo yo, que muchos críticos fanáticos defensores de normas idealísticas, que con sus leyes en la ocasión asquerosamente convencionales, que lograron deshacer el destino que a mi vida creo que le pertenecía, al igual que a toda la generación de los hijos de los perdedores, no les agradara en absoluto, que un hombre que fue despojado de cuanto poseía, y empujado vengativa y canallescamente al arroyo, cuando él por ser un niño, no podía defenderse, tenga ahora la osadía, con sus pobres medios culturales, d’abayucar la trelda (revolver la porquería), que nadie hasta el presente, tan ajustada y verídicamente pudiera contar jamás. Digo porquerías, pues es eso precisamente lo que suelen dejar las secuelas de una guerra civil, y pobre de aquellos países que la sufran, porque sus hijos quedarán divididos, y los perdedores, tendrán que soportar un yugo, que más flojo, o menos prieto, esclavizándolos los ha de postergar. En este relato retrato yo, al vencedor y al vencido, menos al perdedor de quien soy hijo, ya que he tenido la desgracia de conocerle cuando el desventurado ya era un vencido, pero con el vencedor he vivido siempre, sirviéndole con decencia y honradez, silenciosamente observándole siempre, y no recibiendo de él, nada más que calamidades y ofensas, y sin embargo, nunca le odié, siempre disciplinadamente le serví, y si en el lleldar se siente ofendido por lo que de verdad digo, espero que se comporte conmigo, de la misma manera que con él siempre yo he hecho. Sé que estas narraciones no se han de publicar en mi Patria, porque la censura no permitirá que el hijo más humilde, cuente una verdad que denigra no a mi querida y noble España, sino algunos de sus inamovibles sistemas, pero tengo la firme certeza, que algún querido hermano país, sin el menor odio ni rencor sí ha de hacerlo, y con esta mi voz del pueblo, sencilla y natural, ubérrima y estéril, millones de seres de la Tierra habrán de saber, que hoy todavía, vive en mi Patria, la mitad de una generación, descendiente de los perdedores de la sanguinaria Guerra Civil que empobreció a la más maravillosa nación del mundo como es mi España, apartados de todo acceso a cualquier puesto de responsabilidad, bien en el gobierno, en los sindicatos, o en cualquier otro lugar, de responsabilidad de la Patria. Y desde aquí, invito a todos los españoles para que investiguen esto que he dicho, y ya verán como es una verdad, que no admite discusión posible. Cuánto placer sentiría yo si me pudiese expresar con ustedes en la maravillosa, ancestral y rica Lengua Asturiana, pues para mí, decir las cosas en Castellano es un verdadero fastidio, con tantos puntos y comas, y demás signos ortográficos, que para un hombre sin estudios de ninguna clase como yo, es una verdadera tortura, pues mi imaginación que idea y piensa con la fuerza de un enorme río enloquecido, a la hora de querer contar estas copiosas cosechas, que hasta en los mismos sueños me alumbra, cuando me pongo a escribir todos estos pensamientos y acaeceres, al expresarlos en español, meto la pata hasta los corbétchones, por esto ruego me perdonen, y háganse a la idea, de quién les está hablando, no es nada más que un humilde aldeano, sin más escuela que la siempre dura universidad de la vida. Y con la fortuna o desgracia de haber nacido con el embrujador duende de ser soñador, no por aparentar, por ocio o por estudio, sino con la intima necesidad que me tortura el alma, al mismo tiempo que me embarga dentro de una felicidad, que me hace en ocasiones ser dichoso, sin jamás haber sido feliz, y en otras dimensiones me llena de tal tristeza, que en apariencia sin sucederme nada, me encuentro tan apenado y deprimido, que todo cuanto me rodea y hasta yo mismo, me parece la pestilente porquería, con que se harta sin jamás hastiarse, el nefasto diablo al que entusiasmados y egoístas servimos. Enteponíu colaba you dellantre de miou madre, espatuxandu caleya adiantre, afalau per las engafuráes pallabres de miou má, camín de la nuesa teixá. (Conducido corría yo delante de mi madre, caminando rápido calleja arriba, arreado por las envenenadoras palabras que mi madre me dirigía, a la vez que hacia nuestro hogar nos acercábamos. Yo miraba arisco para ella, pensando que me iba alcanzar presto, para propinarme ante mis vecinos, otra somanta (paliza) como la que de aun mi cuerpo se condolía. Al fin llegamos a nuestra casa, y ya en ella encoyíu (encogido) por el temor, aguardaba resignado que mi madre calmara su furia dándome una nueva cuera, que mereciéndola, no la merecía. Estaba visto que llevaba unos días, que todos los golpes me habían elegido a mí para sus descansos, primero el cobarde de mi amo, que con sus asquerosas manos, me había puesto el rostro, tan descalabrado que no había en él un lugar sano donde coyera una guya (cupiera una aguja), después el canalla del guardia, que me dejara las orejas tan maltratadas, que me parecía que no eran mías, y para finalizar mi madre con aquella argurtóuxa tocata que m'apurriera (alta paliza que me propinara), que según me parecía, no había sido nada más que la parba (desayuno breve) de la que se esperaba Furibunda y desesperada asiome mi madre por mis maltrechos hombros, y al mirarme yo en sus hermosos y enojudos ojos, pude ver en lo más profundo de ellos, el desmesurado amor que la pobre me tenía, y lejos de azotarme como yo pensaba, sólo me preguntó muy apenada y preocupada: ¿De dónde vamos a sacar esas ciento cincuenta pesetas Xulín? ¡En alguna parte hijo, nos las agenciaremos, porque yo no permitiré que esta canallesca ley, hecha por indeseables sin entrañas, te lleven al reformatorio, donde ellos se tenían primero que reformar, para no seguir sembrando entre los desventurados vencidos, tanta vengativa y nefastosa canallada! Al día siguiente al rayar el alba, después de desayunar el rabón, (leche ácida cocida con harina de maíz) del que yo sí que me harté, pero ella la pobre apenas comió unas cucharadas, armada mi madre de un azáu (hacha) que había pedido prestado a un vecino, y yo de una foiceta (hoz) de podar la leña, fuimos al monte comunal a baltiar (cortar) leña, pues un carro de leña de encina, roble y espinero, que pesaba más de tres mil kilos, pagaba el maestro panadero, de la única panadería que había en el concejo, cincuenta pesetas por él, así que teníamos todo un mes por delante, para preparar los nueve mil kilos de leña, que nos proporcionarían las ciento cincuenta pesetas, con las que calmaríamos las iras de aquella inhumana ley, que tan despiadadamente nos había castigado. Parecía que mi madre poseía la fuerza del más intrépido de los hombres, talmente era un gigante que con una fiereza incomparable, chorreando sudor y espelurciada su rubia cabellera al viento, cortaba sin el menor descanso encinas, robles y espineros, mientras que yo imitándola en cuanto podía, podaba aquellos arbustos con el más grande de todos mis entusiasmos. Serían las tres de la tarde y no habíamos hecho aun el más pequeño descanso, cuando mi madre me dijo que buscase caracoles, que se criaban en abundancia por aquellos lugares, tal cosa hice mientras que ella prendía un buen fuego, y allí asamos los caracoles que al ser atacados por el calor, estiraban su cuerpo asándose perfectamente, y fue aquella asquerosa comida la que mitigó nuestra hambre. Y así un día, y quince, y veinte, hasta que logramos preparar sin desfallecer ni descansar, los tres carros de leña, acarreándolos a las costillas, en otras ocasiones poleándolos (haciéndoles rodar) por entre los zarzales y las peñas, hasta poder llegar con tan copiosa cantidad de leña, al estratégico lugar donde el panadero con su carro, pudiera cargar la leña. Estábamos embalagándola (apilándola) mi madre y yo muy ufanos y satisfechos, de la difícil victoria que habíamos en tan escaso tiempo conseguido, porque en duda pongo, que pocas gentes en todo el Universo en las circunstancias que nosotros nos encontrábamos hubieran podido lograrlo. Digo yo que en tal trabajo nos encontrábamos amontonando aquella leña, que todos los tochos (leños) medio descortezados por la cantidad de veces, que fue menester rodarlos por entre los cuetus (piedras) que poblaban aquel xerrapeíru (sierra) daban señales y no por los cortes de las herramientas, de haber sufrido lo indecible por encontrarse despeyexáus (despellejados) hasta casi el total emporricamiento (desnudez) de las arnas (cortezas) que los cubrían. Nuestras físicas humanidades se encontraban tan maltrechas después de tantos días de sobrehumano trabajo y de raquíticos y deplorables alimentos, que tal parecía que éramos cadabres (cadáveres) vivientes, sino supiesen cuantos nos conocían, que éramos dos invencibles barras del más puro acero. Yo descalzo de afechu (del todo) y mi madre con las alpargatas dándoles vueltas alrededor del tobillo, imposibilitadas del menor encatesu (remiendo) todas nuestras escasas vestiduras lucíanse tan acuchilladas, como si fatáus (muchos) puñales anárquicamente las hubieran rasgado. Y nuestras pieles por todos los lados se encontraban arraguñáes (arañadas), pinchadas, magulladas, en definitiva martirizadas por las piedras, por los espinos, por la infinidad de arbustos que en aquella sierra casi inaccesible para las mismas cabras, yo y mi madre como dos guerreros invencibles, cortamos aquellos tres carros de leña, que al decir de mi madre, servirían estupendísimamente bien para amagostar (asar) a la propia ley, y a los sinvergüenzas y deshumanizadores fascistones que la vieran fechu (hubieran hecho). Y en postura tan deplorable se empobrecían nuestros desventurados cuerpos, por todo lo contrario, nuestros espíritus se lucían sanos y fortalecidos, orgullosos y alegres, por haber conseguido aquel trabajoso y casi imposible triunfo. También solía decir mi madre dentro de una rabia y desilusión enfurecida, que si los «roxus» (rojos) hubiesen batallado con el mismo ardor, e indómito entusiasmo que nosotros habíamos puesto, todos los fascistones de Europa serían nada para vencerlos, ni en lo más mínimo. Vuelvo a repetir, que concluíamos mi madre y yo de empericotar (apilar) los cuatro leños que faltaban para dar por terminada aquella proeza, cuando la diosa fortuna nos vino a visitar en la forma de Falu el maderero, que más o menos, esto fue lo que nos hizo, y nos dijo: ¡Buenas tardes Lluza!, que así era como llamaban en asturiano a mi madre, ya que en castellano su gracia es Luzdivina. ¡Se ‘l tou home allevantara la motchera, ya te viera a tí ya ‘l tuo fiyiquín, nel estáu que vus deixó la llamazoúsa ley del venceor, paime amín, qu'el probetayu espavoríu per tan grandie inxusticia, oitra vez se morrería! (Si tu marido volviera al mundo y te viera a ti y a tu pequeño hijo, en la situación que os ha dejado la fangosa ley del vencedor, me parece a mí, que el pobre lleno de un enloquecedor pavor por tan grande injusticia, otra vez se volvería a morir). —Recuerdo yo muy bien, lo mismo que si en este momento de nuevo lo estuviese viviendo, lo que me ha hecho esta canallesca ley que ahora a ti te martiriza, cuando en los frentes de Teruel me cogieron prisionero. Me internaron en un campo de concentración, y me dieron más palos que días me quedan de vida, aunque muerra tan viétchu (muera tan viejo) como Marcelín el de Fresnedo, que le llevó Dios cuando pasaba de los ciento diez años. Como comida nos daban una lata redonda de sardinas o bonito, que los prisioneros le llamábamos «el reloj», ya que así era de pequeña. Cuando te salía podre, que sucedía la mayor parte de las veces, te pasabas el día haciendo vigilia. ¿Cuánto te va a dar el panadero por esta leña Lluza? ¡Hombre yo creo que son tres carros buenos, y como está pagándose a diez duros el carro, pues me dará treinta! ¿Algamate? (alcánzate para la multa). ¡Sí Falu, ye lu xustu! (Es lo justo). Rafael, que así se llamaba Falu, (uno de los hombres más honrados, trabajadores y enteros que yo he conocido), a la vez que del bolsillo interior de su chaqueta sacaba la cartera dijo: ¡Mera compañera, voy a venir con el camión de la compañía maderera y llevar toda esta montaña de leña a Trubia, yo te voy a entregar ahora por ella trescientas pesetas, si después vale más, ya te daré el resto, y si vale menos, considera ese dinero que te di, como regalo de un roxu decente ya honráu comu tú le yes miou neña! (Rojo decente y honrado como tú lo eres mujer). Al día siguiente que era feria semanal en la capital del concejo, pidiole mi madre prestado a una buena vecina amiga suya un paxiechacu (traje, vestido) y unas zapatillas, y así vestida de prestado la pobre, se trasladó bien de mañana a la Villa, pagó la multa a aquellos canallas que servían a una ley tan ultrajante, que a los vencidos y sus inocentes descendientes peor que a apestosos esclavos nos trataba. Luego, después, compró ella un paxietyín (un vestidito), unas zapatillas y unas madreñas, para mí, un buzo, que era la vestimenta que entre los pobres se estilaba, unas alpargatinas y unas fuertes madreñas, y después de mercar algunas cosas necesarias, vino para casa la mar de contenta y satisfecha. Y ahora yo me pregunto a muchos años de distancia, viviendo aquellos por mí vividos pisoteados y vengativos tiempos, ¿a qué asesinas, sucias y cobardosas manos, irían a parar, aquellos nuestros dineros, ganados con el sobrehumano esfuerzo y la más justa honradez, manchados por la sangre de nuestras heridas producidas en el agotador trabajo, y mojados por tantas gotas de sudor, como de estrellas debe de haber en el infinito cielo? ¿No se dan cuenta amigos lectores, que injusticias como ésta, o de otra índole aun mayores, deben de contarse al Mundo, pese a quien pese, para quienes las escuchan forjen en sus sentimientos, de que en toda guerra, y sobre todo las civiles, dejan tras de sí, primeramente el dolor más deshumanizante, después las venganzas más pervertidas, que darán vida con fuerza ilimitada, a la repugnante, sanguinaria y odiosa fiera, que todo ser humano, desde los primitivos tiempos de su nacencia, lleva celosamente escondida, en el apartamiento más oscuro y más brillante de su espíritu, donde se mueve gozoso el sentimiento humano, tras de saber que a su Prójimo bien le ha hecho, y se revuelve envilecido, encanallado y airado por el odio y las iras endiabladas, cuando también comprende que a sus semejantes, en el dolor y el sufrimiento los ha sumergido. Y fue precisamente a estos desatinados sentimientos, manejantes en aquellos tristes momentos, de las inhumanas leyes que regían los destinos de mi Patria, donde fueron a parar mis dineros, mis primeros dineros, ganados con más santidad y honradez, que pueda llevar dentro la propia Hostia Santa, que es tanto como decir, que sólo los mismos demonios faltos de toda conciencia y sin el más mínimo sentimiento de honestidad, podrían sin sentir asco de sus propias personas, apoderarse de los honrados y muy fatigosos trabajos, de una viuda de los roxus (izquierdistas, rojos, por el mismo estilo), y de un huérfano de los mismos. ¡¡Yo creo, que como aún no habían satisfecho sus ansias asesinas, con la muerte de mi padre y de tantos inocentes, precisaban en el momento que preciso les venía, afestinarse en postres con el esfuerzo y sufrimiento de sus deudos!! Durante algunos días viví yo jugueteando por la aldea, mi vida sin ninguna preocupación, muy contento porque iba vestido con aquel mono nuevo, más delgado que un papel de fumar, ya que se me había esgazáu (roto) por más de media docena de lugares, pero aún así, a mí me parecía que llevaba puesto, mejores galas que el mismo vencedor, que poco lucía sobre sus costillas, que se le pudiera denominar verdaderamente honrado. Mi madre mientras tanto, seguía incansablemente trabajando por las tierras de los vecinos, sin jamás cobrarles ni una peseta de sueldo, pues ella tan sólo quería, que al cambio de sus sudores le dieran una cestina de patatas, una fontadina de farina, ou de fabes lu mesmu foran prietes que blanques, d'arbeyinus ou d'oitra cebeira, dalgún terreñaín de lleiche, mazá, tarabazá, ‘n culiestrus ou cabantes de brañar. (Una fuente de harina, o de alubias de cualquier marca o color que fueran, de guisantes o de cualquier otro cereal que fuera, algún jarro de leche, desnatada, cuajada, o la que alumbran las vacas recién paridas, o de la que terminasen de ordeñar a una vaca de leche). Ella llegaba todos los atardeceres a nuestra casa, sudorosa y cansada, pero resplandeciente de alegría, porque en su mandil traía mi comida. Luego, después de que yo me hartaba, nos acostábamos los dos en aquel jergón de sacos, repleto de hojas de maíz y también de pulgas, y abrazada a mí, se quedaba muy pronto profundamente dormida. Yo que desde niño he dormido poco siempre, quizás para hacer bueno el dicho que de camino me invento, que considera al que poco duerme más infeliz, que quienes tienen la dicha de dormir prácticamente, dentro de estos mis desvelos, en la silenciosa tranquilidad de la noche de aquella amplia sala desmueblada, cuyas paredes y techo estaban del sarro que deja el humo, y plagadas de arroxetáus (enrubiecidos) goterones, que ponían al descubierto las primeras pinturas que habían tenido, fendíu (cortado) de continuo este silencio, por el risueño y sórdido murmullo que alumbraba el pequeño río que vertiginosamente se deslizaba a menos de diez metros de nuestra casa, y otras veces también era enruxeráu (alterado) aquel silencio, por los ladridos de los perros de la aldea, o por el cante siempre misterioso y apabullador que hacen las curuxas (buhos) en la noche, cuento yo en que estos desvelos, observaba el placenteroso dormir de mi madre, con su respirar acompasado, fuerte y sano, con todos sus acerosos músculos, con naturalidad relajados, talmente parecía mi madre del todo inofensiva, mas sin embargo, aquel perfecto y vigoroso cuerpo que acoplaba fuerzas en el descanso, de la misma natural manera que agigantadamente dormido descansaba, cuando despierto se hallaba, se transformaba en un invencible e incansable guerrero, condenada ya a luchar en l'engarradiétcha del trabayu (la pelea del trabajo), todos los momentos de su vida, por los mismos endemoniados vencedores, que primeramente le habían achuquináu ‘l sou home ya lus sous fíus. (Asesinado a su marido y a sus hijos). Y ahora que ya todo ha pasado, y lejos de olvidarlo se agiganta cada día más en mi mente, yo me pregunto, que si mi madre no hubiese sido así de luchadora, de brava, de valiente y honrada, qué seria de mí y de ella misma, acosados en todo momento por la ley insana del vencedor, y xunius (uncidos) también para siempre, en el desventuroso carro de la esclavitud bien vigilada, por el látigo y la pistola del triunfador.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > carraca

См. также в других словарях:

  • No logo: el poder de las marcas — Este artículo o sección sobre literatura y empresas necesita ser wikificado con un formato acorde a las convenciones de estilo. Por favor, edítalo para que las cumpla. Mientras tanto, no elimines este aviso puesto el 8 de noviembre de 2009.… …   Wikipedia Español

  • Hannah Arendt — en una ilustración de Aretz para el sello de la serie Mujeres de la Historia alemana. Hannah Arendt, nacida como Johanna Arendt, (Linden Limmer, hoy …   Wikipedia Español

  • Argumento de Naruto — Anexo:Argumento de Naruto Saltar a navegación, búsqueda Naruto es originalmente un manga, obra de Masashi Kishimoto, cuyo éxito le permitió ser llevado al anime. La historia publicada hasta el momento puede separarse en dos temporadas: la primera …   Wikipedia Español

  • Rusia — Российская Федерация Rossíyskaya Federátsiya Federación de Rusia …   Wikipedia Español

  • Guerra acorazada — Una fuerza combinada de tanques M1 Abrams, vehículos de combate de infantería M2 Bradley y un convoy logístico avanzando durante la Guerra del Golfo. La guerra acorazada en la guerra moderna se entiende como la utilización de los vehículos… …   Wikipedia Español

  • Movimiento obrero argentino — Marcha sindical en Argentina. El movimiento obrero argentino tiene una larga, apasionante y compleja historia de luchas. Fue iniciado poco después de la mitad del siglo XIX, tanto por la comunidad de obreros afroargentinos como por grupos… …   Wikipedia Español

  • México — Para otros usos de este término, véase México (desambiguación). «Mexicano» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Mexicano (desambiguación). «Mexicana» redirige aquí. Para la aerolínea, véase Mexicana de Aviación …   Wikipedia Español

  • Episodios de Saint Seiya — Anexo:Episodios de Saint Seiya Saltar a navegación, búsqueda Esta es una lista de episodios del anime Saint Seiya, basado en elmanga del mismo nombre creado por Masami Kurumada. Los episodios se divide en tres partes, la primera gran saga, El… …   Wikipedia Español

  • Anexo:Episodios de Saint Seiya — Esta es una lista de episodios del anime Saint Seiya, basado en el manga del mismo nombre creado por Masami Kurumada. Los episodios se divide en tres partes, la primera gran saga, El Santuario abarca desde la aparición de los caballeros de bronce …   Wikipedia Español

  • Economía de España — Saltar a navegación, búsqueda Economía de España Vista de los rascacielos de AZCA y CTBA desde el Círculo de Bellas Artes de la ciudad de Madrid. Moneda …   Wikipedia Español

  • Ítems de Metroid — Anexo:Ítems de Metroid Saltar a navegación, búsqueda Metroid durante su tiempo e historia, se presentaba antiguamente un gran juego, pero con poco por conocer. Ahora la serie tiene una gran franquicia y en cada secuela se han ido incorporando… …   Wikipedia Español

Поделиться ссылкой на выделенное

Прямая ссылка:
Нажмите правой клавишей мыши и выберите «Копировать ссылку»