Перевод: с испанского на язык йоруба

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con+el+tiempo

  • 1 Diloggún:

    Cauris o Cyprea moneta. Se trata de unos caracoles de origen marino, los cuales se usan para piezas de un oráculo en la Regla de Ocha. Cada caracol se llama "aye" y el jüego de los dieciséis que se usan forman una mano de Obatalá y se llama entonces "Diloggún". A este oráculo se le agregan cuatro piezas que se llaman "ibo" o "ibbo", consistentes en dos caracoles mayores y distintos que los 16 anteriores, a los que nombran "edele" y, por eso dicen que son 18 caracoles o "ayes". Las otras piezas son un huesito y una semilla vegetal parecida al ojo de buey. El oráculo del Díloggún presenta una complejidad que nosotros no hemos podido penetrar. En primer término, son 16 piezas iguales de origen animal y marítimo, a las que llaman individualmente "aye". Esos caracoles forman "manos" de distinto número según sea el orísha a quien le pertenezcan. La mano de " ayes" de Elégguá tiene 2 [m2]cauris, pero si es del arará Echú Afrodi, tendrá 24. La mano de cauris que se usan para el oráculo del Diloggún es considerada algunas veces, como dos veces ocho, que hacen dieciséis, el mismo número de ventanas del castillo que Obatalá tiene en la loma con 365 puertas abiertas. Los dieciséis "ayes" o cauris están desfondados o rotos en el caparazón opuesto a su natural abertura. Ese arreglo es indispensable para que puedan caer y sostenerse boca arriba. Estos cauris, así como el obí kolá y muchos otros productos, son traídos de África, desde que a Cuba trajeron los primeros africanos. Los dos caracoles que sobran, los llamados "edele", se obtienen en Cuba y no se les rompe por parte alguna; se usan tal cual se obtienen de la playa. El tercer elemento es de naturaleza vegetal, se trata de una semilla. El cuarto, es de origen óseo humano; es una pequeña vértebra coxígea, obtenida en el trasiego de los restos óseos del ilé Yanzá. El manejo que un sacerdote de Ocha le da a la mano de dieciséis cauris y a las cuatro piezas del "ibbo", nos hacen presumir que el dicho "ibbo" constituyó en algún momento un oráculo independiente de los dieciséis "ayes" Los caracoles y el ibbo, es decir, las piezas del Diloggún están siempre en el igbudú y cuando llega un necesitado a quien hay que "registrar", consultar o verle sus problemas y cómo resolvérselos, se escribe el nombre de pila y sus apellidos en una hoja de papel y con lápiz, también se anota la edad, el día y mes en que nació. Acto seguido el babálócha o iyálócha tiene que moyubar, como en el coco, principiando por llamar a Olofi, Oloddumare y algunas veces a Oloruñ para pedirles la bendición e informarles que va a servir en bien a un "hijo". Continúa el rezo de moyubar, con todos los muertos o sea los Babá Eggún, según se puede ver en la fórmula que dice: Ibae baé, bayé tonú pato lo Babá Eggún, para todos los babáronú que laboran por mí, que están en el mundo de la verdad... Se puede seguir llamando o moyubando muertos que fueron los mayores en el santo del sacerdote, para que lo asistan con su experiencia e impida el entrometimiento de los espíritus perturbadores, pero no siempre es así, porque el santero teme la presencia de muchos muertos en las cosas del Santo. Continúa el sacerdote o sacerdotisa llamando oríshas, principiando por Echú y Elégguá. Siempre que llama, dice quien llama: Fulano de tal, hijo de tal santo, que lo llama para pedirle la bendición y para que Ud. sepa que va a hacer esto o lo otro y requiere que Ud. facilite su permiso. Esa labor de moyubar sigue así con cada orísha en un orden que ya aparece muy alterado en muchos usos criollos. Aquí exponemos el orden del rezo al Diloggún que sigue un babálócha de Guanabacoa, quien es según se dice "una autoridad en el Santo". Olofi, Orísha Oko, Olodumare, Inle, Babá Elégguá Osa Griñán, Oggún, Babalú Ayé, Osáin, Equn (Ofé Díloggún), Orúmbila, Leripín, Babá Obatalá, Changó, Yemayá, Obeye Loro, Olokún, Argayú, Yeyé Okari. Terminado el oru, que no siempre lo siguen los santeros nuevos y a veces le alteran el orden de los oríshas, se pasa a rogar el caracol. El sacerdote toma en sus dos manos el oráculo y lo bajea con su aliento para darle aché, luego fricciona las piezas y las moyuba; se las presenta al consultado: igual que se hace con el coco; después tira y anota el número de piezas que cayeron boca arriba. Continúa tirando y anotando, a la vez que consulta las manos del consultado, quien en cada tiro tiene que friccionar el huesito y la semilla pidiendo con fe y concentración lo que desea saber, a la vez que deja en cada mano cerrada una pieza al azar. Por los números anotados el awó hace sus interpretaciones y le dice al consultado lo que contestan los oríshas o el muerto. Este oráculo siempre tiene un ángulo subjetivo que llama la atención. Está prohibido terminantemente su uso a los babalawós o hijos de Orula. así como a los no consaqrados. Es un oráculo complejo en grado extremo. "Hay dos formas de tirar los caracoles, pero dicen lo mismo". Se mantiene en la memoria una numeración para el exclusivo uso de los caracoles de la cual hemos obtenido hasta el número doce, según se puede ver a continuación: 0 [m2]Okana Sodde; 02 Ebioko; 03 Ogunda; 04 Eyorosún; 05 Oché; 06 Obbara; 07 Odi; 08 Eyeunlé; 09 Osa; 10 Ofúnfún; 1 [m2]Ojuání; 12 Eyilá. En cuanto a las llamadas letras de los caracoles, se trata de las posiciones que se producen en cada tiro; esas posiciones dan un número de cauris boca arriba y otro boca abajo; estas posiciones son las que se llaman ódu; óddu; odún; órdu; órdún o simplemente "letra" o camino. "Cada órdún es una persona y su historia". Ud. puede tener una vida como la de alguna de esas personas que sirven de patrón en el oráculo. Depende del sacerdote o sacerdotisa hacer las correctas interpretaciones, si tiene suficiente experiencia y aché. No se trata de cosa simple, a juzgar por el tiempo que le toma a los iniciados, aprender el arte de tirar los caracoles, que al decir de los que saben de estas cosas hay que recordar treinta y seis odús para ser un principiante capaz de llegar a conocer cientos de letras. Sinónimos: Diloggún, Edibó, Emilogún, Endilobú, Enilogún

    Vocabulario Lucumí > Diloggún:

  • 2 Zape:

    (J. L. Martín). (M. F. de Arrate). Africanos de la costa atlántica, en un territorio ribereño entre Dakar y Sierra Leona, J. L. Martín cree que son los kankanda, sabe o sobo, llamados por el Dr. Ortiz gangá. Cree Martín que los "zape" o "gangá" son "un pueblo emparentado con los yorubas" o lucumís, y que poseen "lenguajes muy similares". De los "zape" escribió Arrate entre 1751-1760 refiriendo que existía desde 1598 una cofradía, a nombre de Nuestra Señora de los Remedios concedida a pedimento de los negros zape desde antes de 1598 en que el dilatorio trámite colonial terminó. También refiere la hermandad de San Benito de Palermo, que como la cofradía mencionada, era de libertos zape. Agrega J. L. Martín: "...casi pudiéramos afirmar que aquellos zapes cristianos, a quienes se refiere Arrate fueran los primeros yorubas establecidos en La Habana. Haciendo notar al mismo tiempo que después se les denominó, en conjunto, yorubas o yorumas, aunque en Africa había la distinción entre los del interior (yorubas propiamente dichos) y lucumís (yorubas costeños), por depender del rey Ulkumi". A las especulaciones de J. L. Martín se oponen los siguientes datos: que la tradición oral que yace en nuestros negros menciona a los "zapes" como una clase de africanos distintos de lucumís y congos; que no aparecen datos, orales o escritos, en Cuba, conocidos por nosotros o tratados por Ortiz, Castellanos o Lydia Cabrera, que mencionen e identifiquen a los tales "zapes" con los lucumís; que no se mencionan los apelativos de kankandas, sabe o sobo, en la tradición de Cuba; que la identidad entre zapes y "gangás" apareció por primera vez en la revista cubana Bohemia, del 12 de junio de 1949 (año 4 [m2]Nº 24) en un escrito del Sr. Juan Luis Martín, sin más demostración rigurosa. Escribió Ortiz en "Los Negros Esclavos". La Habana, 1916. "Zape.-Citado por Pérez Beato. En el mapa de Mungo Park figura Sappe como población de la ribera del Gambia y, seguramente, de ahí proceden". Más información aparece en la obra "Los Negros Esclavos", por el Dr. Fernando Ortiz y en el folk básico de Cuba, en fuentes vivas.

    Vocabulario Lucumí > Zape:

См. также в других словарях:

  • con el tiempo — ► locución adverbial Después de un cierto período: ■ con el tiempo los disgustos se van olvidando …   Enciclopedia Universal

  • con el tiempo y una caña — tiempo, con el tiempo y una caña expr. con mucha paciencia. ❙ «...bien pudiera él haberse habilitado de obispo, con el tiempo y una caña.» Rafael García Serrano, Diccionario para un macuto. 2. estar pillado de tiempo expr. andar escaso de tiempo …   Diccionario del Argot "El Sohez"

  • Con el tiempo y una caña, hasta los verdes se alcanzan. — En su sentido literal alude a los higos y las brevas que, antes o después, acaban por caer del árbol. Sirve para indicar, como en la copla, que con tiempo, habilidad y paciencia se consigue aquello que se desea …   Diccionario de dichos y refranes

  • Un experimento con el tiempo — de John William Dunne Género Ensayo Tema(s) Precognición Experiencia humana del tiempo …   Wikipedia Español

  • tiempo — (Del lat. tempus). 1. m. Duración de las cosas sujetas a mudanza. 2. Magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro. Su unidad en el Sistema Internacional es el segundo. 3. Parte… …   Diccionario de la lengua española

  • Tiempo Atómico Internacional — es un estándar atómico de alta precisión para medir el tiempo propio de un cuerpo geoide con un reloj atómico. Contenido 1 Cronología 2 Independencia del tiempo astronómico 3 Actualidad …   Wikipedia Español

  • Tiempo Medio de Greenwich — Saltar a navegación, búsqueda El Tiempo Medio de Greenwich o GMT (Greenwich Mean Time /ˌgɹenɪʧ mi:n ˌtʰaɪm/ ) es el tiempo solar medio en el Observatorio Real de Greenwich, en Greenwich, cerca de Londres, Inglaterra, que por convención está a 0… …   Wikipedia Español

  • tiempo — sustantivo masculino 1. Duración de las cosas sujetas a cambio o de los seres cuya existencia no es infinita. 2. Periodo cuya duración se especifica; si no se determina se entiende que es largo: Este trabajo les llevará poco tiempo. Esta película …   Diccionario Salamanca de la Lengua Española

  • tiempo — tiempo, con el tiempo y una caña expr. con mucha paciencia. ❙ «...bien pudiera él haberse habilitado de obispo, con el tiempo y una caña.» Rafael García Serrano, Diccionario para un macuto. 2. estar pillado de tiempo expr. andar escaso de tiempo …   Diccionario del Argot "El Sohez"

  • Tiempo propio — es el tiempo medido para un observador que está viajando por el espacio tiempo a una cierta velocidad. El concepto de tiempo propio es necesario en las teorías de la relatividad de Einstein para describir efectos tales como la dilatación del… …   Wikipedia Español

  • con — preposición 1. Introduce el objeto, instrumento, material o cualquier otra cosa que se emplea para hacer algo: Rompí el cristal con una piedra. Rocía la carne con sal. 2. Indica la relación entre distintas personas o grupos. 3. De compañía: Que… …   Diccionario Salamanca de la Lengua Española

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