Перевод: со всех языков на испанский

с испанского на все языки

(parte+de+fuera)+es

  • 101 Wellman, William A.

    1896-1975
       Nacido en Brookline, Massachusetts, William A Well man deja los estudios secundarios para jugar como profesional en un equipo de hockey sobre hielo. Con posterioridad, lo encontramos alistado en la Legion Extranjera Fran cesa y, durante la Primera Guerra Mundial, como as de la aviacion. Despues de un encuentro accidental con Douglas Fairbanks entra en el mundo del cine. Pronto, en 1923, empieza a dirigir, sobre todo westerns, hasta que su pelicula Alas (Wings, 1927), en la que tiene ocasion de plasmar, casi de modo autobiografico, sus conocimientos del universo de la aviacion, le proporciona un enorme exito y, por anadidura, el primer Oscar a la Mejor Pelicula.
       En los anos treinta es el responsable de filmes violentos y controvertidos como The Public Enemy (1931). Wellman es uno de los ilustres pioneros de Hollywood, y de nuevo, ese personaje es alguien importante en el mundo del western. Cultivo con brillantez la comedia (La reina de Nueva York, Nothing Sacred, 1937), el genero belico (Lafayette Escadrille, 1958), el filme de aventuras (Beau Geste, 1939) y el drama (Ha nacido una estrella, A Star is Born, 1937), primera version del clasico que volveria a rodar, en los anos cincuenta, George Cukor. Pero tal vez es en el western donde Wellman se encuentra mas a gusto, contribuyendo a su historia y tambien a su mitologia con algunas impresionantes peliculas que se encuentran entre lo mejor que nunca se ha hecho dentro del genero, como The Ox-Bow Incident y Cielo amarillo.
       La primera, oscura, tenebrosa, reflexiva, pone al espectador, y tambien a los personajes del drama, frente a la realidad de un linchamiento, la vieja ley del oeste que en esta ocasion se trata de trascender; un amargo y austero final resuena en nuestros oidos como si de un viento helado se tratase. Cielo amarillo, por su parte, nos cautiva con sus ecos shakespeareanos; al fin y al cabo, no deja de ser una transposicion de “La tempestad” al mundo inclemente del desierto, que encierra en su interior una ciudad fantasma como si fuera una isla. No conviene olvidar, tampoco, Caravana de mujeres, pelicula de permanente actualidad, pero es que tambien Mas alla del Missouri, a pesar de su aparente sencillez, es un modelo de renovacion narrativa.
        The Call of the Wild (La llamada de la selva). 1935. 95 minutos. Blanco y Negro. Fox. Clark Gable, Loretta Young, Jack Oakie, Reginald Owen.
        Robin Hood of El Dorado (Joaquin Murrieta). 1936. 86 minutos. Blanco y Negro. MGM. Warner Baxter, Ann Loring, Bruce Cabot.
        The Great Man’s Lady (Una gran senora). 1942. 90 minutos. Blanco y Negro. Paramount. Barbara Stanwyck, Joel McCrea, Brian Donlevy.
        The Ox-Bow Incident. 1943. 75 minutos. Blanco y Negro. Fox. Henry Fonda, Dana Andrews, Mary Beth Hugues, Anthony Quinn.
        Buffalo Bill (Aventuras de Buffalo Bill). 1944. 90 minutos. Technicolor. Fox. Joel McCrea, Maureen O’Hara, Linda Darnell.
        Yellow Sky (Cielo amarillo). 1948. 98 minutos. Blanco y Negro. Fox. Gregory Peck, Richard Widmark, Ann Baxter.
        Across the Wide Missouri (Mas alla del Missouri). 1951. 78 minutos. Technicolor. MGM. Clark Gable, Ricardo Montalban, John Hodiak, Maria Elena Marques.
        Westward the Women (Caravana de mujeres). 1952. 116 minutos. Blanco y Negro. MGM. Robert Taylor, Denise Darcel, Hope Emerson, John McIntire.
        Track of the Cat. 1954. 102 minutos. Warnercolor. CinemaScope. Wayne-Fellows (WB). Robert Mitchum, Teresa Wright.

    English-Spanish dictionary of western films > Wellman, William A.

  • 102 atavarius

    Atavarius son atalajes, herramientas, etc. También se suele denominar así a la bragueta. Ahora que viene al hilo esta palabra les voy a relatar un caso que presencié una noche cuando era muy pequeño en cierta velada de mi aldea. Era por los hambrientos, miserables, enlutados y tristes años cuarenta, estábamos aquella noche caleciendu tres el char de la teixá del bonu de Ñ icomedes (calentándonos tras el lar de la casa del bueno de Nicomedes) mi madre y yo, el abuelo Nicomedes, su hija Manuela que también era viuda como mi madre, y tres hijos que tenía que eran aproximadamente de mi edad, y también se encontraba con nosotros un pobre. —Quiero señalar, que en la casa del formidable hombre que era el abuelo Nicomedes, siempre encontraban refugio y eran tratados como si de un familiar se tratase, todos los pobres que llegaban pedigüediñandu (mendigando) a mi aldea. Recuerdo que había un fuego saludable y confortable, que industriaba la reseca leña de encina, roble, haya o castaño bravo, y colgado de las pregancias (cadenas), hervía con fuerza y sordamente un grande pote, donde cocían los pulgus de les pataques (mondos de las patatas) y demás ingredientes que eran la comida de los cerdos. No había en la aldea energía eléctrica, ni tampoco nos alumbrábamos en aquel lleldar (acaecer) con ninguna otra luz que no fuese la que nos brindaba el alegroso pa fuéu (padre fuego). Todos nos encontrábamos escuchando medio embrujados los hermosos cuentos, historias y leyendas que magistralmente nos narraba el abuelo, y hasta el pobre se sentía entusiasmado y feliz, atendiendo sin perder palabra aquella narración que en la más pura lengua asturiana nos contaba el abuelo, por esto, nadie se dio cuenta que una gran pocétcha (chispa) saltara con fuerza de un caricote del char (tizón del fuego), haciendo acomodo entre los atavarios (bragueta) del pobre, que al encontrarse muy grebas y'enxugáus (demasiado secos) empezaron a arder. El caso fue, que nadie se percató que olía a ropa quemada, hasta que no vimos al desventurado pobre lanzar un grito aterrador sembrado por su miedo, a la par que se levantaba del escaño con la rapidez de un relámpago, con todos sus atavarius (bragueta) envueltos en ardientes llamas, y con palabras que retrataban el inenarrable pavor que le atenazaba, decía al parejo que con su gorra y manos desesperadamente intentaba apagar el fuego que encima de él se desbordaba: —¡Chaime agua, chaime agua, qu’amagüestu enteiru! (Echarme agua, echarme agua, que me quemo entero). —Recuerdo que todos nosotros en un principio sorprendidos por tan insólito acontecer, nos quedamos mudos y asombrados durante un tiempo que medido seguro no alcanzaría ni un segundo, pero transcurrido éste, una risa enloquecedora por completo nos encadenó, lo mismo que si el demonio se apoderase de nuestros espíritus, reíamos alegres y despreocupados mientras que el desdichado y desesperado pobre, envuelto por las llamas que cada vez más se agrandaban, nos miraba sacudido por un miedo que le trasladaba a otro mundo, porque dentro de su situación mortal y desesperada, quizás estuviese viendo en nuestros alegres rostros, la propia faz de los malditos demonios, que se reían y mofaban del perentorio mal del hermano prójimo. Reaccionó al final Manuela, siempre dominada por la escandalosa risa que a todos nos arretrigaba (ataba), y descolgando un caldero grande de agua, que estaba de fría como el mismo hielo, se lo lanzó con fuerza, a los encendidos atavarios del ya casi enloquecido mendigo, que se desplomó de espaldas en el recio escaño, perdiendo por completo el conocimiento. Quedose el pobre ya apagado el fuego, estingarráu (tirado, estirado) en grotesca postura encima del escaño, no moviendo pie ni mano, lo mismo que si ya fuera muerto. Huyó la risa con rapidez de las personas mayores que rodeábamos aquel ancestral lar, aunque los pequeños con igual gracia aun nos seguíamos riendo, pero pronto el susto se fue apoderando de todos y con fino manto nos envolvía en el miedo, y a éste llegamos cuando Manuela sacudiendo al pobre con fuerza tal, que entre sus manos el desdichado mendigo tal parecía un inanimado muñeco, y a la par que esto le hacía, ya sin la menor risa y sí cargada de temor le decía: ¡Espierte Antón, deixe ya ‘l xopunciu, que noi queimú namái qu’el calzón cimeiru! (Despiértese Antón, deje ya el susto, que no le quemó nada más que el calzón de encima). —Cuando Manuela ya se dio cuenta de que el desdichado no volvía en sí, ya dominada por una verdadero miedo dijo: ¡Bona la fixemus, pos isti probe morriú d'afechu! (Buena la hemos hecho, pues el pobre se ha muerto del todo). El revuelo que se formó en aquel lar, que hasta hacía breves momentos todo era felicidad, armoniosa y dichosa risa, así como sana alegría, fue grande, pues todos los pequeños dominados por el miedo, dimos rienda suelta a un nutrido llanto, que no era tanto por el pobre que se había muerto, sino por el pánico que veíamos retratado en el rostro preocupante de nuestros mayores, que no sabían lo que hacer ni pensar, con el desdichado pobre al que creíamos muerto. Y cuando el abuelo Nicomedes ya se estaba calzando las madreñas para ir en busca del alcalde pedáneo de la aldea, para que tomase medidas con aquel triste suceso, retornó Antón del mundo de los muertos donde le habíamos situado, y dijo palpándose sus atavarius: ¡Menus mal que nun queiméi namái qu’el calzún cimeiru, pos s'apuerta tamién faer magüestu nel fondeiru, ya nun podría enxamás añuedar el cibiétchu, ya xería bona pena, perque tavía tenu llixa p'amañucar guapus nenus! (Menos mal que no me quemó nada más que el pantalón de arriba, porque si hubiese hecho también hoguera en el de abajo, ya no podría jamás hacer el amor y sería una pena, porque yo todavía tengo fuerza para hacer preciosos niños). En el pequeño espacio de tiempo que encierra un pestañeo, mudose el pánico de los sentimientos de nuestros mayores, y en su lugar luciose alegre el feliz contento, y el llanto que los pequeños traíamos en manto de lágrimas, quedose ahogado y seco, y en su lugar, volvió alumbrase la inocente risa, al ver a nuestras madres contentas de nuevo. La buena de Manuela, que era de buena y simpática lo mismo que el querido abuelo, le dijo al pobre a la par que prendía el candil de esquisto, porque el agua vertida sobre el lar, en parte ya había apagado el ardiente y confortable fuego: ¡Bon xustu nus fexu coyer, diañu de probe, pos ya taba 'l miou pá mangandu les madreñes, pa dir catar el pedañú, pa que nus dixera lu que teñíamus que faer col sou escallixeru curpu! (Buen susto nos ha hecho coger, demonio de pobre, pues ya estaba mi padre calzando las madreñas para ir en busca del pedáneo, para que nos dijese lo que teníamos que hacer con su escalijero cuerpo). —Pos tóus teñíamus papáu, que la sou alma ya taba nel xareteiru 'l diañu, fayendu de caricote paque nun murriera 'l fuéu del enfernu. (Pues todos teníamos creído que su alma ya se encontraba en la cuesta pradera del demonio, haciendo de tizón, para que no se muriese el fuego del infierno). ¡Bonu 'l casu ye, que ya tóus denuéu golguemus tare fellices ya cuntentus, axina qu'agora mesmu, achevántexe del escanu ya mítaxe nel cuatu mióu pá, ya puenga unus fatucus enxuchus que vóu dexale, metandu callentru 'n escudiétchau de lleiche con caña, que xebrará del sou rancuayu curpu, 'l xustu qu' entavía l'encibiétcha, ya 'l fríu que l'enxenebra, per mor de la mochaura que le fexe, p'apagai 'l fuéu q'entremedaba lus sous atavarius, que paeme a min, que deben tar más escosaones, que la mióu vaca mariétcha, qu’achucá durme na corte, ya la condená vou tenet que vendeya, perque nin pari nin preña, nin da más ganancies que la lleichi del cuernu! (Bueno el caso es, que ya todos estamos de nuevo felices y contentos, así que ahora mismo, levántese del escaño y métase dentro del cuarto de mi padre, y póngase estas ropas secas que le doy, mientras que le caliento una buena taza de leche con coñac, que le sacará de su cuerpo el susto que todavía le encadena, y también el frío que le está helando, por causa de la mojadura que le he hecho, cuando le apagué el fuego que se entretejía en sus atavarios, que me parece a mí, que ya deben de encontrarse más secos, que mi vaca Amarilla, que está acostada en la cuadra, y la condenada voy a tener que venderla, porque ni pare ni preña, ni me da más ganancias que el trabajo que le arranco por los cuernos). Como bien se puede comprender por lo que se desprende de este relato, en aquellos alejados y miserables tiempos de mi niñez, imperaba en mis queridas aldeas, la sublime y natural sencillez, dentro de un amor desmedido hacia el necesitado, con el que se compartía en una limpia y sana hermandad que hoy ya no existe, el pan, el vestido y la lumbre del lar, sin jamás sentir ascos ni repugnancias hacia los mendigos, que muchas veces llegaban aviñonainus de pioyus (cargados de piojos), y a pesar de esto y de otras cosas, al pobre se le respetaba y se le quería. Sin embargo hoy día, al tenor de que los pueblos se van llenando de más cultura, va desapareciendo de las gentes lo más humano y delicado que en sus espíritus se alberga, y en su lugar, florece con fuerza una endiosada hipocresía, que se está comiendo poco a poco y sin el menor descanso, la hermosa sencillez y naturalidad, que tenían las gentes de antaño, desconocedoras de estas corrientes de culturas modernas, pero dueñas y soberanas de la maravillosa virtud de comportarse en todo momento como verdaderos seres humanos. Hoy sin embargo, quedamos todos muy bien con la palabra, pero tenemos el nido de los sentimientos, en poder de la codicia y de la envidia, dentro de una podredumbre que invita al asco.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > atavarius

  • 103 llingua

    Llingua, manera de hablar de un pueblo, su idioma, su lengua, etc. —Na Nuexa Melgueira Tierrina tenemus la CHINGUA D'ASTURIES, que sin ningún género de dudas es el verdadero origen del idioma español, aunque muchos investigadores que lejos de investigar lo único que hacen algunos de ellos es inventar mentiras tan atroces, como cuando afirman que el idioma Español nació en no se que lugares fuera de mi Tierrina, lo que no saben estos buenos señores es que Asturias es la Madre de las Españas, y no porque Asturias lo hubiese querido, sino porque todos los españoles se vieron obligados a hacerlo. —Mucho antes que los romanos hubieran romanizado Asturias y no por la fuerza de sus armas como en otros lugares de la Patria habían hecho, sino buscando caminos más inteligentes y humanos, ya todos los pueblos de España sabían que hacia el norte lindando con un mar cristalino y bravío, había unas ricas y misteriosas tierras, que eran como jardines del Hacedor Supremo, donde vivían como si en la gloria lo estuvieran, unas gentes aguerridas y bravías, que no se dejaban someter por nadie, que sus libertades y propiedades quisieran. Fue entre otras muchas razones que son largas de explicar y aquíndi nun tenen xeitu, la que indujo a los fius dalgus (hijos hidalgos), y guerreros de toda la Patria, al ser vencidos y sometidos tiránica y esclavizadoramente por el árabe invasor, que no dejaba tras de él que resurgiera tradición ni ancestro alguno, digo que así llegaron a mi Tierrina miles de gentes de todos los lugares de la Patria España, haciendo que la población de Asturias en pocos meses se multiplicase por diez, o quizás por veinte, estas gentes que ya jamás regresarían a sus ancestrales llares, eran portadoras de toda la cultura, tradiciones, costumbres y demás acerbo cultural que tenía la Patria. Y fue precisamente en Asturias cuando por primera vez fraternalmente se unieron todos, formando un pueblo joven y aguerrido, que se había juramentado para no huir jamás de aquel enemigo endiosado, que tras de sí todo el ancestro del vencido destruía, para colocar por la fuerza el suyo propio que por desgracia habría de durar muchos siglos. —Con este sencillo y corto razonamiento pretendo hacer comprender a todas las gentes de la Estirpe Hispana, que para encontrar sus raíces verdaderas, y las ancestrales costumbres de sus antepasados, tendrán que empezar a estudiar, querer, respetar y proteger, lo poco que queda ya de la Tradición y acerbo cultural de Asturias, ya que es aquí precisamente donde nacieron sus primeras raíces. Puede que en todas las hermosas y queridas Regiones de la Patria España, tengan sus frutos más preciados y queridos, pero las verdaderas Raíces de toda la Hispanidad, nacieron y viven en Asturias, y mi querida Tierrina las guarda celosa y silenciosamente, llenándose a la vez de profunda tristeza y pena, al comprobar, como gran parte de los hijos que viven en su propia casa, intentan por todos los medios desde hace varias generaciones, destrozarlas o arrancarlas, pero lo que no saben quienes ignoren esto, es que las raíces de un pueblo vencedor no mueren nunca.
    ————————
    Llingua, órgano bucal.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > llingua

  • 104 xabuguina

    Xabuguina, así se llama a la parte que tiene dentro las astas de los animales. Si una vaca se esmóica per exemplu, ya nun pierde la xabuguina, pues puede perfectamente seguir trabajando. O sea, que el cuerno, lo de fuera es como un caperucho que resguarda la xabuguina.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > xabuguina

  • 105 fora

     adv. fuera, en la parte exterior, en país extranjero.
     prep. de fora: externo, excepto.

    Diccionario Portugués-Español > fora

  • 106 wasa

    adj. exterior
    --------
    adv.l. detrás; atrás; fuera; lugar atrás
    --------
    adv.t. después
    --------
    s.(ana) espalda; trasero; dorso; la parte de atrás

    Diccionario quechua - español > wasa

См. также в других словарях:

  • Parte — (Del lat. pars, tis.) ► sustantivo femenino 1 Porción indeterminada de un todo: ■ buena parte del electorado se abstuvo; una parte del edificio está en ruinas. SINÓNIMO fracción porción 2 Lo que le toca a cada uno en el reparto de una cosa: ■ a… …   Enciclopedia Universal

  • Fuera de carta — Título Fuera de carta (España Fuera de menú (Colombia) Chef a la carta (México) Ficha técnica Dirección Nacho G. Velilla Dirección artística …   Wikipedia Español

  • fuera — (De fueras). adv. l. A la parte o en la parte exterior de algo. Está fuera. [m6]Me voy fuera. de fuera. loc. adv. Exteriormente o por la parte exterior. de fuera a fuera. loc. adj. coloq. Cuba. Dicho del trato entre personas: superficial (ǁ… …   Diccionario de la lengua española

  • Fuera de juego — «Fuera de lugar» redirige aquí; para el álbum, véase Fuera de lugar (álbum). Árbitro asistente, indicando una posición de fuera de juego. Fuera de juego, offside, órsay,[ …   Wikipedia Español

  • fuera — adverbio de lugar 1. A la parte exterior, en la parte exterior: No saques la bicicleta fuera. El coche está fuera. Antónimo: dentro. Observaciones: Pueden precederle las preposiciones de, desde, hacia y por: El ruido viene de fuera. No sé silbar… …   Diccionario Salamanca de la Lengua Española

  • fuera — 1. Adverbio de lugar que significa ‘a o en la parte exterior del sitio en que se está o de que se habla’. Se construye con un complemento con de, explícito o implícito, que expresa el lugar de referencia. Se usa tanto con verbos de movimiento… …   Diccionario panhispánico de dudas

  • parte — (Del lat. pars, partis). 1. f. Porción indeterminada de un todo. 2. Cantidad o porción especial o determinada de un agregado numeroso. 3. Porción que le corresponde a alguien en cualquier reparto o distribución. 4. sitio (ǁ lugar). 5. Cada una de …   Diccionario de la lengua española

  • Fuera de la ley — Ficha técnica Dirección Manuel Romero Dirección artística Ricardo J. Conord Guion Manuel Romero Música …   Wikipedia Español

  • fuera de línea — Acceso a la información de un ordenador o a un equipo que no forma parte del sistema operativo del ordenador, como una unidad de disco no conectada al ordenador, un disco no conectado al ordenador, un …   Diccionario médico

  • fuera — (Del ant. fueras < lat. foras, afuera.) ► adverbio 1 En o a la parte exterior de cualquier espacio, real o imaginario. ANTÓNIMO dentro FRASEOLOGÍA ► interjección ¡fuera! Se emplea para echar a una persona de un lugar: ■ ¡fuera!, no te quiero… …   Enciclopedia Universal

  • Fuera de lugar (hockey sobre hielo) — En el hockey sobre hielo, se dice que una jugada es fuera de lugar si un jugador del equipo atacante entra en la zona de ataque antes de que el puck en sí ingrese a la zona, sea llevado por un compañero o enviado a la zona de ataque por un… …   Wikipedia Español

Поделиться ссылкой на выделенное

Прямая ссылка:
Нажмите правой клавишей мыши и выберите «Копировать ссылку»