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ninguno+me+dijo+nada

  • 1 ninguno

    pron.
    1 no one, none, nobody, not a single one.
    2 none, none of it.
    * * *
    1 no, not any
    1 (persona) nobody, no one
    2 (objeto) not any, none
    \
    ninguna cosa nothing
    ninguno,-a de nosotros (ellos etc) none of us (them etc) Table 1 NOTA See also ningún/Table 1
    * * *
    1. (f. - ninguna)
    adj.
    no, none
    2. (f. - ninguna)
    pron.
    1) none
    3) no one, no other
    * * *
    1.
    ADJ [con verbo negativo en inglés] any; [con verbo afirmativo en inglés] no

    no practica ningún deporte — he doesn't do any sport, he does no sport

    2. PRON
    1) [entre más de dos] [con verbo negativo en inglés] any; [con verbo afirmativo en inglés] none

    -¿cuál te gusta? -ninguno — "which one do you like?" - "none of them"

    ninguno de: no me creo ninguna de sus historias — I don't believe any of his stories

    2) [entre dos] [con verbo negativo en inglés] either; [con verbo afirmativo en inglés] neither

    ninguno de los dos equipos pasará a la finalneither of the teams o neither team will get through to the final

    3) (=nadie) nobody, no-one
    NINGUNO Adjetivo Se traduce por any si el verbo va en forma negativa y por no si el verbo va en forma afirmativa. En general es más frecuente usar not + any (salvo como sujeto, posición en la que se debe emplear no), ya que no se utiliza normalmente con carácter más enfático: No tengo ninguna pregunta I haven't got any questions No se ha cometido ningún delito No crime has been committed No fui a ningún sitio I didn't go anywhere No hay ningún peligro There is no danger, There isn't any danger Hay que tener en cuenta que el sustantivo que sigue a any va en plural si es contable, como en el primer ejemplo. ► Con palabras que poseen un sentido negativo tales como hardly, without y never hay que utilizar any: Conseguí hacerlo sin ninguna ayuda I managed to do it without any help Pronombre El uso de los pronombres any y none sigue las mismas pautas que los adjetivos any y no, ya que se emplea preferiblemente la forma any con verbos en forma negativa y none si la forma es afirmativa, e igualmente se prefiere la forma none para la posición de sujeto: No quiero ninguno de estos I don't want any of these No me gusta ninguno de ellos I don't like any of them No queda ninguno There are none left No va a venir ninguno de sus amigos None of her friends is o are coming Si el verbo va detrás de none puede ir tanto en singular como en plural. ► En lugar de none y any, si ninguno se refiere a dos personas o cosas se emplea neither y either, siguiendo las mismas reglas anotadas anteriormente: Ninguno de los dos equipos está jugando bien Neither of the teams o Neither team is playing well No conozco a ninguno de los dos I don't know either of them El verbo va en singular si sigue a neither. Para otros usos y ejemplos ver la entrada see ALGUNO, ALGO
    * * *
    I

    no lo encuentro por ningún lado or ninguna parte — I can't find it anywhere

    no es tonta, pero tampoco es ninguna lumbrera — she's not stupid, but she's no genius either

    II
    - na pronombre
    2) ( nadie) nobody, no-one
    * * *
    = none.
    Ex. None of the entries in the system is specific.
    ----
    * aunque sin ningún resultado = but (all) to no avail.
    * bajo ninguna circunstancia = under no/any circumstances.
    * bajo ningún concepto = on no account, not on any account, under no/any circumstances.
    * como en casa no se está en ningún sitio = there's no place like home.
    * demostrar sin ninguna duda = prove + beyond all doubt, demonstrate + beyond any doubt, prove + beyond any doubt.
    * demostrar sin ningún género de duda = demonstrate + beyond (all) doubt, demonstrate + emphatically, prove + beyond all doubt, demonstrate + beyond any doubt, demonstrate + beyond any doubt, prove + beyond any doubt.
    * de ninguna forma = in any way at all.
    * de ninguna manera = at all, in any sense of the word, not at all, under no/any circumstances, on no account, not on any account, in any way at all.
    * !de ninguna manera! = Not on your life!, over + Posesivo + dead body.
    * de ninguna otra forma = in any other way.
    * de ningún modo = by no means, in no way, on no account, in no sense, by any means, not at all, under no/any circumstances, in any shape or form, for the life of me, not on any account, by no stretch of the imagination.
    * en ninguna parte = nowhere.
    * en ningún lugar = nowhere.
    * en ningún momento = at no time, at no time, anywhere along the line.
    * en ningún sentido de la palabra = in any sense of the word.
    * en ningún sitio = anywhere along the line, nowhere.
    * ganar sin ninguna dificultad = beat + Nombre + hands down, win + hands down.
    * más allá de ninguna duda = beyond doubt.
    * más que ninguna otra cosa = beyond all else.
    = no one, not... any.
    Ex. No one catalogue can satisfy all the requirements of all users simultaneously.
    Ex. Right now it would not win any great prize for alphabetization.
    ----
    * ninguna otra persona = no one else.
    * ninguna probabilidad = fat chance.
    * ningún + Nombre = no + Nombre, no single + Nombre, no two + Nombre.
    * ningún + Nombre + del mundo = all + Nombre + in the world.
    * ninguno de los dos = neither, neither of them.
    * ningún otro = no other.
    * no concebirse desde ningún punto de vista = be impossible under any hypothesis.
    * no dar ningún resultado = give + zero results, be of no avail, be to no avail.
    * no dejar ninguna duda = leave + no doubt.
    * no existir ningún indicio de que = there + be + no sign of.
    * no hacer ninguna gracia = not take + kindly to.
    * no hacer ningún cambio = stand + pat.
    * no llevar a ninguna parte = achieve + nothing, achieve + nothing, go + nowhere.
    * no llevar a ningún fin = fart + in the wind.
    * no llevar a ningún sitio = go + nowhere.
    * no ser ningún jovencito = be no chicken.
    * no tener ningún escrúpulo en = have + no qualms about.
    * no tener ningún fundamento = not have a leg to stand on.
    * no tener ningún interés = can't/couldn't be bothered.
    * no tener ningún problema con = be okay with.
    * no tener ningún remilgo en = have + no qualms about.
    * no tener ningún reparo = have + no qualms about.
    * que no posee ninguna conexión = disjoint.
    * sin ninguna duda = without question, without any doubt, beyond doubt, no mistake, no doubt.
    * sin ningún coste = without charge, without cost, free of charge, at no cost, free of cost, cost free, for free, costless, at no charge.
    * sin ningún esfuerzo mental = thought-free.
    * sin ningún género de duda = without any doubt whatsoever.
    * sin ningún género de dudas = indisputably.
    * sin ningún motivo = for no reason, for no specific reason, for no particular reason, for no good reason.
    * sin ningún nivel de especialización = unskilled.
    * sin ningún otro motivo = (just) for the hell of (doing) it.
    * sin ningún remedio posible = beyond redemption.
    * sin ningún reparo = unabashed.
    * sin ningún resultado = to no avail, without any avail, of no avail.
    * sin ningún tipo de restricciones = no holds barred.
    * si no hay ningún contratiempo = all being well.
    * si no ocurre ningún imprevisto = all (other) things being equal.
    * sin sentir ningún reparo = unashamed.
    * tan bueno como ningún otro = as good as any.
    * * *
    I

    no lo encuentro por ningún lado or ninguna parte — I can't find it anywhere

    no es tonta, pero tampoco es ninguna lumbrera — she's not stupid, but she's no genius either

    II
    - na pronombre
    2) ( nadie) nobody, no-one
    * * *
    = none.

    Ex: None of the entries in the system is specific.

    * aunque sin ningún resultado = but (all) to no avail.
    * bajo ninguna circunstancia = under no/any circumstances.
    * bajo ningún concepto = on no account, not on any account, under no/any circumstances.
    * como en casa no se está en ningún sitio = there's no place like home.
    * demostrar sin ninguna duda = prove + beyond all doubt, demonstrate + beyond any doubt, prove + beyond any doubt.
    * demostrar sin ningún género de duda = demonstrate + beyond (all) doubt, demonstrate + emphatically, prove + beyond all doubt, demonstrate + beyond any doubt, demonstrate + beyond any doubt, prove + beyond any doubt.
    * de ninguna forma = in any way at all.
    * de ninguna manera = at all, in any sense of the word, not at all, under no/any circumstances, on no account, not on any account, in any way at all.
    * !de ninguna manera! = Not on your life!, over + Posesivo + dead body.
    * de ninguna otra forma = in any other way.
    * de ningún modo = by no means, in no way, on no account, in no sense, by any means, not at all, under no/any circumstances, in any shape or form, for the life of me, not on any account, by no stretch of the imagination.
    * en ninguna parte = nowhere.
    * en ningún lugar = nowhere.
    * en ningún momento = at no time, at no time, anywhere along the line.
    * en ningún sentido de la palabra = in any sense of the word.
    * en ningún sitio = anywhere along the line, nowhere.
    * ganar sin ninguna dificultad = beat + Nombre + hands down, win + hands down.
    * más allá de ninguna duda = beyond doubt.
    * más que ninguna otra cosa = beyond all else.
    = no one, not... any.
    Ex: No one catalogue can satisfy all the requirements of all users simultaneously.
    Ex: Right now it would not win any great prize for alphabetization.
    * ninguna otra persona = no one else.
    * ninguna probabilidad = fat chance.
    * ningún + Nombre = no + Nombre, no single + Nombre, no two + Nombre.
    * ningún + Nombre + del mundo = all + Nombre + in the world.
    * ninguno de los dos = neither, neither of them.
    * ningún otro = no other.
    * no concebirse desde ningún punto de vista = be impossible under any hypothesis.
    * no dar ningún resultado = give + zero results, be of no avail, be to no avail.
    * no dejar ninguna duda = leave + no doubt.
    * no existir ningún indicio de que = there + be + no sign of.
    * no hacer ninguna gracia = not take + kindly to.
    * no hacer ningún cambio = stand + pat.
    * no llevar a ninguna parte = achieve + nothing, achieve + nothing, go + nowhere.
    * no llevar a ningún fin = fart + in the wind.
    * no llevar a ningún sitio = go + nowhere.
    * no ser ningún jovencito = be no chicken.
    * no tener ningún escrúpulo en = have + no qualms about.
    * no tener ningún fundamento = not have a leg to stand on.
    * no tener ningún interés = can't/couldn't be bothered.
    * no tener ningún problema con = be okay with.
    * no tener ningún remilgo en = have + no qualms about.
    * no tener ningún reparo = have + no qualms about.
    * que no posee ninguna conexión = disjoint.
    * sin ninguna duda = without question, without any doubt, beyond doubt, no mistake, no doubt.
    * sin ningún coste = without charge, without cost, free of charge, at no cost, free of cost, cost free, for free, costless, at no charge.
    * sin ningún esfuerzo mental = thought-free.
    * sin ningún género de duda = without any doubt whatsoever.
    * sin ningún género de dudas = indisputably.
    * sin ningún motivo = for no reason, for no specific reason, for no particular reason, for no good reason.
    * sin ningún nivel de especialización = unskilled.
    * sin ningún otro motivo = (just) for the hell of (doing) it.
    * sin ningún remedio posible = beyond redemption.
    * sin ningún reparo = unabashed.
    * sin ningún resultado = to no avail, without any avail, of no avail.
    * sin ningún tipo de restricciones = no holds barred.
    * si no hay ningún contratiempo = all being well.
    * si no ocurre ningún imprevisto = all (other) things being equal.
    * sin sentir ningún reparo = unashamed.
    * tan bueno como ningún otro = as good as any.

    * * *
    ninguno1 -na
    (see note under ningún) [ Grammar notes (Spanish) ]
    no prestó ninguna atención he paid no attention, he didn't pay any attention
    en ningún momento never, at no time
    no lo encuentro por ningún lado or ninguna parte I can't find it anywhere
    no hay ningún problema there's no problem
    no le dio ninguna importancia he didn't consider it to be important, he didn't attach any importance to it
    no es tonta, pero tampoco es ninguna lumbrera she's not stupid, but she's no genius either
    (uso enfático): no hay problema ninguno there's absolutely no problem
    ninguno2 -na
    A [ Grammar notes (Spanish) ] (refiriéndosea dos personas o cosas) neither; (— a más de dos) none
    ninguno de los dos vino or no vino ninguno de los dos neither of them came
    no trajo ninguno de los dos she didn't bring either of them
    se le presentaron tres alternativas pero ninguna le pareció aceptable he was presented with three options but he found none of them acceptable o he didn't find any of them acceptable
    le dije que comprara dos/cinco y no compró ninguno I told her to buy two/five and she didn't buy any
    empezó cuatro libros y no terminó ninguno he started four books and didn't finish any (of them) o didn't finish one (of them)
    de las siete personas que entrevistaron ninguna tenía experiencia none of the seven people they interviewed had any experience, of the seven people they interviewed none had any experience
    se fue sin que ninguno de nosotros se diera cuenta she left without any of us realizing
    B (nadie) nobody, no-one
    ninguno me dijo nada nobody o no one told me anything
    toca mejor que ninguno he plays better than anybody o anyone
    * * *

     

    ninguno
    ◊ -na adjetivo (see note under ningún)



    en ningún momento never;
    no lo encuentro por ningún lado I can't find it anywhere


    ■ pronombre

    (— a más de dos) none;

    no trajo ninguno de los dos she didn't bring either of them;
    ninguno de nosotros la conoce none of us know her

    ninguno,-a
    I adjetivo
    1 no: no tienes ninguna vergüenza, you have no shame
    (con otro negativo) not... any: no queda ninguna galleta, there aren't any biscuits left
    de ninguna manera, no way
    en ningún momento, never
    por/en ninguna parte, nowhere
    2 (intensificador) no es ningún maníaco, he isn't a maniac at all
    no es ninguna extraña, she is no stranger
    II pron
    1 (persona) no one: él tiene un hermano y yo ninguno, he has a brother and I don't
    (referido a dos personas) neither: ninguno de nosotros (dos) tiene hermanas, neither of us has a sister
    (referido a un grupo) ninguno vino a misa, none of them came to mass
    (nadie) nobody, no one: ninguno lo sabía, nobody knew it
    2 (objeto) yo tengo una oportunidad, pero él ninguna, I have a chance, but he has none
    (referido a dos objetos) neither: ninguno es útil, neither is useful
    (referido a un grupo) ninguno era rojo, none of them was red
    no quiso ninguno, she didn't want any of them ➣ Ver nota en neither
    ' ninguno' also found in these entries:
    Spanish:
    maldita
    - maldito
    - ningún
    - ninguna
    - alimento
    English:
    any
    - anybody
    - either
    - elderly
    - neither
    - no
    - none
    - them
    - whatever
    * * *
    ninguno, -a Ningún is used instead of ninguno before singular masculine nouns (e.g. ningún hombre no man).
    adj
    1. [antes de sustantivo] no;
    no se dio ninguna respuesta no answer was given;
    no tengo ningún interés en hacerlo I've no interest in doing it, I'm not at all interested in doing it;
    no tengo ningún hijo/ninguna buena idea I don't have any children/any good ideas;
    no lo veo por ninguna parte I can't see it anywhere;
    no tiene ninguna gracia it's not funny;
    en ningún momento at no time;
    yo no soy ningún mendigo, ¿sabe usted? I'm not a beggar, you know;
    ¿tijeras? yo no veo ningunas tijeras scissors? I can't see any scissors;
    no tengo ningunas ganas de ir I don't feel like going at all
    2. [después de sustantivo] [enfático]
    no es molestia ninguna it's no trouble
    pron
    [cosa] none, not any; [persona] nobody, no one;
    ninguno funciona none of them works;
    no hay ninguno there aren't any, there are none;
    ninguno lo sabrá no one o nobody will know;
    ninguno de none of;
    ninguno de ellos/nosotros none of them/us;
    ninguno de los dos neither of them o of the two;
    no me gusta ninguno de los dos I don't like either of them
    * * *
    adj no;
    no hay ninguna razón there’s no reason why, there isn’t any reason why
    * * *
    no es ninguna tonta: she's no fool
    no debe hacerse en ningún momento: that should never be done
    ninguno, -na pron
    1) : neither, none
    ninguno de los dos ha vuelto aún: neither one has returned yet
    2) : no one, no other
    te quiero más que a ninguna: I love you more than any other
    * * *
    ninguno pron
    1. none
    2. nobody
    ¿ninguno quiere venir? doesn't anybody want to come?
    3. neither

    Spanish-English dictionary > ninguno

  • 2 güelguia

    Güelguia ou huelga, significa hacer huelga en el trabajo con el fin de conseguir alguna cosa justa y honrada. —You fexe ‘n toa miou vida dous güelguies, ya vou cuntayes nagora qu’encalda nel xeitu ‘l frutu qu’afuxinéi d’eches. La primeira veiz que me punxe ‘n güelguia foi cundu les famóuxes “Campanes d’Aviles”, trabayaba you per aquel lleldar comu xefe d’equipu nunu d’aquechus inxenius dou xugábamus con la Cadarma namái qu’entrábamus per aquechus camaretus d’aire comprimíu, dou mamplenáus de veices nus explotaba lus uíus de dollor, fayéndunus sangrar como curíus achuquináus per la ñariz ya les urées de ya dandunus campaneirus mái floxacus fasta se les xebraba ‘l coñocimentu, ya tou ísti aparti del trabayu que yera pelligróuxu ya m’esforciáu, lu faíamus per un xueldu de diecisiete pesetes aparti d’una primaxa que nus apurríen cundu les paicía, pos el díe que nun llancábamus nagua ‘l manullitu de cementu ya fierru, que lu mesmu pexaba cen toneláes, ya teñíamus que llantalu fasta catar el firme per debaxu del nivel del mare, anxina yera que cundu ‘l aire se xebraba perque tou ‘l material qu’uxaben pa lleldalu namí que yera un estrampanu de comprenxores ya fierrus, cuntu que cundu ‘l aire se colaba ‘l agua entraba lluéu dientru la campaña, ya tóus noxoitres con la priexa d’un centétchu teñíamus que subir per unes escaleraxes de fierru dou nun coyía namái qu’ún, anxina yera que con la fumareda qu’encaldaba ‘l vapore del aire que nun dexa güétchar nagua, ya ‘l ruxir del agua que per tous lus lláus fondeirus del manullitu a regueiráes nus aniegaba, faíanus a tóus coyer bones esquirpiaés de miéu, pos nadie iñoraba qu’el manullitu padíe ‘sfrundixe ya dexanus a tóus estrapacháus debaxu d’él lu mesmu que se fóramus figus d’agostu. Per istu ‘l tiberiu que s’encaldaba debaxu d’aquel esguiladeiru de fierru, yera ‘l de galamiar con priexa ya esciplina pa fuyír d’aquel enfernal pelligru qu’angunus compañeirus nuexus d’oitres campanes mái esgraciaínes que les que you acaidonéi les veixe arrabucáu la vida. —Despós cundu denuéu ‘l aire golguié teñíamus que’achicar l’agua, ya lu mesmu tardabamus varius díes en llograyu, ya metantu tou ísti tempu nun cabrabanus nagua de prima, foi per ista inxusticia per la que faléi con lus dez homes que trabayaben cuaúmigu, ya llogréi ‘l miou paicer conveceyus, paque non achicáramus mái agua mentantu nun nus apurrieren la prima lu mesmu que cundu trabayábamus picachonandu la tierra. Foi ‘l casu que comu a la gora de tar paráus al lláu de la campana murandu ‘l conseguir lus nuexus honréus drechus, vienu la brigadilla de lu criminal d’avilés, ya col llátigu na mán díxunus que xinun entrábamus a trabayar nel escapi nus esfoyaben a llatigazus achindi mesmu, ya tóus conel mesmu miéu que viesen apaparáu cundu nus xebraramus de dientru, golguierun oitra veiz al trabayu xin faer gurgutu, colarun tóus foriáus de miéu d’aquecha pollicía d’achunquinus, quáchuquinar un home a llatigazus yera p’echus pequenina parva, Tan solu quedarun al lláu migu dous rapazus que viesen síu llexonarius, ya lus tres xuntus les diximus que nouxóitres nun trabayabamus metantu nun nus aprurieren la prima, e achindi mesmu lus mamfrorinacus ya fíus de paraxeta d’aquetchus megreirus de pollicies, nus fexerun conel llátigu ‘n pequenu falagáu de chombu, ya despós nus chevarun pal sou cuartel e achindi nus apurrerun durante tou ‘l tiempu de tres díes galgazáus ya inxultus de tous lus collores, xin danus lus mu chimiagus nin gateira d’agua, pos échus queríen que nuexoitres firmaramus nun séi quéi que viéxemus fechu, peru dangunu firmamus nagua, ya entóus nus arretrigarun na cárxel, ya lus poucus díes el xuez puénxunus en llibertá, peru a la mesma porta de la cárxel golguirun a prindanus lus ñegreirus pollicíes, ya chevárannus denuéu pal sou cuartel, e achindi duranti oitres tres díes nus apurrierun tocata ya tunda, ya despós de ben fartus d’inxultus ya llatigazus punxérunnus en llibertá, ya lus tres fomus denuéu a curar nuexes ferides a la “Hermaná Llexonaria” de nuexus Tercius. TRADUCCIÓN.—Yo hice en toda mi existencia dos huelgas, y les voy a contar ahora que encarta en la palabra, el fruto que he sacado de las huelgas. La primera vez que me puse en huelga, fue cuando las famosas campanas de aire comprimido con las que se hacían los cimientos de Ensidesa de Avilés. Trabajaba yo en aquel suceder como jefe de equipo de uno de aquellos ingenios donde jugábamos con la muerte nada más que entrábamos por aquellas camaretas de aire comprimido, donde muchas veces nos reventaban los oídos de dolor, haciéndonos sangrar como patos degollados por la nariz y las orejeas, y algunos otros compañeros más flojos hasta perdían el conocimiento de dolor, y todo este sufrimiento, a parte del trabajo que era de lo más peligroso y esforzado, lo hacíamos por el miserable sueldo de diecisiete pesetas por jornada de trabajo, aparte de una insignificante prima que nos deban cuando les parecía, pues el día que no plantábamos nada el enorme bloque de cemento y hierro que lo mismo pesaba cien toneladas o más, y teníamos que plantarlo escavando la tierra, arena, piedra, etc., por dentro de él, hasta encontrar el firme que estaba por debajo del nivel del mar, así era que cuando el aire comprimido se marchaba, cosa que sucedía con mucha frecuencia, ya que el material que usaban para hacerlo era un conjunto de chatarra compuesto por compresores y tuberías, digo que cuando el aire se iba, el agua entraba dentro de la campana con mucha rapidez, y todos nosotros con la prisa de una centella teníamos que subir por una escalera de hierro pegada al bloque de cemento donde tan sólo cabía uno de cada vez, así era que con la humerada que producía el vapor del aire, que no dejaba ver nada, y el ruido del agua que por todos los lados fonderos del manolito de cemento a torrentes nos ahogaba, hacíamos a todos coger grandes cantidades de miedo, pues nadie ignoraba que aquel maldito bloque podía en cualquier momento falto del sostén del aire hundirse y dejarnos a todos reventados lo mismo que los higos de agosto, cuando maduros se desprenden de la higuera y se aplastan encima de las losas del suelo. Por todo esto, la lucha que se desarrollaba debajo de aquella escalera de hierro, era la de correr con grande prisa y disciplina, para poder huir con tiempo de aquel infernal peligro, que algunos compañeros nuestros de otras campanas más desgraciadas que la que yo dirigía, les había arrancado la vida. Después cuando de nuevo el aire volvía, teníamos que achicar el agua, y lo mismo tardábamos varios días en lograrlo, y durante todo este tiempo no cobrábamos ninguna prima. Fue precisamente por esta injusticia, por la que hablé con los diez hombres que trabajaban conmigo, y logré según mi parecer convencerles, para que no achicáramos más agua mientras que no nos pagasen la prima lo mismo que cuando trabajábamos picando y sacando la tierra. Sucedió que como a la hora de estar parados al lado de nuestra campana esperando el conseguir nuestros honrados derechos vino la brigadilla de lo criminal de Avilés, y con el látigo en la mano nos dijo desafiadoramente que sino entrábamos a trabajar con rapidez, nos despellejarían a latigazos allí mismo. Y todos con el mimo miedo que hubieran cogido cuando dentro de la campana huyéramos de su peligro, volvieron otra vez al trabajo sin decir palabra se marcharon todos cagados de miedo a aquella policía asesina, que matar a un hombre a latigazos era para ellos un feliz entretenimiento. Tan sólo se quedaron a mi lado dos jóvenes de mi edad aproximada que habían sido legionarios, y los tres juntos les dijimos que nosotros no trabajaríamos hasta que no nos pagasen la prima que reclamábamos. Allí mismo, los mariconazos e hijos de puta de aquellos cobardes y asesinos policías, nos empozaron a castigar con sus látigos, y seguidamente nos llevaron para su cuartel, y allí nos martirizaron salvajemente durante el tiempo de tres días con latigazos, patadas, puñetazos, insultos y demás, teniéndonos siempre amarrados a unas prietas esposas, y sin darnos los muy babosos ni tan sólo una gota de agua, pues ellos querían por todos los medios que nosotros firmásemos no se que hubiésemos hecho. Pero ninguno de nosotros firmamos nada, y entonces nos metieron a la cárcel, pero a los pocos días el juez nos puso en libertad. Y otra vez a la misma puerta de la cárcel volvieron a detenernos los negreros y asesinos policías de nuevo llevándonos a su cuartel y durante otros tres días nos estuvieron dando paliza tras paliza, y después de bien hartos de insultos y latigazos, nos pusieron en libertad, y los tres nos marchamos de nuevo a la "Hermandad Legionaria, de Nuestros Queridos Tercios” con el triste fin de curarnos las heridas que la Cobarde y Cerda Sociedad nos había tan injustamente hecho. —Algunos años más tarde me volví a ponerme en huelga en el Pozo Minero de LLáscaras, sucedió de la siguiente manera. Entre a trabajar en aquella mina como ramplero, durante un mes trabajé a las órdenes de un picador con el ardor y la fuerza que en mi desde niño ha sido junto con la honradez, las únicas virtudes que he tenido. El picador que trabajaba a destajo por metros de carbón picado, era un astur de grande fortaleza y como unos cuarenta años de edad, sabía su oficio como grande maestro que era, la rampla era cómoda pues tendría casi dos metros de ancha, y el carbón difícil de picar pues s'eboronaba (deshacía) nada más que metía en martillo en sus negras y relucientes vetas, durante toda la jornada envuelto en un río de sudor y sin detenerme nada, me era casi imposible dar a basto el retirar el carbón que aquella máquina humana picaba, no nos cruzábamos en todo el tiempo de trabajo ni una sola palabra, el picaba como un verdadero demonio, tal parecía un coloso que se quería comer la rica veta en un sólo relevo, de vez en cuando hacía un respiro para echarse un trago de vino de la bota que tenía colgado de una mamposta, desde luego ahora que le recuerdo y le estudio con detenimiento, tengo que reconocer que era el atuñáu más grande que yo había conocido, pues jamás me brindó a que limpiara mi garganta con un paparáu de vino, después cuando postiaba también hacía este trabajo con una rapidez y precisión que impresionaba, y aquí si me decía alguna orden, pues eso eran sus palabras, ten aquí, traí pacá, pon aquí, etc. El picaba diariamente el trabajo estipulado para tres o cuatro jornadas a sueldo, el cobraba esos sueldos que destajaba en un sólo jornal, mientras que yo tenía que hacer todo ese trabajo de más por tan sólo un sueldo, el miserable xornaletu de un rampleru. Pronto empece a pensar que me estaban despiadadamente robando mi sudor, bien el picador o la empresa, yo trabajaba tres veces más no cobrando nada mis que un rancuayin xueldu. ¿Por qué me preguntaba proporcionalmente no puedo cobrar yo todo este esfuerzo de más que hago? —Algunos picadores les suelen dar a sus ayudantes si se lo merecen el día de cobro una prima de su propio bolsillo, esto era la única recompensa que le correspondía a un rampleru. Pero mi picador no me convidó ni a un triste vaso de vino. —Al día siguiente del de paga, que por cierto yo apenas ganó aquel mes ni para pagarle a mi patrona, ya estábamos trabajando los dos juntos en el tajo, él trabajaba con el mismo afán de siempre, yo paleaba el carbón con el ardor acostumbrado, pero cuando comprendí que ya había picado el carbón que correspondía a lo estipulado en una jornada normal de trabajo, yo dejé de paliar carbón y me senté tranquilamente encima de la pala, el casi inmediatamente dejó de picar y con voz bronca me dijo: ¡Venga rapaz quita este carbón que me estorba! —Yo le contesté que no rampliaba más carbón, que mi trabajo ya había terminado, que yo no estaba a destajo. —El dejó el martillo vino hacia mí con intenciones amenazadoras y me dijo que sino paleaba carbón me rompía los focicus. —Y tal cosa haría aquel animal de mi paisano, pues yo vi en su gesto endemoniado la firme idea de vapulearme a su gusto. —No me detuve en hacerle comprender nada pues yo sabía que a él no le importaban mis razones, así que me levante, así la pala con rabiosa tranquilidad y le hice comprender que estaba dispuesto a obedecerle pero de repente y con gran rapidez le ataqué con fiereza sorprendiéndole, y le aticé tres o cuatro golpetazos certeros con la pala de plano, que dieron con su grande y fuerte humanidad en el suelo, y cuando le vi vencido y sin ánimo de atacarme le dije, que yo defendía mis derechos, y que él lejos de convertirse en mi negrero, debía de comprender que lo que yo decía era justo. —Nada me respondió el muy magüetu, se levanto quejándose por los gestos que hacía, no por las palabras que no dijo ninguna, y se fue rampla abajo, al poco tiempo vino acompañado del vigilante de rampla, que se llamaba Anxelín y era sin dudarlo un astur de buena calaña, que más que reñirme tal parecía que le haba gustado lo que hubiera hecho, y después de explicarme las obligaciones que tenía un rampleru, que eran todas sin que le asistiese ningún derecho, me rogó me incorporara otra vez al trabajo, y que me dejase de aspirar a unas pretensiones que no existían. —Yo le contesté que en esas condiciones no trabajaría más y que hablaría con los demás ramplerus para que me secundaran, entonces él sin decirme más palabras me dio papeleta para la jaula y me echó de la mina. —Nada pude yo poner en claro con los demás ramplerus cuando salieron de la mina muchos de ellos hasta mirándome con desprecio de mi idea se reían. —Al día siguiente ya conforme con la mala suerte de no poder conseguir nada, ya estaba dispuesto a seguir trabajando de aquella esclavizante y dehumanizadora manera, fui a recoger mi lámpara a la lampistería para entrar a la mina, cuando le di mi número de lámpara al lampistero, este se fue a un cuarto contiguo y salió acompañado de dos guardias civiles que me detuvieron en el momento, me esposaron lo mismo que si fuese un delincuente, y en presencia de muchas mineros que ninguno les dijo nada, me llevaron para el cuartelillo que tenían en la Felguera. —Mucha suerte tuve yo aquel día, pues cuando me entraron en la oficina del cabo primero de aquel destacamento, que tenía la profesión de ser un verdadero asesino, y que fácil muy alegremente me hubiese dado más palos que los que imaginar pudiera, allí dentro estaba un oficial de la guardia civil, que había servido como alférez de milicias en mi tercio, precisamente en mi compañía que era la de deportes, nada más que me vio, rápidamente ordenó que me quitasen las esposas, y manda todos los guardias que saliesen de la oficina, después me saludó fraternal y noblemente como buen legionario, me mandó que me sentara y le explicara el delito que me traía. —Cuando le conté lo que había hecho, él metiendo la mano en su bolsillo me dio doscientas pesetas y me dijo: —Toma coge esto y vuelve ahora mismo con toda la rapidez que puedas a tu Tercio legionario sino quieres terminar de una paliza destrozado, o morirte de hambre en un presidio. —No busques en la vida civil ni libertad, ni justicia, pues estas dos preciadas joyas hace tiempo que a la Patria la han abandonado y en su lugar ha nacido una ley que sostenida por la pistola y el látigo no permite que nadie reclame sus derechos, porque todos tienen el deber de ser sumisos ciudadanos que no tienen voz ni voto porque el miedo les ha convertido en un rebaño de sumisos esclavos. —Aquel mismo día otra vez volví a viajar sin maleta ni equipaje como siempre había rodado, camino del refugio que me brindaba mi querida y noble legión, donde moraban muchos jóvenes que al igual que yo habían sido por la ley apaleados, humillados.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > güelguia

  • 3 whatever

    relative adjective, relative pronoun (any (thing(s) or amount) that: I'll lend you whatever (books) you need.) todo(s) lo(s)... que
    whatever pron lo que
    whatever happens, I'll be your friend pase lo que pase, seré tu amigo
    tr[wɒt'evəSMALLr/SMALL]
    1 (any) cualquiera que
    2 (at all) en absoluto
    1 (anything, all that) (todo) lo que
    3 (surprise) qué
    whatever are you doing? ¿qué diablos haces?
    do you want pizza or pasta? --Whatever ¿quieres pizza o pasta? --Lo que sea
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    or whatever o tal, o cosas por el estilo
    whatever next? ¡habráse visto!, ¡vaya!
    whatever [hwɑt̬'ɛvər,.hwʌt̬-] adj
    1) any: cualquier, cualquier...que
    whatever way you prefer: de cualquier manera que prefiera, como prefiera
    there's no chance whatever: no hay ninguna posibilidad
    nothing whatever: nada en absoluto
    whatever pron
    1) anything: (todo) lo que
    I'll do whatever I want: haré lo que quiera
    whatever it may be: sea lo que sea
    3) what: qué
    whatever do you mean?: ¿qué quieres decir?
    adj.rel.
    cuanto adj.rel.
    expr.
    cualquier expr.
    me importa un bledo expr.
    pron.
    cuanto pron.

    I hwɑːt'evər, wɒt'evə(r)
    1) (in questions, exclamations) qué

    whatever is she doing? — ¿qué (es lo que) está haciendo?, ¿qué diablos está haciendo? (fam)

    she resigned - whatever for? — renunció - ¿a santo de qué?

    whatever next! — ya es el colmo!, lo que nos faltaba!

    2)

    whatever you do, don't laugh! — hagas lo que hagas no te vayas a reír!

    he talked about percentiles, whatever they are — habló de percentiles, que no tengo ni idea de qué son or (fam) de lo que son

    b) ( all that)

    here's $5: buy yourself a sandwich or whatever — aquí tienes $5: cómprate un bocadillo o algo

    whatever you say — lo que tú digas, como quieras


    II

    don't give up, whatever doubts you may have — no renuncies, tengas las dudas que tengas

    if, for whatever reason, you decide not to go — si por cualquier motivo decides no ir

    all people, of whatever race or creed — todos, cualquiera sea su raza o credo

    b) ( any)

    whatever changes are necessary — los cambios que sean necesarios, cualquier cambio que sea necesario


    III
    adverb (as intensifier)

    none/nothing whatever — ninguno/nada en absoluto

    [wɒt'evǝ(r)]
    1. PRON
    1) (=no matter what)

    get it, whatever it costs — cómpralo, cueste lo que cueste

    2) (=anything that) lo que; (=everything that) todo lo que

    whatever you say (acquiescing) lo que quieras

    "I tell you I'm ill" - "whatever you say" — iro -te digo que estoy enfermo -sí, sí or -sí, lo que tú quieras

    whatever you findtodo lo que or cualquier cosa que encuentres

    whatever do you mean? — ¿qué quieres decir?

    whatever did you do? — ¿pero qué hiciste?

    whatever did you say that for? — ¿a santo de qué dijiste eso?

    4) (=other similar things)

    you can put your pyjamas, sponge bag and whatever in here — aquí puedes guardar el pijama, el neceser y todas esas cosas

    2. ADJ
    1) (=any) cualquier; (=all) todo
    2) (=no matter what)

    whatever problems you've got, we'll help — nosotros te ayudaremos, tengas el problema que tengas

    whatever time is it? — ¿qué hora podrá ser?

    whatever help will that be? — ¿para qué servirá eso?

    3.
    ADV (with negative) en absoluto
    * * *

    I [hwɑːt'evər, wɒt'evə(r)]
    1) (in questions, exclamations) qué

    whatever is she doing? — ¿qué (es lo que) está haciendo?, ¿qué diablos está haciendo? (fam)

    she resigned - whatever for? — renunció - ¿a santo de qué?

    whatever next! — ya es el colmo!, lo que nos faltaba!

    2)

    whatever you do, don't laugh! — hagas lo que hagas no te vayas a reír!

    he talked about percentiles, whatever they are — habló de percentiles, que no tengo ni idea de qué son or (fam) de lo que son

    b) ( all that)

    here's $5: buy yourself a sandwich or whatever — aquí tienes $5: cómprate un bocadillo o algo

    whatever you say — lo que tú digas, como quieras


    II

    don't give up, whatever doubts you may have — no renuncies, tengas las dudas que tengas

    if, for whatever reason, you decide not to go — si por cualquier motivo decides no ir

    all people, of whatever race or creed — todos, cualquiera sea su raza o credo

    b) ( any)

    whatever changes are necessary — los cambios que sean necesarios, cualquier cambio que sea necesario


    III
    adverb (as intensifier)

    none/nothing whatever — ninguno/nada en absoluto

    English-spanish dictionary > whatever

  • 4 xabarciar

    Xabarciar, tratar, vender, cosas de poco valor, tratantes de escasa monta. —Cundu you yera un guaxín prexenciéi 'l tibeiru que cheldarun les Xabarceires de la miou aldina con la sou pótchina Facunda ya 'l Pascualón el Xitanu, lu que non cuntaba you yera qu'al currer el tempu tamén me diba ver encibiétchau per mor de la ñecexidá en tener que faer de xabarceiru, ya nagora mesmu comu tóu nisti dicionariu xirbe d’escola, nagua mexor qu’istes estories pa comprendier con mexor vidayu les ñaturales ya ximples costumes de la Nuexa Xantiquina Tierrina, que güéi nel díe tan sous ancestrus nes manes fedientes ya utreresques de prexones tan rapiegues ya llimiagues, que l'únicu que fan ye mistificar les nuexes costumes ya Chingua, menus mal que col tempu les xeneraciones d'astures venideiras xabran poñer les couxes nel sou xeitu, pos conista esperancia trabayu you xin escanxu ya m'allegre ya enxemáu de gociu, perque you séi, ya xuru per toes mious ceyencias con tou la fuercia del miou alma, qu'angún díe non mu xeru, tous lus entroyáus trabayus fechus per lus Amigus del Bable ya de lus del Conceyu Bable, que güéi amindi me pieschen toes les portes, per el baldrayante miéu que xin me dexen xueltu, dalgún d'echus nun me valdríe amindi nin p'arrátchar el cuchu de lus bracus. Axín que ya ta tóu faláu, ya tous lus que nun s'atopen nes arrañáes pradeires del enxútchu vidayu, comprendieran, que toes istes xentaques per minde nomáes nun son namái que pioyones ou paráxitus. TRADUCCIÓN.—Cuando yo era pequeño presencié el sonado escándalo que prepararon las tratantas de mi aldea, por la causa de la su pollina Facunda y de Pascualón el Gitano, lo que no pensaba yo por aquel entonces, era que al transcurrir los años, me iba a ver envuelto por causa de la necesidad o cualquier otra razón parecida, en trabajar como tratante verdulero, frutero, xabarceiru, pero ahora mismo, y como según mi parecer todo en este diccionario ha de servir de escuela, pues nada mejor que estas historias verdaderas, para comprender con mejor entendimiento y sencillez, las naturales y simples maneras, costumbres y diversas cosas de Nuestra Santina Tierrina, pues con grande pena hoy yo estoy viendo, como sus más respetables y queridos ancestros, son manejados ultrajantemente, por personas que faltas de dignidad, amor a la Tierrina y respeto hacia sus sagrados ancestros, están dándoselas de entendidos mistificando toda la "Cultura de Asturias”, pero yo se muy bien, que con el tiempo las generaciones de astures venideras sabrán poner todas las cosas en el lugar que sabiamente les corresponde, con esta hermosa esperanza trabajo yo hoy en día con alegría y cubierto de entusiasmado gozo, porque yo sé, y juro por todas mis creencias con toda la fuerza de mi alma, que algún día y no muy lejano, todos los estercolosos trabajos sobre la materia de la LLingua D'Asturies y sus Ancestros, que fueron basurescamente hechos por los Amigos del Bable y los del Conceyu Bable, que desde siempre, pretendo decir, que desde que nacieron porque mis humildes trabajos les hicieron con afán insano intentar crecer sin tener raíces para sostener su rancuaya creencia, no hicieron otra cosa que ponerme torgas en todas las puertas, por el cobardoso miedo que tenían, pues al dejarme suelto a mí, ninguno de ellos hoy existiría, y menos me serviría ni para limpiar la cubil de los cerdos. Así que ya está dicho todo sobre este asunto de estas asociaciones de la "Trelda", y yo creo que todas las gentes que no tengan las praderas del entendimiento secas y limpias de saberes, comprenderán perfectamente, que todas estas gentes por mi nombradas nada más que son parásitos. —Esta historia que ya de seguido les voy a relatar, terminó con mis huesos en la cárcel, por haberla yo contado en un pequeño libro tal como había sucedido. La verdad que you espatuxé ya galamiéi per tous lus llugares de la miou Tierrina con mu pouca xuerti, quiciavis fora que ñaciera pa ser un esgraciaín ou que les couxes teñíen que cheldaxe axindi, güéi nel díe que ya vou pa viétchu tou contentu de ver vivíu miou vida de la maneira que lu fexe, perque xin axindi nun fora, poucu ou nagua podría cuntar de les costumes ya llingua de miou mantina Tierrina. Xin lus Roxus viexon ganáu l'engarradiétcha, que tal couxa viexen fechu senún se xebraren en tantus partíus pollíticus que nun dexaben llugar pa l'esciplina, pos tóus queríen mangoniar, escutír, ya tou 'l mamplenáu de tibeirus xabarceirus que manexaben, metantu que lus fascioxus afilaben les nabayes p'achuquinar piscuezus, falules you, que xin lus Roxus viexen ganáu, xeguramente que you nun taríe nagora fayénduyes isti dicionariu, perque xeguramente miou pá me viexe adeprendíu dalguna carreira d'inxinieru, maestru, aboguéu, etc., etc., ya me xebrarie del ñatural vivir ganándume 'l pan nes mesmes fontes ancestrales de les nuexes costumes ya llingua, que ye dou s'abaya tou 'l ancestru ximple, ñatural ya fidalgu d'Asturies, Trubiétchu de la Patria España. —Toes les prexones xebráes d'istus ñaturales y xantiquinus llugares de la miou embruxadóura ya melgueira Tierrina, nun poden querecha na fondeirá de sous raigones, nin tampoucu puén faer el munchu trabayu qu'entavía se ñecexita pa poder cheldar en bom xeitu la Nuexa Palancia, ya toa l'ancestral cultura de la Tierrina. —Existi un reflán astur que díz, que lus nenus pa que queran ben a la sou má tenen que mamar nel sou entamu fasta qu’isti d’afechu s’escose. “TERESA, LA JUSTICIA Y LOS ELEGANTES TIMADORES DE NUESTRO TIEMPO" —No son los timadores de mi tiempo, tan desgraciados y tan cándidos como lo era Pascualón el gitano, pues estos indecentes y asquerosos gitanos de hoy día, no son de la raza “calé” (pobrecitas estas humildes y desventuradas gentes, cuanto desde niño las he querido admirado, y cuantos compañeros en la vida he tenido que eran gitanos, siendo todos ellos estupendos camaradas y soberbios muchachos). —Digo que los gitanos de hoy día, son la escoria que dejo la guerra entre la raza despreciable de algunos “payos”, y a uno de ellos, le voy a retratar en estas páginas lo mejor que pueda, sin quitar, ni poner nada, simplemente voy a contar cuanto ha sucedido. —Habíame yo caído trabajando como calderero en el montaje, y rótome el cumal (la columna), quedando de resultas de este llumbazu (caída) inútil para el trabajo que profesaba, y en una situación bastante desesperada, porque las pensiones que asignan a los mutilados trabajadores españoles, son las mayores canalladas y porquerías, que no le alcanzan al desventurado lisiado, ni para comer un plato de sopas cada día. Así pues, había rótome las costillas toda mi vida trabajando para aquella miseria que me condenaba, a vivir el resto de mi existencia falto de todo, todavía para más fastidiarla, escuchando todos los días a los dirigentes de trabajo, bien con sus comedidas y estudiadas frases, que díganlas ellos y entiéndalas María Santísima, dirigiéndose al país, por el medio de la televisión, radio y prensa, que nos iban a dar tanto y cuanto. En resumen, que lo único que nos dan es una caca, tan grande tan asquerosa como ellos son. —Estaba yo de pensión por aquel entonces en casa de la señora Teresa, que era viuda de un desgraciado minero, que el pobre tuvo la triste desgracia para su esposa e hijos, de morirse en la cama abrazado por una enfermedad, y no haberlo hecho en la mina aplastado en una oscura y tenebrosa rampla por un costero, ya que si así hubiera sucedido, le quedaría a su viuda una pensión que aunque también fuese en demasía miserable, no sería tanto como la que le daban por el seguro de enfermedad, que ésta sí que no les algamía (alcanzaba) ni a ella ni a sus tres pequeños hijos, que el mayor aun no llegaba a los nueve años, ni para comer sin fartucase (hartarse), ni una vez a la semana. —Dentro de privaciones y de miserias endiabladas vivía Teresa, estirando la moleculosa pensión que no se espurría (alargaba), por ser en demasía encoyía (encogida) ya de crianza, y pensando yo que a esta triste situación que a ella acompañaba, sin galga (freno) que me detuviese en desfrenada carrera me acercaba, decidimos dedicarnos al trato, para ver si de esta forma lográbamos despegarnos de las miserias que nos rodeaban. —Creo que no hace falta decir, que la Ciencia le hizo correr al progreso con tanta prisa, que desde aquella inolvidable y lejana época de las Xabarceiras, que recorrían las aldeas, romerías y mercados, vendiendo las frutas y demás productos, que transportaban a lomos de los humildes burros, hasta nuestro tiempo, el progreso con sus ingenios modernos, mitad emparentados en el agrado del Hacedor, y la otra parte con los mismos imaginares del propio demonio, hizo a las gentes moverse con apurante desatino, y por tal suceder hoy día, las personas que pretendan dedicarse a la industria de comerciar con las frutas u otras mercancías por las ferias y mercados, no pueden hacerlo sirviéndose de un jumento como medio de transporte, ya que si tal locura hicieran, no ganarían ni para darle un mal pienso a su pollino. —Por tal lleldar (acontecer) Teresa y yo, nos decidimos hacer camino en el oficio de Zabarceirus (tratantes), por eso nos centramos en el menester de comprar una pequeña furgoneta, de ésas que suelen ser a medio uso, y que nos la dieran a plazos, ya que yo no tenía una perrina (cinco céntimos), y ella tenía que pedir prestado el dinero de la entrada que había que pagar por el vehículo, a una conocida suya que sabedora de nuestras pretensiones, habíase decidido a prestárselo. —Así pues ya con esta determinación tomada, y ya completamente decididos a ganarnos la vida en este oficio, que la verdad era el único que me quedaba a mí, ya que a pesar de aún valer para un sinfín de profesiones livianas, no podía aspirar a ellas, porque para tal menester, se necesitaba una recomendación, o ser por lo contrario hijo o pariente de algún facistón de buena marca, faceta única y sin igual, que impera desde la guerra Civil para todos los efectos en mi Patria. Por esto, a poca curiosidad que cualquiera tenga para investigar en este denigrante panorama, se darán cuenta que en todos los ministerios de la nación, desde el que más manda, hasta el conserje que le franquea la puerta, son todos fascistas, divididos en falangistas, que hermoso y Humanitario partido es éste, si sus afiliados cumplieran los Credos que tan maravillosamente creo su Fundador, y la otra parte, está compuesta por exdivisionarios, exlegionarios, excombatientes, exlicenciados de las fuerzas armadas, etc. Y si quieren ustedes encontrar algún Rojo, búsquenlo en las profesiones más bajas y avasalladas del país. Esto que les cuento señores es la pura verdad, así que consideren la libertad que tendremos, cuando detrás de cada obrero, existe un patrón que le roba, y si el trabajador protesta, entonces aparece un látigo y una pistola que le hace por la vía de la fuerza, entrar en la senda de la esclavitud. —Digo yo, que para encontrar esa furgoneta que determinado teníamos de comprar, investigamos en las páginas de anuncios de los periódicos de provincia, por si alguna venía anunciada del tamaño y condiciones que nosotros necesitábamos. Y nuestra alegría fue grande cuando observamos en uno de los diarios que la Casa de Vulcano tenía una en venta, que la vendía dando como señal una pequeña entrada, y después el resto, que se podía pagar en cómodos plazos, también estaba revisada con esmero y garantía, según las manifestaciones hechas por el propio dueño, en la propaganda que de la furgoneta había anunciado, que aseguraba que el tal vehículo, se encontraba lo mismo que si fuese nuevo. —Así pues, en los últimos días del mes de Enero, del siguiente año del primer baile que los Humanos hicieran alrededor de la Luna, ensenderámonos la Teresa y yo camino de Oviedo, ilusionados y muy gozosos dentro del ánimo que nos movía, de comprar aquel vehículo, con el que pensábamos mejorar a fuerza de trabajar arduamente nuestra situación harto deficiente. Llegamos al fin en alegrosa compañía a la Casa de Vulcano, pudimos comprobar como en el amplio escaparate de su bien saneado negocio, estaba expuesta la furgoneta limpia y reluciente, con todas las apariencias a primera vista de ser una prenda de primera mano. Sin embargo, si fuésemos capaces de leer el destino, hubiésemos observado como los faros de la hermosa furgoneta, nos parecerían ojos vivos, que nos miraban guasonamente, como si de ante mano, ya se estuvieran mofando de nuestras nobles pero ilusas pretensiones, y a fe mía que nos consideraban una xunta (yunta) de fatones (bobos) que muy pronto iban a caer en las sutiles redes de el gitano de su dueño, que era el timador más despiadado, hábil y deshumanizado, de los muchos que protegidos por la ley, comían el escaso pan del pobre en la ciudad de Oviedo. —Tras mirar un buen rato nuestro xumentu de fierru (burro de hierro) pareciéndonos cuanto más lo reparábamos más hermoso y deseable, decidimos hacer entrada al establecimiento, ya con el firme propósito de hacer nuestra aquella furgoneta, que con la necesidad que nos embargaba nos había por completo sorbido el seso. —Nada más que pusimos los pies dentro de aquella industria del timo y el atropello, presentose ante nosotros sin mediar tiempo, igual que si esperándonos estuviera, un hombre de aspecto muy agradable, que llevaba plasmado en su rostro el maravilloso don de no saber hacerle mal a nadie, por lo que a mi primera impresión yo pude apreciarle, y mirándonos con sus ojillos vivarachos, que al mismo tiempo parecían del todo inocentes, brindándonos una amplia sonrisa, que se extendía de oreja a oreja, y estaba amurallada de una dentadura tan perfecta y amarfilada, que me hizo asegurar que aquel sujeto, no tenía suyo ni un sólo diente. Digo yo que a la par que así nos saludaba, se frotaba sus finas y blancas manos con verdadera insistencia, y así con esta presentación tan capitalista, tan engañadora y confianzuda, nos preguntó con su voz exquisita y halagadora, que en nada desmerecía a sus modales: —¿En qué puedo servir a tan distinguidos señores? —Teresa que era la que llevaba la voz cantante porque era la que tenía el paperío (el dinero), ahpoyándose en el vehículo que le interesaba, díjole sonriéndose dentro de una gozosa alegría que no pasó desapercibida ante la escrutante mirada de aquel granuja de timador de los tiempos modernos: —¡Verá usted, queríamos comprar esta furgonetina, si es verdad todo lo que de ella cuenta usted en el periódico! —¡Sí, verdad es todo cuanto he dicho en el anuncio, no tengan ustedes miedo ni temor alguno al engaño, porque esta mi casa se especializa en haber sido siempre muy formal y seria! —Yo que para nada me entrometí mientras que ellos hablaban, por no cortar a la Teresa que es mujer de larga parpayuéla (muy habladora), a la par que muy enfadadiza y voluble si se le corta la palabra, y como ella era la que relativamente iba a satisfacer la entrada y hacerse responsable de la compra, pues tan sólo me limité a observarles mientras que ellos hacían el trato, y después que terminaron de ponerse de acuerdo en todo, no haciéndome ningún aprecio a mí el vendedor, y creo que hasta me había considerado según mis propias apreciaciones, hombre tranquilo y de mermados arreos, pues como cuento, después de haber cerrado el trato, el Vulcano otra vez envuelto por aquella facilona sonrisa, que en él debía de ser una de sus armas más eficientes, preguntó a la par que se frotaba sus manos lleno de un dichoso contentamiento, que le llenaba de gozo, y no tanto por el dinero que en su trato había ganado, sino por la satisfacción que deduzco sentía, cuando timaba a las gentes con su hábil y exquisita maestría: —¿Bueno... y ahora... quién es el que va a revisar esta maravilla? —¡Quiero decir...! ¿quién va a conducirla? —Yo l’acaidonaréi (conduciré), le contesté a aquel individuo del que ya no me gustaba tanto ni su presencia ni nada que de él emanase, y seguido le pregunté ya siempre dentro de la desconfianza: —¡Y ahora dígame usted! ¿Es verdad que este vehículo se encuentra en buenas condiciones? —Tenga presente y compréndame usted, que esta señora lo precisa para tratar en frutas, y no le vaya a suceder, que si desea llegar con ella dónde se propone, tenga que comprar un burro para que remolque a los dos caballos de hierro, que hacen xuntura (yunta) en la furgoneta, y que por encontrarse quemados de tanto trotar, no les quede fuerza nada más que para hacer la carrera de prueba. —Pierda usted todo cuidado, y no haga con sus ingeniosas bromas menosprecio de mis honrados intereses, que no vivo yo a cuenta de engañar a mis queridos y siempre respetados clientes. Manifestó Vulcano poniéndose muy serio, pero sin apearse en ningún momento de su sonrisa, que por ser tan permanente se hondeaba en la sospecha de ser equivocadora y seguido apuntalóse en hacer su propia propaganda de la siguiente manera: —Mire, no olvide nunca, me dijo Vulcano poniéndome cariñosamente una mano encima de mi hombro, que la Casa de Vulcano, es tan honrada como la misma Audiencia, dónde se reparte la ley castigando y persiguiendo toda trampa e injusticia, por eso yo efectúo mi trabajo, bajo la respetuosa sombra de la justicia. —¿Acaso ha pensado usted que yo soy un gitano? —¡No querido amigo, si en esa desconfianza su imaginación trabaja, siento asegurarle que se encuentra usted muy equivocado, pues todos en esta ciudad me conocen, y saben que soy un honrado industrial respetado y querido, tanto por los rectos servidores de la ley, como por todos los demás que estamos obligados a no burlarnos del eficiente sistema de la justicia, que hace que todo ciudadano se sienta protegido, tanto su integridad física, como los intereses que honradamente le pertenezcan! —Y ya por última vez les aseguro que este vehículo se encuentra en perfecto funcionamiento, y hasta puedo permitirme el lujo de decirles, que pueden viajar con esta estupenda furgoneta, sin la más mínima preocupación, y sin el menor problema posible, no sólo al más apartado rincón de Asturıas, sino hasta la alejada Barcelona, sin que este motorín, deje de funcionar ni un momento, ni se empapice (ahogue) ni una sola vez. Aseguraba Vulcano, centrándose en una encendida adulación hacía su “jumento de hierro", que tal parecía que le estuviese jurando al General Franco, que era él, el más horado y disciplinado comerciante, de toda la nación española. —Yo que ya había comprendido que aquel tipejo era una asquerosa rata que no había veneno que la matase, le dije que estaba muy bien todo cuanto había dicho, y después le pregunté, que si podíamos ir a dar una vuelta con la furgoneta, para asegurarnos, que efectivamente era el vehículo la maravilla que con tanto ardor y fuerza él nos había pintado. —¡No, hoy no puede ser! Aseguró Vulcano, y seguidamente dijo, que antes era menester de asegurarla, y abonar la entrada en el Seguro de la Patria Hispana, entidad que con buen acierto, según él, pastoreaba su negocio. —¡Así qué ahora mismo, vamos a ir la señora y yo hasta dicha agencia, para poner en orden dicho asunto, y pasado mañana ya pueden ustedes circular con el vehículo por dónde les venga en gana! “CUNDU LA TAREXA SE MEXOU DE MIEU” “CUANDO LA TERESA SE MEÓ DE MIEDO” —El sábado por la mañana que era el día señalado para recoger nuestra furgoneta, llegamos la Teresa y yo hasta los reinos de Vulcano con el ánimo plagado de alegría y embargados por una ilusión gozosa, pues íbamos a ser dueños de un vehículo, que nos permitiría sin ningún genero de dudas, llegar hasta los mercados más apartados de la Tierrina, y mejorar en el oficio de xabarceirus nuestra situación harto oprimida, tantas cuentas habíamos ya barajado y todas ellas navegantes en alegrosas ganancias, que creído nos teníamos que íbamos a ganar el oro y el moro, que incautos éramos que no nos detuvimos ni por un sólo momento en el pensar, que el que hace las cuentas adelantadas sin tener dineros para cubrirlas, por fuerza que tiene que hacerlas un par de veces, siendo la última la más válida. —Digo yo que cuando llegamos al escaparate dónde se lucía nuestra furgoneta, ya estaba al lado de ella el Vulcano, y tal a mí me pareció, que cuidaba a ésta con tanto mimo, como si fuese industriada en la herrería del mitológico dios que lleva su nombre. —Y a la par que nos saludaba con la misma sonrisa y frotamiento de manos que en anterior ocasión nos había dedicado, con su bien timbrada voz nos dijo, ocultando una guasa que no se me paso desapercibida: —¡Ya les estaba esperando señores, pues yo se muy bien por la larga experiencia que poseo en estos menesteres, que iban a ser ustedes muy puntuales, como corresponde a todas las gentes que arden dentro de los agradables deseos de hincarle el diente, a lo que de antemano han saboreado como manjar sabroso! —¡Así que aquí tienen ustedes la documentación y todos los requisitos necesarios para poder circular con la furgoneta sin que nadie les moleste. Y ahora sólo me queda desearles buena suerte, tanto en los viajes que emprendan, como en los negocios que puedan hacer, que en estos está precisamente el valer de las gentes! —Hicimos muy satisfechos y animados acomodo la Teresa y yo dentro de los dos caballos de hierro, dejando al que resultaría ser un astuto gitano, frotándose sus manos, y sonriéndose tanto para afuera como para sus podridos y asquerosos adentros, festejándose dentro del timo que terminara de hacernos. —Empezó la furgoneta a rodar dirigida por mí que no cabía en mi gozo de contento, por las calles de Oviedo abajo, con ánimo de alcanzar la carretera general y ensenderarme en la ruta de Gijón o Avilés, dónde pensado tenía probar aquella máquina, vendida por el que resultaría se el mas fino gitano, que timaba sin conciencia a las pobres gentes, sin encontrar jamás a un juez, que hiciera con él el escarmiento que años atrás había hecho Juan Antonio el falangista con Pascualín el de los enredos. —Teresa que iba sentada a mi lado, recostada cómodamente en aquel asiento, que tenía más pringue que la solapa de un mendigo a la salida de un frío invierno, me dijo endiosada de alegría por sentirse dueña de aquel maravilloso ingenio: —¡Este Vulcano tiene cara y presencia de ser una buena persona, de ser un hombre bondadoso y bueno, a par que sabe lucirse con su cautivadora sonrisa, en el agradable lugar de la educosa simpatía, la verdad que a una le presta en grande tratar con señores tan serviciales y educados. Hay que ver la finura y delicadeza que este buen señor conmigo se gastó, me trato lo mismo que si fuese una gran señora, no me cave duda que todo en él se dibuja como un caballero respetable y encantador, tan bien parecido, tan elegante, tan guapo, tan... En aquellos momentos unos empapizamientos harto sospechosos en el motor de nuestros dos caballos hízole a la Teresa hacer un descanso en el continuar ensalzando los engañosos enseñares de su hábil timador, y en la sazón que su alborozada alegría íbasele marchitando por el ya continuo pedorreo que alumbraba sin interrupción el motor, preguntóme muy apuradamente, haciendo aposiento en el lar de la nerviosa y asustadiza preocupación: —¿Per quéi demontres s’afuega la miou forgonetina que tantu se queixa Xuliu? —(¿Porqué demonios se ahoga mi furgoneta que tanto ruge Julio?). —Yo que ya sin ninguna duda empezaba a olerme el fino timo, que el cobarde y sucio Vulcano hubiera ordeñado en nuestro enflaquecido bolsillo, contestele arrugando el ceño, poniendo un gesto rabioso y despreciativo, buscando en mi imaginación con prisa, la forma de centrar en ley, aquel moderno y educado gitano de los jumentos de hierro de nuestro tiempo: —Me parece Teresa, que dentro de breves momentos, vas a ver dentro de tu cerebro, a ese encantador, respetable y guapo Vulcano, que no hace ni un minuto no tenías tu boca para aponderarle, te aseguro que le vas a ver del mismo despreciable color del diablo, y esto es así, porque esta furgoneta comienza a quejarse de una de sus muchas mortales heridas, que será con seguridad la más pronunciada de cuantas tiene. —¿Qué es lo que pretendes decirme Xuliu? Preguntó de nuevo Teresa ya ausente de toda alegría, empezando a subir la primera escalera del miedo del desespero. —La verdad Teresa, es que viajamos ajinetados encima de un montón de chatarra, por esta razón he de ir con buena cuenta hasta que de hecho me dé por sabido, qu’acaidono (que dirijo) una maquina, que ha puesto en mis manos ese desalmado de timador de Vulcano, que está predestinada sin ningún género de dudas, hacer en cualquier momento descalabros con las vidas de la inocente gente, que a cada paso cruzamos. —Ya nos hallábamos en las afueras de Oviedo, y comenzábamos a bajar una pequeña cuesta que existe a la entrada de la Corredoria, cuando un bache de los muchos que alumbrábanse por aquel entonces en la carretera, hizo que la dolorida furgoneta se bandaleara ostensiblemente, y en tal baile, abriéronse con verdadero estruendo ambas puertas, despedazándose los cristales y estropeándose en mala manera parejas portezuelas, con tal atronador ruido, que la buena Teresa encogiéndose en el asqueroso asiento, cosida por un miedo que le hizo mearse, dijo temblándole su voz que era dominada por su espantoso miedo: —¡Frena, frena en el instante Xuliu, por todos los demonios del infierno xuntus (juntos), consigue de una vez que se detenga esta asesinadora chocolatera, que bien me parece que intenciones le sobran de hacer mudanza con nuestras vidas, fayéndunus esfuechiquéus na peyeya! (haciéndonos desolladuras en el pellejo). —Hice con toda la rapidez que pude, que se detuviera aquella furgoneta tan destartalada, y al pretender asegurarla mejor con las miras de apearnos para presenciar los primeros destrozos que se rellumbraben (relucían) en aquella infernal máquina, así el freno de mano y tiré de él para colocarle en su lugar de frenada, pero no respondió a su obligación, pues rompiéndose, quedeme con la manilla entre las manos, pensando ya con toda la razón del mundo, que aquella máquina era la causante de un timo que no tenía perdón, y también poseía hechura de ser un perfecto sabotaje. —Teresa que ya se había apeado de la furgoneta movida por la rapidez que injerta el miedo, hallábase en la cuneta de la carretera hilvanada por un ataque de nervios, con sus manos puestas encima de la cabeza, centrada en el más airado desespero, envuelta en un mar de lágrimas miraba para su vehículo desilusionada y atormentada, no dando crédito a lo que presenciaba, que era a todas luces la ruina más grande que en toda su existencia le había caído encima, pero cuando me vio con aquel fino hierro en forma de manilla en mi mano, me preguntó al tenor que buscaba en su boleo un pañuelo para enxugarse (enjuagarse) las lágrimas: —¿Qué diantres de fierru ye ísi Xuliu? —(¿Qué demonios de hierro es ése Julio?). —Yo que reparaba con verdadera lástima a la Teresa, al mismo tiempo que se me escapaba la risa, y el caso no era para menos, le respondí mirando para la manilla a la par que movía la cabeza para los lados con síntomas de verdadero desprecio y asco, hacia aquel gitano timador de Vulcano: —¡Poca cosa Teresa, sólo un defecto más de los muchos que tiene este jumento de hierro que te vendió tu encantador Vulcano! ¡Vaya una rata de cábila que está hecho tu simpático timador! ¡Y ahora deja ya de chorar (llorar), y no le reclames al Cielo un favor que no ha de enviarte, y búscame con rapidez un par de cuetus (piedras), para forrar las ruedas de esta endemoniada chocolatera, con la que el tú fino señor Vulcano, por mediación de mis inocentes manos, pretendía industriar un achuquinamientu (asesinato) entre las tranquilas gentes de la ciudad de Oviedo! —Teresa atenazada por una incontrolable rabia que le raguñaba (arañaba) sus doloridas entrañas, dijo a modo de juramento clavando sus brazos palabras en el firmamento: ¡No me nomes más isi rapiegu con focicu de llabascu, non me lu nomes más, si ye que apreciesme dalgu, ya permita el Faedor que tou lu puéi y'escosá couxa fae, que lu fienda una centecha pente les pates en dos Vulcanus! —(¡No me nombres más a ese zorro con hocico de marrano, no me lo nombres más, si es que me aprecias algo, y permita el Hacedor, que todo lo puede y muy poca cosa hace, que lo parta una centella por entre sus piernas en dos Vulcanos!). —¡Nunca pensé yo que pudiese vivir en este mundo un ladrón tan desalmado y tan grande, que hace su riqueza y bienestar engañando a pobres viudas tan desventuradas como yo, que no tengo más riqueza que el Cielo sobre la cabeza y la insegura tierra bajo mis pies, y para encima de no tener nada, todavía me acompaña la triste desgracia de tener que pagar a Pilar la del Comercio las quince mil pesetas que me prestó para dar la entrada de esta endiablada furgoneta. Poco he de pedir y menos Justicia ha de haber, si a este zorrastrón, si no me devuelve los mis cuartos, no le busco una buena corripa (celda) en la cárcel. Y no sólo por el cobarde ladronizo que me hizo, sino por el pretender arrancarme la vida, y dejar a los mious protetayus fiyinus (mis pobrecitos hijos), sin el menguado pan que puedo proporcionarles y el grande cariño que por ellos siento! —No te alumbres por más tiempo en el lar del sufrimiento Teresa, pues más bien debías de ofrecerle gracias al cielo, porque permitió que nadie saliese con heridas de este descalabro. Y ahora si haces caso de lo que yo te aconseje, va tener que abonarte este despreciable de timador gitano, el dinero que le has entregado, y que se haga cargo de la furgoneta, y sino que la arregle con la decencia que encierra el caso. —Esto le decía yo a la Teresa, a la vez que valiéndome del cinto que sostenía mis pantalones, y de un precioso lazo de terciopelo que la Teresa llevaba anudado a su largo cabello, ataba entrambas portezuelas para poder salir del paso, y cuando mañosamente lo logré, díjele a la Teresa que aún seguía tan desconsolada, y lucíase aún más rabiosa que cuando nos sobrevino el accidente: —¡Güenu Teresa, deixa ya de mexaretar tal corrompináu de chárimes que v’escosásete la fuercia pel furacu lus güeyus (bueno Teresa, déjate ya de mear tantas lágrimas, que se te va a escapar la fuerza por el agujero de tus ojos), y súbete a la furgoneta que nos vamos a ir hasta Noreña a visitar el garaje de un conocido mío, para que revise a conciencia este endemoniado ingenio, y nos diga de una vez, las hendiduras que tiene ocultas esta chocolatera que nos ha vendido el timador de Vulcano. —Teresa que en esto ya se había serenado un poco, aunque todavía alumbrara algunas rebeldes lágrimas, dijo dentro de su maurera de miéu (madurera de miedo): —¡No me ofendas, no lo hagas por el amor que le tengo a la santina de Covadonga, no me tientes por el mismo hacedor que debe de estar riéndose de mi allá en su Cielo, no me empujes para que haga lo que no deseo Xuliu. Pues no me sentare dentro de esa infernal máquina de asesinar gente, ni por todo el oro que tiene el Banco de España almacenado en forma de relucientes y apetitosas barras, y mira que es abundante lo que el otro día nos enseñaron por la Televisión sus manejadores. Vete tu sólo si deseas morir donde te plazca, ya que nada más que tu pobre vida tienes que perder, pero yo tengo tres hijos inocentes y pequeninus, que cuélgame con grande fuerza de las entretelas de mis sentidos, no quiero morirme y dejarlos desamparadinos, a merced de este endemoniado mundo, que cada día me parece que tiene menos verdad y menos justicia, que cada día me parece que el pobre dentro de él, si suprimimos las calamidades y las sufriencias, tiene muy poco que hacer. ¿Qué sería de los tres pedacinos de mi corazón, si se quedaran si su madre, en la triste edad que los probitinus aun no saben de dónde comen? (EL GARAXISTA) "EL GARAJISTA" —Por muchos razonamientos que sostuve con Teresa para convencerla con el fin de que me acompañase, no llegué a persuadirla ni en lo más mínimo, pues todas mis razones nada valían, para vencer el miedo que en aquellos desventurados momentos la dominaba, y no consiguiendo ni de una forma ni otra que subiese a la furgoneta, encaminome yo sólo hacía Noreña, al cansino paso de los viejos jumentos de los antiguos gitanos, conduciendo aquel destartalado ingenio, que era en verdad un innegable peligro público. —Llegué a la postre a mi destino, y contéle sin demora cuanto me había sucedido al garajista por mí conocido. Este esperó unos momentos para que se desfatigase el cansado ahogado motor, después volviéndole a poner en marcha, escuchole atentamente el trote quejumbroso que alumbraba, y seguido dio comienzo con seguro tiento a desmontarle algunas de sus piezas, y cuando le encontró las variadas enfermedades que tenía, dijo envuelto su rostro en una sonrisa que podía tener todos los significados: —Desde luego amigo mío, no sé como has sido capaz de llegar desde Oviedo hasta aquí con esta chocolatera, suerte has tenido de no partirte la sesera por el camino. ¡Tuvo que quedarle la conciencia “si es que la tiene” a ese gitano de Vulcano harto desajustada, porque hay que tener muy poco amor hacía el prójimo, y ser un timador sin la menor entraña, para vender un coche en las condiciones que se encuentra éste. Ahora que tratándose de Vulcano no me extraña en absoluto, ya que todo el mundo sabe en Oviedo la clase de elemento que está hecho! —Ten presente, y esto que te voy a contar ya lo he discutido muchas veces con otras personas, que algunas de las desgracias que suceden en las carreteras es por culpa de estos timadores gitanos de los jumentos de hierro, que venden coches usados, que son verdaderos cacharros que ni para el desguace sirven, y lo peor de todo, es que saben hacer de la ley un pandero, y enriquecerse a cuenta de las inocentes gentes, que no comprenden en el peligro que se divierten cuando compran un vehículo usado, pero todo esto ten por seguro que algún día ha de terminarse, cuando algún juez con buen ingenio, colóqueles un anillo que encarcele ya para siempre sus astutos timos, con una nueva ley para tal menester, que todavía nadie ha creado. —Bien dices amigo mío, pues todo este ladronizo y peligro público que tenemos todos de perder en cualquier momento la pelleja en la carretera, por la causa de estos desalmados gitanos de los jumentos de hierro, silenciárase d’afechu si la ley les castigara y persiguiera con más entusiasmo. —Recuerdo que cuando yo era pequeño la ley perseguía y castigaba a los gitanos que en aquella difícil época había sin tener la más mínima consideración con ellos. Y todo era, porque aquellos gitanucos de los tiempos d’endenantes (de antes), eran pobres de toda riqueza y ciegos de toda cultura, pues aquellos desarropadinos y desventurados gitanos, por muy listos que se alumbrasen, no podían hacer grandes cosas, y por eso vivían tirados por los caminos, despreciados por las gentes y perseguidos en todo instante por una ley que no les dejaba de su mano ni a sol ni a sombra, arrastrando cansina y resignadamente sus estómagos cosidos por el hambre, enseñando un color cadavérico en sus huesudos rostros, por el que uno imaginaba a la negra hambre a la que estaban condenados siempre, luciendo sus vestiduras con tantos y dispares remiendos, que uno no lograba adivinar, cual de ellos pertenecía a la prenda original. —No podían crecer aquellos auténticos gitanos que yo he conocido nada más que en asustadizas carreras y crecidas barrigadas de frío y hambre, y algunas veces solían entrar en calor, cuando les aplicaban una supliciada albarda de vergajazos, que las autoridades les regalaban encima de sus enflaquecidos cuerpos, todo porque a lo mejor un aldeano que muy fácil fuese el mismo ladrón, daba cuenta de ellos, a las autoridades al notar que les faltaba alguna gallina, que muy fácil pudiera habérsela merendado el raposo, o ser equivocados en el trato de un jumento de los naturales, no como estos endemoniados ingenios de fierru (hierro), siendo tan entendido en estas bestias el aldeano como el gitano, y aquí si que no valía engaño, porque cada cual iba a su propia conveniencia, porque cuando un aldeano le cambiaba un burro a un gitano, es que su pollino alguna tara tenía, por esto, no he conocido nunca a un gitano que cambiase su burro con el aldeano pelo a pelo, sino que siempre le pedía encima algo, ya que estas gentes agudas y listas sabían, que la única ganancia que conseguían por lo regular en sus tratos, eran los pocos o muchos dineros que pudieran arrancarle al aldeano encima del cambio. —Poco mal podían hacer aquellas pobres y desgraciadas gentes dignas de toda compasión y lástima, y mermado mal sembraban entre las comunidades que visitaban, porque en todo tiempo vivían cultivando la más denigrante de las miserias, que por ellas se deducía el escaso timo que industriaban, pero a pesar de todo, nadie los dejaba nunca fuera de una celosa vigilancia, de lo que se saca en consecuencia que la ley en aquella difícil época estaba mucho más adelantada que hoy en día, por donde uno comprende que en nuestro país, todo ha progresado grandemente menos la asiste de la Soberana Justicia, que para castigar al pobre siempre sí está en vanguardia, pero para favorecerle siempre se encuentra de veraneo en la retaguardia del capitalista. —Y sino la prueba está bien a la vista, ya que los temidos gitanos de nuestro tiempo, no son otra cosa nada más que astutos y deshumanizados payos, que ya no llevan marcado en su rostro el ceniciento color del que navega con el hambre, sino que se pasean bien hartos y cuidados, envanecidos por su boyante posición, tanto en lo social como en lo económico, ya que gran parte de ellos, precisamente los más principales, son poseedores de una buena carrera que al final les otorgó el título con el cual se avalan en el asqueroso oficio de la explotación y el timo, que faenan a diario entre las humildes y trabajadoras gentes, bien como dirigentes de empresa, engañosos servidores de la Justicia, etc., y también estos timadores gitanos de última categoría, cuyo único representante por mí conocido es el guripa de Vulcano que ya empieza a traerme de cabeza. Pero yo te aseguro Marcelino, que si la Teresa me hace caso de lo que yo tengo barajado en mi mente, no se ha de escapar este raposo de Vulcano haciendo risa y guasa despreciativa de los honrados intereses que les roba a las personas decentes, pues en este presente acaecer se topó con un cliente, que le va hacer coscas (cosquillas) en el lugar donde no ha de nacerle la risa. —Y ahora... dime Marcelino, tu que eres un hábil veterinario en la cura y compostura de estas caballerías de hierro. ¿Cuánto puede costar arreglar esta furgoneta para que quede decentemente? —Quedose el bueno del garajista mirando unos instantes en el más completo silencio hacía el cielo, haciendo con aproximación las cuentas en su cerebro, y después dijo muy serio clavando sus inteligentes ojos encima del jumento de hierro: —Te ha de costar alrededor de unas ocho mil pesetas, tal vez sea algo más, eso depende si al desmontarla aparecen otras averías que ahora no agüeyu (no veo). Pero no pienses ni en broma que el Vulcano va hacerse cargo de esta arregladura, pues yo se que él, sabrá lavarse sus manos no queriendo pagar ni un céntimo, y es inútil que le lleves a los tribunales, ya que él es un gitano listo, que tiene buenos abogados y harán de la ley su propio juego, y estoy por apostarte que es muy capaz de timar al mismo juez en la sesión del juicio, si tiene modo de venderle uno de sus endemoniados ingenios. —Por lo que observo Marcelino, tanto tú como yo mismo coincidimos en, que la ley en nuestra Patria está al servicio del dinero, que es tanto como decir, que el que no tiene un cuarto no debe de meterse en líos por muy honrados que le parezcan, porque no ha de sacar de ellos nada más que disgustos por bien parado que salga, en fin, ya veremos haber lo que resulta de todo esto, yo ahora me voy para Oviedo, y tu no arregles este cacharro hasta que la Teresa no sostenga una conversación con el raposo del Vulcano, pues a lo mejor, este habilidoso gitano no es tan mentecato como lo hemos pintado, y puede que se compongan las cosas sin necesidad de ningún otro teatro. El garajista sonriéndose ladinamente a la vez que de mí se despedía me dijo: —¡Si tales esperanzas hacen aposento en tu imaginación, no sé lo que en verdad has aprendido tú en el mundo, tanto como por él zapatillaste, pero bueno es que sigas creyendo en la bondad de las gentes aunque tan sólo sea por breves instantes! —¡No creo yo en nada ni en nadie Marcelino, a no ser en el plato de cocido cuando tengo hambre, pero hácete buena falta a ti saber, que existe un sistema que todo el mundo receta cuando le conviene. Así por ejemplo, sabemos que Vulcano es un timador inteligente y práctico en el asunto de saber defender sus enredos e intereses, por esto se dará cuenta en el instante, de la peligrosa timadura que industrió, por tal razón procurará que no se airee su sucio negocio, para que las futuras víctimas no huyan a causa del mal olor que emana de la ladroniza industria que maneja. Por esto, muy fácil creo yo que se avenga a razones! —¡Puede que tengas razón, amigo Julio, pero yo no entraré a creer tal cosa, hasta que no lo vea con mis propios ojos! “TERESA Y VULCANO” —El lunes bien de mañana se hizo en el camino de Oviedo la envilecida Teresa, portando en su cerebro los asesoramientos que yo le había prodigado, mucho me hubiese gustado a mí entendérmelas con aquel desalmado granuja, pero como yo no había tenido tratos con él, sólo podía hacer aconsejar a la Teresa en lo que mejor pudiese. Digo que iba ésta alumbrando en sus sentidos rabiosa inquina hacía el Vulcano, pero no era la Teresa tan aunque valiente y decidida engarradietchóusa como la Manola de mi aldea, pues si así fuese, hubiese logrado más provecho que usando la política, que al fin de cuentas ésta de poco sirve cuando con ella menester es por entrambas partes defender los intereses. Llegó al fin la Teresa a la casa del Vulcano, tan dolida y gafa en su desgracia que debatíase con apremiante desatino en el atajo de prepararle un sonado escándalo, si no conseguía lo que ella consideraba justo y honrado. El caso fue que nada más que sus enrojecidos ojos encarnispados por la ira que la desacompasaba retrataron al causante de su desgracia, díjole encasquillándosele la lengua por la rabia que la dominaba: —¡Vengo a darle las gracias estafador de los infiernos por la furgoneta que me ha vendido, que tal de endemoniada se encontraba, que por eso me brindó la mayor cosecha de miedo que he tenido en toda mi existencia. Porque me he visto por unos instantes ajinetada encima de una satánica máquina, que parecíame había sido fabricada por todos los diablos del infierno juntos con el firme propósito de servirle a usted, para que por su mediación me robase mis dineros y me quitase la vida. Hay que ver la poca vergüenza que usted tiene, y la nada consideración que siente hacía las personas, para venderme un vehículo portador de la muerte, y quedarse usted tan tranquilo, como si de malo no hubiera hecho nada. —Vulcano, sin deshacer de sus labios la hipócrita sonrisa que le caracterizaba, díjole tranquilizadora y prometedoramente a la Teresa: —¡Bueno señora, no se me enfade, y céntreseme en el respeto, ya que en este civilizado lugar se consigue conmigo la razón que según me parece es lo que usted anda buscando. Y ahora cuénteme con entera tranquilidad todo cuanto le ha sucedido, que yo por adelantado le prometo arreglarle su vehículo sin cobrarle ningún dinero! —Estas palabras bien dichas y a tiempo por el ingenioso Vulcano, entrelazadas con teatrales gestos de compasión y condolencia, que con postura de consumado actor plasmaba en su rostro y movimientos aquel timador de gitano, pues como cuento, con todo este ratonil teatro logró que los encendidos ánimos de Teresa, abandonaran el envilecido aposento dónde moraban, e hicieran andadura más alegrados por el camino de la contentura, que no era otro que el haber conseguido lo que en justicia le pertenecía. Así pues ya más aplacada la encendida voz de Teresa, en el lleldar que hacía asomo en su boca una alentadora sonrisa, le dijo en el comienzo de estar de nuevo tranquila: —Tiene que perdonarme por haberle ofendido con mis insultante palabras señor Vulcano, pues yo quiero que comprenda que si usted se hallara en mi lugar, muy fácil se desarrendara como yo en tamaño desatino. Y seguidamente le explicó al Vulcano que no podía remediar que la risa aflorara con verdadera alegría, el corto y accidentado viaje que habían hecho con la furgoneta. Y al concluir la Teresa de relatarle su odisea, respondiole el Vulcano con una amabilidad,que tal parecía que alumbrábase en ser cierta: —Créame señora si le digo, que no hay sitio en mi conciencia para poder hacerle el más pequeño daño a nadie, y con toda sinceridad le prometo, que este doloroso descalabro que quizás por un error mío usted ha sufrido, yo haré que con prontitud se mude al sitio que para ambos mejor convenga. Y ahora mismo ordenaré a mis mecánicos, que sin ninguna demora vayan a recoger su vehículo a Noreña, para que le revisen y arreglen en mi garaje, que sin lugar a dudas ha de quedar mejor compuesto, y acomodárseme en un precio más justo, que si lo arreglasen en otro lugar, ya que yo no me fiaría de ningún otro garajista, supuesto que son todos tan careros como chapuceros. —Y ya no más tristezas ni penas señora, pues ninguno de estos dos sentimientos nace feliz al entendimiento, así que destierre sin demora el mal que en su espíritu se enreda, ya que muy pronto será atajado para convertirle en beneficio de su propio remedio. Y sitúese ya desde este preciso momento dentro de la placida pradera de la tranquilidad, considerando ya por adelantado solucionado a su agrado y conformidad este asunto que la atañe, y dentro de tres días puede venir a recoger su furgoneta, en la inteligencia de hallarla como si otra vez fuese hecha de nuevo. —En el día señalado por Vulcano, volví yo acompañando a Teresa a recoger su vehículo, y al lado de él como en anteriores ocasiones se encontraba Vulcano con la misma sonrisa de siempre pintada en su hocico, y frotándose sus manos como al parecer era su costumbre, dijo amablemente: —Ya tiene su vehículo compuesto señora, y muy bien ajustado que por cierto se encuentra ahora, ya que le canta su motorín, con parecido sonar al que tuvo cuando era nuevo. —Muchas gracias señor Vulcano, contestole con rapidez y alegría Teresa, lleldándose en satisfactoria dicha que retornaría a la rabia a los breves momentos. —¡No señora, no me dé usted las gracias pues para esto estamos, que no es otro menester que servir al cliente y dejarle satisfecho! —Pero ahora... y créame que lo siento con toda mi alma, tengo que comunicarle una noticia que no ha de serle en nada agradable, pero comprenda usted que por encima de todo los negocios son los negocios, y si yo no los cuido, aunque eso sí con toda honradez, creo que algún día terminaría pidiendo. —¡Dígame señor Vulcano! ¿Qué clase de contrariedad es la que me tiene que comunicar ahora? —Pregontó Teresa ya en las empinadas vías de perder de nuevo su alegría y tranquilidad, y floreciéndole en el mismo lleldar una apesadumbrada tristeza que le decía, que todo su gozo iba a ser de afechu desfechu (del todo deshecho). —Pues... verá usted señora, los mecánicos me han dicho (dio comienzo Vulcano a su charla pretendiendo muciye "ordeñarle" importancia a la cuestión), que toda la culpa de haberse estropeado la furgoneta, sólo la tiene el chofer que la conducía, que según ellos está muy deficiente en el oficio de conducir estos vehículos. Así que dentro de toda la pena que a mí me acompaña, y no crea usted que es pequeña, tengo que comunicarle que si desea llevar su vehículo, tiene que abonarme la mitad de su compostura, y si no le retira en toda esta semana del garaje, me veré obligado a cobrarle como demasía, el espacio que ocupa la furgoneta en el taller, ya que están los aparcamientos hoy día al precio que uno quiera cobrar por ellos. —Teresa tras escuchar las asquerosas e hipócritas palabras que le había sonrientemente dirigido Vulcano, comenzóle a crecer en sus entrañas la cosecha de la gafez, a parejándose en fuerza y desespero a la que ya padeciera el día que había viajado por primera vez en aquella furgoneta de todos los diablos, y conducida por este envenenador desatino, no me dejó a mí contradecirle al Vulcano la acusación que me había hecho, ya que cogiendo ella la palabra airada y medio enloquecida, hablole de la siguiente manera: —Me parece a mí condenado timador gitano de todos los infiernos, que no tiene usted de hombre, ni palabra, ni presencia, ni tampoco nada. Todo en su persona esta asquerosamente podrido, y en conjunto toda su valía como hombre, tiene menos valor para la decente Humanidad, que un repugnante pioyu (piojo), entre las uñas de una eficiente despioyadora (despiojadora). —¿Sabe usted acaso condenado ladrón y despreciable llimiagu (baboso), que destreza tiene mi chofer en este oficio para tratarle con tanto menosprecio? —¡Síii... por lo que me han dicho los mecánicos, no tiene ni idea, de lo que es manejar un vehículo! —¡Pues sepa usted asqueroso madrazas, y apestoso gusano de timador, que mi chofer, que es este muchacho que usted ve aquí, que no quiere dirigirle la palabra por no ensuciar su lengua al contacto con su mierdosa presencia, aparte de ser un conductor que en nada puede envidiar al mimísimo Fangio, es también un excelente mecánico, con ingenio suficiente de hacer que ruede un coche si preciso fuere tan sólo con la invisible fuerza que tiene el aire, y si le apuran un poco, hasta que vuele como los aviones! —¡Bueno señora, haga el favor de no ofenderme, sino quiere que llame a la autoridad para que le enseñen los modales necesarios que se necesitan para tratar con la gente. Y tenga también bien presente que yo no he ofendido a este muchacho en nada, lo que yo he dicho es que no sabe conducir como es debido un vehículo. Y no crea que me extraña, porque hoy en día, le dan el permiso de conducir a cualquiera que tenga la agudeza de entregarle solapadamente dos o tres mil pesetas al jefe de tráfico! —Y ahora ya para terminar, si no quiere pagar la compostura que se le hizo a su furgoneta, no la lleva usted de aquí bajo ningún concepto, y si cree que tiene algún derecho para formular alguna reclamación, encamínese al Seguro de la Patria Hispana, y entiéndase con ellos de la manera que mejor le cuadre, ya que esa aseguradora a mí ya me ha abonado todo el valor de la furgoneta, y a usted por si se le ha olvidado le digo, que tiene que abonar las letras de banco que ha firmado en blanco a ellos no a mí, así es que yo me lavo las manos en este asunto lo mismo que hizo el romano Pilatos en el Juicio que condenó a Cristo. —Teresa acunada por una enloquecedora rabia que la hacía temblar sacudida por los nervios emanantes de la ira, la rabia, el desprecio y el odio que sentía hacía aquel miserable, le decía mientras que yo procuraba de aquel lugar alejarla sabiendo que nada lograría resolverse: —¡Lo que tiene que lavar usted sin hacer demora es su conciencia que la tiene más negra que la boca de un sanguinario lobo, y tiene un olor más repugnante y asqueroso, que el que producen las podridas inmundicias de un apestoso estercolero. No sé como tiene valor para lucirse entre las gentes, siendo portador de ese nefastoso olor que en todo momento de usted se desprende, por el que todo el mundo puede comprender, la clase de cobardoso timador que se esconde en su enclenque cuerpo! "TERESA Y LA ASEGURADORA" —Es para mí un triste desconsuelo decir, que todo o casi todo en mi Patria lo relacionado con el comercio y otras industrias similares, es una grotesca trampa mal urdida, pero muy bien protegida por las leyes del país, que ya desde antiguo saben que todo se mueve por la fuerza de la riqueza y el poder, y entrambas cosas no están en el poder del pobre, por lo tanto este desventurado ser, por mucha razón que le acompañe siempre llevara las de perder, ¡ y sino que me lo pregunten a mí! —Así pues, que dejando la Teresa al timador de Vulcano haciendo risas y guasas de su desgracia, se dirigió con la prisa del alma que lleva caminaba el diablo, y en aquellos sus momentos tan endemoniada caminaba como el mismo satán, por mor de la condoliente desgracia que le acompañaba, al lugar donde tiene aposentadas las oficinas la Patria Hispana, y subió las escaleras de dos y sin dar ni tan siquiera cuenta, se encontró ante la presencia del señor notario, al que le explico muy desconsoladoramente el timo que en ella había realizado Vulcano, al venderle aquella furgoneta, que tenía más heridas por todas sus piezas, que el heroico Millan Astray, que fue el Fundador de la Legión Española, dónde si el Vulcano tuviese la valentía y el coraje, que por ser un despreciable cobarde le faltaba, digo que si este despreciable timador como legionario ingresase en ella, no viviría allí mucho tiempo, pues entre el “saco terrero”, y los vergajazos que los vigilantes del Pelotón de Castigo, le brindan a las gentes de su condición y calaña, terminarían con tal carroña humana en poco tiempo. —¡Hay de él si lo cogiese por su cuenta y riesgo el famoso sargento Molina, que en cierta ocasión a un legionario, por tan sólo robarle una camisa a un compañero, diole palos encima de sus costillas hasta que se le hundieron sus pecadores huesos, y después que sanó de tal descomunal paliza, colocóle encima de sus aún doloridas espaldas un saco terrero de cincuenta quilos amarrado con recias correas!, con un letrero que más o menos así decía: —¡Yo soy un ladrón, despreciadme todos por tener el oficio más asqueroso de toda la Humanidad! —Y con dos letrerinos como éste, uno en la espalda y otro en el pecho, tenía que caminar Vulcano por todas las calles de Oviedo, para que supieran toda la cuadrilla de compañeros de su calaña, que hay a fatáus (muchos) que vivían como marqueses y se las dan de personas decentes, el vergonzoso fin que tendrían si no dejaban de robar. —El tal notario que como se verá tenía las mismas nefastosas zunas de engañar a las gentes que su consorte de oficio el timador Vulcano, sonriéndose de las graciosas y muy atinadas ocurrencias de Teresa le dijo: —Tenga bien presente señora que nosotros nada tenemos que ver en este asunto, pues toda la culpa de cuanto le ha acontecido, sólo la tiene el señor Vulcano, así que si usted considera que efectivamente fue engañada como manifiesta, reclámele o denúnciele a él, y deje de molestarnos a nosotros, ya que en vez de importunarnos con esta historia sin ninguna importancia para esta sería aseguradora, mejor sintiera usted hacia nosotros un sincero y respetuoso agradecimiento que sin conocerla de nada, le hemos prestado a usted los dineros para que comprase a Vulcano ese vehículo que usted comenta, que a no ser por nuestra desinteresada y magnánima colaboración, no hubiese podido hacerlo, a no ser que se la pagase con dinero en mano. —Cuando Teresa sintió de labios del notario estas palabras le miró entre temerosa y asombrada y preguntole pensando que o había entendido mal, o desde luego se estaba volviendo loca y ya no razonaba: —¡Oígame señor! —¿Me ha dicho usted acaso que me han prestado ustedes a mí dineros sin yo saberlo? —¡Sí señora, eso mismo le he dicho, y no tiene usted de que asombrarse, ya que es una cosa común y muy corriente, nosotros simplemente le hemos abonado al señor Vulcano el valor de su furgoneta, haciendo uso de unas prestaciones modernas que dan a todo negocio un buen resultado! —Diose cuenta la Teresa por primera vez, del teje maneje nada claro que entre manos se traían el hábil timador Vulcano y la no menos honrada Aseguradora, por esto, haciendo un gran esfuerzo para remansar su alterado espíritu, le dijo al notario viviendo el mayor asombro que en toda su existencia conociera: —La verdad quisiera decir pero no sé como explicarla, porque no puedo precisar, dónde termina la mentira y comienza la verdad, porque si ésta existe, la pobre anda bien desgraciada, ya que esto que me está sucediendo a mí, que es verdad siendo mentira, paréceme a mí, que está muy fuera de toda Justicia, pero dentro de la ley que ustedes bien estudian, para robar sin el menor temor a todo pobre desgraciado. —¿Qué pretende decirme usted señora? —Preguntó el notario empezando hacer acopios de enfado. —Que si no me sucediera a mí misma, lo que con ustedes me está pasando, no creería que a nadie pudiérale acaecer tan endemoniado enredo aunque el mismo Padre Santo me jurase con la mano puesta encima de la Biblia que todo este desalmado engaño, era tan cierto como la propia Pasión del Nazareno, que el Pobre murió, para que otros listos como ustedes, hiciesen de su muerte un buen saneado negocio. —Porque tanto ustedes como éstos, tienen una forma de prestar tanto el dinero como la gloria del Cielo, que uno no se entera que la ha recibido, hasta que no le roban lo mucho o poco que posea el crédulo. —Bien comprendo ahora que hállome ahogada dentro del teatro de la discordia, y estoy enflaquecida de riquezas y seca de poderes, que el primer tejedor de la ley, fue en el mismo instante encaldador de la trampa, y en esta despreciable xaceda (cama), barajan ustedes como consumados timadores el mal que trenzada me ata. Por esto desde ahora mismo, jamás se me borrará de mi imaginación, que tanto ustedes como el zorramplón de Vulcano, son lobos de la misma camada, con diferente color, dibujadores de bien parecidos santos, pero con la misma conciencia del despreciable diablo. —Pero señora, de nuevo le vuelvo a repetir, que nada tenemos nosotros de ganancias en los tejes manejes que industria el señor Vulcano, y ahora si me quiere escuchar unos momentos, yo le explicaré con toda la claridad como funciona el honrado negocio de la Patria Hispana, para que ya de una vez y por todas, se quede convencida, y no perjudique a esta Aseguradora con su pregonar que somos tan estafadores como el señor Vulcano. Dijo el notario con seriedad y conciliadoramente. —No hace falta que desgañite su lengua en más araneras explicaciones, ya que los enredos que entrambos y dos se traen, el más fatón (tontón) de mi aldea los vería tan claros como yo los veo, si tuviese la desgracia de pasar por ellos lo mismo que yo los estoy viviendo. —Por lo que se ve, ustedes prestan dineros a quienes no saben que los han recibido, para que los timadores como el asqueroso raposo de Vulcano, hagan sus desalmados negocios y en sus ganancias tienen ustedes como compensación un rentable provecho. —Para mí el caso está tan claro, como que existe Dios y una Justicia que ninguna ley sirve con decencia, y que ustedes no respetan y tratan a la baqueta, porque no son otra cosa nada más que timadores gitanos de los tiempos modernos, que han aprendido muy bien en la universidad las leyes para después sin ninguna traba poder con satisfacción gananciosa burlarlas, aprovechándose de las enormes lagunas que en todas las leyes adolecen, dónde ustedes se refugian para efectuar los atropellos que a todas luces articuladas por la ley son legales. —El asunto es, de que Vulcano me aseguró que toda la culpa la tenían ustedes, y ustedes lavan sus sucias manos con el hipócrita de Vulcano, afirmándome que él es el único culpable, y entre dimes y diretes entrambos y dos me quieren cobrar la peseta a siete reales. Pero yo no estoy dispuesta a dejarme robar de mano de entre juntos estafadores, y por esta razón ahora mismo los voy a denunciar, haber si la ley es capaz de desenredar tanta trapecería y engaño como barajan ustedes encima de esta pobre trabajadora, que poco puede medrar si tiene que abrirse camino entre una bien organizada banda de inteligentes timadores, que ni temen a Dios ni a la ley, ni menos respetan los intereses ajenos. “TERESA Y LA POLICÍA" —Dejó Teresa al notario con su palabra bailándole en los labios y abandonó la oficina de la Patria Hispaña con tanto desprecio hacía sus representantes, como el que sentía hacía el timador Vulcano, y con este profundo y airado malestar que la embargaba, privándola de su sosiego que ya del todo nada de él quedaba, y animada siempre por su espíritu combativo, hizo su entrada en el aposento de la Policía, creyendo firmemente la pobre, que los guardias podían arreglarle en el momento aquel desaguisado que enloquecida la traía. —Dos agentes de la ley enfrascados se hallaban en la comisaría faenando por sus deberes cuando la Teresa hizo aparición ante ellos, con su rostro por completo desarmado en el descosido sufrimiento que la debatía, uno de los policías que se percató en el instante del apurante desespero que a la desventurada Teresa consumía, le dijo a la vez que se levantaba de su asiento, para rogarle gentilmente que ella se sentara, menester que no quiso hacer la Teresa porque manifestole al amable policía, que los nervios no la dejaban estarse queda, ya que entrelazábanse con tal fuerza enfurecida y desatinada en su sentimiento, que la ensenderaban en la enloquecedora postura que a todas luces enseñaba. —¡Está bien señora! Le dijo sonriéndola tranquilizadoramente el policía a la par que le rogaba, que se calmara, que se serenara, y que les contase lo que le sucedía, afirmándole que si en sus manos se encontraba el remedio, podía de antemano considerarlo satisfactoriamente resuelto. —Relató la Teresa por segunda vez en aquella trágica mañana el nefastoso timo que entre el Vulcano y la Aseguradora le habían hecho, que tal ladronizo la traían centrada, en el espineroso sufrir y parejo desarreglo. —El agente que habíala escuchado sin hacerle la más leve interrupción a su diálogo, y ayudándola con sus gestos de protección y confianza para que mejor se despachase en sus acusadores decires, cuando la Teresa terminó de contarles su desgracia, y ya teniendo creído que la policía iba a componerles las torcidas cuentas que industriaran encima de su humilde persona aquellos desalmados timadores modernos, desmoronósele en sentida desilusión tan cándida aspiración, cuando le dijo el agente compadeciéndola: —Siento mucho señora el no poder ayudarla en esta clara injusticia que estos señores le han hecho, y yo creo que de todo este sucio negocio que le han hecho, no ha de sacar usted en su provecho nada. Mi consejo es, que debe de abonarle al señor Vulcano la mitad de la arregladura del vehículo que le reclama, y no olvide nunca, y esto se lo digo yo por la mucha experiencia que en tales asuntos tengo, que todos los ricos se dan la mano, al igual que hacen todos los ladrones, ya que ellos no ignoran, que si uno de ellos se hunde, corren el peligro de ahogarse los demás por eso se protegen mutuamente, y como ellos son los que pagan y los que mandan, pues al pobre no le queda más recurso, que cerrar el pico y aguantar sin la menor protesta todo cuanto le echen. —Ahora bien, si usted no está conforme con hacer esto que le he aconsejado, entonces vaya usted a visitar a un abogado para que formule la consiguiente denuncia al juzgado, pero tenga presente, que si el juez estima que no existe tal timo, entre el juzgado y su abogado le han de cobrar más de lo que vale el vehículo, y hasta inclusive la pueden encarcelar por levantar un falso testimonio a tan respetables señores. —Teresa al escuchar estas palabras no podía a ciencia cierta pensar, que si todo aquello que le estaba sucediendo no era nada más que una endemoniada pesadilla de la cual en cualquier momento iba a despertar pudiendo recuperar en el instante su sosiego y tranquilidad, pero no, era bien cierto que estaba despierta, y que todo cuanto le estaba sucediendo era la triste, canallesca y sucia verdad que al pobre le brinda la vida, ahora se daba cuenta de que todo el entramado de la ley, no más era una vergonzosa y engañativa mentira, por esto, airada, descompuesta, envilecida y rabiosamente desatinada les dijo a los policias: —¡Díganme ustedes señores policías que misión es la que tienen que cumplir en esta mi Patria tan falta de Justicia! —¿Acaso están ustedes nada más que para perseguir y encarcelar a los pobres y desgraciadinos mineros cuando se ponen en huelga, por reclamar lo que Humanamente y en Justicia les pertenece, que no es otra cosa nada más que el fruto de su peligroso trabajo y harto enfermo, y que por hacer tal cosa ustedes les detienen, los encarcelan y les mayan (majan) a vergajazos sus cuerpos hasta arrancarles dentro de atroces sufrimientos, como hicieron una vez con mi difunto marido que a fuerza de llevar centenares de latigazos le sacaban el pellejo a tiras. Para también encarcelar a sus mujeres y cortarles el pelo al cero, como también hicieron con una vecina mía, que su pobre marido que era un santo del cielo, de resultas de una soberana paliza que le propinó la policía, dejó para siempre este podrido mundo al mismo tiempo que a su mujer cargadina de hijos la dejaba también viuda. No siendo su delito otro que haber trabajado desde su niñez en la mina, el haber querido reclamar el sudor que el patrono le robaba. ¿Ustedes que misión es la que tienen? ¡Acaso detener a los borrachos que se entarrascan (embriagan), y no porque sean beodos de profesión, sino que siendo obreros cobrando un miserable sueldo, se ven aburridos porque en sus hogares falta de todo, y entonces buscan en la bebida el olvido, porque saben que no pueden luchar contra un régimen que los oprime, con la poderosa fuerza que detrás de cada trabajador hay un policía! —Quizás hubiese seguido la enloquecida Teresa hablando largo tiempo por este camino, si uno de los policías enérgicamente no se le impusiera a la vez que amenazadoramente le decía: —¡Haga el favor señora de no dar a luz tantas insultantes tonterías, porque me parece a mi, que usted va a terminar muy mal, y tengo la impresión de que se va a quedar aquí, para ser encarcelada juzgada por ofender a la autoridad. Así que no despegue más su boca lárguese pronto antes de que me arrepienta! —No siguió hablando Teresa, no pudo seguir diciéndoles tantas cosas como ella sabía, tantas nefastosas cosas que en las cuencas mineras asturianas la policía había hecho, pero ahora lo que verdaderamente a ciencia cierta ya sabía, era que si el honrado y desventurado trabajador quería vivir con tranquilidad, debía de hacerlo siempre de rodillas. "LA TERESA Y LOS ABOGADOS" —Xebrose (marchose) la Teresa de la comisaría, y corriendo como una desesperada por las calles de Oviedo llegó hasta el Sindicato con intenciones de consultar su caso con un abogado que conocía que tenía ganada fama de ser un buen defensor del trabajador, y no un “tragón" como existen muchos en estas instituciones en otras muchas, ya que este letrado es un hombre recto (y también falangista), tan agudo e inteligente como lo fuera el propio Muñón de Diego, y por tercera vez, y comenzándole ya a enronquecérsele la voz, le relató el escabroso asunto que la traía desatinada. —El ilustre abogado del Sindicado escuchola sopesando todas sus palabras, y antes de responderle a la conclusión que había de aquel teatro sacado, le arrancó con profundidad un par de fumadas a su cigarro, y a la vez que lo estrujaba con rabia en el cenicero, dijo haciendo un marcado gesto de desprecio hacía los promotores de aquel despreciable y cobardoso timo: —¡Esto que le han hecho a usted es un timo asqueroso y despreciable, pero no se preocupe usted más, y deje ya de desesperarse, ya que toda la razón está de su parte, y a esos miserables no ha de quedarles más remedio, que componerle en condiciones las averías que tiene su furgoneta, o por lo contrario, deshacer la venta y entregarle el dinero que usted le dio como entrada! —No se puede imaginar don Pedro el bien que me hacen sus consolativas palabras, ya que he sufrido toda la mañana lo indecible en mi caminar de Herodes para Pilatos, y mis sentidos ya se me estaban avecinando con la pérdida de la razón. Y ahora pagándole lo que fuera menester, yo le ruego por la santina de Covadonga, que me ataña este asunto en el juzgado, para poder meter en el honrado riego a estos endiablados timadores. —Bien quisiera yo hacer lo que me está pidiendo, pero yo sólo puedo actuar en los menesteres que sean de tipo laboral, pero no se apene usted, porque la voy a enviar a un colega amigo mío, que sabe hilar muy derecho en estos asuntos, ya verá como le arregla esta cuestión con prontitud y a su agrado. —Más esperanzada por el motivo de las alentadoras palabras que le había dicho el abogado del Sindicato, hizo Teresa entrada en aquella su aciaga mañana en la casa del letrado a donde iba dirigida, y parecíale que su emprendedor valiente ánimo se encontraba en derechura de sosegarse, y su apagada alegría en hechura de florecer de nuevo, pues ya pensaba que su avisperoso negocio navegaba en las tranquilas aguas que le conducirían a ser resuelto en su favor. —Por esto, tras las consiguientes palabras de presentación que sostuvo con aquel nuevo abogado que visitaba, éste le mandó que se sentase, por primera vez en aquella su ajetreada mañana, acomodose en el mullido sillón la Teresa, medio rendida sofocada por la continua tensión en que había estado sometida, y el grande cansancio que sentía por tantas vueltas como había dado. Así pues empezó Teresa por cuarta vez en tan corto espacio, a poner en el oído del letrado, todo cuanto le aconteciera con el rapiegu de Vulcano, los foínus (garduños) de la Aseguradora, los llimiagus (babosos) de los policías, así como lo que hablara con el estupendo abogado del Sindicato. —No despegó su lengua aquel letrado en todo el tiempo que la Teresa invirtió en narrarle su caso, pero se observaba que hacía trabajar a su imaginación en el silencio, con las miras de encontrar en aquel entuerto el nudo dónde se encontraba atado el delito, y de cuando en cuando sacudía su cabeza y se sonreía, lo mismo que si le hiciera cierta gracia aquel descantoyamientu (descalabro), y cuando a la postre la Teresa terminó su historia, él hablando con seguridad dijo: —Está visto señora que todo este endiablado teatro que le han preparado, tiene el indecente hocico de ser un canallesco y cobardoso timo, pero no se preocupe usted ya que lleva la entera razón, y aunque la ley tiene unas lagunas abismales, no considero yo de que le puedan robar lo que es únicamente suyo. —Mire... voy ha procurar arreglarle este caso sin que usted tenga necesidad de gastar dinero, ya que por lo que observo, usted es una pobre trabajadora, y en los bolsillos de los necesitados no suelo hacer yo cobranzas de mis salarios. Verá, ahora mismo le voy a telefonear al jefe de la policía que es conocido mío, para preguntarle si este asunto se puede enjuiciar por lo criminal y elevarlo directamente ante el señor juez. —Después de conferenciar unos instantes el desinteresado abogado con el jefe de la policía, dijo con marcada satisfacción por haber hallado la solución que buscaba: —¡Bueno señora hemos tenido suerte, ya que se puede hacer lo que yo había pensado, así que vaya ahora mismo al juzgado de lo Criminal, y explíquele al señor juez todo cuanto le ha sucedido, y ya verá usted como le arregla este asunto rápidamente! “TERESA ANTE EL SEÑOR JUEZ” —En pocos minutos ganó corriendo la plaza del Ayuntamiento la esperanzada Teresa, y ágil, decidida y entusiasmada, subió con rapidez las escaleras del juzgado de primera instancia, y allí dijo que venía a visitar al señor juez, y que precisaba hacerlo sin demora, porque ya era demasiado tarde y tenía temor de no poder resolver su cuestión aquella mañana. —Uno de los chupatintas que en aquel despacho aparentemente trabajaba, si es que en verdad sabía hacer algo de provecho, dijo dirigiéndose a un compañero con marcado aire de altanería a la par que miraba a la Teresa de soslayo, como si le tomara la medida a su valía social, y de hecho ya supiera que no tenía facha ni de posición adinerada, ni de poder de ninguna clase: —¡Algunas personas cuentan que hablar con el señor juez es lo mismo que dirigirse a un verdulero, que poca preparación y cuanta ignorancia tenemos en España que hasta los mismos aldeanos que están como el mismo ganado piensan, que todos somos iguales y que un magistrado es parecido al vecino de la puerta de casa! —Pero no todos en aquella dependencia pensaban como este payaso, y como tantas y tantos payasos que pueblan arrastrándose como asquerosos reptiles, la mayor parte de las oficinas de nuestra Patria, pues una joven secretaria que allí también trabajaba, preguntole a Teresa con natural educación y pareja simpatía, el por qué precisaba ver al señor juez con tanto apremio como el que tenía, para ella comunicárselo y señalarle la visita. Y de nuevo la pobre Teresa por quinta vez tuvo necesidad de contar cuanto le había acontecido, condoliendo con su historia el ánimo de la muchacha, la cual le dijo: —¡Yo no sé señora si este caso que usted me explicó pertenece a este juzgado, bueno no obstante espere aquí un poco, que se lo voy a comunicar al señor juez haber si la puede recibir! —No debía de tener mucho trabajo en aquel tiempo de la casi finalizada mañana el señor juez, porque al corto instante sonriéndose satisfecha la buena secretaria con haber conseguido la entrevista, regresando a lado de Teresa le dijo: —Ya puede pasar usted señora, pues el señor juez la espera, hizo acto de presencia en la sala donde el repartidor de ley aguardándola estaba, y nada más que el juez la vio ante su presencia, preguntó con seriedad ajusticiadora: —¡Dígame señora! —¿Qué clase de gravedad la ha guiado ante mi presencia? —Teresa ya casi afónica del todo, y sofocada hasta lindar en el mismo ahogo, le contestó con todo el respeto y educación que poseía: —¡Perdóneme señor juez por molestarle, pero el caso es que mi abogado, me aconsejó que viniese ante su justa presencia para hacerle sabedor de la desgracia que me acompaña, que barrunto por anticipado, que ha de borrarla Su Señoría de mi triste sentimiento de un sólo plumazo! —Y seguidamente le explicó por sexta vez aquella mañana el mal que la desarrendaba, que en tan corto tiempo le había producida más sufrimiento, que los dolores que la embargaran en el haber traído al mundo tres futuros soldados para el Ejército de la Patria. —El señor juez que al parejo que la escuchaba estaba en animada conversación con unos despreciables sujetos que le acompañaban, que tuvieron la poca vergüenza de dialogar con el juez cuando la Teresa a éste hablaba, como si fuese más importante lo que trataban, que la simpleza de la pobre Teresa, que hasta aquellos momentos todavía creía en la eficiencia de la ley, cosa que a los pocos minutos despreciaría con toda su alma. Así que Teresa concluyó su narrativa sin haber sido interrumpida como al parecer tampoco escuchada, el señor juez quitándose sus lentes dijo con marcados síntomas de enojo: —¡Bueno…! ¿A mí que me cuenta usted señora? —¿Qué es lo que pretende usted...? —¿Acaso que yo ordene que le devuelvan con rapidez sus intereses que cualquiera sabe si son razonados, y que su abogado le lleve los cuartos? —Si usted en verdad quiere resolver este su asunto, haga el favor de hacer con la denuncia el debido camino, y no ensenderarse en el del atajo, y cuando el pleito llegue a mis manos, yo lo juzgare ateniéndome a las leyes, y entonces se sabrá quién es el culpable, si el denunciado ó el denunciante! —Salió Teresa del aposento del juez perdiendo ya para siempre toda creencia el la ley, que si en verdad en España algo de ella existe, cuando uno termina de dar las vueltas y revueltas que para todo proceso se necesitan, el más joven se torna viejo, y éste pasa a mejor vida. Y lo que no sabe la ley española con tanto cuento barato como se traen sus compositores que el pobre necesita presto su justicia, de lo que se saca en consecuencia que la ley, es patrimonio eminentemente propio de las clases poderosas. —Pobre Teresa, que no había tenido la suerte de toparse con un juez como el Juan Antonio de mi aldea que supo repartir la justicia entre Pascualín el de los enredos y las gafuros xabarceiras, con un juez que por experiencia sabia lo que era el trabajo, la necesidad, la justicia y la injusticia, por eso ahora Teresa caminaba con paso cansino, ya sin ninguna prisa, iba desilusionada, afligida, herida en lo más profundo de su alma, entristecida y empobrecida, observando por vez primera a un mundo que ella jamás había pensado que existía. Y así con tanta desesperación desventurada dirigíase a la casa de su abogado para contarle las enflaquecidas ganancias que sacara del repartidor de la justicia. —Y su abogado no supo decirle nada más que esto: —¡Creame señora, pues le juro que yo hice todo cuanto estaba a mi alcance por ayudarla, pero ya veo por lo que usted me cuenta que no fuimos capaces de conseguir nada, ahora no le queda más recurso que hacer esto que le digo! —¡Vaya a la casa de ese despreciable timador de Vulcano, páguele la mitad de la compostura que él le reclama por arreglarle el vehículo, de esta manera se encontrará pronto con la tranquilidad que le está haciendo falta, por otra parte ahorrará usted dinero, pues si este asunto lo llevamos hasta el final, se va a gastar usted mucho más de lo que vale el xumentu de fierru, sin tener la garantía de ganar el xuiciu, a pesar de ser usted dueña y señora de toda la verdad! —Llegó tras mucho bregar en busca de la Justicia y la razón que en aquellos tiempos no habla para los menesterosos, cuento que llegó la desdichada Teresa ante la presencia del rapiegu de Vulcanu, y cuando le empezó a hablar, lo hacía la pobre con tan afónica ronquera, que por esto el fuín de su timador sonriéndose muy satisfecho, le pregunto con marcada y despreciativa guasa. —¿Qué ye lu que l'axucéi nagora xiñora, que trái tan afogáu 'l glachu gafu ya endiañáu que nun principiu tal paicióme que querie achuquiname? —Pues me parece que viene muy mermada de voz y enflaquecida de genio. Mucho ha tenido usted que tejer y destejer, hablar, gritar, y desesperarse, para que se le hallan secado entrambas fuentes de mala leche, ya que cuando salió de aquí esta mañana después de ponerme a mi como un verdadero pingayu, todavía se le apreciaba la suficiente fuerza para poner en verdadera revolución a todas las autoridades de Oviedo, que como es muy natural la han escuchado a usted por cuento. —Pero tenga paciencia señora, que en las derrotas que hoy coseche, si sabe aprender de ellas como hicimos los demás, sacará usted las victorias de mañana, y puede que desde ahora ya jamás ponga en duda, que quienes tienen el dinero son los que mandan, y aquellos que luchan con la fuerza de la dialéctica contra el dinero, no son en verdad locos sino simplemente tontos. —Nada le contestó Teresa a los razonamientos atinados de ‘l Rapiegón del Vulcanu, sino que mirándole con endemoniado desprecio, señalada rabia y marcado odio, sacó de su bolso los dineros y al cuidado que se los ponía entre sus fuinesques manes le dijo: —Aquí tiene el importe del arreglo de mi furgonetina, y quiera el Xantiquín del Faidor que le sirva para melecinas. —Con aquella furgoneta anduvimos xabarciandu por todos los mercados de Asturias, y al final tuvimos que dejar tal oficio porque casi no ganábamos para encantexus de la dichosa furgonetina.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > xabarciar

  • 5 axabarciar

    Axabarciar, es tratar, vender, comprar, cambiar, etc. Cuntu you aquindi nisti primeiru llibru qu'un astur fae con ñaturallidá, con honradé, con amore grandie ya ñoble que disdi guaxetín na miou xenciétcha ya ñatural alma se fexu hacia tous lus melgueirus y'embruxantes chugares de la miou mantina tierra d'Asturies, ya de toes les Fidalgues xentes que la poblen, falu you que nagora mesmu tenu ñecexidá de cuntayes un cuintu que nun ye tal couxa, perque cuaxi tóu lu que falu aquindi fóu verdá. Ya cumu encalda mu ben nista pallabra, pos nagua mexor que como exemplu qu'isti casu que per oitre lláu pué xervir tamén d'escola. (Cuento yo aquí en este diccionario primero que hace un astur con documentación, naturalidad y suprema honradez, lleno de un amor grande y noble que desde niño en mi sencilla y natural alma se hizo, hacia todos los dulces y embrujantes lugares de mi amada Tierrina Asturiana, y hacia todas las Hidalgas gentes que la pueblan. Digo que ahora mismo tengo necesidad de contarles un cuento, que no es tal cosa, porque casi todo lo que les voy a contar ha sido una auténtica verdad, y como tal alumbramiento tiene el origen en esta palabra, pues nada mejor que este ejemplo, que por otro lado puede servir también de escuela). (LES XABARCEIRES) L'Aldexuxán (aldea de Susana) yera la miou aldina, fae ya un faticáu d'anus cundu you yera un guaxín, despós de l’achuquinante 'ngarradiétcha, que xemóu de cadarmus toes les teixáes de la miou embruxante Asturies, apaxiétchandu de llutus, mexeries, fames, atristeyáus ya enfernales dollores a toes les xentes, lu mesmu las prietes que yeren las drechistes, que lus roxus que yeren de las esquerdas. (La aldea de Susana era mi aldea, hace ya muchos años cuando yo era un niño después de la asesinante guerra que sembró de cadáveres todas las casas de mi embrujante Asturias, vistiendo de lutos, miserias, hambre e infernales dolores a todas sus nobles gentes, lo mismo a los negros que eran los derechistas, que a los rojos que eran los de las izquierdas). —Por aquel entonces, cuando el hambre, la necesidad y la miseria se enseñoreaban de les teixáes (lares) mejor dicho de los hijos y de las viudas de los perdedores, ya que los pobres, los que no estaban encuandicáus (sepultados) s'atopaben arretrigáus nes cárxeles, (encadenados en las cárceles) ya oitres con más xuerte, xebráranse per miéu 'l hermenu venceor pal extranxeiru. (Y otros con más suerte, se marcharan por miedo al hermano vencedor para el extranjero). —Cuento yo, que por aquellos tristes aconteceres sucedió en mi aldea esta historia que ahora al recordarla tras más de cuarenta años de haber sucedido, trae a mi pensamiento una añoranza triste, nel mesmu lleldar que me fae xonreyire. En el mismo suceder que me hace sonreir, ya que el caso según mi humilde parecer se las trae, porque todos los personajes qu'encaldan (hacen) esta cierta, historia, eran seres que para poder vivir tenían que luchar bravamente todos los amanecidos días, no importa cómo lo hicieran; pero por aquellos tristes tiempos el que no luchaba no comía, no es como hoy, que se tira más comida en un día a la basura, que en los tiempos de esta historia comía toda Asturias en una semana. —Yera mi aldina tan bétcha en allumbrar frutos, que desde los principios del branu (verano), fasta lu fondeiru de la xeronda (hasta lo último del otoño), talmente parecía mi melgueiru chugar (dulce pueblo), el mismo jardín que el Creador debe de tener reservada para las sencillas y buenas gentes que tras la muerte sean huéspedes de su Santificante Reino. Tal exquisita riqueza natural daba lugar, a que casi todos los vecinos tuviesen un pollino que espatuxara llixeiru (andase rápido), y fuese resistente para que no se esmurgazara esventronáu (cayera reventado) en los difíciles y abruptos caminos, con las maniegas (cestas) encima de su albarda amamplenáes (llenas) de sabrosos frutos, antes de llegar a la romería o fiesta donde iba destinado tal manjar, así fueran higos, cerezas, ciruelas, peras, etc., etc., etc. Algunas veces también solían llevar manzanines arroxáes nel fornu (manzanas asadas en el horno) y ablanines turráes nel mesmu cheldar (y avellanas asadas en el mismo lugar), y estas frutas así tratadas, tenían un gusto tan exquisito que uno no se hartaba nunca de comer por ellas. Por estos quehaceres y otros múltiples necesarios en sus caseríos, cada vecino cuidaba a su pollino todo el año, como la mejor de sus prendas, porque era el humilde pollino el único medio de locomoción que tenían para efectuar infinidad de trabajos y muy necesarios traslados. Decía el pedáneo de mi aldea, donde sucedió esta historia que estoy empezando a relatarles, que un pollinín d'arremangu (de valía), le proporcionaba más ganancias al aldeano que una xuntura de les mexores vaques (pareja de sus mejores vacas). Pero endenantes d'afondigoname nel contare lus fechus que fixerun les xabarceires del miou chugar (antes de ahondar en los hechos que dieron lugar las tratantas de mi pueblo), voy a contar así d'esboriaúra (de resbalón), lo que le ha sucedido al razonero alcalde de mi aldeina: Hubiérase casado Graciano cuando era muy joven aun, con Ramona la de Juan de Pacha, que era una mozacona (mozona) de ñidies (finas) mexierches (mejillas), arregañaónes ñalgues (apetecibles nalgas) y un entamu (senos) también empericotáu (prominente, estupendo), que hacían de Ramona una muchacha también formada y deseable, que ni el más exigente sería capaz de deximiya per mu fartu qu'andubiés de clica (nadie la despreciaría por muy harto que estuviese de mujeres). Pero Graciano que por aquel entonces era pobre, aunque dueño de un ameruxamientu d'arganáes, que lu ateixaben nel xeitu del querer escombútchire, (unas crecidas ansias que le resguardaba en el lugar de querer, medrar, enriquecerse, etc.). Mas él pensaba y con buen tino, que jamás sus aspiraciones podría alcanzarlas en la aldea, por tal razón decidió emigrar, y como le acompañaba la suerte de tener un hermano en las Américas, pues un día endubitchóu lus sous fatinus (lió sus ropas), despidióse con lágrimas en sus ojos de su mujer e hijo que por entonces aun no había cumplido un año, y colóu (marchó) para La Habana, donde trabajó como un esclavo durante diez años, sin desperdiciar ni menos gastar ni una perrina (cinco céntimos). Con una buena cuarexá de cuartus (cartera de dinero). Ilegó pasado este tiempo a su aldea, cargado como un abetchún (abejón), de paxiétchus, llásticus, xoyiquines, ya fatáus d'oitres couxiquines, (de trajes, ropas, joyas, y muchas otras preciadas cosas. Hizo su entrada en la aldea en los postreirus (últimos días del mes de Xeneiru), precisamente cuando el día atapecía (oscurecía), por eso, como su teixá (casa) era la primera de la aldea, y hacía un frío y una ventisca que a todo el mundo refugiaba tras de sus lares, con ningún vecino se encontró, que le dijese o le pusiese de aviso contra alguna cosa. Salió su mujer a recibirle a la correlada llena de gozo y de contentura, engavitóuse (enganchose) la Ramona a su cuello loca de alegría, bexucóuyu per tous lus lláus esgalazá (besole por todos los lados con ansias), en el lleldar (hacer) que desfayénduse (deshaciéndose) en chárimes (lágrimas) y xoponcius (mareos, sustos, etc), que le hacían temblar como una vara verde, y después d’allancar (plantar) las rodiétches (rodillas) encima de las llábanas (losas), dijo bajando la cabeza y xofitándula (apoyándola) entre los atavarius (bragueta), de su hombre, en el encaldar (hacer) que s’arretrigaba a sous cadriles (se abrazaba a sus piernas). ¡Achuquíname, achuquíname miou Gracianu, endenantes de que te cunte, lu paraximesquéiramente que me portéi, metantu que tou faíes la Bana nel extranxeiru! (Asesíname, asesíname mi Graciano, antes de que te cuente, que te he hecho de menos con otros hombres, mientras que tu, te hacías rico en el extranjero). ¡Bueno Ramona..., ya tendrás tiempo de decirme todo cuanto de bueno o malo hayas hecho... pero ahora dime ¿dónde está el pequeño? ¡Apuesto a que ya está hecho un mozaquín (adolescente), listo y trabajador como lo que es su padre, que fexu más pesos na Bana (que hizo más duros en La Habana), que de pelos tenedis entrambus ya dos en vuexes motcheres! ¡Bueno los niños, quiero decir Tanín, güéi dexelu nel teixu miou má, pos comu tenu fatáus de couxes qu'escutire coutigu, ya non sei per la primeira que comencipiare, pos ista nuétchi quixe quedáme sola pa faluchar al nuexu encaldare! (Hoy le he dejado en la casa de mi madre, pues como tengo muchas cosas que discutir contigo, y no se por cuál he de comenzar, por éso esta noche he querido quedarme sola para hablar sin que nadie nos enrede). Lo primero que hizo la Ramona fue prepararle la cena a su marido, y al parejo que en esta faena se entretenía, iba preguntándole sucesos que a él le habían acontecido, quedándose siempre muy admirada de cuanto le decía su esposo. Pero después que el Graciano se fartucóu dé xamón, ya güevus con choricinus, arrutióu encomoláu perque l'entelaura inflabai 'l banduyu, plantói fuéu a un pitu, llancói 'n fondigoná 'n par de fumáes, ya sonriyénduse mu felliz dixói a la sou mutcher: (Se hartó de jamón, huevos y chorizos, eructó incomodado por haber abusado de tanta comida que con pesadez le hinchaba la barriga, le pegó fuego a un buen cigarro, le sacudió un par de fumadas, y después sonriéndose muy feliz le dijo a su mujer): ¡Desde que me he marchado a las Américas hasta ahora, no he comido una comida que mejor me supiera que ésta que me has preparado en tan poco tiempo y con tanta arte. Por el mundo adelante mi querida Ramona, no se harta uno nada más que de mollicies (cosas malas). Mucho cacíu pintureiru (cacharros lujosos), mucha cuchara limpia y resplandeciente, mucho sirviente que te trata con tanto mimo como si fueses un banquero, pero los platos son pequeños, y la comida que en ellos vacian (echan), tiene escosáu güétchus de rustíu (que no tiene grasa, que no está sazonada). Más sustancia tiene aquí un potaráu de llabaza de la que chamus a lus bracus (una pota de fregaduras de la que servimos a los cerdos), que todo lo que come en el día un trabajador en las Américas, y si uno trae dineros de aquellas lejanas tierras, es a cuenta de la mucha hambre, calamidades y sufrimientos que uno tiene que aguantar allí. Aquí en las aldeas pensamos cuantos nos vamos para allá, que en cuanto lleguemos, atopamus lus cuartus tremáus pe les caleyes! (encontramos los dineros tirados por las calles). ¡Bueno Ramonina, ahora ya me puedes contar lo que has hecho por aquí, que me parece que abundu enfucheráu (muy sucio) y grave debe de ser, cuando endenantes de entrare na miou teixá, de rodiétches me suplicabes que t'achuquinara! (antes de entrar en mi casa, de rodillas me suplicabas, que te asesinara). ¡Non sei Gracianín perquéi llugar comencipiar, pos tou enllordióxe d’enria mín, comu se ‘l mesmu diañu me l'encalducar! (No sé Gracianín por qué lugar voy a dar comienzo, pues todo se enlodó encima de mí, como si el mismo demonio me lo preparara). Deciale Ramona sentada en el escaño, detrás del aburióxu (ardiente) lar, mirando de frente para su marido y alumbrando a la par un torrente de lágrimas, que resbalaban por sus hermosas y coloreantes mejillas, que resplandecían a la luz del fuego, lo mismo que si estuviesen entafarnáes (untadas) con manteiga (untadas con manteca). Graciano que la propiaba con el mismo arrobo de enamoramiento que por ella siempre había tenido. Le dijo con voz halagosa que ya consigo llevaba el perdón que con tanta argucia su esposa buscaba: ¡Anda Ramonina, déjate de choramicar (llorar), pues con tanta mexareta (meadura) de lágrimas, no vas a encantexar l'esgazaura que fixiste! (arreglar la rotura que has hecho). —Y ahora cuéntame de una vez cuál fue el mal que me has hecho, pues por lo que barrunto, me has hecho castrón fatáus (muchas) veces. ¡No Gracianín, no te he hecho de menos nada más que un par de veces, y te voy a contar sin deximite (ocultarte) nada, el por qué hice de paraxa (puta), pues no me he puesto patas arriba en la añuedaura del cibietchu (haciendo el amor) con nadie, porque mi cuerpo me lo pidiese, sino que ha sido la necesidad la que me ha obligado, pues bien sabes, que cuando tu te has marchado para La Habana, yo me quedé muy sola, con un niño entre mis brazos que nin falaba nin espatuxaba (que ni hablaba, ni andaba) !Ay! Gracianín de mis entretelas, del mi corazón y de los mis sentidos, puedo decirte ahora llena de alegría que te estoy viendo al lado mío, que con las lágrimas que alumbraron mis ojos en todos estos años de soledad que he vivido, navegaría sin hundirse el barco que te trajo de La Habana. ¿Y quién fue el culpable de mi desesperante llanto, de mi inconsolable sufriencia? ¡Sólo tu Gracianín, sólo tu eres el culpable, que me has dejado muy sola, y te marchaste para las Américas hace diez años, siendo yo en aquel tiempo una desventurada criatura que aun no tenía veinte años dígote yo que me has dejado encuandiada (empozada) dentro de la soledad y la pobreza, y en todo este largo tiempo, no me has mandado ni tan sólo una perrona (diez céntimos) con la que comprarle un llastiquín (una camisa, un jersey, etc., etc.) a nuestro hijo, y ahora me vienes tu diciendo que quieres al niño tanto y cuánto! ¡Bueno Ramonina, lo que yo hice o dejé de hacer, abundu bien fechu tá (muy bien hecho está). Hoy ya me encuentro en mi casa dueño de una betchá cuarexa (bien repleta, rica cartera) de dineros, y no quiero perder el tiempo explicándote lo que yo he sufrido y el trabajo que me ha costado atróupar (rejuntar) este capital, pero tu ahora sí que me vas a decir con quién o con quiénes me has traicionado durante el tiempo que he estado fuera de mi casa. Así pues, empieza luego y no pierdas el tiempo barajando pormenores noitres (en otros) caldaretus (ubres) que no sean los que estrincaste (ordeñaste) entre los atavarius (braguetas) de los hombres con los que has hecho el amor, mientras que yo en las Américas fechu 'n castrón, apelucaba cuartus pá betchar la cuarexa que traigu, (hecho un cabrón, recogía dineros para llenar la cartera que traigo). Ramona se levantó del escaño, echó al fuego cuatro astillas porque ya se estaba amorrentandu (apagándose) y después, arremetchandu lus güeyus, miróu 'l Gracianu con mala lleiche, ya díxole sen catar más atayus (abriendo desmesuradamente sus ojos, miró a Graciano y le dijo con enfado sin buscar más atajos). ¡A los dos años de colar (marcharte) tu por el mundo allantri, (adelante) se me puso el niño muy amolaín (enfermo), y no tuve más remedio que llevarle al mélicu (médico), y éste con palabras finas y muy melgueróuxas (dulces) me dijo que yo era una buena moza, que estaba muy guapa y que era muy hermosa, y muchas otras cosas mas que entre todas ellas me hicieron perder la cabeza, el caso fue que el médico me aseguró que el niño estaba realmente muy enfermo, y que sólo se comprometía a sanarle si yo... bueno... el caso fue que yo por curar al mióu fiyín (mi hijo) espurrime y encoyime baxu lus atavarius del mélicu y'añuédei 'l cibietchu cuá 'l un par de veices, (me estiré y me encogí debajo de la bragueta del médico e hice el amor con él un par de veces). Y de resultas de los dos achucáus (acostados) que fexe debaxu 'l allegre mélicu (que hice debajo del alegre médico), me quedé empanzorraona (preñada) y parí otro rapacín (niño) que ahora ya tiene siete años. Así que yo considero que si tú estuvieses en mi lugar, harías lo mismo que yo he hecho, pues por un hijo una madre da todo cuanto tenga y más para con ello! Graciano que era de naturaleza muy tranquilo y a pesar de ser un cornudo era listo y razonero, le dijo sin enfadarse ni levantar más una palabra que otra: ¡Por un hijo una mujer casada debe de entregarlo todo verdad es, todo menos su honra, porque la honra en la mujer casada tiene más valor, que todos los hijos que pueda tener y hasta inclusive más que su propia vida. Porque de ahora en adelante, lus tous nenus namái que serán pá les xentes que fius de paraxona. (Los tus niños nada más que serán para las gentes que hijos de puta). Y tu... una paraxete (putina) mirada en todo momento por los hombres, como pan caliente fácil d'allancái 'l denti (hincarle el diente). Y yo... un cabrón consentido, que ha de ser la guasa y la murga de todos mis vecinos y de cualquier gente que sepa de mi vergüenza! En buena razón acaidonaban (dirigíanse) las palabras del Graciano, pues pronto sus vecinos armados con la socarronera malicia de las gentes de la aldea, empezaron a torearlo, diciéndole entre amistosas risas y halagüeñas palabras, ofensivos insultos, que ponían al pobre Graciano lo mismo que un pingayu (trapo viejo), y como Graciano era simpático y buena persona, aun les daba lugar más xeitu (sitio), para que se apropiaran de mayores confianzas, y ya no sólo eran sus vecinos los que de continuo le provocaban, sino todas las gentes que le conocían, pues un día que estaba segando hierba en un prado que tenía al lado de la carretera, pasó por allí una pareja de los guardias civiles de servicio que eran amigos suyos, y después de torearle un tiempo como todo el mundo hacía, uno de los guardias le preguntó: ¿Qué carrera les vas a dar a tus hijos Graciano? ¡Pues como tienes dineros amamplén (muchos), no estaría mal que los estudiases para xebralus (apartarlos) de estar mayucandu (majando) terrones toda la vida lo mismo que tu haces! Graciano quedose mirando para el guardia sonriéndose como si nada ofensivo le hubiera dicho, y después apurriénduyes (dándoles) la petaca para que enrrodietcharan (liaran) un cigarrillo, cuando los tres estaban aborronandu (fumando) muy tranquilos les dijo: ¡Mucha razón tienes Juaquín, ya que majar terrones no es un oficio descansado ni productivo para nadie, por eso, a mi primer hijo, que es el mío verdadero, le voy a estudiar hasta que se convierta en un buen ingeniero, aunque tenga que vender sino me alcanza cuanto tengo, hasta mi honrado apellido, que por ser tal cosa, en todo el mundo ha tenido siempre buen crédito, y al otro por ser hijo de mi mujer que xebrose (se fue) de la honradez, y se situó entre la hedionda troya (suciedad) donde se enchamuergan (ensucian) las paraxas (putas). En pocas palabras, por ser hijo de puta, le voy a enchufar en el xuzgáu (juzgado), y si no sirve para este menester, entonces le afilio a la guardia civil! Al guardia Juaquín, xelósele (,helósele) d'afechu (del todo) la maliciosa sonrisa que mostraba entre sus labios, y poniéndose muy serio le dijo: ¡Ten cuidado con lo que dices Graciano, porque me parece a mí que no das puntada sin hilo, así que se acabaron las bromas, y de ahora en adelante con nosotros ándate derecho, sino quieres que te enchufemos en la cárcel por tener la lengua demasiado larga y ser tus palabras mal intencionadas! Descubrió Graciano aquel día, que el don de la palabra era un arma muy poderosa, con la que conseguiría manejándola con astucia y solapadamente insultativa, lograr que sus agudosos vecinos se mirasen muy bien antes de lanzarles puchas (sátiras), haciendo de su persona el hazmerreir de todo el concejo. El habíale dicho al guardia Joaquín sin la menor intención de ofensa hacia su persona ni a nadie, que el hijo de su mujer por ser nacido de mala madre, le colocaría en la Guardia Civil, cosa que incomodó grandemente a Joaquín, demostrando con sus inocentes palabras que no es oro todo cuanto reluce, y que todo el mundo tiene algo de suciedad escondida o a la vista, de la que suele avergonzarse. Desde ahora en adelante, escrutaría en la vida y pasado de sus vecinos, y cuando de él se mofasen, les taparía la boca lanzándoles al rostro como arma de defensa y ataque todo cuanto de despreciable y asqueroso, en sus vidas o familias hubiere; y de esta forma, ya se mirarían ellos de volver con sus ya cansadas e insultantes sátiras a molestarle. Y ahora, tras el xemeyu (retrato) que hice del alcalde de mi aldea, escantoyándulu namái que per un cornetchal (rompiéndole nada más que por una esquina) de las muchas que el condenado tenía, voy a hondear ya sin hacer pouxa (parada) ni xebraura (apartamiento) en la historia de las Xabarceiras (tratantas), que entrambas y dos eran de gafas (venenosas) como un perro con la boca negra. «MANOLA Y VENANCIA» Moraban en mi aldeina dos mucherucas (mujerucas), que eran hermanas en apariencia y al decir de ellas también de familia, ya que habían nacido por el mismo furacu (agujero), no eran ya jóvenes cuando yo las conocí, pues paseábanse por la vida con la edad de comenzar a maurecer (madurar), eran las más pobres del lugar (descontándome a mí por supuesto), ya que no les acompañaba más riqueza que una vieja pochina (burra), y por esta pobreza que las acompañaba, allindiaben (cuidaban) a su borrica Facunda, con tanto cariño y esmero, como si en verdad fuese hija de entrambas. Estas mujeres no eran nacidas en mi aldea, y verdaderamente tampoco a ciencia cierta nadie sabía el lugar de su nacencia, lo cierto es que habíanse asentado en mi aldea cuando se terminó la guerra, y vivían en una muy humilde casuca que compraran con algunos dineros que traían, vivían en mi lugar desde aquella época, ganándose su vida con libertad e inteligencia, si se puede denominar así, al apoderarse de lo que muchas veces no les pertenecía. Decian algunos vecinos, y yo no sé si era cierto, que durante toda la guerra habían estado de paraxas (putas) por el frente, haciendo felices a los milicianos primero y después a los vencedores, más sin embargo yo creo que esto no era verdad, porque entrambas y dos físicamente no valían ni para un tiro de escopeta. Nosotros las conocíamos por el apodo de las Xabarceiras, y eran bajas de talla, secas de carne, con rostro de brujas feas y lagañosas, dueñas de un mal genio y peores intenciones que el mismo demonio, y garruxantes nas engarradiétchas (valientes, decididas en las peleas). La de más edad se llamaba Manola, y tal parecía que sus padres la habían fabricado con el puro veneno, y aparte tenía una lengua tan ofensiva y desarrendada, que dejaba en porriques (desnudo) al más pecaminoso de los arrieros. Venancia que era la otra, no algamia (alcanzaba) a su hermana en el ser tan garruxante, pero se aparejaba al lado de ella, en tener los dedos largos y las uñas raguñonas (arañosas) para mal de las tranquilas gentes, donde se engarrapelaban (enredaban) muchas veces los intereses de los vecinos. Las rapiegas Xabarceiras, cuando los campos se cubrían de frutos y los árboles se enseñoreaban con el manto lujoso y natural de los saludables y exquisitos frutos, ellas solían comprar en caña (en el árbol) o escandanaban (recogían) sin ningún permiso, las mejores frutas, y prestas corrían a venderlas por todas las aldeas y mercados de los tres concejos vecinos, y con estas ganancias, ellas prohibían al fantasma del hambre, que no espurriera (estirase) el hocico, agolifandu (oliendo) en su lar, en ningún día del año, por prietu (negro) que éste escombuyere (viniese, naciese). En la casa de las Xabarceiras, a pesar que por aquel entonces los tiempos eran muy difíciles y el hambre se recostaba en todas las esquinas, entre otras cosas en su lar jamás faltaba el cafetacu, y el frasco de marrasquinu (anís, caña, etc.), al que las dos hermanas le hacían halagos con parejo tino, pues érales el café ey el aguardiente tan llambión (goloso), como el tabaco de cuarterón, ya que sonrientes, gozosas y felices, apuxaben (tiraban) por él, con el mismo placer que escosaban (secaban) el pintureru frasco del aguardiente. Muchas veces cuando estaban sentadas con tranquilidad en su casa antroxánduse (festejándose) con las copaxas (copas) y el cigarrillo, decíale la Manola a su hermana entre xorbu ya xorbu (trago y trago) y cigarrillo prendido con la colilla del otro, esta sentencia muy verdadera: ¡Es mucho más fructuoso unos minutos de trato si están bien hechos, que cien horas de trabajo agabuxá (agachada) en las estayas (tajos), haciendo labores para los vecinos, que son más olvidadizos después de hacerles el trabajo, que agradecidos para pagarte en justicia el sudor que en sus tierras has derramado! Pero aquel año las Xabarceiras estaban encuandiadas (empozadas) dentro de un mal estar que mazábayes enoxáes fasta el mesmu fégadu (sacudíales enojadas hasta los mismos hígados), y todo había sido por la causa de no haber sido eficaces en el llindiáu (cuidado) de su pollina Facunda, pues un día que la habían dejado sin vigilancia guareciendu (pastiando) en el pasto comunal, piescóula (cogióla) por su cuenta y riesgo el alegre pollino de Rosendo el goxeiru (cestero), que el condenado tenía unos coyonzones (testículos) que le pingaben (colgaban) hasta el suelo, y se daba muy buena maña en no dejar una pollina manía (sin preñar), por vieja que fuera, y aunque no tuviese gana de que l’añuedaren el cibietchu (que le hicieren el amor). Por esto la Manola que era la que acaidonaba (dirigía) las riendas de su teixu (casa), se abayucaba (se movía) aquel año que corría por los primeros días del mes de Junio, con todos los demonios del infierno haciéndole mil travesuras en su cerebro, y todo era por la causa de la paraxona de sou potchina (de la putona de su pollina), que de resultas del esfoitu (confío) que con ella habían tenido, que fuera bien aprovechado por el alegre pollino del goxeiru (cestero), espatuxaba (andaba) la pobre con una ventroná (barrigada), que trabajo le costaba revolverse. ¡Diañu de bruxa (demonio de bruja), con lo vietcha (vieja) que es, y todavía tuvo la puñetera calentura para que en un momento que la dejamos de la mano, de ir hacer xaceda (camera, sitio) debajo de las patas del condenado burro del maldito goxeiru (cestero). ¡Pues en algo tenemos qu’estenciar (inventar, hacer), para poder llevar la fruta este año, a los mercados y a las aldeas, ya que si no ganamos por el verano los dineros que necesitamos, cuando llegue el invierno, entrará en nuestro hogar de la mano del frío también el hambre. —Está visto que con la Facunda no podemos llegar a ninguna parte pues está la condenada con un baduyáu (barrigada) que apenas puede tartirse (moverse). En buen compromiso nos ha colocado el zaramachón del maldito pollino del goxeiru, que quiera Dios que el demonio le asesine y al amo con él, pues cada vez que veo alguno de entrambos, se me sube la sangre a la cabeza y me pongo en tal trance, que tengo miedo de que un día no pueda contenerme y les parta el alma a entrambos. Todo esto y algunas cosas más, se lo estaba diciendo la Manola que en el lleldar (hacer) ya se encontraba medio tarrasca (borracha), a su hermana Venancia, que intentó consolarla aconsejándole, que lo mejor que hacían, era bajarla el lunes al mercado de la Villa, y con lo que le dieran por ella, y un poco más que pusieran encima, mercarían un burro de arte, que las libraría del complicado problema que las atañía (conducía). En esta conversación se encontraban las afligidas Xabarceiras aquella tarde buscándole encantexu (remedio, remiendo) para su desgracia, cuando hicieron entrada en la aldea una caterva de gitanos, llegaban todos dentro de una alegrosa folixa (juerga, algarabía), que tal parecía que todos eran tan felices como los mismos ángeles moradores del Cielo. Y sin pedirle permiso a nadie, dispusiéronse a pasar la noche debajo de los hórreos que se asentaban en el centro de la aldea, lugar que desde inmemoriales tiempos, siempre solían hacer acomodo sin que ningún vecino los molestara, todos los titiriteros, hojalateros, gitanos y demás transitantes que llegaban con alguna de sus embajadas a la aldea. «PASCUALÓN EL GITANO» Mientras que sus hombres desaparejaban los burros y disponían su ajuar las hábiles y astutas gitanas con el cabás colgado del brazo, y un montón de artesanas cestas encima de la cabeza, se internaban por todas les caleyes (callejas) de la aldea, en el trabajo de equivocar al primer aldeano que se las diera de listo, y de casa en casa, intentando vender su arte, o pedigüeñando cualquier cosa, ya que todo les venía bien, llegaron a la postre a la morada de Manola, que ya tenía ésta pensado desde el momento que endilgóu (que avistó) a los gitanos, el efectuar un saneado trato con ellos a cuenta de la su pollina Facunda. Las gitanas nada más llegar ante su presencia, la saludaron siempre con la sonrisa en los labios y la humildad con ella, cualidades indispensables que el timador maneja, como si propias suyas fueren, y de esta guisa, le dieron las buenas tardes en el momento que una de ellas le preguntó sin perder más tiempo: ¿Oigame señora, no tendrá alguna cosa de comedera por el desván a cambio de una de estas cestinas tan serviciosas? Así le habló una de las dos gitanas que en pareja venían haciéndose la desvalida y la inocente, mientras que su compañera sonriéndose por lo bajo, y sin urniar (hablar palabra), aprestábase en el sacar de su faltriquera un fatu de baraxeta (un trapo de baraja), y nada más que su socia fexu pouxa nel falare (hizo un descanso en su charla) con la Manola, cogió la palabra la gitana de la baraja, y se hondeó en el registro de querer echarles las cartas, decirles la buenaventura, o leerles la suerte, pues asegurábales la sagaz gitana, que ella había nacido con el sobrenatural don, de poder leer en la palma de la mano el destino de las personas, que se halla escrito desde su nacencia en un lenguaje misterioso, que sólo los elegidos pueden leer sin la menor equivocación. La Manola, que yo puedo asegurar que la más espabilada gitana podía ser nada más que su discípula, apropiaba y miraba de soslayo a las gitanas haciéndose la fatona (tonta), mientras que sus vidayas (sienes) moldeaban el negocio que con su Facunda iba hacer encima de los rapiegus xitanus (zorros gitanos), pues ella para sus adentros se decía, que quien equivoca a un manexador (manejador) de enredos, hasta los mismos jueces le ayudarían a xebrase (marcharse) del refregado aunque éste se hendiera, en algo que bien no olíese y sonado fuera. Así pues, que cuando la gitana ya se había creído que la Manola iba a ser un tonto cliente que le pagase sus enredos, en el magín de la Xabarceira ya estaba encaldáu (hecho), el cambiar a su Facunda, por un pollino que ellos trajeran, que no cojeara de ningún lado, y que no fuese muy cargado de años. El caso fue, que cuando la gitana ya le iba a coger su mano para leerle su buena suerte, quedose sorprendida cuando la Manola le dijo: ¡Déjese de pamplinas que conmigo no tiene cabida, yo lo que quiero es cambiar una buena pollina que tengo, que a no tardar mucho se va a convertir en dos porque está preñada, por un burro que ustedes traigan, que tenga llixia (alma, fuerza), y que no tenga amolaúres (males) por ningún lado! La gitanaca dibujó una amplia sonrisa de alegría en la bufarda (ventana) de su boca escosada (falta) de la mitad de sus dientes, y después le dijo a la par que guardaba la baraja en su faltriquera: ¡Eso que usted desea ya lo puede dar por hecho buena mujer, pues mi marido tiene un soberano pollino, que es lo justo a lo que usted me parece anda buscando, así que espere unos momentos, que voy con rapidez a buscarle, para que hagan el trato que me parece a entrambos ha de agradarle! Vino al cachiquín (al rato) en un grande burro escarranquetáu (montado) de alegre presencia, que en el parecer abayucábase (movíase) como el mismo rayo. Llegó el gitano a la casa de la Manola, muy xaraneiru ya xibloutandu (jaranero y silbando), lo mismo que si ya agolifara (oliese) el negocio antes de comenzarlo. Apeose de un áxil blincu (ágil salto) el gitano Pascualón de su xumentu (jumento), y saludó con marcado respeto a la Manola, que ni tan siquiera le contestó, ya que sólo tenía ojos para apropiar al burro, que le pareció muy atongaín (bueno) en sus primeras güeyáes (ojeadas). Empezó el gitano sin demora a tejer en el hacer del trato, con la que él pensaba, que iba a ser una victima sencilla para hacerle un lucrativo timo, ya que entamangaba (hacía) la Manola tal focicu de fatona (hocico de boba), que no era menos de pensar, que aquella mujer tenía los sentidos escosáus (secos) de toda listeza. El gitano que era un útre (águila) en el asunto de hacer de un jumento que sólo valía para ser achuguináu (sacrificado) y convertirlo en chorizos perreros (malos), digo, que él podía hacer de un burro moribundo, un pollino de ojos vivarachos, espurrías uréas (estiradas orejas) y espatuxares de rellámpagu (caminares de relámpago). Así pues con esta maestría que le caracterizaba, comenzó a rexistrar (mirar) a la Facunda desde el principio de su hocico hasta el término de su cola, sin olvidarse de sus molares y patas, y mientras que él hacía tal cosa, Ias Xabarceiras no perdían su tiempo, pues también manxuñaban (tocaban, palpaban) el jumento del gitano por todo el peyeyu (pellejo), con las miras de encontrarle algo que le faltase, o de descubrirle un postizo que le tapase un defecto. Pascualón como que no quería la cosa las propiaba por el rabillo del ojo, y así, allindiaba (cuidaba) a las Xabarceiras que no tenían sentidos nada más que para rexistrar (mirar) el burro del gitano, que no hacía nada más que tascase (moverse) y no estarse ni un instante quieto, demostrándoles con tal nervioso bailar, que era un pollino de arreos, con fuerza según ellas, de llevar un par de manegáus (cestos) encima de su lomo, sin ni siquiera hacer ni un senaldo, hasta el mismo Ricabu, o al lugar de Torrestíu, que son las aldeas más cimeiras de los concejos vecinos. Se veía a las claras, que a entrambas Xabarceiras les encantaba el jumento, por tal razón Pascualón, en el lleldar (hacer) que sacaba una colilla del bolso de su llásticu (chaleco) y le plantaba fuego sin soltar el cayao de su mano, les dijo sonrientemente: ¡No desperdicien el tiempo en buscarle defectos a mi buche, pues no le falta ninguna cosa, ya que tiene hasta los dos coyones (cojones) y está tan entero como yo mismo, que soy padre de una docena de hijos! ¡Pero es igual mujerinas, pues aunque algún defecto tuviese mi jumento, me parece a mí, que no voy a poder hacer trato con ustedes, porque esta pollina que me quieren espetar, está más para ser achorizada en Noreña, que es para lo único que vale, que para hacer galopadas por los caminos! ¡Ahora que si me dan encima de ella ochenta reales, el trato está hecho, y sino, cada cual allindie (cuide) lo que es suyo! Después de mucho tejer y destejer, porfiar, y alegar mil razonamientos de toda índole, la Manola le dijo que sólo le daría sesenta reales, y Pascualón cogiéndole por su palabra, enfardóu (guardó) los dineros en el bolso, y sin demostrar la contentura que le embargaba, dio el trato por hecho. A la mañana siguiente cuando el malvís silbotiaba anunciando el nuevo día, se levantó de su cama la Manola a la misma hora que siempre solía, y antes de hacer ninguna otra labor, fue muy ilusionada y contenta a la cortexaca (cuadra pequeña) donde tenía guardado el pollino, y cuando le puso sus inquisitivos ojos encima, su alegre ilusión fue devorada por una triste sorpresa que le produjo la visión de ver a su pollino achucáu (acostado) en una postura engalbaná (sin fuerza, sin gracia, sospechosa), acercose a él ya buyéndole en sus temperamentales y endemoniados sentidos la apenada sospecha de haber sido engañada por el gitano, y sin el menor miramiento le atizó unos punterazos con las madreñas encima de los cadriles (patas) para que se incorporara y poder mejor repararlo, y fue entonces cuando se le enxenebróu (helósele) la sangre en sus venas, ameruxánduse sous fégadus (llenándose sus hígados) en el atayu (atajo) de un envenenador desespero, al reparar con cuidado a su pollino, por eso sus ojos se le llenaron de lágrimas que alumbraban la rabia y la mala leche que l'esmolecía, (deshacía), cuando ya sin ninguna duda comprobó, que el genio y bizarría que el burro tenía en la hora del trato, no era el mismo que en aquel encaldar (hacer), sino que se había tornado en volverse en estar amurrentáu (enfermizo, moribundo), lo mismo que si del mundo de los vivos se estuviera despidiendo. A fuerza de bardiascazus (palos) y de xurarnentus (juramentos) que sin miatcha (migaja) de compasión la Manola le propinaba, dentro de una amanicomiaura (locura) que le desencaldaba (deshacía) el alma, logró el pobre animal incorporarse, y cuando estuvo en pie el descuaxaringuetáu (deshecho) jumento, con sus urées pingones (orejas lacias, bajas) y los güetchus choramicándoye (los ojos llorándole), como si hubiera despertado de una penosa pesadilla, y por si fuese poco todo esto que la Manola propiaba, todavía la pobre bestia comenzó a temblar con tanta intensidad por todo su cuerpo, que le daba lugar para pensar a la airada y endiablada Xabarceira, que aquel cadabre (cadáver) de burro, estaba viviendo sus postreros momentos. Cuando la Manola percatose ya sin ninguna duda de lo cadarmeru y'esmoleciu (de lo cadavérico y desvanecido), que se encontraba el condenado burro que la había espetado el diablo de Pascualón el gitano, comenzó a alumbrar por su pecaminosa boca, dirigida por su envenenadora lengua, un rosario de juramentos todos en contra de los santos seres del cielo, también maldijo con igual arte a todos los demonios de los infiernos, y no se dejó atrás y ya en este lleldar (suceder) colgándole de las comisuras de su boca unas flemas azuladas cargadas de rabia y de veneno, a todos los gitanos de la tierra, y hasta se recordó ya completamente desarrendada por la amanicomiaura (locura) que la encibiétchaba (retorcía), de manera más denigrante hasta de la propia madre que la había parido. Ante tal escándalo de palabras endemoniantes, saltó de su cama haciendo fuego su hermana Venancia y entre las dos juntas terminaron de hacer la desarrendada y pecaminosa fiesta. «EL PEDÁNEO DE LA ALDEA» Cogió la Manola una foicetuca (hoz) que tenía mangada en un recio y fino palo de ablanu (avellano), y la su hermana una pala de dientes que estaba mocha (falta) de un par de pinchos, y así armadas como si fuesen a la guerra, conducidas por el rey de los demonios que moraba dentro de sus espíritus, preparando un alboroto tan sonado y enloquecido que dudo que nada en la vida otro mayor hiciera, con una prisa que por ser ardiente les amagostada (quemaba) la entraña, fuéronse en busca de los gitanos con el invariable propósito, de deshacer el mal trato que con ellas hicieron, y por las buenas o por las malas, recuperar sus dineros y a su pollina Facunda. Cuando llegaron debajo de los hórreos lugar donde ellas sabían que estaban los gitanos y comprobaron que ya de la aldea a tan tempranera hora los foinus (ladrones) ya se habían xebráu (marchado), entonces la pecaminosa folixa (bronca) qu' enguedétcharun (que enredaron) fue tan escandalosa que pusieron en pie de alarma a toda la aldea, y hasta los perros del lugar, ladraban enfurecidos, sin agolifar (oler) por dónde escarrapietchábase (deshacíase) el peligro, pero presintiendo que se encovarachaba (encuevaba) dentro de los falaxes (hablajes) enfogaratáus (fogosos) que alumbraban las gafuróuxas (venenosas) lenguas de las garruxantes Xabarceiras. Las gentes de mi aldea, al escuchar aquel enxame (emjambre) de airadas voces, que todas ellas endubichaban (envolvían) un rosario de fataus (muchas) maldiciones pecaminosas, a tan hora tan ceda (temprana) de la albiada (de la mañana), descumbutcherun (despertaron, levantáronse) del catre donde aun felices algunos descansaban, y comenzaron a asomarse a las puertas y ventanas, y cuando comprobaron de qué se trataba, dieron rienda suelta a sus risas y gozos que les producía la desgracia que consumía a las ramplonzuelas (ladronas) Xábarceiras, que desde el primer día que habían sentado sus vivencias en la aldea, vivían a cuenta de lo que arrapiegaban (robaban) a los vecinos, sin que jamás s’andecharan (hicieran cuadrilla) en una gavita (ayuda) hacia sus vecinos, aunque éstos se reventasen atosigados por el excesivo trabajo. Por eso, cuando aquel amanecer conoció la aldea el timo que los avispados gitanos hicieran en los pequeños intereses de las atuñáes (avaras) Xabarceiras, al espetarles aquel jumento al cambio de la Facunda, que según las manifestaciones juramentadas que públicamente pregonaba con grandes gritos la Manola, estaba murriéndose estingarraón na cortexa (muriéndose acostado en la cuadra), al xebrársele (marchársele) la alegría y el bizarro genio que le había inyectado la tarrasca (borrachera) de marrasquino que le hicieran coger los gitanos, con el fin de que el alcohol le diera por unos momentos las briosas fuerzas de su juventud que la naturaleza por viejo y deshecho ya le había quitado. Pero no conforme Pascualón con este ardid, también le había introducido para que mejor se dibujase en el lugar de su conveniencia, una fogosa guindilla en el furacu (agujero) por donde alumbraba el federosu cuchu (hediondo estiércol), y por estas razones el pobre animal que en el momento del trato obreiráu (aguijonado) por estos reactivos respondió a las aspiraciones de Pascualón para equivocar a las Xabarceiras, ahora ya aquel pollino falto de tales estímulos, no respondía a las gozosas ilusiones de la Manola v su hermana, por eso entrambas y dos estaban llevadas y traídas por el mismo demonio, y en peor genio se ponían, cuando presenciaban a las gentes de mi aldea todas ellas de buen suceso, entamangándu festa ya murga (haciendo fiesta y güasa) de las hasta entonces avispadas Xabarceiras. Así por ejemplo, la muyer del Goxeiru (mujer del Cestero) que por la causa de que la Facunda apartando el rabo p'un lláu (para un lado) y dejando la clica 'l entestate (la matriz al aire libre) permitiera que su alegre burro le anuedara 'l cibietchu (le hiciera el amor) dejándola preñada, pues por esta causa, engarrapoláronse (peleáronse) con ella las Xabarceiras, en una engarradiétcha (lucha) de campeonato, que si no es porque unos hombres de la aldea las separan, la hubiesen esmueliu a tochazus (muerto a palos), pues esta mujer esfargayánduse (deshaciéndose) de risa díjoles: ¿Qué pensabas Manola, que podías equivocar a los gitanos lo mismo que haces con todos nosotros desde que el demonio te trajo sabe Dios de dónde a vivir a esta aldea? ¡Esos filan (hilan) más fino que nosotros mióu nena, por eso no has sido capaz de detener el truñazu (testerazo) que te atizaron cuando pretendías hacer negocio con ellos, que son los mismos hijos de tu padre el diablo! ¡Me parece a mí que este año, si quieres ir a vender por las romerías la fruta qu’escarpenas (que arrancas) de nuestros árboles, vas a tener que llevar las maniegas (cestas) encima de tu mollera! Xofitóu (apoyó) Manuela de Juan de Pacha, que era muy aguda lanzando putchas (sátiras). ¡Qué quieres hacer Manola, hay que armarse de paciencia mióu nena y nunca olvides que el demonio tiene focicu de gochu (hocico de cerdo), aunque en este lleldar (suceder) a tí se te presentara en la fechura (hechura) de Pascualón el gitano, que mucióte (ordeñote) la cuarexa (cartera) y llancote (te plantó) un pollín, que según el tu falar (hablar) regalado es caro. Díjole Filomena la mujer de Julián el Pertegueiru, que tenía una lengua p’aximielgar (mover) con molestosas intenciones a las gentes. Con más arte, que su marido que era áxil (ágil) como un esquil (ardilla) tenía de coraxe (coraje) para sacudir los arizos de los castañales. Estas y otras parecidas sátiras adornadas con risas y juergas de diferente índole, les decían las gentes de mi aldea aquella mañana a las xabarceiras, con intenciones de zaherirlas, porque ni eran sociables. ni menos tenían nada de buenas personas, sino todo lo contrario, aunque si digo la verdad en aquella época, había en mi pueblo peores personas que las Xabarceiras, ya que moraban un piño de fascistones asesinos, que ellos solos se bastaban para tirar tal partido por tierra. Tanto la Manola como su hermana, esnalaban (volaban) hasta los mismos teyáus (tejados) del aburrióxu (ardiente) infierno, dentro de un envenenamiento que hacía xuenzura con la manicomiaura (yunta con la locura), y con sus lenguas harto desatinadas escarnecían todo cuanto existe del cielo abajo y del infierno arriba, y en todo momento eran acosadas por los perros de la aldea, que les buscaban descuido para hincarles los dientes en cualquier lugar de sus escalixerus cuerpos, y al tenor que con rapidez espatuxaben (corrían) iban poniendo al Hacedor y su Creación como un fedoroxu fatu (hediendo trapo), con sus maldiciones y romances pecaminosos, que muchos de ellos nadie en el lugar jamás había escuchado, y dudo que pocas personas podrían endubitchar (enredar) un rosario de ofensas como el que la Manola preparaba. Pero a pesar de ya ser mucho todo esto que enseñaban, dentro de sus mal intencionadas entrañas, muchas más nefastosas intenciones aun se albergaban, y obreiradas (aguijonadas) por ellas, encamináronse afalucháes (arreadas) por el diablo, hasta la casa del pedáneo, que moraba en la fondeirá (en lo hondo) de la aldeina, y cuando ilegaron a las canciétchas (cancelas) y vieron que estaban piescháes (cerradas), aferronáronse (cogiéronse) a ellas con tal arte, y sacudiéronlas con tal fuerza, que al no llegar el perro a ponerles freno, de seguro que dieran en tierra con ellas. Pero la Manola que era en aquellos momentos conducida por todos los demonios nacidos y por nacer, que la habían corrompináu (llenado) con una airada rabia desgalgada (desmandada), no le puso ningún respeto ni menos miedo aquel perro grande armado de carlangas que hasta los mismos lobos les imponía recelo, sino que le hizo frente con su foiceta (hoz) llantándoye (plantándole) un focetazu (golpe con la hoz) en medio de su enorme cabeza, que le hizo al gafu (fiero) perro atropar (guardar) el rabo entre sus piernas, y marcharse glayucandu (aullando) de dolores del lado de aquella mujer que era peor que la más bravía de las fieras. No hicieron caso las Xabarceiras del matauriáu (descalabrado) can qu'ameruxáu de miéu (que plagado de miedo) se marchara del lado de ellas, sino que entrambas en el mismo lleldar (hacer) ximielgaben (sacudían) las cancelas en el parejo encaldar que llamaban al pedáneo de la siguiente manera: ¡Gracianu, Gracianu...! ¿Dóu tás aponiu faldetacu alcaldi de piteru? (¿Dónde estás ruin alcalde de gallinero?). El bueno de Graciano que se encontraba en la corte (cuadra) muciendu (ordeñando) las vacas, al sentir a su perro glayucar endolloriu (ladrar dolorido) y escuchar aquellas voces preñadas de prisa y betchás (ricas) de ofensivas palabras hacia su persona, salió sin pérdida de tiempo del establo con la caramañola (lechera) en la mano, y cuando comprobó quién le reclamaba, díjoles medio enojado, porque enfadado del todo nunca Graciano lo estaba: ¿Qué es lo que queréis condenadas del infierno, donde sin ninguna duda algún día iréis amagostabus (quemaros) esas asquerosas lenguas que tenéis? ¿qué es lo que queréis que tan cedu (temprano) llegáis a la mi puerta, y no en son de paz como es la debida forma, ya que lo primero que habéis hecho, fue partirle la cabeza al perro que intentó poneros el freno que estáis necesitando desde el mismo día que pusisteis los pies en esta aldea, y no contentas con ésto, aun estáis molestando al amo, enloquecidas por el demonio que lleváis dentro de vuestros cuerpos, que sólo vosotras sabéis dónde le encontrasteis, pero que os hace rellumbrare (relucir) como el mismo rellámpagu? (relámpago) ¡Vengo a ordenarte, —dijo la Manola, saliéndole espumarayus (espumarajos) de rabia por su boca—, vengo a mandarte, que te hagas en el momento en perseguidor de los asquerosos y ladrones gitanos, que me engañaron con un burraco que cambié por la mi Facunda, que ahora está estingarraón (tirado, acostado) en la cuadra, sin llixa (fuerza) de sostenerse encima de su cadriles (patas). Graciano que era como ya sabemos, muy agudo y socarrón, comenzó a reírse por lo bajo, porque abiertamente no se decidía ante el temor de no terminar de alterar aquel par de humanas fieras, que muy capaces las creía de pagar en su persona sus cacíus estrapayáus (sus platos rotos), luego poniendo la cantimpla (lechera) entre las manos de su mujer, que había bajado a la corraleda al escuchar tan grande alboroto, y seguidamente, rascándose su cabeza por debajo de su gorra, les dijo a las Xabarceiras con una socarronería que le alegraba satisfactoriamente: —Podéis ir vosotras mismas a buscarlos, ya que tanto os interesa en encontrarlos, porque yo fuera de la aldea y aun dentro de ella, ninguna autoridad tengo, que me obligue a perseguir a nadie, y creo que para hacia la Villa deben de encontrarse, porque poco antes del amanecer les he oído yo pasar por delante de mi casa, y por cierto que llevaban entemangada una allegroúxa folixa (iban formando una alegre juerga), y ahora escurro (discurro) de dónde procedía tan grande gozo que les acompañaba, que ni más ni menos era, del betcháu (rico) trato que al parecer hicieron con la tu Facunda, por la causa de querer ser tu, todavía más gitana que ellos. ¿Qué es lo que me estás diciendo so castrón (cornudo) de los infiernos? ¡Qué no tienes de hombre nada más que el paxierchu qu’enllastica lus tous enxenebráus güesus, (traje que cubre tus fríos huesos), si en todos los lugares de Asturias tienen como autoridades a ejemplares con el mismo esprapayu (disposición, ánimo), que te tiene encibietcháu a ti, más les valdría a las gentes hacer con ellos, lo mismo que yo debía de hacerte a ti! ¡Vaya un alcalde de cuatcháus (cuajados) que en el lugar tenemos, yo no sé lo que estarían pensando los vecinos el día que te han dado la güichá (vara) de mando, porque la verdad es que no sirves ni para tornar (parar) el agua en un banzaucu (remanso) de poca llixa (fuerza)! Le dijo la Manola lanzándole unas envenenadoras y asesinantes miradas, que intencionaban la firme idea de entamangar (hacer) un engarapoláu con él. Graciano, sin hacer mucho aprecio de lo que le estaba diciendo la bruxa xabarceira, sonrientemente le preguntó: ¿Y qué es lo que te gustaría hacerme a mi Manola? ¡Lo primero que te haría so castrón de los infiernos, sería... llantate la foceta (plantarte la hoz) en medio de tu cabeza, fendiéndotela hasta las mismas caxietches del xixu (partiéndotela hasta las mismas células de los sesos), y después te haría el juicio de por qué fuiste condenado a morrer (morir), que sería por el cobardoso delito, de no saber defender los intereses de la aldea, como es tu obligación de alcalde, y también por consentir, que xentes arrobonas (gentes ladronas), colen del chugar (marchen de la aldea), haciendo festa ya murga (fiesta y güasa), ximielgánduse lus cuartus na cuarexa quei arraguñarun a lus tous vecinus (moviendo los dineros en su cartera, que fueron fruto del robo que hicieron a tus vecinos), por la causa de tener un pedáneo, escasáu de coyones, ya betcháu de plumes de pituca llueza! (seco de cojones, y rico de plumas de gallina clueca). Estas palabras tan poco delicadas y tan grandemente ofensivas, no le sentaron nada bien a Graciano, a pesar de ser él, hombre tranquilo y transigente en gran medida, quizás las hubiese deximíu (olvidado) si su mujer no estaviese presente, pero al no ser así, a Graciano no le cupo otra alternativa, que intentar castigar a aquella desvergonzada que le estaba tratando lo mismo que si él fuese en vez de un hombre y por más primera autoridad de la aldea, no fuese nada más que un enyordiáu pingayu (un sucio pingajo), por esto, destinado Graciano en hondura donde jamás se había presenciado, se arrimó a la Manola con miras d'acoyela (de cogerla), y propinarle un par de ximielgones (sacudidas) y meterle el miedo y la vergüenza en el cuerpo a aquella deslenguada, aunque no fuese nada más, que para demostrarle a su mujer, que un hombre siempre es un hombre, aunque su mujer le pegue, le engañe y le convierta en cabrón por considerarle baldrayu (cobarde). Pero lo que no pudo imaginar Graciano, era que la Manola no se amilanaba ante nada ni nadie, y para demostrárselo, dio un paso hacia atrás para dejar trecho de combate, y enarbolando su focetina (hoz) en el aire, apurrióye (diole) con ella un fuerte y certero golpe en su cabeza, que hizo que el pobre pedáneo se esmurgazara (se cayera) en el santo suelo privado del conocimiento, manando un remexu (un chorro) de sangre, por una mancaúra (herida) que le había nacido repentinamente en el canto una vidatcha (sién). Y así en esta ridícula y dolorosa postura, atendido por su mujer ante la cual el Graciano pretendía convertirse en un héroe, le dejaron las Xabarceiras, que colaron (marcharon) de su casa, perseguidas de cerca por el rencoroso perro de Graciano, que les ladraba enfadado, más por el golpetazo que a él le habían apurriu (dado), que por el que le allantaron (dicran) en el pericote (alto) de la mollera de su amo. Amanicomionáes fasta ‘l más espurrir y'encoyer (enloquecidas hasta el más estirarse y encogerse), Ilegaron las Xabarceiras a su casa guiadas por el mismo espíritu de lucha que en ellas no cejaría hasta que no pudiesen dar con los gitanos, aunque menester fuérales perseguirlos hasta los quintos infiernos, y para sacarlos de este antro, con el fin de conseguir lo que les pertenecía, estaban decididamente dispuestas a partirle los cuernos al propio diablo lo mismo que terminaban de hacer con el pedáneo Graciano. Así pues, sin perder ni tan sólo un minuto de tiempo, sacaron de la cuadra el cadarmoúxu (cadavérico) burro de Pascualón el gitano, y la Venancia tirando del ronzal, con tal xuxeante llixa (crecida fuerza) que si pudiese le llevaría arrastrando, y su hermana Manola apuxada (soplada) por un demonio con peor genio aun, iba detrás del desventurado pollino apurriénduye (atizándole) sin descanso barganazu tras barganazu (palo tras de palo), encima del llombu (lomo) del pobre y descuaxaringuetáu (deshecho) pollino, para que caminase con prisa, y tal hacía la desdichada bestia, y no tanto por huir de los palos a los cuales ya debía de estar bien acostumbrado, sino por intentar aflojar el dogal del que tiraba Venancia, y así de esta forma y siempre en pos de los gitanos, se dirigían a la Villa donde aquel día había mercado. Hicieron entrada en el mercado las Xabarceiras arremexandu (remojadas) en sudor, producido por el cansancio de la larga caminata, y por la desmesurada rabia que a entrambas y dos las atenazaba. Y mismamente al lado de la fragua del ferreiru (herrero) que aquel día tenía endemasía trabajo, agüeyarun (avistaron) a la Facunda, y al lado de ella muy sonriente y gozoso se encontraba el gitano, que tampoco perdía su tiempo, pues ya estaba tratando de venderla o de cambiarla a un paisano que en la sazón la estaba registrando, pero plantándose la Manola delante de Pascualón, le dijo con el hambre retratada en sus ojos de atizarle un par de focetazus: ¿Qué barro me has espetado en el trato so ladrón? ¡Haz el favor de devolverme ahora mismo mi pollina, así como los dineros que me arraguñaste (arañaste), si quieres que este espineroso y mentecato trato que conmigo has hecho, tan sólo se quede en un inolvidable enfado! Pascualón no le hizo mucho caso a las palabras rogativas de la Manola, y así empujándola para un lado con cierto desprecio, a la par que la miraba amenazadoramente le dijo: ¡Quítese delante de mi vista mujeraca de los infiernos, y deje ya de molestarme en mi trabajo, y no olvide nunca, que el que hace un trato con Pascualón, lo tiene hecho para ciento y un años, y ahora lárguese y déjeme tranquilo, que estoy en buenos tratos con este paisano! Nunca peor hiciera el gitano en toda su existencia, pues antes de que se percatase del peligro que le rondaba, la foicina (hoz) de la Manola caía sobre su cabeza con la fuerza de un rayo, escantoyándoila (hiriéndosela) por un par de xeitus (sitios), que hicieron que Pascualón sin gurniar (decir) palabra, se enclicara (se cayera) en el enllordiáu (sucio) suelo, falto de sus sentidos, y alumbrando tanta sangre por sus heridas como un gochu (cerdo) cuando lo están achuquinandu (matando). Nisti telar atopábase (de esta forma se encontraba) Pascualón, con el cerebro escosáu (seco) d'afechu (del todo), por mor de aquel inesperado golpetazo, que le había llegado de manos de quien él menos esperaba, cuando Antonio, un guardia civil del cuartelillo de la Villa, que había presenciado todo el achuquinante xocesu (sangriento suceso), por encontrarse este guardia al lado de la ferrería, enzolánduse fatáus de culetinus de xidre, (bebiendo copiosos vasos de sidra), en amigable compañía con unos paisanos, en el chigrín (bar) de la Faba Prieta (la Haba Negra). Por eso, cuando vio esmurgazarse (caerse) en el suelo por mor del focetazu que le allumara (alumbrara) la Manola al foin del gitano, fue el guardia acochetráu (acelerado, rápido) al lugar del amagüestu (la quema), con el buen fin de encaxinar (encajar) el orden en aquel descalabramiento, nada más que el guardia llegó, afogárunse lus aburióxus (se ahogaron los ardientes) ánimos de otros gitanos, que lleldáus (hechos) dentro de una folixa (bronca) engafuróuxa (envenenada), intentaban acorralar a las dos Xabarceiras, que ya en la sazón se habían aferronáu (cojido) a la Facunda, y dejado libre al jumento del gitano. Mientras tanto, el herido de Pascualón ayudado por el guardia y por otros gitanos, que aun seguían con voces enardecidas maldiciendo y amenazando a las Xabarceiras, como cuento, se puso Pascualón en pie aun medio temblando al volver del desmayo, y con todo su rostro plagado de escandalosa sangre, demostrando que fuera del dolor que pudiera sufrir, el condenado no estaba en trance de mayores males en su cuerpo, no así en sus intereses como veremos seguidamente. «UN XUEZ D’ESQUILONA» (UN JUEZ DE CAMPANILLAS) Era el señor Juan Antonio un falangista digno de ser emulado por el más honrado servidor bien fuese Roxu (Rojo) Prietu (Negro) o Amarietchu (amarillo), era en verdad un hombre Joseantoniano que sin llevar camisa azul con el yugo y las flechas bordados en la pechera, como muchos otros pingayus (pingajos) que yo he conocido, que siempre iban uniformados con su camisa azul y corbata negra, dándoselas en todo momento de buenos falangistas, y no siendo nada más que unos verdaderos mierdas. El señor Juan Antonio era un hombre que llevaba siempre prendido en su espíritu los Nobles y Hermosos Credos de la Falange, con sus Humanidades y Libertades manifiestas, y los sabía cumplir porque los había aprendido en derechura, tal como el Mártir de su Fundador los había creado, para el bien de la Patria y de todos sus hijos. ¡Qué poco sabía José Antonio, que su Maravillosa Doctrina iba a ser manejada por algunos hombres, que cometerían con Ella verdaderos asesinatos y atropellos de toda índole. Pero dejando esto de lo que trataré algún día con mejor cuidado, y acogiéndome al hilo de la historia de la que estoy tratando, diré, que el juez de la Villa era este Caballero, que vivía al lado del mercado, y que era un hombre muy justo, amigo de los razonamientos, inteligente y también un campesino que amorosamente trabajaba sus campos. Cuanto yo, que cuando aquella gresca estaba con su apogeo, salió el juez de su casa para percatarse de aquel ardoroso tiberio (lío que se amagostaba (quemaba) frente a la puerta de su morada, y cuando vio que era un gitano el causante del sangriento escándalo que se enseñaba, díjole al guardia con ardientes deseos de hacer la Justicia en aquel endubiérchu (enredo). ¡Antonio, hágame usted el favor de llevar ahora mismo hasta el Juzgado, a todas las gentes que dieron vida a esa sangrienta engarradiétcha (pelea), para encalducar la xusticia que anda escosá 'n dalgún d'echu (hacer la Justicia que anda seca en alguno de ellos). Así que las Xabarceiras y el escantoyáu (herido) Pascualón hiciéronse presentes en el Juzgado, ante los escrutadores ojos del señor juez, pusiéronse los tres al mismo tiempo a hablar en su defensa, acusándose los unos a los otros dentro de un rosario de palabras injuriosas y amenazantes, que de nuevo los ponía en el atajo de volver a engarrapolarse (pelearse). Pero el señor Juan Antonio fiel repartidor de la Justicia, aporreó con sus nervudas y fuertes manos un mazazo encima de la mesa, que por muy poco la desarma en un montón de astillas, ya que era el juez un bigardón (mozarro) de más de dos metros de estatura, tan fuerte y resistente como una montaña. Y al parejo que tal golpe sacudía, dijo engrifandu (arrugando) su hocico al lar del enfado: ¡Hágamne el favor, y procuren que no tenga que llamarles de nuevo la atención, de hablar tan sólo el que yo le pregunte! Y al decir esto, miró tan condenadoramente al gitano, que éste, que se sabía culpable de muchos engañosos tratos que había efectuado en todo aquel concejo, no pudo menos que ya considerarse culpable, antes de que el juicio comenzara. ¡Vamos a ver Manola, hoy como no tengo mucha prisa ya que el llabor (labor) no me apremia, cuéntame tú la primera con toda clase de pelos y señales, lo que te ha sucedido, para que le escantoyaras (deshicieras) la mollera a este paisano, del que ya tengo oídas que no es la primera rapiega qu'esfuecha (zorra que despelleja) ni tampoco será la última, porque el que fai 'n maniegu fai 'n cientu, dandoi banietches ya tiempu! (el que hace un cesto hace un ciento, si se le da, varas y tiempo). ¡No fue solamente este condenado y útre de xitanu (buitre de gitano) el que salió amatauriáu (con heridas) de este asunto escontramundiáu enrevesado), que prestase usted con tan buen tino a escantexayu (arreglarlo) señor xuez (juez). Pues también al pedáneo de la mi aldeina me vi en la apremiante necesidad d'apurriye (de darle) un par de galgazus (estacazos) en mitad de la cabeza de magüetu (bestia) que tiene, por el no querer acaidonar (dirigir) la justicia en el camino de la razón, como corresponde a su condición y obligación de alcalde del chugar! (lugar). ¡Por la Virxen (Virgen) de los Remedios Manola, no vaigues (vayas) a decirme que por mor de este foín (ladrón) de gitano, tuviste que fendeye (partirle) la cabeza al pobre Graciano!, dijo el juez alegrando su rostro dentro de una llixerina (ligera) risa. ¡Sí señor juez, así ha sucedido! Afirmó la Manola, y seguido le contó todo el suceso desfigurándole y haciéndole más rentable a su favor. El juez casi sin poder detener la risa que le regocijaba su espíritu natural y noble, dijo intentando enmarcar en su rostro la seriedad que no era capaz de hacer: ¡Has hecho muy bien Manola, pues yo entiendo, que el que tiene el delicado oficio d'encaidonar (de dirigir) la justicia, y traiciona tan derecho menester, debe de ser castigado con más entaine (fuerza), que aquellas otras personas, que tienen la obligación de la ley obedecer. Así pues, si en mis manos estuviera te premiaría, por la valentía que has usado al defender la justicia y la libertad de tus intereses! ¡Y ahora... sigue, sigue Manola, y cuéntame todo el suceso en sin mucitche (ordeñarle) ni una migátchina (migaja), que me presta mucho mióu nena (que me agrada mucho mujer). ¡Escúcheme bien señor juez, y júrole por adelantado que cuanto le voy a decir, no se xebra (marcha) de la verdad en nada, y todo ello no es nada bueno ni para mis intereses que han quedado esgazáus d'afechu (rotos del todo), ni tampoco para este gitanu que vé usted aquí tan humildemente con la cabeza gacha, queriendo dar a entender que no ha roto en toda su vida un mal plato, y lleva desde que ha nacido viviendo a cuenta de sus bien urdidos tratos, que tal parece que para industriarlos le ayuda en todo momento la brujería o el mismo diablo! ¡Verá usted señor juez! —Ayer cuando el sol se esfumía (marchaba) por detrás del penón (peña) picutrera (sierra de las águilas), que es la hora d’atapecer (oscurecer) la tarde, llegó este llimiagu (baboso) de gitano a caballo de su adefexu de pollín hasta la misma puerta de mi casa con mires de tentarme la necesidad que me arretrigaba, porque usted bien sabe que nosotras nos dedicamos a correr (vender) la fruta, por todas las romerías y lugares de los tres conceyus y de esta manera nos ganamos nuestra vida muy decente y honradamente, pues como le estoy diciendo, no sé cómo este condenado se enteró que la nuestra pollina estaba próxima a parir, y claro, al encontrarse la probitina en tal estado, no nos podía servir para nuestro trabajo, por eso, tentadas por el embrujo, la engañadora palabra y la buena presencia que en aquel momento se ensenoraba en el pollín de este fartonzón (comedor), enguedeyóume (me enredó) este bruxu (brujo) de gitano, con el endemoniado trato que conmigo hizo, que si tarda mucho tiempo en deshacerse de nuevo, se me va escosar el xuiciu (secar el juicio), y va a dexame Ies caxierches del celebru tan enxenebráes d'entendedeiras, que vóu bazcuchame abondu más cedu de lu qu'usté cunta na mesma amanicomiaúra (dejarme los sesos del cerebro tan fríos de entendimientos, que se me van a vertir mucho más temprano de lo que usted piensa en el mismo manicomio). —El caso fue señor juez, que el burro que traía este foinacu (ladronzuelo) de gitano, estaba en conciencia de él bien preparado, para dejarme a mi despreparada de intereses, pues el pollicaco con un fatáu de caxilonainus (montón de cajilones) de marrasquino que le daban calor y fuerza a su banduévu (panza), hacían de él por el motivo de la alegre tarrasca que lu encibiechaba (borrachera que lo trenzaba), un burrón con buena llixa ya xuxeáu xeniu (fuerza y crecido genio). Y por si fuese poco esto que le cuento, todavía para que el pollino mejor se dibujase, llantárale este achuquinador de gitano, una rabiosa guindilla por debajo de la cola, mismamente dentro del oscuro agujero que alumbra el recimo de los hediondos cagayones, según descubrí yo misma hoy por la mañana justamente cuando ya era demasiado tarde. Y todavía por si estas dos demoníacas trampas no fuesen suficiente este banduerru (indeseable) de gitano, de tal manera me dibujó su jumento que desatinada me trae en este juicio, que me hizo de él un semeyu (retrato) que yo papéilu (creílo) entero, y consideré al pollín como el mejor burro de toda la burrería de gitanacus y aldeanos. Por esto señor juez, le di al cambio de tan falsa y ençañadora presea, la mi pollina Facunda y sesenta pesetas encima, y con estas prendas en nada faisas, xebróuxe (marchose) de mi vera este maldito gitano, tirando del ramal de la mi Facunda, que no quería la probitina del mi lado marcharse, quizás porque presintiera al ser más lista que yo, en la triste desgracia que me dejaba este baldrayu (cobarde) de gitano, que se alejaba de mi casa haciendo que ruxeran (sonaran) los mis dineros en su bolsillo, a la par que se iba riendo de gozo y alegría por la causa del betcháu (rico) negocio que encima de mi pobreza hiciera este desalmado de gitano. Pascualón que ya tenía lleldáu (hecho) en su pensamiento axuquerándose (apoyándose) en las anabayáes güeyáes (acuchillantes miradas) que le dirigía insistentemente el juez que aquel juicio lo tenía bien perdido, cuando escuchó a la Manola decir que le había entregado sesenta pesetas, puso el glayíu (grito) en el cielo jurándole al juez por el Cristo de los gitanos y la Virgen de los cristianos, que la Manola estaba mintiendo, pues tan sólo le había dado sesenta reales. El juez, escuchó por breves momentos a Pascualón en su defensa, y después poniéndose en pie y mirándole acusadoramente desde su montañosa humanidad, a la par que señalándole con su dedo índice que era más grueso que la muñeca del gitano, le dijo con palabras que marcaban el denodado desprecio que sentía hacia estas pobres y desdichadas gentes: ¡Sesenta reales por cuatro lados, que hacen justamente lo que le arraguñaste (arañaste, robaste) a esta desventurada muyerina. No me cave la menor duda que yo os conozco muy bien, ya que siendo yo niño otros gitanos como tu también engañaron a mi padre, por eso puedo juzgarte con propiedad y conocimiento de causa, porque sé que no vivís nada más que de el timo y del engaño y de vuestras cestas, que mientras las tejéis pensáis en la forma de hacer vuestras trapisondas cada día con mejor cuidado! Díjole el juez encabronáu (enfadado) en tal postura que sus mejillas se le pusieron del mismo color de las brasas, en el lleldar que no le quitaba los ojos de encima, mirando tan condenadoramente al esquelético rostro del gitano, que iba ser en parte engañado lo mismo que el señor juez, por la paraximesqueira de la Manola. ¡Pero señor juez, habló enloquecido en su defensa el pobre Pascualón, a la par que a sus ojos vivarachos afloraban unas rebeldes lágrimas que tal vez fuesen fruto de la rabia que le producía el ser tan miserablemente robado por aquella aldeana de los infiernos que él en un principio pensaba que era la mujer más tarangona (tonta, imbécil) que había conocido en su vida de bien urdidos timos y enredosos tratos. ¡Pero señor juez! ¡Sesenta pesetas no las he tenido yo juntas desde que baltiarun (tiraron) la República, donde el pobre podía vivir con más libertad, y con más justicia que usted a mi me está haciendo! ¿No comprende usted señor juez, que con sesenta pesetas hoy día se compra un buen burro y aun sobra dinero? ¡Lo que yo comprendo muy bien es que eres un redomado timador y un despreciable ladrón de cuerpo entero, y como no me puedes demostrar con personas de orden y honradez lo contrario, le has de pagar en media hora los dineros que le has timado a esta pobre mujer, y le devuelves su pollina, que ella con buen contento te hará entrega de tu jumento, y tu harás con esté difunto viviente, lo que ahora como final de sentencia yo te dictaré! ¡Cómo este pollín que nos trae en discordia ya no está para hacer ninguna clase de trabajo, y sabiendo todos los que por ser gentes del campo entendemos de animales, que a un burro; es la leche que se le puede ordeñar, que no es otra que su trabajo, yo como juez de este Juzgado, de la muy noble y astur Villa, te condeno a ti, que te llaman todos Pascualón el gitano, y yo te llamaría Pascualín el de los sucios enredos, a que me traigas ante mi presencia, el pellejo de este jumento, y de esta forma sencilla y eficiente, se atajará de una vez por todas el mal por su comienzo, y no ha de ser jamás este pollino equivocador de nadie más! ¡Y que quede bien entendido, que si te xebras de este concejo, sin traerme antes el pellejo del tu jumento, mandaré a los civiles que te persigan hasta que den contigo, y les ordenaré que bien atado te conduzcan ante mi presencia, y aquí, con estas mis manos que no fueron hechas para manejar una pluma, ni menos para detenerse en ningún papeleo, a los cuales yo considero innecesarios cuando la justicia está tan clara como la luz de este hermoso día, como te digo Pascualín de los enredos, con estas mis manos, que saben muy bien manejar el arado, el guarabeñu (guadaña) y la fexoria (azada), para trabajar dentro de la honradez con muchos sudores y esfuerzos la tierra, con estas mis manos que fueron capaces de empuñar un fusil, y luchar sin rencor ni miedo en defensa de unos derechos humanos a los cuales yo considero justos, dentro de la mermada justicia que los hombres sabemos hacernos, con estas mis manos yo te digo Pascualín de los enredos, que l'arrabucaré (le quitaré) el peyeyu (pellejo) al tu jumento, en el preciso momento que haré lo mismo con el tuyo propio, y de esta sencilla manera, libraré a la sociedad de un pioyón (piojo), que al igual que hay muchos que con libertad campean y viven sin doblar el renaz (espinazo) a cuenta del sudor ajeno! Ante la firme sentencia de aquel juez, que maneja las leyes con la misma fuerza y natural justicia con que empuñabá el llabiegu (arado) para arrancarle a la tierra el justo 'precio de su trabajo quedó Pascualón en lo más bajo de sus sufrimientos y las Xabarceiras en lo más alto de sus alegrías, porque habían conseguido con su lucha desesperante y fiera, una victoria que a fuer de verdad, en una parte no era justicia. Sin embargo Pascualón, tras quedarse unos momentos silencioso y meditabundo, díjole a la postre al juez sin ápice de miedo y con la valentía que le azuzaba, al sentirse timado por aquellas mentecatas dentro de la ley y en el mismo limo que él había pensado que les había hecho: ¡Bien está señor juez, que le devuelva a estas paisanacas su pollina Facunda, también entro en sacrificar a mi burro y traerle su pellejo, no me opongo a pagarles los sesenta reales que en el desastroso trato que con estas hijas de satanás hice, que a cambio de mi jumento ellas me han entregado, pero por lo que sí protesto, es por las cuarenta y cinco pesetas de más que tengo que pagarles, y considero que esto es el timo más vergonzoso que jamás le han dado a ninguno de mi clase. Así que… señor juez supuesto que es usted hombre justicioso, le pido que atienda mis honrosas razones, y haga la Justicia sin que ninguno de ella tengamos que avergonzarnos! ¡Yo no sé Pascualín de los enredos, timador de poca monta y menos clase lo que Dios debe saber en las verdades, yo no sé si tu has cobrado lo que dices, o si ellas han pagado lo que afirman, yo soy hombre y como tal no he de avalarme en errores que se xebran de mi alcance, sólo sé que yo he dictado justicia ateniéndome a los hechos que se nombran, y hecho está que tu eres el culpable, y suerte tienes que estas buenas paisaninas, no te hubieran reclamado ciento veinte veces más crecidos, esos dichosos sesenta reales porque si así fuese, no tendrías más remedio, que sin más protestas abonarles! Todos en mi aldea aquella tarde, esperábamos con marcado disimulo, y satisfactoria alegría, que retornaran de la Villa las despreciables Xabarceiras, por el Humano hecho de reírnos y mofarnos de su desgracia, y creo que todos teníamos creído, que iban a retornar otra vez con aquel moribundo pollino, a no ser, que a fuerza de barganazus (estacazos) le hubiesen achuquináu (asesinado) en el camino. Así pues, los vecinos se repartían haciéndose que trabajaban, por las diferentes huertas colindantes con el camino por donde ellas tendrían que regresar, y algunos chiquillos dentro de las malsanas intenciones de guasearnos de ellas por adelantado, fuimos a su encuentro en un trayecto de más de tres kilómetros, para entrar escoltándolas en la aldea, haciendo verbena a la fiesta que teníamos acordado prepararles. Al fin las vimos retornar, y cuánto desprecio, ansias de sátira y risa sentíamos por ellas, tornose de pronto en respetuosa admiración, pues atónitos pudimos comprobar, que no sólo traían con ellas a su burra Facunda, sino que al lado de ésta traían un estupendo pollino que habían mercado con los dineros que supieron sacarle al avispado gitano, demostrándonos a todos, que el vencedor aunque odiado y despreciado por ser en demasía nefastoso, siempre es admirado y temido, ante el temor de por él, ser humillado y avasallado. Esta es una condición de la cobarde masa Humana, que al vencido aunque éste sea caballeroso y honrado, le solemos despreciar terminando de aniquilarlo, mientras que al vencedor, aunque sea lo más despreciable que imaginarse puede, le cubrimos su camino de rosas y de regalos.
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    Axabarciar, entiéndese por vender, tratar, comerciar a pequeña escala, con frutas, huevos, gallinas, etc., etc., etc.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > axabarciar

  • 6 carraca

    Carraca, esta palabra significa comida, condimentos, conquivus, (cacharros, etc.). Cuando íbamos a llindiar el ganáu disdi ‘l albiar el díe fasta que tapecíe, (cuidar el ganado desde el amanecer hasta el oscurecer) llevábamos la carraca nun cabaxín, zurronacu ou cestacu cualquier, (cabás, zurrón o cualquier otro cesto). Les muyeres baxaben al merquéu ya traíen la carraca pa toa la xemana. (Las mujeres bajaban al mercado y compraban si tenían dinero lo que se necesitase en la casa para toda la semana). Carraca tamén lu ye lu que lus vaqueirus chebaban disdi la teixá pal sou cabanu ou corte de la braña, dunde a lu mexor taben un fatáu de díes xin baxar a l'aldina, per ístu llebaben un carracáu de couxes que ñecexitaben. (Carraca también es lo que los vaqueros llevaban desde casa para sus cabañas del puerto, las morteras o los prados, donde a lo mejor estaban unos días sin bajar a la aldea, por esto subían muchas cosas que necesitaban y no todas eran para comer sino que algunas eran simples cacharros, o humildes mantas. Y carraca hermanos míos, era la que hacía mi madre y todas las vindas de los rojos, cuando todas las semanas iban a visitar a sus maridos a la Cárcel Modelo de Oviedo, como por las demás no puedo hablar, porque yo no sé cómo se arreglaban las pobrecitas, aunque me supongo que muchas hasta pidiendo limosna, sí que lo puedo hacer de mi madre, que todos los martes era el día que tenía de comunicación, y ella nunca sabía si le iba encontrar vivo, porque por aquellos tiempos fechus de llágrimes ya xufriencies, tous lus díes na carxel d'Uviéu achuquinaben cambrionáus enteirus de xóvenes astures y'anxina d’ista maneira tan achuquina, encalducá per prexones xin concencia, nin dinidá nin «Xusticia Humana», fexérun bon amagüestu de toes les xuventúes roxes d'Asturies, ya les pouques que nun achuquinarun llantárunlas nus batallones de trabayadores, dunde munchus morrierun achindi fartus de fames, de llatigazus ya vexaciones, ya lus oitres que xuerti tubieren de golguer pa la sou teixá, fexérunlu mamplenáus d'amollexíes que per mor d'echus tamén fatáus morrieron. Falaba you que carraca yera lu que miou má le chevaba ‘l miou pá tous lus martes a la carxel, que you nun séi lu que yera, perque na nuexa teixá nun había esconxolancia de nagua, peru lu que fora écha llantábalu tou nuna fardelaca, ya colaba na xuntura d'oitres muyeres de l'allina camín d'Uviéu tres ou catru gores endenantes qu’almaneciera, pos teníen qu'espatuxar alrreór de cuarenta quilómetrus andandu ya oitres tantus pa la regolguía, pos entoncenes nun valía faer el auto-stop que güéi se fae, perque tous lus cambriones ya coches cuaxi yeren millitares, y'angunus oitres yeren de lus drechistes, ya lus roxus nun teníamus namái que goxetáus mexeries, ya manegáus de miéu ‘l nuexu hermenu ‘l venceor, perque lus nuexus homes morrieran lluchandu nel frinti, ya lus oitres taben arretrigáus per les cárxeles dunde poucu a poucu lus achuquinaben ou lus esclavizaben nus batallones de trabayaóres, anxina yera que tou Asturies taba xemada de viudes, de vieyus ya de guaxiquinus güerfaninus, que tous nuexóitres, viétchus, muyeres ya nenus de lus roxus, díbamus ser esclavizáus inhumanamente baxu 'n enfernal xugu que nun nus dexaba más llibertá que la que nel xuenu cheldábamus. —Ya n'agora vou xebrame del trabayu d'enfilerar pallabres p'encalducalus cuamigu dientru d’ista hestoria dou tán lus raigones ya l'escola de nuexes costumes ya llingua. TRADUCCIÓN.—Por aquellos tiempos hechos de lágrimas y de grandes sufrimientos, todos los días que el Hacedor alumbraba, en la cárcel de Oviedo asesinaban camiones enteros de jóvenes astures, y así de esta manera tan despiadada y asesina, llevada a cabo por personas sin conciencia, ni dignidad ni ninguna clase de «Justicia Humana», llevaron a término casi el total exterminio de las juventudes rojas de Asturias, y las pocas que no asesinaron, las esclavizaron en los famosos batallones de trabajadores, donde muchos allí murieron hartos de hambre, de vejaciones y latigazos, y los pocos que tuvieron la suerte de volver a sus hogares, lo hicieron llenos de enfermedades que por mor de ellas también murieron bastantes. —Decía yo que carraca también era lo que mi madre le llevaba todos los martes a mi padre a la cárcel, que yo no sé lo que pudiera ser, porque en nuestra casa no había ninguna cosa de nada, pero lo que fuese ella lo metía dentro de una saca y marchaba en unión de otras mujeres de la aldea camino de Oviedo tres o cuatro horas antes que amaneciese, pues tenían que caminar alrededor de cuarenta quilómetros y otros tantos de retorno y todos los hacían andando, pues no servía hacer el auto-stop que hoy se hace, porque todos los camiones y coches casi eran militares, y algunos otros que había eran de los derechistas, pues los izquierdistas no teníamos nada más que grandes cantidades de miseria, así como de miedo a nuestro hermano el vencedor que jamás se portó nada bien con nosotros, porque nuestros hombres habían muerto en el frente, y los otros estaban presos en las cárceles, donde poco a poco les iban asesinando, o los esclavizaban en los campos de concentración o batallones de trabajadores, así era que toda Asturias estaba sembrada de viudas, de viejos y de niños huérfanos, que todos nosotros, viejos, mujeres y niños de las izquierdas, íbamos a ser esclavizados inhumanamente bajo el infernal yugo que no nos dejaba más libertad que la que en el sueño hacíamos. Y ahora me voy alejar del trabajo de poner en orden las palabras en este diccionario, para llevarles conmigo a los lugares donde yo he aprendido la dulce lengua de Asturias, que no es otro lugar que la escuela donde vivían las raíces y costumbres de Nuestro Pueblo, pues no se pueden buscar nuestras falancias en ningún otro lugar ni parte. Por esto les digo ahora, que si yo no hubiese vivido tan simple, sencilla, pobre, miserable, esclavizadora y dentro de la más natural de la «RAIZ ANCESTRAL DE ASTURIAS», ni yo ni nadie podría legarle a mi «AMADA ASTURIAS» ni a sus «HIDALGAS GENTES», la documentación pura, natural y sencilla que pueda tener este diccionario, porque desde estas mis simples líneas y mirándome muy mucho de lo que digo, les afirmo que hay muy poco fiable por no decir nada, escrito de nuestras costumbres y lengua. «DIES D’ENFERNU» (DÍAS DE INFIERNO) —Yera you 'n zaragoletu, 'n guaxiquín, un nenacu, 'n rapacín (un niño de unos ocho años), cundu la ñecexidá más prieta me fexera depriender lu que yera ‘l dollor, la xufriencia, l’inxusticia, lu pior qu'el Home pudiés encaldar d'enría lus sous xemexantes, you yera ún de lus miles d'anxelinus de miou Tierra que diba faer arroxaúra nel vivir d’ enfernu que m’aguardaba. Xin, fatáus de güérfanus lu mesmu que you, que güéi nel díe xuntu con nuexes familias, ente fius, ñetus, ya tou ‘l andecháu de parantela xomus más de la metá de les xentes d'Asturias, peru naquechus tempus d'achuquinus ya inxusticies nun yéramus namái qu'unus guaxiquinus dexamparáus de la man del Faidor ya del Home, ya tous noxóitres tubiemus que catanus el xustentu de fatáus de maneires diferientes, la miou per exemplu fó'ísta. COLOCOUME MIOU Má de cabrieru na teixá d'un amu baldrayu y atuñáu, llabascu y'achuquín tan solu per que me diera de comer ya me vistiera dalgu, peru ‘l condenáu matábame de fame, ya la vestimenta que punxu d'enría ‘l miou llombu conxistía nun calzáu que la metá ‘l tempu espatuxaba con las patas arregañás, apaxiétchau con unus fatucus tous esgacicáus que per tous lus lláus diben les mious carnis al entestate, acaniláes per el callor ya ‘l fríu en tou ‘l tempu. —Tenía yo aproximadamente ocho años de edad cuando me asesinaron a mi padre, y me recuerdo con toda exactitud cómo la ley de aquel tiempo llevó a cabo tan imperdonable, deshumanizante y vandálica felonía. —Nuna nuétche (una noche) llegaron a la casa de unos tíos míos que en mi aldea vivían y donde mis padres y yo nos refugiamos al término de la guerra en Asturias cuatro desalmados, cuatro bandoleros, cuatro inmundicias humanas, que escudados tras de sus armas empuñadas, representaban l'enñordiada Lley (LA SUCIA LEY) que en aquellos tiempos a la Justicia traicionaba, cuento yo, que aquellos cuatro merucus (gusanos), atemorizando e insultando a toda mi familia, detuvieron a mi padre, le amarraron como a la bestia que se lleva al matadero y se lo intentaron llevar de la casa, sin que mis tíos, (y la cosa no era para menos), intentasen pronunciar asustados como se encontraban ni la más mínima palabra de súplica o protesta. Pero mi madre no les secundó, sino que bravamente intentó defender al sou home (a su marido) no sólo con la palabra, que mi madre la tenía d'aguxa lu mesmu qu’un bon obreiru (de afilada lo mismo que un buen aguijón), sino que temerariamente se abalanzó sobre ellos y fuele preciso a uno de aquellos cobardes y desalmados representantes de la deshumanizada ley que corría en aquellos tiempos, de propinarle varios golpes con la pistola, dejándola mal herida y ensangrentada, tirada en el suelo con el conocimiento perdido. Mientras que aquellos bandidos, se llevaban a mi padre sin permitirle que de mi se despidiera, y tan solamente le he podido ver por última vez, tres les rexes de la cárxel d'Uvieu 'n die 'ndenantes que l'achuquinaren. (Detrás de las rejas de la cárcel de Oviedo, un día antes de que le asesinasen). Pronto mi madre y yo, llenos de la más desolante de las tristezas, y vestidos con el traje de las más indigentes miserias y pobrezas, nos marchamos de la casa de mis tíos y nos asentamos en la abandonada, vieja y destartalada casa de mi abuela. Y sin muebles, ni nada, los dos juntos, como grandes e indomables luchadores que hemos sido siempre, dimos comienzo sin desfallecer ni un momento, a la dura lucha por la vida, sin que nadie jamás nos ayudara. Empecé a ganarme la vida como pastor, a la corta edad de que cualquier niño sólo pensaría en jugar, comer cuando tuviese hambre y recibir de continuo montones de caricias y de amor, yo sin embargo, a pesar de no poseer nada de todas estas maravillosas cosas, era en extremo a mi manera feliz. Marchaba todas las mañanas con mi ganado al monte, donde permanecía todo el día, tan sólo con la compañía que me brindaba mi fiel y siempre por mí con cariño recordado Pelayu, que era un perro, de una inteligencia y sentimientos, que más bien que un chuchu (perro), parecía aquel singular animal un ser humano. Luego por las tardes, cuando el sol se escondía por detrás de las altas cumbres, retornaba feliz a la aldea, siempre lleno de contentura, cantando las más de las veces, amenizado por el potente tañir del zumbiétchu (cencerro) que llevaba colgado al cuello el semental del rebaño. Una mañana como tantas otras me encaminé con mi rebaño al monte y seria como a la media tarde cuando a la entrada de una cueva que se asentaba en un lugar casi inaccesible me encontré medio enterrado con las piedras y la escasa tierra que hacían la reducida plataforma de la portada de la caverna, un pequeño aro de oro, yo he tenido por así decirlo desde mi infancia la inmensa suerte de poseer una imaginación tan inmensamente dislocada, que por tal solían decirme mis vecinos, que era yo el rey de las mentiras, así como el más hábil inventor de endemoniados cuentos. El caso era, que aquel misterioso anillo abandonado a tan larga distancia de mi aldea y en lugar tan argutosu (estrecho, alto, inaccesible), hiciéronme presto pensar, que aquella joya no había llegado a tal escondrijo por sí sola, sino que desde luego alguien la había traído. En el momento mi imaginación desbordante de una alegría que no encontraba un fin para frenarla, comenzó a fomentar sin el menor titubeo la fantástica idea de que en el interior de aquella caverna debía de encontrarse un tesoro de preciosas joyas y valorativas monedas, y quién le había ocultado sabe Dios cuando, seguramente habría perdido aquel anillo que por casualidad yo encontrara. Así pues, ya firmemente convencido, adentreme temerariamente sin el menor temor por la angosta cueva con las miras de apoderarme de aquella inmensa riqueza que según mi soñativa imaginación me había hecho comprender que en su interior me estaba aguardando. Pero aquel día no conseguí mi feliz propósito, porque era la caverna más larga de lo que había pensado y la oscuridad que en ella reinaba me hacía ciego de toda luz. Senteme en su entrada muy desilusionado al no poder lograr lo que había soñado, pero pronto mi mente empezó a dibujarme mil dispares tesoros, pues por el rastro que descubriera seguramente que dentro de la gruta se hallaría escondida alguna chalga (tesoro) guardado con toda seguridad por una Xana, Xumiciu, Trasgu o Culiebru (dioses de la Mitología asturiana), pues al decir de el abuelo Nicomedes cuando en las largas veladas de los inviernos y sin jamás interrumpirle con grande contentura le escuchábamos las leyendas, cuentos e historias que él lúcida y socarronamente nos contaba, afirmándonos siempre que eran tan ciertos sus relatos, como que todos habíamos nacido para morir. Y cuando hablaba de las chalgas aseguraba que tal o cual vecino, morador de esta o aquella aldea, se había hecho de la noche a la mañana rico al haber encontrado una chalga. También afirmaba poniéndose muy serio alegando unos razonamientos que convencían, que las montañas que rodeaban nuestra aldea había muchas chalgas escondidas, que fueron sepultadas hacía muchos siglos por los invasores moros, que al ser vencidos por los astures y al no poder huir con tan pesados tesoros, los ocultaban en las montañas con las miras de poder regresar algún día a desenterrarlos. Como cuento, yo en aquellos momentos vivía alborozado, sumergido en una disloca alegría al saberme ya dueño de aquella incontable riqueza, haciendo que mis inocentes ojos sonriesen felices inmersos en la imaginativa dicha de poder muy pronto liberar a mi madre de la pobreza y quitarla del agobiador trabajo que faenaba trabajando en los eros de los vecinos de estrella a estrella por un miserable sueldo andechandu (en cuadrilla) todos los días. Y así pensando todas las dichas que mi infantil mente podía imaginar, rodeado por el sepulcral silencio que envolvía la grandiosidad de las montañas, rasgado de vez en cuando por el potente y agudo graznido que desde los peñascos más inaccesibles, o desde los infinitos espacios donde con majestuosidad planeaban, lanzaban las útres (águilas), que con ojos inquisitivos oteaban con hambrientas intenciones los escabrosos riscos y las empinadas fistietchas (pequeños valles encajonados entre las peñas), con la esperanza achuquinante (asesina) de poder atrapar con la rapidez del rayo, algún recental que se hubiese xebrau (apartado) de su madre. También aquel silencio que invitaba a la meditación era con más continuidad cortado, por el dinámico tañir del zumbiétchu (pequeño cencerro) que colgaba del brioso cuello del macho cabrio, conductor y semental del rebaño. Como cuento, allí permanecía ensimismada mi mente en el soñar despierto, fabricando sin trabas de la misma nada, las más disparatadas y fabulosas dichas, que harían la felicidad de mi madre junto con la mía. Llegó casi sin enterarme el atapecer del día (al oscurecer) y fue entonces cuando desperté con prisa del maravilloso soñar donde vivía, y raudo, con agilidad y destreza que hoy al recordarla me causa dicha, reuní en pocos minutos mi rebaño, ayudado con eficacia por Pelayu, mi fiel, obediente, valiente y amaestrado perro, que no le tenía miedo a nada ni a nadie si exceptuamos al siempre mal intencionado y vigoroso macho semental de la reciétcha que yo allindiaba (ganado menudo que yo cuidaba). Y cuando ya el día agonizaba entre las negras vestimentas de la noche, entré en mi aldea conduciendo orgullosamente mi rebaño. A la entrada del pueblo sentado plácidamente fumándose un cigarro, estaba esperándome mi amo preocupado por mi tardanza y acercándose a mí, con palabras desaforadas e insultantes, a la par que me reprendía con dureza, me preguntaba el por qué me había demorado tanto. No recuerdo lo que le contesté, ni la historia que le largué, lo que si sé, que no se creyó de ella nada, pues todas las gentes que me conocían bien sabían, que yo confundía la verdad con la mentira haciendo con entrambas las más inverosímiles y dislocadas historias. Sin embargo, lo que yo sabía muy bien, era que aquel miserable labriego de mi aldea, que tenía la desgracia de cuidarle sus ganados, por la triste desgracia de una comida infame y peor vestimenta, no le incomodaba en absoluto que yo llegase tarde o que me despeñara desde un serapu (peña) y me escontonara la motchera (rompiera la cabeza), lo único que le preocupaba al condenado, era que llegasen a su teixada (casa) sanos y fartus (hartos) todos sus ganados. Al siguiente día bien de mañana como de continuo hacía, con un poco de sabadiegu (chorizo malo) un cantezu (pedazo) de pan moreno y cuatro manzanas dentro de mi zurrón, salí de mi aldea afaluchandu (arreando) el rebaño, y con aquellas miserables viandas que llevaba en mi morral, tenía que aguantar todo el día en el monte corriendo sin descanso tras aquella veceira (rebaño) de cabras. Lo que no sabía el condenado de mi amo, era que yo siempre que tenía hambre, le ordeñaba sus cabras dentro de una lata que tenía escondida en la montaña, hartándome tanto yo como mi fiel Pelayu de espumosa y fresca leche hasta el golifar (hastiar). Si el bastruya (zafio) de mi amo tan sólo hubiese sospechado que le mucía (ordeñaba) sus cabras todos los días, me hubiera eszarapau (despedazado) mi frágil cuerpo con un mamplén de cibiétchazus (con muchos palos). Espatuxaba (caminaba) yo muy contento aquella mañana, quizás lo hiciera mucho más feliz que nunca, arreaba mi rebaño con desacostumbrada prisa, porque ansias locas tenía de llegar a la montaña, para entrar de nuevo en la misteriosa cueva, pues ahora ya no tendría problemas con la obscuridad que en ella reinaba, ya que conmigo llevaba una caja de cerillas y un pequeño candil que le había arrapiegáu (hurtado, quitado) de la corte (cuadra, establo) a mi amo, y con aquella luz, sería capaz de bajar hasta las mismas entrañas de la tierra, si a tal lugar la caverna se extendiese. Aquella noche había dormido poco y soñado mucho, tanto despierto como dentro del desvelado sueño, y tanto de una manera como de la otra, siempre llegaba a la conclusión, de que dentro de aquella para mi misteriosa gruta se ocultaba una fabulosa chalga de la que iba ser yo su señor y dueño, y cuando tal me sucediese, ya no sería yo más criado de ningún rapiegu (zorro) amo, ni tampoco a mi querida madre se le encallecerían jamás las manos, efectuando esclavizantes trabajos, nunca para el prójimo bien servidos y siempre por él peor pagados, ni se partiría sus costillas refrescándose el cansancio en su propio sudor por las fincas de nuestros vecinos, por donde se arreventaba todos los días del año, por la mezquina soldada de una fuente no muy grande de harina, un cesto de patatas, o cualquier otra vianda que mitigase el enorme fantasma del hambre, que desde el fin de la guerra se había enseñoreado de nuestro indigente char (lar), que nos obligaba despiadadamente a unos ayunos tan sumamente raquíticos, que el día que comíamos algo en traza (algo mas), tal parecía que habíamos cometido un grave pecado. Cuando yo fuese dueño de aquel tesoro, (abanzaba seguido de Pelayu arreando con prisa los ganados camino de la argutosa «abrupta» montaña, a la par que imaginativamente iba pensando), compraremos una casa decente, buenas fincas y mejores ganados, y entonces nuestros vecinos nos mirarán con respeto, y no nos tratarán con el menosprecio y la esclavitud a que ahora nos someten. Llegué al fin hasta el lugar que por costumbre tenía de enveredar el ganado para que a su aire subiesen guareciendu (pastiando) como siempre hacían hasta llegar al final de la tarde que era cuando el rebaño solía alcanzar lo más alto de la montaña. Pero aquel día no seguí yo al redil como siempre hacía, sino que me adelante a él corriendo sin el menor cansancio laderas arriba, hasta que por fin sudoroso y galopante en la alegría llegué a la vecindad de la caverna. Pude comprobar sonriente a la par que cariñosamente acariciaba a Pelayu, cómo éste me miraba contrariado al ver que yo por primera vez había cambiado todos mis cotidianos hábitos. Ya que siempre nada más llegar al monte y dejar a las cabras a su albedrío pastiando, nos sentábamos en el lugar acostumbrado, y zampábamos sin pérdida de tiempo a partes iguales como buenos compañeros, la miserable comida que nos había servido nuestro amo. Después jugábamos incansablemente en mil dispares entretenimientos hasta quedarnos rendidos, y muchas veces tras de nuestros juegos, los dos juntos abrazados nos quedábamos profundamente dormidos y al despertarnos sino avistábamos el rebaño, corríamos alocados por la preocupación, por entre los abruptos riscos, y las espinosas malezas hasta lograr encontrarlo. Después otra vez gozosos retornábamos a nuestros juegos, o yo me quedaba mirando a las montañas ensimismado pensando, mientras que Pelayu se entretenía cazando grillos, u otros insectos, y otras veces con sus blancos y poderosos colmillos recorría con rabia su pelambrudo cuerpo, diezmando la cabanada (rebaño) de pulgas y otros parásitos que con su sangre se alimentaban. Como cuento, aquella mañana mi fiel Pelayu me miraba preocupado, pudiendo yo observar en sus vivarachos, picarescos e inteligentes ojos, una recriminación que me estaba haciendo, por su forma de ponerme sus fuertes patas en mi pecho, a la vez que me lamía entre pequeños y cariñosos ladridos mi rostro. Si con sus ladridos pudiese hablar mi lenguaje, seguramente que me diría. —No seas un iluso soñador, mi más querido y preciado compañero, no llegues con tu fantástico pensamiento hasta el extremo de acariciar ni tan siquiera cuanto te has imaginado. Comámonos con la alegría de que hacemos gala todos los días, esa mezquina comida que nos da nuestro despreciable amo, y juguemos con la inocente felicidad de siempre, ya que éste será el más grande tesoro que jamás podrás superar en tu vida. ¿Dónde podrás hallar una riqueza que se pueda comparar a la natural y sencilla felicidad que hoy gozas, aunque ésta se haga su camino dentro de la gran pobreza que te acompaña? Pero hoy yo sé fijamente, que aunque mi perro pudiese hablar, haciendo que en tal momento me asustase al presenciar tan grande milagro, y me dijese que no entrase en la cueva, porque lo que dentro de ella iba a encontrar sería mi propia muerte, la verdad es, que ni al mismo Faidor (Dios) en aquellos momentos yo no obedecería, y así de resuelto, encendí el candil, y sin el menor asomo de miedo, ya que la ilusión y la alegría que poblaban mi espíritu en aquel encaldar (hacer) eran tan inmensos, que empequeñecían hasta el ignoro cualquier otro sentimiento. Adentreme en la cueva que era iluminada tenuemente con la pobre luz que el candil despedía, siempre acompañado de Pelayu que tras de mí, el muy tuno de mi aventura se reía, no era larga la caverna, pues a treinta metros no alcanzaría, y cuando llegué al final, no encontré ni las Xanas, ni los Trasgus ni Xumicius, ni la chalga, preciado tesoro que yo perseguía, sólo había muchos cascos de avellanas y de nueces, algunas latas de conservas ya vacías, unos trapos manchados de sangre, unas mantas viejas y apoyadas en la rocosa y húmeda pared de la cueva, había varias armas de fuego que pronto me hicieron olvidar la riqueza que en un principio había imaginado que allí me aguardaría. Por primera vez en mi vida iba a tener juguetes, auténticos juguetes de verdad de los que usaban los hombres para asesinarse vilmente al igual que hacen los lobos cuando por su cuenta cogen un apacible rebano de ovejas. Dejé el candil en el suelo y elegí entre todas aquellas armas una brillante escopeta, lleno de contentura me senté encima de aquellas mantas y empecé a maniobrar con aquel peligroso juguete, yo sabía cómo se manejaba supuesto que mi amo tenía una escopeta muy parecida y le había visto limpiarla y cazar con ella algunas veces, durante algún tiempo estuve jugando con ella, de una canana que allí había saqué dos cartuchos que metía y sacaba dentro de su recámara, yo me creía en aquellos mis felices instantes el más grande cazador del universo. Pelayu que ya se había cansado de husmear por todas las partes y no habiendo encontrado nada donde llancái el diente (hincar) se tumbó en el suelo frente a mi mirándome sonriente y burlonamente, (porque aunque ustedes no lo crean, yo sé que los chuchos saben sonreir). Enojeme de Pelayu al ver como tan descaradamente se mofaba de mí, por eso encañonele con la escopeta con ánimo de amenazarle, pero cambió Pelayu de gesto rápidamente, levantose con rapidez del lugar donde estaba achucáu (costado), enseñome los clientes ladrándome muy enfadado y a la velocidad del rayo salió de la cueva, quizás porque el inteligente animal presentía, de que alguna desgracia iba a lleldar (hacer) yo con aquel mortífero artefacto, y no quería ser él quien primeramente la recibiese en su cuerpo. Aun permanecí algún tiempo en la gruta jugando a mi manera con las armas, y solamente cuando el candil por su guiños me hizo comprender que su luz ya se le estaba escosando (terminando), salí de la caverna con la escopeta en una mano, dos cartuchos en su recámara y el candil en la otra. En el exterior Pelayu correteaba detrás de los grillos y las camporinas (mariposas) al parecer ya libre de todo enfado. Ya cansado de jugar dejé la escopeta en el suelo y senteme tranquilamente al lado del zurrón, y en cuanto mi perro vio que ya había abandonado el arma, vino corriendo hacia mí, moviendo la cola y sonriéndome amigablemente. Allá abajo en la mitad del valle pude ver a mi rebaño cómo subía espenandu (comiendo) los pochitcus (enanas encinas), y yo de nuevo me volví a sentir feliz y contento a pesar de no encontrar la chalga que tanto con su riqueza había soñado e ideado. Comimos a hora desacostumbrada mi perro y yo aquella pobreza de comida, y tras de jugar un rato, él se quedó adormilado y yo comencé a pensar de quién serían aquellas armas. No me cabía la menor duda de que aquel arsenal de armas debía de ser de los fugáus (huidos), seguramente que eran de aquellos cuatro rapazones (mozos) que se entregaran a los soldados que estaban destacados en mi aldea. Yo los había visto en el cuartel que los militares tenían que era en la escuela de mi aldea, un amplio edificio que fuera regalado a la parroquia por unos indianos del chugar (lugar) que retornaran de las américas con la corexa betchá de cuartus (con la cartera llena de dineros). Recuerdo que aquel día que yo los vi, un soldado que de seguro sería el barbero, les estaba cortando el abundante pelo que lucían, y uno de los rapazus le dijo sonrientemente al militar. ¡No hace falta que te molestes mucho camarada, pues cuando un día de estos nos trasladeís a la cárcel de Oviedo, allí lo más seguro es que nos rebanen el pescuezo! EL MACHO CABRÍO Güelgu coyer el filu dóu d'endenantes m'enduébitchaba algamiandu na miou motchera alcuerdancies de cundu you yera guaxe, ya comu tóus non se puén cuntar per filera, per ísu xebreme d'aquín, pa dir p'acuchá, perque toes les couxes tienen la sou xaceda, ya non la quixéramus cataye nuexotrus. (Volviendo coger el hilo de los aconteceres que anteriormente en mi cerebro se barajaban dentro de las añoranzas de mi niñez, y como todos estos acaeceres no se pueden relatar en hilera, por eso me marché de éste, para ir al de más allá, que es de donde vengo ahora, porque todas las cosas tienen su propia postura, y no la que quisiéramos darle nosotros). Y aunque parecía que me había perdido por estar tan llargu lonxe (tan largo lejos) la verdad es que yo no pierdo el tiempo adornando los hechos que no deben de ser adornados, nin fiéndume en xebraures que van esfaese 'n probeces, perque 'l que non ye llicenciáu 'n filloxofía e lletres, non pué faer munches froritures con les pallabres nin les lletres, ya per ístu, tien que encaldase 'n aforrador d'istus dellicáus y'artifixusus monumentus, perque si lus mesmus que güéi día que lus manexan y'atreinan, la metá de les veces non xapien lu que falen, ya llanquen el focicu fasta les urées en telares de Pachu 'l Xabadiegu betcháus de poxa y'escosáus del granu que ye pelu que tóus muramus nista engochá vida, ¿qué fairé you que 'deprendí namái que tres meses nuna escola pública? (Ni me hondeo en deserciones que se deshagan en pobrezas, porque quienes no son licenciados en filosofía y letras, no pueden hacer muchas florituras con las palabras y las letras, y por esta razón, tienen que hacerse ahorrativos de estos delicados y artificiosos monumentos, porque si los mismos que hoy en día los manejan y cuidan, la mitad de las veces no saben muy bien ni la mitad de lo que escriben, ni otra pareja parte de lo que hablan, y meten por estos menesteres el hocico hasta las orejas, en cuestiones que los imposibilitan para después resolverlas, y si se aproximan a este nivelamiento, lo hacen sembrando una hierba productora de mermado grano, que es el punto primordial que todos intentamos recoger en esta cerda vida. Como cuento, si estos señores eruditos en estas materias se equivocan ¿qué puedo hacer yo, ¡pobre de mí!, que tan solamente he tenido la suerte de ir al colegio público tan sólo tres meses?). Cuento yo que me hallaba en aquellos mis infantiles pensares intentando saber a qué huidos pertenecían aquellas armas, y así dejé tal perder el mucho tiempo que me sobraba, cuando mis ojos retrataron el gran combate que a baja altura, muy por debajo de donde yo me encontraba, sostenían tres cuervos, que despiadada y valientemente le atacaban a un águila real, y ésta piando quizás por el dolor que le inferían los efectivos picotazos de los cuervos, o tal vez en su lenguaje maldiciéndoles llena de rabia por el no poder repeler el ataque de que era objeto. No podía defenderse de sus tenaces atacantes, porque todo su cuerpo en gran tensión estaba, ya que al volar tan bajo, todas sus enormes energías las precisaba para mover sin el menor descanso sus grandes alas, con el apremiante fin de salir de aquel espacio que al parecer pertenecía a los belicosos cuervos, que con ardorosa valentía y enquina ofensiva, disputaban tal natural privilegio, a las mismas soberanas de los cielos. Había yo presenciado muchas veces batallas entre las águilas y los cuervos, y siempre éstos las perseguían atacándoles por su parte posterior, hasta la altura donde el águila ya no necesitase mover sus alas para sostenerse, cuando esto sucedía, los cuervos precipitadamente abandonaban el combate, porque ellos sabían, que donde el águila pudiese planear, todo animal viviente que se acercara, encontraría entre sus poderosas garras una rápida muerte. Queriendo yo saber como es natural el por qué los cuervos atacaban a las águilas, un día que cuidando sus cabras junto a mí estaba un paisano llamado Máximo, que por apodo se le llamaba el «Puchegu», porque tenía tantas razones en sus hablares como palabras por su boca se alumbraran, a pesar de que el Puchegu no sabía leer ni escribir, sabía de cuentos más que el mismísimo Quevedo, e igual hacía cuando se le necesitaba de veterinario que de médico, atinaba casi siempre cuando iba a llover o hacer buen tiempo, en fin, que era Máximu el Puchegu en todas aquellas aldeas de mis amores, una Enciclopedia que aventajaría en mucho a todas las que en nuestros días nos sirven las grandes editoriales, industriadas por hombres estudiosos de las ciencias. Empezó mi amigo el Puchegu explicándome, que son los cuervos de las abruptosas montañas más bregáus (valientes) que los que moran en las valladas o pequeñas lomas, y todo porque la escasez de alimentos en las rocosas cumbres, es muy inferior a los que existen en los valles o montículos, y así como a los hombres la abundancia los hace temerosos y a veces hasta pusilánimes, y la necesidad o privaciones los vuelve por ley de vida temerarios y osados, en los animales ocurre en igual medida lo mismo, así pues, el cuervo defiende su pitanza no permitiendo que las águilas cacen a menor altura que la que les pertenece, y si desde tal situación descubren una pieza, y bajan con su endemoniado vuelo de alas plegadas la apresan y luego vuelven a elevarse al lugar que les corresponde, los cuervos no osarán ni tan siquiera molestarlas, pero si por el contrario descienden para dedicarse a cazar desde el lugar que no les pertenece, entonces los cuervos las atacan con verdadera saña y valentía y siempre logran hacerlas ascender hasta la posición que ellos consideran justa. Esto es así, porque desde tal altura las águilas sólo pueden divisar en tierra una pieza que ellos no cazan nunca, como puede ser un conejo, una pequeña res, un zorro, y hasta inclusive el mismo perro que con el pastor cuida el rebano, y también se han dado casos en que las águilas hasta han cazado un lobo, y con él entre sus garras han subido hasta sus utreras (nidos) donde le devoraban con la misma satisfacción que pudieran hacer cuando se afestinaban con las tiernas carnes de un inocente corderillo. Si las águilas pudiesen volar más bajo sin ser por los cuervos molestadas, también podrían cazar con gran facilidad, lagartos, culebras, etc., etc., y es ésta precisamente la comida que el cuervo defiende, por eso ataca al águila cuando ésta intenta apoderarse de la que él cree que es su exclusiva pertenencia. Terminó el águila al fin tras el ardoroso acoso a que la sometieron los cuervos de subir hasta la altura que ellos consideraron lícita, y rápidamente éstos plegando sus alas la abandonaron y en vertiginoso vuelo buscaron el abrigo de los arbustos de sus montañas. Terminó para mí aquel día el maravilloso espectáculo que la soberana del cielo y los bravos cuervos me habían ofrecido, y fue entonces cuando me incorporé del lugar donde me hallaba sentado, para mirar a mis cabras que guarecían (pastiaban) por encima de donde yo estaba a la corta distancia de unos cincuenta metros, lo primero que mis ojos retrataron fue el orgulloso y antipático macho cabrío, que empericotáu (subido) en un cuetaron (peñasco) a la par que espenucaba (arrancaba) las fuéas d'un pótchiscu (hojas de una enana encina), mientras que las enguyía, parecíame a mí que me estaba mirando desafiadora y despreciativamente, con sus grandes y retorcidos cuernos, su larga perilla y enorme cencerro, se me representaba como el diablo que sonriéndose ladinamente se guasaba de mi humilde persona, a la par que de mi buen Pelayu, pues a entrambos y dos el condenado nos había hecho correr infinidad de veces, por eso, tanto Pelayu como yo siempre que teníamos ocasión y traicioneramente, él le mordía sañudamente en sus cadríles (patas) y yo le atizaba barganazus (estacazos) y pedradas donde mejor encaldase (terciase). Ocurriósele a mi mente en aquellos momentos el darle un buen susto a aquel demonio con cuernos y cencerro, por eso así la escopeta con determinación, y cargada como se encontraba con dos cartuchos, apunté por debajo de donde él se hallaba con el firme propósito de tan sólo darle un susto que no olvidase en su vida, y ya sonriéndome adelantadamente por el resultado de la idea que sin más pérdida de tiempo iba llevar a la práctica, apreté los gatillos de la escopeta, y una doble y potente explosión originose que dio conmigo en el suelo por la fuerte sacudida que el arma emburrióu (empujó) con dolor en mi cuerpo. Pero escosóseme d'afechu (marchóseme del todo) tal dolor, cuando entre el repilar (ecos) de la montaña por la explosión, sentí al macho cabrío lanzar al viento grandes berridas, que hiciéronme con preocupada prontitud deducir, que aquel demonio odioso no se quejaba por el susto que pudiera recibir, sino por la perdigonada que sin yo proponérmelo le había albergado en su pelambroso y maloliente cuerpo, levanteme sin demora del pedregoso lecho donde la escopeta con su duro empujón me había acostado, y aún tuve tiempo de ver cómo el semental de mi rebano rodaba por entre los cuetus del xerrapeiru (peñas de la sierra) infiriéndose más heridas en su cuerpo que las que yo por equivocación con los dos disparos le había inferido, siendo quizás su muerte no la perdigonada que le había desequilibrado, sino los argutoxus cuetus (agudos peñascos) que cual cuchillos al rodar su pesado cuerpo por entre ellos le apuñalaban mortíferamente, por eso al detenerse en su poleamientu (rodar) detrás de un pótchiscu (encina) que encontró en su paso, dejó de berrar en el instante, que su vigoroso cuerpo perdiera la vida. Fuime yo corriendo acompañado de Pelayu que me ganó la palma en la carrera, hasta el lugar de aquel desgraciado suceso, y cuando llegué donde el chivo estingarráu (tirado, acostado) ya no contaba como enemigo vivo, vi cómo a torrentes se desangraba, a la par que Pelayu con su nutritiva sangre se fartaba (hartaba). Pensé yo con gran temor cómo decirle a mi amo lo que había pasado, él que sentía por su chivo un orgullo y continuo ponderado casi desmedido, pues siempre que la ocasión se le brindaba cuando con sus vecinos dialogaba, soliales afarrucado (faroleándose, chuleándose) decir, que no había en toda la comarca un macho cabrío que ni con mucho en raza y estatura, se le pudiese parecer al suyo. Era ya casi la hora de afalar (retornar arreando el ganado para casa) cuando se me ocurrió la idea de decirle a mi amo que el chivo por si sólo se había despeñado, así que guardé la escopeta en la cueva y apresuradamente yo temeroso y preocupado y Pelayu contento por hallarse harto, reunimos el rebaño y nos encaminamos hacia la aldea, parecía que hasta las mismas cabras que en otras ocasiones se mostraban rebeldes y saltarinas, aquel desdichado día caminaban cabizbajas y avizorantes, observando en todas las direcciones con pronunciosa alteración, buscando aquel macho cabrío que las dirigía y dominaba con su orgullosa presencia, haciéndose notar en todo momento, por el continuo tañir de su zumbiétchu (cencerro), que por primera vez en el rebaño no se sentía el caidonante ruxíu (dirigente sonido). Pienso yo que solo contento caminaba vigilante mi fiel Pelayu, porque ya nadie en el rebaño se atrevía a discutirle sus ladridos o frágiles mordiscos, cuando por orden mía a las cabras con eficiencia les infería. Más sin embargo yo, al igual que a mis cabras, algo me tenía también apresado, algo extraño para mí, por primera vez a mi espíritu esclavizaba, que ni era tristeza ni pena, pero sí era miedo y grande desesperanza. Siempre que retornaba con mi rebaño a la aldea, cuando en las atardecidas la montaña abandonaba, mi corazón ameruxáu d'allegría (rebosante de alegría) a mi garganta un torrente de cante le rogaba, y ésta inocente y falta de todo perjuicio, sintiéndose tan dichosa como los mismos celestiales ángeles, cantaba recias asturianadas, mientras que todo mi ente, afanosamente afalaba (arreaba) las cabras. Quizás cantara yo aquellas horas con más gracia que en todo el día por alegre que fuera y pudiera tener, porque por así decirlo me acercaba al sencillo y noble vivir de las gentes de mi aldea, pues diez o doce horas en la continua soledad que en las montañas me acompañaba, para un rapacín como yo era, eran muchas horas desamparado de la comunidad humana, y sobre manera yo, que con ser mi cuerpo ágil y fuerte hasta casi rayar en el desuso, empequeñecido se quedaba si le comparaba con mi espíritu tan ensoñador e imaginativo, que todas las cosas al engrandecerlas confundía, menos el miserable pan de la maxera (artesa) que mi amo me entregaba, que a pesar de ser tan escaso, jamás supe imaginar nada para engrandecerle. Estaba mi amo a la entrada de la aldea esperándome como siempre hacía para ayudarme a xebrar el rebaño, ya que como eran tantas cabras, no cogían todas en la misma corte (establo), y había que llevar parte de ellas a otra cortexa (cuadra pequeña) que estaba en la parte opuesta de la aldea. Entretenía siempre su espera el condenado de mi amo, hablando con un artesano del lugar, que se dedicaba a la fabricación de yugos y madreñas, que tenía su taller montado debajo de un hórreo, que estaba asentado a la salida de la aldea, mismamente en la desembocadura del pedregoso y empinado sendero que venía de la montaña. Desde tal lugar él sentía con antelación el potente tañir del zumbiérchu (cencerro) que ximielgaba (movía) con fuerza y hasta con orgullo el estupendo semental de su rebaño, entonces él liquidaba por el momento con el madreñeiru la conversación que estuviesen embargando, y dedicaba toda su atención a su rebano, observando con avarienta atención, en el propiar si sus ganados venían fartus óu famientus (hartos o hambrientos), o si alguna de sus cabras venía coxa (coja) por mor de haberle caído una piedra o cualquier otro accidente que hubiera acaecido, como solía ser normal algunas veces. Pero aquel inolvidable para mi atapecer (atardecer) vio antes sus cabras que escuchara el ya inexistente zumbiétchu, por eso con su vozarrón de trueno, y como una centella por mí temido, me preguntó a la distancia de una piedra lanzada cuesta abajo: —¿Qué fói lu que pasóu Xulín...? —¿El chivu perdiu 'l mayuelu...? —Quería decirme, que si el cencerro que llevaba su chivo, había perdido el majuelo, o pequeño péndulo que lleva dentro el cencerro. —Esto también era frecuente que sucediese. Contestele yo desde aquella altura con mucho menos miedo que si me encontrase ante su presencia, diciéndole que el chivo se había despeñado, y arriba en la montaña se encontraba muerto. Estas mis palabras que en el viento camino de la aldea mi voz empujó con fuerza, fueron escuchadas por mi amo que se encaricotóu (encendió) en una rabiosa tristeza, que si pudiese desahogarla, seguro que en mi persona haría él su complacencia. También la desgracia del chivo, que por mí a voces era anunciada, fue oída por algunos otros vecinos a parte del madreñeiru, y como aquel semental de macho cabrío había sido siempre tan aponderado e idolatrado por el babayu (bocazas, charlatán) de mi amo, que con su dichoso cabrón los vecinos de la aldea ya habían pescado la costumbre de decir siempre que alguien ponderaba una cosa, ¡non si paezme a mín, que moren más castrones que Manín na nuesa aldea! Bueno pues como estoy contando, todo el lugar en pocos minutos se había enterado y en parte congregado a la salida del camino que bajaba de la montaña, ya que la muerte de aquel chivo que había ya dejado entre ellos la ya dicha cantinela, les había algunos los más envidiosos y vengatibles alegrado, y a los otros los más sentimentales y nobles les entristecía la muerte de tan comentado castrón. (También se suele llamar castrones a los chivos muy grandes). Al fin entré yo en la aldea quizás con el mayor recibimiento que jamás a nadie le hicieran, y todos atropelladamente me preguntaban lo que con el dichoso castrón me había sucedido, y yo les repetía a la par que intentaba xebrar las cabras para llevarlas a sus respectivas cuadras, que se había despeñado y que todo descuatramindáu (deshecho, desarmado) se quedara en la montaña. Un ratiquín (un tiempo) más tarde, y ya siendo casi la oscurecida, tres vecinos del lugar haciendo cuadrilla con mi amo, caminaban en pos de Pelayu y mía, otra vez camino de la montaña, para enseñarles donde estaba estrapayáu (aplastado) el chivo, con el propósito de bajarle para casa, con el fin de aprovechar su piel y carnes, que serían curadas bajo las barras del xardu (secadero) una estupendísima cecina. Llegamos a la postre ya con la noche tan negra como la boca de el lobo, al xeitu (sitio) donde el chivo fechu 'n chaceiru (hecho un deshecho) ya en el frío de la muerte sin despertarse dormía, tanto Manín que yera mi amo, como los tres vecinos que le hacían compañía, sudorosos y respirando medio ahogados por el tremendo esfuerzo que suponía subir con tanta rapidez hasta tamaña altura, sin perder un momento amarraron el animal por las cuatro patas juntas haciendo cucara (en montón, juntándolas todas) con una cuerda que para tal menester ya traían, y colgándolas de un fuerte y largo palo del que también venían poseídos, echáronselo al hombro entre dos, y con menor rapidez y mayor precaución, relevándose entre ellos conseguimos llegar sin novedad a la aldea. A pesar de ser casi la media noche, aun había algunos vecinos en reunión dentro de al parecer amena charla que quizás tuviese mucho que ver con el castrón, Manín y con mi desventurada persona, esperándonos en el lugar donde el madreñeiru trabajaba. Entramos todos en procesión rumorosa en la corralada de la casa de Manín, detrás del cabrón que colgado del baral sofitado en los hombros de dos vecinos se xiringaba (balanceaba), vigilado siempre con sonrisa ladina por mi fiel Pelayu, que comprendía que al no tardar, iba a saciarse hasta el no poder manducar más, con los rojos hígados de quien en vida, le hubiera hecho correr con cierto temor con el rabo entre sus piernas. Mientras que mi amo y sus serviciales vecinos se disponían a desfoyar (desollar) colgado de unos garfios que había debajo del hórreo al desgraciado chivo, la muyer (mujer) de Manín sin parar de condolerse, y hasta inclusive queriendo a mi endilgarme parte de la culpa, me dio de cenar una escudilla de farines (harina de maíz cocida) con una taza de leche de cabra, porque la leche de las vacas la tomaban ellos y la que sobraba la hacían en manteca, que tampoco yo nunca la probaba. Por primera vez no se hallaba sentado a mi lado sacando la lengua y relamiéndose, mirándome con sus ojos inteligentes en espera que yo le tirase delante de sus narices una cucharada de mi comida a mi fiel Pelayu, pues él sabía que al lado del castrón, tenía una fiesta grande con sobrada pitanza. Comía yo vorazmente aquellas puliendras (farinas), a tan desusada hora de la noche, sin que mi mente de pensar cesara, y antes de terminar mi miserable cena, una luz que me llenó de cierto temor en mi cerebro escendiose, para decirme con su claridad, que no iba a transcurrir mucho tiempo antes de descubrirse mi mentira, porque al esmianaye 'l pelleyu (quitarle el pellejo) al castrón, le encontrarían incrustadas en su cuerpo las postas que le habían matado, y me interrogarían sobre tal suceso, siendo yo al momento un cómplice y encubridor de la muerte del condenado cabrón, que según parecía me iba a dar guerra hasta después de ser muerto. Seguramente querrían saber el por qué les había mentido, haciéndoles creer que se despeñara, cuando a la prueba estaba que fuera abatido por un tremendo pistoletazo. Bajé después de cenar a la corralada donde los hombres andaban a vueltas en la desfoyadura del castrón, a la luz de un par de candiles de carburo y no llevarían un cuarto de hora reparándoles en su circunstancial oficio de carniceros, cuando Antonón el de la Cuandia dijo sorprendido mirando para mi amo que le alumbraba con el candil en la mano para que los otros vieran mejor en la faena que encalducaban (hacían). ¡Ah Manín, isti castrón non morrióu comu diz el tou criadín despeñáu, pos tién ente 'l coración ya lus polmanes un manegáu de postes llancades, asina que si quiés saber quién l'achuquinóu, pregúntaye 'l tou rapazacu, lu que axucedióu! ¿Qué ye lu que me tas diciendu...? ¿Quién diañus diba pegái 'n tiru 'l miou cabrón ? Antonón arrabucandu d'ente les asaures del chivu cuatru ou cincu postes que yeren de grandies comu arbeyinus rancuayus, díxole 'l miou amu metiénduyes per dellantri 'l focicu: ¡Mira Manín, ístu fói lu qu'achuquinóu 'l tou chivu! (Ah Manín, este cabrón no murió despeñado como dice tu criado, pues tiene entre el corazón y los pulmones un cesto de postas plantadas, así que si quieres saber quién le asesinó, pregúntale a tu muchacho lo que sucedió). (¿Qué es lo que me estás diciendo? ¿Quién demonios le iba a pegar un tiro a mi cabrón?). (Antonón arrancando de entre las asaduras del chivo cuatro o cinco postas que eran de grandes como pequeños guisantes, le dijo al mi amo mostrándoselas por delante de su hocico: ¡Mira Manín, esto ha sido lo que asesinó a tu chivo!). Hallábame yo detrás de ellos a media penumbra, por eso no pudieron ver cómo todo mi cuerpo temblaba, y mis mexiétchas (mejillas) se encendían como las mismas brasas cuando el viento las apuxa (atiza). Quizás si fuese a pleno día, me hubiesen sacado la verdad al descubrir yo mismo por mis síntomas externos la mentira, pero la noche, encubridora de toda claridad que profané sus negras vestiduras, me ayudó a ser firme e inamovible de mi primera mentira. Convencido mi amo de que le había engañado, acercose a mí con el candil en una mano, y llena su despreciable alma de ira, y enloquecida venganza, con la otra su mano, atizome un fatáu de morráes (varias galletas, tortas, guantazos) que dieron con mi cuerpo en el suelo, y antes de que yo pudiese huir del peligro que me rodeaba, levantome del suelo con la misma mano que tan vilmente me castigara, y a la par que alumbraba mi rostro donde la abundante sangre que manaba de mi nariz lo embadurnaba, me dijo mirándome con sus ojillos de bracu (cerdo) donde la maligua ira en un brillo salvaje se enseñoreaba: ¡Ahora mismo me vas a decir hijo de perra y de republicano asesino, que el día que asesinaron a tu padre que era lo mismo que tu un embustero y un bandido, te tenían que haber envenenado a ti, para que no pudieses hacer el mismo mal que hizo tu condenado padre, vamos, dime quién fue el que disparó contra mi chivo, dímelo pronto o terminaré contigo! Y al tenor que esto me estaba diciendo, su dura mano caía una y otra vez sobre mi rostro, y fue entonces cuando aquellos hombres de entre sus manos me arrancaron, pues al no hacerlo, quizás aquella bestia humana, que había luchado en defensa de la (PAZ DE ESPAÑA) fácil me hubiera asesinado, como seguramente acostumbrado debía de estarlo, al haber practicado tal demoníaco proceder, con otros indefensos inocentes, de los miles que asesinados fueron en Nuestra Patria, por cobardes, dañinos y miserables hombres, como lo era mi despreciable amo. Fue curado con agua fresca mi amoratado y sangrante rostro por Antonón de la Cuandia, que me aconsejaba cariñosamente, les dijese lo que con el cabrón me había en la montaña sucedido, y que no tuviera ningún miedo de contar la verdad que se buscaba, pues ella misma me protegería de quien me hubiera amedrantado para que no le delatara. Cuéntanos hijo si fueron los huidos quienes al chivo le dispararon, ya que nadie más que ellos pudo hacer tal cosa, y ten presente que si no nos lo dices ahora, mañana vendrán los guardias y ya verás cómo con ellos no puedes seguir negando. Díjele a Antonón el de la Cuandia, que yo estaba dormido, y que me desperté cuando sentí al cabrón bramar desesperado al tenor que bajaba rodando por entre los peñascos, siendo aquello todo cuanto yo había visto y oído. Volvió otra vez ya más sosegado mi amo a insultarme y amenazarme, y a la postre me ordenó que abandonara su casa, pues él no fartaba bribones que lejos de cuidar su rebaño, permitían que personas tan canallas como yo lo era se lo asesinaran. Marcheme de aquella casa de noche, maltrecho mi cuerpo y deshecha de sufrimientos mi infantil alma, sin más pertrechos que los que llevaba a costillas, que eran los únicos que poseía, y que constaban de un mono de caqui hecho de la guerrera de un soldado, con más remiendinos que de plumas tiene una gallina y de todos los colores que imaginarse puede, calzado con unas alpargatas de esparto donde los calcaños se asentaban en el suelo y los dedos lo mismo hacían por no quedar de las alpargatas nada más que la parte del centro. Por primera vez desde hacía varios meses que Pelayu era o mejor dicho había sido compañero inseparable de hambres y fatigas, de juegos y caricias, de largas soledades entre ambos repartidas, por primera vez digo, mi fiel compañero ya no me seguía, me traicionaba el muy ladino por unas piltrafas que de vez en cuando aquellos hombres que carniceraban en el cabrón, le arrojaban en el empolvado suelo de la corralada, para él valía en aquellos momentos más la asquerosa pitanza, que todo el cariño que yo pudiera brindarle, ya no se recordaba el muy desagradecido de que yo repartía con él a partes iguales la escasa comida que para mi sólo me entregaba el llabascón (cerdo grande) de mi amo, en una palabra, Pelayu era un desagradecido y egoísta, propiedad que en mayor o menor cuantía, va fusionada en el instinto de todo ser mamífero de la Tierra. Llegué aquella primera noche de mi vida, que había sido maltratado, insultado, golpeado, pisoteado, arrastrado y ofendido a tan gran profundidad y altura, que dudo que a mis años en todo el mundo, a nadie le hubiera sucedido tan inhumana atrocidad, cuento yo, que hice mi entrada en la casa de mi madre, que en la sazón se encontraba trabajando en una alejada aldea, en el caserío de otra viuda que su marido había sido asesinado en el cementerio de San Salvador de Oviedo la misma noche y en el mismo paredón que fusilaran a mi padre, así pues, hallábame yo sólo en casa y eso enormemente en aquellos momentos me alegraba, pues si mi madre hubiera estado en la casa, le haría sufrir aviñonándome yo de pena, y quizás ocurriesen peores cosas, ya que mi madre era, y aun sigue siendo, y Dios me la conserve muchos años, pues fue lo mejor y lo único que he tenido en mi existencia, mujer de duro carácter, intrépida y valiente hasta no tener el más pequeño temor, de pelearse ella sólo contra todos los moradores de la aldea. ¡Cómo mi madre, nacen en un siglo pocas mujeres! Al día siguiente que era domingo, y por tener en la parroquia a que pertenecía mi aldea, un cura que para demonio había nacido, ya que el muy condenado había conseguido de las autoridades una ley, que no se quién se la había fabricado, pero el caso es que existía, y condenaba a todos los vecinos a oír la Santa Misa, y a no trabajar ni en las tierras, ni en los prados, ni en nada, bajo pena de una multa que la ley considerara justa por ser injusta. Como yo ya no tenía trabajo, pues cuidar los ganados estaba permitido, y aquel gochu de mi antiguo amo desde aquel día tendría que hacer el trabajo que como un miserable esclavo yo le hacía, me levanté tarde del único xergón de fuéa (jergón de hoja) que en la casa había, que lo había industriado de unos sacos, porque todo cuanto poseíamos que era bien poco, al terminar la guerra el honrado vencedor nos lo había robado, y no contentos con esto, todavía fusilaron a mi padre, acusándole de haber robado grandes cantidades de dinero, de haber hecho esto, lo otro, y lo demás allá, y todo porque se le querían cargar cuatro caciques, como se ha hecho en todos los lugares de mi Patria buena. Noté que me dolía el rostro y que le tenía ensangrentado, no pude mirármelo al espejo. porque éste era un lujo que en mi casa no existía, así pues, me fui hasta el río que por detrás de mi casa pasaba, y me lavé como mejor pude, secándome después a las sucias y ásperas mangas de mi mono, y sin desayunar nada, porque en la casa no habla ni la más mínima consolación de comida, me dirigí a oír la misa, ya que yo de pequeñín era muy creyente y religioso. Estando yo enredando (jugando) con algunos otros guaxinus (niños) de mi aldea, en espera que tocase la última campanada para entrar en la iglesia, vi llegar la pareja de la guardia civil y un vuelco de temor revolvió mi ánimo, que casi consiguió ordenarme que saliese corriendo, huyendo pronto de aquel nuevo peligro que me acechaba. Sin embargo no lo hice, porque o no era lo suficientemente valiente, o lo necesariamente cobarde para hacer tal cosa, lo cierto es que cesé de jugar y me quedé mirando para ellos, lleno de temor, de tristeza, de pena. Preguntaron a alguien quién era yo, uno de mis vecinos me señaló, entonces los guardias me llamaron, y yo hacia ellos avancé, cabizbajo, temeroso y desamparado, igual los niños que los vecinos me miraban sin urniar (decir) palabra, muy posible muchos de ellos, tanto fascistas como rojos, vencedores o vencidos, sintiesen una profunda pena al ver aquel niño, desventurado e inocente ruina que dejó la vil venganza de la posguerra, avanzar sin protección ni cariño de nadie hacia los guardias, al fin llegué junto a ellos y me los quedé mirando, no me gustaron sus rostros, que me parecieron dos demonios, entrambos se quedaron mirando unos momentos en silencio mi rostro, en el que se podía leer la despreciable cobardía y nefastosas intenciones, que se enraizaban en el podrido sentimiento de mi amo, pude comprobar que esbozaban una tenue sonrisa, y no pude descifrar, si era que les alegraba observar el sello del martirio anclado en mi cara, o si por todo lo contrario, me dedicaban un consuelo de lastimosa consideración. Qué enano era yo físicamente en aquella lejana y para mi inolvidable, desgraciada y maestrosa mala época, si desde mi distancia también en el momento mi señora prisionera, proyectó mi mente siempre libre, como el misterioso dios que en cada mente humana vive, cuento yo que si me observé ante toda aquella gente, asustados los unos, hartos de maltratos, satisfechos los otros, por formar parte del mando, e indiferentes los restantes por no contar nada en ningún bando, digo que si me vi tan insignificante en mayor cuantía todos cuantos me rodeaban eran, ya que ninguno de ellos optó, en defender a un niño inocente y lleno de temor, que no había cometido más delito que el matar sin querer a un chivo, que era menos cabrón que todos aquellos papalbus humanos. Uno de los guardias con el mosquetón en la mano, me acarició mi corta y jamás peinada cabellera, pues nada más que tenía dos dedos de larga, mi madre me la rapaba al cero para que los abundantes piojos en ella no sembraran la descendencia de sus miserias, y a la par que esto hacía tan despreciable celador de una ley muy poco justiciera, con palabras que pretendían ser cariñosas y amables me dijo: —Ya veo por las caricias que luces en tu rostro, que con todo merecimiento y sin ninguna duda el señor Manín te ha hecho, que eres un niño rebelde, desobediente y malo, que te niegas a decir la verdad, y por lo tanto por todos estos endemoniados pecados irás al infierno, así es, que si ahora mismo no me dices quién fue el que disparó contra el chivo de tu amo, yo también tendré que castigarte. En esto estábamos el guardia y yo rodeados por los vecinos que no decían ni pío, cuando hizo acto de presencia el señor cura, que relevando a la autoridad de su palabra no así de mi persona, me aconsejó apoyando sus frases en la Divinidad de Señor, para que les contase la verdad que me liberaría de todos mis sufrimientos. Díjele al cura lo mismo que al guardia que yo estaba dormido, y que sólo me había despertado al oír al chivo berrar a la par que bajaba por entre los peñascos rodando. La ruda mano de aquel guardia, que seguramente había sido toda su vida un rústico campesino y que la guerra le había liberado de tan honrado lugar para colocarle en el más delicado de los oficios, como es el de servir con dignidad a la Justicia, cuento yo que aquella pesada mano de aquel hombre que pensaba que las personas había que tratarlas como a las bestias con las que él hubiera vivido siempre, dejó de acariciar mi cabeza y sus dedos se aferraron como si fuesen fuertes murgazas (tenazas) a una de mis uréas (orejas), y sonriéndose como si me estuviese el muy hipócrita acariciándome, a la par que me rogaba que le contase la verdad, me apretujaba con tal fuerza, que el dolor que me inyectaba me hacía ver todas las estrellas. Creo que lo que más le molestaba aquel cobarde representante de la ley, no de la Justicia, era que yo, que la vida ya me había forjado en saber llevar el sufrimiento, ni llorara, ni gritara ni menos me quejara de nada, por eso el infame seguía despiadamente con todas sus fuerzas apretándome, aun es hoy el día, que cada vez que me recuerdo de aquel momento mi oreja se pone tan rápidamente colorada, que hasta me molesta el calor que alumbra. Así en este atroz sufrimiento yo me debatía, sin que nadie de los allí reunidos por mí intercediera, dentro del horripilante dolor que me producía aquel estrapayáu d'uréas (retorcimiento, aplastamiento de orejas), cuando llegó mi madre ante la concurrencia, pues como era domingo, bajaba la pobre de aquella aldea donde toda la semana había estado trabajando, trayendo encima de la cabeza una manieguina (cesta) llena de viandas que en el caserío le habían dado a cuenta de su esfuerzo. Cuando mi madre me vio a mí, en tal escarnecimiento, tiró la manieguca al suelo, y llena de una fuerza airada que la multiplicaba, se acercó tan randa como una centella hasta mi verdugo y arrancándole el mosquetón de un fuerte tirón de entre su mano, le pegó con él tamaño golpe encima de sus costillas, que dio con él como si se tratara de un muñeco de trapo en tierra. Antes de seguir con esta cierta historia, voy hacer un inciso, para describir muy someramente cómo era mi madre en aquella época. Era joven, aun no llegaría a los cuarenta años, y a pesar de su juventud, ya había perdido la pobrecita dentro de los mayores sufrimientos que se puedan imaginar, a dos hijos que luchaban en la guerra, a su marido que fuera fusilado y a todo cuanto poseía. Mi madre como perteneciente a la más ancestral raza astur, era rubia, con el pelo del color de la miel, o de la escanda sazonada, tan abundante lo tenía, que cuando lo llevaba suelto y se acuruxaba (agachaba) le tapaba todo su cuerpo como si lo cubriera con una preciosa manta. Sus ojos eran a veces tan azules como el transparente cielo de una mañana de primavera, y en ocasiones eran tan verdes como los mismos campos de nuestra aldea. Era tan pura y recia como la misma madre naturaleza, inamovible en sus decisiones, honrada y justiciera. Era una auténtica astur procedente de la primera raza que pobló las ubérrimas montañas de mi noble tierra, y no una mistificación como somos hoy en día más del noventa por ciento de las gentes asturianas, enraizados con todos los colonizadores de nuestra tierra. Mi madre enojada era una invencible fiera, y tranquila y serena, era tan hermosa y dulce como incomparablemente lo es mi asturiana tierra. Y ya dicho con suficiente claridad como era esta excepcional mujer, vuelvo a centrarme en el desaguisado que mi madre justicieramente preparara, con una valentía y decisión tal, que dejó a todos perplejos y anonadados, pues el guardia que en posición ridícula espanzarrado moraba en el suelo, desde tal lugar miraba con ojos desorbitados a mi madre que con el mosquetón en la mano y a la par que se lo arrojaba con fuerza y mala sangre contra su pecho le decía: ¡Yes un llimiagu, lu mesmu que toes istes xentes que conxentíen, qu'dellantri de la mesma ilexia del Faedor, y'en prexencia d'isti cura escosáu de coyones ya xusticieres razones, lú mesmu que tous vuexotrus que sois una cabaná de baldreyus, que tu que yes un cachiparru, martirizares a isti nenín pequenu, ya s'ístu faedis con miou fíu qu'entavía 'l probitín non sabe dúnde come, ¿qué faeredis con les prexones mayores? (Eres un rastrero baboso, lo mismo que todas estas gentes que te consienten, que delante de la iglesia de Dios y ante la presencia de este cura que no tiene ni cojones, ni justicieras razones, lo mismo que todos vosotros, que no sois nada más que un rebaño de cobardes, que tú que no eres nada más que un parásito martirizaras a este pequeño niño. Y si esto haceís con mi hijo, que todavía el pobrecito no sabe de dónde come, ¿qué hareis con las personas mayores...?). El otro guardia que sin lugar a dudas parecía un hombre con mejores sentimientos que el gusano que me había martirizado, intentaba sujetar a mi madre propinándole palabras que le aconsejaban que no complicara más las cosas, mientras que su repugnante compañero se levantaba del suelo, y ya con el arma entre sus manos, la enarboló por encima de su cabeza en amago de dejarla caer encima de mi madre a la sazón que con una inquina maligna y cobardosa le decía: ¡Si fuese usted un hombre, ahora mismo le partía la cabeza en dos para que al final de su existencia comprendiera usted, que el deber de todo ciudadano es respetar a la ley! A lo que mi madre le respondió de la siguiente manera: —Si you fora un home, a usté había qu'allevantalu dóu tá, p'ancuandiálu debaxu tierra, que ye 'l llugar quéi cuerresponde a la xentuza baldreyante comu ye usté. Ya tocante a la ley que reprexenta, que ye tan betchá de maldáes comu usté mesmu, pásula you ya toes les prexones decentes pente les piernes ya mexamus per echa. ¡Perque isa lley que tantu cacaréa achuquinóu ya t'achuquinandu a fatáus d'iñocentes, sin respetar nin al vietchu que t'encantu la xepoltura, nin al xoven qu'entavía non golióu 'l tafu de papalbus ya rapiegus que tienen tous los comedores que la endubiechan y'esmarachen! (Si yo fuese un hombre, a usted había que levantarle del lugar donde se encuentra para enterrarle bajo tierra, que es el sitio que le corresponde a la gentuza cobarde como lo es usted. Y tocante a la ley que tanto cacarea, que está tan rica de maldades como usted mismo, la paso yo y todas las personas decentes por entre las piernas y meamos por ella). (¡Porque esa ley que usted representa, ha asesinado y está asesinando a muchos inocentes, sin respetar ni al viejo que ya se encuentra al borde de su sepultura, ni tampoco al joven que todavía no se ha olido, el característico mal hedor que emana de los comedores, indeseables y ladrones que la han hecho, así como ustedes que atropelladamente obligan a punta de pistola y látigo a que se cumpla!). Aun puedo ver en los rostros de todas aquellas gentes que nos rodeaban, desde esta asquerosa celda donde viviendo el presente que me aprisiona en esclavo de unas injustas ordenanzas, mi mente desdoblándose en dimensiones pasadas, añora con tristezas y alegrías, las primeras alumbradoras fuentes de toda mi desgracia. Sí, veo los ojos asustados de algunos de mis convecinos, que al escuchar aquellas graves y acusadoras palabras que mi madre airada, enloquecida y por toparse en su justo desquiciada, le decía a aquel guardia que tan cobardemente la amenazaba. Sí, veo como todos ellos con tristeza pensaban, que mi madre no iba a salir de aquel asunto bien librada. Pues en aquellos tiempos por menor delito, al paredón de fusilamiento llevaban a personas más recomendadas. Vi los ojos de aquel guardia ruin y rastrero, vilos cómo se llenaban de una alegría satánica, quizás en otras ocasiones ya por él vivida, cuando a tantos inocentes martirizaba o asesinaba. Vi cómo dejó de amenazar a mi madre, cómo colgó el mosquetón de su hombro, y metiendo la mano sonriendo canallescamente en su macuto, sacó unas relucientes esposas con las que se disponía a encadenar a mi madre en el lleldar (acaecer) que le decía: —La voy a llevar a usted y a su hijo detenidos hasta el cuartelillo, y allí, le enseñaremos a usted a respetar la ley y el orden, ya verá usted cómo cuando nosotros la dejemos, no se le ocurrirá jamás ofender a la ley y al régimen, ni aun en su propio pensamiento. Y en cuanto a su cachorro, que parece ser tiene su misma casta, también le enseñaremos a decir la verdad aunque tengamos que arrancarle la lengua. Fue entonces cuando uno de los dos principales caciques de la aldea, que también ye menester que cuando encarte les diga cómo eran, le dijo al guardia con palabras amenazadoras: ¡Dexe tranquíl ista muyer ya 'l sou fíu, pos güéi mesmu vou cuntaye you 'l sou xefe la clás de guardia que ta fechu. (Deje tranquila a esta mujer y a su hijo, y hoy mismo le voy a contar a su jefe la clase de guardia que está hecho, que se ha dejado desarmar por una mujer cuando cobardemente usted martirizaba a su hijo, poco puedo poder yo si no le hago catar covixu noitre ufixu (oficio), perque nisti de guardia paeme amindi que nun ten llixa (arte, valer, etc.). La fuerza y poder que tenían aquellos desalmados caciques en aquellos tiempos de desalmados vivires, achindi mesmu xuntu lus mious güétchus (allí mismo frente a mis ojos) quedaba bien claro, porque aquel guardia aviñonáu de miéu (lleno de miedo), se justificaba rastrera y servilmente pidiéndole perdón aquel hombre que no había sido en toda su vida nada más que un verdadero canalla, per ístu miou má noxá fasta cuaxí la llocura dista maneira le falóu (por esto mi madre enojada hasta casi la locura de esta manera le habló). —Lu que me faltaba per uyír, que tena que debéi cumplíus a isti baldrayu d'achuquín, que dexóu la nuexa 'ldina xemá de güerfaninus dexamparáus de la mán del Faidor ya de lus homes. (Lo que me faltaba por escuchar, que tenga yo que deberle favores a este cobarde de asesino que dejó la aldea sembrada de huérfanos desamparados de la mano de Dios y de los hombres). ¿Nun foste tóu sou banduerru de lus enfermus el que denuncióu 'l miou home paque me l'achuquinaren na cárxel d'Uviéu? (¿No has sido tu comedor, canalla de los infiernos el que ha denunciado a mi marido para que me lo asesinasen en la cárcel de Oviedo?). ¿Ya con lus fíus de Manolón el Gocheiru...? ¿Qué foi lu que fixiste conechus baldrayán? Que yeren un par de rapazus más bonus qu'el pan d'escanda qu'enxamás fixerun mal a naide, ya cundu taben per aquíndi de millicianus, ya tóu t'encovaxabes fugáu per les branes, tóus xapiemus na cabana que t'empayaretabes, ya tantu nuexóitres perque yeras veicín comu aquechus ñocentinus rapazus qu’achuquinasti deximiémuste xempre pa que nun te prendieren. Que fatiquinus forun lus probetayus rapazus, y'anxín pagarun con las sous vides les sous fatezas, pos se te viexen deñunciáu, nistes gores tabes fechu 'n meruxéiru de merucus, xustamente lu que yes, y'echus taríen vivus al lláu de lus sous pás. (¿Y qué has hecho con los hijos del Cerdero?, que eran un par de mozos más buenos que el pan de escanda, que no han hecho más mal los pobrecitos, que cuando fueron al servicio militar por la quinta; y estuvieron por estos contornos de milicianos, mientras que tu andabas por la braña huido, y sabiendo nosotros en la cabaña donde te refugiabas, no te hemos denunciado porque eras nuestro vecino, aunque tuvieras la idea política que te diera la gana, que no debe de ser ninguna, porque te parió tu madre canalla desde la entraña, pues como te estoy diciendo, tanto aquellos grandes rapazos como nosotros, te olvidábamos siempre para que nunca te cazaran. ¡Qué tontos fueron aquellos pobres y desgraciadinos muchachos, y así pagaron con sus vidas sus tontezas, pues si te hubiesen denunciado, a estas horas, tu estarías hecho una verbena de gusanos, que ni más ni menos es lo que eres, y ellos estarían vivos al lado de sus desesperantes padres!). Todos escuchaban a mi madre silenciosos y asustados, considerando algunos con tristeza, que mi madre se había vuelto turulata (loca) para atraverse a manifestar acusadoramente ante los guardias, el cura y el pueblo, lo que todas las gentes de la aldea sabían que era cierto, pero no se detuvo mi madre en el acuse que le hacía aquel villano de todas sus bellaquerías, pues al no encontrar nadie que la importunara, siguió con su palabra y con igual fuerza mortificándole de esta manera: —E nus tiempus d'endenantes, cundu lus roxus mandaben lu mesmu que vuexotrus facedis nagora, non trañia l'esquilona de l'ilexa p'axuntanus en conceyu p'uyír la misa tres el cura, perque pieschada taba la casa del Faidor, ya con lus curas lus roxus nagua querían, peru a pesar de tar tan lexus del Faidor, a naide s'achuquinóu n'aldea, ya se morrierun un par de rapazus, fói nel frenti, peru nagora que tenemus l’ilexa 'l entestate, y'un cura que coyius de la man quiér chevanus a tóus pel atayu de non sei que Dios, ya non sei que cielu, pos con tou isti telar, entremedáu de cures, ya caciques comu lu yes tóu, de confexones, mises ya xermones, achuquinasteis n'aldea 'n poucus dies, más xentes que de mala manera, enxamás de lus xamases en Asturies murrierun. Se tóu xupiés so lladrón achuquinante, lu mesmu que toes istes xentes que m'acorrelan, lu que you tenu xufriu nes comunicaciones de la muerte que se encaldaben na cárxel d'Uvieu, dúnde 'l miéu ya 'l espavoríu facien fuercia, únde 'l fríu enxenebráu la entraña te queimaba, únde les chárimes esbocáes en el glayíu xapoixaben, atristeyáus ya dollores qu'eszarapicaben, tous lus xentíus de cuantus escuchaban. Non puéu apoixar de mious videtches, lus güeyus enfervecíus de aquechus homes, qu'agoxáes allumbraben engafuráes chárimes, con les manes tembluqueántes per el miéu, acoyendu con desesperación las rexes de fierru, que non lus dexaben en postreira vez, abrazar a la sou muyer ya lus sous fíus, qu'ameruxáus de cariñu, ya betcháus de dollor, choraben ya glayaben, xiringáus per el amore que profexaben naquel home, que yera 'l pá de lus fíus, el mantín desous quereres, y’l caidonal del sou llare. Naide algamía per mor de aqueches rexes de fierru entemedades, falagar cómu postreira despedida, a la muyer nin al home, nin lus pequeninus fíus, que güerfaninus naquecha nueche diben quedaré, perque banduerrus baldreyus lu mesmu que tóu, lus deñunciaben y'acusaben de faer fatáus de couxes, que ni nel xoñéu lus probetayus dacuandu lleldaren. Tóus nun mirabamus atristeyáus per debaxu la borrina qu'acobertoriaba lus güeyus encarnispáus pe les chárimes, ya lexus de falanus tantes couxes, nel tiempu tan escosu que nus daben, esfaíamonus en playíus choramiqueirus llastimeirus e nes fanes más mortales. Enclicáus tous per un dollor que nes entrañes esquiciáu t'esgarduñaba, tabamus fatáus de xocenes muyeres que güéi toes viudes y'esgraciaínes semos, enlloquecides y'engarrinchades a les rexes que a la llibertá ya la xusticia trincotiaben. Nagua podiamus decinus, perque la pallabra afogábase na conguetcha qu’el alma esfaída pe la tristieza sacupaba, sous penares nel gargüélu, a munchus el dollor añuedábayes el celebru con tal prietura, que esmurgazábanse col xentíu perdíu nel enllabanáu xuelu. Alcuérdume comu s’agora mesmu fora, ya xamás de lus xamases tal desxusticiáu, endiañáu, baldreyóuxu ya chuquinamientu de xentes abondes d'eches tan iñocentes comu isti rapacín, que la mesma lley qu'achuquinóu a suo padre, martirizóulu a él, ante 'l cura, que mangonéa la mitá la aldea, y'isti banduerru de cacique dumeña entrambas partes, ya tous voxoutrus qu'empaparáus per el miéu, olvidósebus defender tou lo güenu per lu que lus vuesus homes llucharun ya morrierun ¡Sin alcuerdume d'aqueches canallesques comunicaciones que se lleldaben na cárxel d'Uvieu, ya non esborraránseme de les mious vidatches metantu que la vida me acompañe! (En los tiempos ya pasados, cuando los rojos mandaban lo mismo que vosotros hacéis ahora, no tañía la campana de la iglesia, para llamarnos y rejuntarnos a todos en fraternal comunidad, para escuchar la misa detrás de un cura, porque cerrada estaba la Casa de Dios, y con los curas los rojos no querían saber nada. Pero a pesar según parecía de que se encontraban muy lejos del Hacedor, a nadie asesinaron en la aldea, y si han muerto un par de jóvenes, ha sido luchando en el frente. Sin embargo ahora, que tenemos la iglesia siempre abierta y un cura que asidos de la mano, quiere llevarnos a todos por el camino más corto para alcanzar, no sé a qué dios, ni tampoco a qué cielo, pues con todos estos sucederes que ahora están pasando, entretejidos por los curas, y por caciques como lo eres tú, de confesiones, misas y sermones, habéis asesinado en la aldea en pocos días, más gentes que de mala manera, jamás de los jamases no contando estos tiempos, en todo Asturias han muerto. Si tu supieras so ladrón y asesino, lo mismo que todas estas gentes que nos rodean, lo que yo he sufrido en las famosas comunicaciones de la muerte que se hacían en la cárcel de Oviedo, donde el miedo y el pavor, hacían fuerza, donde el helado frío que el temor producía, al mismo tiempo las entrañas te quemaba, donde las lágrimas deslocadas en gritos lastimeros se posaban, haciendo tristezas y dolores tan inmensos, que despedazaban todos los sentidos de cuantos escuchaban. No puedo apear de mi cerebro los ojos enardecidos de aquellos hombres, que a cestadas alumbraban envenenadoras lágrimas, y con sus manos temblorosas por el miedo, cogían con desesperación las rejas de hierro, que les prohibían por última vez, abrazar a sus mujeres e hijos, que llenos de cariño y ricos de dolor, lloraban y gritaban desesperadamente, movidos por el amor que profesaban a aquel hombre, que era el padre de los hijos que quedarían ya para siempre desamparados, el amante esposo de sus quereres, y el fuerte guía de sus lares. Nadie alcanzaba por la causa de aquellas rejas de hierro fuertemente entretejidas, halagar como última despedida, a la mujer ni al hombre, ni a los amados y pequeños hijos, que huerfanitos aquella noche si iban a quedar, porque indeseables cobardes lo mismo que tu eres, les habían denunciado y acusado, de haber hecho muchas y malas cosas, que ni en el sueño los pobrecitos, jamás ni habían pensado. Todos nos mirábamos entristecidos, por debajo de la niebla que nublaba los ojos enrojecidos por las lágrimas, y lejos de hablar de tantas cosas en el tiempo tan corto que nos daban, nos deshacíamos en lamentos lastimosos, que nos precipitaban en los abismos más mortales. Agachados todos por un dolor que en nuestras entrañas enloquecido sin piedad las arañaba, estábamos en aquella triste ocasión, muchas jóvenes mujeres que hoy todas viudas y desgraciadas somos, enloquecidas y agarradas con desespero a aquellas rejas, que a la Libertad y a la Justicia pisoteaban. Nada podíamos decirnos, porque las palabras ahogábanse en la garganta, que el alma deshecha por la tristeza, vertía en ella sus penares. A muchos el dolor les aprisionaba el cerebro con tal fuerza, que se desvanecían privados del sentido entre las losas que poblaban el suelo. Recuerdo como si ahora mismo estuviese sucediendo, y nunca jamás, tal injusticia, endiablada cobardía, y canallesco asesinamiento de gentes, muchas de ellas tan inocentes como este pequeño, que la misma ley que asesinó a su padre, le está martirizando ahora, precisamente ante la presencia del cura, que es el dueño de la mitad de la aldea, y de este indeseable de cacique, que domina entrambas partes, y de todos vosotros que llenos y dominados por el miedo, os olvidasteis de defender todo lo bueno y hermoso, por lo que vuestros hombres lucharon y murieron). (¡Sí recuerdo aquellas canallescas comunicaciones que se hacían en la cárcel de Oviedo, y que ya nunca podrán borrarse de mis sienes, mientras que la vida me acompañe!). Recuerdo perfectamente cómo todas aquellas gentes escuchaban a mi madre entre asombrados, y compasivos, entre temerosos avergonzados y ofendidos, y quizás hubiesen escuchado muchas más injusticias que habían hecho no los caballeros y valientes soldados, que denodadamente lucharon hasta conseguir la victoria, ni tampoco las juventudes que militaban en el partido triunfador, sino las gentes maduras, caciques que habían conservado la vida en entrambos bandos, que llenas de un odio vengativo y endiablado, habían hecho ellas más muertes criminales en la paz de la posguerra que todos los leales luchadores de enemigos bandos. Digo yo que mi madre con su cordura de mente les hubiese seguido acusando, si el cura, muy oportuno y diplomático, como son todos los religiosos de carrera larga, no se ausentara sin decir palabra, y ordenara al sacristán que tocase la última campanada, para entrar a la iglesia con el fin de escuchar la misa. Y ahora diré, que mal dicho está que yo diga que el sacristán tocase la campana, porque no había tal campana, ni en la iglesia de mi aldea ni en ninguna otra en todo el valle, ya que los rojos, se las habían llevado todas, no sé con qué fin ni propósito, como tampoco puedo comprender porque quemaban los santos que jamás les harían ningún daño, y dejaban con vida a indeseables como los caciques asesinos de mi aldea. Lo cierto es, que como campana de la vieja iglesia de mi aldea, había un trozo de raíl colgado del pórtico con una alambre, donde aporreaba el sacristán, con un martillo medio deshecho de los de cabruñar la guadaña. Nada más que el toque comenzó hacerse sentir, fueron las gentes desfilando tras la llamada de la postrera campanada, sin que nadie se osara replicarle a mi madre ni tan sola una palabra, bien fuese de desagrado o de conformidad con cuanto había enardecidamente manifestado. Todos se adentraron en la casa del Señor donde yo creo, que si el Nazareno pudiese apoixase (apearse) de la Cruz, no dudo que a todos ellos una tocata de barganazus les esfargayara. (Paliza de palos que en ellos prodigara). Dejó mi madre de reñir a voz en grito, pero siguió haciéndolo muy quedadamente, a la par que con gran remango recogía su cesta, que colocándola esta vez debajo el brazo, nos encaminamos para nuestro lar, mientras que aquellas gentes, culpables unas e inocentes las otras, le rogaban a Dios, los unos por sus pecados monstruosos ya cometidos, que en El no habían pensado cuando los ordenaban, los otros, quizás le pidieran paz y prosperidad para ellos, sus cosechas y ganados, pero Dios no escucharía ni menos ayudaría, ni al pecador tal vez arrepentido, ni al inocente libre de pecado, y lo sé por propia experiencia, porque yo, tantas veces le he llamado, suplicado y rogado, siempre a cuestas con el temor, la miseria y el desprecio que el mundo en mi había sembrado, y jamás El se dignó ni tan siquiera escucharme, porque si me hubiese escuchado, y no remediara con prontitud ni nefastoso sufrimiento, yo diría ya sin el menor equívoco, que el Dios que todos tememos y adoramos, no es nada más que un diablo. Y esto sin lugar a dudas es así, porque Nuestro Señor está harto de nosotros hasta la misma coronilla, y por eso pensó ya en inmemoriales tiempos, que o liquidarnos a todos, y olvidarse sin pena y con prontitud del mal invento que había industriado, o dejarnos vivir a nuestro aire, sin preocuparse ya para nada de nuestros haceres, hasta que la muerte nos lleve a su presencia. Caminaba yo detrás de mi madre, sujetándome con la mano mi dolorosa y sangrante oreja, que más doloroso sufrimiento me había reportado, cuando aquel imbécil y canalla de guardia me la había retorcido, que si me hubiesen molido todo mi cuerpo a palos. Llegamos a la postre a nuestra humilde casa, y siempre sin parar de reñir mi madre, de maldecir y de amenazar, estongóu 'l llar (limpió la cocina) de añejas cenizas, y con la rapidez con que ella solía hacer las cosas, tizóu ‘l fuéu (prendió el fuego) y después, puso un cazo lleno de agua con sal y unas hierbas (que ahora no sé cómo se llaman, pero que son muy buenas para las heridas) a hervir, y mientras que hervía, s'encaldóu nel trabayu de pulgar patacas (se hizo en el trabajo de mondar patatas), de las que había traído de la aldea de donde venía. Cuando el agua estuvo en su punto, que fue en el momento que ella terminara de aliñar las patatas ya listas para ser fritas, se dispuso mi madre a curarme, y al tenor que lo estaba haciendo, y viendo yo en su rostro retratado el cariñoso sufrimiento que por mí sentía, ella como siempre intentando disimular toda emoción, me preguntó dando muestras de un enfado cariñoso, ¿que qué era lo que había sucedido, o en qué líos me había yo alojado, para que los guardias me hubiesen puesto el rostro como un Ecce Homo? —Díjele a mi madre que el guardia no me había hecho nada más que estrapayáu l'uréa (deshecho la oreja), y que las otras heridas me las proporcionara el amo Manín, por las causas del condenado cabrón que ustedes ya saben. —Vi cómo las recias manos de mi madre temblaban al tenor que a mis heridas con aquella agua milagrosa me lavaba, sentí cómo su voz enardecida juraba y perjuraba contra aquel Manín de los infiernos, al cual ella decía, le iba a colgar la foiz (hoz) del pescuezo. Dio por terminada mi cura y en instantes me preparó la comida, que consistía en un buen cazo de patatas fritas con grasa de tocino, un gran cantezu (pedazo) de pan de escanda, y un escudiecháu de lleiche con borona (taza de leche con pan de maíz), y ya fartuquín fasta ‘l rutiar (harto hasta el eructo), preguntele que si podía ir a dar una vuelta por la aldea, a lo que ella me respondió afirmativamente, recordándome con amenazas, el que non m'engarricra con lus oitres rapacinus. (Que no me pelease con los otros niños). Cuando me dirigía al lugar donde todos los chicos por costumbre teníamos de reunirnos para enredar (jugar), en una de las callejas de mi aldea, me topé con Pelayu, que seguramente habría abandonado a su amo en el monte, por el extraño de no verme a mi como sucedía siempre. ¿Porque qué animal o persona con sentimientos nobles y cariñosos, podría vivir en la soledad del monte en la compañía de una repugnante bestia, como lo era Manín nuestro amo...? Viome primero Pelayu que yo a él le avistara, y casi estoy por asegurar, que me había olfateado antes de que yo desembocara en la calleja, donde él buscándose la vida por todos los rincones husmeaba. Porque yo jamás había visto a Manín, darle al pobre de Pelayu de comer nada, ya que Manín solía decir dándoselas siempre de razonero eficiente, que el perro no se le podía dar la esllaba óu llabaza de fregar lus cacíus (las aguas sucias residuos de lavar los cacharros de la cocina) porque estaban los bracus na cobil urniándu per llapalas (cerdos en el cubil gruñendo por tomarlas), que al perro lo único que se le podía dar, era aquello que no tuviese aprovechamiento para nada, como les llixes de les vaques cundu betchaban, de las uvées ya les cabras, óu cuallesquier oitra molicie que paque nún fediera menester yera encuandiála (como las libraduras de las vacas, de las ovejas y las cabras cuando parían, o cualquier otra porquería que para que no oliese mal, fuera necesario enterrarla). Vino Pelayu hacia mí envuelta su alma perruna por una gozasa alegría, pero me di cuenta con pena profunda, que no hacía tal acercamiento dentro del desenfado y gracial camaradería que en todas las ocasiones él conmigo usara, pues por primera vez mi buen Pelayu, para acercarse a mí, rastreramente se arrastraba, no era por el miedo de que yo le apaleara, ya que jamás ni de palabra le había ofendido, era sin duda porque se sentía muy avergonzado de haberme abandonado la pasada noche, cuando tan triste y solo me encontraba, y quizás más le necesitara. ¡Pobre Pelayu! ¡Qué alma más humana tenía, y a cuántos humanos, el alma de los rabiosos perros les dirigía! Me agabuxé (agaché) a su lado, envuelto yo por una sana, jovial, y angelical alegría, le besé su rostro varias veces entusiasmado, y acaricié con gozo su fino y sedoso cuerpo, y olvidándonos entrambos él de su cobardía y yo del rencor que pudiera por su gesto guardarle, nos fusionamos en un abrazo risueño y cariñoso, donde él dando pequeños ladridos por los que manifestaba su alegría y pena, me lamía una y mil veces las heridas que adornaban mis mexietchas (mejillas), y quizás se estuviese jurando, que aunque le costase la vida, nunca de mi lado se alejaría. Toda aquella tarde, estuve jugando al «llanque» y a la «palombietcha» con el único amigo de verdad que en la aldea tenía que se llamaba Muel. Pobre amigo mío, murió cuando apenas tenía veintiocho años, reventado por el más duro y esclavizante trabajo, que desde su niñez y en mi compañía, fustigados por el hambre y la necesidad, entrambos y dos a las severas órdenes de su padre, como serradores en casi todos los montes de mi Asturias, habíamos llevado a cabo, al final, su cuerpo ya deshecho, explotado y gastado, fue consumiéndose en la triste soledad del sanatorio del Naranco, donde murió devorado por una tisis galopante. Tenía Muel dos o tres años más que yo, y sin embargo éramos los dos de la misma estatura, y empezamos a serrar madera manualmente los dos en el mismo día, teniendo yo en la sazón, tan sólo trece años, fue nuestro maestro su propio padre, y nos trataba como nadie se puede imaginar, ya que no había día, que no nos untara ‘l focicu (nos azotaba) por lo menos un par de veces. No es que aquel hombre y excepcional trabajador fuese malo, no nada de eso, es que el pobre precisaba por fuerza mayor, para poder desarrollar el duro trabajo del serrador, que nosotros hiciésemos el trabajo de hombres y no éramos nada más que dos niños. Digo yo que aquella tarde, le conté a mi amigo Muel, como había encontrado en la montaña la cueva de las armas, y así hablando de nuestros proyectos, acordamos que al día siguiente subiríamos hasta ella, para jugar hasta cansarnos con aquellos juguetes de verdad. Así es que a la oscurecida retornamos cada uno para su casa, saboreando por adelantado lo felices que al día siguiente habíamos de ser. Caminaba en pos de mí, tan contento y satisfecho como siempre mi buen Pelayu, sin preocuparse para nada de que él, era un esclavo de Manín, y no un ser libre que pudiese hacer lo que más le conviniese, pero al llegar a la esplanada donde asentada estaba la bolera, lugar clave donde se reunían todos los vecinos de la aldea, después que concluían sus trabajos, bien fuese para charlas y cambiar impresiones, o para jugar unas partidas a los bolos, como cuento, allí estaba Manín, en diálogo con unos vecinos, ya de retirada para su casa después de haber encerrado las cabras, cuando vio a su desleal Pelayu, que muy contento y moviendo con gran felicidad su rabo, me acompañaba a mí, como si yo fuese en vez de él su amo, dejó a su contertulio con la palabra en la boca, y cambiando su pacífica charla por la riña loca, embistiome a mi con ofensiva y pecaminosa palabra, al mismo tiempo que con la vara que portaba en su mano, descargó sobre el confiado Pelayu tal varazo, que a quedarse el pobre tan sólo un segundo condoliéndose del acuciante dolor que en su cuerpo se anidaba, seguramente que hubiese llevado sobrada ración de varazos, que fácil la dejarían sin vida in situ. Pero no hizo tal cosa mi buen Pelayu, sino que salió huyendo como alma que se lleva el diablo, lanzando en el aire ladridos, que yo creo que no eran por el profundo sufrir que le proporcionara el castigo, sino que en su lenguaje, seguramente maldeciría aquella bestia con figura humana, que era capaz de azotar despiadadamente a un inocente niño, o de asesinarle a él mismo, que no se encontraba con más culpa, que de despreciar a su amo, por canalla y miserable. Y lo propio que Pelayu hizo, no lo dejé yo para más pensado, y a la vez que me perdía en la carrera, huyendo de aquel reptil repugnante y asqueroso, recuerdo que con rabia enloquecida yo le dije: ¡Fíu de put, baldreyu, llimiagu! (Hijo de puta, cobarde, rastrero, baboso..., etc., etc.). Pero miren ustedes por donde, estaba mi madre allí cerca en casa de una vecina hablando de sus cosas tranquilamente, cuando al sentir al Manín que me ofendía, al perro ladrar por la caricia que había recibido, y a mi insultándole poniéndole como un pingayu (de lo peor), salió mi madre de casa de su vecina, con todos sus muchos ánimos aviesporáus (envenenados, aguijoniantes), y cogiendo un palo que allí a mano había, bien seco y sudado, porque hiciera su servicio sirviéndole de mango a una fexoria (azada), se dirigió con extrema rapidez y silenciosamente al lugar donde Manín estaba, y sin decirle ni una sola palabra, empezó a darle palos con aquel formidable mango, que la suerte a Manín le cupió de que nuestros vecinos la detuvieran, porque sino, creo que le hubiese matado. «LA MULTA O EL REFORMATORIO» Al día siguiente, mi amigo Muel, yo y Pelayu, subíamos alegremente hacia la montaña, con locas ansias de llegar pronto a la cueva, con el infantil y firme deseo, de jugar hasta saciarnos con aquellas armas, recuerdo a mi querido amigo, futuro candidato al igual que yo, a la penosa esclavitud que como serradores nos aguardaba, la veo con su sana sonrisa, pintada en sus pequeños y vivarachos ojillos azules, acariciar una y otra vez, con una alegría inmensa aquellas armas, no existía para nosotros en el mundo, en aquellos felices momentos, nada que pudiésemos apreciar tanto, como aquellos mortíferos juguetes, de los que en la sazón, éramos los únicos señores y dueños, nos hallábamos fuera de la cueva, enredando cada uno con su escopeta, y una canana repleta de cartuchos colgada del hombro a la bandolera, Pelayu, desentendiéndose de nosotros mitigaba su hambre cazando grillos y mariposas, o cualquier otro insecto que plugiérale y fuérale rentable para entretener su enflaquecido estómago. Después de cansarnos de hacer la instrucción marcando el paso con la escopeta al hombro, emulando a los soldados cuando hacían prácticas en nuestra aldea, yo le dije a mi amigo señalándole el lugar, que desde aquel mismo sitio, yo había tumbado de dos certeros disparos al cabrón de mi amo. Muel, sacando dos cartuchos de la canana y metiéndolos dentro de la recámara de su escopeta, me dijo que él también pudiera haberlo hecho, y para asegurármelo de que no marraría el tiro, me señaló una piedra rojiza que había muy cerca de donde muriera el chivo, y a la par que se ponía la escopeta en el hombro para materializar lo que había asegurado, me decía ilusionado: —¡Fíxate Xulín!, ya veras cómu la desfaigu nun fatáu de cachiquinus—. (—¡Fíjate Julín!, ya verás como la deshago en mil pedazos—). El doble disparo retumbó dentro del natural silencio de la montaña, como si se tratase de un ruidoso trueno de las tormentas de los veranos, las águilas y los cuervos, así como todos los pájaros y animales que moraban por aquellos aledaños, moviéronse de sus lugares, graznando las aves al levantar el vuelo, y quizás las alimañas agudizasen al oído para saber el peligro que pudiese traerles aquel espanto. Hasta Pelayu dejó su caza insectívora para ladrar desaforado, como si presintiera que otro cabrón había sido abatido, que le haría de nuevo volver a hartarse, o tal vez nos estuviese reprimiendo, queriendo con su lenguaje decirnos, que aquella xuxeante folixa (crecido ruido, alegría, juerga, etc., etc.) que tan amanicomiadamente entamábamos (enloquecido ruido que hacíamos) no iba a reportarnos buenos resultados. Lo cierto fue que mi querido amigo Muel, no atinó a deshacer aquella rojiza piedra contra la que había disparado, y yo alegrándome por su fracaso, cargué con rapidez mi escopeta, me la puse en el hombro, y disparé contra aquel blanco otros dos disparos, tampoco pude yo hacer puntería, y él mofándose de mí, cargó de nuevo su escopeta con notoria alegría, a la vez que me aseguraba que de aquella no fallaría, volvía a disparar sin importarle para nada el tremendo culatazo que nos solían dar aquellos guerreros artefactos. Y así, una y otra vez, atenazados por un gozo y felicidad que nunca con tanta fuerza a nuestros juveniles espíritus había con entera libertad creado, disparábamos con alegría ilusionada contra aquel aproxetáu cuctu (enrojecida piedra), creyéndonos guerreros invencibles, o cazadores afamados. Muy posible yo me creyera un jefe poderoso, justiciero y honrado, que cada disparo que hacía, l'eszarapaba les vidatches d'uno de lus baldreyus homes, que habíen achuquináu ‘l miou padre. (Le deshacía las sienes de algunos de los cobardes hombres que habían asesinado a mi padre). Lo cierto fue, que tras de quemar veintitantos cartuchos cada uno, la piedra seguía en su sitio, y nosotros un poco desilusionados, hicimos un pequeño descanso, en el que acordamos cambiar de blanco. Disponíamos de nuevo hacer más atinadas prácticas sobre el rugoso y fuerte tronco de una encina, cuando Pelayu salió de junto nosotros y con apremiante prisa ladrando, contra un intruso que nos visitaba, guiado al parecer por el atronador ruido, que con nuestros alegrativos disparos formábamos. Era nuestro mal recibido visitador un rapazacu (mozalbete) que andaba por aquellos montes a la caza de la perdiz, que había endemasía nutridos bandos, que bajaban a veces hasta los sembrados d'arbeyinus y'oitres semáus (de guisante y otros sembrados) más alejados de la aldea, y ni el gran espantapáxaru tenía llixa de xebrayus (espantapájaros tenía fuerza para espantarlos). Jerónimo se llamaba aquel jovenzuelo indeseable, que había heredado de su padre toda la cobardía y males tales, que muchas gentes de mis lugares, le estarían rabiosa y odiativa, despreciable y asquerosamente maldiciendo, hasta que el Hacedor les llevara de este mundo tan poco lleno de humanidades. Era hijo de este sujeto tan maldecido, cacique de mi aldea con vuelos tales, que no del todo satisfecho con enviar para el otro barrio algunos de sus inocentes convecinos, en el acaecer se dedicaba, a que a sus vecinos la ley, que había, muy moldeable para dar por buenas todas las denuncias avaladas por caciques facciosos como él, se ensañara con crecidas multas, que al no tener dinero la gente aldeana para satisfacerlas, tenían que vender parte de sus ganados, y sabedores los tratantes por ser lobos de la misma camada aunque con diferente collor (color), que los campesinos tenían que vender sus reses con abonda priexa (mucha prisa) para satisfacer aquellas multas antes que se enrodietcharen (enredaran) peores males, pues como cuento, aquellas aves de rapiña de tratantes, se unían todos de tal manera, que lograban desbaratar los mercados hasta tal punto, que más que comprar, lo que hacían, era robar dentro de la ley a los aflijidos y siempre maltratados campesinos. Al quedarse los desdichados aldeanos sin sus ganados, por la causa de aquellas multas, que la verdad era nadie sabía que era lo que castigaban, aquellas asesinantes multas que la ley les inxertaba (injertaba), que les hacía dentro del acuciante temor que en aquel lleldar (ácaecer) era aterrante, deshacerse de sus ganados para pagar tan diabólicas y desnaturalizantes sanciones. Y como los campesinos, por lo menos en todas las embrujadoras aldeas de mi melgueira tierrina (dulce tierra), y me supongo que tal sucederá en todas las aldeyuelas del mundo, sin ganados de tiro no pueden trabajar sus erus (tierras), tenían que por fuerza mayor, agenciárselo aunque fuese dentro de las más viles condiciones, y así, el canalla de cacique de mi aldea, daba vacas, yegüas, cabras, y ovejas a la comuña (condición) que tan sólo el agobio de la desesperante necesidad hacíales aceptar, con lo que se condenaban a ser esclavos de un ganado que no era de ellos, siendo en la mayor parte de las ocasiones las ganancias completamente nulas, pues si una res se moría, se despeñaba, la mataban los lobos o la devoraba el oso, no la perdía el dueño, sino el comuñero, y así, de esta miserable forma, este canalla de cacique, explotaba vilmente a muchos campesinos que por imperativa necesidad, eran comuñeros de este indeseable asesino, que no había hecho la guerra en las trincheras, porque su cobardía era tan grande, que le había obligado a pasar toda la contienda escondido en los montes, y ahora que la guerra ya terminara, era cuando él verdaderamente la hacía, en la entristecida y enlutada paz que poseían las gentes de mis aldeas. ¿Cuántos despreciables seres como este nefasto individuo había en mi Patria... ? ¡¡Yo creo que honradamente debemos todos de reconocer, que había un par de ellos en cada aldea, y en las villas y ciudades me supongo que morarían muchos más!! Cuento que llegó el Jerónimo con su escopeta al hombro acompañado de su perro perdiguero ante la nuestra presencia, y ufanándose altaneramente quizás pensando que nos iba a hacer, lo que le diera la gana, nos dijo con apariencia muy enojada, al mismo tiempo que nos ofendía con sus palabras: ¡Haber decirme pronto, ¿dónde habéis robado estas escopetas?, si no queréis que vos falague ‘l llombu con ista bardiaca! (que nos moliera a palos todo el cuerpo con una vara que portába en sus manos). No despegó sus labios en el momento mi amigo Muel, porque el padre de aquel llabasquín (cerdo pequeño) era el dueño de los ganados de su casa, y por aquello de que el amo siempre, sin la razón con la ganancia anda, no le refutó pequeña palabra. Pero yo que ya me había creído que aquel babayu de guaxón (farolero, fantasma de mozalbete) se iba apoderar de mis armas, las que yo creía que eran de mi entera propiedad, le dije sin miedo y desafiantemente, que aquellas escopetas eran mías, y que ni él ni nadie sería capaz de quitármelas. Entonces Jerónimo mirándome acusadoramente me replicó seguidamente con estas palabras que me condenaban: ¡Entonces... tu fuiste el que mató antes de ayer al chivo de Manín? ¡Si yo fui!, le dije envalentonado y poseído de una airada rabia, a la vez que le encañonaba con la escopeta y amenazándole firmemente le aconsejaba: ¡Fáinus el favore de dexanus nel nuexu antroxu, ya colar pel mesmu xeitu per únde sen chamate 'llegasti, se nun quiés que faiga nel tou ventrón, el mesmu buracu quei fexe nus fégadus del cabrón de Manín! (¡Haznos el favor de dejarnos con nuestra alegría, y márchate por el mismo sitio, por donde sin llamarte has llegado, si no quieres que haga en tu barriga, un orificio parecido, al que le hice en los hígados del cabrón de Manín!). —Y fue entonces cuando Muel valientemente apoyándome con su amenazante escopeta y con sus advertientes palabras le dijo: ¡Mira Jerónimo, no tiene nada que ver que mi padre se arrastre frente a vosotros, por el miedo de que le quitéis el ganado, pero yo ahora no soy mi padre, y si no sales en el momento corriendo como una exhalación (centella, rápido), me parece a mí, que te vamos a coser a perdigonazos! Justificándose Jerónimo con el atropello que en el miedo se cosecha, dio media vuelta y casi a las carreras, tomó las de villadiego, a la par que se alejaba murmurando no se qué amenazas. Su perro, quedose unos instantes olisqueándose con Pelayu, al que yo achuché (azuzé), y Pelayu que para engarradiercharse (pelearse) era una ardorosa fiera, saltó como un león, atacando con un furor endemoniado al fino can perdigonero, y si no es por Muel, me parece que allí en el mismo lugar que había muerto el chivo, Pelayu hubiera despachado, aquel hermoso, cariñoso e inocente perro. Quedámonos muy satisfechos y gozosos, a la par que en nuestros espíritus, navegaba el orgullo perfumándose con la vanidad Humana, y todo, por haber acoyanáu ya féchule moscar ameruxáu de miéu (acojonado y haberle hecho huir, lleno de miedo) al hijo de uno de los amos de la aldea, que en un principio se había creído, que le sería sencillo hacer con nosotros cuanto le viniese en gana. Durante algún tiempo, estuvimos llindiándu (vigilando, cuidando) a Jerónimo por ver el camino que se tomaba, pues teníamos el temor que se ocultara para después sorprendernos, pero no fue así, y al final muy contentos ya le vimos corriendo que se las pelaba en compañía de su perro, desembocando en el pedregoso camino que le conducía a la aldea. Sabiéndonos libres del temor del adefesio de Jerónimo, y olvidándonos en el mismo instante de cuanto con él nos había acontecido, volvimos a nuestro peligroso juego, de disparar las escopetas contra diferentes blancos, y así, hablando de nuestras cosas con satisfacción que nos embargaba dentro de una felicidad pasajera, deslizábase el tiempo sin enterarnos, hasta que a la postre, dimos fin a todos los cartuchos que teníamos, y fue entonces, cuando decidimos esconder las armas en la cueva, y con los hombros doloridos por las sacudidas que nos propinaban las escopetas por los disparos, disponíamosnos muy contentos en el regreso para nuestras casas, y para simular que veníamos de la leña, agenciámosnos unos tochacus de pochiscus (leños de encina) y poniéndonoslos al hombro, bajamos corriendo por entre los vericuetos y las serpenteantes sendas, hasta llegar al camino real que nos conduciría a la aldea. El ubérrimo valle de alegría alborazada, que poblaba por entero nuestros espíritus, viose en unos segundos nublado y con rapidez cubierto, por un zozobrante y temeroso manto, nacido del retrato que nuestros ojos hicieran, cuando a la entrada de la aldea, justamente en el mismo lugar donde por costumbre, mi amo solía esperarme para xebrar (apartar) sus cabras, estaban aguardándonos los guardias, en la alegre compañía de Jerónimo, que poseyendo las mismas indeseables zunas (costumbres) que su padre, no había perdido ningún tiempo en ir hasta el cuartelillo para delatarnos. Yo tentado estuve cuando me percaté que eran los mismos guardias que el día anterior me habían cobardosamente martirizado, de tirar los garbetus (leños) que llevaba en el hombro, y salir corriendo para huir de aquel verdugo que sonriéndose ladinamente, quizás estuviese pensando su enrevesada y nefastosamente, el volver a esforgayame (arrancarme, estriparme, deshacerme) la única oreja que me quedaba sana. Sin embargo, logré dominar el miedo, y dejando a Muel que abriera la marcha, llegamos a la postre ante la presencia de ellos, y aquel canalla de guardia, no se dirigió a Muel a pesar que unos metros delante de mí iba, sino que vino sonriendo malignamente hacia mí, con las mismas asesinas intenciones que el hambriento lobo lleva, cuando para satisfacer sus ansias del espíritu y la carne, sin el menor miedo se lanza, sobre el inocente corderillo que no tiene a nadie que le defienda. Antes de dirigirme la palabra, aquel demonio con tricornio, que a fe mía desprestigiaban, porque hermosa para el pueblo es la esclava de la Justicia, cuando todas sus obligaciones y credos justamente da cumplidas. Digo yo, que lo primero que hizo fue cogerme mi oreja sana, apretarme un poco para ponerme en atención, y luego mirándome altanera y sonrientemente me dijo: ¡Ahora ya no me negarás de que no has sido tu quien disparó sobre el cabrón de tu amo, y me supongo que también me dirás, dónde has conseguido las armas, maldito pilluelo, hijo de una bruja y de un rojo republicano, o comunista sin entrañas! Tiré los tochucus (leños secos) al suelo apremiado por el dolor que de rabia me desencaldaba (deshacía), con tan mala fortuna que por mí no había sido pensada, que diéronle en las piernas de aquella fiera uniformada, y gran dolor en él tuvo que lleldarse (hacerse), porque dejó de esfarugarme (deshacerme la oreja), para acariciar con gestos de dolor la caña de una de sus piernas, al mismo tiempo que yo hacía lo propio con mi oreja, que ya colorada como una guinda, me resquemaba como si estuviese ardiendo. Mirome con ojos extraviados por la rabia que le enloquecía, y siendo mayor la fuerza de su cobardosa entraña ya en poder de las iras que lo movilizaban, que el dolor que su cuerpo sentía, soltome de revés dos guantazos, que dieron conmigo en tierra, con el rostro manando abundante sangre. Fácil siguiese abofeteándome, pues ya estaba enclicándose (agachándose) para hacer conmigo vayan ustedes saber qué, cuando intercedió su compañero que asiéndole por un hombro, con desprecio y enfado le dijo: ¡Lo que terminas de hacer con este pequeño es una canallada, y como otra vez intentes tocarle del pelo la ropa, te las vas a entender conmigo! ¡¡Estoy harto de tus abusos, y de tus odios y desprecios por todas las gentes desgraciadas!! Ayudome aquel buen guardia a levantarme, y después con su propio pañuelo limpiábame el rostro de sangre, y al parojo que esto hacía cariñosamente me decía: ¡Te juro que nadie te volverá a martirizar más pequeño, y ahora si tu quieres, y que conste que ni te ordeno ni te obligo a contarnos nada, dinos de una vez dónde están esas malditas armas que tanto doloroso daño te han originado! Dime cuenta pronto que de seguir negando no sacaría en limpio nada, ya que el baldroyán (cobarde) de Jerónimo había descubierto ya todo, y a poco listos que fuesen, nada más que les conduciese al lugar donde nos había sorprendido, darían pronto con la cueva, donde se ocultaban las armas. Así que acompañado de Muel y de Pelayu, y seguido de cerca por los dos guardias y el delator de Jerónimo, guielos a paso rápido por entre las vegetativas y pedregosas sendas que serpenteaban por casi inaccesibles lugares, pronto me alegré al comprobar cómo aquel despreciable guardia que tan sañudamente me había martirizado, abarquinaba (respiraba) con penoso trabajo, al mismo tiempo que se deshacía en copiosos sudores el condenado, lo mismo que la manteca fresca expuesta al sol en el verano. Al observar el penoso esfuerzo que aquel guardia repugnante y gordo, imbécil y malvado, tenía que realizar para seguirnos, apreté más aun el paso, que casi se convirtió en carrera y que sólo Muel y Pelayu pudieron aguantarme alejándanos en cuestión de segundos un largo trecho de nuestros enemigos, que en el lleldar (acontecer), ya se habían detenido para hacer acopio de energías unos momentos. Aproximadamente aun no habíamos caminado ni una décima parte del trayecto que nos separaba de la cueva, y ya el llimiagu (baboso) de aquel guardia, se encontraba casi d'afechu despaxaretáu (deshecho), seguramente que antes de llegar al final, en la mente de aquel fucheiru (estercolero) humano, se dibujaría el ruin pensamiento, de maldecir a la ley que como enyordiáu pioyu (sucio piojo) servía, al cachiparru (parásito) que me había delatado, y a mí, por no haber seguido negando. Muel y yo con satisfacción nos reíamos de aquellas gentes, que en nuestras infantiles y sin cultivar mentes, habíamos retratado como personas que tenían menos llixa (fuerza, arte, valer, etc.) que un mure entre las zarpas de un gato. Estaríamos como a la mitad de la andadura, cuando la distancia que nos separaba ya era enorme, y a pesar que de continuo nos ordenaban que no corriésemos tanto y que procuráramos ir siempre a su lado, la verdad es, que ya les habíamos perdido todo miedo y que no les hacíamos el menor caso. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de decirle a mi amigo Muel, que cuando llegásemos al potchisquéiru (encinal), yo me adelantaría corriendo con todas mis fuerzas, para volver aquel mismo lugar antes que ellos lo hicieran, pero después de haber ya ido a la cueva, para poder esconder para nosotros, dos pistolinas muy atongadetas (bonitas, curiosas), que era una pena que se llevaran los guardias, y que nosotros podíamos esconder en cualquier lado. Y así lo hice, y logré regresar, mucho antes de que ellos, llegaran escadriláus (derrengados), claro que descontando a Jerónimo, porque éste andaba tanto como con la lengua si quisiera andarlo. El caso fue que los guardias aquel día se llevaron las armas, y a los cinco o seis días, regresaron a la aldea preguntando por mi madre y el padre de Muel, para llevarles hasta el cuartelillo, con el fin de no sé qué preguntarles o darles. Cuando mi madre en compañía del padre de Muel regresaron del cuartel, estábamos nosotros xugaretiándu (jugando) debajo del ñoceón (nogal grande) que había a la entrada de la aldea, que tanto como tenía de frondoso y grande, eran de pequeñas, escasas e insípidas sus nueces. De donde viene un adagio asturiano que dice: ¡Mucher grandie ande óu non ande, peru tantu s'espatuxa, comu senún lu fixera, en dalgún lláu fae bona atongadura! (Mujer grande, ande, o no ande, pero tanto si camina, como si no lo hace, por grande en todos los lugares estorba). «Claro que se me olvidó decir, que menos en el catre, para añuedar el cibietchu cundu nun hay oitra, pequenina, atongaina ya melgucira». (Para hacer el amor, cuando no hay otra, pequeñita, bien hecha, y tan dulce como lo que debe ser vivir en la gloria). Digo yo que al ver nuestros padres corrimos hacia ellos, y cuando ante su presencia nos encontramos, casi sin darme cuenta vi a mi amigo rodar por el suelo, por la fuerza vigorosa del tremendo castañazo que su padre le llantó nuna mexietcha (le plantó en una mejilla), pero antes de que yo me percatara del peligro que sobre mí se cernía, vime acochetáu (cojido, sacudido) por mi madre, que me allumbróu (alumbró) un mamplenáu (muchos) pescozones, tan seguidos y atinados, que me parecía que todos me llegaban en ringlera, no teniendo que esperar uno por el otro, para que no se enfadasen ninguno. Y allí mismo por este procedimiento que nuestros progenitores nos hacían, comprendimos que nada bueno los guardias a nuestros padres les habían hecho. Y claro que no era nada respetable ni justo, sino un atropello despiadado, inhumano, mezquino, repugnante y apartado de la Justicia a tanta distancia, como la que existe desde la Tierra hasta el Infinito Cielo. Resulta que la canallesca ley que en aquella para mí inolvidable época existía, nos había condenado a ir a un reformatorio, o a que pagasen nuestros padres una multa de ciento cincuenta pesetas en papel del Estado, en el término de treinta días. Y fue entonces cuando yo empecé a preguntarme, ¿que qué era lo que tenían que reformar en mi...? ¿Acaso entraba en la reforma que aquella ley que estaba por todos los rincones de la Patria haciendo encima de los vencidos y sus descendientes, asesinar a nuestros padres, hermanos, parientes y hasta madres, privarnos de nuestra libertad, y robarnos cuánto teníamos? —¿Aquella ley digo, todavía tenía que reformar algo más en mí, que en un principio ya no hubiese inhumana y endemoniadamente reformado? Yo que era en aquel lleldar un pobre niño de poco más de ocho años, condenado precisamente por la misma ley, a no tener jamás ya el amoroso cariño de mi padre, yo que había sido condenado como todos los jóvenes hijos de los vencidos y encarcelados y asesinados padres, yo que estaba lleno de hambre, de miseria, de sufrimiento y de una soledad inconsolable, yo que si quería comer un trozo de pan duro, tenía que caminar descalzo y medio desnudo, por entre las zarzas y guijarros de las montañas, esclavizando mi cuerpo y mis sentidos, en el cuidado de unos ganados que no eran míos, a mí, a un ser así de natural, puro, desamparado y desgraciado, ¿aún quería aquella entroyada (sucia) ley reformarme por considerarme malo? —Yo nunca he sido político, pienso ahora, ni tampoco con mis palabras harto vulgares y aldeanescas, pretendo fomentar el odio hacia nadie, soy ante todo un liberal disciplinado, que ama a mi Patria, por la que estoy en cualquier momento dispuesto a morir, pero me creo con el suficiente derecho de contar al mundo de cuanto yo he sufrido, que es el retrato de tantos otros huérfanos de guerra que lo mismo que yo tanto sufrieron, aunque más en duda, pongo que lo hubieran hecho, quiero contar todo lo que considero que siendo verdad, no debe ser olvidado, y desearía con toda mi alma, que mis palabras tuviesen repílos (ecos) más clarividentes, que los que en su origen se formaron, para que llegasen a todos los oídos, y en sus mentes gigantesca Humanidad digna y justa edificasen, que diera paso a una libertad liberal y disciplinada, que atrancase (cerrase, peslase) sus puertas a todo cuanto no fuese digno y honrado, de esta sencilla y natural manera, la fraternidad sería por primera vez, el tesoro más puro, luminoso y deseado, que la Humanidad en toda su existencia hubiese conquistado. En este relato, que para muchos críticos comedores, que sólo saben fartase comu gochus (comer como cerdos) e intentar con sus medios deshacer lo que alguien con más capacidad creativa que ellos, más bien o peor ha edificado, digo yo, que muchos críticos fanáticos defensores de normas idealísticas, que con sus leyes en la ocasión asquerosamente convencionales, que lograron deshacer el destino que a mi vida creo que le pertenecía, al igual que a toda la generación de los hijos de los perdedores, no les agradara en absoluto, que un hombre que fue despojado de cuanto poseía, y empujado vengativa y canallescamente al arroyo, cuando él por ser un niño, no podía defenderse, tenga ahora la osadía, con sus pobres medios culturales, d’abayucar la trelda (revolver la porquería), que nadie hasta el presente, tan ajustada y verídicamente pudiera contar jamás. Digo porquerías, pues es eso precisamente lo que suelen dejar las secuelas de una guerra civil, y pobre de aquellos países que la sufran, porque sus hijos quedarán divididos, y los perdedores, tendrán que soportar un yugo, que más flojo, o menos prieto, esclavizándolos los ha de postergar. En este relato retrato yo, al vencedor y al vencido, menos al perdedor de quien soy hijo, ya que he tenido la desgracia de conocerle cuando el desventurado ya era un vencido, pero con el vencedor he vivido siempre, sirviéndole con decencia y honradez, silenciosamente observándole siempre, y no recibiendo de él, nada más que calamidades y ofensas, y sin embargo, nunca le odié, siempre disciplinadamente le serví, y si en el lleldar se siente ofendido por lo que de verdad digo, espero que se comporte conmigo, de la misma manera que con él siempre yo he hecho. Sé que estas narraciones no se han de publicar en mi Patria, porque la censura no permitirá que el hijo más humilde, cuente una verdad que denigra no a mi querida y noble España, sino algunos de sus inamovibles sistemas, pero tengo la firme certeza, que algún querido hermano país, sin el menor odio ni rencor sí ha de hacerlo, y con esta mi voz del pueblo, sencilla y natural, ubérrima y estéril, millones de seres de la Tierra habrán de saber, que hoy todavía, vive en mi Patria, la mitad de una generación, descendiente de los perdedores de la sanguinaria Guerra Civil que empobreció a la más maravillosa nación del mundo como es mi España, apartados de todo acceso a cualquier puesto de responsabilidad, bien en el gobierno, en los sindicatos, o en cualquier otro lugar, de responsabilidad de la Patria. Y desde aquí, invito a todos los españoles para que investiguen esto que he dicho, y ya verán como es una verdad, que no admite discusión posible. Cuánto placer sentiría yo si me pudiese expresar con ustedes en la maravillosa, ancestral y rica Lengua Asturiana, pues para mí, decir las cosas en Castellano es un verdadero fastidio, con tantos puntos y comas, y demás signos ortográficos, que para un hombre sin estudios de ninguna clase como yo, es una verdadera tortura, pues mi imaginación que idea y piensa con la fuerza de un enorme río enloquecido, a la hora de querer contar estas copiosas cosechas, que hasta en los mismos sueños me alumbra, cuando me pongo a escribir todos estos pensamientos y acaeceres, al expresarlos en español, meto la pata hasta los corbétchones, por esto ruego me perdonen, y háganse a la idea, de quién les está hablando, no es nada más que un humilde aldeano, sin más escuela que la siempre dura universidad de la vida. Y con la fortuna o desgracia de haber nacido con el embrujador duende de ser soñador, no por aparentar, por ocio o por estudio, sino con la intima necesidad que me tortura el alma, al mismo tiempo que me embarga dentro de una felicidad, que me hace en ocasiones ser dichoso, sin jamás haber sido feliz, y en otras dimensiones me llena de tal tristeza, que en apariencia sin sucederme nada, me encuentro tan apenado y deprimido, que todo cuanto me rodea y hasta yo mismo, me parece la pestilente porquería, con que se harta sin jamás hastiarse, el nefasto diablo al que entusiasmados y egoístas servimos. Enteponíu colaba you dellantre de miou madre, espatuxandu caleya adiantre, afalau per las engafuráes pallabres de miou má, camín de la nuesa teixá. (Conducido corría yo delante de mi madre, caminando rápido calleja arriba, arreado por las envenenadoras palabras que mi madre me dirigía, a la vez que hacia nuestro hogar nos acercábamos. Yo miraba arisco para ella, pensando que me iba alcanzar presto, para propinarme ante mis vecinos, otra somanta (paliza) como la que de aun mi cuerpo se condolía. Al fin llegamos a nuestra casa, y ya en ella encoyíu (encogido) por el temor, aguardaba resignado que mi madre calmara su furia dándome una nueva cuera, que mereciéndola, no la merecía. Estaba visto que llevaba unos días, que todos los golpes me habían elegido a mí para sus descansos, primero el cobarde de mi amo, que con sus asquerosas manos, me había puesto el rostro, tan descalabrado que no había en él un lugar sano donde coyera una guya (cupiera una aguja), después el canalla del guardia, que me dejara las orejas tan maltratadas, que me parecía que no eran mías, y para finalizar mi madre con aquella argurtóuxa tocata que m'apurriera (alta paliza que me propinara), que según me parecía, no había sido nada más que la parba (desayuno breve) de la que se esperaba Furibunda y desesperada asiome mi madre por mis maltrechos hombros, y al mirarme yo en sus hermosos y enojudos ojos, pude ver en lo más profundo de ellos, el desmesurado amor que la pobre me tenía, y lejos de azotarme como yo pensaba, sólo me preguntó muy apenada y preocupada: ¿De dónde vamos a sacar esas ciento cincuenta pesetas Xulín? ¡En alguna parte hijo, nos las agenciaremos, porque yo no permitiré que esta canallesca ley, hecha por indeseables sin entrañas, te lleven al reformatorio, donde ellos se tenían primero que reformar, para no seguir sembrando entre los desventurados vencidos, tanta vengativa y nefastosa canallada! Al día siguiente al rayar el alba, después de desayunar el rabón, (leche ácida cocida con harina de maíz) del que yo sí que me harté, pero ella la pobre apenas comió unas cucharadas, armada mi madre de un azáu (hacha) que había pedido prestado a un vecino, y yo de una foiceta (hoz) de podar la leña, fuimos al monte comunal a baltiar (cortar) leña, pues un carro de leña de encina, roble y espinero, que pesaba más de tres mil kilos, pagaba el maestro panadero, de la única panadería que había en el concejo, cincuenta pesetas por él, así que teníamos todo un mes por delante, para preparar los nueve mil kilos de leña, que nos proporcionarían las ciento cincuenta pesetas, con las que calmaríamos las iras de aquella inhumana ley, que tan despiadadamente nos había castigado. Parecía que mi madre poseía la fuerza del más intrépido de los hombres, talmente era un gigante que con una fiereza incomparable, chorreando sudor y espelurciada su rubia cabellera al viento, cortaba sin el menor descanso encinas, robles y espineros, mientras que yo imitándola en cuanto podía, podaba aquellos arbustos con el más grande de todos mis entusiasmos. Serían las tres de la tarde y no habíamos hecho aun el más pequeño descanso, cuando mi madre me dijo que buscase caracoles, que se criaban en abundancia por aquellos lugares, tal cosa hice mientras que ella prendía un buen fuego, y allí asamos los caracoles que al ser atacados por el calor, estiraban su cuerpo asándose perfectamente, y fue aquella asquerosa comida la que mitigó nuestra hambre. Y así un día, y quince, y veinte, hasta que logramos preparar sin desfallecer ni descansar, los tres carros de leña, acarreándolos a las costillas, en otras ocasiones poleándolos (haciéndoles rodar) por entre los zarzales y las peñas, hasta poder llegar con tan copiosa cantidad de leña, al estratégico lugar donde el panadero con su carro, pudiera cargar la leña. Estábamos embalagándola (apilándola) mi madre y yo muy ufanos y satisfechos, de la difícil victoria que habíamos en tan escaso tiempo conseguido, porque en duda pongo, que pocas gentes en todo el Universo en las circunstancias que nosotros nos encontrábamos hubieran podido lograrlo. Digo yo que en tal trabajo nos encontrábamos amontonando aquella leña, que todos los tochos (leños) medio descortezados por la cantidad de veces, que fue menester rodarlos por entre los cuetus (piedras) que poblaban aquel xerrapeíru (sierra) daban señales y no por los cortes de las herramientas, de haber sufrido lo indecible por encontrarse despeyexáus (despellejados) hasta casi el total emporricamiento (desnudez) de las arnas (cortezas) que los cubrían. Nuestras físicas humanidades se encontraban tan maltrechas después de tantos días de sobrehumano trabajo y de raquíticos y deplorables alimentos, que tal parecía que éramos cadabres (cadáveres) vivientes, sino supiesen cuantos nos conocían, que éramos dos invencibles barras del más puro acero. Yo descalzo de afechu (del todo) y mi madre con las alpargatas dándoles vueltas alrededor del tobillo, imposibilitadas del menor encatesu (remiendo) todas nuestras escasas vestiduras lucíanse tan acuchilladas, como si fatáus (muchos) puñales anárquicamente las hubieran rasgado. Y nuestras pieles por todos los lados se encontraban arraguñáes (arañadas), pinchadas, magulladas, en definitiva martirizadas por las piedras, por los espinos, por la infinidad de arbustos que en aquella sierra casi inaccesible para las mismas cabras, yo y mi madre como dos guerreros invencibles, cortamos aquellos tres carros de leña, que al decir de mi madre, servirían estupendísimamente bien para amagostar (asar) a la propia ley, y a los sinvergüenzas y deshumanizadores fascistones que la vieran fechu (hubieran hecho). Y en postura tan deplorable se empobrecían nuestros desventurados cuerpos, por todo lo contrario, nuestros espíritus se lucían sanos y fortalecidos, orgullosos y alegres, por haber conseguido aquel trabajoso y casi imposible triunfo. También solía decir mi madre dentro de una rabia y desilusión enfurecida, que si los «roxus» (rojos) hubiesen batallado con el mismo ardor, e indómito entusiasmo que nosotros habíamos puesto, todos los fascistones de Europa serían nada para vencerlos, ni en lo más mínimo. Vuelvo a repetir, que concluíamos mi madre y yo de empericotar (apilar) los cuatro leños que faltaban para dar por terminada aquella proeza, cuando la diosa fortuna nos vino a visitar en la forma de Falu el maderero, que más o menos, esto fue lo que nos hizo, y nos dijo: ¡Buenas tardes Lluza!, que así era como llamaban en asturiano a mi madre, ya que en castellano su gracia es Luzdivina. ¡Se ‘l tou home allevantara la motchera, ya te viera a tí ya ‘l tuo fiyiquín, nel estáu que vus deixó la llamazoúsa ley del venceor, paime amín, qu'el probetayu espavoríu per tan grandie inxusticia, oitra vez se morrería! (Si tu marido volviera al mundo y te viera a ti y a tu pequeño hijo, en la situación que os ha dejado la fangosa ley del vencedor, me parece a mí, que el pobre lleno de un enloquecedor pavor por tan grande injusticia, otra vez se volvería a morir). —Recuerdo yo muy bien, lo mismo que si en este momento de nuevo lo estuviese viviendo, lo que me ha hecho esta canallesca ley que ahora a ti te martiriza, cuando en los frentes de Teruel me cogieron prisionero. Me internaron en un campo de concentración, y me dieron más palos que días me quedan de vida, aunque muerra tan viétchu (muera tan viejo) como Marcelín el de Fresnedo, que le llevó Dios cuando pasaba de los ciento diez años. Como comida nos daban una lata redonda de sardinas o bonito, que los prisioneros le llamábamos «el reloj», ya que así era de pequeña. Cuando te salía podre, que sucedía la mayor parte de las veces, te pasabas el día haciendo vigilia. ¿Cuánto te va a dar el panadero por esta leña Lluza? ¡Hombre yo creo que son tres carros buenos, y como está pagándose a diez duros el carro, pues me dará treinta! ¿Algamate? (alcánzate para la multa). ¡Sí Falu, ye lu xustu! (Es lo justo). Rafael, que así se llamaba Falu, (uno de los hombres más honrados, trabajadores y enteros que yo he conocido), a la vez que del bolsillo interior de su chaqueta sacaba la cartera dijo: ¡Mera compañera, voy a venir con el camión de la compañía maderera y llevar toda esta montaña de leña a Trubia, yo te voy a entregar ahora por ella trescientas pesetas, si después vale más, ya te daré el resto, y si vale menos, considera ese dinero que te di, como regalo de un roxu decente ya honráu comu tú le yes miou neña! (Rojo decente y honrado como tú lo eres mujer). Al día siguiente que era feria semanal en la capital del concejo, pidiole mi madre prestado a una buena vecina amiga suya un paxiechacu (traje, vestido) y unas zapatillas, y así vestida de prestado la pobre, se trasladó bien de mañana a la Villa, pagó la multa a aquellos canallas que servían a una ley tan ultrajante, que a los vencidos y sus inocentes descendientes peor que a apestosos esclavos nos trataba. Luego, después, compró ella un paxietyín (un vestidito), unas zapatillas y unas madreñas, para mí, un buzo, que era la vestimenta que entre los pobres se estilaba, unas alpargatinas y unas fuertes madreñas, y después de mercar algunas cosas necesarias, vino para casa la mar de contenta y satisfecha. Y ahora yo me pregunto a muchos años de distancia, viviendo aquellos por mí vividos pisoteados y vengativos tiempos, ¿a qué asesinas, sucias y cobardosas manos, irían a parar, aquellos nuestros dineros, ganados con el sobrehumano esfuerzo y la más justa honradez, manchados por la sangre de nuestras heridas producidas en el agotador trabajo, y mojados por tantas gotas de sudor, como de estrellas debe de haber en el infinito cielo? ¿No se dan cuenta amigos lectores, que injusticias como ésta, o de otra índole aun mayores, deben de contarse al Mundo, pese a quien pese, para quienes las escuchan forjen en sus sentimientos, de que en toda guerra, y sobre todo las civiles, dejan tras de sí, primeramente el dolor más deshumanizante, después las venganzas más pervertidas, que darán vida con fuerza ilimitada, a la repugnante, sanguinaria y odiosa fiera, que todo ser humano, desde los primitivos tiempos de su nacencia, lleva celosamente escondida, en el apartamiento más oscuro y más brillante de su espíritu, donde se mueve gozoso el sentimiento humano, tras de saber que a su Prójimo bien le ha hecho, y se revuelve envilecido, encanallado y airado por el odio y las iras endiabladas, cuando también comprende que a sus semejantes, en el dolor y el sufrimiento los ha sumergido. Y fue precisamente a estos desatinados sentimientos, manejantes en aquellos tristes momentos, de las inhumanas leyes que regían los destinos de mi Patria, donde fueron a parar mis dineros, mis primeros dineros, ganados con más santidad y honradez, que pueda llevar dentro la propia Hostia Santa, que es tanto como decir, que sólo los mismos demonios faltos de toda conciencia y sin el más mínimo sentimiento de honestidad, podrían sin sentir asco de sus propias personas, apoderarse de los honrados y muy fatigosos trabajos, de una viuda de los roxus (izquierdistas, rojos, por el mismo estilo), y de un huérfano de los mismos. ¡¡Yo creo, que como aún no habían satisfecho sus ansias asesinas, con la muerte de mi padre y de tantos inocentes, precisaban en el momento que preciso les venía, afestinarse en postres con el esfuerzo y sufrimiento de sus deudos!! Durante algunos días viví yo jugueteando por la aldea, mi vida sin ninguna preocupación, muy contento porque iba vestido con aquel mono nuevo, más delgado que un papel de fumar, ya que se me había esgazáu (roto) por más de media docena de lugares, pero aún así, a mí me parecía que llevaba puesto, mejores galas que el mismo vencedor, que poco lucía sobre sus costillas, que se le pudiera denominar verdaderamente honrado. Mi madre mientras tanto, seguía incansablemente trabajando por las tierras de los vecinos, sin jamás cobrarles ni una peseta de sueldo, pues ella tan sólo quería, que al cambio de sus sudores le dieran una cestina de patatas, una fontadina de farina, ou de fabes lu mesmu foran prietes que blanques, d'arbeyinus ou d'oitra cebeira, dalgún terreñaín de lleiche, mazá, tarabazá, ‘n culiestrus ou cabantes de brañar. (Una fuente de harina, o de alubias de cualquier marca o color que fueran, de guisantes o de cualquier otro cereal que fuera, algún jarro de leche, desnatada, cuajada, o la que alumbran las vacas recién paridas, o de la que terminasen de ordeñar a una vaca de leche). Ella llegaba todos los atardeceres a nuestra casa, sudorosa y cansada, pero resplandeciente de alegría, porque en su mandil traía mi comida. Luego, después de que yo me hartaba, nos acostábamos los dos en aquel jergón de sacos, repleto de hojas de maíz y también de pulgas, y abrazada a mí, se quedaba muy pronto profundamente dormida. Yo que desde niño he dormido poco siempre, quizás para hacer bueno el dicho que de camino me invento, que considera al que poco duerme más infeliz, que quienes tienen la dicha de dormir prácticamente, dentro de estos mis desvelos, en la silenciosa tranquilidad de la noche de aquella amplia sala desmueblada, cuyas paredes y techo estaban del sarro que deja el humo, y plagadas de arroxetáus (enrubiecidos) goterones, que ponían al descubierto las primeras pinturas que habían tenido, fendíu (cortado) de continuo este silencio, por el risueño y sórdido murmullo que alumbraba el pequeño río que vertiginosamente se deslizaba a menos de diez metros de nuestra casa, y otras veces también era enruxeráu (alterado) aquel silencio, por los ladridos de los perros de la aldea, o por el cante siempre misterioso y apabullador que hacen las curuxas (buhos) en la noche, cuento yo en que estos desvelos, observaba el placenteroso dormir de mi madre, con su respirar acompasado, fuerte y sano, con todos sus acerosos músculos, con naturalidad relajados, talmente parecía mi madre del todo inofensiva, mas sin embargo, aquel perfecto y vigoroso cuerpo que acoplaba fuerzas en el descanso, de la misma natural manera que agigantadamente dormido descansaba, cuando despierto se hallaba, se transformaba en un invencible e incansable guerrero, condenada ya a luchar en l'engarradiétcha del trabayu (la pelea del trabajo), todos los momentos de su vida, por los mismos endemoniados vencedores, que primeramente le habían achuquináu ‘l sou home ya lus sous fíus. (Asesinado a su marido y a sus hijos). Y ahora que ya todo ha pasado, y lejos de olvidarlo se agiganta cada día más en mi mente, yo me pregunto, que si mi madre no hubiese sido así de luchadora, de brava, de valiente y honrada, qué seria de mí y de ella misma, acosados en todo momento por la ley insana del vencedor, y xunius (uncidos) también para siempre, en el desventuroso carro de la esclavitud bien vigilada, por el látigo y la pistola del triunfador.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > carraca

  • 7 xitanus

    Xitanus, gitanos. —Nus tempus d'endenantes cundu you era guaxe, toes les aldines de la miou Tierrina taben ameruxáes d'istes prexones ya d'oitres qu'achegaben fasta lus nuexus chugares catandu dalguna ruquera qu'enzular p'afogar la prietona fame que lus encibiétchaba, peru de toes les xentes qu'achegaben ya caúna col sou rexistru, lus únicus qu'arrapiegaben dalgu yeren lus intelixentes ya estutus xitanus, vou cuntabus nagora a la memoria d'istes ximples, xenciétches, intelixentes ya desprestixáes xentes isti tratu que cheldarun d'enría d'un veicín miou. TRADUCCIÓN.—En los tiempos pasados cuando yo era un niño, todas las aldeas de mi querida Tierrina, estaban, plagadas de estas gentes y de otras parecidas, que llegaban a nuestras aldeas buscando alguna cosa para comer, con el fin de ahogar la grande hambre que los encadenaba, pero de todas las personas que llegaban y cada una con su oficio bien entrenado y aprendido, los únicos que lograban engañar y sacar partido de sus trapisondas eran los inteligentes gitanos. Yo les voy a contar ahora a la memoria de estas simples y sencillas gentes, de estas buenas, inteligentes y despreciadas personas, un trato que hicieron con un vecino de mi aldea que siempre se las dio de listo, pensando que por mal que fuese el trato, él siempre saldría ganando, ya que su pollino valía muy poco. "PIN EL TOIPU" “JOSÉ EL TOPO” —Chegarun lus xitanus naquel díe del mes de coyer el pan mu cedu a la miou aldina, tou la nuétche la borrina apaxiétchara l'aldina con choramicus d'orfina, anxín yera que tous lus erus taben orbayainus, ya lus pancicales llucíen sous espigues enxemáes sous ariestes d'urpinas d'orfinadura, tal paicíen les espigues que yeren xoyes de finu goru, dientru de repuxáus cadexinus de plata de bona lley. —Llegaron los gitanos aquel día del mes de recoger el trigo (agosto), muy temprano a mi aldea, toda la noche la densa niebla había vestido a la aldea con finas lágrimas que casi invisiblemente de la niebla se desprendían, así era que todos sus campos estaban mojados, y los trigales lucían sus espigas llenas sus aristas de delicado rocío, tal parecían las espigas joyas del más fino oro, dentro de repujados de finas cadenas de buena plata de ley. —Taba la borrina pe la fondeirá de lus préus de la braña, ya tal paicíe qu'aquel díe 'l sol diba ser de figal, anxín yera qu'al nun puder coyer el pan per tar moyáu, cuaxi toes les xentes poucu teníen que faer, perque la yerbe tóa ya taba nel payar perque tou 'l branu fora un magosteiru, per isti cheldar toes les xentes andaben d'un lláu p'oitre chuquinandu 'l tempu, menus lus qu'andaben curiandu 'l ganáu. Anxina yera que la ñovedá de lus xitanus faía qu'el cutidianu tempu s'espiertare dálgu qu'agüéchar nuéu. —Aquechus xitanus chegaben prietus comu les rexes del xardu, amagostáus sous focicus pel sol de lus caminus, ya prietus tous sous pelleyus que chebaben al entestate, que cuaxi, cuaxi andaben en porriques, perque tantu lus homes comu les mucheres traíen sous paxiétchus tan eszarapáus, tan amamplenáus d'esgazaduras per tous lus lláus, que solu lus homes tapaben lus coyones, ya les muyeres la clica yal entamu, perque lus nenus andaben cuaxi d'afechu en porriques. Yera aquecha caterba de xitanus ente lus de sou clás lus mái probes, perque nin tan xiquiér teñíen nin pequenu nin ruín querru, tou contu teñíen chebábenlu d'enría de les costiétches ya del llombu de sous pótchinus. Istus xitanus per lu xeneral son mái pelligróuxus ya galaméan munchu máu depriexa d'un lláu p'oitre nun istanti, que lus que cheben querrus, pos ístus xamás faen les rapiegáes de lus oitres, perque tenen teixá dou catalus que son lus querrus dou s'ateíxan. TRADUCCIÓN.—Aquellos gitanos llegaban negros como las barras del xardu, tostados sus rostros por el sol de los caminos, así como también negros eran los cutis que lucían al aire, pues casi del todo andaban desnudos, porque tanto los hombres como las mujeres, traían sus vestidos tan rotos, tan sumamente despedazados por todas partes, que solo los hombres se tapaban los cojones y las mujeres el culo y las tetas porque los niños andaban casi completamente desnudos. —Era aquella tribu de gitanos entre los de su raza los más pobres, porque ni tan siquiera tenían ni ruino, ni pequeño carro, todo cuanto poseían lo llevaban encima de sus esqueléticas costillas y al lomo de sus pollinos. Esta clase de gitanos por regla general eran más peligrosos y se movían con más rapidez de un lado para otro en un instante, cosa que no podían hacer los que llevaban carros, pues estos jamás cometían los ladronizos de los primeros, porque tenían su casa dónde ir a buscarlos que eran los carros donde vivían. —Chuéu toes les xentes de l'aldina que teñíen dalgúna couxa que perder puxérunxe na guardia de llindiar aquechus xitanacus que lu mesmu arrapiegaben una pita, que cuallesquier oitra couxa menus les ferramientes de trabayu ya les madreñas, pos istes prexés yeren p'échus una ufenxa pa sous dinidáes. —Fexerun sou chariegu debaxu lus húrrus, xeitu dou s’ateixaben toes les xentes que comu échus espatuxaben pel mundiu adiantri, yeren ente mucheres guaxes ya homes un cabanáu de mái d'una ucena, ya sólu traíen tres pótchinus, dous burraxus grandies ya enteirus, tan flacus ya prietus comu taben échus, anxín comu 'na pótchinada pequena ya ruina, que viaxaba xin dalgun aparexu danría 'l sou cadarmeiru llombu, you nun sei xin yera perque nun tendríen mái albardes ou lú que fore, ou perque teñía un pótchinín de pouques xemanes tan famientu ya esguiláu comu tous échus. Nun istantín xebrárunse tóus nel trabayar de sous deleres, metandu qu'angunus quedaben debaxu 'l húrru dexaparexandu les couxes de lus pótchinus oitres tremáus pe l'aldina cataban buxíu pa les sous cestiquínes con mires d'escambiayes per comedera, ou leyíen la bona xuerte, ou chaben les cartes, ou miagaben llimosnes aqueches mucheres que chebaben un nenu d’entamu pal cuál pedigueñaben pel amore del Faidor dalgu de lleichi ou farina, ou pataques, ou fabes, pos ya nel atayu del pedigüeñáu tou lu que fora yera p'échus un antroxáu de festa. —Nel treminu de poucu tempu, tizarun el fuéu, puxeron el pote ya fixerun dalgu callentri, nun sei lu que yera, ya despós de ben gradiada l'aldina, rexúntarunse tóus enxemáus d'allegría, ya falandu na sou xerga metanes enzulaban el potaxín qu'encaldaran, tal paicía que yeren mái fellices que tou l'aldina xunta. TRADUCCIÓN.—Pronto todas las gentes de mi aldea que tenían alguna cosa que perder, se pusieron en guardia para cuidar aquellos gitanos, que lo mismo robaban una gallina, que cualquier otra cosa, pues todo les venía bien y érales necesario, todo menos las herramientas de trabajo y las almadreñas, pues estas preséas, eran para ellos una ofensa hacía sus dignidades muy particulares tan sólo con mirarlas. —Hicieron su campamento debajo de los hórreos de la aldea, lugar donde se aposentaban todas las gentes que como ellos caminaban por el mundo adelante, eran entre mujeres, niños y hombres, un tropel de gentes de más de una docena, y sólo traían tres pollinos, dos grandes burros sin capar, tan flacos y hambrientos como estaban sus dueños, así como una borrica pequeña y ruina, que viajaba sin ninguna clase de aparejos encima de su cadavérico lomo, bien fuese porque no tenían más albardas, o porque estaba criando un pollinín de pocas semanas tan hambriento y enflaquecido como todos los seres que componían aquella tribu. En pocos momentos se repartieron todos sus trabajos, mientras que unos se quedaban debajo del hórreo desaparejando las miserables cosas que traían encima de sus pollinos, otros se repartieron por la aldina, buscando la forma de acomodar a sus cestas en el cambio de comedera, otros leían la buena suerte, o echaban las cartas, o pedían limosnas aquellas mujeres que llevaban un niño de rollo entre sus brazos, para el cuál rogaban por el amor del Hacedor, un poco de leche, o harina, patatas, judías, pues ya caminantes en el atajo de pedir, todo cuanto les dieran para ellos era un regalo de fiesta. —Despos d’engayolar un migayu lus sous ventronacus, perque fartar nun viexen féchulu por lo rápido que habían comido, y lo poco que manejaran la cuchara, pués you agüétchabalus andar a xorbiatus de sous pletus ya cazuelus, per lu que cullumbréi que l'únicu que viexen faíu, fora callentar el estómagu conún tarreñaín de caldapius. Falu que coyerun lus sous pótchinus lus homes d'aquecha tribu 'n compaña de lus sous guaxes que comu you yeren zaragoletus, ya xebrárunxe p'escontres la veira 'l ríu, con mires de catar blimbes ya delgu de comedeira pa lus sous burraxus, perque per tous lus lláus taba la campíz amagostá d'afechu per cuaxa de les callores de tou 'l branu, peru lus pótchinus de lus xitanus manque sean viétchus rumien cuallesquier clás de fuéas ou yerbaxus, pos cundu la fame ye grandie, lu mesmu les prexones que lus anemales nun le ponen mal focicu a dalguna clás de comedera, pos tou ye comu 'n mamxar, ya les boques mái escosáes de caniles, rabilen ya ruquen cuaxi lu mesmu que xin lluciéranxe ben ferramientáes, perque la fame fae millagrus en tous lus xentíus menus nel del estómadu. —Un de lus tres pótchinus el de mexor presencia, chevaba una cabezá cuaxi nuéa, con grandies ureyeres, ya mosqueires de collorinus que remataben nunes moutes comu la de les monteires de lus xoldiáus, xegun el miou preciar, aquecha cabezá teñía mái vallor que tous lus paxiétchus, fatus, cacíus e aparexus que chelaba la tribu enteira. TRADUCCIÓN.—Después de entretener o engañar un poco el estómago, porque hartar no debieron de haberlo hecho, por lo rápido que habían comido y lo poco que manejaron la cuchara, pues yo los observaba beber con ansiosos tragos por sus platos o escudillas, por lo que saque en consecuencia, que lo único que habían hecho no había sido otra cosa, que el calentarse un poco el estómago, con aquel puchero de pobres caldos. Dígoles que nada más dejar los platos, cogieron los hombres de aquella tribu sus burros, y acompañados por los niños mayorcitos, se marcharon para la orilla del pequeño río, con miras de buscar mimbres y alguna hierba para darles de comer a sus animales, ya que por todos los lados se encontraba el campo quemado del todo por la causa del excesivo calor de aquel verano, pero los pollinos de los gitanos, así como todas las gentes y animales del mundo, bien sean viejos o nuevos, comen o rumian cualquier clase de alimentación cuando son atacados por el grande hambre, pues con esta esquelética señora por dueña, tanto las personas, como los animales, no le ponen mal hocico a ninguna clase de comida, ya que la más despreciable es un rico manjar, y hasta las bocas limpias de todo diente, trituran y rumian casi lo mismo, que las que tienen un buen dentamen, porque el hambre, hace milagros en todos los sentidos menos en el del estómago. —Uno de los tres pollinos, el de mejor presencia, llevaba puesta una cabezada casi nueva, con grandes orejeras claveteadas, y mosquiteras de diferentes colores, que terminaban en unas borlas, como las que llevan los gorros de los soldados. Según mi apreciar, aquella cabezada tenía ella solo más valor, que todos los vestidos, y demás ropas, cacharros y aparejos de toda la tribu. —Cundu lus xitanus chegarun al regueiru dexarun a la pótchina yal oitre buche xueltus, paque guarecieren per achindi 'l sou antoxu lu pocu que viexe que pastiar, metantu qu'al pótchin de la lluxóusa cabezá, l'arretrigarun al tueru d'una figaleta, chandói achindi delgu de xegáu qu' apradiaben per les xinuexes veires del regueiru, que xegaretaben conún foicinacu, tal paicíe qu’aquel pótchin tratábenlu mexor que a lus oitres, per unguna razón que you entavía nun comprendíe, achindi rucandu arretrigáu a la figalina taba enzulandu lu quei chaben, metandu qu'al lláu d'él taba un xitanu pulgandu ou escortexandu blimbes, cundu paxóu per el cháu d'él Pín el Xordapu, que comencipióu a nomaxe 'l Toipu disdi aquel mesmu díe. Pín qu'entendía d'animales per viexe criáu xempre 'l lláu d'échus, cundu agüétchou aquel burru de bona prexencia, que rucaba comu 'n condenáu aquechus yerbatus, ya qu'auxaba les mosques a patáes, rabotazus ya fasta con xeniu col sou focicu fasta 'l xeitu qu'el ramal lu dexare, comencipióu a falar col xitanu de couxes que you nun ureaba perque taba dalgu lonxe d'échus xugaretiandu a lus mious deleres, metantu uxerba a lus xitanus lu que faíen per la veira del regueiru, anxín me lu dixu que fixera miou tíu, que teñía un patacal per aquechus chugares, ya nun fora que lus xitanus fozaran en él ya l'arrapiegaren un manegáu de pataques. —Nagua you les uyía de lu que falaben, peru xin qu’agüétchaba a Pín afilbanar per tous lus lláus al buche con güeyáes ximulóuxes, pa despós cundu s'allevantóu 'l xitanu dexandu 'l sou trabayu, comincipiar a rexistrar el burru anxín per altu. Despós vilu colar pala sou teixá, paiciéndume qu'espatuxaba mái llixeiru qu'oitres veices, al ratiquín vilu golguer col sou burriquín del ramal, qu’al colocalu ‘l lláu del d'el xitanu paicía un nanu pelu pequenu ya rancuátchu que yera, fói entoncienes cundu m'ariméi 'l lláu d'échus cundu envidayéi que diben cheldar un tratu. TRADUCCIÓN.—Cuando los gitanos llegaron al riachuelo, dejaron a su borrica y al otro pollino sueltos, para que pacieran por allí a su antojo, lo poco que había que patiar mientras que el pollino de la lujosa cabezada le amarrarón al tronco de una pequeña higuera, y allí le dieron algo de pación que recogían en las cuestas y difíciles orillas del torrente, que segaban con una pequeña hoz, tal parecía que aquel pollino le cuidaban mejor que a los otros, por alguna secreta razón que yo no comprendía. Allí rumiando atado a la higuera estaba comiendo lo que le daban, mientras que al lado de él, sentado se encontraba un gitano que parsimoniosamente pelaba las mimbres para hacer cestas, cuando acertó casual o intencionadamente a pasar por el lugar Pín el Sordo, que se comenzaría a llamarlo Pín el Topo en toda la aldea y sus contornos desde aquel mismo día. —Pín que entendía mucho de animales por haberse criado toda su vida entre ellos cuando vio aquel burro de tan buena presencia, que comía como un desespera aquellos hierbajos, que cualquiera de sus animales despreciaría, y que par espantaba las moscas dando recios y enérgicos coces, fuertes rabotazos y hasta con su hocico con recio regio las espantaba hasta el lugar que se lo permitía el ramal que le ataba. Se detuvo y empezó a dialogar con el gitano de cosas que yo no podía oír por encontrarme demasiado alejado de ellos jugando a mi manera, mientras que en todo momento observaba a los gitanos todos sus movimientos, pues así me lo había ordenado un tío mío, que tenía una huerta sembrada de patatas por aquellos lugares, y no fuera a ser que estos condenados entrasen en ella, y le robasen un grande cesto de patatas. —Nada de cuanto hablaban les escuchaba, pero si que observe a Pín con miradas simulosas propiar al pollino por todas partes, para después, cuando se levanto el gitano y dejó su trabajo, comenzar a registrar al jumento así por encima sin mucho detenimiento, para después marcharse camino de su casa, pareciéndome a mí que caminaba con más ligeraza que otras veces. Al poco tiempo le vi retornar con su borriquito del ramal, que al colocarle al lado del de el gitano, tal parecía un enano por lo pequeño y ruin que era, mi curiosidad me hizo acercarme al lado de ellos, y así pude comprobar como querían hacer un trato. —Cundu 'l xitanu agüeyóu 'l buchacu de Pín xonriyendu le dixu, que comu teñía la poucu vergüenxa del querer cambear el sou buchecín, que yera de fierru ferrunóuxu, per el sou pótchin, que yera de goru macizu, pos xin él tal couxa fixera xemeyaría 'l toipu que cambeóu lus güétchus pel ráu. Pín comencipióu falale que xin dalgu tenía qu'apurriye que fora xustu ya non una rapiegada, pos achindi taba pa tóu lu que fore honréu. El xitanu entóus comencipióu a rexistrar el burrín de Pín conél esprapayu de maestru nel ufixu, palpulu ya miróulu tóu em menus tempu del cantíu del pitu, ya despós díxole, qu'l sou borriquín yera mu vieyu, quei faltaben dalgunus molares ya que teñía l'amolaxura de la foría, total que xin quería camiar el buche teñía qu'apurriye déz pexus enría, ya dous pela cabeza, pos al sou pótchin nunye xeivía perque coyíu tou él dientru d'écha. Pín el Xordapu coyu 'l xitanu pela pallabra ya díxole, que taba d'acurdu 'n apurriye lus déz pexus pel pótchín ya dái 'l suyu enría, peru pelu que nun entraba yera nel mercái la cabezá, pos xospechaba qu'aquel lluxóuxu arñés yera 'l frutu d'una rapiegá, ya nun fora la couxa qu'un díe topara 'l sou amu per dalgún merquéu ou feria ya viexese nun vergüenzóuxu compromixu. —Fáigarne 'l favor paixanu, contestoye 'l xitanu nel char del noxáu. ¿Vusté nun ten güeyus nixe focicu de magüetu que ten, p'uxervar qu’ista carbezá ta fecha a la medía del niou pótchin? —Pos xin penxa qu'el cabezal foi afoinái, penxe tamén qu'el burru foi rapiegáu, ya cole con priexa a denunciábe, agora manque m’apurra venti pexus pel pótchin, ya cuatru pel cabezáu nun encaldaríe con úste tratu dalgún perque ye un paixanu escosu de mótchera, anxín que xébrese del miou lláu xinún quer que nus engarradiemus per nomame lladrón. TRADUCCIÓN.—Cuando el gitano vio el enclenque burro de Pín sonriéndose despreciativamente le dijo: —Que como tenía la poca vergüenza de querer cambiarme aquel despreciable borrico que era de hierro herrumbroso, por el su preciado pollino que era de oro macizo. Pues si tal cosa yo hiciese, decía sonriente el gitano, me parecía al topo, que cambió los ojos por el rabo. Pín con suaves palabras le dijo, que si algo de dinero le tenía que dar encima, que fuera una cosa justa y no una ladronada, que allí estaba él para lo que fuese honrado. —El gitano entonces comenzó a buscar los defectos del borrico de Pín, con la experiencia de ser consumado maestro en tal oficio, lo tocó y lo miró entero en menos tiempo del canto del gallo, y después muy seriamente le dijo, que su borrico era muy viejo, que le faltaban algunas muelas, y que tenía el mal de tener muy a menudo diarreas, total que si quería cambiar su pollinín por el suyo, le tenía que dar diez duros encima y dos más por la cabezada, ya que a su pollino no le servía, pues cogía todo él dentro de ella. —Pín el Sordo asiendo al gitano por su palabra le dijo, que estaba de acuerdo en darle los diez pesos por su pollino y el suyo encina, pero por lo que no pasaba era por el comprarle la cabezada, pues sospechaba que aquel lujoso arnés, era sin duda el fruto de un robo, y no fuera la cosa que un día se encontrara con su dueño en algún mercado o feria, y él se viese metido en un vergonzoso compromiso. —Hágame el favor paisano, le contestó el gitano muy enojado y sulfurado, ¿usted no tiene ojos en su cara de bestia para observar que esta cabezada esta hecha a la medida de mi pollino? —Y si piensa que este cabezal ha sido robado, piense también que el pollino venía con él, y ya sabiendo o suponiendo que entrambas cosas son de la procedencia de la rapiña, puede usted marchar con prisa a denunciarme, porque yo ya no le cambiar mi pollino por su enclenque borriquillo, ni aunque me dé veinte duros encima y cuatro más por la cabezada. Así pues, hágame el favor de marcharse de mi lado sino quiere que nos enzarcemos a leñazos, por la causa de usted haberme ofendido llamándome ladrón. —Nun quixe ufendélu bon xitanu, peru you xempre disdi guaxín ureéi falar a les xentes viétchas, qu'el ufixu de lus xitanus ye 'l faer curioxas cestiquines de blimbles, arrapiegar lu que fore ya enduétbichar fadiernus tratus entivocandu lus iñoxentes paixanus. Anxina ye qu'arretiru lu de chamalu lladrón, ya choquémonus la mán dandu per fechu isti tratu. —El xitanu con punxes plasmáes nel sou esquelléticu focicu de tar entabía m' enoxáu díxole a Pín el Xordapu nel encaldar que l'apurría la sou mán, xamás niegu you la miou mán al que pide perdón, peru llancáu t'entavía nel miou vidayu l’ufenxa que me fexu, per ísfu, ya metantu nun se xebre d'afechu de la miou mótcheira, dexemus el tratu namái que nu faláu, ya xin disdi aquindi a la nuetche se me xebra la noxaura, entóus a lu mexor damus el tratu per zarráu. —Cundu chegóu 'l atapecer del díe, Pín el Xordapu fexu prexencia 'l lláu lus hurrus, per ver xin al xitanu le viexe xapaicíu 'l enoxu, ya puénxuse mu cuntentu cundu l'agüétchou reyixe m'allegre ya fellíz al lláu de les sous xentes, per ístu achegóuxe 'l lláu d'él ya nel cheldar quei poñía la mán denría 'l sou homo le dixu. —Bonu xitanu, quéi faemus el tratu ciarrándulu d'afechu ou entavía s'enllamuerga nel char del tar enoxáu. —El xitanu dichadicheiru le dixu que ya taba tan contentu comu endenantes de velu coñocíu, ya qu'el tratu taba piétchau xin d'enría de l'acordiáu l'apurría un cestu pataques pa faer la cena ya un xarricáu de lleiche pa lus nenus pequenus. —Ya fecha la nuetche d’afechu, zarrarun el tratu entrambos cuntentus ya mu xatisfechus, ya Pín el Toipu, colóu pa la sou teixá chevandu 'l burru 'l xitanu pel ramal del lluxosu cabezal, falandoi sou vidayu que viexe fechu un xegún sou paicer,un fadiernu tratu ya qu’el sou pótchinacu naide n'aldea lu quixés manque fora de regalu. Anxín qu‘achegóu a la sou corte col nuéu pótchin, arretrigolu na pexebleira, chói un bon brazáu de yerbe, ya metandu qu'el burru esgalazáu de fame l’ensulaba con priexa, palpolu ya reparóulu per tous sous lláus menus pe lus güétchus, ya quedóu prendáu d'el en tous lus xentíus. TRADUCCIÓN.—No he querido ofenderle buen gitano, pero yo desde niño siempre he oído decir a las gentes viejas, que el oficio de los gitanos, es el hacer hermosas y serviciales cestas de mimbres, robar todo cuanto tuvieran a mano, y enredar buenos tratos equivocando a los inocentes paisanos. Así que retiro lo de llamarle ladrón, y démosnos la mano dando por hecho este trato. —El gitano con señales plasmadas en su esquelético rostro de encontrarse muy enojado, le dijo a Pín el Sordo en el hacer que le daba su mano. —Jamás niego yo mi mano a quién me pide perdón, pero clavado tengo todavía en mi pensamiento la ofensa que me ha hecho al llamarme ladrón, por esta razón, mientras que no se marche del todo de mi pensamiento tan dañino sentimiento, dejemos el trato nada más que en lo hablado, y si desde aquí a la anochecer puedo olvidar la enfadadura que me ha hecho, entonces a lo mejor daremos el trato por hecho. —Cuando llegó el oscurecer del día, Pín el Sordo hizo acto de presencia al lado de los hórreos, para saber si al gitano ya le hubiese desaparecido el enfado, y se puso muy contento cuando le vió, reírse muy alegre y feliz al lado de sus gentes, por esta razón se acercó a su lado, y en el hacer que le ponía halagosamente una mano encima de su hombro le dijo: —Bueno gitano, qué hacemos el trato dándolo por terminado del todo, o todavía se remoja usted en el lar de estar enojado. —El gitano parlanchín y alegre le dijo, que ya se encontraba tan contento como antes de haberle conocido a él, y que el trato estaba cerrado y bien hecho, si encima de lo acordado, le daba un cesto de patatas para hacer la cena, y una jarra de leche para los niños pequeños. —Ya hecha la noche por completo, dieron el trato por hecho, entrambos muy contentos y satisfechos, Pín el Toipu marchó para su casa llevando al burro del gitano asido por el ramal de la lujosa cabezada, diciéndole en silencio su cerebro, que había hecho según su parecer un buen negocio, ya que su pollino nadie en su aldea lo quería aunque lo regalase. Así que llegando a su cuadra con su nuevo burro le ató a la pesebrera, le dio un buen pienso de hierba y mientras que el pollino con grande apetito la engullía con prisa, le palpó y reparó cuidadosamente por todas sus partes menos por los ojos, y quedó prendado de él en todos los sentidos. —Cundu lus malvixus xilbiaban lus albiares d'oitre díe, lus xitanus se xebraben muy cuntentus de miou aldina, ye d'antigu 'l xaber, que cundu lus xitanus encaldan anguna rapiegá, xempre colen endenantes de que les xentes del llugar espierten p'escubriya, foi anxina naquel xuceder, pos cundu Pín El Toípu fói atreínar el ganáu a la sou corte, lu primeiru que fexu fói chái una güétcha 'l sou nuéu pótchín ya viólu corriudu ya uriscu, paiciénduye que despós la fartura de bona yerbe que viexe enzuleu, fasta llucía mexor pelaxe, metandu que faluchandu conxigu mesmu se decía, que namái que auxare la fame del sou curpu, aquel pótchin diba ser mu nomáu n'aldina. —Despós d'abrañar les dous bétchaes que tenía na corte, perqu'el oitre ganáu taba nel puertu, dióule la sou mucher d'almorzar un bon escudítchau de papes con lleichi cabantes d'afoxinar, ya despós de fartu, díxole a la sou muyer que diba dír al puertu pa ver comu s'atopaba 'l ganáu, ya que diba dire axinetáu nel burru p'uxervar la xixa a maneires que tenía. —Anxina foi, que xacóu 'l pótchin de la corte pel ramal fasta la correlá de sou teixu, dou la sou mucher l'aguardaba p'agüétchalu per primeira véiz, ya namái quei llancóu lus sous güeyus denriba, díxole cuntenta 'l sou home que viexe fechu xegún picíe un fadiernu tratu, Pín el Toípu metandu l'aparexaba con l'albardaxa del oitre pótchin que de pequena quei venía cuaxi nui algemía, falabai a la sou muyer ameruxáu d'allegría ya envelexáu per dáxeyes de llistu ante la sou muyer, qu'urear nun uriaba munchu per cuaxes de la sou xordeira, peru qu'al güeyu yal vidayu poucus l'algamían, la sou muyer que yera una andoyona reyía fellíz escontres el sou llistu home, ya entrambus per aquel pótchin per un momentu forun fellices, fasta que Pín escarranquetánduxe denría 'l pótchin, díxole a la sou muche que lluéu taría de regolguía, nel encaldar que con el sou cayaducu l'apuría 'l burru cuaxi cuaxi falagoxamente paque comencipiara a caminar, e anxina lu fexu 'l pótchin ya nun paróu fasta qu'el sou focicu nun truñóu escontres la porta de la teixá del Puchegu, que taba cual char tamén almorzandu les papes, ya dexandu la tareña xaliú a la caleya dou vióu a Pín el Toipu andar al remolín d’un lláu p’oitre de la caleya xin faer brexu d'aquel condenáu pótchin per munchu que col cayáu ya les brindes l’acaidonaba el xétchu d'andar drechu couxa qu'el probe pótchin nun podíe faer per que taba ciegu comu ‘n toípu, ya nun l’escubrióu Pín xinún el Puchegu, que yera un útre p’urear, agüétchar ya envidayar cuallesquier bétcha ou escosá couxa. Ya comu bon puchegu falói a Pín dista maneira: TRADUCCIÓN.—Cuando los tordos malvises silbaban a los despertares del alba alegres y felices del naciente día, los gitanos muy contentos y dichosos se marchaban de mi querida aldea. Es de antiguo ya sabido entre las hidalgas y nobles gentes de estos maravillosos y embrujantes valles y montañas, que cuando los gitanos hacen algún ladronizo, engaño o timo, siempre se ausentan antes que las personas del lugar se despierten para descubrirlos, y así fue en aquel acontecer, pues cuando Pín el Topo ya con el día alumbrado del todo, fue a su cuadra a ordeñar y cebar al ganado, lo primero que hizo fue mirar con marcado profundo a su nuevo pollino, y lo vió recio, con genio espantadizo, pareciéndole a él, que después de la buena hartura de la excelente hierba que había comido, parecía más lucido su pelaje, y hablando consigo mismo muy contento se decía, que nada más que se alejara el hambre de su cuerpo, aquel pollino iba a ser muy renombrado en la aldea. —Después de arreglar las dos vacas paridas que tenía en el establo, porque el otro ganado que tenía por aquella época estaba en el puerto pastiando, le dió su mujer el desayuno, que consistía en una escudilla grande de harina cocida, comida a la par de la espumosa leche recién ordeñada, y después que se hartó, le dijo a su mujer, que iba a ir hasta el puerto, para ver como se encontraba el ganado, y que iba montado sobre el burro, para observar su fuerza y las otras maneras que pudiera tener. Así fue que sacó al pollino de la cuadra cogido de su ramal hasta la corralada de su casa, donde su mujer le esperaba para mirar por primera vez aquel burro tan aponderado de su marido, y nada más que sus ojos le repararon con interesado deseo, díjole muy contenta a su marido, que hubiese hecho según su apreciación un buen trato. —Pín el Toípu mientas le aparejaba con la albarda del otro pollino que de pequeña que era casi no le valía, le decía a su mujer lleno de alegría y endiosado por sentirse agudo y listo ante los ojos de su mujer. —Yo oír no oigo mucho por causa de la sordera, pero a vista e inteligencia muy pocos me alcanzan. La su mujer que era una inocentona, se reía muy feliz hacía su listo marido, y entrambos por aquel pollino en aquellos momentos se sentían felices, y a la par que Pín montaba en su pollino a su mujer le hacía, que muy pronto estaría de vuelta, y seguido le daba al burro con el callado casi, casi como halagándole para que se pusiese en camino, y así lo hizo el buen pollino, no deteniéndose en su camino, hasta que su hocico no tropezó contra la puerta de la casa del satírico, que en aquel suceder también estaba desayunando las papes, y ante tal golpetazo, dejó su escudilla saliendo con rapidez a la calleja, donde vio a Pín el Topo dando vueltas a caballo de su burro de un lado para otro de la calle, sin poder conducir aquel condenado asno, por mucho que lo intentaba con el callado y las bridas para ensenderarlo en el surco del caminar enderechura, cosa que el desgraciado pollino no podía hacer, porque se encontraba tan ciego como el topo, y no descubrió este mal Pín, sino que fue su vecino Satírico, que era un verdadero águila en el oír, ver y pensar en cualquier rica o pobre cosa, y como buen satírico que era le habló a Pín de esta manera: —Disdi güéi Pín el Xordapu tou l'aldina chamarate Pín el Toípu, perque hay que tar de cegaretu comu isti llabrador xin llabiegu, pa nun ver disdi prinxipíu qu'isti pótchin nun vei goteira per dagún de lus dous güetchus. Pín baxóuxe del pótchin xin gurniar pallabra, falagóu 'l burru comu dandói nel entender que nun taba noxáu escontres d'él, coyólu pel ramal ya golguióu arretrigalu na sou corte, dexaparexólu ya chandoi un bon brazáu de yexbe axentóuxe nel pexeble xuntu dél, comencipiandu falaye d'ista maneira: —Nun cuntes miou pótchin que tóu noxaón escontres tigu per que tás cegaretu you sei que yes un bón pótchin, grandie, forte, sanu ya enteiru comu se foxes de parada, per ístu d'aquindi nadiantri you seréi lus tous güetchus, ya tóu farás lus mious trabayus, you te chevaréi ben acaidonáu pel ronzal, ya farás lus mesmus trabayus que cualesquier pótchin de l'aldina, l'únicu que nun podréi será 'l axinetame d'enría tigu, peru de tous lus demás llabores nun me dexarás d'encaldar dalgún, anxine ye, que cuaxi tou contentu de ver fechu 'l tratu con lus condenáus xitanus, quei conisti tratu que fexe conechus, per rexultar tóu cegeretu d'afechu, llimpiarúnme disdi güéi 'l nome de Pín el Xordapu, 'l chamane 'l Puchegu Pín el Toípu, que ye lu mesmu que xin me bautizar el cura. —Y'Anxina foi comu xucedióu, pos aquel xigante de pótchin cegaretu, acaidonáu per el bon envidátchar de Pín el Toípu, yera queríu, aponderáu ya respetáu nun solu na miou aldina, senún entoes les oitres de l'arredonda, ya yera tan renomáu aquel pótchin, perque faía couxes qu'enxemás fixérales dalgún burru que tuviexe lus güeyus con bona vista. El pótchín conel bon pexeble refachénduxe nel cheldar qu'auxaba la fame del sou curpu, ya comu yera xoven dientru lu que cueye, féxose un pótchinon cuaxi paicíu a lus de les paráes de xementales. —Un díe 'l sou veicín díxole a Pín qu'andaba la sou pótchuca callentri, ya quei xin le doxaba que la cabriere 'l sou pótchin, Pín que nun algamíe a faer les puches tamén encalducades comu les cheldaba el sou veicín el Puchegu que foi capaz d'escambiaye 'l nome, xin qu'el sou vidayu cuaxi xempre con intelixencia l'allambraba, per ístu arrespondióule axindi: —Comu 'l miou cegaretu pótchin ye xemental de postineira parada, ya nun solu per sou prexencia, xinún perque paez que ten fasta pequenina alma, xin quiés que cubra la tou pótchina tenes qu'apurrime un pexu, ya isu atinde que yes veicín de la porta la teixada, peru a toes les oitres xentes que queran pedime lu mesmu que tou, cobrareyes dous pexetes mái, perque tener na corte descendencía del miou pótchin, ye teñer la meyor xoya de la pótchineria. Conistu queru falate queríu veicín de la porta la teixá, que con la rebaxa que te faigu ben me pués faer una bona propaganda. TRADUCCIÓN.—Desde el día de hoy Pín el Sordo, toda la aldea te llamará Pín el Topo, porque hay que estar tan ciego como este labrante sin arado, para no ver desde principio que este pollino no veía ni gota por ninguno de entrambos ojos. Pín se apeo de su asno sin pronunciar palabra, a la vez que halagaba al pollino, dándole a entender que no estaba enojado con él y asiéndole por el ramal le volvió a atar dentro de su establo, lo desaparejo y le dio un buen brazado de hierba, y sentándose en el pesebre junto a él, comenzó a hablarle de la siguiente forma: —No pienses mi pollino que estoy enojado contigo, porque te encuentras completamente ciego, yo se muy bien que eres un buen pollino, grande, fuerte, sano y entero, como si fueses de la parada de los sementales, por esto, de ahora en adelante, yo seré tus propios ojos y tu harás los mis trabajos, yo te llevaré bien conducido por el ramal y harás los mismos quehaceres de los demás pollinos de la aldea, lo único que no podré será el ajinetarme encima de tu lomo, pero de todos los demás labores, se que no dejarás de hacer ninguno y hasta puede que los realices mejor que el más avispado de tus hermanos de burrería, por está razón te digo, que casi me encuentro contento de haber realizado tu trato con los condenados gitanos, pues por haber hecho tal negocio con ellos, al resultarme tú del todo ciego, mis vecinos me quitaron desde hoy el nombre de Pin el Sordo, desde el mimo momento que el Puchegu me llamó Pín el Topíu, que es lo mismo que si me bautizase el cura de nuevo. —Aquel gigante de ciego pollino, bien dirigido por el inteligente Pín el Topo, con tal precisión realizaba todos sus trabajos, que era querido, aponderado y respetado, no sólo por las gentes de mi aldea, sino en todas las otras que la rodeaban. Y era tan renombrado aquel excepcional pollino, porque hacía cosas que jamás habían sido hechas por ningún otro pollino aunque tuviese los ojos con buena vista, el ciego burro, que siempre tenía el pesebre lleno de buena hierba, que érale para él manjar divino, engordó y se rehizo, al tenor que iba sacando la miseria y el hambre de su cuerpo, y como era aun joven dentro de lo que cabía, se hizo un pollino aún casi mejor que los que tenían de sementales en la cuadra de la parada. —Un día su vecino el Puchego, le dijo a Pín que su pollina andaba en el celo de necesitar semental, y que si le dejaba que su pollino la cubriera. Pín que no alcanzaba el hacer las sátiras tan bien niveladas y agudas como el Puchegu, que fue capaz de cambiarle el nombre de Pín el Sordo por el de Pín el Toípu, si que su pensamiento casi siempre navegante en la inteligencia le alumbró lo siguiente. —Como mi ciego pollino es semental de postinera parada, y no sólo por su gallarda presencia, sino porque tal parece que también tiene una pequeña alma, si tú deseas que cubra a tu pollina, me tienes que pagar por tal servicio un duro, y esto a ti que eres vecino de la puerta de casa, pero a todas las demás gentes que quieran pedirme lo mismo que tú, les cobraré dos pesos más, pues tener en el establo una descendencia de mi pollino, es lo mismo que poseer la mayor joya de toda la burrería. Con esto pretendo decirte querido vecino de la puerta casa, y con la rebaja que te estoy haciendo, tú bien me puedes hacer una buena propaganda.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > xitanus

  • 8 no

    nəu
    1. adjective
    1) (not any: We have no food; No other person could have done it.) ninguno
    2) (not allowed: No smoking.) prohibido
    3) (not a: He is no friend of mine; This will be no easy task.) ningún

    2. adverb
    (not (any): He is no better at golf than swimming; He went as far as the shop and no further.) no

    3. interjection
    (a word used for denying, disagreeing, refusing etc: `Do you like travelling?' `No, (I don't).'; No, I don't agree; `Will you help me?' `No, I won't.') no

    4. noun plural
    ( noes)
    1) (a refusal: She answered with a definite no.) no
    2) (a vote against something: The noes have won.) no

    5. noun
    (a very unimportant person: She's just a nobody.)
    - there's no saying
    - knowing

    no1 adj ninguno
    no2 adv no
    is it raining? No, it's snowing ¿llueve? No, nieva

    Multiple Entries: NO     no
    NO (
    noroeste) NW

    no adverbio
    a) ( como respuesta) no;
    (modificando adverbios, oraciones, verbos) not la negación de la mayoría de los verbos ingleses requiere el uso del auxiliar `do'
    ¿te gustó? — no did you like it? — no, I didn't;
    ¿vienes o no? are you coming or not?; no te preocupes don't worry; ¿por qué no quieres ir? — porque no why don't you want to go?I just don't
    no veo nada I can't see a thing o anything;
    no viene nunca she never comes
    está mejor ¿no? she's better, isn't she?;
    ha dimitido ¿no? he has resigned, hasn't he?
    se ganó la lotería — ¡no! he won the lottery — he didn't! o no!
    ¿te gustó? a mí no did you like it? I didn't
    f) (delante de n, adj, pp):
    la no violencia non-violence; un hijo no deseado an unwanted child ■ sustantivo masculino (pl
    noes) no

    no
    I adverbio
    1 (como respuesta) no: ¿quieres un poco?, - no, gracias, would you like a bit?, - no, thanks
    2 (en frases negativas) not: aún no está dormido, he isn't asleep yet
    hoy no es jueves, today isn't Thursday
    no, no iré, no, I will not go
    no tengo hambre, I am not hungry
    ¿por qué no?, why not?
    ya no fuma, she doesn't smoke any more
    3 (antepuesto a un nombre) la no colaboración se penalizará, non-collaboration will be penalized
    4 (con otros negativos) no diré nada, I won't say a single word
    no lo haré jamás, I'll never do it
    no sin antes..., not without first...
    5 (en advertencia, cartel) no fumar, no smoking
    6 (en preguntas retóricas o de confirmación) está enfadado, ¿no es así?, he is angry, isn't he?
    estoy guapa, ¿o no?, I'm smart, aren't I?
    firmarás el contrato, ¿no?, you'll sign the contract, won't you?
    ¿no nos presentaron el otro día?, weren't we introduced the other day?
    7 (para expresar un temor) llévate el paraguas, no sea que llueva, take your umbrella in case it rains
    II sustantivo masculino no: ¿es un no definitivo?, is that a definite no? 'no' also found in these entries: Spanish: A - abandonar - abandonada - abandonado - abandonarse - abarcar - abarrotada - abarrotado - abasto - abatir - abatimiento - abonarse - abortar - abrir - abreviar - abrigar - absoluta - absolutamente - absoluto - abstraerse - abuela - abundar - aburrida - aburrido - abusar - acabar - acallar - acalorarse - acariciar - acaso - accesoria - accesorio - aceptar - acertada - acertado - achacar - achantarse - aclararse - aconsejar - actuación - actual - acudir - adelantar - adelante - adentro - adivinar - admitir - adónde - adorno - advertir English: abide - ablaze - able - about - absence - absent - accepted - accommodate - account - accountable - accustom - act on - action - actual - actually - add up - adequately - adjust - admit - admittance - advertise - advise - affair - afford - afraid - agree - agreement - albeit - alike - alive - all - alone - aloud - also - alternative - altogether - always - ambit - amiss - amusing - anathema - and - answer - answer back - antisexist - any - anybody - anything - anywhere - apart
    No
    tr['nʌmbəSMALLr/SMALL] (Also written no; pl Nos, nos)
    1 ( number) número; (abbreviation) nº, núm.
    no ['no:] adv
    : no
    are you leaving?-no: ¿te vas?-no
    no less than: no menos de
    to say no: decir que no
    like it or no: quieras o no quieras
    no adj
    1) : ninguno
    it's no trouble: no es ningún problema
    she has no money: no tiene dinero
    we'll be there in no time: llegamos dentro de poco, no tardamos nada
    he's no liar: no es mentiroso
    no n, pl noes or nos ['no:z]
    1) denial: no m
    I won't take no for an answer: no aceptaré un no por respuesta
    2) : vota f en contra
    the noes have it: se ha rechazado la moción
    no
    adj.
    ninguno, -a adj.
    adv.
    no adv.
    n.
    no s.m.
    voto negativo s.m.

    I nəʊ
    1)
    a) (+ pl n)
    b) (+ uncount n)

    how can we cook with no electricity? — ¿cómo vamos a cocinar sin electricidad?

    c) (+ sing count n)

    I'm no expert, but... — no soy ningún experto, pero...

    3)
    a) (prohibiting, demanding)

    II
    adverb (before adj or adv)

    I no longer work for them — ya no trabajo para ellos, no trabajo más para ellos


    III

    to say no — decir* que no

    no, thank you — no, gracias

    have you seen John? - no, I haven't — ¿has visto a John? - no

    oh no, you don't! — eso sí que no!

    oh no, not again! — ay no, otra vez!


    IV
    noun (pl noes)
    a) ( negative answer) no m
    b) ( vote) voto m en contra

    V
    (pl nos) (= number) no, No

    phone no 34682 — (no de) Tel.: 34682

    [nǝʊ]
    1. ADV
    1) (answer) no
    2. ADJ
    1) (=not any) ningún

    I have no money/furniture etc — no tengo dinero/muebles etc

    no admittance, no entry — se prohíbe la entrada

    "no parking" — "no aparcar", "no estacionarse" (esp LAm)

    it's no goodes inútil

    details of little or no interestdetalles mpl sin interés

    there is no coffee leftno queda café

    we'll be there in no time — llegamos en un dos por tres, no tardamos nada

    it's no troubleno es molestia

    no two of them are alike — no hay dos iguales

    it's no usees inútil

    2) (=quite other than)

    he's no film star! that's the man who lives at number 54 — ¡ese no es una or no es ninguna estrella de cine! es el señor que vive en el número 54

    he's no fool — no es tonto, ni mucho menos, no es ningún tonto

    he's no friend of mine — no es precisamente amigo mío

    3) (=no way of)

    there's no denying it — es imposible negarlo

    there's no getting out of it — no hay posibilidad de evitarlo

    there's no pleasing him — es imposible contentarle; see doubt 1.; see end 1., 2); see joke 1.

    4)

    no place * adv= nowhere

    3. N
    (pl noes)
    1) (=refusal) no m
    2) (Pol) voto m en contra
    4.
    CPD

    no entry sign N(=traffic sign) señal f de prohibido el paso; (on gate, door) cartel m de "prohibido el paso"

    no throw N — (Sport) lanzamiento m nulo

    * * *

    I [nəʊ]
    1)
    a) (+ pl n)
    b) (+ uncount n)

    how can we cook with no electricity? — ¿cómo vamos a cocinar sin electricidad?

    c) (+ sing count n)

    I'm no expert, but... — no soy ningún experto, pero...

    3)
    a) (prohibiting, demanding)

    II
    adverb (before adj or adv)

    I no longer work for them — ya no trabajo para ellos, no trabajo más para ellos


    III

    to say no — decir* que no

    no, thank you — no, gracias

    have you seen John? - no, I haven't — ¿has visto a John? - no

    oh no, you don't! — eso sí que no!

    oh no, not again! — ay no, otra vez!


    IV
    noun (pl noes)
    a) ( negative answer) no m
    b) ( vote) voto m en contra

    V
    (pl nos) (= number) no, No

    phone no 34682 — (no de) Tel.: 34682

    English-spanish dictionary > no

  • 9 freirus

    Freirus, magos, curanderos, desencantadores de embrujamientos, etc. De los Freirus se han contado muchas historias, algunas ciertas, otras meras leyendas y muy pocas están en lus cuentos. Yo ahora les voy a contar la historia relacionada con lo misterioso de las Xantinas y freirus. "L'ESTORIA DE XANTA ROUXA" —Acorreláu per argutóuxes cumes que fasta les mesmes ñubes s'espurríen, pa xorber d'échos nus envernus les ñeves ya nus branus les güáitades, ben per mor de les borrines ou de bétchadas orbayadas, ou de choveres xin tinu, cundu atroñiquen lus cielus, ya en pocétchos centellóuxes s'esmadrían ente reblagus en manplenáes de riadas. Ou cundu nes campes nuétches baxu 'l paxiétchu d'estrellas, qu'acobertorién lus érus de moyadas alboriadas, ou cundu 'l tempu trastola, ya baxan prietes borrinas xemandu las orbayadas, que fartucaben al vátche que comu xardín divinu per les argutóuxes cumes yera curiáu en muriada. —Nisti vátchiquin d'enxuenu que mil nomes xin chevara, mal nomáu xamás cheldara, perque mil vátches semexus a miou Melgueirina Asturies per tous lus lláus l'engalanan. Isti vátche yera un xardín que xempre verdi lu taba, lu mesmu nel plenu envernu que nel branu magosteiru, dou embruxantes aldines per uquiera lu poblaban, de xentes fortes ya bravas, que fellices trabayaban, disdi que el sol allumbraba, fasta que la nuétche prieta nun dexaba güétchar nagua. —Sous erus daben lu mesmu 'l perexil que l'escanda, lus arbeyinus de Mayu, ya tou la clás de ximiente qu'el llabrador la xemara. Nus sous teixus tou la fame taba d'afechu xebrada. —Allindiaben sous rebañus d'uveyes, vaques, ya yegues, que nus préus, ou nas brañadas pastiaben yerbes mu sanas. Nuna 'ldina d'isti vátche fae mamplenaú d'anus, fexu rellumbru ista hestoria que l'uréei cundu guaxe de chingua d'un bon vaqueiru que tamén él l'ureáre. —Ista cheyenda ou hestoria que ches cuntu you nagora, fói fecha per el amore, 'l xufrimientu ya la chárima, ya per oitres munches couxes qu'allumbra l'alma humana. —Yera Rouxina tan pura, tan ñatural ya melgueira, tan fermóuxa ya ben cheldá que nin el mesmu Faidor oitra mexor n'encaldara. Yera fía d'una viuda de rancuayina llabranza, qu'ente les dous trabayaben, con la gavita l'aldina, que toes sous xentes con gociu l'apurríen cundun cuadraba. Perque Rouxina yera dalgu que embruxaba y encantaba, que semaba l'allegría per uquier qu'espatuxara, Rouxina xegún les xentes yera un anxelín del ciellu, tan roxiquina y a guapina comu las divinas xanas. —Sous güétchus yeran mesterius qu'al mirar tou l'embruxaban, l'allumbraben d'allegríes, l'alleraben d'esperancias, l'aviñonaben pel gociu qu'en sou alma fogueiraba. Sous güétchus faían falugus, apurriendu mil promexas xin écha falar pallabra. Tous lus mozus d'aquel vátche taben ameruxáus d'amore per la melgueira Rouxina, pos tóus ca cual per xigu, cuntábenxe ben queríus per la melgueirina xana. —Cundu chegaben les romeríes naquel vátche d’énxuenu, toes les xentes dexaben lous trabayus, y'apaxiétchaes con sous gales de festa, diben allegres ya fellices con xantificanti respeutu, a festexar al sou Xantu ou Xantina que tou 'l añu le reizaban, rogándoyes que sous femes nun mal partu nun bétcharan ou que lus chobus ya 'l oxu nun chuquinaren sous vaques, sous uvées ou cheguadas, ou qu'el tempu vena bonu p'el maíz ya las patacas, ya cundu 'l mes de la yerbe nun choviere nin orbayara, pa poder metela bona nus payares ya nas baras, axín como oitres couxes que a sous Xantus pigüeñaban. —Ya trés lus reizus al Xantu ou a la Vírxen qu'aduraban, tóus diben pa sous teixus en hermaná fellizada, y'enzulaben el banquete que faíen col cordeiru mexor de la sou teixada, ya oitres guixus ya llambicus, que pa tal chelda forniaban. —Ya despós de tous fartus e achegres en romaurada, colaben pa la campeira dou lus múxicus gaitaban, ya tóus xemáus de diches con alegría danciaban lu mesmu la xente viétcha qu'angunes xotes danciaba, que la xuventú enteira que de baítchar n'adondaban, xempre xuníus nel dexéu de la querencia qu’embruxa l 'amore que ca cual cata, mái nus mozus que nes móuces pos ístas son mái recatas, perque la fema que pirdi la sou gonra endenantes de qu'el cura la caxara, cheva cuaxigu la duda de ser muyer fellizada. (Bona dote tenes fía, que yes fermóxa e gonrada, 'l díe que pirdas la gonra si nun yes muyer caxada, tou dote nun val pa nagua). Axin falaben les maes tous lus díes a sous fías, enus tempus d'endenantes, cundu la mútcher namái que yera 'l ama en sou teixu cundu 'l sou home nun taba. Peru güéi que la muyer ye 'l xuez que chelda les lleyes, ou 'l guardia que t'encarxela, ou 'l aboguéu falancieru que la xusticia simielga ou 'l fiscal endiañáu que t'achuquina xin pena, falu you que la mútcher güéi poucu estima sou gonra, sou embruxu mesterióxu, sou divinidá grorióuxa, sou ser má del mesmu Cristu, sou ser mantina e fermóuxa. —Ya coyendu la güítcha p'afalar denuéu continu ista hestoria ou cheyenda, falu qu'achí naquel baítche, tous lus mozus faíen dance p'eñamorar a Rouxina, tóus lampriáus nel esgolazu queríen xorber nus sous güétchus el embruxu qu'allumbraben, d'angunus envallentáus falábenle mu xellín que taben per écha llocus, peru Rouxina xonrienti a dalgún sou xi ches daba, ya ñocenti comu ‘n ánxel con sous embruxantes güeyus ya sou melgueira falancia, per xemexu afalagaba, engolguiéndulus nun fuéu que mái sou amore queimaba. —E anxín con tóus per lu mesmu, danciaba ya se reyía, falaba ya canturriaba, ya sous güeyus mesterióxus l’amor per uquier xemaban. TRADUCCIÓN.— (LA HISTORIA DE SANTA ROSA). Rodeado por altas cumbres, que hasta las mismas nubes con gallardía se estiraban, para beber de ellas en los inviernos las nieves y en los veranos las aguas, bien por mediación de nieblas o de ricas escarchadas, o de lluvias que sin tino cuando los cielos tronaban y la centella o el rayo como la luz caminaba, y las nubes se rompían en torrentes de riadas. O cuando en las noches claras bajo el manto de estrellas, que cubrían todos los campos mojados por la alborada, que tal hartaba a todo el valle, que como jardín divino, por las altas montañas era cuidado por sus naturales murallas. —En este valle de ensueño, que mil nombres si llevara mal llamado jamás fuera, porque mil valles divinos, parecidos este ensueño, en mi Dulce Tierrina por todos sus lados la engalanan. —Este valle era un jardín que siempre verde lo estaba, lo mismo en el pleno invierno, que en el verano más caluroso, donde embrujadoras aldeas por todas partes poblaban, de gentes fuertes y bravas que felices trabajaban, desde que el sol salía, hasta que la oscura noche no dejaba ver ya nada. Sus tierras daban lo mismo el perejil que el trigo, que los guisantes tempranos, que cualquier clase de siembra que el labrador trabajara. En sus casas toda hambre del todo estaba apartada. —Las nobles y bravas gentes de aquel valle de ensueño, cuidaban a sus rebaños de ovejas, vacas y yeguas, que en los verdes prados, puertos, morteras u brañas, pastiaban abundantes y buenas hierbas. En una de las aldeas de este valle, hace muchos años se a alumbró esta historia, que yo escuché siendo niño, de boca de un buen vaqueiru, que también él la escuchara. —Esta leyenda o historia que yo les voy a contar ahora, fue nacida del amor del sufrimiento y la lagrima y de muchas otras cosas que alumbra el alma Humana. —Era la joven Rosina tan, pura y tan natural, tan dulce y tan hermosa, y también deseada estaba, que hasta el propío Hacedor otra mejor no creara. Era hija de una viuda de muy pequeña labranza, que entre las dos trabajaban, con la ayuda de las gentes de la aldea, que les prestaban cuando la necesitaban. Rosina era ése algo que embrujaba y encantaba, que sembraba la alegría por donde ella caminara. Rosina según las gentes, era un angelín del cielo, tan rubia y hermosa como las divinas Xanas. —Sus ojos eran misterio que al mirar todo lo embrujaba, alumbrando la alegría, repartiendo la esperanza, llenando a todos del gozo que en su alma se hornaba. Sus ojos hacían halagos prodigando las promesas sin ella decir palabra. Todos los mozos del valle estaban llenos de amor por la dulce y encantadora Rosina, y cada cual para si mismo ya se contaba amado por la preciosa diosa. —Cuando llega el tiempo de las fiestas o romerías en aquel valle de ensueño, todas sus gentes dejaban sus trabajos, y vestidos con sus mejores galas, iban alegres y felices, con santificado respeto, a festejar a su Santo o Santina, que en todo el año le rezara, rogándole que sus hembras tuvieran un buen parir, o que los lobos o el oso no matase a sus ganados, o que el tiempo viniese bueno para el maíz, y las patatas y que en el mes de recoger la hierba no lloviese ni lloviznara, para poder tener buena hierba en los pajares y las varas, así como muchas otras cosas que a sus santos les rogaban. Y tras de los rezos al Santo o a la Virgen que adoraban, todos se marchaban para sus casas en hermanada felicidad, y festejaban el banquete que hacían con los corderos mejores de sus rebaños, y otros guisos y confites que para tales fiestas se industriaban. —Y después de todos hartos y alegres en romería, se iban para la campa donde los músicos tocaban, y todos llenos le dichas con alegría danzaban, lo mismo las gentes viejas que algunas jotas bailaban, que toda la juventud que de danzar no casaba, siempre unida en el deseo, de la querencia que embruja, el amor que cada cual buscaba, más en los mozos que en las mozas, pues éstas son más recatas, porque la hembra que pierde su honra antes de ser casada, puede que jamás alcance la felicidad soñada. (Buen dote tienes hija mía, que eres hermosa y honrada, el día que pierdas tu honra sino eres mujer casada, tu dote no vale nada). Así hablaban las madres todos los días a sus hijas en los tiempos ya pasados, cuando la mujer sólo era el ama en su casa siempre que el hombre no estuviera. Pero hoy que la mujer es el juez que hace leyes o el guardia que te encarcela, o el abogado hablador que la justicia menea, o el fiscal endemoniado que te asesina sin pena, digo que hoy la mujer muy poco esta a su honra, su divinidad gloriosa, su ser la madre de Cristo, su ser querida y hermosa. —Y cogiendo la aguijada para arrear con tino esta leyenda o historia, les digo que en aquel valle de ensueño, todos los mozos, bailaban, reían, cantaban y todo cuanto hacían y pensaban iba encaminado para enamorar a la hermosa y divinizante Rosina, pues todos estaban hambrientos y sedientos hasta el enloquecimiento, por poder satisfacerse con las embrujantes miradas de sus misteriosos y encantadores ojos, algunos mozos más osados, le decían muy despacio y con grande veneración, que estaban enloquecidos de amor por ella. Pero Rosina sonriéndose siempre con su candidez acostumbrada, a ninguno le daba su sí, e inocente como un ángel, con sus embrujantes ojos y su dulce palabra, por igual a todos halagaba, envolviéndoles dentro de un embriagador y divino fuego en el que sólo su amor les quemaba. Y así con todos por igual, bailaba y se reía, hablaba y cantaba, y sus ojos misteriosos el puro e inocente amor por todas partes sembraba. "JUAN EL CURANDERO" —Era Juan hombre maduro sin llegar en esta edad a su total madurez, y era viejo en ser tan pobre como la propia vejez, pues no hay viejo que sea rico aunque más dineros tenga que el mundo que tener. Ya que el dinero en el viejo (y a esta edad yo he de llegar si la parca en mi camino no me siega mi querer, y quisiera me respeten como yo desde mi infancia con el anciano lo hacer) u otra riqueza que fués, sólo le sirve de abrigo, de tranquilidad tal vez, y para que todos sus deudos le mimen y les respeten, como el mejor de sus males para heredarle después. —Yo no se si me comprenden por no explicarme muy bien, yo no llamo viejo al tiempo, porque el tiempo viejo no es, yo llamo anciano a los seres que han perdido la alegría, la ilusión y el apetito, y cuando esto se pierde el más joven viejo es. —Digo yo que me han contado, que Juan no tenía riquezas, y que vivía solitario en una humilde cabaña que él mismo se fabricara, era hijo de aquel valle, dónde sus padres un día tuvieran buena labranza, pero siendo él un niño que apenas lo recordar, vendieron toda la hacienda y se fueron a ultramar. Y en aquellas tierras ricas al otro lado del mar, Juan conoció la fortuna que del trabajo sus padres la pudieron enfornar (hornar), también conoció el amor, y la alegría de vivirlo con el placer que él te dar, pero el vicio de las drogas que a otros muchos te empujar, le hicieron perder su suerte y en la desgracia rodar, y esta negra desventura al presidio le llevar, de dónde salió tan pobre de riquezas y de honor, que en él ya nadie confiar. —Desesperado y mendigo, sin familia y sin hogar, Juan regreso a su Tierrina, al valle que había nacido, y a las argutas montañas que con recelo le guardar, y una vez en el lugar dónde él al mundo llegar, en terreno comunal edifico su cabaña, y tras ella hizo una huerta que con sapienza cuidar, dónde florecía la planta que tras bien elaborada él con placer la fumaba y del mundo se olvidar. —Juan vivía de la caza, de la pesca de ser hombre de mente despierta a ultranza, y quizás bien educada en el delicado oficio de curar la enfermedad, pues él sanaba a las gentes con sus potingues y ungüentos industriados con las plantas que en el monte él arrancar, así aliviaba el reuma, los catarros y otros males, que el médico no sanar. Muchas veces sus palabras sabias por bien atinadas, hacían más bien al enfermo, que el doctor y su receta, que a parte de ser muy cara, raras veces era eficaz. —Juan era un astur de casta, de estatura premediada, de rostro agradable y firme, con nariz recta y holgada, de boca que sonreía aunque palabra no hablara, de ojos tristes y avispados, del color de la esmeralda, sus cabellos eran negros para contraste de raza, y su caminar sereno tranquilidad sin par, le daban el firme aire de poder y libertad. Juan practicaba la industria de curar la enfermedad no cobrando jamás nada, pero todos le ofrendaban mucho más que si cobrara, quizás fuese porque Juan, era hombre que las gentes le querían, le admiraban y le honraban. —Una tarde estaba Juan sentado frente a su casa, que alejada de la aldea en solitario se alzaba, silencioso y cabizbajo no viendo que le observaban, Juan cavilaba en silencio, o tal vez feliz lo fuera y en nada quizás pensara. Más de pronto alguien le dijo con voz cristalina y clara, como las aguas que nacen en las fragosas montañas, con voz cantarina y brava, como la que hace el malvís en la libertad del campo, dueño y señor de su ente, no siendo esclavo de nada, con voz mansa y adulzada, como la que hace la hembra, cuando a su amado le invita, o a su cachorro le halaga, con voz cálida e inocente, como los rayos del sol que dan vida a todo ser, sin preguntar si hay algunos que no merecen tal gala con voz que era un embrujo, para cualquier ser viviente que su música escuchara: —¡Señor Juan! ¿Se encuentra enfermo, o tal vez tiene tristezas que le infelizan su alma? —Juan levantó su mirada, y allí en mitad del camino Rosina le reparaba, con sus candorosos ojos y una divina sonrisa que en sus boca bailoteaba. —¡No preciosa soy feliz, no tengo en pobreza nada, que me fabrique el dolor, ni el odio ni la venganza, ni el egoísmo maligno, ni una ilusión desquiciada! —¡Soy feliz porque soy rico, al saber que no poseo querella de hacienda vana, tengo comida y cobijo, vecinos que bien me quieren y muy tranquila mi alma. —¿Puedo sentarme a tu lado a charlar si tiene gracia...? —¡Tengo la gracia del cielo, cuando hasta mi lado llega, la hermosura más preciada por la inocencia guiada! —¡Puedes Rosina si quieres hacer cuanto a ti te plazca! —¡Señor Juan, yo soy curiosa, como mujer bien pagada, cuentan en la aldea cosas de usted y ninguna mala, pero yo quiero saber esa tristeza que tienen sus ojos que ahora me halagan, ese no querer tener, cuando todos en la vida, por el poseer se afanan! —¡No están tristes mis pupilas, ya que en verdad son dichosas, tal vez se encuentran cansadas, por el placer tan inmenso que en todo momento gozan! —¿Cómo es posible señor, que estando sólo en su choza con agranda *** ***y de todas sus bondades, y ocasiones hubo muchas en que estándome yo sola he pensado en bien amarle. Señor Juan, nunca me quite de este placer que yo siento al poder acariciarle, al poder amarle tanto, como no he podido amar, nada más que a la mi madre! — Juan dominando el deseo que su espíritu sentía, de sus sentidos dislocos perdidos en el placer del vicio que da la carne, pudo un tiempo detener prisioneros tales naturales males, pero al fin incontrolable, besó a Rosina en sus ojos que eran maravillas tales, con el ardor de la quema controlada y sin desmanes, y acariciando su rostro con hermosura pureza del más escogido ángel, le dijo ya emocionado despreciando sus maldades: —¡No sé si el cielo me premia dándome cariños tales, o si me pide un calvario que en duda pongo en llevarle, sólo sé Rosina hermosa, princesa maravillosa con designios celestiales, que en mí hallarás tú siempre cuanto tenga y pueda darte, puedes venir a mi casa siempre que el querer te llame, mi puerta no tiene llave ni para ti, ni tampoco para nadie! —¡Señor Juan, soy tan dichosa que mi pecho se me abre, y por él se me desbordan todo un Firmamento lleno de gozosas alegrías, porque no tienen cabida en mi alma que las hace! —Juan de nuevo acarició aquel ángel tentador, y sin poder contenerse aunque luchó con ardor, sus labios fueron directos aquella rosa encarnada, que era su boca preñada de virginidad y amor. Y lejos de ser esquiva a tan bacanal caricia que se enredaba en el beso que en sus labios se prendió y aquella fuente de gozo, de un deseo incontrolable de un embrujo tentador, respondió al beso en medida que el beso que recibió, y rauda salió corriendo envuelta en gloriosa dicha, con marcado rubor, le dijo adiós con su mano, hacia su aldea marchó. —Juan quedó sólo y maltrecho por el placer el dolor, sin llegar a comprender, que tanta inocencia pura, tanta hermosura y candor, pudieran vivir tan juntas en natural parangón, y darle a él tanta dicha, como carga de dolor. "LA MUERTE DE JUAN" —Fue condena para Juan imposible de vencer, aquel fuego que prendió Rosina en su corazón, era un veneno de infierno que le empujaba al placer, y no al honrado sendero de querer a la inocente como el padre que no ser. —¿O quizás es el demonio ese ángel celestial que en figura de Rosina a mí me vino a tentar, el inocente soy yo que en la inocencia fiar? —Ella se dejó halagar, yo con pasión la besé, y busqué en sus labios puros no el cariño paternal, sino el deseo carnal que en todo Humano se encuentra, como dios del placer, muchas ocasiones hay que ni el más santo barón, ni la más casta mujer son capaces de frenar y violan la castidad en su vida alguna vez. Si a este extremo llegan ellos, ¿qué podré yo hacer que soy un vicioso por demás de la droga y el placer? —Y ella se dejó halagar, y con su candorosa inocencia despertó en mí otra vez, las locas ansias de amar, que dormidas las tenía pensando que nunca más volverían a despertar, puede que ella sin querer me incitara en la pasión, por eso yo la besé, y busqué en sus labios rojos fontana de gran placer, apagar mi sed de amor, y cuando tal degustaba pude y en ella yo notar, que respondía a tal goce no con querer paternal, sino con ansias de amar, y al igual que yo gozar. Y sus pechos prominentes recios por virginidad, he visto que se alteraban sacudidos por el goce que al largo beso arrancar. Y sus ojos hechiceros brillantes como luceros cuando el alba se acercar, he visto que se cerraban extraviados y sumidos, como buscando en su mente un acomodo gustoso del placer desconocido que ella aún no degustar. —¡Más que digo! ¡Estoy demente! —¡Cómo piensan mis sentidos cosas tan bajas y ruines de una virgen inocente que como a padre me amar! —¡Santo cielo, estoy perdido dentro de este fuego ciego que sin mudanza ninguna, me conduce con fiereza al desbordado deseo, de una pasión tan demente que me roba mi sosiego, y que me empuja insolente al pensamiento más bajo que mi mente fabricar! —¡Qué feliz era yo antes en este mi bello valle, dónde desde lejos vine con el propósito firme de hallar la tranquilidad fundiéndome con la paz, que tanto necesitaba mi alma ya emponzoñada por tanto el cuerpo gozar! —¡He de marcharme del valle mañana a lo más tardar, he de huir de esta pasión que a velocidad del rayo me roba sin contenerla, el tesoro más preciado que era mi tranquilidad. He de alejarme si quiero que mi deseo carnal, consumado no se vuelva con la fiereza bestial que en afán pone la fiera cuando el hambre la devora, y para calmarla mata al inocente cordero criatura celestial, que muere en la fiera garra sin pronunciar un sollozo, como morirá la honra de la inocente Rosina, para calmar el Placer que en mi alma dislocado aspira al rico bocado de su hermoso virginal! —Ya la tarde caminaba en pos de la oscuridad, que ensombrecida en el valle hacia sus cumbres se alzar, Juan se adentró en su cabaña casi enfermo por la fuerza que había gastado en pensar, queriendo sepultarse dónde ni el mismo se hallar, para olvidar el tormento de la más grande pasión que en su vida le tentar, por eso, con sus hierbas drogadizas y otros diversos potingues que él sabía preparar, mezclados con miel y caña, en una olla con agua al mor del fuego aliñar, y cuando en su punto estuvo aquella droga fatal, se acostó en su ruin camastro y a tragos largos y ralos con gusto se la libar, para apagar en su mente su pensamiento encendido que en la Rosina quemar. —Tiempo hacía que la noche del valle ya se adueñar, cuando sintió que en su puerta alguien la abría y entrar, en el interior del cuarto con voz candorosa y suave en murmullo cariñoso que al de la gloria apariar, le decían con misterio que le pareció que era su mente que trasvolada al ente que le tentaba, de él se quería también por doble puerto mofar: —¡Señor Juan! ¿Está dormido...? —A la luz del mal candil que iluminaba la alcoba, con destellos que bailaban en las borronosas sombras, dándoles casi una vida que a más claridad no hallar, Juan vio a Rosina sonriente, entre azorada gozosa, e incorporándose presto en su catre empobrecido, preguntole preocupado aunque alegre por pensar, que en su sino escrito estaba que aquella virgen doncella sólo venía a buscar, el aplacar su pasión con la que a él le atenazar: —¿Cómo se atreves princesa, ángel hermoso del cielo, criatura primorosa, diosa de mis desvelos, ruina de mis desventuras, soberana de mi cielo, cómo te osas Rosina, encantadora xanina, que has embrujado mi alma con tu amor que al ser divino yo como mortal no espero, cómo te atreves te digo, en venir desde la aldea, sólo y en noche sombría, hasta esta casa malvada, dónde mora tu deshonra yvive mi desespero? —¡Señor Juan, no pude, y juro que lo intente con denuedo, pues algo, si que no comprendo, una fuerza misteriosa que me traspasaba el alma, entre alegre y pesarosa, entre dichosa gozosa, repugnante y vergonzosa, una pasión tan profunda que al ser salvaje es sincera, una poderosa magia que al ser divina es misterio, me obligó sin yo oponerme, a que dejase mi casa muy despacio en silencio, me trajo a su presencia, y aquí estoy porque le quiero! —Juan con tristeza profunda y alegría en alto cielo, con pasión que se apagaba y en amor ardía fiero, asió la infusión de droga y bebió con el consuelo, de ver abierta a la postre la puerta de su gran cielo. Cogió Rosina la olla de entre las manos de Juan, que no hizo ni un amago para impedir que ingiriera de aquella su medecina que le aploacaba sus penas y con su sonrisa hermosa, inocente y candorosa, bebió Rosina con gozo la caramelosa droga, tras beber un largo sorbo, siguió sonriendo feliz, a la par que se acostaba en el catre a par de Juan, y con sus palabras dulces y sus manos primordiosas, caricias sembraba en Juan a la par que le decía: —¡Algo tiene esta bebida que de alegría me llenar, algo que sabe tan dulce como la miel en panal, algo que enciende mi alma y en el aire me hace andar, tal parece que soy ángel con alas en mis espaldas que me permiten volar! —¡Señor Juan, mi Juan querido, siente un calor en mi cuerpo y la ropa me estorbar, voy a quedarme en porricas (desnuda) para contigo gozar, soy feliz mi Juan querido, tanto que dudo en el mundo, un ser con más dicha y gozo, como yo no sé si habra! —Y así entre besos y abrazos, caricias, risas y juegos, en aquel renqueante catre sucio y pobre por demás, Rosina la candorosa, la inocente virgen pura, perdió su honra gozosa, conociendo jubilosa un placer que no soñar, perdió su casta inocente y a cambio ganó dichosa, saborear felicidad. —Toda la noche fue fiesta de besos que se perdían sumidos en el placer, de caricias de halagos, que hasta las puertas abiertas de su honra destrozada, llegaban en oleadas, sin jamás desfallecer. —Y así amándose ciegos sin pensar en el después, cantó el malvís su tonada y llegó el amanecer. —Fue entonces cuando extenuados de tanto amor y placer, fundidos en el abrazo que sólo el querer saber, se perdieron en el sueño feliz y de pesadez, que a los cuerpos adormece después de beber placer. —Se alarmó por la mañana la aldea que despertaba aprestándose al trabajo como cada día hacer. Se alarmó por los lamentos, llantos y gran desespero, que la madre de Rosina con grande pena lo hacer. —Puesto el pueblo sobre aviso, pronto cundió en todo el valle la noticia ya agrandada del dolor que acontecer. —Unos decían con pena, que tal vez fuera raptada por alguien que la querer. —Viejas hubo que dijeron porque que en misterios creer, que Rosina no era criatura humana, sino que era una Xana, y con ellas a sus fuentes otra vez querer volver. —Todas las gentes del valle la llamaban y buscaban, por los montes y praderas, por las ubérrimas cumbres dónde el utre (el águila) campaba, por las abexías (húmedas sombreadas) y abruptas fondigonás (hondonadas), por las veiras del regueiru (orillas del torrente), que cruzaba sulfuro la rica verde vallada, y todos con desespero perdían ya la esperanza de poder jamás toparla, y ya casi se creían, que Rosina era una Xana que a sus fuentes retornara. —Alguien llegó a la cabaña del bienhechor curandero, la vio abierta y solitaria, llamó a Juan con fuerte voz, y al ver que no contestaba, dentro de su casa entró. —Y allí, en el catre humilde del magnánimo señor, juntos y muy abrazados, sumidos en dulce sueño, Juan y Rosina dormían sin despertar a su voz. —Salió raudo de la casa quién el primero los vio, y a gritos dijo en la aldea dónde Rosina se hallaba y nadie se lo creyó. —Pero al afirmarlo fiero, y rogar que le siguieran, todos corrieron tras él, y entraron en la cabaña, y vieron a los amantes durmientes y entrelazados cual si fuesen uno dos. —Asustados los vecinos al ver lo que no creyeran aunque jurasen por Dios, zarandearon los dormidos, con rabia, odio y furor, y despertose Rosina, pero Juan no despertó. —No se alteró la Rosina, ni menos se levantó, halagó el pelo de Juan, con cariño le besó, y les dijo a sus vecinos con voz preñada de ira, de desprecio y de valor: —¡Dejazle dormir tranquilo, que vuestras horrendas voces no perturben a mi amor, y marcharos de mi presencia, pues no volveré a la aldea, ya que mi casa está aquí, porque desde hoy ya soy, ante Dios que es el que importa, la fiel esposa de Juan, al que le entregué mi honra y todo mi corazón! —Fue la madre de Rosina herida en su sentimiento con vergüenza con fuerza enloquecida por deshonra tan atróz, la que asiendo a Juan con envilecido furor, del catre al suelo tiró y allí en el suelo empobrecido, del miserable cuartucho, todos juntos comprobaron sumidos en un terror, que de miedo confudiólos al presenciar con pavor, que Juan seguía dormido, y en sus labios florecía una sonrisa feliz, que la muerte por la dicha al matarle le dejó. —¡Está muerto! ¡Le has matado! Dijeron aquellas gentes mirándola despavoridos, como si Rosina fuera demonio exterminador, como si aquella muchacha que siempre del pueblo tuvo el cariño y el halago, el aprecio más pagado, y el amor de los rapazus (mozos) que por ella suspiraban con buen querer e ilusión, cómo si aquella preciosa y angelical criatura que desde niña alegrara con sus cantes y sonrisas, galanuras y prestancias, sencillas y naturales, ausentes de vanidas y de hipócritas maldades, los vivires, y quehaceres de las gentes de aquel valle, de pronto se convirtiera en lo mas sucio y maldito que a un humano le caver. —¡Bruja del demonio eres Xana de gran maldición! —Dijeron algunas gentes con el odio retratado en sus ojos y audición —¡Has venido a esta cabaña tan sólo con la intención de asesinar a este hombre, que era nuestro curador y un santo de bendición! —Levantóse de aquel catre Rosina sin el pudor, y en porricas (desnuda) como estaba, con el cuerpo más perfecto que jamás la tierra dio, abrazose a Juan llorando entre gritos lastimeros tan cargados de dolor, que doblegarían en pena a otras gentes que no fueran sus vecinos que la odiaban, y con desprecio la miraban, con repugnancia y con terror. —¡Fostes vuexotrus baldrietchus, gafuróuxus achuquinus (fuisteis vosotros cobardes, despiadados asesinos), hijos de satan malditos, los que matasteis a Juan mientras que dormía yo, un sueño que no era sueño, sino gloria del Señor! —Gritóles Rosina airada, fuera de sí dislocada, transfigurado su rostro por tan inmenso dolor. —¡Yo pido al Señor del Cielo, o al rey del infierno fiero, que sobre vosotros baje poderosa maldición, que os quite la alegría, la paz y prosperidad por asesinos que sois! —Al día siguiente en el valle fue enterrado el pobre Juan, llorando sin ver consuelo, tras el féretro entablado Rosina le acompañaba hasta la dura morada dónde su cuerpo sin vida sería pasto de la tierra, porque de ella nació. —Con Juan se fue de Rosina la alegría alborozada, el brillo de su mirada cautivadora de amor, su virginidad gozada, sus sonrisas primordiosas que de ángel eran canción, su inocencia candorosa su felicidad dichosa, gozada en el mismo día que su honra se esfumo. —Más de dos meses Rosina en su lecho desesperada enferma de amor vivió, y casi su muerte halló por la pena que sufrió. —Cuando al fin salió del mal y a su cotidiana vida de trabajo retornó, lo hizo ilusionada de renaciente alegría, al saber que en sus entrañas un hijo estaba creciendo fruto de su gran amor. —Fue su vida desde entonces en aquel valle querido, la condena del infierno o un castigo del Señor. —Ella que siempre había sido la hermosura y la canción, la alegría y la sonrisa, la ilusión de tantos mozos que deseaban su amor, la inocente virgen pura sin orgullo ni obsesión, era ahora por sus gentes despreciada con horror, insultada muchas veces con ofensivas mentiras, dónde la airada venganza de la envidia recogió. Hasta los mozos que antes la trataban con cariño y marcada veneración, ahora la repudiaban, y con socarronas risas le lanzaban sucias sátiras, y la nomaban Paraxa (nombraban puta) con la misma asiduidad, que antes le decían bonita en cualquier otra ocasión. —Algunas viejas había que con sutil agudeza que en el aldeano es primor, sembraban entre las gentes el veneno acusador, con frases tan bien urdidas de historias que antiguas son, que Rosina era una Xana, que sólo traería al valle desgracias y males tales, que mejor era apredrearla y arrancarle de su cuerpo su vida de maldición. ALUMBRAMIENTO, MUERTE Y SANTIDAD DE ROSINA —En el culminante estado de su amada gestación, Rosina aquella mañana fue con sus vacas al prado, y allí en el raso campo a la luz clara del sol, se puso enferma de parto, y entre la hierba rosada a dar a luz se acostó. —La alegría acariciada que tanto tiempo esperaba, semilla que iba a nacer fruto de su gran amor, se tornaba por momentos en acuciante dolor, que le hacía revolcarse entre la crecida hierba, entre gritos lastimeros que le arañaban la entraña, porque su hijo quería ver la claridad del sol. —Ella sola en pleno campo, sin que nadie le ayudara, ni menos la consolara ni con palabras ni hechos, sin que una mano piadosa l'enxugara (le secara) los sudores que el dolor los hacía crecer, ella sola a lo salvaje, como siempre había vivido con natural sencillez, como si fuera una fiera con el dolor de mujer, estaba alumbrando un hijo, con la natural manera que en su día lo supo hacer. —El esfuerzo agobiador y el dolor desgarrador que sufriera al alumbrarlo, la privaron del sentido durante ignorado rato, y así el infante gritaba en la soledad del campo, mientras que era lamido con cariño casi humano, por Petra la perra loba, que con su ama la Xana apacentaba el ganado. —Desde las altivas cumbres dónde el águila vigila, con sus ojos encendidos de rapidez desmedida, y precisión ajustada a sus ansias de asesina, la soberana del aire había visto la muchacha, entre las hierbas tendida cual si muerta se encontrara, y al pequeño dando gritos, aunque Petra, cariñosa con maternidad lamiera, cual si su cachorro fuera, no el hijo de su ama. —Sanguinaria y despiadada vio la reina de las cumbres en el infante un festín, de sabrosa carne humana, y bajando de los cielos con sus alas replegadas y la rapidez del rayo cuando del trueno se escapa, arrancó en vuelo rasante de entre las fauces del perro que en el momento cuidaba con desmedido cariño al instante que hacia el cielo el águila se elevaba. —Lamentos que daba el niño entre las feroces garras de águila desalmada, mientras que la fiera alada sin piedad entre sus uñas al instante asesinaba. —Ladridos de grande pena que la perra noble y buena más humana que animal enloquecida hacia el cielo con fiera rabia lanzar, mientras que chillando alegre la reina de las montañas majestuosa planear, para llegar a su nido que colgado en el abismo del inaccesible risco, iba a ser mudo testigo, del ángel que en un festín, un águila devorar. —Al fin la pobre Rosina del olvido del desmayo a la razón retornar, y recorrió con anhelo de una alegría sin par, que había alumbrado a su hijo, y rauda miró angustiada en que lugar se encontrar. —Vio a la noble perra entre la hierba acostada que quejidos murmuraba cual si culpada lo estar, vio su razón desatada ensenderada en camino que a la demencia guiar, si no encontraba a su hijo que ella sabía que alumbrar. —Pero no... pudo hallarle, ni ya nadie le encontrar, porque aquella fiera alada un festín con él se dar. Su dolor al más medrado, su penar crecido al más, hicieron de ella el demente que sin perder la razón como loco se portar. Clavó sus hermosos ojos en el Infinito cielo, y con llanto desgarrado por mil lágrimas regado que las fuentes del dolor desmandadas en riada todo su ser anegar, reclamaba su justicia al Señor que así le hablar: —¿Dónde mi hijo se fue si en mi entraña ya no estar? —¿Dónde Hacedor Poderoso con tantos ojos que tienes que todo lo escudriñar, dónde mi hijo se fue, que ladrón me lo robar? —¡Yo le he visto aquí nacido, sano y fuerte cuando Tú mi sentido me quitar. —¡Dime Señor te lo ruego, y a cambio mi vida entera ahora mismo te entregar, dentro de atroz sufrimiento que inventado aún no estar!, ¿que malvado despiadado a mi hijo me robar? —¡Vamos Señor que no oigo tu Divina voz hablar! —¡Dime si mudo lo eres al menos con una seña dónde mi hijo morar! —¡Despierta Señor del Cielo, si es que dormido lo estás, y busca a mi hijo pronto que sino se morirá! —¡Oh Señor ya te comprendo, no me quieres ayudar, porque a nadie Tú le ayudas mientras que vivo lo estar! —¿Oh acaso soy yo la Xana que en las fontanas morar, y estoy viviendo un sueño que no es mi realidad? —¡Si así es mi creador, el sueño es mi verdad! —Revolcándose en la hierba que su drama presenciar, prisionera del dolor, que descanso ni sosiego, ni un instante le dar, ahogándose en las lágrimas, que de sus ojos brotar, la desgraciada parida horrendos gritos lanzaba, que en el aire se perdían fusionados y apagados en distancia, por el cante del malvís, el jilguero y la calandria, por el rumor de las aguas que felices y hermanadas, el bullicioso torrente hasta la mar las llevaba. Por la canción tan pareja que hace el grillo y la cigarra. Por el graznar de los cuervos y del águila malvada. Por la brisa cariñosa que acaricia oxiginada, los foyajes que orquestean músicas en la arbolada. —Solo Petra su fiel perra con sentimientos de humana, traspasada por la pena, acaricieba lamiendo las lágrimas de su ama, ella si podía decirle si su lengua en voz montara, que taimada criatura a su hijo devorara. —Más de pronto la Rosina, cómo si un demonio fiero en su alma se albergara, dándole vida a una idea que un dolor más encendido por ver clara su desgracia de sus sentidos saltara, con los ojos extraviados por la furia en tal creada, se levantó envenenada con ardor de herida fiera, y asiendo a su noble perra con sus manos encrispadas dirigidas por el odio de su razón desquiciada, apretóla por el cuello con el ansia de matarla, mientras que con voz rabiada gritaba desaforada: —¡Fuiste tu perra maldita la que mataste a mi hijo, la que con placer de averno hiciste de él un festín devorándome mi entraña, fuiste tu asqueroso bicho traicionero y carnicero, la que se comió a mi hijo mientras que yo avasallada por el dolor más profundo fuera de razón estaba! —¡Pero ahora morirás en mis manos desgraciada, y te rajeré tu vientre, y en pequeños pedacitos que enloqueceran mi alma, sacaré de él a mi hijo, aunque no sea nada más que para poder mirar los despojos de mi entraña! —Fuerte y grande era Petra la perra humanizada, que al verse tan maltratada por su ama desquiciada, luchó con fiereza noble librándose del dogal que en su cuello aprisionaba, logrando huir con lamentos hacia la aldea alejada. —Trás ella como una loca, llena de sangre y airada, con sus cabellos revueltos al viento que acariciaba, y sus ojos extraviados dónde la furia brillaba, acusando con palabras de maldición anegadas a su perra endemoniada, entró la moza parida en su aldea enloquecida, y los vecinos al verla en facha tan desastrada, lejos de apenarse de ella, los malditos la injuriaban, y la siguieron gozosos sonrientes en algarada, hasta llegar a la casa dónde Rosina moraba. —Y allí la vieron salvaje como la fiera rabiada, maltratar con una furia que de el tigre era copiada, a la Petra su fiel perra, que aunque comprendiera todo y sin poder decir nada, asustada y encogida miraba entre lamentos a su ama trastornada. —¡No te escaparás ahora de mi venganza malvada, bestia satánica y ruina, peor que tu hermano el lobo de donde has sido encarnada, tú has devorado a mi hijo, y yo te arrancaré tu alma! —¡Mientes bruja fuiste tú, la que vil muerte le diste igual que has hecho con Juan, y harás desgracias sin par en el valle mientras vivas, porque eres la Xana mala, qu’encaldas (que haces) calamidades, sin darnos ninguna dicha, por eso vas a morir ahora mismo por maldita! —Dijo una vieja rabiosa a la par que una pedrada le lanzó contra su cuerpo. Otras personas con saña a la vieja secundaron. Y así la Xana Rosina, la muchacha más hermosa que jamás criara el valle, la de mejor sentimientos, la de más puras maneras y naturales virtudes, moría a manos de sus gentes, apredreada y despreciada, tratada como una bruja, que sólo sembraba el mal. —Y Rosina no había sido nada más que un ángel bueno, que supo amar y vivir dentro de la libertad, tan natural y sencilla como la vida que crece en rico o pobre lugar, Rosina con ser antigua, siempre moderna será, como las mozas de hoy, si alguna sabe de veras lo que es la libertad, no el anárquico vivir que a su gusto se inventar. —Justamente el mismo día que sus malvados vecinos a la Xana asesinar, una peste pobló el valle, y’achegaba en fechura de morrinas, que dexaba a lus teixus ya les cortes, enxemaus de prexones y’animales, en fechura de cadarmus que fedíen, como guelen les morrines enus branus. (Y llegaba en hechura de mortandades, que dejaba a las casas y a los establos, sembrados de personas y animales, en forma de cadáveres que olían, como suelen hacerlo los cuerpos muertos abandonados en los campos con las calores de los veranos). —No fueron tardas las gentes de aquel próspero valle, en darse cuenta de que aquella calamidad que les rodeaba en forma de muerte, de dolor y de otros males, era un merecido castigo que el Cielo les enviaba, por haber dado muerte tan injustamente a la Xana Rosina, que era la criatura más deliciosa y buena que había nacido para bien de todos en el valle. —Pronto comprendieron todos al hacer memoria, que durante el tiempo que la melgueira Rosina había vivido junto a ellos, solo felicidad, alegría y bienestar habían gozado siempre, sólo desde el momento que tan vilmente la habían asesinado, sobre todos ellos desencadenárase la peor de las desdichas, tal parecía que la peor de las maldiciones pesara sobre ellos, para hacerles pagar la horrenda muerte que le propinaran a la inocente Rosina. Por esto, todos en la intimidad de sus pensamientos en un principio, le rogaban fervorosamente a la Rosina que les perdonara el cuantiosísimo mal que le habían hecho, y luego ya más tarde, todo el valle ya convencido de que sólo Rosina podría salvarlos de aquella maligna peste que llevaba a sus vidas y diezmaba a sus ganados, se reunieron en comunal junta las seis aldeas que formaban el valle, y acordaron con el consejo del cura que el veía en aquella santoral industria un saneado negocio para su cuarexa (cartera), levantarle en el centro del valle con todo el apremio que fuera posible, una pequeña capilla, dónde se veneraría la imagen de Rosina con el Santo nombre de Santa Rosa, que sería siempre la soberana y fiel guardadora de todas las gentes y eros de aquel valle, dónde siempre había vivido con la felicidad y alegría de un ángel, y había sabido morir, con la entereza, resignación y valentía, con que suelen hacerlo los santos mártires. —Y fue cosa casual, o tal vez milagrosa, pues nadie a ciencia cierta sabe hasta dónde llegan los misterios que encierran a la Humanidad, la historia o leyenda fue que nada mas que dio comienzo la santoral obra, otra vez volvió a reinar en el valle la alegría y a felicidad, la prosperidad y el bienestar que siempre tuvo, que según el parecer de todos desde el mismo Jardín del Cielo, a todos por igual les enviaba Rouxina, la Melgueira ya embruxante xanina, que ellos un día tentados por el mismo demonio, la habían insultado, despreciado e inhumanamente asesinado. —Y así todos los años, en la misma fecha que la habían tan vilmente apedreado quitándole tal vilmente la vida, viejos y jóvenes, gozosos y felices, alegres y llenos de sana y recia fe, cantaban y bailaban lo mismo que solía hacer la Xana Rosina, y satisfechos de natural felicidad se divertían al lado de su encantadora ermita, festejando con suprema fe su Romería.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > freirus

  • 10 quedar

    v.
    1 to be left, to remain.
    ¿queda azúcar? is there any sugar left?
    nos quedan 100 pesos we have 100 pesos left
    ¿cuánto queda para León? how much farther is it to León?
    quedan dos vueltas para que termine la carrera there are two laps to go until the end of the race
    quedar por hacer to remain to be done
    queda por fregar el suelo the floor has still to be cleaned
    Algo queda Something is left, something remains.
    Queda un solo carro There is only one car.
    Eso queda lejos This is far away.
    2 to remain, to stay.
    el viaje quedó en proyecto the trip never got beyond the planning stage
    ¡esto no puede o no va a quedar así! I'm not going to let it rest at this!
    3 to look.
    te queda un poco corto el traje your suit is a bit too short
    quedar bien/mal a alguien to look good/bad on somebody
    quedar bien/mal con algo to go well/badly with something
    queda por las afueras it's somewhere on the outskirts
    ¿por dónde queda? whereabouts is it?
    5 to keep on, to keep.
    Ella quedó trabajando She kept on working.
    6 to fit.
    Esta camisa me queda (bien) This shirts fits (well).
    Queda bien It fits well.
    7 to be left with, to have left, to have.
    Me quedó un dolar solamente I was left with one dollar only.
    8 to get, to become.
    Ella quedó alegre She got happy, she became happy.
    El caso quedó muy claro The case became very clear.
    9 to leave.
    Se me quedó mi sombrero I left my hat.
    10 to act, to perform, to come across, to do one's part.
    Quedé muy bien en la reunión I acted [did my part] very well at the meeting.
    11 to be still pending to.
    Queda pintar It is still pending to paint.
    12 to be left to be done.
    13 to be for.
    Me queda muy difícil It is very difficult for me.
    14 to make an appointment.
    * * *
    1 (permanecer) to remain, stay
    3 (cita) to arrange to meet
    5 (favorecer) to look, fit
    ¿qué tal me queda? does it suit me?, how does it look on me?
    ¿por dónde queda? whereabouts is it?
    7 (restar) to be left, remain
    8 (faltar) to be, be still
    9 quedar en (convenir) to agree to
    10 quedar por + inf not to have been + past participle
    la cama quedó por hacer the bed had not been made, the bed was left unmade
    11 quedar + gerundio to be, remain
    1 (permanecer) to remain, stay, be
    2 (resultado de algo) to be, remain
    4 (mar, viento) to become calm; (viento) to drop
    \
    ahí quedó la cosa that's the way it was left
    ¿en qué quedamos? so what's it to be?
    no quedar títere con cabeza familiar to leave nothing intact
    'Queda de usted atentamente...' (en cartas) "Yours faithfully..."
    quedar a deber algo to owe something
    quedar alguien bien/mal to make a good/bad impression
    quedar como un señor/una señora familiar to create a very good impression
    quedarse atrás figurado to be left behind
    quedarse con alguien familiar to make a fool of somebody, have somebody on
    quedarse con la boca abierta figurado to be dumbfounded, be stunned
    quedarse con las ganas de algo figurado to go without something
    quedarse en blanco to go blank
    quedarse sin algo to run out of something
    quedarse tan tranquilo,-a familiar not to bat an eyelid
    quedar en nada to come to nothing
    * * *
    verb
    2) fit, suit
    4) suit
    - quedarse
    * * *
    Para expresiones como quedarse tan ancho, quedarse con las ganas, quedársele grabado algn, quedarse helado, quedarse parado, ver la otra entrada.
    1. VERBO INTRANSITIVO
    1) [indicando lugar] to be

    ¿por dónde queda Correos? — where's the post office?

    2) [indicando posición]

    quedar [atrás], no quieren quedar atrás en la carrera espacial — they don't want to be left behind {o} fall behind in the space race

    3) [indicando resultado]
    a) [con adjetivos, adverbios, locuciones preposicionales, participios]

    quedar [ciego] — to go blind

    quedar [huérfano] — to be orphaned

    quedar [viuda]/[viudo] — to be widowed, lose one's husband/wife

    b)

    quedar [en] algo, ¿en qué quedó la conversación? — how did the conversation end?

    c)

    quedar [sin], miles de personas han quedado sin hogar — thousands of people have been left homeless

    la reconstrucción del puente ha quedado sin hacer por falta de presupuesto — the rebuilding of the bridge has been abandoned because of a shortage of funds

    4) [en el trato, al hablar]

    quedar [bien], regalando flores siempre queda uno bien — taking flowers always makes a good impression

    quedar [mal], nos hiciste quedar mal haciendo esas preguntas — you made us look bad by asking those questions

    quedar [por] algo — to be left looking like sth

    aunque fue idea de todos, yo quedé por el culpable — although everyone was to blame, it ended up looking as if it was my fault

    quedar en [ridículo], ha quedado en ridículo — he ended up looking a fool

    quería que su marido quedara en ridículo — she wanted to make her husband look a fool, she wanted to show her husband up

    5) (=permanecer) to stay

    quedo a la espera de sus noticias[en carta] I look forward to hearing from you

    6) (=haber todavía) to be left

    ¿queda algo de la cena? — is there any dinner left?

    de la ciudad solo queda el castillo — all that remains {o} is left of the city is the castle

    se me cayó un poco de vino, pero no ha quedado ninguna mancha — I spilt some wine, but it didn't leave a stain

    si a 8 le quito 2, quedan 6 — if I take 2 from 8, I'm left with {o} it leaves 6

    quedarle [a algn], ¿le quedan entradas para esta noche? — do you have any tickets left for tonight?

    quedar [a deber] algo — to owe sth

    no tenía suficiente y tuve que quedarle a deber — I didn't have enough money on me, so I had to owe him

    quedan pocos días [para] la fiesta — the party is only a few days away

    quedar [por] hacer, nos queda por pagar la luz — we still have to pay the electricity bill

    no me queda más [remedio] — I have no alternative (left)

    que no quede —

    por mí que no quede, yo he ayudado en lo que he podido — it won't be for want of trying on my part, I helped as much as I could

    7) (Educ) [asignatura]
    8) [ropa] (=ser la talla) to fit; (=sentar) to suit

    ¿qué tal (de grande) te queda el vestido? — does the dress fit you?

    no queda bien así/aquí — it doesn't look right like that/here

    9)

    quedar [en] (=acordar)

    ¿quedamos en eso, entonces? — we'll do that, then, all right?

    quedar en {o} LAm de hacer algo — to agree to do sth

    quedar en [que] — to agree that

    ¿en qué quedamos? ¿lo compras o no? — so what's it to be then? are you going to buy it or not?

    10) (=citarse) to arrange to meet

    habíamos quedado, pero no se presentó — we had arranged to meet, but he didn't turn up

    ¿quedamos a las cuatro? — shall we meet at four?

    ¿cómo quedamos? — where shall we meet and what time?

    quedar [con] algn — to arrange to meet sb

    ¿quedamos con ella en la parada? — shall we meet her at the bus stop?

    2.
    See:
    * * *
    1.
    verbo intransitivo
    1) (en un estado, una situación)

    quedar viudo/viuda — to be widowed

    quedar sin hogar/en la miseria — to be left homeless/destitute

    ha quedado acordado que... — it has been agreed that...

    ¿dónde quedamos la clase pasada? — where did we get (up) to in the last class?

    ¿quién quedó en primer/último lugar? — who was o came first/last?; (+ me/te/le etc)

    me quedó muy claro que... — it was quite clear to me that...

    si no vamos, quedamos mal — it'll look bad if we don't go

    quedó en ridículo — ( por culpa propia) he made a fool of himself; ( por culpa ajena) he was made to look a fool

    ¿queda alguien adentro? — is there anyone left inside?

    quedamos a la espera de su confirmación — (frml) we await your confirmation (frml)

    quedo a sus gratas órdenes — (frml) (Corresp) Sincerely yours (AmE), Yours faithfully (BrE)

    quedar EN algo: todo quedó en suspenso everything was left in the air; nuestros planes quedaron en nada our plans came to nothing; quedar atrás — persona to fall behind; rencillas/problemas to be in the past

    4) (+ me/te/le etc)
    a) tamaño/talla

    me queda grande/largo/apretado — it's too big/long/tight for me

    la talla 12 le queda bien — the size 12 fits (you/him) fine

    b) ( sentar)

    el azul/ese peinado te queda muy bien — blue/that hairdo really suits you

    5)
    a) (acordar, convenir)

    quedar EN algo: ¿en qué quedaron? what did you decide?; ¿entonces en qué quedamos? so, what's happening, then?; quedamos en que yo iría we agreed o arranged that I would go; quedar EN or (AmL) DE + INF: quedaron en no decirle nada they agreed o decided not to tell him anything; quedó en venir a las nueve — she said she would come at nine

    b) ( citarse)

    ¿a qué hora/dónde quedamos? — what time/where shall we meet?

    6) ( estar situado) to be

    queda justo enfrente de la estación — it's right opposite the station; (+ me/te/le etc)

    me queda muy lejos/cerca — it's very far/near from where I live (o work etc)

    7) (en 3a pers)

    ¿queda café? — is there any coffee left?

    sólo quedan las ruinas — only the ruins remain; (+ me/te/le etc)

    ¿te queda algo de dinero? — do you have any money left?

    ¿te queda alguna duda? — is there anything you still don't understand?

    b) ( sobrar) comida/vino to be left (over)
    8) ( faltar)

    ¿cuántos kilómetros quedan? — how many kilometers are there to go?; (+ me/te/le etc)

    quedar POR + INF: queda mucho por ver/visitar there is still a lot to see/visit; aún quedan estudiantes por pagar there are still some students who haven't paid; (+ me/te/le etc) aún me queda todo esto por hacer I still have all this to do; no me/le queda otra (AmL fam) I have/he has no choice; por... que no quede (Esp fam): venga, por intentarlo que no quede come on, let's at least give it a try; hazlo, por mí que no quede — go ahead, don't let me stop you

    2.
    1) quedarse v pron
    2)
    a) ( en un lugar) to stay

    quedarse en casa/en la cama — to stay at home/in bed

    se quedaron en París/en un hotel — they stayed in Paris/in a hotel

    b) (en un estado, una situación) (+ compl)

    quédate tranquilo, yo me ocuparé del asunto — relax, I'll take care of it

    ¿te quedaste con hambre? — are you still hungry?

    se me quedó mirando — he sat/stood there staring at me, he just stared at me

    de repente el motor se quedó — (AmL) the engine suddenly died on me

    3) (+ me/te/le etc)
    a) (fam) ( memorizar)
    b) (Andes) ( olvidarse)
    c) (Esp) ( llegar a ser)
    4)

    quedarse CON algo: se quedó con mi libro she kept my book; entre él y su mujer no sé con cuál me quedo there's not much to choose between him and his wife; me quedo con éste I'll take this one; quedarse con alguien — (Esp fam) ( engañarlo) to take somebody for a ride (colloq)

    * * *
    = remain.
    Ex. Needless to say, any errors which remain are entirely our responsibility.
    ----
    * aunque la mona se vista de seda, mona se queda = You can't make a silk purse out of a sow's ear, You can take the boy out of the country, but you can't take the country out of the boy.
    * el que lo encuentre se lo queda = finders keepers.
    * estar quedándose sin = run + low (on).
    * hacer que Uno se quede dormido = put + Nombre + to sleep.
    * hacer una marca para indicar el lugar donde uno se ha quedado leyen = mark + Posesivo + place.
    * mecer a Alguien hasta que quede dormido = rock + Nombre + to sleep.
    * mente + quedarse en blanco = mind + go blank.
    * mientras queden = while stocks last.
    * Nombre de Lugar + quedarse chico = outgrow + Nombre de Lugar.
    * no quedarse ahí = there + be + more to it than that.
    * para que quede más claro = for main effects.
    * quedar Algo a Alguien = be left with.
    * quedar anulado con el paso del tiempo = be overtaken by events.
    * quedar atrapado = get + caught.
    * quedar constatado = go on + record.
    * quedar deshecho = go to + pieces.
    * quedar destrozado = go to + pieces.
    * quedar en segundo plano = come in + a poor second.
    * quedar en suspenso = go into + abeyance.
    * quedar exempto de = discharge from.
    * quedar + Expresión Temporal = be + Expresión Temporal + off.
    * quedar igual = remain + the same.
    * quedar impactado = be impressed.
    * quedar impresionado = be impressed.
    * quedar impune = go + scot-free, go + scot-free, get away + scot-free.
    * quedar inpune = go + unpunished.
    * quedar libre = become + vacant.
    * quedar mal = lose + face.
    * quedar muchísimo por hacer = a great deal more needs to be done.
    * quedar mucho más por hacer = much more needs to be done.
    * quedar mucho (para) = have + a long way to go (before), there + be + a long way to go (before).
    * quedar mucho por conocer = there + be + a great deal yet to be learned, there + be + still a great deal to be learned.
    * quedar mucho por hacer = more needs to be done, have + a long way to go.
    * quedar mucho por saber = there + be + a great deal yet to be learned, there + be + still a great deal to be learned.
    * quedar patas arriba = flip-flop.
    * quedar pendiente = remain, remain + to be done.
    * quedar peor = be a little worse prepared, be a little worse off.
    * quedar poco (para) = have + a short way to go (before).
    * quedar por hacer = remain + to be done.
    * quedar por + Infinitivo = remain + to be + Participio.
    * quedar por ver = be an open question, remain + to be seen.
    * quedar registrado = go on + record.
    * quedarse = stay, stay behind, board.
    * quedarse abandonado en una isla desierta = be stranded on a desert island.
    * quedarse a dormir en la casa de un amigo = sleepover.
    * quedarse afónico = lose + Posesivo + voice.
    * quedarse al margen = stand by.
    * quedarse a medias = fall (between/through) + the cracks.
    * quedarse anodadado = be speechless, be gobsmacked.
    * quedarse anticuado = date.
    * quedarse arriba = sit on + top.
    * quedarse atascado = get + stuck.
    * quedarse atónito = be astonished, be bowled over, stun into + speechlessness.
    * quedarse atrancado = get + stuck.
    * quedarse atrás = fall behind, hang back, trail, trail behind, be behind.
    * quedarse boquiabierto = give + a gasp of, eyes + pop (out), Posesivo + eyes + pop out of + Posesivo + head, Posesivo + eyes + pop out of + Posesivo + socket.
    * quedarse completamente atónito = You could have pushed + Nombre + over with a feather.
    * quedarse con = pocket, cream off.
    * quedarse con el culo al aire = come + unstuck.
    * quedarse congelado = be frozen stiff.
    * quedarse corto = stop + short of, fall + short, fall + short of.
    * quedarse dentro de casa = stay + indoors.
    * quedarse de piedra = You could have pushed + Nombre + over with a feather.
    * quedarse dormido = fall + asleep, doze off, nod off, drop off to + sleep, go to + sleep.
    * quedarse dormido al volante = fall + asleep at the wheel.
    * quedarse embarazada = become + pregnant, be up the spout, have + a bun in the oven.
    * quedarse en = stick at.
    * quedarse en blanco = go + blank, mind + go blank.
    * quedarse encallado = be stranded.
    * quedarse en casa = stay + indoors.
    * quedarse en el camino = fall by + the wayside.
    * quedarse en el mismo sitio = stay + put.
    * quedarse en el sitio = die + there and then.
    * quedarse en estado = become + pregnant.
    * quedarse en la cama hasta tarde = have + a lie-in.
    * quedarse en la estacada = be left out on a limb.
    * quedarse en la ignorancia = leave + Nombre + in the dark.
    * quedarse en silencio = fall + silent, lapse into + silence.
    * quedarse en tablas = split down the middle.
    * quedarse estancado = stagnate.
    * quedarse estupefacto = stun into + speechlessness, eyes + pop (out), Posesivo + eyes + pop out of + Posesivo + head, be speechless, be gobsmacked, Posesivo + eyes + pop out of + Posesivo + socket.
    * quedar segundo = come off + second-best.
    * quedarse hecho polvo = be gutted, feel + gutted.
    * quedarse helado = be frozen stiff.
    * quedarse huérfano = orphan.
    * quedarse igual = be none the wiser.
    * quedarse impresionado = be bowled over.
    * quedarse inamovible = stay in + place.
    * quedarse inmóvil = stay + still.
    * quedarse levantado = stay up.
    * quedarse mudo = be speechless, be gobsmacked.
    * quedarse obsoleto = be overtaken by events, outgrow.
    * quedarse parado = stand + still, stand by.
    * quedarse pasmado = stun.
    * quedarse patidifuso = eyes + pop (out), Posesivo + eyes + pop out of + Posesivo + head, Posesivo + eyes + pop out of + Posesivo + socket.
    * quedarse patitieso = freeze to + death.
    * quedarse pequeño = overflow.
    * quedarse prendado = smite.
    * quedarse prendado de = take + a fancy to, take + a shine to.
    * quedarse prendado por = take + a liking to.
    * quedarse preñada = become + pregnant, have + a bun in the oven.
    * quedarse quieto = stand + still, stand by.
    * quedarse ronco = lose + Posesivo + voice.
    * quedarse sin = run + short (of), miss out on, run out of, run out.
    * quedarse sin aliento = run out of + breath.
    * quedarse sin conocimiento = lose + Posesivo + consciousness, pass out.
    * quedarse sin fuelle = run out of + steam.
    * quedarse sin fuerza = lose + steam.
    * quedarse sin gas = lose + steam.
    * quedarse sin habla = stun into + speechlessness, be speechless, be gobsmacked.
    * quedarse sin negocio = go out of + business.
    * quedarse sin palabras = stun into + speechlessness, be at a loss for words, be lost for words.
    * quedarse sin sentido = lose + Posesivo + consciousness, pass out.
    * quedarse sin suerte = run out of + luck, luck + run out.
    * quedarse sin voz = lose + Posesivo + voice.
    * quedarse sorprendido por = be amazed by, be amazed at.
    * quedarse tan fresco = not bat an eyelash, not bat an eyelid.
    * quedarse tieso = be frozen stiff.
    * quedarse tieso de frío = be frozen stiff.
    * quedarse tirado = be stranded.
    * quedarse varado = get + stuck, be stranded.
    * quedarse viudo = widow.
    * quedar sin castigo = go + unpunished.
    * quedar un poco = be some way off.
    * quedar un poco perjudicado = be a little worse prepared, be a little worse off.
    * quedar vacante = become + vacant.
    * quedar vacío = empty.
    * que no queda bien = ill-fitting.
    * que queda = surviving.
    * que queda mal = ill-fitting.
    * que quede entre nosotros = between you and me, between ourselves.
    * según quedó indicado en = as was pointed out in.
    * siempre queda una esperanza = where there's life there's hope.
    * si queda tiempo = time permitting.
    * todo queda en casa = all in the family.
    * * *
    1.
    verbo intransitivo
    1) (en un estado, una situación)

    quedar viudo/viuda — to be widowed

    quedar sin hogar/en la miseria — to be left homeless/destitute

    ha quedado acordado que... — it has been agreed that...

    ¿dónde quedamos la clase pasada? — where did we get (up) to in the last class?

    ¿quién quedó en primer/último lugar? — who was o came first/last?; (+ me/te/le etc)

    me quedó muy claro que... — it was quite clear to me that...

    si no vamos, quedamos mal — it'll look bad if we don't go

    quedó en ridículo — ( por culpa propia) he made a fool of himself; ( por culpa ajena) he was made to look a fool

    ¿queda alguien adentro? — is there anyone left inside?

    quedamos a la espera de su confirmación — (frml) we await your confirmation (frml)

    quedo a sus gratas órdenes — (frml) (Corresp) Sincerely yours (AmE), Yours faithfully (BrE)

    quedar EN algo: todo quedó en suspenso everything was left in the air; nuestros planes quedaron en nada our plans came to nothing; quedar atrás — persona to fall behind; rencillas/problemas to be in the past

    4) (+ me/te/le etc)
    a) tamaño/talla

    me queda grande/largo/apretado — it's too big/long/tight for me

    la talla 12 le queda bien — the size 12 fits (you/him) fine

    b) ( sentar)

    el azul/ese peinado te queda muy bien — blue/that hairdo really suits you

    5)
    a) (acordar, convenir)

    quedar EN algo: ¿en qué quedaron? what did you decide?; ¿entonces en qué quedamos? so, what's happening, then?; quedamos en que yo iría we agreed o arranged that I would go; quedar EN or (AmL) DE + INF: quedaron en no decirle nada they agreed o decided not to tell him anything; quedó en venir a las nueve — she said she would come at nine

    b) ( citarse)

    ¿a qué hora/dónde quedamos? — what time/where shall we meet?

    6) ( estar situado) to be

    queda justo enfrente de la estación — it's right opposite the station; (+ me/te/le etc)

    me queda muy lejos/cerca — it's very far/near from where I live (o work etc)

    7) (en 3a pers)

    ¿queda café? — is there any coffee left?

    sólo quedan las ruinas — only the ruins remain; (+ me/te/le etc)

    ¿te queda algo de dinero? — do you have any money left?

    ¿te queda alguna duda? — is there anything you still don't understand?

    b) ( sobrar) comida/vino to be left (over)
    8) ( faltar)

    ¿cuántos kilómetros quedan? — how many kilometers are there to go?; (+ me/te/le etc)

    quedar POR + INF: queda mucho por ver/visitar there is still a lot to see/visit; aún quedan estudiantes por pagar there are still some students who haven't paid; (+ me/te/le etc) aún me queda todo esto por hacer I still have all this to do; no me/le queda otra (AmL fam) I have/he has no choice; por... que no quede (Esp fam): venga, por intentarlo que no quede come on, let's at least give it a try; hazlo, por mí que no quede — go ahead, don't let me stop you

    2.
    1) quedarse v pron
    2)
    a) ( en un lugar) to stay

    quedarse en casa/en la cama — to stay at home/in bed

    se quedaron en París/en un hotel — they stayed in Paris/in a hotel

    b) (en un estado, una situación) (+ compl)

    quédate tranquilo, yo me ocuparé del asunto — relax, I'll take care of it

    ¿te quedaste con hambre? — are you still hungry?

    se me quedó mirando — he sat/stood there staring at me, he just stared at me

    de repente el motor se quedó — (AmL) the engine suddenly died on me

    3) (+ me/te/le etc)
    a) (fam) ( memorizar)
    b) (Andes) ( olvidarse)
    c) (Esp) ( llegar a ser)
    4)

    quedarse CON algo: se quedó con mi libro she kept my book; entre él y su mujer no sé con cuál me quedo there's not much to choose between him and his wife; me quedo con éste I'll take this one; quedarse con alguien — (Esp fam) ( engañarlo) to take somebody for a ride (colloq)

    * * *

    Ex: Needless to say, any errors which remain are entirely our responsibility.

    * aunque la mona se vista de seda, mona se queda = You can't make a silk purse out of a sow's ear, You can take the boy out of the country, but you can't take the country out of the boy.
    * el que lo encuentre se lo queda = finders keepers.
    * estar quedándose sin = run + low (on).
    * hacer que Uno se quede dormido = put + Nombre + to sleep.
    * hacer una marca para indicar el lugar donde uno se ha quedado leyen = mark + Posesivo + place.
    * mecer a Alguien hasta que quede dormido = rock + Nombre + to sleep.
    * mente + quedarse en blanco = mind + go blank.
    * mientras queden = while stocks last.
    * Nombre de Lugar + quedarse chico = outgrow + Nombre de Lugar.
    * no quedarse ahí = there + be + more to it than that.
    * para que quede más claro = for main effects.
    * quedar Algo a Alguien = be left with.
    * quedar anulado con el paso del tiempo = be overtaken by events.
    * quedar atrapado = get + caught.
    * quedar constatado = go on + record.
    * quedar deshecho = go to + pieces.
    * quedar destrozado = go to + pieces.
    * quedar en segundo plano = come in + a poor second.
    * quedar en suspenso = go into + abeyance.
    * quedar exempto de = discharge from.
    * quedar + Expresión Temporal = be + Expresión Temporal + off.
    * quedar igual = remain + the same.
    * quedar impactado = be impressed.
    * quedar impresionado = be impressed.
    * quedar impune = go + scot-free, go + scot-free, get away + scot-free.
    * quedar inpune = go + unpunished.
    * quedar libre = become + vacant.
    * quedar mal = lose + face.
    * quedar muchísimo por hacer = a great deal more needs to be done.
    * quedar mucho más por hacer = much more needs to be done.
    * quedar mucho (para) = have + a long way to go (before), there + be + a long way to go (before).
    * quedar mucho por conocer = there + be + a great deal yet to be learned, there + be + still a great deal to be learned.
    * quedar mucho por hacer = more needs to be done, have + a long way to go.
    * quedar mucho por saber = there + be + a great deal yet to be learned, there + be + still a great deal to be learned.
    * quedar patas arriba = flip-flop.
    * quedar pendiente = remain, remain + to be done.
    * quedar peor = be a little worse prepared, be a little worse off.
    * quedar poco (para) = have + a short way to go (before).
    * quedar por hacer = remain + to be done.
    * quedar por + Infinitivo = remain + to be + Participio.
    * quedar por ver = be an open question, remain + to be seen.
    * quedar registrado = go on + record.
    * quedarse = stay, stay behind, board.
    * quedarse abandonado en una isla desierta = be stranded on a desert island.
    * quedarse a dormir en la casa de un amigo = sleepover.
    * quedarse afónico = lose + Posesivo + voice.
    * quedarse al margen = stand by.
    * quedarse a medias = fall (between/through) + the cracks.
    * quedarse anodadado = be speechless, be gobsmacked.
    * quedarse anticuado = date.
    * quedarse arriba = sit on + top.
    * quedarse atascado = get + stuck.
    * quedarse atónito = be astonished, be bowled over, stun into + speechlessness.
    * quedarse atrancado = get + stuck.
    * quedarse atrás = fall behind, hang back, trail, trail behind, be behind.
    * quedarse boquiabierto = give + a gasp of, eyes + pop (out), Posesivo + eyes + pop out of + Posesivo + head, Posesivo + eyes + pop out of + Posesivo + socket.
    * quedarse completamente atónito = You could have pushed + Nombre + over with a feather.
    * quedarse con = pocket, cream off.
    * quedarse con el culo al aire = come + unstuck.
    * quedarse congelado = be frozen stiff.
    * quedarse corto = stop + short of, fall + short, fall + short of.
    * quedarse dentro de casa = stay + indoors.
    * quedarse de piedra = You could have pushed + Nombre + over with a feather.
    * quedarse dormido = fall + asleep, doze off, nod off, drop off to + sleep, go to + sleep.
    * quedarse dormido al volante = fall + asleep at the wheel.
    * quedarse embarazada = become + pregnant, be up the spout, have + a bun in the oven.
    * quedarse en = stick at.
    * quedarse en blanco = go + blank, mind + go blank.
    * quedarse encallado = be stranded.
    * quedarse en casa = stay + indoors.
    * quedarse en el camino = fall by + the wayside.
    * quedarse en el mismo sitio = stay + put.
    * quedarse en el sitio = die + there and then.
    * quedarse en estado = become + pregnant.
    * quedarse en la cama hasta tarde = have + a lie-in.
    * quedarse en la estacada = be left out on a limb.
    * quedarse en la ignorancia = leave + Nombre + in the dark.
    * quedarse en silencio = fall + silent, lapse into + silence.
    * quedarse en tablas = split down the middle.
    * quedarse estancado = stagnate.
    * quedarse estupefacto = stun into + speechlessness, eyes + pop (out), Posesivo + eyes + pop out of + Posesivo + head, be speechless, be gobsmacked, Posesivo + eyes + pop out of + Posesivo + socket.
    * quedar segundo = come off + second-best.
    * quedarse hecho polvo = be gutted, feel + gutted.
    * quedarse helado = be frozen stiff.
    * quedarse huérfano = orphan.
    * quedarse igual = be none the wiser.
    * quedarse impresionado = be bowled over.
    * quedarse inamovible = stay in + place.
    * quedarse inmóvil = stay + still.
    * quedarse levantado = stay up.
    * quedarse mudo = be speechless, be gobsmacked.
    * quedarse obsoleto = be overtaken by events, outgrow.
    * quedarse parado = stand + still, stand by.
    * quedarse pasmado = stun.
    * quedarse patidifuso = eyes + pop (out), Posesivo + eyes + pop out of + Posesivo + head, Posesivo + eyes + pop out of + Posesivo + socket.
    * quedarse patitieso = freeze to + death.
    * quedarse pequeño = overflow.
    * quedarse prendado = smite.
    * quedarse prendado de = take + a fancy to, take + a shine to.
    * quedarse prendado por = take + a liking to.
    * quedarse preñada = become + pregnant, have + a bun in the oven.
    * quedarse quieto = stand + still, stand by.
    * quedarse ronco = lose + Posesivo + voice.
    * quedarse sin = run + short (of), miss out on, run out of, run out.
    * quedarse sin aliento = run out of + breath.
    * quedarse sin conocimiento = lose + Posesivo + consciousness, pass out.
    * quedarse sin fuelle = run out of + steam.
    * quedarse sin fuerza = lose + steam.
    * quedarse sin gas = lose + steam.
    * quedarse sin habla = stun into + speechlessness, be speechless, be gobsmacked.
    * quedarse sin negocio = go out of + business.
    * quedarse sin palabras = stun into + speechlessness, be at a loss for words, be lost for words.
    * quedarse sin sentido = lose + Posesivo + consciousness, pass out.
    * quedarse sin suerte = run out of + luck, luck + run out.
    * quedarse sin voz = lose + Posesivo + voice.
    * quedarse sorprendido por = be amazed by, be amazed at.
    * quedarse tan fresco = not bat an eyelash, not bat an eyelid.
    * quedarse tieso = be frozen stiff.
    * quedarse tieso de frío = be frozen stiff.
    * quedarse tirado = be stranded.
    * quedarse varado = get + stuck, be stranded.
    * quedarse viudo = widow.
    * quedar sin castigo = go + unpunished.
    * quedar un poco = be some way off.
    * quedar un poco perjudicado = be a little worse prepared, be a little worse off.
    * quedar vacante = become + vacant.
    * quedar vacío = empty.
    * que no queda bien = ill-fitting.
    * que queda = surviving.
    * que queda mal = ill-fitting.
    * que quede entre nosotros = between you and me, between ourselves.
    * según quedó indicado en = as was pointed out in.
    * siempre queda una esperanza = where there's life there's hope.
    * si queda tiempo = time permitting.
    * todo queda en casa = all in the family.

    * * *
    quedar [A1 ]
    vi
    A
    (en un estado, una situación): quedó viuda muy joven she was widowed o she lost her husband when she was very young
    quedó huérfano a los siete años he was orphaned when he was seven years old
    tuvo un ataque y quedó paralítico he had a stroke and was left paralyzed
    cientos de familias quedaron sin hogar/en la miseria hundreds of families were left homeless/destitute
    las calles quedaron desiertas the streets were left deserted
    el sombrero quedó hecho un acordeón the hat was o got squashed flat
    el coche ha quedado como nuevo the car is as good as new (now)
    algunas fotos quedaron mal some of the photos came out badly
    ha quedado precioso pintado de blanco it looks beautiful painted white
    ha quedado acordado que … it has been agreed that …
    y que esto quede bien claro and I want to make this quite clear
    ¿cómo quedó la cosa? ¿quién tenía razón? what happened in the end? who was right?
    ¿dónde quedamos la clase pasada? where did we get (up) to in the last class?
    ¿quién quedó en primer/último lugar? who was o who came first/last?
    (+ me/te/le etc): no me había quedado claro y se lo pregunté otra vez I hadn't quite understood o I hadn't got things quite clear, so I asked him again
    el postre te quedó riquísimo that dessert (you made) was delicious
    ¿quién la queda? (Ur) (en juegos) who's `it'? ( colloq)
    B
    (en la opinión de los demás): si no vamos, quedamos mal it'll look bad if we don't go
    quedarás muy bien con ese regalo it's a lovely present, they'll be delighted
    me hiciste quedar muy mal diciendo eso you really showed me up saying that
    se emborrachó y nos hizo quedar mal a todos he got drunk and embarrassed us all
    quedó en ridículo (por culpa propia) he made a fool of himself; (por culpa ajena) he was made to look a fool
    quedar mal/bien con algn: si no voy quedaré mal con ellos they won't think much of me o it won't go down very well if I don't turn up
    no se puede quedar bien con todo el mundo you can't please everybody
    los invitó a todos para no quedar mal con nadie he invited them all so as not to offend anyone o to cause any offense*
    C
    (permanecer): quedaron en casa they stayed at home
    ¿queda alguien adentro? is there anyone left inside?
    le quedó la cicatriz she was left with a scar
    lo lavé pero le quedó la mancha I washed it but the stain didn't come out
    esto no puede quedar así we can't leave/I'm not going to leave things like this
    quedamos a la espera de su notificación ( frml); we await your notification ( frml)
    quedo a sus gratas órdenes ( frml) ( Corresp) Sincerely yours ( AmE), Yours faithfully o ( frml) I remain, yours faithfully ( BrE)
    le quedo a deber 5 euros I owe you 5 euros
    quedar EN algo:
    todo ha quedado en un mero proyecto none of it has got beyond the planning stage
    todos nuestros planes quedaron en nada all our plans came to nothing
    quedar atrás: pronto quedó atrás he soon fell behind
    hemos tenido nuestras diferencias pero todo eso ha quedado atrás we've had our differences but all that's behind us now o that's all water under the bridge now
    D (+ me/te/le etc)
    1
    «tamaño/talla»: me queda grande/largo/apretado it's too big/long/tight for me
    la talla 12 le queda bien or (Col, Méx) le queda the size 12 fits (you/him) fine
    2
    (sentar): el azul te queda muy bien blue really suits you, you look really good in blue
    ese peinado le quedaba muy bien that hairstyle really suited her, her hair looked really good like that
    ese vestido te queda estupendo that dress looks fantastic on you, you look great in that dress
    A (acordar, convenir) quedar EN algo:
    quedamos en eso, vienes tú a mi casa let's do that, then, you come to my house, so that's agreed, you're coming to my house
    ¿al final en qué quedaron? what did you decide/arrange/agree in the end?
    ¿en qué quedamos? ¿lo quieres o no? well o so, do you want it or not?
    ¿entonces en qué quedamos? ¿nos vemos mañana o no? so, what's happening, then? are we meeting tomorrow or not?
    quedar EN + INFor ( AmL) quedar DE + INF:
    quedaron en no decirle nada they agreed o decided not to tell him anything
    quedó en venir a las nueve she said she would come at nine, she arranged to come at nine
    quedar EN QUE:
    quedamos en que iría él a recogerlo we agreed o arranged that he would go and pick it up
    B
    (citarse): me tengo que ir porque he quedado con Rafael I have to go because I've arranged to meet Rafael
    ¿a qué hora/dónde quedamos? what time/where shall we meet?
    quedé con unos amigos para cenar I arranged to meet some friends for dinner, I arranged to go out for dinner with some friends
    queda justo enfrente de la estación it's right opposite the station
    (+ me/te/le etc): puedo ir yo, me queda muy cerca I can go, it's very near where I live ( o work etc)
    A
    1
    (haber todavía): no queda café there's no coffee left
    no quedan entradas there are no tickets left
    sólo quedan las ruinas only the ruins remain
    (+ me/te/le etc): es el único pariente que me queda he is the only relative I have left, he is my only living relative
    ¿te queda algo de dinero? do you have any money left?
    ¿te ha quedado alguna duda? is there anything you still don't understand?
    me han quedado dos asignaturas (pendientes) I have to make up two subjects o take two subjects over ( AmE), I have to retake two subjects ( BrE)
    no nos queda más remedio que ir we have no alternative o no choice but to go, we'll just have to go
    ya no me quedan fuerzas para seguir I no longer have the strength to go on, I don't have the strength to go on any more
    me queda la satisfacción de haber cumplido con mi deber I have the satisfaction of having done my duty
    2 (sobrar) to be left, be left over
    me comí la ensalada que había quedado del almuerzo I ate up the salad that was left (over) from lunch
    el vino que quede se puede guardar para la próxima fiesta we can keep any wine that's left (over) for the next party
    B
    1
    (faltar): quedan cinco minutos para que acabe la clase there are five minutes to go to o five minutes left to the end of the class
    ¿cuántos kilómetros quedan? how many kilometers are there to go?, how far is it now?
    (+ me/te/le etc): todavía le quedan dos años he still has two years to go o do
    ¡ánimo! ¡ya te queda poco para terminar! come on! you've almost finished!
    2 quedar POR + INF:
    quedan tres pacientes por ver there are three more patients to be seen
    aún queda gente por pagar some people haven't paid yet, some people still haven't paid
    (+ me/te/le etc): aún me queda todo esto por hacer I still have all this to do
    no me/le queda otra ( AmL fam); I have/he has no choice
    por … que no quede ( Esp fam): venga, por intentarlo que no quede come on, let's at least give it a try
    hazlo, por mí que no quede go ahead, don't let me stop you
    A
    1 (en un estado, una situación) (+ compl):
    te estás quedando calvo you're going bald
    se quedó huérfana/sorda a los seis años she was orphaned/she went deaf when she was six years old
    cuando se fue me quedé muy sola when he left I felt very lonely
    me quedé helado cuando me lo dijo I was staggered when she told me
    quédate tranquilo, yo me ocuparé del asunto don't (you) worry about it, I'll take care of it
    me quedé dormido en el sofá I fell asleep on the sofa
    embarazada1 (↑ embarazada (1))
    2
    quedarse con/sin algo: ¿te has quedado con hambre? are you still hungry?
    me quedé sin postre I didn't get any dessert
    se ha quedado sin trabajo she's out of work, she's lost her job
    me quedé sin saber qué había pasado I never did find out what had happened
    3
    ( Esp) (llegar a ser) (+ me/te/le etc): el vestido se te ha quedado corto the dress is too short on you now
    la casa se les está quedando pequeña the house is getting (to be) too small for them
    4 (olvidarse) (+ me/te/le etc):
    se me quedó el paraguas I left my umbrella behind
    B
    1
    (permanecer): pienso quedarme soltera I intend to stay single
    no me gusta quedarme sola en casa I don't like being (left) on my own o being alone in the house
    no te quedes ahí parado y haz algo don't just stand there, do something!
    nos quedamos charlando toda la noche we spent the whole night chatting
    se me quedó mirando he sat/stood there staring at me, he just stared at me
    la escena se me ha quedado grabada en la memoria the scene has remained engraved o is engraved on my memory
    iba para pintor pero se quedó en profesor de dibujo he set out to be a painter but he ended up as an art teacher
    se quedó en la mesa de operaciones ( euf); he died on the operating table
    de repente el motor se quedó ( AmL); the engine suddenly died on me
    2 (en un lugar) to stay
    quédate aquí stay here
    me quedé a dormir en su casa I spent o stayed the night at his house
    nos quedamos en un hotel/en casa de unos amigos we stayed at a hotel/with some friends
    se tuvo que quedar en el hospital una semana más she had to stay o remain in (the) hospital for another week
    se quedó en casa/en la cama todo el día she stayed at home/in bed all day
    A ‹cambio/lápiz› to keep
    quédatelo, yo tengo otro keep it, I have another one
    quedarse CON algo:
    quédate con la foto si quieres you can keep the photo o ( colloq) hang on to the photo if you want
    se quedó con mi libro she kept my book, she didn't give my book back
    entre él y su mujer no sé con cuál de los dos me quedo there's not much to choose between him and his wife
    si me lo rebaja me quedo con él if you knock something off the price, I'll take it ( colloq)
    quedarse con algn ( Esp fam) (burlarse de él) to have sb on ( colloq) (engañarlo) to take sb for a ride ( colloq)
    B
    ( Chi) «pierna/brazo» (+ me/te/le etc): quiso levantarse pero se le quedó la pierna he tried to get up but he couldn't move his leg
    se le queda la pierna al caminar he drags one leg when he walks
    * * *

     

    quedar ( conjugate quedar) verbo intransitivo
    1 (en un estado, una situación):
    quedar viudo/huérfano to be widowed/orphaned;

    quedó paralítico he was left paralyzed;
    el coche quedó como nuevo the car is as good as new (now);
    y que esto quede bien claro and I want to make this quite clear;
    ¿quién quedó en primer lugar? who was o came first?
    2 ( en la opinión de los demás):
    si no voy quedaré mal con ellos it won't go down very well o it'll look bad if I don't turn up;

    lo hice para quedar bien con el jefe I did it to get in the boss's good books;
    quedé muy bien con el regalo I made a very good impression with my present;
    me hiciste quedar muy mal diciendo eso you really showed me up saying that;
    nos hizo quedar mal a todos he embarrassed us all;
    quedó en ridículo ( por culpa propia) he made a fool of himself;

    ( por culpa ajena) he was made to look a fool
    3 ( permanecer):
    ¿queda alguien adentro? is there anyone left inside?;

    le quedó la cicatriz she was left with a scar;
    esto no puede quedar así we can't leave things like this;
    nuestros planes quedaron en nada our plans came to nothing;
    quedar atrás [ persona] to fall behind;

    [rencillas/problemas] to be in the past
    4 (+ me/te/le etc)
    a) [tamaño/talla]:


    la talla 12 le queda bien the size 12 fits (you/him) fine
    b) ( sentar):

    el azul le queda bien/mal blue suits her/doesn't suit her

    a) (acordar, convenir):

    ¿en qué quedaron? what did you decide?;

    ¿entonces en qué quedamos? so, what's happening, then?;
    quedaron en or (AmL) de no decirle nada they agreed o decided not to tell him anything;
    quedó en or (AmL) de venir a las nueve she said she would come at nine
    b) ( citarse):

    ¿a qué hora quedamos? what time shall we meet?;

    quedé con unos amigos para cenar I arranged to meet some friends for dinner
    ( estar situado) to be;

    me queda muy lejos it's very far from where I live (o work etc)
    (en 3a pers)
    1

    ¿te queda algo de dinero? do you have any money left?;

    ¿queda café? is there any coffee left?;
    solo quedan las ruinas only the ruins remain;
    no nos queda más remedio que ir we have no choice but to go
    b) ( sobrar) [comida/vino] to be left (over)

    2 ( faltar):

    ¿cuántos kilómetros quedan? how many kilometers are there to go?;
    todavía le quedan dos años he still has two years to go o do;
    queda mucho por ver there is still a lot to see;
    aún me queda todo esto por hacer I still have all this to do;
    no me/le queda otra (fam) I have/he has no choice
    quedarse verbo pronominal
    1
    a) (en un lugar, país) to stay;


    b) (en un estado, una situación) (+ compl):


    quedarse dormido to fall asleep;
    quedarse sin trabajo to lose one's job
    2 (+ me/te/le etc)
    a) ( permanecer):


    no me gusta quedarme sola en casa I don't like being alone in the house;
    no te quedes ahí parado don't just stand there!;
    nos quedamos charlando hasta tarde we went on chatting until late in the evening;
    se me quedó mirando he sat/stood there staring at me;
    de repente el motor se quedó (AmL) the engine suddenly died on me
    b) (Andes) ( olvidarse):


    c) (Esp) ( llegar a ser):


    cambio/lápiz to keep;

    me quedo con este I'll take this one
    quedar verbo intransitivo
    1 (en un estado) quedar bien, (una persona) to make a good impression
    (un objeto) to look nice
    quedar en ridículo, to make a fool of oneself
    2 (en un lugar) to be: mi casa no queda lejos, my house is not far from here
    3 (sobrar) to be left: ¿queda más té?, is there any tea left?
    4 (faltar) (tiempo) to go: quedan dos días para las vacaciones, there are two days to go till the holidays
    5 (convenir) to agree: quedamos en ir al cine, we agreed to go to the cinema
    6 (citarse) to meet: quedaré con mi hermana, I'll arrange to meet my sister
    7 (una ropa, un peinado, etc) to suit: te queda grande, it's too big for you
    ' quedar' also found in these entries:
    Spanish:
    betún
    - cumplir
    - descolgarse
    - embarazarse
    - enmudecer
    - estar
    - lucirse
    - restar
    - sobrar
    - sopa
    - venir
    - aire
    - aislado
    - anillo
    - bailar
    - calle
    - constar
    - descubierto
    - desmano
    - enganchar
    - faltar
    - lejísimos
    - manifiesto
    - mano
    - rezagado
    - tabla
    English:
    air
    - appal
    - appall
    - arrange
    - date
    - egg
    - fit
    - flu
    - gasp
    - go
    - leave
    - lie
    - long
    - meet
    - one-upmanship
    - remain
    - rest
    - side
    - smoke
    - stand
    - stand about
    - stand around
    - agree
    - alternatively
    - catch
    - come
    - get
    - keep
    - narrow
    - out
    - over
    - place
    - remand
    - runner
    - scar
    - scot-free
    - show
    - strand
    - unpunished
    - water
    - widow
    * * *
    vi
    1. [permanecer] to remain, to stay;
    nuestros problemas quedaron sin resolver our problems remained unsolved;
    los tipos de interés han quedado al mismo nivel interest rates have stayed o remained at the same level;
    no le quedaron secuelas del accidente he suffered no after-effects from the accident;
    Andes, RP
    en el apuro, quedaron los abrigos the coats got left behind o forgotten in the rush;
    quedo a su entera disposición para cualquier consulta [en cartas] I am available to answer any enquiries you may have;
    todo quedó en un buen susto she suffered nothing worse than a shock;
    el viaje quedó en proyecto the trip never got beyond the planning stage;
    ¡esto no puede o [m5] no va a quedar así! I'm not going to let it rest at this!;
    todos nuestros problemas han quedado atrás all our problems are behind us now
    2. [haber aún] to be left, to remain;
    ¿queda azúcar? is there any sugar left?;
    no queda azúcar there isn't any sugar left;
    no nos queda leche we're out of milk;
    queda gente dentro haciendo el examen there are still some people left inside doing the exam;
    queda poco del casco antiguo de la ciudad little remains of the old part of the city;
    nos quedan 50 pesos we have 50 pesos left;
    lo que quede dáselo al perro give whatever's left over to the dog;
    no me quedan ganas de seguir hablando I don't feel like talking any more;
    me queda la esperanza de volver algún día I can only hope that one day I will return;
    Am
    no queda otra there's nothing else for it;
    voy a tener que vender el auto para pagar las cuentas, no queda otra I'm going to have to sell the car to pay the bills, there's nothing else for it
    3. [faltar]
    ¿cuánto queda para Buenos Aires? how much further is it to Buenos Aires?;
    quedan dos vueltas para que termine la carrera there are two laps to go until the end of the race;
    queda poco/un mes para las vacaciones there's not long to go/there's a month to go until the holidays, it's not long/it's a month until the holidays;
    queda mucho para mi cumpleaños my birthday's a long way off;
    me quedan dos días para terminar el trabajo I have two days (left) to finish the work;
    sólo me queda despedirme hasta la próxima semana all that remains is for me to say goodbye until next week;
    quedar por hacer to remain to be done;
    queda por fregar el suelo the floor has still to be cleaned;
    nos quedan bastantes sitios por visitar we still have quite a lot of places to visit
    4. [mostrarse, dar cierta imagen]
    quedar bien/mal (con alguien) to make a good/bad impression (on sb);
    le gusta quedar bien con todo el mundo he likes to keep everyone happy;
    quedaste estupendamente trayendo flores you made a very good impression by bringing flowers;
    voy a quedar fatal si no voy it'll look really bad if I don't go;
    no me hagas quedar mal don't show me up;
    quedaste como un mentiroso you ended up looking like o you came across like a liar;
    quedó como un idiota he ended up o he was left looking stupid
    5. [resultar]
    el trabajo ha quedado perfecto the job turned out perfectly;
    el cuadro queda muy bien ahí the picture looks great there;
    el salón os ha quedado muy bonito the living-room has turned out lovely, you've made a great job of the living-room;
    quedar claro to be clear;
    no quiero que llegues después de las once, ¿queda claro? I don't want you back later than eleven, is that clear?;
    quedar en [llegar, acabar] to end in;
    quedar en quinto lugar, quedar el quinto to come fifth;
    quedar en nada to come to nothing;
    RP Fam
    quedamos en veremos we left it open
    6. [sentar]
    te queda un poco corto el traje your suit is a bit too short;
    esta falda me queda un poco justa this skirt is a bit tight;
    ¡qué bien te queda ese traje! that dress really suits you!, you look great in that dress!;
    esa camisa te queda mal that shirt doesn't suit you;
    ¿te quedan bien los zapatos? do the shoes fit you?;
    quedar bien/mal con algo to go well/badly with sth;
    Méx
    este pantalón no me queda these Br trousers o US pants don't suit me;
    Méx
    esas cortinas le quedan mal al salón those curtains don't go well in the living-room
    7. [citarse]
    quedar (con alguien) to arrange to meet (sb);
    ¿cuándo/dónde quedamos? when/where shall we meet?;
    hemos quedado el lunes we've arranged to meet on Monday;
    he quedado con Juan para jugar al tenis I've arranged to play tennis with Juan
    8. [acordar]
    quedar en algo to agree on sth;
    quedar en o Am [m5] de hacer algo to agree to do sth;
    ¿en qué has quedado? what have you decided to do?;
    quedar en que… to agree that…;
    quedé con ellos en que iría I told them I'd go;
    ¿en qué quedamos? what's it to be, then?
    9. [estar situado] to be;
    queda por las afueras it's somewhere on the outskirts;
    ¿por dónde queda? whereabouts is it?
    10. [asignatura]
    me queda el inglés de primero I still haven't passed first-year English;
    ¿cuántas te han quedado? how many subjects from last year do you have to resit this year?
    vt
    RP Fam
    quedarla: no apuestes todo a una sola posibilidad porque si no sale, la quedás don't put all your eggs in one basket because if it doesn't work out, you've had it;
    ¿quién la queda? [en juego] who's counting?
    v impersonal
    por mí que no quede don't let me be the one to stop you;
    que no quede por falta de dinero we don't want it to fall through for lack of money;
    por probar que no quede we should at least try it
    * * *
    v/i
    1 ( permanecer) stay;
    esto queda entre nosotros this is just between us;
    quedar cerca be nearby
    2 en un estado be;
    quedó sin resolver it remained unresolved, it wasn’t sorted out;
    ¿cómo quedó? how did it end up?;
    queda por hacer it still has o needs to be done
    3 ( sentar)
    :
    te queda bien/mal de estilo it suits you/doesn’t suit you; de talla it fits you/doesn’t fit you
    4 ( sobrar) be left;
    ¿queda mucho tiempo? is there much time left?;
    no queda nada de tiempo time’s almost up; distancia it’s not far now
    :
    quedar con alguien fam arrange to meet (with) s.o.;
    ¿dónde habíamos quedado? where had we arranged to meet?
    6 ( acordar)
    :
    quedar en algo agree to sth;
    ¿en qué quedamos? what did we agree?
    7
    :
    por mí que no quede it’s fine by me
    * * *
    quedar vi
    1) permanecer: to remain, to stay
    2) : to be
    quedamos contentos con las mejoras: we were pleased with the improvements
    3) : to be situated
    queda muy lejos: it's very far, it's too far away
    4) : to be left
    quedan sólo dos alternativas: there are only two options left
    5) : to fit, to suit
    estos zapatos no me quedan: these shoes don't fit
    6)
    quedar bien (mal) : to turn out well (badly)
    7)
    quedar en : to agree, to arrange
    ¿en qué quedamos?: what's the arrangement, then?
    * * *
    quedar vb
    1. (haber) to be left
    ¿quedan cebollas? are there any onions left?
    2. (permanecer) to remain
    3. (tener) to have left
    4. (faltar) to have to do
    5. (distancia, tiempo)
    6. (resultar) to be
    7. (estar) to be
    ¿dónde queda la estación? where's the station?
    8. (citarse) to meet [pt. & pp. met]
    ¿a qué hora quedamos? what time shall we meet?
    10. (sentar bien ropa) to suit

    Spanish-English dictionary > quedar

  • 11 right

    1. adjective
    1) (on or related to the side of the body which in most people has the more skilful hand, or to the side of a person or thing which is toward the east when that person or thing is facing north (opposite to left): When I'm writing, I hold my pen in my right hand.) derecho
    2) (correct: Put that book back in the right place; Is that the right answer to the question?) correcto
    3) (morally correct; good: It's not right to let thieves keep what they have stolen.) bien
    4) (suitable; appropriate: He's not the right man for this job; When would be the right time to ask him?) adecuado, apropiado

    2. noun
    1) (something a person is, or ought to be, allowed to have, do etc: Everyone has the right to a fair trial; You must fight for your rights; You have no right to say that.) derecho
    2) (that which is correct or good: Who's in the right in this argument?) cierto, razón
    3) (the right side, part or direction: Turn to the right; Take the second road on the right.) derecha
    4) (in politics, the people, group, party or parties holding the more traditional beliefs etc.) derecha

    3. adverb
    1) (exactly: He was standing right here.) exactamente
    2) (immediately: I'll go right after lunch; I'll come right down.) inmediatamente
    3) (close: He was standing right beside me.) justo
    4) (completely; all the way: The bullet went right through his arm.) totalmente, completamente
    5) (to the right: Turn right.) a la derecha
    6) (correctly: Have I done that right?; I don't think this sum is going to turn out right.) bien, correctamente

    4. verb
    1) (to bring back to the correct, usually upright, position: The boat tipped over, but righted itself again.) enderezar
    2) (to put an end to and make up for something wrong that has been done: He's like a medieval knight, going about the country looking for wrongs to right.) corregir

    5. interjection
    (I understand; I'll do what you say etc: `I want you to type some letters for me.' `Right, I'll do them now.') de acuerdo, bien
    - righteously
    - righteousness
    - rightful
    - rightfully
    - rightly
    - rightness
    - righto
    - right-oh
    - rights
    - right angle
    - right-angled
    - right-hand
    - right-handed
    - right wing

    6. adjective
    ((right-wing) (having opinions which are) of this sort.) de derecha
    - by rights
    - by right
    - get
    - keep on the right side of
    - get right
    - go right
    - not in one's right mind
    - not quite right in the head
    - not right in the head
    - put right
    - put/set to rights
    - right away
    - right-hand man
    - right now
    - right of way
    - serve right

    right1 adj
    1. correcto
    can you tell me the right time? ¿me puedes decir la hora exacta?
    is this the High Street? That's right ¿es la Calle Mayor? Así es
    2. derecho
    right2 adv
    1. bien
    2. a la derecha
    turn right at the traffic lights en el semáforo, gira a la derecha
    3. justo / exactamente
    right3 n
    1. derecha
    2. bien
    3. derecho
    tr[raɪt]
    1 (not left) derecho,-a
    2 (correct) correcto,-a
    3 (just) justo,-a
    4 (suitable) apropiado,-a, adecuado,-a
    5 familiar (total) auténtico,-a, total
    1 a la derecha, hacia la derecha
    turn right at the traffic lights en el semáforo, gira a la derecha
    2 (correctly) bien, correctamente
    3 (exactly) justo
    4 (well) bueno, bien
    right, I'm going to bed bueno, yo me voy a la cama
    1 (not left) derecha
    2 (entitlement) derecho
    1 corregir
    2 SMALLMARITIME/SMALL enderezar
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    all right! ¡bien!, ¡conforme!, ¡vale!
    it serves you «(him, etc)» right te (le, etc) está bien empleado
    right away en seguida
    to be right tener razón
    to put right arreglar, corregir
    right and wrong el bien y el mal
    right angle ángulo recto
    right wing SMALLPOLITICS/SMALL derecha
    right ['raɪt] vt
    1) fix, restore: reparar
    to right the economy: reparar la economía
    2) straighten: enderezar
    right adv
    1) : bien
    to live right: vivir bien
    2) precisely: precisamente, justo
    right in the middle: justo en medio
    3) directly, straight: derecho, directamente
    he went right home: fue derecho a casa
    4) immediately: inmediatamente
    right after lunch: inmediatamente después del almuerzo
    5) completely: completamente
    he felt right at home: se sintió completamente cómodo
    6) : a la derecha
    to look left and right: mirar a la izquierda y a la derecha
    right adj
    1) upright: bueno, honrado
    right conduct: conducta honrada
    2) correct: correcto
    the right answer: la respuesta correcta
    3) appropriate: apropiado, adecuado, debido
    the right man for the job: el hombre perfecto para el trabajo
    4) straight: recto
    a right line: una línea recta
    5) : derecho
    the right hand: la mano derecha
    6) sound: bien
    he's not in his right mind: no está bien de la cabeza
    1) good: bien m
    to do right: hacer el bien
    2) : derecha f
    on the right: a la derecha
    3) or right hand : mano f derecha
    4) entitlement: derecho m
    the right to vote: el derecho a votar
    women's rights: los derechos de la mujer
    5)
    the Right : la derecha (en la política)
    adj.
    acertado, -a adj.
    ajustado, -a adj.
    correcto, -a adj.
    debido, -a adj.
    derecho, -a adj.
    diestro, -a adj.
    enderezado, -a adj.
    exacto, -a adj.
    justo, -a adj.
    lícito, -a adj.
    adv.
    a la derecha adv.
    bien adv.
    justo adv.
    mismo adv.
    interj.
    cabal interj.
    n.
    derechazo s.m.
    derecho s.m.
    justicia s.f.
    privilegio s.m.
    razón s.f.
    v.
    adrizar v.
    enderezar v.
    endrezar v.

    I raɪt
    1) ( correct) <answer/interpretation> correcto

    are you sure this is the right house? — ¿estás seguro de que ésta es la casa or de que es aquí?

    did you press the right button? — ¿apretaste el botón que debías?

    do you have the right change? — ¿tienes el cambio justo?

    do you have the right time? — ¿tienes hora (buena)?

    to be right\<\<person\>\> tener* razón, estar* en lo cierto; \<\<clock\>\> estar* bien

    how right she was! — cuánta razón tenía!, si habrá tenido razón!

    to be right ABOUT something/somebody — tener* razón en cuanto a algo/alguien

    to be right IN something: am I right in thinking this has happened before? si no me equivoco esto ya había pasado antes ¿no?; to get something right: you got two answers right acertaste dos respuestas; did I get your name right? ¿entendí bien tu nombre?; I guess you're Bobby - that's right! tú tienes que ser Bobby - el mismo! or así es!; two o'clock tomorrow, right? - right! — a las dos mañana ¿de acuerdo? - de acuerdo! or (esp Esp fam) vale!

    3) (good, suitable) adecuado, apropiado

    were the curtains the right length? — ¿estaban bien de largo las cortinas?

    if the price is right — si el precio es razonable, si está bien de precio

    4) (just, moral) (pred)

    to be right — ser* justo

    to be right to + inf — hacer* bien en + inf

    a) ( in order)

    it's too quiet: something's not right — hay demasiado silencio, algo pasa

    b) (fit, healthy) (colloq) bien
    6) ( complete) (BrE colloq) (before n)
    7) ( Math)

    right angleángulo m recto

    right triangle — (AmE) triángulo m rectángulo

    8) (before n) <side/ear/shoe> derecho

    II
    1) (correctly, well) bien, correctamente

    I had guessed right — había adivinado, no me había equivocado

    nothing goes right for them — todo les sale mal, nada les sale bien

    to do right by somebody — portarse bien con alguien; serve I 2)

    2)
    a) (all the way, completely)
    b) ( directly)

    it's right in front of youlo tienes allí delante or (fam) delante de las narices

    he was right here/there — estaba aquí mismo/allí mismo

    3) <turn/look> a la derecha

    III
    1)
    a) c u ( entitlement) derecho m

    right to something/+ INF — derecho a algo/+ inf

    in her/his/its own right: she is Queen in her own right es Reina a título propio or por derecho propio; she is also a composer in her own right ella también es compositora; the title is his by right el título le corresponde a él; by what right? — ¿con qué derecho?

    b) rights pl derechos mpl

    to be within one's rightsestar* en su (or mi etc) derecho

    2) u c ( what is correct)

    to know right from wrong — saber* distinguir entre el bien y el mal

    to be in the right — tener* razón, llevar la razón, estar* en lo cierto

    to put o set something to rights — (esp BrE) arreglar algo

    3)
    a) u ( opposite the left) derecha f

    the one on the right — el/la de la derecha

    to drive on the rightmanejar or (Esp) conducir* por la derecha

    on o to my/your right — a mi/tu derecha

    take the next righttome or (esp Esp) coja la próxima a la derecha

    to make o (BrE) take a right — girar or torcer* or doblar a la derecha

    c) ( Sport) ( hand) derecha f; ( blow) derechazo m
    4) u ( Pol)

    IV
    a) ( set upright) enderezar*
    b) ( redress) \<\<injustice\>\> reparar

    V
    interjection (colloq) bueno!, vale! (Esp fam)
    [raɪt]
    1. ADJ
    1) (=morally good, just) justo

    it is/seems only right that she should get the biggest share — es/me parece justo que ella reciba la mayor parte, está/me parece bien que ella reciba la mayor parte

    it's not right! — ¡no hay derecho!

    I thought it right to ask permission first — me pareció conveniente preguntarle antes, pensé que debía preguntarle antes

    would it be right for me to ask him? — ¿debería preguntárselo?

    to do the right thing, do what is right — hacer lo correcto, actuar correctamente

    doing the right thing by a pregnant girlfriend meant marrying her — hacer lo que Dios manda con una novia embarazada significaba casarse con ella

    2) (=suitable) [tool, clothes] apropiado, adecuado; [time] oportuno

    to choose the right moment for sth/to do sth — elegir el momento oportuno para algo/para hacer algo

    that's the right attitude! — ¡haces bien!

    the balance of humour and tragedy is just right — el equilibrio entre humor y tragedia es perfecto

    "is there too much salt in it?" - "no, it's just right" — -¿tiene demasiada sal? -no, está en su punto justo

    Mr Right — el novio soñado, el marido ideal

    to know the right peopletener enchufes or (LAm) palanca

    he knows all the right peopletiene enchufes or (LAm) palanca en todas partes

    I just happened to be in the right place at the right time — dio la casualidad de que estaba en el sitio adecuado en el momento adecuado

    if the price is right — si el precio es razonable

    he's on the right side of 40 — tiene menos de 40 años

    to say the right thing — decir lo que hay que decir, tener las palabras justas

    we'll do it when the time is right — lo haremos en el momento oportuno or a su debido tiempo

    the right wordla palabra exacta or apropiada

    3) (=correct) correcto, exacto

    right first time! — ¡exactamente!, ¡exacto!

    "she's your sister?" - "that's right!" — -¿es tu hermana? -¡eso es! or ¡así es! or ¡exacto!

    that's right! it has to go through that hole — ¡eso es! tiene que pasar por ese agujero

    she said she'd done it, isn't that right, mother? — dijo que lo había hecho ¿no es así, madre? or ¿a que sí, madre?

    you mean he offered to pay? is that right, Harry? — ¿dices que se ofreció a pagar? ¿es eso cierto, Harry?

    and quite right too! — ¡y con razón!

    am I right for the station? — ¿por aquí se va a la estación?, ¿voy bien (por aquí) para la estación?

    the right answer — la respuesta correcta; (Math) (to problem) la solución correcta

    right you are! * — ¡vale!, ¡muy bien!

    I was beginning to wonder whether I had the right dayempezaba a preguntarme si me habría equivocado de día

    to get sth right — (=guess correctly) acertar en algo; (=do properly) hacer algo bien

    you didn't get it right, so you lose five points — no acertaste or te equivocaste, así que pierdes cinco puntos

    let's get it right this time! — ¡a ver si esta vez nos sale bien!

    is this the right house? — ¿es esta la casa?

    he can't even sing the right notesno sabe ni dar las notas bien

    are you sure you've got the right number? — (Telec) ¿seguro que es ese el número?

    to put sb right — sacar a algn de su error; (unpleasantly) enmendar la plana a algn

    I'm confused, and I wanted you to put me right — tengo dudas y quisiera que tú me las aclararas

    if you tell the story wrong the child will soon put you right — si te equivocas al contar la historia, el niño enseguida te corrige or te saca de tu error

    to put a mistake rightcorregir or rectificar un error

    is this the right road for Segovia? — ¿es este el camino de Segovia?, ¿por aquí se va a Segovia?

    are we on the right road? — ¿vamos por buen camino?, ¿vamos bien por esta carretera?

    it's not the right shade of green — no es el tono de verde que yo busco

    the right side of the fabric — el (lado) derecho de la tela

    is the skirt the right size? — ¿va bien la falda de talla?

    it's not the right size/length — no vale de talla/de largo

    the right timela hora exacta

    is that the right time? — ¿es esa la hora?

    do you have the right time? — ¿tienes hora buena?, ¿sabes qué hora es exactamente?

    - get on the right side of sb
    4) (=in the right)

    to be right — [person] tener razón, estar en lo cierto

    you're quite right, you're dead right *tienes toda la razón

    how right you are! — ¡qué razón tienes!

    to be right about sth/sb, you were right about there being none left — tenías razón cuando decías que no quedaba ninguno

    you were right about Peter, he's totally unreliable — tenías razón en lo de Peter or con respecto a Peter: no hay quien se fíe de él

    am I right in thinking that we've met before? — si no me equivoco ya nos conocemos ¿no?

    you were right in calling the doctor, it was appendicitis — hiciste bien en llamar al médico, era apendicitis

    5) (=in order)

    it will all come right in the end — todo se arreglará al final

    she's not quite right in the headno está en sus cabales

    to be in one's right minden su sano juicio

    to put sth/sb right, I hope the garage can put the car right — espero que me sepan arreglar el coche en el taller

    that's soon put right — eso se arregla fácilmente, eso tiene fácil arreglo

    all's right with the worldtodo va bien

    - be/feel as right as rain
    6) (=not left) derecho

    I'd give my right arm to knowdaría cualquier cosa or todo el oro del mundo por saberlo

    7) (Math) [angle] recto
    8) (Brit)
    * (as intensifier) (=complete)

    she made a right mess of itlo hizo fatal *, le salió un buen churro (Sp) *

    you're a right one to talkiro mira quién habla

    Charlie
    2. ADV
    1) (=directly, exactly)

    right away — en seguida, ahora mismo, ahorita (mismo) (Mex, And)

    it happened right before our eyes — ocurrió delante de nuestros propios ojos

    she was standing right behind/in front of him — estaba justo detrás/delante de él

    right hereaquí mismo or (CAm) mero

    he was standing right in the middle of the road — estaba justo en el centro or (CAm) en el mero centro de la calle

    right now(=immediately) ahora mismo; (=at the moment) (justo) ahora

    she's busy right nowahora mismo or justo ahora está ocupada

    he could tell right off that I was a foreigner — reconoció de inmediato que yo era extranjero

    to go right onseguir todo derecho

    right on! * ¡eso es!, ¡de acuerdo!

    she should come right out and say so — debería ser clara y decirlo

    it fell right on top of me — me cayó justo encima

    2) (=immediately) justo, inmediatamente

    I'll do it right after dinner — lo haré justo or inmediatamente después de cenar

    I'll be right backvuelvo en seguida

    come right in! — ¡ven aquí dentro!

    I'll be right overvoy en seguida

    I had to decide right thentenía que decidirme allí mismo

    3) (=completely)

    we were sat right at the backestábamos sentados atrás del todo

    he put his hand in right to the bottomintrodujo la mano hasta el mismo fondo

    their house is right at the end of the street — su casa está justo al final de la calle

    she was a very active old lady, right to the end — fue una anciana muy activa hasta el final

    to push sth right inmeter algo hasta el fondo

    there is a fence right round the house — hay una valla que rodea la casa por completo

    to read a book right throughleer un libro hasta el final

    he filled it right uplo llenó del todo

    4) (=correctly) bien, correctamente

    you did right to/not to invite them — hiciste bien en invitarlos/en no invitarlos

    if I remember right — si mal no recuerdo, si no me falla la memoria

    it's him, right enough! — ¡seguro que es él!

    5) (=fairly)

    to do right by sb — portarse como es debido con algn

    don't worry about the pay, John will see you right — no te preocupes por el sueldo, John se encargará de que te paguen lo que te corresponde

    to treat sb right — tratar bien a algn

    serve
    6) (=properly, satisfactorily) bien
    7) (=not left) a la derecha

    eyes right! — (Mil) ¡vista a la derecha!

    to turn right — torcer a la derecha

    right (about) turn! — ¡media vuelta a la derecha!

    left II, 1., 1)

    right, who's next? — a ver, ¿quién va ahora?

    right then, let's begin! — ¡empecemos, pues!

    3. N
    1) (=what is morally right, just)

    by rights the house should go to me — lo suyo or lo propio es que la casa me correspondiera a mí

    to be in the right — tener razón, estar en lo cierto

    to put or set sth to rights — arreglar algo

    to set or put the world to rights — arreglar el mundo

    to have right on one's sidetener la razón de su parte

    wrong 3.
    2) (=prerogative) derecho m

    what gives you the right or what right have you got to criticize me? — ¿qué derecho tienes tú a criticarme?

    who gave you the right to come in here? — ¿quién te ha dado permiso para entrar aquí?

    as of right — por derecho propio

    by right of — por or en razón de

    by what right do you make all the decisions? — ¿con qué derecho tomas tú todas las decisiones?

    to own sth in one's own right — poseer algo por derecho propio

    right to replyderecho m de réplica

    right of wayderecho m de paso; (Aut etc) (=precedence) prioridad f

    abode, assembly, exercise, reserve 2., 1)
    3) rights derechos mpl

    civil rights — derechos mpl civiles

    film rights — derechos mpl cinematográficos

    human rights — derechos mpl humanos

    insist on your legal rights — hazte valer tus derechos legales

    they don't have voting rights — no tienen derecho al voto or de voto

    to be (well) within one's rights — estar en su derecho

    women's rights — derechos de la mujer

    all rights reserved — es propiedad, reservados todos los derechos

    4) (=not left) derecha f

    reading from right to left — leyendo de derecha a izquierda

    to keep to the right — (Aut) circular por la derecha

    our house is the second on the right — nuestra casa es la segunda a or de la derecha

    on or to my right — a mi derecha

    5) (Pol)

    to be on or to the right of sth/sb — (Pol) estar a la derecha de algo/algn

    6) (=right turn)

    to take or make a right — girar a la derecha

    7) (Boxing) (=punch) derechazo m; (=right hand) derecha f
    4.
    VT (=put straight) [+ crooked picture] enderezar; (=correct) [+ mistake] corregir; [+ injustice] reparar; (=put right way up) [+ vehicle, person] enderezar

    he tried to right himself but the leg was broken — intentó ponerse de pie pero tenía la pierna rota

    to right itself[vehicle] enderezarse; [situation] rectificarse

    to right a wrong — deshacer un agravio, reparar un daño

    5.
    CPD

    right angle Nángulo m recto

    to be at right angles (to sth)estar en or formar ángulo recto (con algo)

    right back N — (Sport) (=player) lateral mf derecho(-a); (=position) lateral m derecho

    right half N — (Sport) medio m (volante) derecho

    rights issue Nemisión f de acciones

    right to life Nderecho m a la vida

    right-to-life

    right triangle (US) Ntriángulo m rectángulo

    right turn N

    to take or make a right turn — (Aut) girar a la derecha; (Pol) dar un giro a la derecha

    right wing N — (Pol) derecha f; right-wing; (Sport) (=position) ala f derecha

    * * *

    I [raɪt]
    1) ( correct) <answer/interpretation> correcto

    are you sure this is the right house? — ¿estás seguro de que ésta es la casa or de que es aquí?

    did you press the right button? — ¿apretaste el botón que debías?

    do you have the right change? — ¿tienes el cambio justo?

    do you have the right time? — ¿tienes hora (buena)?

    to be right\<\<person\>\> tener* razón, estar* en lo cierto; \<\<clock\>\> estar* bien

    how right she was! — cuánta razón tenía!, si habrá tenido razón!

    to be right ABOUT something/somebody — tener* razón en cuanto a algo/alguien

    to be right IN something: am I right in thinking this has happened before? si no me equivoco esto ya había pasado antes ¿no?; to get something right: you got two answers right acertaste dos respuestas; did I get your name right? ¿entendí bien tu nombre?; I guess you're Bobby - that's right! tú tienes que ser Bobby - el mismo! or así es!; two o'clock tomorrow, right? - right! — a las dos mañana ¿de acuerdo? - de acuerdo! or (esp Esp fam) vale!

    3) (good, suitable) adecuado, apropiado

    were the curtains the right length? — ¿estaban bien de largo las cortinas?

    if the price is right — si el precio es razonable, si está bien de precio

    4) (just, moral) (pred)

    to be right — ser* justo

    to be right to + inf — hacer* bien en + inf

    a) ( in order)

    it's too quiet: something's not right — hay demasiado silencio, algo pasa

    b) (fit, healthy) (colloq) bien
    6) ( complete) (BrE colloq) (before n)
    7) ( Math)

    right angleángulo m recto

    right triangle — (AmE) triángulo m rectángulo

    8) (before n) <side/ear/shoe> derecho

    II
    1) (correctly, well) bien, correctamente

    I had guessed right — había adivinado, no me había equivocado

    nothing goes right for them — todo les sale mal, nada les sale bien

    to do right by somebody — portarse bien con alguien; serve I 2)

    2)
    a) (all the way, completely)
    b) ( directly)

    it's right in front of youlo tienes allí delante or (fam) delante de las narices

    he was right here/there — estaba aquí mismo/allí mismo

    3) <turn/look> a la derecha

    III
    1)
    a) c u ( entitlement) derecho m

    right to something/+ INF — derecho a algo/+ inf

    in her/his/its own right: she is Queen in her own right es Reina a título propio or por derecho propio; she is also a composer in her own right ella también es compositora; the title is his by right el título le corresponde a él; by what right? — ¿con qué derecho?

    b) rights pl derechos mpl

    to be within one's rightsestar* en su (or mi etc) derecho

    2) u c ( what is correct)

    to know right from wrong — saber* distinguir entre el bien y el mal

    to be in the right — tener* razón, llevar la razón, estar* en lo cierto

    to put o set something to rights — (esp BrE) arreglar algo

    3)
    a) u ( opposite the left) derecha f

    the one on the right — el/la de la derecha

    to drive on the rightmanejar or (Esp) conducir* por la derecha

    on o to my/your right — a mi/tu derecha

    take the next righttome or (esp Esp) coja la próxima a la derecha

    to make o (BrE) take a right — girar or torcer* or doblar a la derecha

    c) ( Sport) ( hand) derecha f; ( blow) derechazo m
    4) u ( Pol)

    IV
    a) ( set upright) enderezar*
    b) ( redress) \<\<injustice\>\> reparar

    V
    interjection (colloq) bueno!, vale! (Esp fam)

    English-spanish dictionary > right

  • 12 yo

    pron.
    I.
    yo me llamo Luis I'm called Luis
    * * *
    yo
    1 I
    yo en tu lugar... if I were you...
    yo que tú... if I were you...
    1 the ego, the self
    * * *
    pron.
    1) I
    2) me
    * * *
    1. PRON PERS
    1) [sujeto] I

    ¡y yo que confiaba en ti! — and to think that I trusted you!

    -¿quién es? -soy yo — "who is it?" - "it's me"

    -¿quién lo dijo? -yo no — "who said that?" - "not me"

    2) [en comparaciones, después de prep] me
    2.
    SM
    (Psic)

    el yo — the self, the ego

    * * *
    I
    pronombre personal
    a) ( como sujeto) I

    ¿quién quería verme? - yo no — who wanted to see me? - not me o it wasn't me

    ¿quién quiere más? - yo! — who wants some more? - me! o I do!

    fui yo el que llamóit was me o (frml) I who called

    ¿quién, yo? — who?, me?

    ¿y yo qué? — what about me?

    yo que tú/él — if I were you/him

    b) (en comparaciones, con ciertas preposiciones) me
    II
    * * *
    = I, I for one.
    Ex. Under 'American Scholar' he found editions published beginning, I believe, in the 1880s.
    Ex. And I for one would urge that more time be given to try to fashion the best possible code since the greatest costs lie ahead of us.
    ----
    * entre tú y yo = between you and me, between ourselves.
    * es lo que yo pienso = my two cents' worth.
    * según yo = in my books.
    * yo mismo = myself.
    * yo también = same here, me too.
    * * *
    I
    pronombre personal
    a) ( como sujeto) I

    ¿quién quería verme? - yo no — who wanted to see me? - not me o it wasn't me

    ¿quién quiere más? - yo! — who wants some more? - me! o I do!

    fui yo el que llamóit was me o (frml) I who called

    ¿quién, yo? — who?, me?

    ¿y yo qué? — what about me?

    yo que tú/él — if I were you/him

    b) (en comparaciones, con ciertas preposiciones) me
    II
    * * *
    = I, I for one.

    Ex: Under 'American Scholar' he found editions published beginning, I believe, in the 1880s.

    Ex: And I for one would urge that more time be given to try to fashion the best possible code since the greatest costs lie ahead of us.
    * entre tú y yo = between you and me, between ourselves.
    * es lo que yo pienso = my two cents' worth.
    * según yo = in my books.
    * yo mismo = myself.
    * yo también = same here, me too.

    * * *
    yo1
    ¿quién quería verme? — yo no who wanted to see me? — not me o it wasn't me
    ¿quién quiere más helado? — ¡yo! who wants more ice cream? — me! o I do!
    ¿quién es? — soy yo who is it? — it's me
    fui yo el que llamó it was me o ( frml) I who called
    ¿y tú qué haces aquí? — ¿quién, yo? what are you doing here? — who, me?
    lo pinté yo misma I painted it myself
    estoy cansadayo también I'm tired — so am I o me too
    ¿y yo qué? ¿no como? what about me? don't I get anything to eat?
    yo que tú/él or ( crit) yo de ti/él if I were you/him, if I was you/him ( colloq)
    yo, Juan Gutiérrez, certifico que … ( frml); I, Juan Gutiérrez, hereby certify that …
    2 (en comparaciones, con ciertas preposiciones) me
    come más que yo he eats more than me o more than I do
    es tan alto como yo he's as tall as me o as tall as I am
    llegó después que yo she arrived after me o after I did
    se sentó entre Isabel y yo he sat between Isabel and me
    lo preparamos entre Charo y yo Charo and I prepared it between us
    todos excepto Juan y yo everyone except Juan and me o Juan and myself
    Compuesto:
    masculine Confiteor
    yo2
    el yo the ego
    * * *

     

    yo pron pers
    a) ( como sujeto) I;


    ¿quién quiere más? — ¡yo! who wants some more? — me! o I do!;
    soy yo it's me;
    ¿quién, yo? who, me?;
    yo misma myself;
    estoy cansada — yo también I'm tired — so am I o me too
    b) (en comparaciones, con ciertas preposiciones) me;

    come más que yo he eats more than me o more than I do;

    llegó después que yo she arrived after me
    yo pron pers I: ¿quién está ahí?, - soy yo, who is there?, - it's me
    no hay nada entre Paco y yo, there's nothing between Paco and me
    yo mismo, I myself
    'yo' also found in these entries:
    Spanish:
    advertir
    - balde
    - bastarse
    - campante
    - caso
    - cierta
    - cierto
    - comida
    - comido
    - coña
    - cotarro
    - decir
    - decirse
    - distraerse
    - doblarse
    - doble
    - encargarse
    - encuadrar
    - enterarse
    - entre
    - espalda
    - estarse
    - fregar
    - frescura
    - gasto
    - gracia
    - idea
    - igual
    - incluso
    - inri
    - intromisión
    - limitarse
    - mal
    - misma
    - mismo
    - mu
    - ninguna
    - ninguno
    - opinar
    - palo
    - pelearse
    - poner
    - que
    - responder
    - rozarse
    - saber
    - si
    -
    - también
    - tampoco
    English:
    agree
    - all
    - also
    - as
    - averse
    - bar
    - behind
    - best
    - bet
    - butt in
    - care
    - charge
    - condition
    - dead
    - disapprove
    - do
    - either
    - even
    - far
    - follow
    - for
    - fulfillment
    - fulfilment
    - get in
    - grind
    - handle
    - head
    - I
    - if
    - imagine
    - it
    - know
    - knowledge
    - likewise
    - look up to
    - lucky
    - man
    - me
    - mention
    - much
    - myself
    - need
    - neither
    - nor
    - on
    - one
    - opposed
    - outfox
    - place
    - propose
    * * *
    yo
    pron personal
    1. (sujeto) I;
    yo me llamo Luis I'm called Luis, my name is Luis;
    ¿quién dijo eso? – yo who said that? – I did o me;
    ¡eh, usted! – ¿quién? ¿yo? hey, you! – who, me?;
    algunos hacen deporte, yo no some of them do sports, but I don't o but not me;
    yo mismo lo preparé todo I got it ready (all by) myself;
    he aprobado – yo también I passed – me too o so did I
    2. (predicado)
    soy yo it's me;
    el invitado soy yo I'm the guest
    3. (complemento con preposición o conjunción) me;
    es más alta que yo she's taller than me o than I am;
    se fueron antes/después que yo they left before/after me, they left before/after I did;
    excepto/incluso yo except/including me
    4.
    yo que tú/él/ etc if I were you/him/ etc
    nm
    Psi
    el yo the ego
    * * *
    yo
    pron I;
    soy yo it’s me;
    yo que tú if I were you
    * * *
    yo nm
    : ego, self
    yo pron
    1) : I
    2) : me
    todos menos yo: everyone except me
    tan bajo como yo: as short as me
    3)
    soy yo : it is I, it's me
    * * *
    yo pron
    2. (complemento, en comparaciones) me

    Spanish-English dictionary > yo

  • 13 otro

    adj.
    other, one other, another, every other.
    pron.
    another one, other, another, every other.
    m.
    other.
    * * *
    1 other, another
    el otro día... the other day...
    1 other, another
    \
    otro de tantos nothing exceptional
    otro que tal baila he (she) is just as bad
    ¡otra! ¡otra! encore!, more!
    * * *
    1. = otra, adj.
    2. = otra, pron.
    * * *
    1. ADJ
    1) (=diferente) [en singular] another; [en plural] other

    ¿tiene algún otro modelo? — do you have any other models?

    ¿hay alguna otra manera de hacerlo? — is there any other way of doing it?

    de otro modootherwise

    le pago, de otro modo no lo haría — I'm paying her, otherwise she wouldn't do it

    está en otra parteit's somewhere else

    por otra parte, he de admitir que me gusta — on the other hand, I have to admit I like it

    otro tanto, Juan me insultó y Antonio hizo otro tanto — Juan insulted me and so did Antonio

    ayer subió tres puntos y hoy aumentará otro tanto — it went up by three points yesterday and will rise by the same amount today

    mundo 1)
    2) (=uno más) [en singular, con cifras] another; [en plural] other

    ¿quieres otra taza de café? — would you like another cup of coffee?

    otra cosa, me gustaría preguntarle otra cosa — I'd like to ask you something else

    ¿desea alguna otra cosa? — would you like anything else?

    otra vezagain

    3) [en una secuencia temporal]
    a) [en el futuro] next

    se fue y a la otra semana me escribió* he left and wrote to me the next week

    b) [en el pasado] other
    2. PRON
    1) (=diferente) [en singular] another, another one; [en plural] others

    -he perdido mi lápiz -no importa, tengo otro — "I have lost my pencil" - "it doesn't matter, I've got another (one)"

    el otro — the other one

    lo otro no importa — the rest doesn't matter

    2) (=uno más) [en singular] another, another one; [en plural] others

    ¿quieres otro? — do you want another (one)?

    ¿me puede enseñar otros? — could you show me some others o more?

    se me perdieron y me dieron otros — I lost them, but they gave me some more

    ¡otra! — [en concierto] encore!; [en bar] (the) same again, please

    3) [en una secuencia temporal]

    el jueves que viene no, el otro — a week on Thursday

    4) [referido a personas] [en singular] somebody else; [en plural] others

    como dijo el otroas somebody o someone said

    unos creen que ganará, otros que perderá — some think he'll win, others that he'll lose

    uno y otro — both, both of them

    unos y otros coinciden en que... — both sides o groups agree that..., they all agree that...

    * * *
    I
    otra adjetivo
    1) ( con carácter adicional) (sing) another; (pl) other; ( con numerales) another

    ¿puedo comer otro trozo? — can I have another piece?

    una y otra vez — time and time again; ver tanto III 2)

    2) ( diferente) (sing) another; (pl) other

    ¿no sabes ninguna otra canción? — don't you know any other songs?

    4)
    a) (siguiente, contiguo) next
    b)
    II
    otra pronombre
    1) ( con carácter adicional) (sing) another (one)

    ¿quieres otro? — would you like another (one)?

    2) ( diferente)

    los otros no están listos — ( hablando - de personas) the others aren't ready; (- de cosas) the others o the other ones aren't ready

    4) (siguiente, contiguo)

    de un día para (el) otro — overnight, from one day to the next

    la semana que viene no, la otra — not next week, the week after

    * * *
    = alternate, another, neighbour [neighbor, -USA], other.
    Ex. Libraries which are not dependent upon the Library of Congress for cataloging copy are free to use the alternate rule.
    Ex. Yet another variable factor is the growing presence of full text data bases.
    Ex. In most search statements or document profiles it is possible to designate certain concepts as being more significant than their neighbours.
    Ex. Use is still low with c100 requests per year for safety-related information but only c20 other requests.
    ----
    * a costa de otro = at someone else's expense.
    * a costa de otros = at other people's expense.
    * actuar de otro modo = do + otherwise.
    * a cuenta de otro = at someone else's expense.
    * a cuenta de otros = at other people's expense.
    * además otro(s) = still (an)other(s).
    * a expensas de otro = at someone else's expense.
    * a expensas de otros = at other people's expense.
    * alguna que otra vez = from time to time, every once in a while, occasional, every now and then, every now and again.
    * algunos lo aman, otros lo odian = love it or loathe it.
    * algunos otros + Nombre = various other + Nombre.
    * al otro lado del atlántico = across the pond.
    * al otro lado del charco = across the pond.
    * al otro lado del océano = across the pond.
    * alternar de un estado a otro = toggle.
    * aprender el uno del otro = learn from + one another.
    * a uno y otro lado de = on either side of.
    * cambiar de una vez a otra = change from + time to time.
    * cercano uno del otro = in close proximity.
    * cerca uno del otro = in close proximity.
    * continuar la labor de otros = stand on + the shoulders of giants.
    * con una mano delante y otra detrás = penniless, broke, skint.
    * cualquier otra cosa = whatever else.
    * cualquier otro = you name it.
    * de esto, de lo otro y de lo de más allá = about this and that and everything else.
    * de esto y de lo otro = about this and that.
    * de la otra forma = the other way (a)round.
    * de la otra manera = the other way (a)round.
    * del otro modo = the other way (a)round.
    * de otro mundo = unworldly.
    * de otros tiempos = of yore.
    * de otro tiempo = of yore.
    * de parte de otro = on behalf of someone else.
    * desde un extremo... al otro = from one end... to the other.
    * desproporcionado uno con otro = ill-balanced.
    * de una forma u otra = in some form or other, in one form or another.
    * de una lado para otro = on the move, to and fro.
    * de una parte a otra = back and forth.
    * de una punta a otra = end to end.
    * de un + Expresión Temporal + a otro = from one + Expresión Temporal + to the next.
    * de un extremo al otro = from the ridiculous to the sublime, from the sublime to the ridiculous.
    * de un modo u otro = somehow, some way.
    * de un momento a otro = momentarily, at any moment.
    * de uno a otro = across.
    * de un sitio a otro = back and forth.
    * de un sitio para otro = on the move.
    * de un tipo u otro = of one kind or another.
    * dicho de otro modo = said differently.
    * el consejo de otra person = a second opinion.
    * el siguiente no, el otro = next but one.
    * en cualquier otra circunstancia = in the normal run of things, in the normal run of events.
    * en cualquier otra parte = anywhere else, everywhere else.
    * en cualquier otra situación = in the normal run of things, in the normal run of events.
    * en cualquier otro lugar = anywhere else, everywhere else.
    * en cualquier otro momento = some other time.
    * en cualquier otro sitio = anywhere else.
    * en el otro extremo = at the other extreme.
    * en el otro extremo de la escala = at the other extreme.
    * en lugar de otro = vicariously.
    * en otra categoría = on a different plane.
    * en otra escala = on a different plane.
    * en otra parte = further afield.
    * en otras palabras = which is to say.
    * en otro nivel = on a different plane.
    * en otro orden de cosas = on another topic, as for, as regards, meanwhile, on another matter, on another note, on other matters.
    * en otro sitio = down the road.
    * en otros tiempos = in days of yore, in times of yore.
    * en otro tiempo = in days of yore, in times of yore.
    * entre otras cosas = for one thing, inter alia.
    * entre otros = amongst others, among others.
    * estar hecho el uno para el otro = be well suited to each other, be two of a kind, be a right pair.
    * estudiante proveniente de otra universidad = transfer student.
    * guardar Algo para otra vez = save for + a rainy day.
    * hecho el uno para el otro = made for each other.
    * inspirado en otros = copycat.
    * ir de un sitio a otro = shunt between.
    * ir de un sitio para otro = run around.
    * la opinión de otra persona = a second opinion.
    * lo otro = otherness.
    * lo que se gana por un lado se pierde por otro = swings and roundabouts.
    * lo que se pierda en una cosa se gana en la otra = what you lose on the swings you gain on the roundabouts.
    * los otros con los que aparece(n) = neighbours [neighbors, -USA].
    * los unos a costa de los otros = at each other's expense.
    * lo uno es tan malo como lo otro = one is as bad as the other.
    * mapa que se inserta en otro documento = inclusion map.
    * mirar al otro lado = look + the other way.
    * mirar en otra dirección = look + the other way.
    * ni lo uno ni lo otro = in-between, betwixt and between.
    * ninguna otra persona = no one else.
    * ningún otro = no other.
    * ni una cosa ni la otra = in-between, betwixt and between.
    * no ser ni una cosa ni otra = fall between + two stools.
    * no tener otra alternativa = have + no choice.
    * no tener otra opción = have + no choice.
    * no tener otro objetivo que el de = have + no other purpose than.
    * ofrecer la otra mejilla = turn + the other cheek.
    * organismo que actúa en representación de otros = umbrella.
    * ¡otra! = encore!.
    * otra cara de + Nombre, la = flip side of + Nombre, the.
    * otra cara, la = flip side, the.
    * otra cosa = something else.
    * otra cosa que no sea = anything other than.
    * otra persona = somebody else, someone else, somebody else, not me.
    * otra posibilidad = as an alternative.
    * otra posibilidad es = for what it's worth [FWIW].
    * otra posibilidad es que = alternatively.
    * otra posibilidad + ser = another possibility + be.
    * otra taza de té o café = refill [re-fill].
    * otra vez = again, once again, once more, redux.
    * otra vida, la = afterlife [after-life].
    * otro bueno + Nombre = the next best + Nombre.
    * otro ejemplar = additional copy.
    * otro + Nombre + más = further + Nombre, yet another + Nombre.
    * otro paso más hacia + Posesivo + destrucción = another nail in + Posesivo + coffin.
    * otros cuantos = several other.
    * otros tantos = as many.
    * para otra ocasión = for future reference.
    * pasar de uno a otro = change back and forth.
    * pasar de un sitio a otro = travel.
    * pero por otra parte = but then again.
    * pero por otro lado = but then again.
    * poner la otra mejilla = turn + the other cheek.
    * ponerlo de otra manera = put it + in a different way.
    * por medio de otro(s) = by proxy.
    * por otra parte = on the flip side.
    * por otro lado = on the other hand, on the flip side, on another topic, on another matter, on another note, on other matters.
    * préstamo para otra persona = proxy borrowing.
    * qué otra cosa = what else.
    * sacar a relucir los trapos sucios delante de otros = wash + dirty linen in front of others.
    * sensación de no ser ni una cosa ni la otra = in-betweenness.
    * ser complementario el uno del otro = be integral one to another.
    * ser muy superior a los otros = be way above all the others.
    * ser otro cantar = be a different kettle of fish.
    * ser tan buen momento como cualquier otro = be as good a time as any.
    * ser un momento tan bueno como cualqu = be as good a time as any.
    * sin ningún otro motivo = (just) for the hell of (doing) it.
    * tan bueno como ningún otro = as good as any.
    * todos los otros = all of the other.
    * tomar otra decisión = decision to the contrary.
    * tropezar los unos con los otros = trip over + each other.
    * una cosa no + tener + nada que ver con la otra = one thing + have + nothing to do with the other.
    * una noche tras otra = night after night.
    * una y otra vez = over and over, repetitively, time after time, time and time again, again and again, over and over again.
    * un día sí y otro no = every other day.
    * un día sí y otro también = day in and day out.
    * un día tras otro = day after day.
    * unos con otros = one another.
    * unos de otros = one another.
    * unos encima de los otros = one on another.
    * uno tras otro = one after the other, sequentially, one after another.
    * uno u otro = one or another.
    * u otros = or what not [whatnot].
    * vivir en otro mundo = live in + cloud cuckoo land.
    * y además otro(s) = still (an)other(s).
    * y otro(s) = et al. (et alii), still (an)other(s).
    * * *
    I
    otra adjetivo
    1) ( con carácter adicional) (sing) another; (pl) other; ( con numerales) another

    ¿puedo comer otro trozo? — can I have another piece?

    una y otra vez — time and time again; ver tanto III 2)

    2) ( diferente) (sing) another; (pl) other

    ¿no sabes ninguna otra canción? — don't you know any other songs?

    4)
    a) (siguiente, contiguo) next
    b)
    II
    otra pronombre
    1) ( con carácter adicional) (sing) another (one)

    ¿quieres otro? — would you like another (one)?

    2) ( diferente)

    los otros no están listos — ( hablando - de personas) the others aren't ready; (- de cosas) the others o the other ones aren't ready

    4) (siguiente, contiguo)

    de un día para (el) otro — overnight, from one day to the next

    la semana que viene no, la otra — not next week, the week after

    * * *
    = alternate, another, neighbour [neighbor, -USA], other.

    Ex: Libraries which are not dependent upon the Library of Congress for cataloging copy are free to use the alternate rule.

    Ex: Yet another variable factor is the growing presence of full text data bases.
    Ex: In most search statements or document profiles it is possible to designate certain concepts as being more significant than their neighbours.
    Ex: Use is still low with c100 requests per year for safety-related information but only c20 other requests.
    * a costa de otro = at someone else's expense.
    * a costa de otros = at other people's expense.
    * actuar de otro modo = do + otherwise.
    * a cuenta de otro = at someone else's expense.
    * a cuenta de otros = at other people's expense.
    * además otro(s) = still (an)other(s).
    * a expensas de otro = at someone else's expense.
    * a expensas de otros = at other people's expense.
    * alguna que otra vez = from time to time, every once in a while, occasional, every now and then, every now and again.
    * algunos lo aman, otros lo odian = love it or loathe it.
    * algunos otros + Nombre = various other + Nombre.
    * al otro lado del atlántico = across the pond.
    * al otro lado del charco = across the pond.
    * al otro lado del océano = across the pond.
    * alternar de un estado a otro = toggle.
    * aprender el uno del otro = learn from + one another.
    * a uno y otro lado de = on either side of.
    * cambiar de una vez a otra = change from + time to time.
    * cercano uno del otro = in close proximity.
    * cerca uno del otro = in close proximity.
    * continuar la labor de otros = stand on + the shoulders of giants.
    * con una mano delante y otra detrás = penniless, broke, skint.
    * cualquier otra cosa = whatever else.
    * cualquier otro = you name it.
    * de esto, de lo otro y de lo de más allá = about this and that and everything else.
    * de esto y de lo otro = about this and that.
    * de la otra forma = the other way (a)round.
    * de la otra manera = the other way (a)round.
    * del otro modo = the other way (a)round.
    * de otro mundo = unworldly.
    * de otros tiempos = of yore.
    * de otro tiempo = of yore.
    * de parte de otro = on behalf of someone else.
    * desde un extremo... al otro = from one end... to the other.
    * desproporcionado uno con otro = ill-balanced.
    * de una forma u otra = in some form or other, in one form or another.
    * de una lado para otro = on the move, to and fro.
    * de una parte a otra = back and forth.
    * de una punta a otra = end to end.
    * de un + Expresión Temporal + a otro = from one + Expresión Temporal + to the next.
    * de un extremo al otro = from the ridiculous to the sublime, from the sublime to the ridiculous.
    * de un modo u otro = somehow, some way.
    * de un momento a otro = momentarily, at any moment.
    * de uno a otro = across.
    * de un sitio a otro = back and forth.
    * de un sitio para otro = on the move.
    * de un tipo u otro = of one kind or another.
    * dicho de otro modo = said differently.
    * el consejo de otra person = a second opinion.
    * el siguiente no, el otro = next but one.
    * en cualquier otra circunstancia = in the normal run of things, in the normal run of events.
    * en cualquier otra parte = anywhere else, everywhere else.
    * en cualquier otra situación = in the normal run of things, in the normal run of events.
    * en cualquier otro lugar = anywhere else, everywhere else.
    * en cualquier otro momento = some other time.
    * en cualquier otro sitio = anywhere else.
    * en el otro extremo = at the other extreme.
    * en el otro extremo de la escala = at the other extreme.
    * en lugar de otro = vicariously.
    * en otra categoría = on a different plane.
    * en otra escala = on a different plane.
    * en otra parte = further afield.
    * en otras palabras = which is to say.
    * en otro nivel = on a different plane.
    * en otro orden de cosas = on another topic, as for, as regards, meanwhile, on another matter, on another note, on other matters.
    * en otro sitio = down the road.
    * en otros tiempos = in days of yore, in times of yore.
    * en otro tiempo = in days of yore, in times of yore.
    * entre otras cosas = for one thing, inter alia.
    * entre otros = amongst others, among others.
    * estar hecho el uno para el otro = be well suited to each other, be two of a kind, be a right pair.
    * estudiante proveniente de otra universidad = transfer student.
    * guardar Algo para otra vez = save for + a rainy day.
    * hecho el uno para el otro = made for each other.
    * inspirado en otros = copycat.
    * ir de un sitio a otro = shunt between.
    * ir de un sitio para otro = run around.
    * la opinión de otra persona = a second opinion.
    * lo otro = otherness.
    * lo que se gana por un lado se pierde por otro = swings and roundabouts.
    * lo que se pierda en una cosa se gana en la otra = what you lose on the swings you gain on the roundabouts.
    * los otros con los que aparece(n) = neighbours [neighbors, -USA].
    * los unos a costa de los otros = at each other's expense.
    * lo uno es tan malo como lo otro = one is as bad as the other.
    * mapa que se inserta en otro documento = inclusion map.
    * mirar al otro lado = look + the other way.
    * mirar en otra dirección = look + the other way.
    * ni lo uno ni lo otro = in-between, betwixt and between.
    * ninguna otra persona = no one else.
    * ningún otro = no other.
    * ni una cosa ni la otra = in-between, betwixt and between.
    * no ser ni una cosa ni otra = fall between + two stools.
    * no tener otra alternativa = have + no choice.
    * no tener otra opción = have + no choice.
    * no tener otro objetivo que el de = have + no other purpose than.
    * ofrecer la otra mejilla = turn + the other cheek.
    * organismo que actúa en representación de otros = umbrella.
    * ¡otra! = encore!.
    * otra cara de + Nombre, la = flip side of + Nombre, the.
    * otra cara, la = flip side, the.
    * otra cosa = something else.
    * otra cosa que no sea = anything other than.
    * otra persona = somebody else, someone else, somebody else, not me.
    * otra posibilidad = as an alternative.
    * otra posibilidad es = for what it's worth [FWIW].
    * otra posibilidad es que = alternatively.
    * otra posibilidad + ser = another possibility + be.
    * otra taza de té o café = refill [re-fill].
    * otra vez = again, once again, once more, redux.
    * otra vida, la = afterlife [after-life].
    * otro bueno + Nombre = the next best + Nombre.
    * otro ejemplar = additional copy.
    * otro + Nombre + más = further + Nombre, yet another + Nombre.
    * otro paso más hacia + Posesivo + destrucción = another nail in + Posesivo + coffin.
    * otros cuantos = several other.
    * otros tantos = as many.
    * para otra ocasión = for future reference.
    * pasar de uno a otro = change back and forth.
    * pasar de un sitio a otro = travel.
    * pero por otra parte = but then again.
    * pero por otro lado = but then again.
    * poner la otra mejilla = turn + the other cheek.
    * ponerlo de otra manera = put it + in a different way.
    * por medio de otro(s) = by proxy.
    * por otra parte = on the flip side.
    * por otro lado = on the other hand, on the flip side, on another topic, on another matter, on another note, on other matters.
    * préstamo para otra persona = proxy borrowing.
    * qué otra cosa = what else.
    * sacar a relucir los trapos sucios delante de otros = wash + dirty linen in front of others.
    * sensación de no ser ni una cosa ni la otra = in-betweenness.
    * ser complementario el uno del otro = be integral one to another.
    * ser muy superior a los otros = be way above all the others.
    * ser otro cantar = be a different kettle of fish.
    * ser tan buen momento como cualquier otro = be as good a time as any.
    * ser un momento tan bueno como cualqu = be as good a time as any.
    * sin ningún otro motivo = (just) for the hell of (doing) it.
    * tan bueno como ningún otro = as good as any.
    * todos los otros = all of the other.
    * tomar otra decisión = decision to the contrary.
    * tropezar los unos con los otros = trip over + each other.
    * una cosa no + tener + nada que ver con la otra = one thing + have + nothing to do with the other.
    * una noche tras otra = night after night.
    * una y otra vez = over and over, repetitively, time after time, time and time again, again and again, over and over again.
    * un día sí y otro no = every other day.
    * un día sí y otro también = day in and day out.
    * un día tras otro = day after day.
    * unos con otros = one another.
    * unos de otros = one another.
    * unos encima de los otros = one on another.
    * uno tras otro = one after the other, sequentially, one after another.
    * uno u otro = one or another.
    * u otros = or what not [whatnot].
    * vivir en otro mundo = live in + cloud cuckoo land.
    * y además otro(s) = still (an)other(s).
    * y otro(s) = et al. (et alii), still (an)other(s).

    * * *
    A (con carácter adicional) ( sing) another; (pl) other; (con numerales) another
    ¿puedo comer otro trozo? can I have another piece?
    tiene otros tres hijos he has another three children, he has three other children
    necesito otras cinco libras/otros dos kilos I need another five pounds/two kilos
    déjame probar otra vez let me try again
    una y otra vez time and time again
    otro tanto ver tanto3 pron B. (↑ tanto (3))
    B (diferente) ( sing) another; (pl) other
    hay otra manera de hacerlo there's another o a different way of doing it
    ¿puedes venir en otro momento? can you come another o some other time?
    ¿no sabes ninguna otra canción? don't you know any other songs?, is that the only song you know?
    no hay otra forma de aprenderlo there's no other way of learning it o to learn it
    decidió probar otros métodos she decided to try other methods
    ponlo en otro sitio put it somewhere else
    la realidad es muy otra the truth of the matter is very different
    queda del otro lado de la calle it's on the other side of the street
    sus otras compañías his other companies, the rest of his companies
    Compuestos:
    el otro mundo the next world
    masculine alter ego, other self
    D
    1 (siguiente, contiguo) next
    al otro día me llamó por teléfono she phoned me the following o (the) next day
    se bajó en la otra parada he got off at the next stop
    2
    el otro día the other day
    lo vi el otro día en el club I saw him at the club the other day
    A (con carácter adicional) ( sing) another, another one
    ¿quieres otro? would you like another (one)?
    ¡otra! encore!
    B
    (diferente): desde que adelgazó parece otra since she lost weight she looks a different person
    quiero éste y no voy a aceptar ningún otro this is the one I want and I won't accept any other
    la dejó por otra he left her for somebody else o for another woman
    otros piensan que no es así others feel that this is not so
    C
    (estableciendo un contraste): la otra es mejor the other one is better
    los otros no están listos (hablandode personas) the others aren't ready; (— de cosas) the others o the other ones aren't ready
    de lo otro, te llamaré luego as for the other matter o business, I'll call you later
    todo lo otro va en este cajón everything else goes in this drawer
    D
    (siguiente, contiguo): un día sí y otro no every other day
    de un día para el otro overnight, from one day to the next
    la semana que viene no, la otra not next week, the week after
    se tomó tres, uno detrás del otro he drank three, one after the other
    E
    otra que … ( RPl fam): otra que un par de días, les llevó dos semanas a couple of days my foot! o what do you mean a couple of days? it took them two weeks
    no vamos a poder ir de vacaciones, otra que viaje a Europa … we won't be going on vacation, never mind o let alone to Europe!
    * * *

     

    otro,
    otra adjetivo

    1 ( con carácter adicional) ( sing) another;
    (pl) other;
    ( con numerales) another;
    ¿puedo comer otro trozo? can I have another piece?;

    prueba otra vez try again;
    una y otra vez time and time again;
    ver tanto 2 pronombre 2
    2 ( diferente) ( sing) another;
    (pl) other;

    ¿no sabes ninguna otra canción? don't you know any other songs?;
    en otro sitio somewhere else;
    en otro momento some other time
    3 ( estableciendo un contraste) other;

    4 (siguiente, contiguo) next;
    ver tb
    día

    ■ pronombre
    1 ( con carácter adicional) ( sing) another (one);
    ¿quieres otro? would you like another (one)?

    2 ( diferente):

    no voy a aceptar ningún otro I won't accept any other;
    lo cambié por otro I changed it for another one;
    ¿no tiene otros? have you any other ones?;
    otros piensan que no es así others feel that this is not so
    3 ( estableciendo un contraste):


    (— de cosas) the others o the other ones aren't ready
    4 (siguiente, contiguo):
    la semana que viene no, la otra not next week, the week after;

    uno detrás del otro one after the other
    otro,-a
    I adj indef
    1 (adicional, añadido) another: había otra muñeca, there was another doll
    (distinto, diferente) no veo otra solución, I can see no other solution
    otras veces es más amable, other times he's nicer
    2 (con artículo definido) other: la otra hermana es rubia, the other sister is blonde
    el otro día no pude llamarte, I couldn't phone you the other day
    II pron indef
    1 (adicional, extra) another (one): me tomaría otra, I'll have another one
    (distinto, diferente) no quiero otra, I don't want any other one
    unos ganan y otros pierden, some win, others lose
    lo confundí con otro, I mistook him for somebody else
    2 (con artículo definido) (sing) the other (one)
    (pl) (personas, cosas) the others, the other ones
    Another se emplea con sustantivos en singular y (any) other con sustantivos en plural: No tengo otro. I haven't got another. No tengo otros. I haven't got any others. Si, además, quieres añadir un número, emplearemos another o more: Quiero otros tres pasteles. I want another three cakes o I want three more cakes.
    ' otro' also found in these entries:
    Spanish:
    abajo
    - alguna
    - alguno
    - ancha
    - ancho
    - apestosa
    - apestoso
    - bailar
    - bando
    - beneficio
    - cambiar
    - cantar
    - cascar
    - collado
    - comunicar
    - contraria
    - contrario
    - dejar
    - día
    - dicha
    - dicho
    - embestir
    - encargo
    - enfadarse
    - enjabonar
    - espíritu
    - gallo
    - grosor
    - hacer
    - harina
    - jueves
    - lado
    - llevarse
    - lo
    - marcar
    - más
    -
    - mismamente
    - momento
    - mundo
    - nada
    - nadie
    - ninguna
    - ninguno
    - no
    - nunca
    - oído
    - otra
    - pasar
    - preferir
    English:
    about
    - across
    - affair
    - after
    - alien
    - another
    - apart
    - approach
    - astir
    - blind
    - breadth
    - bygone
    - chain-smoke
    - cloud cuckoo land
    - connect
    - cop
    - copycat
    - cross
    - dash
    - die off
    - disturbing
    - dribble
    - each
    - ear
    - else
    - elsewhere
    - escape
    - far
    - flip side
    - foreign
    - further
    - get on to
    - get onto
    - hand
    - home
    - hot
    - interfere
    - marmalade
    - minute
    - miss
    - mix up
    - more
    - neither
    - new
    - nutty
    - object
    - odd
    - one
    - other
    - otherwise
    * * *
    otro, -a
    adj
    1. [distinto] another;
    otros/otras other;
    otro chico another boy;
    el otro chico the other boy;
    (los) otros chicos (the) other boys;
    ¿conoces otro sitio donde podamos ir? do you know anywhere else we could go?;
    no hay otra impresora como ésta there's no other printer quite like this one;
    dame otra cosa, no quiero agua could I have something else? I don't feel like water;
    no hace otra cosa que llorar she does nothing but cry;
    el otro día [pasado] the other day;
    al otro año volvimos a Acapulco [año siguiente] we returned to Acapulco the following year;
    otros pocos/muchos votaron a favor a few/several of the others voted in favour
    2. [nuevo] another;
    estamos ante otro Dalí this is another Dali;
    otros tres goles another three goals;
    vendrán otros dos amigos another two friends will come;
    yo hubiera hecho otro tanto I would have done just the same;
    otra vez again
    pron
    another (one);
    el otro the other one;
    otros/otras others;
    los otros/las otras the others;
    ¿nos tomamos otra? shall we have another (one)?;
    dame otro give me another (one);
    sé que sales con otra I know you're seeing another woman o someone else;
    ¡pareces otro! you look like a completely different person!;
    mientras uno baila, el otro canta while one of them dances, the other sings;
    la semana que viene no, la otra the week after next;
    los perros se mordían el uno al otro the dogs were biting each other;
    nos ayudamos los unos a los otros we all help each other o one another;
    algún otro quedará there's bound to be a couple left;
    ningún otro corre tanto como él no one runs as fast as he does;
    su calidad de impresión es mejor que ninguna otra it prints better than anything else;
    yo no lo hice, fue otro it wasn't me, it was somebody else;
    otro habría abandonado, pero no él anyone else would have given up, but not him;
    la razón no es otra que la falta de medios the reason is quite simply a lack of resources;
    pónganos otra de lo mismo (the) same again, please;
    ¡hasta otra! I'll see you when I see you, see you again some time;
    ¡otra! [en conciertos] encore!, more!;
    otro que tal (baila): el padre era un mujeriego y el hijo es otro que tal (baila) the father was a womanizer and his son's a chip off the old block;
    ¡otro que tal!, ¡es que no paran de preguntar! there goes another one! they never stop asking questions!;
    Am
    ¡otra que!: ¡otra que 20 años, debe tener como 25! what do you mean, 20? he must be about 25!;
    Am
    no hay o [m5] me queda otra I've got no choice o alternative
    * * *
    I adj
    1 ( diferente) another;
    otros other;
    ser muy otro be very different
    :
    otros dos libros another two books
    3 con el, la other
    II pron
    1 ( adicional) another (one)
    2 ( persona distinta) someone o
    somebody else;
    fue otro, no fui yo it wasn’t me, it was someone else
    3 ( cosa distinta) another one, a different one;
    otros others;
    entre otros among others
    :
    ¡hasta otra! see you soon
    :
    amarse el uno al otro love one another, love each other
    * * *
    otro, otra adj
    1) : other
    2) : another
    en otro juego, ellos ganaron: in another game, they won
    3)
    otra vez : again
    4)
    de otra manera : otherwise
    5)
    otra parte : elsewhere
    6)
    en otro tiempo : once, formerly
    otro, otra pron
    1) : another one
    dame otro: give me another
    2) : other one
    el uno o el otro: one or the other
    3)
    los otros, las otras : the others, the rest
    me dio una y se quedó con las otras: he gave me one and kept the rest
    * * *
    otro1 adj
    ¿quieres otra galleta? would you like another biscuit?
    Cuando otro va precedido de un determinante o adjetivo posesivo o demostrativo, no se usa another sino other
    otro2 pron
    1. (en singular) another / another one
    este dibujo no está mal, pero el otro es mucho mejor this drawing isn't bad, but the other one is much better
    3. (en plural) others

    Spanish-English dictionary > otro

  • 14 propósito

    m.
    purpose, goal, commitment, intention.
    * * *
    1 (intención) intention
    \
    a propósito (por cierto) by the way 2 (adrede) on purpose
    * * *
    noun m.
    purpose, intention, aim
    * * *
    SM
    1) (=intención) purpose

    ¿cuál es el propósito de su visita? — what is the purpose of his visit?

    para lograr este propósito se han desplazado a Madridwith this in mind o for this purpose, they have gone to Madrid

    buenos propósitos — [para el futuro] good intentions; [para el año nuevo] resolutions

    de propósito — on purpose, deliberately

    fuera de propósito — off the point

    hacer(se) (el) propósito de hacer algo — to resolve to do sth, decide to do sth

    sin propósito — [caminar, moverse] aimlessly; [actuar] unintentionally

    tener (el) propósito de hacer algo — to intend o mean to do sth, be one's intention to do sth

    no tenía propósito ninguno de pelearmeI didn't intend o mean to get into a fight, it was not my intention to get into a fight

    tengo el firme propósito de irme de casa — I am determined to leave home, I am intent on leaving home

    propósito de enmienda, no veo propósito de enmienda en su comportamiento — I don't see him mending his ways o turning over a new leaf

    2)

    a propósito —

    a) [como adjetivo] suitable, right ( para for)

    era la persona a propósito para el trabajo — he was very suitable for the job, he was the right person for the job

    b) [como adverbio] on purpose, deliberately

    lo siento, no lo hice a propósito — I'm sorry, I didn't do it on purpose o deliberately

    venir a propósito — (=venir expresamente) to come especially; (=ser adecuado) [comentario, observación] to be well-timed; [dinero] to come in handy

    esa observación vino muy a propósito — that was a timely remark, that remark was very well-timed

    c) (=por cierto) by the way

    a propósito, ¿qué vais a hacer en Semana Santa? — by the way, what are you doing at Easter?

    d)

    a propósito de[después de verbo] about; [uso independiente] talking of, à propos of

    a propósito de Picasso, ¿has visto alguna vez el Guernica? — talking of o à propos of Picasso, have you ever seen Guernica?

    a propósito de dinero, ¿cuándo me vas a pagar? — now you mention it o talking of money, when are you going to pay me?

    ¿a propósito de qué me dices eso ahora? — why do you say that now?

    * * *
    a) ( intención) intention, purpose
    b)

    a propósito: no lo hice a propósito I didn't do it deliberately o on purpose; se hizo un vestido a propósito para la ocasión she had a dress made specially for the occasion; a propósito, Carlos te manda saludos by the way, Carlos sends his regards; a propósito de trenes ¿cuándo te vas? — speaking of trains o on the subject of trains, when are you leaving?

    * * *
    = intent, mission, point, purpose, drift, meaningfulness, objective, agenda, resolution.
    Ex. The quality of indexing is influenced by the intellectual level and intent of document content in the subject area.
    Ex. Its mission is to advise the three sponsoring agencies on how best to coordinate their programs in this area and to recommend priorities for action.
    Ex. There seems little point in hundreds of cataloguers in separate locations wading through cataloguing codes and classification schemes in order to create a variety of catalogue records for the same work.
    Ex. Chapters 7 and 8 introduced the problems associated with author cataloguing and have surveyed the purpose of cataloguing codes.
    Ex. The main drift of the proceedings concerned national libraries -- their role, functions and financing.
    Ex. The author challenges the meaningfulness of precision and recall values as a measure of performance of a retrieval system.
    Ex. An objective is an individual act intended to be carried out, and a number o which are required to be carried out in order to reach a goal.
    Ex. Robert Kent's sole agenda is to attack Cuba and vilify the Cuban library community while supporting the US government's interventionist destabilization policies.
    Ex. The Economic and Social Committee and the European Parliament will use it to broadcast their opinions and resolutions.
    ----
    * a propósito = deliberate, for the record, incidentally, intentionally, by the way, in passing, anecdotally, purposely, by design, on purpose, wilfully [willfully, -USA], on a sidenote, studiously, by the way of (a) digression, by the by(e), speaking of which, designedly.
    * a propósito de = apropos of.
    * a propósito de nada = for no specific reason, for no particular reason.
    * buenos propósitos de Año Nuevo = New Year's resolution.
    * con el propósito de = with the purpose of, with the aim of, in the drive to, in a drive to.
    * con el propósito de superarse uno mismo = self-improvement-oriented.
    * de propósito general = general-purpose.
    * hacerse el propósito de + Infinitivo = make + it + a point to + Infinitivo, make + a point of + Gerundio.
    * hecho a propósito = tailor-made [tailormade], custom-made, custom-built [custom built], custom-designed [custom designed], custom-tailored [custom tailored].
    * propósitos = designs.
    * ver el propósito = see + the point.
    * * *
    a) ( intención) intention, purpose
    b)

    a propósito: no lo hice a propósito I didn't do it deliberately o on purpose; se hizo un vestido a propósito para la ocasión she had a dress made specially for the occasion; a propósito, Carlos te manda saludos by the way, Carlos sends his regards; a propósito de trenes ¿cuándo te vas? — speaking of trains o on the subject of trains, when are you leaving?

    * * *
    = intent, mission, point, purpose, drift, meaningfulness, objective, agenda, resolution.

    Ex: The quality of indexing is influenced by the intellectual level and intent of document content in the subject area.

    Ex: Its mission is to advise the three sponsoring agencies on how best to coordinate their programs in this area and to recommend priorities for action.
    Ex: There seems little point in hundreds of cataloguers in separate locations wading through cataloguing codes and classification schemes in order to create a variety of catalogue records for the same work.
    Ex: Chapters 7 and 8 introduced the problems associated with author cataloguing and have surveyed the purpose of cataloguing codes.
    Ex: The main drift of the proceedings concerned national libraries -- their role, functions and financing.
    Ex: The author challenges the meaningfulness of precision and recall values as a measure of performance of a retrieval system.
    Ex: An objective is an individual act intended to be carried out, and a number o which are required to be carried out in order to reach a goal.
    Ex: Robert Kent's sole agenda is to attack Cuba and vilify the Cuban library community while supporting the US government's interventionist destabilization policies.
    Ex: The Economic and Social Committee and the European Parliament will use it to broadcast their opinions and resolutions.
    * a propósito = deliberate, for the record, incidentally, intentionally, by the way, in passing, anecdotally, purposely, by design, on purpose, wilfully [willfully, -USA], on a sidenote, studiously, by the way of (a) digression, by the by(e), speaking of which, designedly.
    * a propósito de = apropos of.
    * a propósito de nada = for no specific reason, for no particular reason.
    * buenos propósitos de Año Nuevo = New Year's resolution.
    * con el propósito de = with the purpose of, with the aim of, in the drive to, in a drive to.
    * con el propósito de superarse uno mismo = self-improvement-oriented.
    * de propósito general = general-purpose.
    * hacerse el propósito de + Infinitivo = make + it + a point to + Infinitivo, make + a point of + Gerundio.
    * hecho a propósito = tailor-made [tailormade], custom-made, custom-built [custom built], custom-designed [custom designed], custom-tailored [custom tailored].
    * propósitos = designs.
    * ver el propósito = see + the point.

    * * *
    1
    (intención): tiene el firme propósito de dejar de fumar she's determined o resolved to give up smoking, she's intent on giving up smoking
    mi propósito era salir mañana, pero tuve que aplazar el viaje I was intending o I was aiming o ( frml) my intention was to leave tomorrow, but I had to postpone the trip
    se ha hecho el propósito de correr una hora diaria she's made up her mind o she's resolved o she's decided to go running for an hour every day
    buenos propósitos good intentions
    se hizo con el único propósito de proteger a estas especies it was done with the sole aim o purpose of protecting these species
    con el propósito de comprarse un coche, se puso a ahorrar he started to save up in order to buy himself a car o with the intention of buying himself a car
    vagaba por el pueblo sin propósito alguno he wandered aimlessly around the village
    lo hizo con el propósito de molestarme she did it just to annoy me
    se fue con el firme propósito de volver al año siguiente he left with the firm intention of returning the following year
    2
    a propósito: no lo hice a propósito I didn't do it deliberately o on purpose
    se hizo un vestido a propósito para la ocasión she had a dress made specially for the occasion
    me encontré con Carlos Ruiz. A propósito, te manda saludos I bumped into Carlos Ruiz, who sends you his regards, by the way
    me costó $100 — a propósito, recuerda que me debes $50 I paid $100 for it — which reminds me o speaking of which, don't forget you owe me $50
    a propósito de trenes ¿cuándo te vas? speaking of trains o on the subject of trains, when are you leaving?
    ¿a propósito de qué viene eso? — a propósito de nada, era sólo un comentario what did you say that for o why did you say that? — for no particular reason, it was just a comment
    hice un comentario a propósito de sus amigos I made a comment about his friends
    Compuesto:
    hizo un firme propósito de enmienda he firmly resolved to mend his ways
    * * *

     

    propósito sustantivo masculino

    con el propósito de verla with the intention o purpose of seeing her;

    tiene el firme propósito de dejar de fumar she's determined to give up smoking;
    buenos propósitos good intentions
    b)



    ( por cierto) ( indep) by the way
    propósito sustantivo masculino purpose, intention
    ♦ Locuciones: a propósito, (por cierto) by the way
    (adrede) on purpose, intentionally
    a propósito de, speaking of
    ' propósito' also found in these entries:
    Spanish:
    conseguir
    - efecto
    - enmienda
    - intención
    - lograr
    - obstaculizar
    - obstruir
    - sobre
    - solapada
    - solapado
    - abandonar
    - ánimo
    - cierto
    - desistir
    - finalidad
    - función
    - hablar
    - hermanar
    - intencionado
    - intento
    - ir
    - meta
    - mojar
    - motivo
    - paréntesis
    - tener
    - todo
    English:
    advance
    - aim
    - aimless
    - aimlessly
    - approach
    - bye
    - bye-bye
    - deliberate
    - deliberately
    - design
    - drop
    - for
    - go
    - idea
    - incidentally
    - intent
    - intentionally
    - job
    - meaning
    - misinterpret
    - mislead
    - misleading
    - object
    - purpose
    - purposely
    - remind
    - resolution
    - sake
    - sidetrack
    - slide
    - specially
    - stand about
    - stand around
    - to
    - unintentional
    - unsuited
    - vandalize
    - way
    - why
    * * *
    nm
    1. [intención] intention;
    mi propósito era llamarte cuando llegara I had intended to phone you when I arrived;
    tengo el propósito de dejar el alcohol I intend to give up alcohol;
    hizo el propósito de no volver a fumar she made a resolution o resolved not to smoke again;
    con el propósito de in order to;
    con este propósito to this end
    2. [objetivo] purpose;
    el propósito de las medidas es contener la inflación the purpose o aim of the measures is to control inflation;
    una ley con el único propósito de ayudar a los más débiles a law the sole purpose of which is to help the weakest
    a propósito loc adv
    1. [adecuado] suitable;
    tu ayuda nos viene muy a propósito your help is coming just at the right time
    2. [adrede] on purpose;
    hacer algo a propósito to do sth on purpose o deliberately;
    lo dijo a propósito para que nos enfadáramos he said it deliberately to annoy us;
    no lo hice a propósito I didn't do it on purpose
    3. [por cierto] by the way;
    a propósito de viajes, ¿has estado en Japón? speaking of travelling, have you been to Japan?
    a propósito de loc prep
    with regard to, concerning;
    ha habido un gran debate público a propósito de la ley there has been considerable public debate concerning the law
    * * *
    m
    1 ( intención) intention
    2 ( objetivo) purpose
    3
    :
    a propósito on purpose; ( por cierto) by the way;
    venir muy a propósito de comentario be spot on, hit the nail on the head
    * * *
    1) intención: purpose, intention
    2)
    a propósito : by the way
    3)
    a propósito : on purpose, intentionally
    * * *
    1. (objetivo) purpose
    2. (intención) intention

    Spanish-English dictionary > propósito

  • 15 один

    (одна́, одно́, одни́)
    1) числ. колич., мест. uno; un (перед сущ.)
    ни оди́н — ni uno, nadie
    оди́н еди́нственный — uno, (el) único, uno solo
    оди́н из ста — uno de (entre) ciento
    оди́н из ты́сячи — uno entre mil
    оди́н из мно́гих — uno de tantos
    оди́н... друго́й... — uno... otro...
    оди́н за други́м — uno tras otro
    по одному́ — de uno en uno, por uno, uno a uno
    оди́н раз — una vez
    в оди́н прекра́сный день — un día, una vez
    в одно́м то́ме — en un volumen( tomo)
    ни одного́ ра́за — ni una sola vez
    2) прил. (без других, в одиночестве) solo
    я иду́ в кино́ оди́н — voy solo al cine
    ребенок совсе́м оди́н до́ма — el niño está solo en casa
    3) прил. (тот же самый, одинаковый) el mismo
    оди́н и то́т же — el mismo
    одного́ разме́ра — de la misma medida
    одного́ во́зраста — de la misma edad
    в одно́ и то́ же вре́мя — al (en el) mismo tiempo
    быть одного́ мне́ния — tener la misma opinión, ser de la misma opinión
    4) мест. (некоторый, какой-то) uno, un, cierto
    ему́ сказа́л об э́том оди́н челове́к — se lo dijo un hombre
    я прочита́л э́то в одно́й кни́ге — lo leí en un libro
    вы мне нужны́ по одному́ де́лу — me hace falta Ud. para un asunto
    5) мест. (исключительно, только) sólo, solamente; nada más que; nadie sino
    он чита́ет одни́ нау́чные кни́ги — lee sólo libros científicos
    там была́ одна́ вода́ — allí no había nada más que agua
    оди́н он мо́жет э́то сде́лать — sólo (nadie sino) él puede hacerlo
    одна́ наде́жда его́ подде́рживает — la esperanza sola le mantiene, sólo la esperanza le mantiene
    ••
    оди́н к одному́ — uno y otro, a cual mejor (más fuerte, etc.)
    оди́н на оди́н — a solas, de solo a solo; cara a cara, mano a mano ( без посторонних)
    борьба́ оди́н на оди́н — combate singular, monomaquia f
    одно́ из двух — o una solución u otra
    все как оди́н — como un solo hombre, todos a una
    все до одного́ — todos (sin excepción)
    в оди́н го́лос — a una voz; al unísono, unánimemente
    одни́м ду́хом — sin tomar aliento
    одни́м сло́вом — en una palabra
    одни́м ро́счерком пера́ — de un plumazo, de una plumada
    одного́ по́ля я́года — lobos de una (la misma) camada
    оди́н как перстsolo como un espárrago
    оди́н в по́ле не во́ин погов.uno es ninguno, un grano no hace granero
    все за одного́, оди́н за всех погов.todos por (para) uno y uno por (para) todos

    БИРС > один

  • 16 altura

    f.
    1 height.
    2 height.
    pon los dos altavoces a la misma altura put both speakers level with each other
    el tráfico está congestionado a la altura del ayuntamiento there's a traffic jam in the area of the town hall
    3 height.
    Viella está a 1.000 m de altura Viella is 1,000 m above sea level
    ganar o tomar altura to climb (avión)
    se esperan nevadas en alturas superiores a los 800 metros snow is forecast on high ground above 800 meters
    4 loftiness, elevation.
    * * *
    1 (gen) height
    2 (altitud) altitude
    3 (nivel) level, par; (punto) point
    ¿a qué altura de la calle vives? how far up the street do you live?
    hay un buzón en la calle Mayor, a la altura de la zapatería there's a post box in the High Street, near the shoe shop
    4 figurado (mérito, valía, calidad) merit, worth; (dignidad) dignity, excellence
    1 RELIGIÓN heavens
    \
    a estas alturas by now, at this stage
    estar a la altura de to measure up to, match up to, be on a par with
    estar a la altura de las circunstancias figurado to be worthy of the occasion, rise to the occasion
    quedar a la altura del betún familiar to make a very poor showing, look bad
    * * *
    noun f.
    * * *
    SF
    1) [de edificio, techo, persona] height

    se necesita tener una altura superior a 1,80 — you have to be over 1.80 metres tall

    hubo olas de hasta tres metros de altura — there were waves up to three metres high, there were waves of up to three metres in height

    a la altura de algo, la ventana quedaba a la altura de mi cabeza — the window was level with my head

    altura de caída[de cascada] fall

    2) [en el aire] height, altitude

    el avión subió a una altura de 10.000 pies — the plane rose to a height o an altitude of 10,000 feet

    nos encontramos a 3.000 metros de altura sobre el nivel del mar — we are 3,000 metres above sea level

    ganar o tomar altura — to climb, gain height

    el globo empezó a perder altura — the balloon began to lose height

    mal
    3) (=nivel)

    no encuentra ningún rival a su altura — she can't find a rival to match her, she can't find a rival in her league

    estar a la altura de — [+ persona] to be in the same league as, be on a par with; [+ tarea] to be up to, be equal to

    no estamos a la altura de los trabajadores japoneses — we are not in the same league as Japanese workers, we are not on a par with Japanese workers

    la novela no estaba a la altura del concurso — the novel was not up to the standard set by the competition, the novel did not measure up to the competition standards

    - dejar o poner a algn a la altura del betún o de un felpudo o del unto

    si no los invitamos quedaremos a la altura del betún — if we don't invite them, it'll look really bad

    4) (Geog)

    a la altura de — on the same latitude as

    a la altura del km 8 — at the 8th km, at the 8th km point

    ¿a qué altura de la calle quiere que pare? — how far along the street do you want me to stop?

    5) (Náut)

    remolcador de altura — deep-sea tug, ocean-going tug

    6) (Dep) (=salto) high jump; (=distancia del suelo) height

    acaban de superar la altura de 1,90 — they have managed to beat the height of 1.90

    7) (Mús) pitch
    8) [de ideas, sentimientos] sublimity, loftiness
    9) pl alturas
    a) (=lugar elevado) (Geog) heights; (Rel) heaven sing

    ¡Gloria a Dios en las alturas! — Glory to God in Heaven!

    estar en las alturas — (Rel) to be on high

    b) [de organización] upper echelons
    c)

    a estas alturas — [de edad] at my/your/his etc age; [de tiempo] at this stage

    a estas alturas no me preocupan las arrugas — at my age, wrinkles don't worry me

    ¿todavía no confías en mí a estas alturas? — you still don't trust me after all this time?

    a estas alturas no podemos volvernos atrás — having come this far we can't go back now, we can't go back at this stage

    d) (=pisos) storey, story (EEUU)
    * * *
    1) (de persona, edificio, techo) height
    2) ( indicando posición) height

    a la altura del betún or (RPl) felpudo or (Chi) del unto (fam): nos dejaste a la altura del betún you made us look really bad; quedó a la altura del betún he looked really stupid; estar/ponerse a la altura de algo/alguien: para ponernos a la altura de la competencia to put ourselves on a par with our competitors; estar a la altura de las circunstancias to rise to the occasion; no está a la altura de su predecesor he doesn't match up to his predecessor; no estuvo a la altura de lo que esperaban — he didn't live up to their expectations

    3)
    a) (Aviac, Geog) ( altitud) altitude

    perder alturato lose height o (frml) altitude

    a 2.240 metros de altura — at an altitude of 2,240 meters

    sobrepasar los 4.000 metros de altura — to rise to (a height of) over 4,000 meters

    b)

    de altura<pesquero/flota> deep-sea (before n); < remolcador> oceangoing (before n)

    ¿a qué altura de Serrano vive? — how far up Serrano do you live?

    b) ( latitud)

    en el Adriático, a la altura de Florencia — on the Adriatic, on the same latitude o (colloq) as far up/down as Florence

    a estas/esas alturas: a estas alturas me vienes con eso! you wait till now to bring this to me!; a estas alturas del año this late on in the year; a esas alturas ya había perdido las esperanzas by that stage he had already lost all hope; a estas alturas del partido — (fam) by now, at this stage of the game (colloq)

    6) (Mús) pitch
    7) alturas femenino plural
    a) ( cimas) heights (pl)
    b) (Relig)
    * * *
    = height, altitude.
    Ex. For a monograph the height of the book is normally given, in centimetres.
    Ex. The museum restored many of its flood-damaged books by a process involving freezing, exposure to a vacuum equivalent to an altitude of 200,000 ft.
    ----
    * a estas alturas = by now.
    * a la altura de = of the stature of, equal to.
    * a la altura de la cintura = waist high, waist deep.
    * a la altura de la rodilla = knee-high.
    * a la altura de los hombros = shoulder-high.
    * a la misma altura que = in the same league as.
    * altura del tipo movible = height-to-paper, type height.
    * altura tipográfica = height-to-paper [heights-to-paper, -pl.].
    * con la misma altura que = the full height of.
    * de altura = high, top-notch.
    * de altura regulable = height-adjustable.
    * estar a la altura de = live up to, be equal to.
    * estar a la altura de la circunstancias = make + the cut.
    * estar a la altura de las circunstancias = be up to snuff, come up with + the goods.
    * estar a la altura de las circunstancias = be up to the mark, be up to scratch, be equal to the occasion, rise (up) to + the occasion, deliver + the goods, measure up (to), rise (up) to + challenge.
    * estar a la altura de las expectativas = live up to + Posesivo + expectations.
    * estar a la altura de las posibilidades = live up to + Posesivo + potential.
    * estar a la altura de lo que se espera = live up to + Posesivo + expectations.
    * estar a la misma altura que = rank with.
    * gran altura = high altitude.
    * no estar a la altura de las expectativas = fall below + expectations.
    * no estar a la altura de lo que se espera = fall below + expectations, be below par, be under par.
    * poner a la altura de las circunstancias = bring + Nombre + up to par.
    * salto de altura = vertical jump, high jumping, high jump.
    * * *
    1) (de persona, edificio, techo) height
    2) ( indicando posición) height

    a la altura del betún or (RPl) felpudo or (Chi) del unto (fam): nos dejaste a la altura del betún you made us look really bad; quedó a la altura del betún he looked really stupid; estar/ponerse a la altura de algo/alguien: para ponernos a la altura de la competencia to put ourselves on a par with our competitors; estar a la altura de las circunstancias to rise to the occasion; no está a la altura de su predecesor he doesn't match up to his predecessor; no estuvo a la altura de lo que esperaban — he didn't live up to their expectations

    3)
    a) (Aviac, Geog) ( altitud) altitude

    perder alturato lose height o (frml) altitude

    a 2.240 metros de altura — at an altitude of 2,240 meters

    sobrepasar los 4.000 metros de altura — to rise to (a height of) over 4,000 meters

    b)

    de altura<pesquero/flota> deep-sea (before n); < remolcador> oceangoing (before n)

    ¿a qué altura de Serrano vive? — how far up Serrano do you live?

    b) ( latitud)

    en el Adriático, a la altura de Florencia — on the Adriatic, on the same latitude o (colloq) as far up/down as Florence

    a estas/esas alturas: a estas alturas me vienes con eso! you wait till now to bring this to me!; a estas alturas del año this late on in the year; a esas alturas ya había perdido las esperanzas by that stage he had already lost all hope; a estas alturas del partido — (fam) by now, at this stage of the game (colloq)

    6) (Mús) pitch
    7) alturas femenino plural
    a) ( cimas) heights (pl)
    b) (Relig)
    * * *
    = height, altitude.

    Ex: For a monograph the height of the book is normally given, in centimetres.

    Ex: The museum restored many of its flood-damaged books by a process involving freezing, exposure to a vacuum equivalent to an altitude of 200,000 ft.
    * a estas alturas = by now.
    * a la altura de = of the stature of, equal to.
    * a la altura de la cintura = waist high, waist deep.
    * a la altura de la rodilla = knee-high.
    * a la altura de los hombros = shoulder-high.
    * a la misma altura que = in the same league as.
    * altura del tipo movible = height-to-paper, type height.
    * altura tipográfica = height-to-paper [heights-to-paper, -pl.].
    * con la misma altura que = the full height of.
    * de altura = high, top-notch.
    * de altura regulable = height-adjustable.
    * estar a la altura de = live up to, be equal to.
    * estar a la altura de la circunstancias = make + the cut.
    * estar a la altura de las circunstancias = be up to snuff, come up with + the goods.
    * estar a la altura de las circunstancias = be up to the mark, be up to scratch, be equal to the occasion, rise (up) to + the occasion, deliver + the goods, measure up (to), rise (up) to + challenge.
    * estar a la altura de las expectativas = live up to + Posesivo + expectations.
    * estar a la altura de las posibilidades = live up to + Posesivo + potential.
    * estar a la altura de lo que se espera = live up to + Posesivo + expectations.
    * estar a la misma altura que = rank with.
    * gran altura = high altitude.
    * no estar a la altura de las expectativas = fall below + expectations.
    * no estar a la altura de lo que se espera = fall below + expectations, be below par, be under par.
    * poner a la altura de las circunstancias = bring + Nombre + up to par.
    * salto de altura = vertical jump, high jumping, high jump.

    * * *
    A
    1 (de una persona, un edificio) height; (de una figura geométrica) height
    la altura mínima exigida es de 1,60m the minimum height requirement is 1.60m
    el muro tiene un metro de altura the wall is one meter high
    el faro mide 35 metros de altura the lighthouse is 35 meters high o tall
    un edificio de altura a tall building
    2 (de un techo) height
    pon los dos cuadros a la misma altura put the two pictures level with each other o at the same height
    el tableado nace a la altura de las caderas the pleats begin at the hips, it's pleated from the hips
    quiero pintar la pared hasta esta altura I want to paint the wall up to here
    tiene una cicatriz a la altura de la sien he has a scar on his temple
    cayó de or desde una altura de 20 metros he fell from a height of 20 meters
    a la altura del betún or ( RPl) de un felpudo or ( Chi) del unto ( fam): nos dejaste a la altura del betún you made us look really bad
    no contestó ni una pregunta, quedó a la altura de un felpudo he couldn't answer a single question, he looked really stupid
    estar/ponerse a la altura de algo/algn: lo que permitirá ponernos a la altura de los países más avanzados which will enable us to put ourselves on a par with the most developed countries
    supo estar a la altura de las circunstancias he managed to rise to the occasion
    no estuvo a la altura de lo que se esperaba he didn't live up to their expectations
    no está a la altura de su predecesor he doesn't match up to his predecessor
    si le contestas con palabrotas te estás poniendo a su altura by swearing at her you're just lowering yourself o sinking to her level
    C
    1 ( Aviac, Geog) (altitud) altitude
    volamos a una altura de 10.000 metros we are flying at an altitude of 10,000 meters
    el avión empezó a perder altura the plane started to lose height o ( frml) altitude
    fue construida en una meseta a 2.240 metros de altura it was built on a plateau at an altitude of 2,240 meters
    montañas que sobrepasan los 4.000 metros de altura mountains that rise to (a height of) over 4,000 meters
    2
    de altura ‹pesquero/flota› deep-sea ( before n)
    remolcador de altura oceangoing tug
    D
    (dignidad): se lo dijo con mucha altura she told him in a very dignified manner
    reaccionó con mucha altura he reacted with great dignity
    1
    (en una calle): ¿a qué altura de Serrano vive? how far up o along Serrano do you live?
    cuando la procesión llegó a la altura del Ayuntamiento when the procession reached City Hall
    viven a la altura de la Plaza de Colón they live up by Plaza de Colón
    2
    (latitud): situada en el Adriático, a la altura de Florencia situated on the Adriatic, on the same latitude as Florence o ( colloq) as far up/down as Florence
    F
    (en sentido temporal): a estas/esas alturas: a estas alturas ya deberías haber aprendido cómo se hace you should have learned how to do it by now
    ¡a estas alturas me vienes con esas preguntas! it's a bit late to be asking questions like that now!
    a estas alturas ya nadie se escandaliza por esas cosas nobody is shocked by that kind of thing anymore
    a estas alturas ya deben haber llegado they should have arrived by now o by this time
    a estas alturas del año this late on in the year, so late on in the year
    a estas alturas de la campaña electoral ya no pueden dar marcha atrás sobre eso they can't go back on that at this (late) stage of the election campaign
    a esas alturas ya había perdido las esperanzas by that stage he had already lost all hope
    a estas alturas del partido ( fam); by now, at this stage of the game ( colloq)
    G ( Mús) (de un sonido) pitch; (de la voz) pitch
    H ( Esp period) (piso) story*
    1 (cimas) heights (pl)
    2 ( Relig):
    las alturas the highest
    gloria a Dios en las alturas glory to God in the highest o on high
    * * *

     

    altura sustantivo femenino
    1 (de persona, edificio, techo) height;

    2 ( indicando posición) height;

    a la altura de los ojos at eye level;
    estar/ponerse a la altura de algo/algn: para ponernos a la altura de la competencia to put ourselves on a par with our competitors;
    estar a la altura de las circunstancias to rise to the occasion;
    no está a la altura de su predecesor he doesn't match up to his predecessor
    3
    a) (Aviac, Geog) ( altitud) altitude;

    a 2.240 metros de altura at an altitude of 2,240 meters

    b)

    de alturapesquero/flota deep-sea ( before n);


    remolcador oceangoing ( before n)
    4 ( en sentido horizontal):
    ¿a qué altura de Serrano vive? how far up Serrano do you live?;

    cuando llegamos a la altura de la plaza when we reached the square
    5 ( en sentido temporal):

    ¡a estas alturas me vienes con eso! you wait till now to bring this to me!;
    a estas alturas del año this late on in the year;
    a esas alturas ya no me importaba by that stage I didn't mind
    6 (Mús) pitch
    altura sustantivo femenino
    1 height
    de nueve metros de altura, nine metres high
    2 (nivel) level
    a la misma altura, on the same level
    Geography on the same latitude: Helena vive a la altura del hospital, Helena lives by the hospital
    ♦ Locuciones: figurado no está a la altura de su rival, he doesn't measure up to his rival
    figurado se supo poner a la altura de las circunstancias, she was able to meet the challenge
    a estas alturas ya deberías conocerlo, you should know him by now
    ' altura' also found in these entries:
    Spanish:
    alta
    - alto
    - betún
    - estatura
    - estirón
    - grandeza
    - salto
    - sobrepasar
    - superar
    - talla
    - alcanzar
    - asorocharse
    - caer
    - descender
    - descenso
    - elevar
    - grande
    - listón
    - mal
    - máximo
    - mayor
    - nivel
    - tomar
    English:
    dizzy
    - equal
    - eye-level
    - height
    - high
    - ht
    - inadequate
    - level
    - live up to
    - low
    - match
    - measure up
    - name
    - off-shore fishing
    - patch
    - rise
    - storey
    - tall
    - up to
    - deep
    - elevation
    - head
    - justice
    - league
    - live
    - measure
    - par
    - second
    - third
    - up
    * * *
    altura nf
    1. [de persona, cosa] height;
    mide o [m5] tiene 2 metros de altura [persona] he's 2 metres tall;
    [cosa] it's 2 metres high
    2. [posición] height;
    pon los dos altavoces a la misma altura put both speakers level with each other;
    la serpiente le mordió a la altura del tobillo the snake bit him on the ankle;
    el tráfico está congestionado a la altura del ayuntamiento there's a traffic jam in the area of the town hall;
    ¿a qué altura está la oficina de turismo? how far along the road is the tourist information office?;
    está a la altura de la estación it's next to the station
    3. [altitud] height;
    Viella está a 1.000 metros de altura Viella is 1,000 metres above sea level;
    ganar o [m5] tomar altura [avión] to climb;
    perder altura [avión] to lose height;
    volar a gran altura to fly at altitude;
    volaremos a 2.000 metros de altura we'll be flying at an altitude of 2,000 metres;
    se esperan nevadas en alturas superiores a los 800 metros snow is forecast on high ground above 800 metres;
    Fig
    las alturas [el cielo] Heaven;
    Gloria a Dios en las alturas glory to God in the highest
    4. [latitud] latitude
    5. Fig [nivel]
    a la altura de on a par with;
    intentan ponerse a la altura de los líderes del mercado they're trying to catch up with the market leaders;
    la moda inglesa nunca se pondrá a la altura de la italiana English fashion will never reach the standard of Italian fashion;
    su última novela no está a la altura de sus anteriores her latest novel isn't up to the standard of her previous ones;
    la película no estuvo a la altura de sus expectativas the film didn't come up to o fell short of her expectations;
    comprarlo no estaba a la altura de mis posibilidades it wasn't within my means to buy it;
    no está a la altura del puesto he's not up to the job;
    al devolverle el insulto, se puso a su altura by insulting him back, she showed herself to be no better than him;
    estar a la altura de las circunstancias to be worthy of the occasion, to be equal to the challenge;
    ninguno de los dos equipos estuvo a la altura de las circunstancias neither of the teams was able to rise to the occasion;
    Fam
    a la altura del betún o RP [m5]del felpudo: nos dejó a la altura del betún o RP [m5] del felpudo it left us looking really bad;
    hemos quedado a la altura del betún o RP [m5]del felpudo, teníamos que haberle comprado un regalo it looks really bad that we didn't buy him a present;
    Fam
    a la altura de los zapatos: como tenista, no le llega a la altura de los zapatos he's nowhere near as good a tennis player as her
    a gran altura: jugaron a gran altura y ganaron el título they played magnificently and won the title;
    rayar a gran altura to excel, to shine
    6. Fig [de persona] stature;
    [de sentimientos, espíritu] loftiness;
    un escritor de gran altura moral a writer with lofty morals
    7. [tiempo]
    a estas alturas this far on;
    a estas alturas ya tendrían que saber lo que me gusta by now, they ought to know what I like;
    a estas alturas ya no se puede cambiar nada it's too late to change anything now;
    a estas alturas ya debías saber que eso no se hace you should know better than that by now;
    a estas alturas del año ya es muy tarde para ponerse a estudiar it's a bit late in the year to start studying;
    si a estas alturas no te has decidido… if you haven't decided by now…;
    no me digas que a estas alturas todavía tienes dudas sobre tu boda don't tell me you still have doubts about getting married even at this late stage
    8. [cumbre] summit, top;
    las grandes alturas alpinas the great peaks of the Alps
    9. Esp [piso] floor;
    una casa de dos alturas a two-storey house
    10. [salto de altura] high jump
    11. Mús pitch
    12. Náut
    de altura [buque] ocean-going;
    flota de altura deep-sea fleet;
    navegación de altura ocean navigation;
    pesca de altura deep-sea fishing
    13. Geom [de triángulo] height
    * * *
    f
    1 height;
    de diez metros de altura 10 meters in height, 10 meters high;
    a la altura de on a par with;
    a estas alturas by this time, by now
    2 MÚS pitch
    3 AVIA altitude;
    tomar altura gain altitude
    4 GEOG latitude
    * * *
    altura nf
    1) : height
    2) : altitude
    3) : loftiness, nobleness
    4)
    a la altura de : near, up by
    en la avenida San Antonio a la altura de la Calle Tres: on San Antonio Avenue up near Third Street
    5)
    a estas alturas : at this point, at this stage of the game
    * * *
    1. (medida) height
    2. (importancia) importance
    a estas alturas by now / at this stage
    medir / tener... metros de altura (persona) to be... metres tall (cosa) to be... metres high

    Spanish-English dictionary > altura

  • 17 nosotros

    pron.
    1 we.
    2 us, ourselves.
    * * *
    ¿quién viene? --¡nosotros! who's coming? --we are!
    con nosotros,-as with us
    * * *
    = nosotras, pron.
    1) we
    2) us
    - nosotras mismas
    * * *
    nosotros, -as
    PRON PERS PL
    1) [sujeto] we
    2) [tras prep y conj] us
    * * *
    - tras pronombre personal plural
    a) we

    ¿quién lo trajo? - nosotros — who brought it? - we did

    ábrenos, somos nosotras — open the door, it's us

    b) (en comparaciones, con preposiciones) us

    antes/después que nosotros — before/after us

    * * *
    = we.
    Ex. It is clear that we can no longer discuss the catalog independently of technology's impact on it.
    ----
    * a nosotros = us.
    * a todos nosotros = us all.
    * con nosotros = with us.
    * de nosotros = ours.
    * en cuanto a nosotros = as for us.
    * entre nosotros = with us, between ourselves.
    * entre tú y yo = between you and me.
    * más que todos nosotros juntos = more than all of us put together.
    * nosotras = we.
    * nosotros lo hacíamos y no nos moríamos = it never did + Pronombre + any harm.
    * nosotros mismos = ourselves.
    * nosotros también = same here.
    * que quede entre nosotros = between you and me, between ourselves.
    * todos nosotros = all of us.
    * * *
    - tras pronombre personal plural
    a) we

    ¿quién lo trajo? - nosotros — who brought it? - we did

    ábrenos, somos nosotras — open the door, it's us

    b) (en comparaciones, con preposiciones) us

    antes/después que nosotros — before/after us

    * * *
    = we.

    Ex: It is clear that we can no longer discuss the catalog independently of technology's impact on it.

    * a nosotros = us.
    * a todos nosotros = us all.
    * con nosotros = with us.
    * de nosotros = ours.
    * en cuanto a nosotros = as for us.
    * entre nosotros = with us, between ourselves.
    * entre tú y yo = between you and me.
    * más que todos nosotros juntos = more than all of us put together.
    * nosotras = we.
    * nosotros lo hacíamos y no nos moríamos = it never did + Pronombre + any harm.
    * nosotros mismos = ourselves.
    * nosotros también = same here.
    * que quede entre nosotros = between you and me, between ourselves.
    * todos nosotros = all of us.

    * * *
    ¿quién lo trajo? — nosotros who brought it? — we did
    ábrenos, somos nosotras open the door, it's us
    nosotros tres no sabíamos none of us (three) knew, the three of us didn't know
    Alicia, nosotros dos podemos ir con Carmen Alicia, you and I can go with Carmen
    nosotros mismos lo arreglamos we fixed it ourselves
    2 (en comparaciones, con preposiciones) us
    viven mejor que nosotros they live better than we do o better than us
    terminaron antes que nosotras they finished before us
    para/contra/con nosotros for/against/with us
    * * *

     

    nosotros
    ◊ - tras pron pers pl

    a) we;

    ¿quién lo trajo? — nosotros who brought it?we did;

    ábrenos, somos nosotras open the door, it's us;
    nosotros mismos lo arreglamos we fixed it ourselves
    b) (en comparaciones, con preposiciones) us;

    antes/después que nosotros before/after us;

    ven con nosotros come with us
    nosotros,-as pron pers pl
    1 (como sujeto) we: nosotros somos simpáticos, we are nice
    2 (como complemento) us: no depende de nosotras, it's not up to us
    ven con nosotras, come with us
    ♦ Locuciones: entre nosotros, between us
    por nosotros/-as mismos/-as, by ourselves
    ' nosotros' also found in these entries:
    Spanish:
    acoquinar
    - afecta
    - afecto
    - azuzar
    - bálsamo
    - cañón
    - chula
    - chulo
    - delante
    - depender
    - descontada
    - descontado
    - escopetazo
    - extensa
    - extensiva
    - extensivo
    - extenso
    - hasta
    - impertinente
    - marchar
    - mucha
    - mucho
    - ninguna
    - ninguno
    - nosotras
    - paripé
    - patata
    - pelagatos
    - pérdida
    - química
    - quite
    - rollo
    - satisfacción
    - sintonía
    - sola
    - solidarizarse
    - solo
    - tanta
    - tanto
    - total
    - trabajar
    - última
    - último
    - vivir
    - alguno
    - campante
    - el
    - espalda
    - luego
    - más
    English:
    accustom
    - all
    - amenable
    - between
    - both
    - clever
    - come along
    - delay
    - every
    - gain
    - let
    - live up to
    - midst
    - most
    - none
    - one
    - ourselves
    - potshot
    - risk
    - toast
    - us
    - we
    - with
    - along
    - alternatively
    - blow
    - care
    - direct
    - doing
    - few
    - for
    - go
    - half
    - know
    - our
    - stay
    - strictly
    - would
    * * *
    nosotros, -as pron personal
    1. (sujeto) we;
    ¿quién va primero? – nosotros who's first? – we are;
    ellos están invitados, nosotros no they're invited, but we're not o but not us;
    algunos de nosotros/todos nosotros pensamos que deberías ir some of us/all of us think you should go;
    nosotros mismos lo organizamos todo we organized it all ourselves;
    he aprobado – nosotros también I passed – so did we
    2. (predicado)
    somos nosotros it's us;
    sus hermanos somos nosotros we are her brothers
    3. (complemento con preposición o conjunción) us;
    juegan mejor que nosotros they play better than we do o than us;
    trabaja tanto como nosotros she works as hard as we do o as us;
    excepto/según nosotros apart from/according to us;
    nos lo dijo a nosotras she said it to us;
    vente a comer con nosotros come and eat with us;
    de nosotros [nuestro] ours;
    todo esto es de nosotros all this is ours;
    lo arreglaremos entre nosotros we'll sort it out among ourselves;
    entre nosotros [en confidencia] between you and me, just between the two of us;
    por nosotros no hay problema there's no problem as far as we're concerned
    * * *
    pron we; complemento us;
    ven con nosotras come with us;
    somos nosotras it’s us;
    esto queda entre nosotras this is just between us
    * * *
    nosotros, - tras pron
    1) : we
    nosotros llegamos ayer: we arrived yesterday
    2) : us
    ven con nosotros: come with us
    3)
    nosotros mismos : ourselves
    lo arreglamos nosotros mismos: we fixed it ourselves
    * * *
    nosotros pron
    1. (sujeto) we
    2. (complemento, con preposiciones) us

    Spanish-English dictionary > nosotros

  • 18 busgóuxu

    Busgóuxu, dios mitológico astur que habita en los bosques cercanos a los pastos, y cuando en éstos el Busgóuxu ve alguna muchacha apacentando sus ganados, la tienta y la embruja de tal misteriosa manera, que cualquier hombre que en tales trances junto a ella llegare, sería reducido por la muchacha arrastrándole a una orgía de placer, que ninguno de los dos en su vida olvidaría jamás. Dicen que el busgóuxu es el espíritu de todos los sátiros del mundo. Cuentan de él también que es un dios hermoso a pesar que lo pintan como a chivo sarnoso, que no tendría ninguna misión positiva para existir. —Pero todos los jóvenes de los tiempos pasados que vivían atados a la dura y miserable existencia de ser humildes campesinos y pobres pastores de las tierras hermosas de la dulce Asturias, cuento que todos sabemos que el Busdeigu (Busgóuxu) existe, y que no es un duende feo como el chivo sarnoso, sino que es hermoso, tentador, ardiente y sátiro, que muchas veces nos llevaba al amor inocente y puro, sin saber por que se llegaba a la natural fuente que le da razón de placer al Hombre. En este pequeño relato de Xulín de Lluza, podrán ustedes observar a los dos Busdeigus, tentando al hermoso, al puro y al natural, así como también al chivo sarnoso. «MELGUEIRA XUVENTU» Cuntu m'alcuerdiu, cuntu xenardu you n’agora que de min xebróuxe miou esgraciaína, famienta, trabayada y'arretrigá xuventú, toes les couxes que se faen cundu se ye xoven, paeme a min que toes son bones, se ‘l xoven que las cheldéa ye un rapazón comu l' Faidor manda. Alcuerdiome xemardiandu nu más fondeiru de miou xebrá xuventú ya xonriyéndume pe lu baxu, de la miou primeira cortexada, yera you 'n rapazacu, 'n guaxetón que puéi que tuviés una ucena d'anus, foi pel mes de la yerbe (el mes de Xuliu), taba you de yerbeiru na teixá d'un amu que quixu profiyame perque ‘l probe nun teñia fíus, peru miou má dixoye, que más que tuviés que dir de rodiérches miagandu chimosna fasta lus mesmas enfermus, qu'echa nui daba a nadie un fiu, qu’endenantes que d'aquién lu xupiés, écha na sou alma ya lu hubiés queriu. El casu fói, que comu ‘l die nun taba p'andar a la yerbe, perqu'andaba la borrina mu baxa, y'enchoramicaona dientru 'n urbayu que tou lu moyaba, mandume ‘l miou amu dir llindiar les vaques al Fadiernu, que yera un pastu comunal, e achí tamién allindiandu Ies sous vaques taba Faela, una guaxetona de mexiétches colloráes, de guedérches roxes ya 'n sen escarpenare, ximple, ñatural y'axabaliná lu mesmu que you lu yera. Comencipiamus entexuntus a faluchar, ya nun de vaques, nin de pites, nin de nagua, que nun fora de les nuexes couxiquines, y'ente falagus de pallabres, ya falancies melgueires, encadexaines con miradiétches que furacaben lus nuexus xentius, tábemus encaldantu tantu faela comu you la nuexa primer cortexada. Anxina foi, qu’ente miradiétches ya falagus de falancies, cheldámunus embruxáus dientru d'un xugaretéu, y'ún per d'enría ‘l oitre 'ngarapoléus, cundu nus dimus cunta, tabamus añuedandu ‘l cibiétchu, lu mesmu que se fora la couxa más ñatural. —Achucáu d'enría la Faela you taba tan cuntentu comu écha que taba debaxu, cundu Xocurra, que yera una vaqueirona xolteirona ya maura pe lus anus, ameruxáu de mala lleichi, ya conuna llingua más aguxá qu’el obreiru la guítcha que chebaba ente sous manus, comemcipióu a ximielganus guichadazus per d'enría les ñalgues, primeiru a mín ya despos a la probitina ya xantiquina de Faela, ‘l casu foi, que chebantámunus con más priexa que cuerre ‘l rellámpagu, ya llanzandu glayíus de dollor xebrámunus d'el chau d'echa galamiandu comu lus curzus metantu nus esfregámabus les endollories ñalgues ya tul chumbu, ‘l parexu qu'echa nus nomaba xinvergüencies, y'una riestra d'inxultus tan grandie comu ‘l mes de mayu. —Cundu ‘l atapecer la tardi chegamus a l’aldina, dibamus amamplenáus de miéu ya de vergüencia detrás de les nuexes vaques, nun iñurandu que ya la magotona de Xocorru hubiés cuntáu per toa l'aldea lu que fixéramus nel Fadiernu. —El goxetáu de miéu que chebábamus dientru ‘l nuexu curpu, féxuse nun esquirpiáu, cundu agüétchamus al pá de la Faela xentáu ‘l lláu del abrebadeiru del ganáu, conún manoxu d'ortiegues ente les sous manes aguardandu qu'echegáramus al cháu d'él, a mín que la esperencia m' hubiés adeprendíu fuyír de la queima endenantes qu'enría mín en fuéu se fixera, aconsexábame que me xebrara con priexa d'aquel pelligru que diba mugar d'nría ‘l miou curpu aquel manoxin d'ortiegues. Peru cundu agüétchei ‘l cháu migu con la mocheira baxa ya choramicandu a la probitina Faela, tristeyaoná, ya más avergüenciá qu’el mamplenéu de miéu que na sou entrana cheldar fixera, diximióxe l'arganá de fuxír, ya quedeime ‘l cháu de Faela, y'encuntes chegamus al frenti ‘l sou pá, ísti chebantouxe del abrebadeiru dóu taba 'xitiáu, coyume debaxu ‘l sou brazu como ‘l guaxe que yera, y'en xin ñecexidá de baxame ‘l calzonín perque teñía esgazá toa la culeira, quedandu les mious ñalguines al entestate, apurrióme conaquel fogueiróuxu manoxu d'ortiegues tal fatáu de manuxazus, qu'entabía ye ‘l die de güéi, que cundu m'alcuerdiu, fiervenme les ñalgues lu mesmu que se d'enría ‘l fuéu las punxeira. —Melgueira xuventú, lu más honréu ya guapu que naide mexor poder fixera, que naide vous arrapiegue la llibertá, lluchái per écha, peru faceilu con imaxinación, con la preparaxón que güéi tenedis, sen faer enxamás usu de la fuercia, perque per faer tal couxa, les oitres xuventúes que güéi son mauras ya viétchas, fixerun de Nuexa Patria, regueiráes de chárimes ya de xufriencias, cuandias per tous lus cháus corrumpinás de cadermus, que yeren nuexus pás, ya nuexus queríus hermenus, ya fixerun que miou xeneración, fora la más esgraciaína, de cuntas en tou ‘l mundiu ñacieran. ¡MELGUEIRA XUVENTU...! ¡Facéi ‘l futuru de la Nuexa Patria hermenéu ya felliz, pa que vous miren sen miéu ya con respeutu, les oitres xuventúes venideiras! «LA DULCE JUVENTUD» —Cuanto me recuerdo, cuanta añoranza siento yo ahora, que de mí se alejó ya para siempre, mi desgraciada, hambrienta, trabajada y prisionera juventud. Todas las cosas naturales que se hacen cuando uno es joven, me parece a mí que todas son buenas, si el joven que las hace es un muchacho como dios manda. —Me recuerdo añorando en lo más profundo a mi ya alejada juventud, y sonriéndome por lo bajo de mi primera cortejada. Era yo un mozalbete, casi un niño, pues puede que no tuviera una docena de años, sucedió por el mes de la hierba (Julio), estaba yo de Yerbeiru (criado contratado para el mes de la hierba) en el caserío de un amo que quiso prohijarme porque el pobre no tenia hijos y yo al parecer le interesaba. Pero mi madre le dijo, que más que ella tuviese que ir de rodillas pidiendo limosna hasta los mismísimos infiernos, ella no daba a nadie un hijo, que antes que nadie lo supiera, ella en su alma ya le hubiera querido. —El caso fue, que como el no estaba para andar a la hierba, porque andaba la niebla muy baja, y haciendo lágrimas dentro de una llovizna que todo lo ponía mojado, me mandó mi amo a cuidar las vacas al prado del Recogido que era el pasto comunal de todos los vecinos, allí también cuidando sus vacas estaba Rafaela, una mozalbeta de mejillas sonrojadas, con grandes rizos rubios y sin peinar, simple, natural y asalvajada lo mismo que yo lo era. —Empezamos a hablar muy juntos, y no de vacas ni de gallinas ni de nada que no fuese de nuestras íntimas cosas, y entre halagos de palabras, dentro de dulces falancias, encadenadas con miradas que agujereaban nuestros sentidos, estábamos haciendo tanto Rafaela como yo nuestra primer cortejada. —Así fue, que entre miradas y halagosas charlas, nos hicimos embrujados dentro de armoniosos juegos, y abrazados felices y gozosos rodando uno por encima del otro, apretados por pasión desenfrenada, natural y pura, cuando nos quisimos dar cuenta, estábamos dichosos haciéndonos el amor como si fuera la cosa más natural de la Creación. —Acostado encima de la Rafaela yo estaba tan contento como ella que estaba debajo, digo que así nos encontrábamos felices los dos, cuando Socorro que era una vaquerona soltera y ya madura de años, endemoniada de malos instintos y con una lengua más afilada que el aguijón de una aguijada que así llevaba entre sus manos, comenzó a sacudirnos fuertes palos por encima de nuestras nalgas, primero a mi que más a mano me tenía, y después a la pobrecita y santina de Rafaela, el caso fue, que nos levantamos con más prisa que la que lleva el relámpago, y pronunciando gritos de dolor nos alejamos del lado de ella corriendo como los corzos, mientras que nos rascábamos las doloridas nalgas y todo el cuerpo, al parejo que ella nos insultaba llamándonos sinvergüenzas, y todo un rosario de insultos tan grande como el mes de Mayo. —Cuando al oscurecer la tarde llegamos a la aldea, lo hacíamos llenos de miedo y de vergüenza detrás de nuestras vacas, no ignorando que ya la bruta de Socorro hubiera contado por la aldea lo que hubiéramos hecho en el Recogido. —El cesto de miedo que llevábamos en nuestro cuerpo, se hizo enormemente más grandioso, cuando vimos al padre de Rafaela sentado al lado del bebedero del ganado, con un fuerte manojo de ortigas entre sus manos, aguardando que llegásemos a su lado. A mi que la experiencia me había enseñado a huir de la quema antes que el fuego me prendiese, me aconsejaba que me marchase con prisa de aquel peligro, que iba a martirizar mi cuerpo con aquel manojo de ortigas. —Pero cuando vi a mi lado con la cabeza baja y desconsolada llorando a la pobrecita de Rafaela, hasta el fin entristecida y más avergonzada que el enorme miedo que en su entraña lugar hiciera, se me apagó la enorme gana que de huir tenía, y me quedé al lado de la santina Rafaela, y cuando llegamos frente de su padre, éste se levantó del bebedero donde estuviera en la espera, me cogió debajo de su brazo como al niño que era, y sin tener ninguna necesidad de bajarme el pantalón porque tenía rota toda la culera, estando mis nalgas al puro aire, pues me atizó con aquel fogueroso manojo de ortigas tal cantidad de manojazos, que todavía es el día de hoy, que cuando me recuerdo, me hierven las nalgas lo mismo que si encima de ellas el fuego pusieran. —Dulce juventud, lo más honrado y hermoso que nadie mejor poder hiciera, que nadie os robe la libertad, luchad siempre por ella; pero hacerlo con imaginación, usando la preparación cultural que hoy os acompaña sin hacer jamás uso de la fuerza, porque por hacer tal cosa, las otras juventudes que hoy son maduras o viejas, sembraron en Nuestra Patria ríos de lágrimas y de sufriencias, tumbas por todos los lados repletas de cadáveres, que eran nuestros padres y nuestros queridos hermanos, e hicieron que mis generaciones fueran las más desgraciadas de cuantas en el mundo nacieran. ¡Dulce Juventud... haced el futuro de Nuestra Patria hermanado y feliz, para que os miren sin miedo y con respeto, las otras juventudes venideras! —Y ahora díganme ustedes si en este suceso, no había unos duendecitos buenos y malos, que bien pudieran llamarse los Busdeigus o Busgóuxus.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > busgóuxu

См. также в других словарях:

  • nadie dijo nada — ninguno se pronunció ante el abuso; nadie habló; todos se resignaron; cf. chitón, morir piola, morir pollo, quien calla otorga; ¿me creerás que de todos los amigos de trabajo de la Nancy nadie dijo nada cuando la echaron sólo por ser dirigente… …   Diccionario de chileno actual

  • Nada — (Del ant. cosa nada < lat. res nata , cosa nacida.) ► pronombre indefinido 1 Ninguna cosa, ninguna cantidad ni medida: ■ nada me satisface ya; no llevo nada de ropa interior; no me pasa nada. 2 Poca cantidad de una cosa o muy poco tiempo: ■… …   Enciclopedia Universal

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