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  • 1 xabarciar

    Xabarciar, tratar, vender, cosas de poco valor, tratantes de escasa monta. —Cundu you yera un guaxín prexenciéi 'l tibeiru que cheldarun les Xabarceires de la miou aldina con la sou pótchina Facunda ya 'l Pascualón el Xitanu, lu que non cuntaba you yera qu'al currer el tempu tamén me diba ver encibiétchau per mor de la ñecexidá en tener que faer de xabarceiru, ya nagora mesmu comu tóu nisti dicionariu xirbe d’escola, nagua mexor qu’istes estories pa comprendier con mexor vidayu les ñaturales ya ximples costumes de la Nuexa Xantiquina Tierrina, que güéi nel díe tan sous ancestrus nes manes fedientes ya utreresques de prexones tan rapiegues ya llimiagues, que l'únicu que fan ye mistificar les nuexes costumes ya Chingua, menus mal que col tempu les xeneraciones d'astures venideiras xabran poñer les couxes nel sou xeitu, pos conista esperancia trabayu you xin escanxu ya m'allegre ya enxemáu de gociu, perque you séi, ya xuru per toes mious ceyencias con tou la fuercia del miou alma, qu'angún díe non mu xeru, tous lus entroyáus trabayus fechus per lus Amigus del Bable ya de lus del Conceyu Bable, que güéi amindi me pieschen toes les portes, per el baldrayante miéu que xin me dexen xueltu, dalgún d'echus nun me valdríe amindi nin p'arrátchar el cuchu de lus bracus. Axín que ya ta tóu faláu, ya tous lus que nun s'atopen nes arrañáes pradeires del enxútchu vidayu, comprendieran, que toes istes xentaques per minde nomáes nun son namái que pioyones ou paráxitus. TRADUCCIÓN.—Cuando yo era pequeño presencié el sonado escándalo que prepararon las tratantas de mi aldea, por la causa de la su pollina Facunda y de Pascualón el Gitano, lo que no pensaba yo por aquel entonces, era que al transcurrir los años, me iba a ver envuelto por causa de la necesidad o cualquier otra razón parecida, en trabajar como tratante verdulero, frutero, xabarceiru, pero ahora mismo, y como según mi parecer todo en este diccionario ha de servir de escuela, pues nada mejor que estas historias verdaderas, para comprender con mejor entendimiento y sencillez, las naturales y simples maneras, costumbres y diversas cosas de Nuestra Santina Tierrina, pues con grande pena hoy yo estoy viendo, como sus más respetables y queridos ancestros, son manejados ultrajantemente, por personas que faltas de dignidad, amor a la Tierrina y respeto hacia sus sagrados ancestros, están dándoselas de entendidos mistificando toda la "Cultura de Asturias”, pero yo se muy bien, que con el tiempo las generaciones de astures venideras sabrán poner todas las cosas en el lugar que sabiamente les corresponde, con esta hermosa esperanza trabajo yo hoy en día con alegría y cubierto de entusiasmado gozo, porque yo sé, y juro por todas mis creencias con toda la fuerza de mi alma, que algún día y no muy lejano, todos los estercolosos trabajos sobre la materia de la LLingua D'Asturies y sus Ancestros, que fueron basurescamente hechos por los Amigos del Bable y los del Conceyu Bable, que desde siempre, pretendo decir, que desde que nacieron porque mis humildes trabajos les hicieron con afán insano intentar crecer sin tener raíces para sostener su rancuaya creencia, no hicieron otra cosa que ponerme torgas en todas las puertas, por el cobardoso miedo que tenían, pues al dejarme suelto a mí, ninguno de ellos hoy existiría, y menos me serviría ni para limpiar la cubil de los cerdos. Así que ya está dicho todo sobre este asunto de estas asociaciones de la "Trelda", y yo creo que todas las gentes que no tengan las praderas del entendimiento secas y limpias de saberes, comprenderán perfectamente, que todas estas gentes por mi nombradas nada más que son parásitos. —Esta historia que ya de seguido les voy a relatar, terminó con mis huesos en la cárcel, por haberla yo contado en un pequeño libro tal como había sucedido. La verdad que you espatuxé ya galamiéi per tous lus llugares de la miou Tierrina con mu pouca xuerti, quiciavis fora que ñaciera pa ser un esgraciaín ou que les couxes teñíen que cheldaxe axindi, güéi nel díe que ya vou pa viétchu tou contentu de ver vivíu miou vida de la maneira que lu fexe, perque xin axindi nun fora, poucu ou nagua podría cuntar de les costumes ya llingua de miou mantina Tierrina. Xin lus Roxus viexon ganáu l'engarradiétcha, que tal couxa viexen fechu senún se xebraren en tantus partíus pollíticus que nun dexaben llugar pa l'esciplina, pos tóus queríen mangoniar, escutír, ya tou 'l mamplenáu de tibeirus xabarceirus que manexaben, metantu que lus fascioxus afilaben les nabayes p'achuquinar piscuezus, falules you, que xin lus Roxus viexen ganáu, xeguramente que you nun taríe nagora fayénduyes isti dicionariu, perque xeguramente miou pá me viexe adeprendíu dalguna carreira d'inxinieru, maestru, aboguéu, etc., etc., ya me xebrarie del ñatural vivir ganándume 'l pan nes mesmes fontes ancestrales de les nuexes costumes ya llingua, que ye dou s'abaya tou 'l ancestru ximple, ñatural ya fidalgu d'Asturies, Trubiétchu de la Patria España. —Toes les prexones xebráes d'istus ñaturales y xantiquinus llugares de la miou embruxadóura ya melgueira Tierrina, nun poden querecha na fondeirá de sous raigones, nin tampoucu puén faer el munchu trabayu qu'entavía se ñecexita pa poder cheldar en bom xeitu la Nuexa Palancia, ya toa l'ancestral cultura de la Tierrina. —Existi un reflán astur que díz, que lus nenus pa que queran ben a la sou má tenen que mamar nel sou entamu fasta qu’isti d’afechu s’escose. “TERESA, LA JUSTICIA Y LOS ELEGANTES TIMADORES DE NUESTRO TIEMPO" —No son los timadores de mi tiempo, tan desgraciados y tan cándidos como lo era Pascualón el gitano, pues estos indecentes y asquerosos gitanos de hoy día, no son de la raza “calé” (pobrecitas estas humildes y desventuradas gentes, cuanto desde niño las he querido admirado, y cuantos compañeros en la vida he tenido que eran gitanos, siendo todos ellos estupendos camaradas y soberbios muchachos). —Digo que los gitanos de hoy día, son la escoria que dejo la guerra entre la raza despreciable de algunos “payos”, y a uno de ellos, le voy a retratar en estas páginas lo mejor que pueda, sin quitar, ni poner nada, simplemente voy a contar cuanto ha sucedido. —Habíame yo caído trabajando como calderero en el montaje, y rótome el cumal (la columna), quedando de resultas de este llumbazu (caída) inútil para el trabajo que profesaba, y en una situación bastante desesperada, porque las pensiones que asignan a los mutilados trabajadores españoles, son las mayores canalladas y porquerías, que no le alcanzan al desventurado lisiado, ni para comer un plato de sopas cada día. Así pues, había rótome las costillas toda mi vida trabajando para aquella miseria que me condenaba, a vivir el resto de mi existencia falto de todo, todavía para más fastidiarla, escuchando todos los días a los dirigentes de trabajo, bien con sus comedidas y estudiadas frases, que díganlas ellos y entiéndalas María Santísima, dirigiéndose al país, por el medio de la televisión, radio y prensa, que nos iban a dar tanto y cuanto. En resumen, que lo único que nos dan es una caca, tan grande tan asquerosa como ellos son. —Estaba yo de pensión por aquel entonces en casa de la señora Teresa, que era viuda de un desgraciado minero, que el pobre tuvo la triste desgracia para su esposa e hijos, de morirse en la cama abrazado por una enfermedad, y no haberlo hecho en la mina aplastado en una oscura y tenebrosa rampla por un costero, ya que si así hubiera sucedido, le quedaría a su viuda una pensión que aunque también fuese en demasía miserable, no sería tanto como la que le daban por el seguro de enfermedad, que ésta sí que no les algamía (alcanzaba) ni a ella ni a sus tres pequeños hijos, que el mayor aun no llegaba a los nueve años, ni para comer sin fartucase (hartarse), ni una vez a la semana. —Dentro de privaciones y de miserias endiabladas vivía Teresa, estirando la moleculosa pensión que no se espurría (alargaba), por ser en demasía encoyía (encogida) ya de crianza, y pensando yo que a esta triste situación que a ella acompañaba, sin galga (freno) que me detuviese en desfrenada carrera me acercaba, decidimos dedicarnos al trato, para ver si de esta forma lográbamos despegarnos de las miserias que nos rodeaban. —Creo que no hace falta decir, que la Ciencia le hizo correr al progreso con tanta prisa, que desde aquella inolvidable y lejana época de las Xabarceiras, que recorrían las aldeas, romerías y mercados, vendiendo las frutas y demás productos, que transportaban a lomos de los humildes burros, hasta nuestro tiempo, el progreso con sus ingenios modernos, mitad emparentados en el agrado del Hacedor, y la otra parte con los mismos imaginares del propio demonio, hizo a las gentes moverse con apurante desatino, y por tal suceder hoy día, las personas que pretendan dedicarse a la industria de comerciar con las frutas u otras mercancías por las ferias y mercados, no pueden hacerlo sirviéndose de un jumento como medio de transporte, ya que si tal locura hicieran, no ganarían ni para darle un mal pienso a su pollino. —Por tal lleldar (acontecer) Teresa y yo, nos decidimos hacer camino en el oficio de Zabarceirus (tratantes), por eso nos centramos en el menester de comprar una pequeña furgoneta, de ésas que suelen ser a medio uso, y que nos la dieran a plazos, ya que yo no tenía una perrina (cinco céntimos), y ella tenía que pedir prestado el dinero de la entrada que había que pagar por el vehículo, a una conocida suya que sabedora de nuestras pretensiones, habíase decidido a prestárselo. —Así pues ya con esta determinación tomada, y ya completamente decididos a ganarnos la vida en este oficio, que la verdad era el único que me quedaba a mí, ya que a pesar de aún valer para un sinfín de profesiones livianas, no podía aspirar a ellas, porque para tal menester, se necesitaba una recomendación, o ser por lo contrario hijo o pariente de algún facistón de buena marca, faceta única y sin igual, que impera desde la guerra Civil para todos los efectos en mi Patria. Por esto, a poca curiosidad que cualquiera tenga para investigar en este denigrante panorama, se darán cuenta que en todos los ministerios de la nación, desde el que más manda, hasta el conserje que le franquea la puerta, son todos fascistas, divididos en falangistas, que hermoso y Humanitario partido es éste, si sus afiliados cumplieran los Credos que tan maravillosamente creo su Fundador, y la otra parte, está compuesta por exdivisionarios, exlegionarios, excombatientes, exlicenciados de las fuerzas armadas, etc. Y si quieren ustedes encontrar algún Rojo, búsquenlo en las profesiones más bajas y avasalladas del país. Esto que les cuento señores es la pura verdad, así que consideren la libertad que tendremos, cuando detrás de cada obrero, existe un patrón que le roba, y si el trabajador protesta, entonces aparece un látigo y una pistola que le hace por la vía de la fuerza, entrar en la senda de la esclavitud. —Digo yo, que para encontrar esa furgoneta que determinado teníamos de comprar, investigamos en las páginas de anuncios de los periódicos de provincia, por si alguna venía anunciada del tamaño y condiciones que nosotros necesitábamos. Y nuestra alegría fue grande cuando observamos en uno de los diarios que la Casa de Vulcano tenía una en venta, que la vendía dando como señal una pequeña entrada, y después el resto, que se podía pagar en cómodos plazos, también estaba revisada con esmero y garantía, según las manifestaciones hechas por el propio dueño, en la propaganda que de la furgoneta había anunciado, que aseguraba que el tal vehículo, se encontraba lo mismo que si fuese nuevo. —Así pues, en los últimos días del mes de Enero, del siguiente año del primer baile que los Humanos hicieran alrededor de la Luna, ensenderámonos la Teresa y yo camino de Oviedo, ilusionados y muy gozosos dentro del ánimo que nos movía, de comprar aquel vehículo, con el que pensábamos mejorar a fuerza de trabajar arduamente nuestra situación harto deficiente. Llegamos al fin en alegrosa compañía a la Casa de Vulcano, pudimos comprobar como en el amplio escaparate de su bien saneado negocio, estaba expuesta la furgoneta limpia y reluciente, con todas las apariencias a primera vista de ser una prenda de primera mano. Sin embargo, si fuésemos capaces de leer el destino, hubiésemos observado como los faros de la hermosa furgoneta, nos parecerían ojos vivos, que nos miraban guasonamente, como si de ante mano, ya se estuvieran mofando de nuestras nobles pero ilusas pretensiones, y a fe mía que nos consideraban una xunta (yunta) de fatones (bobos) que muy pronto iban a caer en las sutiles redes de el gitano de su dueño, que era el timador más despiadado, hábil y deshumanizado, de los muchos que protegidos por la ley, comían el escaso pan del pobre en la ciudad de Oviedo. —Tras mirar un buen rato nuestro xumentu de fierru (burro de hierro) pareciéndonos cuanto más lo reparábamos más hermoso y deseable, decidimos hacer entrada al establecimiento, ya con el firme propósito de hacer nuestra aquella furgoneta, que con la necesidad que nos embargaba nos había por completo sorbido el seso. —Nada más que pusimos los pies dentro de aquella industria del timo y el atropello, presentose ante nosotros sin mediar tiempo, igual que si esperándonos estuviera, un hombre de aspecto muy agradable, que llevaba plasmado en su rostro el maravilloso don de no saber hacerle mal a nadie, por lo que a mi primera impresión yo pude apreciarle, y mirándonos con sus ojillos vivarachos, que al mismo tiempo parecían del todo inocentes, brindándonos una amplia sonrisa, que se extendía de oreja a oreja, y estaba amurallada de una dentadura tan perfecta y amarfilada, que me hizo asegurar que aquel sujeto, no tenía suyo ni un sólo diente. Digo yo que a la par que así nos saludaba, se frotaba sus finas y blancas manos con verdadera insistencia, y así con esta presentación tan capitalista, tan engañadora y confianzuda, nos preguntó con su voz exquisita y halagadora, que en nada desmerecía a sus modales: —¿En qué puedo servir a tan distinguidos señores? —Teresa que era la que llevaba la voz cantante porque era la que tenía el paperío (el dinero), ahpoyándose en el vehículo que le interesaba, díjole sonriéndose dentro de una gozosa alegría que no pasó desapercibida ante la escrutante mirada de aquel granuja de timador de los tiempos modernos: —¡Verá usted, queríamos comprar esta furgonetina, si es verdad todo lo que de ella cuenta usted en el periódico! —¡Sí, verdad es todo cuanto he dicho en el anuncio, no tengan ustedes miedo ni temor alguno al engaño, porque esta mi casa se especializa en haber sido siempre muy formal y seria! —Yo que para nada me entrometí mientras que ellos hablaban, por no cortar a la Teresa que es mujer de larga parpayuéla (muy habladora), a la par que muy enfadadiza y voluble si se le corta la palabra, y como ella era la que relativamente iba a satisfacer la entrada y hacerse responsable de la compra, pues tan sólo me limité a observarles mientras que ellos hacían el trato, y después que terminaron de ponerse de acuerdo en todo, no haciéndome ningún aprecio a mí el vendedor, y creo que hasta me había considerado según mis propias apreciaciones, hombre tranquilo y de mermados arreos, pues como cuento, después de haber cerrado el trato, el Vulcano otra vez envuelto por aquella facilona sonrisa, que en él debía de ser una de sus armas más eficientes, preguntó a la par que se frotaba sus manos lleno de un dichoso contentamiento, que le llenaba de gozo, y no tanto por el dinero que en su trato había ganado, sino por la satisfacción que deduzco sentía, cuando timaba a las gentes con su hábil y exquisita maestría: —¿Bueno... y ahora... quién es el que va a revisar esta maravilla? —¡Quiero decir...! ¿quién va a conducirla? —Yo l’acaidonaréi (conduciré), le contesté a aquel individuo del que ya no me gustaba tanto ni su presencia ni nada que de él emanase, y seguido le pregunté ya siempre dentro de la desconfianza: —¡Y ahora dígame usted! ¿Es verdad que este vehículo se encuentra en buenas condiciones? —Tenga presente y compréndame usted, que esta señora lo precisa para tratar en frutas, y no le vaya a suceder, que si desea llegar con ella dónde se propone, tenga que comprar un burro para que remolque a los dos caballos de hierro, que hacen xuntura (yunta) en la furgoneta, y que por encontrarse quemados de tanto trotar, no les quede fuerza nada más que para hacer la carrera de prueba. —Pierda usted todo cuidado, y no haga con sus ingeniosas bromas menosprecio de mis honrados intereses, que no vivo yo a cuenta de engañar a mis queridos y siempre respetados clientes. Manifestó Vulcano poniéndose muy serio, pero sin apearse en ningún momento de su sonrisa, que por ser tan permanente se hondeaba en la sospecha de ser equivocadora y seguido apuntalóse en hacer su propia propaganda de la siguiente manera: —Mire, no olvide nunca, me dijo Vulcano poniéndome cariñosamente una mano encima de mi hombro, que la Casa de Vulcano, es tan honrada como la misma Audiencia, dónde se reparte la ley castigando y persiguiendo toda trampa e injusticia, por eso yo efectúo mi trabajo, bajo la respetuosa sombra de la justicia. —¿Acaso ha pensado usted que yo soy un gitano? —¡No querido amigo, si en esa desconfianza su imaginación trabaja, siento asegurarle que se encuentra usted muy equivocado, pues todos en esta ciudad me conocen, y saben que soy un honrado industrial respetado y querido, tanto por los rectos servidores de la ley, como por todos los demás que estamos obligados a no burlarnos del eficiente sistema de la justicia, que hace que todo ciudadano se sienta protegido, tanto su integridad física, como los intereses que honradamente le pertenezcan! —Y ya por última vez les aseguro que este vehículo se encuentra en perfecto funcionamiento, y hasta puedo permitirme el lujo de decirles, que pueden viajar con esta estupenda furgoneta, sin la más mínima preocupación, y sin el menor problema posible, no sólo al más apartado rincón de Asturıas, sino hasta la alejada Barcelona, sin que este motorín, deje de funcionar ni un momento, ni se empapice (ahogue) ni una sola vez. Aseguraba Vulcano, centrándose en una encendida adulación hacía su “jumento de hierro", que tal parecía que le estuviese jurando al General Franco, que era él, el más horado y disciplinado comerciante, de toda la nación española. —Yo que ya había comprendido que aquel tipejo era una asquerosa rata que no había veneno que la matase, le dije que estaba muy bien todo cuanto había dicho, y después le pregunté, que si podíamos ir a dar una vuelta con la furgoneta, para asegurarnos, que efectivamente era el vehículo la maravilla que con tanto ardor y fuerza él nos había pintado. —¡No, hoy no puede ser! Aseguró Vulcano, y seguidamente dijo, que antes era menester de asegurarla, y abonar la entrada en el Seguro de la Patria Hispana, entidad que con buen acierto, según él, pastoreaba su negocio. —¡Así qué ahora mismo, vamos a ir la señora y yo hasta dicha agencia, para poner en orden dicho asunto, y pasado mañana ya pueden ustedes circular con el vehículo por dónde les venga en gana! “CUNDU LA TAREXA SE MEXOU DE MIEU” “CUANDO LA TERESA SE MEÓ DE MIEDO” —El sábado por la mañana que era el día señalado para recoger nuestra furgoneta, llegamos la Teresa y yo hasta los reinos de Vulcano con el ánimo plagado de alegría y embargados por una ilusión gozosa, pues íbamos a ser dueños de un vehículo, que nos permitiría sin ningún genero de dudas, llegar hasta los mercados más apartados de la Tierrina, y mejorar en el oficio de xabarceirus nuestra situación harto oprimida, tantas cuentas habíamos ya barajado y todas ellas navegantes en alegrosas ganancias, que creído nos teníamos que íbamos a ganar el oro y el moro, que incautos éramos que no nos detuvimos ni por un sólo momento en el pensar, que el que hace las cuentas adelantadas sin tener dineros para cubrirlas, por fuerza que tiene que hacerlas un par de veces, siendo la última la más válida. —Digo yo que cuando llegamos al escaparate dónde se lucía nuestra furgoneta, ya estaba al lado de ella el Vulcano, y tal a mí me pareció, que cuidaba a ésta con tanto mimo, como si fuese industriada en la herrería del mitológico dios que lleva su nombre. —Y a la par que nos saludaba con la misma sonrisa y frotamiento de manos que en anterior ocasión nos había dedicado, con su bien timbrada voz nos dijo, ocultando una guasa que no se me paso desapercibida: —¡Ya les estaba esperando señores, pues yo se muy bien por la larga experiencia que poseo en estos menesteres, que iban a ser ustedes muy puntuales, como corresponde a todas las gentes que arden dentro de los agradables deseos de hincarle el diente, a lo que de antemano han saboreado como manjar sabroso! —¡Así que aquí tienen ustedes la documentación y todos los requisitos necesarios para poder circular con la furgoneta sin que nadie les moleste. Y ahora sólo me queda desearles buena suerte, tanto en los viajes que emprendan, como en los negocios que puedan hacer, que en estos está precisamente el valer de las gentes! —Hicimos muy satisfechos y animados acomodo la Teresa y yo dentro de los dos caballos de hierro, dejando al que resultaría ser un astuto gitano, frotándose sus manos, y sonriéndose tanto para afuera como para sus podridos y asquerosos adentros, festejándose dentro del timo que terminara de hacernos. —Empezó la furgoneta a rodar dirigida por mí que no cabía en mi gozo de contento, por las calles de Oviedo abajo, con ánimo de alcanzar la carretera general y ensenderarme en la ruta de Gijón o Avilés, dónde pensado tenía probar aquella máquina, vendida por el que resultaría se el mas fino gitano, que timaba sin conciencia a las pobres gentes, sin encontrar jamás a un juez, que hiciera con él el escarmiento que años atrás había hecho Juan Antonio el falangista con Pascualín el de los enredos. —Teresa que iba sentada a mi lado, recostada cómodamente en aquel asiento, que tenía más pringue que la solapa de un mendigo a la salida de un frío invierno, me dijo endiosada de alegría por sentirse dueña de aquel maravilloso ingenio: —¡Este Vulcano tiene cara y presencia de ser una buena persona, de ser un hombre bondadoso y bueno, a par que sabe lucirse con su cautivadora sonrisa, en el agradable lugar de la educosa simpatía, la verdad que a una le presta en grande tratar con señores tan serviciales y educados. Hay que ver la finura y delicadeza que este buen señor conmigo se gastó, me trato lo mismo que si fuese una gran señora, no me cave duda que todo en él se dibuja como un caballero respetable y encantador, tan bien parecido, tan elegante, tan guapo, tan... En aquellos momentos unos empapizamientos harto sospechosos en el motor de nuestros dos caballos hízole a la Teresa hacer un descanso en el continuar ensalzando los engañosos enseñares de su hábil timador, y en la sazón que su alborozada alegría íbasele marchitando por el ya continuo pedorreo que alumbraba sin interrupción el motor, preguntóme muy apuradamente, haciendo aposiento en el lar de la nerviosa y asustadiza preocupación: —¿Per quéi demontres s’afuega la miou forgonetina que tantu se queixa Xuliu? —(¿Porqué demonios se ahoga mi furgoneta que tanto ruge Julio?). —Yo que ya sin ninguna duda empezaba a olerme el fino timo, que el cobarde y sucio Vulcano hubiera ordeñado en nuestro enflaquecido bolsillo, contestele arrugando el ceño, poniendo un gesto rabioso y despreciativo, buscando en mi imaginación con prisa, la forma de centrar en ley, aquel moderno y educado gitano de los jumentos de hierro de nuestro tiempo: —Me parece Teresa, que dentro de breves momentos, vas a ver dentro de tu cerebro, a ese encantador, respetable y guapo Vulcano, que no hace ni un minuto no tenías tu boca para aponderarle, te aseguro que le vas a ver del mismo despreciable color del diablo, y esto es así, porque esta furgoneta comienza a quejarse de una de sus muchas mortales heridas, que será con seguridad la más pronunciada de cuantas tiene. —¿Qué es lo que pretendes decirme Xuliu? Preguntó de nuevo Teresa ya ausente de toda alegría, empezando a subir la primera escalera del miedo del desespero. —La verdad Teresa, es que viajamos ajinetados encima de un montón de chatarra, por esta razón he de ir con buena cuenta hasta que de hecho me dé por sabido, qu’acaidono (que dirijo) una maquina, que ha puesto en mis manos ese desalmado de timador de Vulcano, que está predestinada sin ningún género de dudas, hacer en cualquier momento descalabros con las vidas de la inocente gente, que a cada paso cruzamos. —Ya nos hallábamos en las afueras de Oviedo, y comenzábamos a bajar una pequeña cuesta que existe a la entrada de la Corredoria, cuando un bache de los muchos que alumbrábanse por aquel entonces en la carretera, hizo que la dolorida furgoneta se bandaleara ostensiblemente, y en tal baile, abriéronse con verdadero estruendo ambas puertas, despedazándose los cristales y estropeándose en mala manera parejas portezuelas, con tal atronador ruido, que la buena Teresa encogiéndose en el asqueroso asiento, cosida por un miedo que le hizo mearse, dijo temblándole su voz que era dominada por su espantoso miedo: —¡Frena, frena en el instante Xuliu, por todos los demonios del infierno xuntus (juntos), consigue de una vez que se detenga esta asesinadora chocolatera, que bien me parece que intenciones le sobran de hacer mudanza con nuestras vidas, fayéndunus esfuechiquéus na peyeya! (haciéndonos desolladuras en el pellejo). —Hice con toda la rapidez que pude, que se detuviera aquella furgoneta tan destartalada, y al pretender asegurarla mejor con las miras de apearnos para presenciar los primeros destrozos que se rellumbraben (relucían) en aquella infernal máquina, así el freno de mano y tiré de él para colocarle en su lugar de frenada, pero no respondió a su obligación, pues rompiéndose, quedeme con la manilla entre las manos, pensando ya con toda la razón del mundo, que aquella máquina era la causante de un timo que no tenía perdón, y también poseía hechura de ser un perfecto sabotaje. —Teresa que ya se había apeado de la furgoneta movida por la rapidez que injerta el miedo, hallábase en la cuneta de la carretera hilvanada por un ataque de nervios, con sus manos puestas encima de la cabeza, centrada en el más airado desespero, envuelta en un mar de lágrimas miraba para su vehículo desilusionada y atormentada, no dando crédito a lo que presenciaba, que era a todas luces la ruina más grande que en toda su existencia le había caído encima, pero cuando me vio con aquel fino hierro en forma de manilla en mi mano, me preguntó al tenor que buscaba en su boleo un pañuelo para enxugarse (enjuagarse) las lágrimas: —¿Qué diantres de fierru ye ísi Xuliu? —(¿Qué demonios de hierro es ése Julio?). —Yo que reparaba con verdadera lástima a la Teresa, al mismo tiempo que se me escapaba la risa, y el caso no era para menos, le respondí mirando para la manilla a la par que movía la cabeza para los lados con síntomas de verdadero desprecio y asco, hacia aquel gitano timador de Vulcano: —¡Poca cosa Teresa, sólo un defecto más de los muchos que tiene este jumento de hierro que te vendió tu encantador Vulcano! ¡Vaya una rata de cábila que está hecho tu simpático timador! ¡Y ahora deja ya de chorar (llorar), y no le reclames al Cielo un favor que no ha de enviarte, y búscame con rapidez un par de cuetus (piedras), para forrar las ruedas de esta endemoniada chocolatera, con la que el tú fino señor Vulcano, por mediación de mis inocentes manos, pretendía industriar un achuquinamientu (asesinato) entre las tranquilas gentes de la ciudad de Oviedo! —Teresa atenazada por una incontrolable rabia que le raguñaba (arañaba) sus doloridas entrañas, dijo a modo de juramento clavando sus brazos palabras en el firmamento: ¡No me nomes más isi rapiegu con focicu de llabascu, non me lu nomes más, si ye que apreciesme dalgu, ya permita el Faedor que tou lu puéi y'escosá couxa fae, que lu fienda una centecha pente les pates en dos Vulcanus! —(¡No me nombres más a ese zorro con hocico de marrano, no me lo nombres más, si es que me aprecias algo, y permita el Hacedor, que todo lo puede y muy poca cosa hace, que lo parta una centella por entre sus piernas en dos Vulcanos!). —¡Nunca pensé yo que pudiese vivir en este mundo un ladrón tan desalmado y tan grande, que hace su riqueza y bienestar engañando a pobres viudas tan desventuradas como yo, que no tengo más riqueza que el Cielo sobre la cabeza y la insegura tierra bajo mis pies, y para encima de no tener nada, todavía me acompaña la triste desgracia de tener que pagar a Pilar la del Comercio las quince mil pesetas que me prestó para dar la entrada de esta endiablada furgoneta. Poco he de pedir y menos Justicia ha de haber, si a este zorrastrón, si no me devuelve los mis cuartos, no le busco una buena corripa (celda) en la cárcel. Y no sólo por el cobarde ladronizo que me hizo, sino por el pretender arrancarme la vida, y dejar a los mious protetayus fiyinus (mis pobrecitos hijos), sin el menguado pan que puedo proporcionarles y el grande cariño que por ellos siento! —No te alumbres por más tiempo en el lar del sufrimiento Teresa, pues más bien debías de ofrecerle gracias al cielo, porque permitió que nadie saliese con heridas de este descalabro. Y ahora si haces caso de lo que yo te aconseje, va tener que abonarte este despreciable de timador gitano, el dinero que le has entregado, y que se haga cargo de la furgoneta, y sino que la arregle con la decencia que encierra el caso. —Esto le decía yo a la Teresa, a la vez que valiéndome del cinto que sostenía mis pantalones, y de un precioso lazo de terciopelo que la Teresa llevaba anudado a su largo cabello, ataba entrambas portezuelas para poder salir del paso, y cuando mañosamente lo logré, díjele a la Teresa que aún seguía tan desconsolada, y lucíase aún más rabiosa que cuando nos sobrevino el accidente: —¡Güenu Teresa, deixa ya de mexaretar tal corrompináu de chárimes que v’escosásete la fuercia pel furacu lus güeyus (bueno Teresa, déjate ya de mear tantas lágrimas, que se te va a escapar la fuerza por el agujero de tus ojos), y súbete a la furgoneta que nos vamos a ir hasta Noreña a visitar el garaje de un conocido mío, para que revise a conciencia este endemoniado ingenio, y nos diga de una vez, las hendiduras que tiene ocultas esta chocolatera que nos ha vendido el timador de Vulcano. —Teresa que en esto ya se había serenado un poco, aunque todavía alumbrara algunas rebeldes lágrimas, dijo dentro de su maurera de miéu (madurera de miedo): —¡No me ofendas, no lo hagas por el amor que le tengo a la santina de Covadonga, no me tientes por el mismo hacedor que debe de estar riéndose de mi allá en su Cielo, no me empujes para que haga lo que no deseo Xuliu. Pues no me sentare dentro de esa infernal máquina de asesinar gente, ni por todo el oro que tiene el Banco de España almacenado en forma de relucientes y apetitosas barras, y mira que es abundante lo que el otro día nos enseñaron por la Televisión sus manejadores. Vete tu sólo si deseas morir donde te plazca, ya que nada más que tu pobre vida tienes que perder, pero yo tengo tres hijos inocentes y pequeninus, que cuélgame con grande fuerza de las entretelas de mis sentidos, no quiero morirme y dejarlos desamparadinos, a merced de este endemoniado mundo, que cada día me parece que tiene menos verdad y menos justicia, que cada día me parece que el pobre dentro de él, si suprimimos las calamidades y las sufriencias, tiene muy poco que hacer. ¿Qué sería de los tres pedacinos de mi corazón, si se quedaran si su madre, en la triste edad que los probitinus aun no saben de dónde comen? (EL GARAXISTA) "EL GARAJISTA" —Por muchos razonamientos que sostuve con Teresa para convencerla con el fin de que me acompañase, no llegué a persuadirla ni en lo más mínimo, pues todas mis razones nada valían, para vencer el miedo que en aquellos desventurados momentos la dominaba, y no consiguiendo ni de una forma ni otra que subiese a la furgoneta, encaminome yo sólo hacía Noreña, al cansino paso de los viejos jumentos de los antiguos gitanos, conduciendo aquel destartalado ingenio, que era en verdad un innegable peligro público. —Llegué a la postre a mi destino, y contéle sin demora cuanto me había sucedido al garajista por mí conocido. Este esperó unos momentos para que se desfatigase el cansado ahogado motor, después volviéndole a poner en marcha, escuchole atentamente el trote quejumbroso que alumbraba, y seguido dio comienzo con seguro tiento a desmontarle algunas de sus piezas, y cuando le encontró las variadas enfermedades que tenía, dijo envuelto su rostro en una sonrisa que podía tener todos los significados: —Desde luego amigo mío, no sé como has sido capaz de llegar desde Oviedo hasta aquí con esta chocolatera, suerte has tenido de no partirte la sesera por el camino. ¡Tuvo que quedarle la conciencia “si es que la tiene” a ese gitano de Vulcano harto desajustada, porque hay que tener muy poco amor hacía el prójimo, y ser un timador sin la menor entraña, para vender un coche en las condiciones que se encuentra éste. Ahora que tratándose de Vulcano no me extraña en absoluto, ya que todo el mundo sabe en Oviedo la clase de elemento que está hecho! —Ten presente, y esto que te voy a contar ya lo he discutido muchas veces con otras personas, que algunas de las desgracias que suceden en las carreteras es por culpa de estos timadores gitanos de los jumentos de hierro, que venden coches usados, que son verdaderos cacharros que ni para el desguace sirven, y lo peor de todo, es que saben hacer de la ley un pandero, y enriquecerse a cuenta de las inocentes gentes, que no comprenden en el peligro que se divierten cuando compran un vehículo usado, pero todo esto ten por seguro que algún día ha de terminarse, cuando algún juez con buen ingenio, colóqueles un anillo que encarcele ya para siempre sus astutos timos, con una nueva ley para tal menester, que todavía nadie ha creado. —Bien dices amigo mío, pues todo este ladronizo y peligro público que tenemos todos de perder en cualquier momento la pelleja en la carretera, por la causa de estos desalmados gitanos de los jumentos de hierro, silenciárase d’afechu si la ley les castigara y persiguiera con más entusiasmo. —Recuerdo que cuando yo era pequeño la ley perseguía y castigaba a los gitanos que en aquella difícil época había sin tener la más mínima consideración con ellos. Y todo era, porque aquellos gitanucos de los tiempos d’endenantes (de antes), eran pobres de toda riqueza y ciegos de toda cultura, pues aquellos desarropadinos y desventurados gitanos, por muy listos que se alumbrasen, no podían hacer grandes cosas, y por eso vivían tirados por los caminos, despreciados por las gentes y perseguidos en todo instante por una ley que no les dejaba de su mano ni a sol ni a sombra, arrastrando cansina y resignadamente sus estómagos cosidos por el hambre, enseñando un color cadavérico en sus huesudos rostros, por el que uno imaginaba a la negra hambre a la que estaban condenados siempre, luciendo sus vestiduras con tantos y dispares remiendos, que uno no lograba adivinar, cual de ellos pertenecía a la prenda original. —No podían crecer aquellos auténticos gitanos que yo he conocido nada más que en asustadizas carreras y crecidas barrigadas de frío y hambre, y algunas veces solían entrar en calor, cuando les aplicaban una supliciada albarda de vergajazos, que las autoridades les regalaban encima de sus enflaquecidos cuerpos, todo porque a lo mejor un aldeano que muy fácil fuese el mismo ladrón, daba cuenta de ellos, a las autoridades al notar que les faltaba alguna gallina, que muy fácil pudiera habérsela merendado el raposo, o ser equivocados en el trato de un jumento de los naturales, no como estos endemoniados ingenios de fierru (hierro), siendo tan entendido en estas bestias el aldeano como el gitano, y aquí si que no valía engaño, porque cada cual iba a su propia conveniencia, porque cuando un aldeano le cambiaba un burro a un gitano, es que su pollino alguna tara tenía, por esto, no he conocido nunca a un gitano que cambiase su burro con el aldeano pelo a pelo, sino que siempre le pedía encima algo, ya que estas gentes agudas y listas sabían, que la única ganancia que conseguían por lo regular en sus tratos, eran los pocos o muchos dineros que pudieran arrancarle al aldeano encima del cambio. —Poco mal podían hacer aquellas pobres y desgraciadas gentes dignas de toda compasión y lástima, y mermado mal sembraban entre las comunidades que visitaban, porque en todo tiempo vivían cultivando la más denigrante de las miserias, que por ellas se deducía el escaso timo que industriaban, pero a pesar de todo, nadie los dejaba nunca fuera de una celosa vigilancia, de lo que se saca en consecuencia que la ley en aquella difícil época estaba mucho más adelantada que hoy en día, por donde uno comprende que en nuestro país, todo ha progresado grandemente menos la asiste de la Soberana Justicia, que para castigar al pobre siempre sí está en vanguardia, pero para favorecerle siempre se encuentra de veraneo en la retaguardia del capitalista. —Y sino la prueba está bien a la vista, ya que los temidos gitanos de nuestro tiempo, no son otra cosa nada más que astutos y deshumanizados payos, que ya no llevan marcado en su rostro el ceniciento color del que navega con el hambre, sino que se pasean bien hartos y cuidados, envanecidos por su boyante posición, tanto en lo social como en lo económico, ya que gran parte de ellos, precisamente los más principales, son poseedores de una buena carrera que al final les otorgó el título con el cual se avalan en el asqueroso oficio de la explotación y el timo, que faenan a diario entre las humildes y trabajadoras gentes, bien como dirigentes de empresa, engañosos servidores de la Justicia, etc., y también estos timadores gitanos de última categoría, cuyo único representante por mí conocido es el guripa de Vulcano que ya empieza a traerme de cabeza. Pero yo te aseguro Marcelino, que si la Teresa me hace caso de lo que yo tengo barajado en mi mente, no se ha de escapar este raposo de Vulcano haciendo risa y guasa despreciativa de los honrados intereses que les roba a las personas decentes, pues en este presente acaecer se topó con un cliente, que le va hacer coscas (cosquillas) en el lugar donde no ha de nacerle la risa. —Y ahora... dime Marcelino, tu que eres un hábil veterinario en la cura y compostura de estas caballerías de hierro. ¿Cuánto puede costar arreglar esta furgoneta para que quede decentemente? —Quedose el bueno del garajista mirando unos instantes en el más completo silencio hacía el cielo, haciendo con aproximación las cuentas en su cerebro, y después dijo muy serio clavando sus inteligentes ojos encima del jumento de hierro: —Te ha de costar alrededor de unas ocho mil pesetas, tal vez sea algo más, eso depende si al desmontarla aparecen otras averías que ahora no agüeyu (no veo). Pero no pienses ni en broma que el Vulcano va hacerse cargo de esta arregladura, pues yo se que él, sabrá lavarse sus manos no queriendo pagar ni un céntimo, y es inútil que le lleves a los tribunales, ya que él es un gitano listo, que tiene buenos abogados y harán de la ley su propio juego, y estoy por apostarte que es muy capaz de timar al mismo juez en la sesión del juicio, si tiene modo de venderle uno de sus endemoniados ingenios. —Por lo que observo Marcelino, tanto tú como yo mismo coincidimos en, que la ley en nuestra Patria está al servicio del dinero, que es tanto como decir, que el que no tiene un cuarto no debe de meterse en líos por muy honrados que le parezcan, porque no ha de sacar de ellos nada más que disgustos por bien parado que salga, en fin, ya veremos haber lo que resulta de todo esto, yo ahora me voy para Oviedo, y tu no arregles este cacharro hasta que la Teresa no sostenga una conversación con el raposo del Vulcano, pues a lo mejor, este habilidoso gitano no es tan mentecato como lo hemos pintado, y puede que se compongan las cosas sin necesidad de ningún otro teatro. El garajista sonriéndose ladinamente a la vez que de mí se despedía me dijo: —¡Si tales esperanzas hacen aposento en tu imaginación, no sé lo que en verdad has aprendido tú en el mundo, tanto como por él zapatillaste, pero bueno es que sigas creyendo en la bondad de las gentes aunque tan sólo sea por breves instantes! —¡No creo yo en nada ni en nadie Marcelino, a no ser en el plato de cocido cuando tengo hambre, pero hácete buena falta a ti saber, que existe un sistema que todo el mundo receta cuando le conviene. Así por ejemplo, sabemos que Vulcano es un timador inteligente y práctico en el asunto de saber defender sus enredos e intereses, por esto se dará cuenta en el instante, de la peligrosa timadura que industrió, por tal razón procurará que no se airee su sucio negocio, para que las futuras víctimas no huyan a causa del mal olor que emana de la ladroniza industria que maneja. Por esto, muy fácil creo yo que se avenga a razones! —¡Puede que tengas razón, amigo Julio, pero yo no entraré a creer tal cosa, hasta que no lo vea con mis propios ojos! “TERESA Y VULCANO” —El lunes bien de mañana se hizo en el camino de Oviedo la envilecida Teresa, portando en su cerebro los asesoramientos que yo le había prodigado, mucho me hubiese gustado a mí entendérmelas con aquel desalmado granuja, pero como yo no había tenido tratos con él, sólo podía hacer aconsejar a la Teresa en lo que mejor pudiese. Digo que iba ésta alumbrando en sus sentidos rabiosa inquina hacía el Vulcano, pero no era la Teresa tan aunque valiente y decidida engarradietchóusa como la Manola de mi aldea, pues si así fuese, hubiese logrado más provecho que usando la política, que al fin de cuentas ésta de poco sirve cuando con ella menester es por entrambas partes defender los intereses. Llegó al fin la Teresa a la casa del Vulcano, tan dolida y gafa en su desgracia que debatíase con apremiante desatino en el atajo de prepararle un sonado escándalo, si no conseguía lo que ella consideraba justo y honrado. El caso fue que nada más que sus enrojecidos ojos encarnispados por la ira que la desacompasaba retrataron al causante de su desgracia, díjole encasquillándosele la lengua por la rabia que la dominaba: —¡Vengo a darle las gracias estafador de los infiernos por la furgoneta que me ha vendido, que tal de endemoniada se encontraba, que por eso me brindó la mayor cosecha de miedo que he tenido en toda mi existencia. Porque me he visto por unos instantes ajinetada encima de una satánica máquina, que parecíame había sido fabricada por todos los diablos del infierno juntos con el firme propósito de servirle a usted, para que por su mediación me robase mis dineros y me quitase la vida. Hay que ver la poca vergüenza que usted tiene, y la nada consideración que siente hacía las personas, para venderme un vehículo portador de la muerte, y quedarse usted tan tranquilo, como si de malo no hubiera hecho nada. —Vulcano, sin deshacer de sus labios la hipócrita sonrisa que le caracterizaba, díjole tranquilizadora y prometedoramente a la Teresa: —¡Bueno señora, no se me enfade, y céntreseme en el respeto, ya que en este civilizado lugar se consigue conmigo la razón que según me parece es lo que usted anda buscando. Y ahora cuénteme con entera tranquilidad todo cuanto le ha sucedido, que yo por adelantado le prometo arreglarle su vehículo sin cobrarle ningún dinero! —Estas palabras bien dichas y a tiempo por el ingenioso Vulcano, entrelazadas con teatrales gestos de compasión y condolencia, que con postura de consumado actor plasmaba en su rostro y movimientos aquel timador de gitano, pues como cuento, con todo este ratonil teatro logró que los encendidos ánimos de Teresa, abandonaran el envilecido aposento dónde moraban, e hicieran andadura más alegrados por el camino de la contentura, que no era otro que el haber conseguido lo que en justicia le pertenecía. Así pues ya más aplacada la encendida voz de Teresa, en el lleldar que hacía asomo en su boca una alentadora sonrisa, le dijo en el comienzo de estar de nuevo tranquila: —Tiene que perdonarme por haberle ofendido con mis insultante palabras señor Vulcano, pues yo quiero que comprenda que si usted se hallara en mi lugar, muy fácil se desarrendara como yo en tamaño desatino. Y seguidamente le explicó al Vulcano que no podía remediar que la risa aflorara con verdadera alegría, el corto y accidentado viaje que habían hecho con la furgoneta. Y al concluir la Teresa de relatarle su odisea, respondiole el Vulcano con una amabilidad,que tal parecía que alumbrábase en ser cierta: —Créame señora si le digo, que no hay sitio en mi conciencia para poder hacerle el más pequeño daño a nadie, y con toda sinceridad le prometo, que este doloroso descalabro que quizás por un error mío usted ha sufrido, yo haré que con prontitud se mude al sitio que para ambos mejor convenga. Y ahora mismo ordenaré a mis mecánicos, que sin ninguna demora vayan a recoger su vehículo a Noreña, para que le revisen y arreglen en mi garaje, que sin lugar a dudas ha de quedar mejor compuesto, y acomodárseme en un precio más justo, que si lo arreglasen en otro lugar, ya que yo no me fiaría de ningún otro garajista, supuesto que son todos tan careros como chapuceros. —Y ya no más tristezas ni penas señora, pues ninguno de estos dos sentimientos nace feliz al entendimiento, así que destierre sin demora el mal que en su espíritu se enreda, ya que muy pronto será atajado para convertirle en beneficio de su propio remedio. Y sitúese ya desde este preciso momento dentro de la placida pradera de la tranquilidad, considerando ya por adelantado solucionado a su agrado y conformidad este asunto que la atañe, y dentro de tres días puede venir a recoger su furgoneta, en la inteligencia de hallarla como si otra vez fuese hecha de nuevo. —En el día señalado por Vulcano, volví yo acompañando a Teresa a recoger su vehículo, y al lado de él como en anteriores ocasiones se encontraba Vulcano con la misma sonrisa de siempre pintada en su hocico, y frotándose sus manos como al parecer era su costumbre, dijo amablemente: —Ya tiene su vehículo compuesto señora, y muy bien ajustado que por cierto se encuentra ahora, ya que le canta su motorín, con parecido sonar al que tuvo cuando era nuevo. —Muchas gracias señor Vulcano, contestole con rapidez y alegría Teresa, lleldándose en satisfactoria dicha que retornaría a la rabia a los breves momentos. —¡No señora, no me dé usted las gracias pues para esto estamos, que no es otro menester que servir al cliente y dejarle satisfecho! —Pero ahora... y créame que lo siento con toda mi alma, tengo que comunicarle una noticia que no ha de serle en nada agradable, pero comprenda usted que por encima de todo los negocios son los negocios, y si yo no los cuido, aunque eso sí con toda honradez, creo que algún día terminaría pidiendo. —¡Dígame señor Vulcano! ¿Qué clase de contrariedad es la que me tiene que comunicar ahora? —Pregontó Teresa ya en las empinadas vías de perder de nuevo su alegría y tranquilidad, y floreciéndole en el mismo lleldar una apesadumbrada tristeza que le decía, que todo su gozo iba a ser de afechu desfechu (del todo deshecho). —Pues... verá usted señora, los mecánicos me han dicho (dio comienzo Vulcano a su charla pretendiendo muciye "ordeñarle" importancia a la cuestión), que toda la culpa de haberse estropeado la furgoneta, sólo la tiene el chofer que la conducía, que según ellos está muy deficiente en el oficio de conducir estos vehículos. Así que dentro de toda la pena que a mí me acompaña, y no crea usted que es pequeña, tengo que comunicarle que si desea llevar su vehículo, tiene que abonarme la mitad de su compostura, y si no le retira en toda esta semana del garaje, me veré obligado a cobrarle como demasía, el espacio que ocupa la furgoneta en el taller, ya que están los aparcamientos hoy día al precio que uno quiera cobrar por ellos. —Teresa tras escuchar las asquerosas e hipócritas palabras que le había sonrientemente dirigido Vulcano, comenzóle a crecer en sus entrañas la cosecha de la gafez, a parejándose en fuerza y desespero a la que ya padeciera el día que había viajado por primera vez en aquella furgoneta de todos los diablos, y conducida por este envenenador desatino, no me dejó a mí contradecirle al Vulcano la acusación que me había hecho, ya que cogiendo ella la palabra airada y medio enloquecida, hablole de la siguiente manera: —Me parece a mí condenado timador gitano de todos los infiernos, que no tiene usted de hombre, ni palabra, ni presencia, ni tampoco nada. Todo en su persona esta asquerosamente podrido, y en conjunto toda su valía como hombre, tiene menos valor para la decente Humanidad, que un repugnante pioyu (piojo), entre las uñas de una eficiente despioyadora (despiojadora). —¿Sabe usted acaso condenado ladrón y despreciable llimiagu (baboso), que destreza tiene mi chofer en este oficio para tratarle con tanto menosprecio? —¡Síii... por lo que me han dicho los mecánicos, no tiene ni idea, de lo que es manejar un vehículo! —¡Pues sepa usted asqueroso madrazas, y apestoso gusano de timador, que mi chofer, que es este muchacho que usted ve aquí, que no quiere dirigirle la palabra por no ensuciar su lengua al contacto con su mierdosa presencia, aparte de ser un conductor que en nada puede envidiar al mimísimo Fangio, es también un excelente mecánico, con ingenio suficiente de hacer que ruede un coche si preciso fuere tan sólo con la invisible fuerza que tiene el aire, y si le apuran un poco, hasta que vuele como los aviones! —¡Bueno señora, haga el favor de no ofenderme, sino quiere que llame a la autoridad para que le enseñen los modales necesarios que se necesitan para tratar con la gente. Y tenga también bien presente que yo no he ofendido a este muchacho en nada, lo que yo he dicho es que no sabe conducir como es debido un vehículo. Y no crea que me extraña, porque hoy en día, le dan el permiso de conducir a cualquiera que tenga la agudeza de entregarle solapadamente dos o tres mil pesetas al jefe de tráfico! —Y ahora ya para terminar, si no quiere pagar la compostura que se le hizo a su furgoneta, no la lleva usted de aquí bajo ningún concepto, y si cree que tiene algún derecho para formular alguna reclamación, encamínese al Seguro de la Patria Hispana, y entiéndase con ellos de la manera que mejor le cuadre, ya que esa aseguradora a mí ya me ha abonado todo el valor de la furgoneta, y a usted por si se le ha olvidado le digo, que tiene que abonar las letras de banco que ha firmado en blanco a ellos no a mí, así es que yo me lavo las manos en este asunto lo mismo que hizo el romano Pilatos en el Juicio que condenó a Cristo. —Teresa acunada por una enloquecedora rabia que la hacía temblar sacudida por los nervios emanantes de la ira, la rabia, el desprecio y el odio que sentía hacía aquel miserable, le decía mientras que yo procuraba de aquel lugar alejarla sabiendo que nada lograría resolverse: —¡Lo que tiene que lavar usted sin hacer demora es su conciencia que la tiene más negra que la boca de un sanguinario lobo, y tiene un olor más repugnante y asqueroso, que el que producen las podridas inmundicias de un apestoso estercolero. No sé como tiene valor para lucirse entre las gentes, siendo portador de ese nefastoso olor que en todo momento de usted se desprende, por el que todo el mundo puede comprender, la clase de cobardoso timador que se esconde en su enclenque cuerpo! "TERESA Y LA ASEGURADORA" —Es para mí un triste desconsuelo decir, que todo o casi todo en mi Patria lo relacionado con el comercio y otras industrias similares, es una grotesca trampa mal urdida, pero muy bien protegida por las leyes del país, que ya desde antiguo saben que todo se mueve por la fuerza de la riqueza y el poder, y entrambas cosas no están en el poder del pobre, por lo tanto este desventurado ser, por mucha razón que le acompañe siempre llevara las de perder, ¡ y sino que me lo pregunten a mí! —Así pues, que dejando la Teresa al timador de Vulcano haciendo risas y guasas de su desgracia, se dirigió con la prisa del alma que lleva caminaba el diablo, y en aquellos sus momentos tan endemoniada caminaba como el mismo satán, por mor de la condoliente desgracia que le acompañaba, al lugar donde tiene aposentadas las oficinas la Patria Hispana, y subió las escaleras de dos y sin dar ni tan siquiera cuenta, se encontró ante la presencia del señor notario, al que le explico muy desconsoladoramente el timo que en ella había realizado Vulcano, al venderle aquella furgoneta, que tenía más heridas por todas sus piezas, que el heroico Millan Astray, que fue el Fundador de la Legión Española, dónde si el Vulcano tuviese la valentía y el coraje, que por ser un despreciable cobarde le faltaba, digo que si este despreciable timador como legionario ingresase en ella, no viviría allí mucho tiempo, pues entre el “saco terrero”, y los vergajazos que los vigilantes del Pelotón de Castigo, le brindan a las gentes de su condición y calaña, terminarían con tal carroña humana en poco tiempo. —¡Hay de él si lo cogiese por su cuenta y riesgo el famoso sargento Molina, que en cierta ocasión a un legionario, por tan sólo robarle una camisa a un compañero, diole palos encima de sus costillas hasta que se le hundieron sus pecadores huesos, y después que sanó de tal descomunal paliza, colocóle encima de sus aún doloridas espaldas un saco terrero de cincuenta quilos amarrado con recias correas!, con un letrero que más o menos así decía: —¡Yo soy un ladrón, despreciadme todos por tener el oficio más asqueroso de toda la Humanidad! —Y con dos letrerinos como éste, uno en la espalda y otro en el pecho, tenía que caminar Vulcano por todas las calles de Oviedo, para que supieran toda la cuadrilla de compañeros de su calaña, que hay a fatáus (muchos) que vivían como marqueses y se las dan de personas decentes, el vergonzoso fin que tendrían si no dejaban de robar. —El tal notario que como se verá tenía las mismas nefastosas zunas de engañar a las gentes que su consorte de oficio el timador Vulcano, sonriéndose de las graciosas y muy atinadas ocurrencias de Teresa le dijo: —Tenga bien presente señora que nosotros nada tenemos que ver en este asunto, pues toda la culpa de cuanto le ha acontecido, sólo la tiene el señor Vulcano, así que si usted considera que efectivamente fue engañada como manifiesta, reclámele o denúnciele a él, y deje de molestarnos a nosotros, ya que en vez de importunarnos con esta historia sin ninguna importancia para esta sería aseguradora, mejor sintiera usted hacia nosotros un sincero y respetuoso agradecimiento que sin conocerla de nada, le hemos prestado a usted los dineros para que comprase a Vulcano ese vehículo que usted comenta, que a no ser por nuestra desinteresada y magnánima colaboración, no hubiese podido hacerlo, a no ser que se la pagase con dinero en mano. —Cuando Teresa sintió de labios del notario estas palabras le miró entre temerosa y asombrada y preguntole pensando que o había entendido mal, o desde luego se estaba volviendo loca y ya no razonaba: —¡Oígame señor! —¿Me ha dicho usted acaso que me han prestado ustedes a mí dineros sin yo saberlo? —¡Sí señora, eso mismo le he dicho, y no tiene usted de que asombrarse, ya que es una cosa común y muy corriente, nosotros simplemente le hemos abonado al señor Vulcano el valor de su furgoneta, haciendo uso de unas prestaciones modernas que dan a todo negocio un buen resultado! —Diose cuenta la Teresa por primera vez, del teje maneje nada claro que entre manos se traían el hábil timador Vulcano y la no menos honrada Aseguradora, por esto, haciendo un gran esfuerzo para remansar su alterado espíritu, le dijo al notario viviendo el mayor asombro que en toda su existencia conociera: —La verdad quisiera decir pero no sé como explicarla, porque no puedo precisar, dónde termina la mentira y comienza la verdad, porque si ésta existe, la pobre anda bien desgraciada, ya que esto que me está sucediendo a mí, que es verdad siendo mentira, paréceme a mí, que está muy fuera de toda Justicia, pero dentro de la ley que ustedes bien estudian, para robar sin el menor temor a todo pobre desgraciado. —¿Qué pretende decirme usted señora? —Preguntó el notario empezando hacer acopios de enfado. —Que si no me sucediera a mí misma, lo que con ustedes me está pasando, no creería que a nadie pudiérale acaecer tan endemoniado enredo aunque el mismo Padre Santo me jurase con la mano puesta encima de la Biblia que todo este desalmado engaño, era tan cierto como la propia Pasión del Nazareno, que el Pobre murió, para que otros listos como ustedes, hiciesen de su muerte un buen saneado negocio. —Porque tanto ustedes como éstos, tienen una forma de prestar tanto el dinero como la gloria del Cielo, que uno no se entera que la ha recibido, hasta que no le roban lo mucho o poco que posea el crédulo. —Bien comprendo ahora que hállome ahogada dentro del teatro de la discordia, y estoy enflaquecida de riquezas y seca de poderes, que el primer tejedor de la ley, fue en el mismo instante encaldador de la trampa, y en esta despreciable xaceda (cama), barajan ustedes como consumados timadores el mal que trenzada me ata. Por esto desde ahora mismo, jamás se me borrará de mi imaginación, que tanto ustedes como el zorramplón de Vulcano, son lobos de la misma camada, con diferente color, dibujadores de bien parecidos santos, pero con la misma conciencia del despreciable diablo. —Pero señora, de nuevo le vuelvo a repetir, que nada tenemos nosotros de ganancias en los tejes manejes que industria el señor Vulcano, y ahora si me quiere escuchar unos momentos, yo le explicaré con toda la claridad como funciona el honrado negocio de la Patria Hispana, para que ya de una vez y por todas, se quede convencida, y no perjudique a esta Aseguradora con su pregonar que somos tan estafadores como el señor Vulcano. Dijo el notario con seriedad y conciliadoramente. —No hace falta que desgañite su lengua en más araneras explicaciones, ya que los enredos que entrambos y dos se traen, el más fatón (tontón) de mi aldea los vería tan claros como yo los veo, si tuviese la desgracia de pasar por ellos lo mismo que yo los estoy viviendo. —Por lo que se ve, ustedes prestan dineros a quienes no saben que los han recibido, para que los timadores como el asqueroso raposo de Vulcano, hagan sus desalmados negocios y en sus ganancias tienen ustedes como compensación un rentable provecho. —Para mí el caso está tan claro, como que existe Dios y una Justicia que ninguna ley sirve con decencia, y que ustedes no respetan y tratan a la baqueta, porque no son otra cosa nada más que timadores gitanos de los tiempos modernos, que han aprendido muy bien en la universidad las leyes para después sin ninguna traba poder con satisfacción gananciosa burlarlas, aprovechándose de las enormes lagunas que en todas las leyes adolecen, dónde ustedes se refugian para efectuar los atropellos que a todas luces articuladas por la ley son legales. —El asunto es, de que Vulcano me aseguró que toda la culpa la tenían ustedes, y ustedes lavan sus sucias manos con el hipócrita de Vulcano, afirmándome que él es el único culpable, y entre dimes y diretes entrambos y dos me quieren cobrar la peseta a siete reales. Pero yo no estoy dispuesta a dejarme robar de mano de entre juntos estafadores, y por esta razón ahora mismo los voy a denunciar, haber si la ley es capaz de desenredar tanta trapecería y engaño como barajan ustedes encima de esta pobre trabajadora, que poco puede medrar si tiene que abrirse camino entre una bien organizada banda de inteligentes timadores, que ni temen a Dios ni a la ley, ni menos respetan los intereses ajenos. “TERESA Y LA POLICÍA" —Dejó Teresa al notario con su palabra bailándole en los labios y abandonó la oficina de la Patria Hispaña con tanto desprecio hacía sus representantes, como el que sentía hacía el timador Vulcano, y con este profundo y airado malestar que la embargaba, privándola de su sosiego que ya del todo nada de él quedaba, y animada siempre por su espíritu combativo, hizo su entrada en el aposento de la Policía, creyendo firmemente la pobre, que los guardias podían arreglarle en el momento aquel desaguisado que enloquecida la traía. —Dos agentes de la ley enfrascados se hallaban en la comisaría faenando por sus deberes cuando la Teresa hizo aparición ante ellos, con su rostro por completo desarmado en el descosido sufrimiento que la debatía, uno de los policías que se percató en el instante del apurante desespero que a la desventurada Teresa consumía, le dijo a la vez que se levantaba de su asiento, para rogarle gentilmente que ella se sentara, menester que no quiso hacer la Teresa porque manifestole al amable policía, que los nervios no la dejaban estarse queda, ya que entrelazábanse con tal fuerza enfurecida y desatinada en su sentimiento, que la ensenderaban en la enloquecedora postura que a todas luces enseñaba. —¡Está bien señora! Le dijo sonriéndola tranquilizadoramente el policía a la par que le rogaba, que se calmara, que se serenara, y que les contase lo que le sucedía, afirmándole que si en sus manos se encontraba el remedio, podía de antemano considerarlo satisfactoriamente resuelto. —Relató la Teresa por segunda vez en aquella trágica mañana el nefastoso timo que entre el Vulcano y la Aseguradora le habían hecho, que tal ladronizo la traían centrada, en el espineroso sufrir y parejo desarreglo. —El agente que habíala escuchado sin hacerle la más leve interrupción a su diálogo, y ayudándola con sus gestos de protección y confianza para que mejor se despachase en sus acusadores decires, cuando la Teresa terminó de contarles su desgracia, y ya teniendo creído que la policía iba a componerles las torcidas cuentas que industriaran encima de su humilde persona aquellos desalmados timadores modernos, desmoronósele en sentida desilusión tan cándida aspiración, cuando le dijo el agente compadeciéndola: —Siento mucho señora el no poder ayudarla en esta clara injusticia que estos señores le han hecho, y yo creo que de todo este sucio negocio que le han hecho, no ha de sacar usted en su provecho nada. Mi consejo es, que debe de abonarle al señor Vulcano la mitad de la arregladura del vehículo que le reclama, y no olvide nunca, y esto se lo digo yo por la mucha experiencia que en tales asuntos tengo, que todos los ricos se dan la mano, al igual que hacen todos los ladrones, ya que ellos no ignoran, que si uno de ellos se hunde, corren el peligro de ahogarse los demás por eso se protegen mutuamente, y como ellos son los que pagan y los que mandan, pues al pobre no le queda más recurso, que cerrar el pico y aguantar sin la menor protesta todo cuanto le echen. —Ahora bien, si usted no está conforme con hacer esto que le he aconsejado, entonces vaya usted a visitar a un abogado para que formule la consiguiente denuncia al juzgado, pero tenga presente, que si el juez estima que no existe tal timo, entre el juzgado y su abogado le han de cobrar más de lo que vale el vehículo, y hasta inclusive la pueden encarcelar por levantar un falso testimonio a tan respetables señores. —Teresa al escuchar estas palabras no podía a ciencia cierta pensar, que si todo aquello que le estaba sucediendo no era nada más que una endemoniada pesadilla de la cual en cualquier momento iba a despertar pudiendo recuperar en el instante su sosiego y tranquilidad, pero no, era bien cierto que estaba despierta, y que todo cuanto le estaba sucediendo era la triste, canallesca y sucia verdad que al pobre le brinda la vida, ahora se daba cuenta de que todo el entramado de la ley, no más era una vergonzosa y engañativa mentira, por esto, airada, descompuesta, envilecida y rabiosamente desatinada les dijo a los policias: —¡Díganme ustedes señores policías que misión es la que tienen que cumplir en esta mi Patria tan falta de Justicia! —¿Acaso están ustedes nada más que para perseguir y encarcelar a los pobres y desgraciadinos mineros cuando se ponen en huelga, por reclamar lo que Humanamente y en Justicia les pertenece, que no es otra cosa nada más que el fruto de su peligroso trabajo y harto enfermo, y que por hacer tal cosa ustedes les detienen, los encarcelan y les mayan (majan) a vergajazos sus cuerpos hasta arrancarles dentro de atroces sufrimientos, como hicieron una vez con mi difunto marido que a fuerza de llevar centenares de latigazos le sacaban el pellejo a tiras. Para también encarcelar a sus mujeres y cortarles el pelo al cero, como también hicieron con una vecina mía, que su pobre marido que era un santo del cielo, de resultas de una soberana paliza que le propinó la policía, dejó para siempre este podrido mundo al mismo tiempo que a su mujer cargadina de hijos la dejaba también viuda. No siendo su delito otro que haber trabajado desde su niñez en la mina, el haber querido reclamar el sudor que el patrono le robaba. ¿Ustedes que misión es la que tienen? ¡Acaso detener a los borrachos que se entarrascan (embriagan), y no porque sean beodos de profesión, sino que siendo obreros cobrando un miserable sueldo, se ven aburridos porque en sus hogares falta de todo, y entonces buscan en la bebida el olvido, porque saben que no pueden luchar contra un régimen que los oprime, con la poderosa fuerza que detrás de cada trabajador hay un policía! —Quizás hubiese seguido la enloquecida Teresa hablando largo tiempo por este camino, si uno de los policías enérgicamente no se le impusiera a la vez que amenazadoramente le decía: —¡Haga el favor señora de no dar a luz tantas insultantes tonterías, porque me parece a mi, que usted va a terminar muy mal, y tengo la impresión de que se va a quedar aquí, para ser encarcelada juzgada por ofender a la autoridad. Así que no despegue más su boca lárguese pronto antes de que me arrepienta! —No siguió hablando Teresa, no pudo seguir diciéndoles tantas cosas como ella sabía, tantas nefastosas cosas que en las cuencas mineras asturianas la policía había hecho, pero ahora lo que verdaderamente a ciencia cierta ya sabía, era que si el honrado y desventurado trabajador quería vivir con tranquilidad, debía de hacerlo siempre de rodillas. "LA TERESA Y LOS ABOGADOS" —Xebrose (marchose) la Teresa de la comisaría, y corriendo como una desesperada por las calles de Oviedo llegó hasta el Sindicato con intenciones de consultar su caso con un abogado que conocía que tenía ganada fama de ser un buen defensor del trabajador, y no un “tragón" como existen muchos en estas instituciones en otras muchas, ya que este letrado es un hombre recto (y también falangista), tan agudo e inteligente como lo fuera el propio Muñón de Diego, y por tercera vez, y comenzándole ya a enronquecérsele la voz, le relató el escabroso asunto que la traía desatinada. —El ilustre abogado del Sindicado escuchola sopesando todas sus palabras, y antes de responderle a la conclusión que había de aquel teatro sacado, le arrancó con profundidad un par de fumadas a su cigarro, y a la vez que lo estrujaba con rabia en el cenicero, dijo haciendo un marcado gesto de desprecio hacía los promotores de aquel despreciable y cobardoso timo: —¡Esto que le han hecho a usted es un timo asqueroso y despreciable, pero no se preocupe usted más, y deje ya de desesperarse, ya que toda la razón está de su parte, y a esos miserables no ha de quedarles más remedio, que componerle en condiciones las averías que tiene su furgoneta, o por lo contrario, deshacer la venta y entregarle el dinero que usted le dio como entrada! —No se puede imaginar don Pedro el bien que me hacen sus consolativas palabras, ya que he sufrido toda la mañana lo indecible en mi caminar de Herodes para Pilatos, y mis sentidos ya se me estaban avecinando con la pérdida de la razón. Y ahora pagándole lo que fuera menester, yo le ruego por la santina de Covadonga, que me ataña este asunto en el juzgado, para poder meter en el honrado riego a estos endiablados timadores. —Bien quisiera yo hacer lo que me está pidiendo, pero yo sólo puedo actuar en los menesteres que sean de tipo laboral, pero no se apene usted, porque la voy a enviar a un colega amigo mío, que sabe hilar muy derecho en estos asuntos, ya verá como le arregla esta cuestión con prontitud y a su agrado. —Más esperanzada por el motivo de las alentadoras palabras que le había dicho el abogado del Sindicato, hizo Teresa entrada en aquella su aciaga mañana en la casa del letrado a donde iba dirigida, y parecíale que su emprendedor valiente ánimo se encontraba en derechura de sosegarse, y su apagada alegría en hechura de florecer de nuevo, pues ya pensaba que su avisperoso negocio navegaba en las tranquilas aguas que le conducirían a ser resuelto en su favor. —Por esto, tras las consiguientes palabras de presentación que sostuvo con aquel nuevo abogado que visitaba, éste le mandó que se sentase, por primera vez en aquella su ajetreada mañana, acomodose en el mullido sillón la Teresa, medio rendida sofocada por la continua tensión en que había estado sometida, y el grande cansancio que sentía por tantas vueltas como había dado. Así pues empezó Teresa por cuarta vez en tan corto espacio, a poner en el oído del letrado, todo cuanto le aconteciera con el rapiegu de Vulcano, los foínus (garduños) de la Aseguradora, los llimiagus (babosos) de los policías, así como lo que hablara con el estupendo abogado del Sindicato. —No despegó su lengua aquel letrado en todo el tiempo que la Teresa invirtió en narrarle su caso, pero se observaba que hacía trabajar a su imaginación en el silencio, con las miras de encontrar en aquel entuerto el nudo dónde se encontraba atado el delito, y de cuando en cuando sacudía su cabeza y se sonreía, lo mismo que si le hiciera cierta gracia aquel descantoyamientu (descalabro), y cuando a la postre la Teresa terminó su historia, él hablando con seguridad dijo: —Está visto señora que todo este endiablado teatro que le han preparado, tiene el indecente hocico de ser un canallesco y cobardoso timo, pero no se preocupe usted ya que lleva la entera razón, y aunque la ley tiene unas lagunas abismales, no considero yo de que le puedan robar lo que es únicamente suyo. —Mire... voy ha procurar arreglarle este caso sin que usted tenga necesidad de gastar dinero, ya que por lo que observo, usted es una pobre trabajadora, y en los bolsillos de los necesitados no suelo hacer yo cobranzas de mis salarios. Verá, ahora mismo le voy a telefonear al jefe de la policía que es conocido mío, para preguntarle si este asunto se puede enjuiciar por lo criminal y elevarlo directamente ante el señor juez. —Después de conferenciar unos instantes el desinteresado abogado con el jefe de la policía, dijo con marcada satisfacción por haber hallado la solución que buscaba: —¡Bueno señora hemos tenido suerte, ya que se puede hacer lo que yo había pensado, así que vaya ahora mismo al juzgado de lo Criminal, y explíquele al señor juez todo cuanto le ha sucedido, y ya verá usted como le arregla este asunto rápidamente! “TERESA ANTE EL SEÑOR JUEZ” —En pocos minutos ganó corriendo la plaza del Ayuntamiento la esperanzada Teresa, y ágil, decidida y entusiasmada, subió con rapidez las escaleras del juzgado de primera instancia, y allí dijo que venía a visitar al señor juez, y que precisaba hacerlo sin demora, porque ya era demasiado tarde y tenía temor de no poder resolver su cuestión aquella mañana. —Uno de los chupatintas que en aquel despacho aparentemente trabajaba, si es que en verdad sabía hacer algo de provecho, dijo dirigiéndose a un compañero con marcado aire de altanería a la par que miraba a la Teresa de soslayo, como si le tomara la medida a su valía social, y de hecho ya supiera que no tenía facha ni de posición adinerada, ni de poder de ninguna clase: —¡Algunas personas cuentan que hablar con el señor juez es lo mismo que dirigirse a un verdulero, que poca preparación y cuanta ignorancia tenemos en España que hasta los mismos aldeanos que están como el mismo ganado piensan, que todos somos iguales y que un magistrado es parecido al vecino de la puerta de casa! —Pero no todos en aquella dependencia pensaban como este payaso, y como tantas y tantos payasos que pueblan arrastrándose como asquerosos reptiles, la mayor parte de las oficinas de nuestra Patria, pues una joven secretaria que allí también trabajaba, preguntole a Teresa con natural educación y pareja simpatía, el por qué precisaba ver al señor juez con tanto apremio como el que tenía, para ella comunicárselo y señalarle la visita. Y de nuevo la pobre Teresa por quinta vez tuvo necesidad de contar cuanto le había acontecido, condoliendo con su historia el ánimo de la muchacha, la cual le dijo: —¡Yo no sé señora si este caso que usted me explicó pertenece a este juzgado, bueno no obstante espere aquí un poco, que se lo voy a comunicar al señor juez haber si la puede recibir! —No debía de tener mucho trabajo en aquel tiempo de la casi finalizada mañana el señor juez, porque al corto instante sonriéndose satisfecha la buena secretaria con haber conseguido la entrevista, regresando a lado de Teresa le dijo: —Ya puede pasar usted señora, pues el señor juez la espera, hizo acto de presencia en la sala donde el repartidor de ley aguardándola estaba, y nada más que el juez la vio ante su presencia, preguntó con seriedad ajusticiadora: —¡Dígame señora! —¿Qué clase de gravedad la ha guiado ante mi presencia? —Teresa ya casi afónica del todo, y sofocada hasta lindar en el mismo ahogo, le contestó con todo el respeto y educación que poseía: —¡Perdóneme señor juez por molestarle, pero el caso es que mi abogado, me aconsejó que viniese ante su justa presencia para hacerle sabedor de la desgracia que me acompaña, que barrunto por anticipado, que ha de borrarla Su Señoría de mi triste sentimiento de un sólo plumazo! —Y seguidamente le explicó por sexta vez aquella mañana el mal que la desarrendaba, que en tan corto tiempo le había producida más sufrimiento, que los dolores que la embargaran en el haber traído al mundo tres futuros soldados para el Ejército de la Patria. —El señor juez que al parejo que la escuchaba estaba en animada conversación con unos despreciables sujetos que le acompañaban, que tuvieron la poca vergüenza de dialogar con el juez cuando la Teresa a éste hablaba, como si fuese más importante lo que trataban, que la simpleza de la pobre Teresa, que hasta aquellos momentos todavía creía en la eficiencia de la ley, cosa que a los pocos minutos despreciaría con toda su alma. Así que Teresa concluyó su narrativa sin haber sido interrumpida como al parecer tampoco escuchada, el señor juez quitándose sus lentes dijo con marcados síntomas de enojo: —¡Bueno…! ¿A mí que me cuenta usted señora? —¿Qué es lo que pretende usted...? —¿Acaso que yo ordene que le devuelvan con rapidez sus intereses que cualquiera sabe si son razonados, y que su abogado le lleve los cuartos? —Si usted en verdad quiere resolver este su asunto, haga el favor de hacer con la denuncia el debido camino, y no ensenderarse en el del atajo, y cuando el pleito llegue a mis manos, yo lo juzgare ateniéndome a las leyes, y entonces se sabrá quién es el culpable, si el denunciado ó el denunciante! —Salió Teresa del aposento del juez perdiendo ya para siempre toda creencia el la ley, que si en verdad en España algo de ella existe, cuando uno termina de dar las vueltas y revueltas que para todo proceso se necesitan, el más joven se torna viejo, y éste pasa a mejor vida. Y lo que no sabe la ley española con tanto cuento barato como se traen sus compositores que el pobre necesita presto su justicia, de lo que se saca en consecuencia que la ley, es patrimonio eminentemente propio de las clases poderosas. —Pobre Teresa, que no había tenido la suerte de toparse con un juez como el Juan Antonio de mi aldea que supo repartir la justicia entre Pascualín el de los enredos y las gafuros xabarceiras, con un juez que por experiencia sabia lo que era el trabajo, la necesidad, la justicia y la injusticia, por eso ahora Teresa caminaba con paso cansino, ya sin ninguna prisa, iba desilusionada, afligida, herida en lo más profundo de su alma, entristecida y empobrecida, observando por vez primera a un mundo que ella jamás había pensado que existía. Y así con tanta desesperación desventurada dirigíase a la casa de su abogado para contarle las enflaquecidas ganancias que sacara del repartidor de la justicia. —Y su abogado no supo decirle nada más que esto: —¡Creame señora, pues le juro que yo hice todo cuanto estaba a mi alcance por ayudarla, pero ya veo por lo que usted me cuenta que no fuimos capaces de conseguir nada, ahora no le queda más recurso que hacer esto que le digo! —¡Vaya a la casa de ese despreciable timador de Vulcano, páguele la mitad de la compostura que él le reclama por arreglarle el vehículo, de esta manera se encontrará pronto con la tranquilidad que le está haciendo falta, por otra parte ahorrará usted dinero, pues si este asunto lo llevamos hasta el final, se va a gastar usted mucho más de lo que vale el xumentu de fierru, sin tener la garantía de ganar el xuiciu, a pesar de ser usted dueña y señora de toda la verdad! —Llegó tras mucho bregar en busca de la Justicia y la razón que en aquellos tiempos no habla para los menesterosos, cuento que llegó la desdichada Teresa ante la presencia del rapiegu de Vulcanu, y cuando le empezó a hablar, lo hacía la pobre con tan afónica ronquera, que por esto el fuín de su timador sonriéndose muy satisfecho, le pregunto con marcada y despreciativa guasa. —¿Qué ye lu que l'axucéi nagora xiñora, que trái tan afogáu 'l glachu gafu ya endiañáu que nun principiu tal paicióme que querie achuquiname? —Pues me parece que viene muy mermada de voz y enflaquecida de genio. Mucho ha tenido usted que tejer y destejer, hablar, gritar, y desesperarse, para que se le hallan secado entrambas fuentes de mala leche, ya que cuando salió de aquí esta mañana después de ponerme a mi como un verdadero pingayu, todavía se le apreciaba la suficiente fuerza para poner en verdadera revolución a todas las autoridades de Oviedo, que como es muy natural la han escuchado a usted por cuento. —Pero tenga paciencia señora, que en las derrotas que hoy coseche, si sabe aprender de ellas como hicimos los demás, sacará usted las victorias de mañana, y puede que desde ahora ya jamás ponga en duda, que quienes tienen el dinero son los que mandan, y aquellos que luchan con la fuerza de la dialéctica contra el dinero, no son en verdad locos sino simplemente tontos. —Nada le contestó Teresa a los razonamientos atinados de ‘l Rapiegón del Vulcanu, sino que mirándole con endemoniado desprecio, señalada rabia y marcado odio, sacó de su bolso los dineros y al cuidado que se los ponía entre sus fuinesques manes le dijo: —Aquí tiene el importe del arreglo de mi furgonetina, y quiera el Xantiquín del Faidor que le sirva para melecinas. —Con aquella furgoneta anduvimos xabarciandu por todos los mercados de Asturias, y al final tuvimos que dejar tal oficio porque casi no ganábamos para encantexus de la dichosa furgonetina.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > xabarciar

  • 2 на

    на I
    предлог 1. (на вопросы "где?", "куда?", если обозначает сверху чего-л., на поверхности чего-л.) sur;
    сиде́ть на сту́ле sidi sur seĝo;
    ни одно́й пыли́нки вы не найдёте на его́ оде́жде eĉ unu polveron vi ne trovos sur lia vesto;
    он упа́л на зе́млю li falis sur la teron;
    2. (на вопросы "где?", "куда?" при местонахождении, направлении) en, al;
    на собра́нии en kunsido;
    на собра́ние en kunsidon;
    идти́ на войну́ iri al milito;
    идти́ на конце́рт iri al koncerto;
    на мои́х глаза́х en mia ĉeesto;
    может опускаться, а сочетание переводится с помощью наречия: на лю́дях publike;
    на пол-пути́ duonvoje;
    на своём ме́сте ĝustaloke;
    на за́пад okcidenten;
    3. (на вопрос "когда?") dum, en;
    на дежу́рстве dum deĵoro;
    на днях dum (или en) proksimaj tagoj;
    на пя́тый день dum (или en) la kvina tago;
    4. (в значении "для") por;
    на́ зиму por vintro;
    на па́мять por memoro;
    на что вам э́то? por kio vi bezonas tion?;
    5. (на срок, на сумму) por;
    на два дня por du tagoj;
    на три рубля́ por tri rubloj;
    6. (при обозначении орудия действия) per;
    е́хать на парохо́де veturi per ŝipo;
    дра́ться на кулака́х batali per pugnoj;
    игра́ть на роя́ле ludi pianon;
    7. (о языке) en;
    говори́ть на францу́зском языке́ paroli en la franca lingvo, paroli france;
    переводи́ть на ру́сский язы́к traduki en la rusan lingvon, traduki rusen;
    в остальных случаях переводится с помощью предлога je или без предлога: коро́че на метр pli mallonga je metro;
    на расстоя́нии вы́стрела je pafdistanco;
    раздели́ть на две ча́сти dividi je du partoj;
    пальто́ на ва́те palto vatita;
    на вес peze;
    дать на чай doni (kiel) trinkmonon;
    на живу́ю ни́тку provizorstebe;
    на произво́л судьбы́ al hazardo, al la volo de l'sorto;
    на зло кому́-л. spite al iu, por kolerigi iun;
    на ко́рточках kaŭre.
    --------
    на II
    частица разг.: на! prenu! (возьми!);
    jen!, jen vidu! (вот!).
    * * *
    I предлог
    1) + вин. п., + предл. п. (употр. при обозначении предмета, на поверхность которого направлено или на поверхности которого протекает действие) en, sobre, encima de

    положи́ть кни́гу на стол — poner el libro sobre la mesa

    лежа́ть на столе́ — estar encima de (sobre) la mesa

    сиде́ть на сту́ле — estar sentado en la silla

    лечь на дива́н — echarse (acostarse) en el sofá

    лежа́ть на крова́ти — estar acostado en la cama

    2) + вин. п., + предл. п. (употр. при обозначении места, пространства, предмета и т.п., к которым направлено движение, или где происходит, проявляется действие) a, en, hacia

    пое́хать на заво́д — ir a la fábrica

    пое́хать на Украи́ну — ir a Ucrania

    верну́ться на ро́дину — regresar a la patria

    напра́виться на юг — dirigirse al (hacia el) sur

    находи́ться на ю́ге — estar en el sur

    отдыха́ть, жить на Кавка́зе — descansar, vivir en el Cáucaso

    пойти́ на конце́рт — ir al concierto

    бро́ситься на крик — correr a los gritos (hacia donde daban los gritos)

    находи́ться на уро́ке — estar en clase

    выступа́ть на съе́зде — hacer uso de la palabra en el congreso

    учи́ться на ку́рсах — estudiar en los cursillos

    3) + вин. п. (употр. при обозначении предмета, лица, явления и т.п., с которыми соприкасаются, сталкиваются в результате действия, движения) en, con

    наткну́ться на ка́мень, на препя́тствие — tropezar con (en) una piedra, un obstáculo

    напа́сть на след — dar con la pista

    4) + вин. п., + предл. п. (употр. при обозначении предмета, лица и т.п., по отношению к которым проявляется какое-либо действие) a, en, sobre, con

    смотре́ть на что́-либо — mirar a algo

    повлия́ть на кого́-либо — influir sobre (en) alguien

    подписа́ться на газе́ту — suscribirse al periódico

    полага́ться на друзе́й — confiar en los amigos

    я серди́т на него́ — estoy enfadado con él

    он жени́лся на молодо́й — se casó con una joven

    5) + вин. п., + предл. п. (употр. при обозначении лица или предмета, которые облекаются или облечены, одеты во что-либо) en, a

    наде́ть на ребёнка пальто́ — poner el abrigo al niño

    наде́ть на себя́ пальто́ — ponerse el abrigo

    на нём кра́сная руба́ха — llevaba una camisa roja

    на руке́ у него́ бы́ли часы́ — en la mano tenía un reloj

    6) + вин. п., + предл. п. (употр. при обозначении лиц, организаций, на которые что-либо возлагается или возложено) sobre, a

    свали́ть вину́ на това́рища — echar la culpa al compañero, recargar la culpa sobre el compañero

    вина́ лежи́т то́лько на ней — la culpa recae sólo sobre ella

    возложи́ть отве́тственность на кого́-либо — responsabilizar a alguien

    7) + вин. п., + предл. п. (употр. при указании времени, срока) a, para, en, durante

    на заре́, на восхо́де со́лнца — al amanecer, en el alba

    в ночь с суббо́ты на воскресе́нье — en la noche del sábado al domingo

    на кани́кулах — durante las vacaciones

    на сле́дующей неде́ле — en (durante) la semana que viene

    прие́хать на два дня, на неде́лю — llegar para dos días, para una semana

    снять да́чу на всё ле́то — alquilar una casa de campo para todo el verano

    экза́мены назна́чены на за́втра — los exámenes están fijados para mañana

    8) + вин. п. (употр. при обозначении цели) a, de, para

    прие́хать на кани́кулы — venir de vacaciones

    отда́ть на коми́ссию — dar a comisión

    взять на пору́ки — tomar a caución

    поста́вить на голосова́ние — poner a votación

    пода́рок на па́мять — regalo de (para) recuerdo

    отре́з на пла́тье — corte de (para) vestido

    разреше́ние на прое́зд — permiso para el viaje

    испыта́ние на про́чность — prueba de resistencia

    9) + вин. п. (употр. при обозначении предмета, явления, с которыми наблюдается сходство или сравнивается кто-либо, что-либо) a

    быть похо́жим на отца́ — parecerse a su padre

    э́то похо́же на вы́стрел — esto se parece a un tiro

    10) + вин. п., разг. (употр. при обозначении специальности, профессии, звания, в целях овладения которыми или достижения которых совершается действие) para

    он у́чится на инжене́ра — estudia para ingeniero

    11) + вин. п. (употр. при обозначении лица или группы лиц, в чьих интересах совершается действие) para, por

    рабо́тать на семью́ — trabajar para la familia

    истра́тить де́ньги на дете́й — gastar dinero para (en) los hijos

    раздели́ть на всех — dividir entre todos

    12) + вин. п., + предл. п. (употр. при указании на характер, образ действия) a, en, de

    на но́вый лад — de una manera nueva

    говори́ть на "о" — hablar con la "o"

    говори́ть на испа́нском языке́ — hablar en español

    перевести́ на испа́нский язы́к — traducir al español

    перейти́ на каза́рменное положе́ние — pasar a régimen de cuartel

    ходи́ть на цы́почках — ir en (de) puntillas

    стоя́ть на коле́нях — estar de rodillas

    держа́ться на нога́х — mantenerse en pie

    учи́ться на пятёрки — estudiar en cinco (en sobresaliente)

    13) + вин. п., + предл. п. (употр. при указании условий, обстановки) con; en; de

    на све́жую го́лову — con la cabeza despejada

    на пусто́й желу́док — en ayunas

    чита́ть на па́мять — recitar de memoria

    расти́ на глаза́х — crecer a la vista

    14) + вин. п., + предл. п. (употр. при обозначении орудия, средства) a, en, sobre, de; con

    е́хать на трамва́е, на по́езде — ir en (el) tranvía, en el tren

    ката́ться на лы́жах — andar en esquís

    ходи́ть на костыля́х — andar con muletas

    опира́ться на па́лку — apoyarse en (sobre) el bastón

    дра́ться на шпа́гах — batirse a espada

    игра́ть на гита́ре — tocar la guitarra

    жа́рить на ма́сле — freír con (en) mantequilla

    запере́ть на ключ — cerrar con llave

    застегну́ть на все пу́говицы — abrochar todos los botones

    15) + вин. п. (употр. при обозначении количества, меры) a, en

    отступи́ть на три шага́ — retroceder (en) tres pasos

    протяну́ться на деся́тки киломе́тров — extenderse a decenas de kilómetros

    купи́ть конфе́т на рубль — comprar por un rublo de caramelos

    16) + вин. п., + предл. п. (употр. при обозначении признака предмета) de, con, en

    мост на понто́нах — puente sobre pontones

    ту́фли на высо́ком каблуке́ — zapatos de (con) tacón alto

    пальто́ на меху́ — abrigo de (con) piel

    оконча́ние на согла́сный — desinencia en consonante

    17) + вин. п. (употр. при обозначении количественного признака) para, por; de

    каю́та на трёх челове́к — camarote para tres personas

    обе́д на четы́ре персо́ны — comida para cuatro personas

    зал на пятьдеся́т мест — sala de cincuenta localidades

    18) + вин. п. (употр. при указании на количественные изменения, на деление, дробление и т.п.) en, por

    увели́чить, уме́ньшить на сантиме́тр — aumentar, disminuir en un centímetro

    пять умно́жить на шесть — multiplicar cinco por seis

    рассы́паться на куски́ — deshacerse en trozos, hacerse añicos

    раздели́ть на ча́сти — dividir en partes

    раздели́ть на пять челове́к — dividir entre cinco personas

    19) + вин. п. (употр. при указании на количественную разницу - часто с сравн. ст.) en

    на де́сять рубле́й бо́льше — (en) diez rublos más

    на ме́сяц ра́ньше — (en) un mes antes

    быть на во́семь лет ста́рше — ser (en) ocho años más viejo

    II частица в знач. сказ., разг.
    ( возьми) toma, ten, he aquí, anda
    ••

    вот (тебе́ и) на!, вот те на! прост. — ¡toma!; ¡chúpate esa!; ¡vaya!

    на-ка(-поди); (да и) на-поди прост. — ¡caramba!

    III частица

    како́й ни на есть — cualquiera (que sea)

    * * *
    I предлог
    1) + вин. п., + предл. п. (употр. при обозначении предмета, на поверхность которого направлено или на поверхности которого протекает действие) en, sobre, encima de

    положи́ть кни́гу на стол — poner el libro sobre la mesa

    лежа́ть на столе́ — estar encima de (sobre) la mesa

    сиде́ть на сту́ле — estar sentado en la silla

    лечь на дива́н — echarse (acostarse) en el sofá

    лежа́ть на крова́ти — estar acostado en la cama

    2) + вин. п., + предл. п. (употр. при обозначении места, пространства, предмета и т.п., к которым направлено движение, или где происходит, проявляется действие) a, en, hacia

    пое́хать на заво́д — ir a la fábrica

    пое́хать на Украи́ну — ir a Ucrania

    верну́ться на ро́дину — regresar a la patria

    напра́виться на юг — dirigirse al (hacia el) sur

    находи́ться на ю́ге — estar en el sur

    отдыха́ть, жить на Кавка́зе — descansar, vivir en el Cáucaso

    пойти́ на конце́рт — ir al concierto

    бро́ситься на крик — correr a los gritos (hacia donde daban los gritos)

    находи́ться на уро́ке — estar en clase

    выступа́ть на съе́зде — hacer uso de la palabra en el congreso

    учи́ться на ку́рсах — estudiar en los cursillos

    3) + вин. п. (употр. при обозначении предмета, лица, явления и т.п., с которыми соприкасаются, сталкиваются в результате действия, движения) en, con

    наткну́ться на ка́мень, на препя́тствие — tropezar con (en) una piedra, un obstáculo

    напа́сть на след — dar con la pista

    4) + вин. п., + предл. п. (употр. при обозначении предмета, лица и т.п., по отношению к которым проявляется какое-либо действие) a, en, sobre, con

    смотре́ть на что́-либо — mirar a algo

    повлия́ть на кого́-либо — influir sobre (en) alguien

    подписа́ться на газе́ту — suscribirse al periódico

    полага́ться на друзе́й — confiar en los amigos

    я серди́т на него́ — estoy enfadado con él

    он жени́лся на молодо́й — se casó con una joven

    5) + вин. п., + предл. п. (употр. при обозначении лица или предмета, которые облекаются или облечены, одеты во что-либо) en, a

    наде́ть на ребёнка пальто́ — poner el abrigo al niño

    наде́ть на себя́ пальто́ — ponerse el abrigo

    на нём кра́сная руба́ха — llevaba una camisa roja

    на руке́ у него́ бы́ли часы́ — en la mano tenía un reloj

    6) + вин. п., + предл. п. (употр. при обозначении лиц, организаций, на которые что-либо возлагается или возложено) sobre, a

    свали́ть вину́ на това́рища — echar la culpa al compañero, recargar la culpa sobre el compañero

    вина́ лежи́т то́лько на ней — la culpa recae sólo sobre ella

    возложи́ть отве́тственность на кого́-либо — responsabilizar a alguien

    7) + вин. п., + предл. п. (употр. при указании времени, срока) a, para, en, durante

    на заре́, на восхо́де со́лнца — al amanecer, en el alba

    в ночь с суббо́ты на воскресе́нье — en la noche del sábado al domingo

    на кани́кулах — durante las vacaciones

    на сле́дующей неде́ле — en (durante) la semana que viene

    прие́хать на два дня, на неде́лю — llegar para dos días, para una semana

    снять да́чу на всё ле́то — alquilar una casa de campo para todo el verano

    экза́мены назна́чены на за́втра — los exámenes están fijados para mañana

    8) + вин. п. (употр. при обозначении цели) a, de, para

    прие́хать на кани́кулы — venir de vacaciones

    отда́ть на коми́ссию — dar a comisión

    взять на пору́ки — tomar a caución

    поста́вить на голосова́ние — poner a votación

    пода́рок на па́мять — regalo de (para) recuerdo

    отре́з на пла́тье — corte de (para) vestido

    разреше́ние на прое́зд — permiso para el viaje

    испыта́ние на про́чность — prueba de resistencia

    9) + вин. п. (употр. при обозначении предмета, явления, с которыми наблюдается сходство или сравнивается кто-либо, что-либо) a

    быть похо́жим на отца́ — parecerse a su padre

    э́то похо́же на вы́стрел — esto se parece a un tiro

    10) + вин. п., разг. (употр. при обозначении специальности, профессии, звания, в целях овладения которыми или достижения которых совершается действие) para

    он у́чится на инжене́ра — estudia para ingeniero

    11) + вин. п. (употр. при обозначении лица или группы лиц, в чьих интересах совершается действие) para, por

    рабо́тать на семью́ — trabajar para la familia

    истра́тить де́ньги на дете́й — gastar dinero para (en) los hijos

    раздели́ть на всех — dividir entre todos

    12) + вин. п., + предл. п. (употр. при указании на характер, образ действия) a, en, de

    на но́вый лад — de una manera nueva

    говори́ть на "о" — hablar con la "o"

    говори́ть на испа́нском языке́ — hablar en español

    перевести́ на испа́нский язы́к — traducir al español

    перейти́ на каза́рменное положе́ние — pasar a régimen de cuartel

    ходи́ть на цы́почках — ir en (de) puntillas

    стоя́ть на коле́нях — estar de rodillas

    держа́ться на нога́х — mantenerse en pie

    учи́ться на пятёрки — estudiar en cinco (en sobresaliente)

    13) + вин. п., + предл. п. (употр. при указании условий, обстановки) con; en; de

    на све́жую го́лову — con la cabeza despejada

    на пусто́й желу́док — en ayunas

    чита́ть на па́мять — recitar de memoria

    расти́ на глаза́х — crecer a la vista

    14) + вин. п., + предл. п. (употр. при обозначении орудия, средства) a, en, sobre, de; con

    е́хать на трамва́е, на по́езде — ir en (el) tranvía, en el tren

    ката́ться на лы́жах — andar en esquís

    ходи́ть на костыля́х — andar con muletas

    опира́ться на па́лку — apoyarse en (sobre) el bastón

    дра́ться на шпа́гах — batirse a espada

    игра́ть на гита́ре — tocar la guitarra

    жа́рить на ма́сле — freír con (en) mantequilla

    запере́ть на ключ — cerrar con llave

    застегну́ть на все пу́говицы — abrochar todos los botones

    15) + вин. п. (употр. при обозначении количества, меры) a, en

    отступи́ть на три шага́ — retroceder (en) tres pasos

    протяну́ться на деся́тки киломе́тров — extenderse a decenas de kilómetros

    купи́ть конфе́т на рубль — comprar por un rublo de caramelos

    16) + вин. п., + предл. п. (употр. при обозначении признака предмета) de, con, en

    мост на понто́нах — puente sobre pontones

    ту́фли на высо́ком каблуке́ — zapatos de (con) tacón alto

    пальто́ на меху́ — abrigo de (con) piel

    оконча́ние на согла́сный — desinencia en consonante

    17) + вин. п. (употр. при обозначении количественного признака) para, por; de

    каю́та на трёх челове́к — camarote para tres personas

    обе́д на четы́ре персо́ны — comida para cuatro personas

    зал на пятьдеся́т мест — sala de cincuenta localidades

    18) + вин. п. (употр. при указании на количественные изменения, на деление, дробление и т.п.) en, por

    увели́чить, уме́ньшить на сантиме́тр — aumentar, disminuir en un centímetro

    пять умно́жить на шесть — multiplicar cinco por seis

    рассы́паться на куски́ — deshacerse en trozos, hacerse añicos

    раздели́ть на ча́сти — dividir en partes

    раздели́ть на пять челове́к — dividir entre cinco personas

    19) + вин. п. (употр. при указании на количественную разницу - часто с сравн. ст.) en

    на де́сять рубле́й бо́льше — (en) diez rublos más

    на ме́сяц ра́ньше — (en) un mes antes

    быть на во́семь лет ста́рше — ser (en) ocho años más viejo

    II частица в знач. сказ., разг.
    ( возьми) toma, ten, he aquí, anda
    ••

    вот (тебе́ и) на!, вот те на! прост. — ¡toma!; ¡chúpate esa!; ¡vaya!

    на-ка(-поди); (да и) на-поди прост. — ¡caramba!

    III частица

    како́й ни на есть — cualquiera (que sea)

    * * *
    prepos.
    1) gener. (употр. при обозначении лиц, организаций, на которые что-л. возлагается или возложено) sobre, (употр. при обозначении лица или группы лиц, в чьих интересах совершается действие) para, (употр. при обозначении признака предмета) de, (употр. при указании условий, обстановки) con, (a употребляется при обозначении места, на вопрос куда?) a, durante, (на вопрос куда?) en, encima, encima de, hacia, por
    2) colloq. (употр. при обозначении специальности, профессии, звания, в целях овладения которыми или достижения которых совершается действие) para

    Diccionario universal ruso-español > на

  • 3 anybody

    1) ((in questions, and negative sentences etc) some person: Is anybody there?) alguien
    2) (any person, no matter which: Get someone to help - anyone will do.) cualquiera
    3) (everyone: Anyone could tell you the answer to that.) cualquiera
    anybody pron
    1. alguien
    is anybody home? ¿hay alguien en casa?
    did anybody see you? ¿te vio alguien?
    2. nadie
    3. cualquiera
    anybody can learn English, it's easy! cualquiera puede aprender inglés, ¡es fácil!
    tr['enɪbɒdɪ]
    1 (in questions) alguien
    has anybody seen my car? ¿ha visto alguien mi coche?
    2 (negative) nadie
    3 (no matter who) cualquiera
    anybody ['ɛni.bʌdi, -.bɑ-] anyone
    pron.
    alguien pron.
    alguno pron.
    quienquiera pron.
    todo el mundo pron.
    'eniˌbɑːdi, 'eniˌbɒdi
    1)
    a) ( somebody) (in interrog, conditional sentences) alguien

    anybody at home? — ¿hay alguien en casa?

    will anybody be seeing Emma today? — ¿alguno de ustedes va a ver a Emma hoy?

    she'll know, if anybody does — si alguien lo sabe, va a ser ella

    b) ( a single person) (with neg) nadie
    2)
    a) (whoever, everybody)

    anybody who's been to Paris knows... — cualquier persona or cualquiera que haya estado en París sabe...

    anybody interested should contact... — los interesados pónganse en contacto con...

    b) ( no matter who) cualquiera
    ['enɪbɒdɪ]
    PRON
    1) (in questions, conditional constructions) alguien

    did you see anybody? — ¿viste a alguien?

    has anybody got a pen? — ¿tiene alguien un bolígrafo?

    is this anybody's seat? — ¿es de alguien or alguno este asiento?, ¿está or hay alguien sentado aquí?

    is there anybody else I can talk to? — ¿hay alguien más con quien pueda hablar?

    if anybody calls, I'm not in — si llama alguien, no estoy

    if anybody can do it, he can — si alguien lo puede hacer, es él

    2) (+ negative, implied negative) nadie

    I didn't ask anybody elseno se le pregunté a nadie más

    hardly anybody came — apenas vino nadie

    3) (=no matter who) cualquiera

    I need a volunteer, anybody will do — necesito un voluntario, cualquier persona or cualquiera sirve

    anybody will tell you the same — cualquiera te diría lo mismo, todos te dirán lo mismo

    it would have defeated anybody but Jane — habría desanimado a cualquiera or a todos menos a Jane

    anybody else would have laughed — cualquier otro se hubiera reído

    that's anybody's guess — ¡quién sabe!

    it's not available to just anybody — no está a disposición de cualquier persona or cualquiera

    he's not just anybody, he's the boss — no es cualquiera, es el jefe

    bring anybody you liketrae a quien quieras

    anybody who or that wants to go back should go now — si alguno quiere volver, que lo haga ahora

    I'll shoot anybody who or that moves — al primero que se mueva le disparo

    anybody who or that invests in this — todo el que invierta en esto

    anybody with any sense would know that! — ¡cualquiera con (algo de) sentido común sabría eso!

    4) (=person of importance) alguien
    * * *
    ['eniˌbɑːdi, 'eniˌbɒdi]
    1)
    a) ( somebody) (in interrog, conditional sentences) alguien

    anybody at home? — ¿hay alguien en casa?

    will anybody be seeing Emma today? — ¿alguno de ustedes va a ver a Emma hoy?

    she'll know, if anybody does — si alguien lo sabe, va a ser ella

    b) ( a single person) (with neg) nadie
    2)
    a) (whoever, everybody)

    anybody who's been to Paris knows... — cualquier persona or cualquiera que haya estado en París sabe...

    anybody interested should contact... — los interesados pónganse en contacto con...

    b) ( no matter who) cualquiera

    English-spanish dictionary > anybody

  • 4 another

    adjective, pronoun
    1) (a different (thing or person): This letter isn't from Tom - it's from another friend of mine; The coat I bought was dirty, so the shop gave me another.) otro
    2) ((one) more of the same kind: Have another biscuit!; You didn't tell me you wanted another of those!) otro
    another adj pron otro
    would you like another cake? ¿quieres otro pastelito?
    these chocolates are lovely, can I have another? estos bombones son muy buenos, ¿me das otro?
    tr[ə'nʌðəSMALLr/SMALL]
    1 otro,-a
    would you like another biscuit? ¿quieres otra galleta?
    if you want one with a shower it'll be another £5 si quiere una con ducha serán cinco libras más
    1 otro,-a
    I loved her, but she married another la quería, pero se casó con otro
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    at one time or another en algún momento
    another [ə'nʌðər] adj
    : otro
    another pron
    : otro, otra
    adj.
    otro, -a adj.
    uno más adj.
    n.
    otro s.m.

    I ə'nʌðər, ə'nʌðə(r)
    a) (different, alternative) otro, otra

    I can't make it this weekend; another time, perhaps? — este fin de semana no puedo, quizá(s) en otra ocasión

    b) ( in addition) otro, otra; (pl) otros, otras

    can I have another one? — ¿me das otro/otra?


    II
    a) (different, alternative) otro, otra
    b) ( in addition) otro, otra

    would you like another? — ¿quieres otro/otra?

    c) ( person) otro, otra

    I love another — (liter) amo a otro/a otra

    [ǝ'nʌðǝ(r)]
    1. ADJ
    1) (=additional) otro

    would you like another beer? — ¿quieres otra cerveza?

    have another onetoma or coge otro

    we need another two men — necesitamos dos hombres más, necesitamos otros dos hombres

    not another minute! — ¡ni un minuto más!

    take another fivecoge cinco más or otros cinco, toma cinco más or otros cinco (LAm)

    2) (=different) otro

    that's quite another matter — eso es otra cosa totalmente distinta, eso es otro cantar

    2.
    PRON otro(-a) m / f

    if not this time then another — si no esta vez, pues otra

    one 3., 5)
    * * *

    I [ə'nʌðər, ə'nʌðə(r)]
    a) (different, alternative) otro, otra

    I can't make it this weekend; another time, perhaps? — este fin de semana no puedo, quizá(s) en otra ocasión

    b) ( in addition) otro, otra; (pl) otros, otras

    can I have another one? — ¿me das otro/otra?


    II
    a) (different, alternative) otro, otra
    b) ( in addition) otro, otra

    would you like another? — ¿quieres otro/otra?

    c) ( person) otro, otra

    I love another — (liter) amo a otro/a otra

    English-spanish dictionary > another

  • 5 какой

    как||о́й
    kia;
    тако́й, \какой и он tia, kia ankaŭ li;
    \какой бы то ни́ было kia ajn, ĉia;
    \какойи́м о́бразом kiamaniere;
    \какойо́й-либо, \какойо́й-нибудь ia;
    он сде́лал э́то в \какойи́е-нибудь два - три ме́сяца li faris tion en nuraj du - tri monatoj;
    \какойо́й-то ia, iu.
    * * *
    мест.
    1) вопр. qué; cuál ( из нескольких)

    како́й из них? — ¿cuál de ellos?

    како́й из себя́?, како́й собо́й? — ¿cómo es?

    каки́м о́бразом? — ¿de qué modo?

    каки́ми судьба́ми? — ¿de qué modo está(s) aquí?; ¿de dónde ha(s) caído?

    кака́я сего́дня пого́да? — ¿qué tiempo hace hoy?

    каку́ю кни́гу вы чита́ете? — ¿qué libro lee Ud.?

    2) воскл. qué

    кака́я она́ краси́вая! — ¡qué guapa es!

    како́й он до́брый! — ¡qué bueno es!

    како́е сча́стье! — ¡qué felicidad!

    3) относ. cual, que, como, tal

    я зна́ю, како́й журна́л вам ну́жен — yo sé que revista le hace falta

    чита́йте кни́гу, каку́ю хоти́те — lea el libro que quiera

    4) опред. (часто с частицей "вот") que

    како́й он внима́тельный — que atento es

    беда́ кака́я разг.que desgracia

    добря́к, каки́х ма́ло — buenos como él los hay pocos

    вот како́й слу́чай вы́пал — que suerte ha (hemos, etc.) tenido

    мы подружи́лись вот по како́му слу́чаю — hicimos amistad con este motivo

    5) неопр. прост. alguno

    нет ли како́го магази́на побли́зости? — ¿no hay alguna tienda en las cercanías?

    - какой бы ни...
    - какой ни...
    ••

    како́й бы то ни́ было — cualquiera, no importa cual

    како́й ни (на) есть — como quiera (cualquiera) que sea

    хоть како́й, како́й хоти́те (хо́чешь) — cualquiera, el que quiera(s)

    где како́й — según como (donde), distintos lugares, distintas costumbres

    когда́ како́й — según cuando, distintos tiempos, distintas costumbres

    кому́ како́й — según a quien; a cada persona lo suyo

    ни в каку́ю прост. — en ningún caso, bajo ningún pretexto

    ни под каки́м ви́дом — por nada del mundo

    како́е (там)! разг. — ¡ni mucho menos!; ¡ni hablar!

    * * *
    мест.
    1) вопр. qué; cuál ( из нескольких)

    како́й из них? — ¿cuál de ellos?

    како́й из себя́?, како́й собо́й? — ¿cómo es?

    каки́м о́бразом? — ¿de qué modo?

    каки́ми судьба́ми? — ¿de qué modo está(s) aquí?; ¿de dónde ha(s) caído?

    кака́я сего́дня пого́да? — ¿qué tiempo hace hoy?

    каку́ю кни́гу вы чита́ете? — ¿qué libro lee Ud.?

    2) воскл. qué

    кака́я она́ краси́вая! — ¡qué guapa es!

    како́й он до́брый! — ¡qué bueno es!

    како́е сча́стье! — ¡qué felicidad!

    3) относ. cual, que, como, tal

    я зна́ю, како́й журна́л вам ну́жен — yo sé que revista le hace falta

    чита́йте кни́гу, каку́ю хоти́те — lea el libro que quiera

    4) опред. (часто с частицей "вот") que

    како́й он внима́тельный — que atento es

    беда́ кака́я разг.que desgracia

    добря́к, каки́х ма́ло — buenos como él los hay pocos

    вот како́й слу́чай вы́пал — que suerte ha (hemos, etc.) tenido

    мы подружи́лись вот по како́му слу́чаю — hicimos amistad con este motivo

    5) неопр. прост. alguno

    нет ли како́го магази́на побли́зости? — ¿no hay alguna tienda en las cercanías?

    - какой бы ни...
    - какой ни...
    ••

    како́й бы то ни́ было — cualquiera, no importa cual

    како́й ни (на) есть — como quiera (cualquiera) que sea

    хоть како́й, како́й хоти́те (хо́чешь) — cualquiera, el que quiera(s)

    где како́й — según como (donde), distintos lugares, distintas costumbres

    когда́ како́й — según cuando, distintos tiempos, distintas costumbres

    кому́ како́й — según a quien; a cada persona lo suyo

    ни в каку́ю прост. — en ningún caso, bajo ningún pretexto

    ни под каки́м ви́дом — por nada del mundo

    како́е (там)! разг. — ¡ni mucho menos!; ¡ni hablar!

    * * *
    adj
    1) gener. como, cuanto, cuál (из нескольких), que, quien (pl quienes), tal, cual
    2) simpl. alguno

    Diccionario universal ruso-español > какой

  • 6 one

    1. noun
    1) (the number or figure 1: One and one is two (1 + 1 = 2).) uno
    2) (the age of 1: Babies start to talk at one.) un año

    2. pronoun
    1) (a single person or thing: She's the one I like the best; I'll buy the red one.)
    2) (anyone; any person: One can see the city from here.)

    3. adjective
    1) (1 in number: one person; He took one book.) un
    2) (aged 1: The baby will be one tomorrow.) de un año
    3) (of the same opinion etc: We are one in our love of freedom.) unidos
    - oneself
    - one-night stand
    - one-off
    - one-parent family
    - one-sided
    - one-way
    - one-year-old

    4. adjective
    ((of a person, animal or thing) that is one year old.) de un año
    - be one up on a person
    - be one up on
    - not be oneself
    - one and all
    - one another
    - one by one
    - one or two

    one1 adj
    1. un
    why don't we go out together one day soon? ¿por qué no salimos juntos un día de estos?
    2. único
    3. mismo
    one2 num uno
    one, two, three uno, dos, tres
    one3 pron
    1. uno
    2.
    which one? ¿cuál?
    this one / that one éste / ése
    3. el que
    tr[wʌn]
    2 (unspecified, a certain) un, una, algún,-una
    3 (only, single) único,-a
    4 (same) mismo,-a
    5 (with names) un,-a tal
    1 (thing) uno,-a
    a red one uno,-a rojo,-a
    this one éste,-a
    that one ése,-a, aquél,-la
    which one? ¿cuál?
    the small one el pequeño, la pequeña
    the other one el otro, la otra
    2 (drink) una copa
    3 (person) el, la
    4 (any person, you) uno, una
    1 (number) uno
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    all in one de una (sola) pieza
    a one un caso
    you are a one! ¡eres un caso!
    a right one un,-a idiota
    as one / as one man como un solo hombre, todos a la vez
    at one with en armonía con
    in one (combined, together) a la vez, todo en uno 2 (in only one attempt) de una vez, de un golpe 3 (in one mouthful) de un trago
    neither one thing nor the other ni carne ni pescado
    one after another / one after the other uno,-a detrás de otro,-a
    one and all todos,-as, todo el mundo
    one another el uno al otro
    one at a time de uno en uno
    one by one de uno,-a en uno,-a, uno,-a tras otro,-a
    to be one to... ser dado,-a a..., ser de los/las que...
    I'm not one to gossip no me gusta chismorrear, no soy de las que chismorrean
    one ['wʌn] adj
    he only wants one apple: sólo quiere una manzana
    he arrived early one morning: llegó temprano una mañana
    3) (being the same) : mismo, misma
    they're all members of one team: todos son miembros del mismo equipo
    one and the same thing: la misma cosa
    4) some: alguno, alguna; un, una
    I'll see you again one day: algún día te veré otra vez
    at one time or another: en una u otra ocasión
    one n
    1) : uno m (número)
    from day one: desde el primer momento
    the one (girl) on the right: la de la derecha
    he has the one but needs the other: tiene uno pero necesita el otro
    one pron
    1) : uno, una
    one of his friends: una de sus amigas
    one never knows: uno nunca sabe, nunca se sabe
    to cut one's finger: cortarse el dedo
    2)
    one and all : todos, todo el mundo
    3)
    one another : el uno al otro, se
    4)
    that one : aquél, aquella
    5)
    which one? : ¿cuál?
    adj.
    igual adj.
    solo, -a adj.
    un tal adj.
    uno, -a adj.
    único, -a adj.
    art.
    un art.
    una art.
    n.
    uno s.m.
    pron.
    alguno pron.
    la una (hora) pron.
    uno pron.

    I wʌn
    1)
    a) ( number) uno m

    has anybody got five ones? — ¿alguien tiene cinco billetes de un dólar (or un peso etc)?

    to be at one with somebody/something — estar* en paz or en armonía con alguien/algo; see also four I

    it was interesting in more ways than one — fue interesante en más de un sentido/en muchos sentidos

    I only want the one — sólo quiero uno/una

    did you see many cows? - one or two — ¿viste muchas vacas? - alguna que otra

    as one: they rose as one se pusieron de pie todos a la vez or como un solo hombre; for one por lo pronto; who's going? - well, I am for one ¿quién va? - yo, por lo pronto; in one: it's a TV and a video in one es televisión y vídeo a la vez or todo en uno; one by one — uno a uno, uno por uno


    II
    1)
    a) ( stating number) un, una

    one button/pear — un botón/una pera

    one thousand, three hundred — mil trescientos

    b) (certain, particular)

    one boy was tall, the other short — uno de los niños era alto, el otro era bajo

    2)
    a) ( single)

    the one and only Frank Sinatrael incomparable or inimitable Frank Sinatra

    my one and only coat is at the cleanersel único abrigo que tengo or mi único abrigo está en la tintorería

    b) ( same) mismo, misma

    we drank out of the one glass cup — bebimos del mismo vaso/de la misma taza

    3) ( unspecified) un, una

    in the name of one John Smith/Sarah Brown — a nombre de un tal John Smith/una tal Sarah Brown


    III
    1) ( thing)

    this one — éste/ésta

    that one — ése/ésa

    which one? — ¿cuál?

    the one on the right/left — el/la de la derecha/izquierda

    the ones on the table — los/las que están en la mesa

    the blue ones — los/las azules

    I want the big one — quiero el/la grande

    it's my last one — es el último/la última que me queda

    he's had one too many — ha bebido de más, ha bebido más de la cuenta

    have you heard the one about... ? — ¿has oído el chiste de... ?

    he ate all the apples one after another o the other — se comió todas las manzanas, una detrás de otra

    2) ( person)

    the one on the right's my cousin — el/la de la derecha es mi primo/prima

    he's a sly one, that Jack Tibbs — es un zorro ese Jack Tibbs

    I'm not one to gossip, but... — no me gustan los chismes pero...

    one after another o the other — uno tras otro or detrás de otro


    IV
    pronoun uno, una

    one another — each other, each II 2)

    [wʌn]
    1. ADJ
    1) (=number) un/una; (before sing noun) un

    for one reason or anotherpor diferentes razones

    the last but one — el penúltimo/la penúltima

    one or two people — algunas personas

    that's one way of doing it — esa es una forma or una de las maneras de hacerlo

    2) (indefinite) un/una, cierto

    one day — un día, cierto día

    3) (=sole) único

    no one man could do it — ningún hombre podría hacerlo por sí solo

    the one and only difficulty — la única dificultad

    4) (=same) mismo

    it's all one — es lo mismo

    it's all one to me — me da igual, me da lo mismo

    they are one and the sameson el mismo

    5) (=united)

    they all shouted as one — todos gritaron a una

    to become one — casarse

    to be one with sth — formar un conjunto con algo

    2.
    N (=figure) uno m

    one and six(pence) — (Brit) un chelín y seis peniques

    to be at one (with sb) — estar completamente de acuerdo (con algn)

    to be at one with o.s. — estar en paz consigo mismo

    to go one better than sb — tomar la ventaja or la delantera a algn

    she's cook and housekeeper in one — es a la vez cocinera y ama de llaves

    you've got it in one! * — ¡y que lo digas! *

    in ones and twosen pequeños grupos

    to be one up — (Sport etc) llevar un punto/gol etc de ventaja

    that puts us one up — (Sport etc) eso nos da un punto/gol etc de ventaja

    fast I, 1., 1), quick 1., 3), road 1., 2)
    3. PRON
    1) (indefinite) uno/una

    have you got one? — ¿tienes uno?

    his message is one of pessimism — su mensaje es pesimista, el suyo es un mensaje pesimista

    one after the other — uno tras otro

    one and all — todos sin excepción, todo el mundo

    one by one — uno tras otro, uno a uno

    I for one am not going — yo, por mi parte, no voy

    not one — ni uno

    one of them — uno de ellos

    he's one of the group — es del grupo, forma parte del grupo

    the one..., the other... — uno..., el otro...

    price of oneprecio m de la unidad

    one or twounos pocos

    this one — este/esta

    that one — ese/esa, aquel/aquella

    which one do you want? — ¿cuál quieres?

    who wants these red ones? — ¿quién quiere estos colorados?

    what about this little one? — ¿y este pequeñito or (esp LAm) chiquito?

    In the past the standard spelling for [este/esta], [ese/esa] and [aquel/aquella] as pronouns was with an accent ([éste/ésta],[ése/ésa] and [aquél/aquélla]). Nowadays the [Real Academia Española] advises that the accented forms are only required where there might otherwise be confusion with the adjectives ([este/esta], [ese/esa] and [aquel/aquella]).

    the one who, the one that — el/la que

    the ones who, the ones that — los/las que

    4) (=person)

    you are a one! — ¡qué cosas dices/haces!

    our dear ones — nuestros seres queridos

    the Evil One — el demonio

    you're a fine one! * — ¡menuda pieza estás tú hecho! *

    he's one for the ladies — tiene éxito con las mujeres

    the little ones — los pequeños, los chiquillos

    never a one — ni uno siquiera

    he is not one to protest — no es de los que protestan

    5)

    one another, they kissed one another — se besaron (el uno al otro)

    do you see one another much? — ¿se ven mucho?

    6) (impers) uno/una
    * * *

    I [wʌn]
    1)
    a) ( number) uno m

    has anybody got five ones? — ¿alguien tiene cinco billetes de un dólar (or un peso etc)?

    to be at one with somebody/something — estar* en paz or en armonía con alguien/algo; see also four I

    it was interesting in more ways than one — fue interesante en más de un sentido/en muchos sentidos

    I only want the one — sólo quiero uno/una

    did you see many cows? - one or two — ¿viste muchas vacas? - alguna que otra

    as one: they rose as one se pusieron de pie todos a la vez or como un solo hombre; for one por lo pronto; who's going? - well, I am for one ¿quién va? - yo, por lo pronto; in one: it's a TV and a video in one es televisión y vídeo a la vez or todo en uno; one by one — uno a uno, uno por uno


    II
    1)
    a) ( stating number) un, una

    one button/pear — un botón/una pera

    one thousand, three hundred — mil trescientos

    b) (certain, particular)

    one boy was tall, the other short — uno de los niños era alto, el otro era bajo

    2)
    a) ( single)

    the one and only Frank Sinatrael incomparable or inimitable Frank Sinatra

    my one and only coat is at the cleanersel único abrigo que tengo or mi único abrigo está en la tintorería

    b) ( same) mismo, misma

    we drank out of the one glass cup — bebimos del mismo vaso/de la misma taza

    3) ( unspecified) un, una

    in the name of one John Smith/Sarah Brown — a nombre de un tal John Smith/una tal Sarah Brown


    III
    1) ( thing)

    this one — éste/ésta

    that one — ése/ésa

    which one? — ¿cuál?

    the one on the right/left — el/la de la derecha/izquierda

    the ones on the table — los/las que están en la mesa

    the blue ones — los/las azules

    I want the big one — quiero el/la grande

    it's my last one — es el último/la última que me queda

    he's had one too many — ha bebido de más, ha bebido más de la cuenta

    have you heard the one about... ? — ¿has oído el chiste de... ?

    he ate all the apples one after another o the other — se comió todas las manzanas, una detrás de otra

    2) ( person)

    the one on the right's my cousin — el/la de la derecha es mi primo/prima

    he's a sly one, that Jack Tibbs — es un zorro ese Jack Tibbs

    I'm not one to gossip, but... — no me gustan los chismes pero...

    one after another o the other — uno tras otro or detrás de otro


    IV
    pronoun uno, una

    one another — each other, each II 2)

    English-spanish dictionary > one

  • 7 chumáu

    Chumáu, borracho. Fae munchus anus, tandu you arretrigáu na cárxel d' Aviles, taba you de cabu vares perque axindi me fixeran lus funcionarius d' aquecha teixa d'arretrigamentu que cuaxi tous yeren llexonarius que viexen fechu la guerra, menus el director que mandaba menus que you que yera un prixu enchufáu per mious hermenus lus llexonarius. El axuntu yera que you vivía nun mexor que lus oitres compañeirus, peru dientru de lu que cueye, yera un prixu que m'abayaba dientru de la cárxel con abonda más llibertá que tous lus demás. —Alcuérdume que yera pel envernu nuna nuetche chuvioxa y'enxenebrá, nun había na cárxel d'aquecha namái qu'una ucena de prixus ya tous tabamus acorripáus dientru d’una celdona, ya you yera 'l responxable de lu que pudiés xuceder achindi, que xucedíe de tou peru con munchu envidayaxe, pos lu mesmu xugabamus a les baraxes, ou endeveces tamen chumábamus vinu fasta 'l cuaxi entarrascanus, pos cuaxi tous lus funcionarius teñíalus you engayoláus per mor de que xempre taba cuaéchus falandu de couxes del Terciu, ya paime amindi que you xapíe más de la LLexón que tous echus xuntus, manque viexen fechu la guerra ya ganáranla. La LLexón foi pamindi disdi endenantes de la miou ñacencia dalgu mu xagráu, perque ‘l miou pá foi Fundador del Terciu ya LLaureáu, ya per xin daquién l'alcuerdia nomábase Xuliu Gómez Sánchez, ya perque you tamén me fexe llexonariu, per toes istis cuoxes la LLexón ye pamindi dalgu mu queríu ya mu Xagráu. Lu mesmu que per miou Melgueira ya Embruxadora Tierrina you dóu miou vida en tous lus cheldiares, pos tamén per la LLexón lu faría, ya se dalgún díe tuviexe qu'elexir ente les dous, faríalu per miou Tierrina que ye miou mesma LLexón. El casu foi qu'aquccha nuétche 'l cocineiru que yera un prixu que taba na cárxel per ser un rapiegacu fixera pa cenare fabes prietes con pataques, ya tan xaláes les encalducóu, que mu pouques enzulamus, per ixu quedóu 'n potaráu d'eches que cundu 'l funcionariu de xerviciu nus pieschóu na celdona, metiemus pa dientru 'l potaráu de fabos per xi dalgún quixés enzular d'anguna pela nuetche, comu faticáus d'endeveices fexéranus, pos teníamus la lluz toa la nuétche, ya namái que you podía matala cundu mexor nus encaldare, el casu fói, que tabamus tous acorripainus dientru de la celdona, caún al sou cheldare, pos d'angunus ya taben achucáus n'aquechus camastrus xiringantes, con lus xergonzatus esgazáus la metá d'echus y'ameruxáus de trelda per tous sous cháus, pamindi qu'aquechus camastrus yeren cameres de gochus, ya nun de prexones, peru per aquechus tempus la vida yera 'nxina, perque la Xusticia ya la LLibertá taba tan arretrigá comu lu tábanus nuexóitres. —Xeríen les déz de la nuétche cundu 'l cerroxu del portón de la celdona ureámuslu ruxir, ya don Muél un funcionariu que viexe xíu xargentu 'l Terciu, 'n bigardu de paixanu comu 'n carbayu de forti ya grandi, abrióu la porta 'l entestate ya dexóu cayer dientru la celda un esquelléticu home que traíalu en vollantres, el probetayu esgraciaín taba de moyáu lu mesmu que xi lu viexen piescáu na mar, llugar dóu él llanzárase p'achuguinar la sou mixerable vida, xegún falara 'l muñicipal que lu viexe traíu pa la cárxel, pos al paicer la tarrasca que lu l'engorochaba fixérale afogese mesmamente dellantri les ñarices del muñicipal que fora quién le xalvara la sou vida. —Aquel pingayán de home tal paicía que taba enruxuráu, per nun falar que llocu d'atechu per mor de la llabasca chuma qu'al piecer l'endubiétchara, el casu fói que don Muél díxome que lu llindiara fasta qu'escosárasele la chuma, ya xin más pallabres gulgu pieschar la porta 'l funcionariu ya dexónus dientru aquel paixanu,que namái que se xebróu 'l guardián puénxuse 'n pé comu se fora ellétricu ya comencipióu agüeyanus con lus sous güétchus arremelleus, choramicóuxus ya gafus, lu mesmu que xi quixés achuquinanus a tous nuexóitres, despós achucóuxe d'enría 'l sou camastru ya comencipipu chorar, ya tembluxar nel cheldar que queixábase con pallabres desfilbanáes ya tartexas, despós allevantóuxe comu 'n rellámpagu ya comenciplóu dar truñazus con la sou testa escontres la porta que taba forrá per dientru con champles de fierru,,coyímuslu nel escape cuenxolándulu comu mexor pudíamus, aconsexánduye que nun fixera couxes que l'amollecían, peru él texendu per xebrase de nuexóitres falaba que quería morrer, que nun escanxaríe fasta chuguinar la sou mixerable vida. Dexéi 'l paixanu cuaxi d'atechu xoxegáu na compañe d'oitres compañeirus que lu consolaben a sou maneira, ya you coléi con lus oitres que tabamus encaldáus endenantes xugandu ‘l tute unes boteches de vinu pal oltre díe. —Metandu taba xugandu, comencipiarun les caxiétches del mıou envedeyaxe nel envidayar de lus cheldares encaldáus per aquel chumáu paixanu, ya tales penxamentus allumbrárunme la lluz de qu'aquel condenáu paixanu nun quería morrer, perque se daquién quiér achuquinase nun lu faera dellantri les ñarices, senún que catará un llugar dou naide l'agüeye, lu mesmu que cundu testaróu escontres la porta, aquechus truñazus que fixera d'enría les sous manes nun yeren pal querer bramar la mochera catandu la Cadarma, aquel paixanu yera un granuxa que dalgu cataba con tous aquechus esparabanxus. —Lluéu tubiemus que dexar de xugar pa dír fasta la porta dou oitra veiz el paixanu suxetáu per dous compañeirus enfocicábase per truñala, entóus díxeme amindi mesmu qu'aquel homacu de trelda diba xodenus tou la nuétche con tantu querer truñar la porta, 'l casu fói que cheguéi xuntu d'él ya díxele que you yera 'l cabu achindi dientru, ya que xi lu que quería yera morrer que nuexóitres lu dibamus achuquinar peque dexara de faer tanta griesca. —El casu fói, que quitéi la pretina de lus mious calzones, pediyes a lus mious compañeirus las d'echus, ya metantu que con cuatru ou cincu pretines you faía un rixu llargu, 'l condenáu paixanu que xapíe más de cárxeles ya granuxeríes que tous nuexóitres xuntus, glayaba xaforáu que xín que quería morrer ya chuéu. —Cundu tuve 'l rixu corñaleiru fechu, fíxele un treizu ya punxeilu 'l paixanu nel piscuezu ya nun fexu esparabexu dangún, tal paicía que yera verdá que cataba la Cadarma, chevámuslu axin coyíu per el roncial comu pochín que yera fasta lu cabeiru la celdona dou comu a dous metrus del xuelu había un ventanalón enrexáu, ya cundu me xubí d'euría 'l camastru p'enretrigar la pretina na rexa con mires d'afogalu per la chancia, 'l probe paixanu llantandu sous rodiétches nel xuelu, chorandu comu 'n nenu examparáu, amamplenáu d'un miéu que per tou 'l sou curpu s'allumbraba, cundu comprendióu que díbamus afogalu na sou verdá de nuexa chancia, díxunus xuplicanti qu'él nun quería morrer, que taba xin trabayu, xin teixá, xin nagua, que lu que viexe fechu fora namái paquelu llanteren dientru de la cárxel, anxina ente la cárxel yal lus papelaxus de xueces ya mélicus de llocus, paxaba lus envernus abelugáu, en teixá xin goteres, camastru enxútchu, ya comedera gratis, fasta qu'achegare ‘l bon tempu, ya qu’istu mesmu fexéralu fatáus d'endeveices noitres ciodaes dandoye un bon rexultáu. —El casu foi que tous nus punximos m'allegres, ya 'l mesmu paixanu xonriyente quitóu del piscuezu 'l treizu, ya fóu desaparexondu les pretines nel mesmu encaldar que nus las apurria, ya despós preguntóunus se teñíamus dalgu qu'enzular pos taba tarazáu de fame, entóus el cocineiru puénxule 'l pote de fabes ente les sous piernes nel mesmu lleldar que l'apurría un cantezu de pan ya la cuyar, ya díxole qu'enzulara fabes fasta que se fartase. —El paixanu allugáu pela fame xentose d'euría 'l camastru conel pote ben terciáu ente sous pates, ya comencipióu escuyarapar per les fabes nun topándoles nagua xaláes, ya xin guniar pallabra con naide dexóu 'l pote escosau de potaxe, despós llapóu trés tal escomunal fartura un xarricáu d'agua del cañu del retrete, ya dexeguíu endolcóuxe nel catre con tous sous fatus puestus moyáus comu taben, ya tapánduse con una mantaxe que yera lu mesmu qu' un xacu gochu ya ruín, comencipleu con la mochera encobertoriada nel xurniéu catandu 'l xuenu. —Nun debía d'atopase ben nel sou xeitu, pos él nun faía namái que dar gueltes ya bufar encomoláu debaxu 'l mantaxu, metantu qu'el catre xiringotiábase dientru d'unus chirríus del fierru ferruñosu, ya despós d’abayucase nun mamplenáu d'encoyese y'espurrise, lleldar bufíus ya corcoubus, comencipióu queixase, primeiru xelliquín, despós con más xixa, ya per últimu llevantóuxe del camaretu encoyíu con les manes aprietandu 'l sou banduyu,que debía de tenelu mu terriu per mor del potaráu de fabes quenél nun coyíen, ya nun queríen xebrase nin per d'enría ni per d'embaxu, per ístu 'l paixanu taba que bramaba xegún el miou paicer yal de tous lus mious compañeirus, que primeiru tomámuslu en rixes, y'angunus gracioxus llanzábanye puches, munches tan gracioxes que más royír nus faíen, el probe paixanu que nun faía namái que dar gueltes pela celdona con les manes afaxandu 'l banduyu ya queixánduse ya con glayíes abondu xubíus, debía de tar envidayandu que taba dientru de la mesma ufixina del diañu, 'l agüétchar comu tous mu contentus nus reyíamus xin faele dalgún casu, dexose cayer nel xuelu llanzandu glayares tan fortes falandu que morría ya que per el amor del Faidor chamaramus un mélicu. Nun féxume falta ’mindi chamar al funcionariu, pos con tal enlloquecía folixa vienu él chuéu conún llátigu na manu, pa falagái 'l chumbu, anxina qu´ abrióu la porta don Muél enruxeráu de mala lleiche, ya coyendu 'l probe paixanu quetaba esmurgazáu nel xuelu fayendu corcóubus ya llanzandu glayíus per mor del dollor, comencipiou primeiramente ximielgándulu, que tal paicía ante les sous manes comu 'n maruxonín de trapaxus, urdenánduye qu'afogara lluéu 'l glayar, ya senún lu faía diba queixase per dalgu. Peru 'l paixanu nun atendíe más pallabres que les qu'allumbraben lus sous dollores, que nun yeren oitres qu’el falar que se morría senún chababen con priexa un mélicu. —Don Muél comprendiou que nun yera la chuma la que l'encibiétchaba, cundu le cuntamus que se viexe 'nzuláu 'l potaráu de fabes, anxina foi que tirándulu d’enría 'l camastru díxule que yera un allicuéncanu, ya que xin per él fora chindi morría xin oitres cudiáus. —Gulgunus pieschar la porta don Muél xebránduse de nuexoitres xin falar más pallabres, ya comu a la gora ou anxina, chegarun cununa camiétcha dous homes de la Cruz Roxa, ya enxamás xupe xin viexe morríu ou sanáu aquel probetayu de paixanu, pos manque ye preguntéi 'l funcionariu per él, díxome que nun xapíe nagua. TRADUCCIÓN.—Hace muchos años, estando yo prisionero en la cárcel de Avilés me habían dado el oficio de cabo de varas, porque así lo habían querido los funcionarios de aquella casa de encadenamiento, casi todos ellos habían sido legionarios en la contienda de Nuestra Patria, todos menos el director, que mandaba menos en aquel pequeño presidio que yo mismo, que era un preso enchufado por así decirlo, por mis hermanos los legionarios. —El asunto era, que yo no vivía mejor que mis compañeros de infortunio, pero dentro de lo que cabía, yo era un preso que me movía dentro de aquella cárcel, con mucha más libertad que todos los demás. —Me recuerdo que era por el invierno, en una noche fría y muy lluviosa, y no habíamos en la cárcel de aquella nada más que una docena de presos, y todos estábamos acomodados dentro de una grande celda, de la cual yo era el responsable de lo que pudiera suceder en ella, que acaecía de todo pero con mucho talento, pues lo mismo jugábamos a las cartas, y demás juegos prohibidos, que solíamos beber vino hasta casi emborracharnos, pues a todos los funcionarios yo me los tenía tan ganados, que solía conseguir de ellos muchas prohibidas cosas, y todo era por mor de que yo siempre estaba hablando con ellos de cosas del Tercio, y a mí me parecía, que yo sabía de la Legión más que todos ellos juntos, aunque hubieran hecho la guerra convirtiéndose en vencedores de la contienda. —La Legión ha sido para mí desde antes de mi propia nacencia, algo muy sagrado, porque mi padre había sido fundador y Laureado de Ella, y por si alguien se recuerda de su nombre, se llamaba Julio Gómez Sánchez, y porque yo también forme en sus filas amándola y queriéndola. Por todas estas cosas, la Legión siempre fue para mí muy sagrada y querida. Lo mismo que por mi Dulce y Embrujadora Tierrina, yo doy gustoso mi vida en todos los sucederes, pues también por la Legión lo haría, y si algún día tuviese que elegir entre las dos, lo haría por mi Tierrina que es mi propia Legión. —El caso fue que aquella noche, el cocinero que era un preso que estaba en la cárcel porque era un ladronzuelo, hiciera para cenar judías de color con patatas, y tan saladas le habían salido, que muy pocas habíamos comido, por eso quedó en la perola casi toda la cena, y cuando el funcionario de servicio nos encerró en la celda, metimos para dentro la perola de judías, por si alguno quería comer alguna por la noche como muchas voces hacíamos, pues teníamos la luz toda la noche, y nada más que yo podía apagarla cuando mejor nos pareciese. Sucedía que estabamos todos los presos dentro de aquella grande celda, y cada cual hacía lo que mejor le pareciese, algunos ya se habían acostado en aquellos camastros que se movían como columpios, con los jergones rotos la mitad de ellos, y llenos de suciedad y porquería por todas partes, para mí que aquellos inmundos camastros eran propios para los cerdos y no para las personas, pero por aquellos tiempos la vida era así, porque la Justicia y la Libertad, se encontraba tan prisionera como nosotros mismos. —Serían aproximadamente las diez de la noche, cuando el cerrojo del portón de la celda le oímos chirrear y don Manuel, un funcionario que había sido sargento del Tercio, un gigante de paisano como un roble de fuerte y grande, abrió la puerta de par en par y dejó caer dentro de la celda un esquelético hombre que traía entre sus poderosas manos lo mismo que si fuese un muñeco. El pobre desgraciado estaba de mojado, lo mismo que si lo hubiesen pescado en la mar, lugar dónde él se había lanzado para asesinar su miserable existencia, según había manifestado el municipal que le había traído a la cárcel, pues al parecer la borrachera que le envolvía, hiciérale ahogarse mismamente delante de las narices del municipal, que fuera quién le había salvado la vida. —Aquel pingajo de hombre tal parecía que no estaba bien de la mollera, por no decir que loco del todo estaba, por causa de la asquerosa borrachera que al parecer le enmadejaba. El caso fue, que don Manuel me dijo que le cuidara hasta que dejase de estar tan borracho, y sin más palabras, volvió cerrar la puerta el funcionario, dejándonos dentro aquel paisano, que nada más que el guardián se había marchado, se puso en pie con tal rapidez como si eléctrico lo fuera, y comenzó a mirarnos a todos con sus ojos sumamente abiertos y extraviados, lagrimosos y muy amenazadores, lo mismo que si pretendiese asesinarnos a todos nosotros. Después, se acostó encima de su camastro y dio comienzo a llorar desconsolado, al mismo tiempo que temblando todo él, se quejaba con palabras deshilbanadas y tartamudeantes, después se levantó con la velocidad de un relámpago, y comenzó a envestir puñando con su cabeza contra la puerta, que estaba forrada por la parte de dentro con chapas de hierro, le cogimos con rapidez consolándole como mejor supimos, a la sazón que le aconsejábamos que no hiciera cosas que le harían daño, pero él forcejeando por escaparse de entre nosotros, decía que quería morirse, y que no descansaría hasta asesinar su miserable vida. Dejé al paisano casi del todo sosegado en compañía de otros compañeros que a su manera le consolaban, y me marché con otros a jugar una partida al tute en la que antes estábamos enfrascados jugándonos unas botellas de vino para el día siguiente. —Mientras estábamos jugando, comencé a estudiar con mi pensamiento los haceres lleldados por aquel embriagado paisano, y tales encerebrares me alumbraron la luz de que aquel condenado borracho no quería morir, porque si cualquiera se quiere quitar la vida, no lo hace delante de las narices de un guardia, sino que lo más propio, es que busque un lugar donde nadie le vea, lo mismo que cuando envistiera contra la puerta, aquellos cabezazos que hiciera encima de sus manos, no eran para quererse abrir la cabeza buscando la muerte. —Aquel paisano era un verdadero granuja, que alguna cosa andaba buscando con todos aquellos espavimientos. —Muy pronto tuvimos que dejar de jugar, para ir de nuevo hasta la puerta, donde otra vez el paisano sujetado por dos compañeros se encorajinaba por querer puñarla de nuevo. Fue entonces cuando me dije a mí mismo, que aquel hombre de mierda, nos iba a fastidiar toda la noche con tanto querer puñar la puerta. El caso fue, que llegué a junto él y le dije que yo era el cabo de la celda, y en ausencia de los funcionarios yo era quién allí mandaba, y si lo que quería era morir, que nosotros mismos le íbamos asesinar para que dejase de armar tanta gresca. —El caso fue, que me quité el cinto de mis pantalones, a la par que les pedía a mis compañeros los de ellos, y mientras que con cuatro o cinco cinturones estaba haciendo una larga cuerda, el condenado de paisano que sabía más de cárceles que todos nosotros juntos, gritaba alterado que sí, que quería morirse y luego. —Cuando tuve la cuerda cornalera echa, le hice un lazo y se lo colgué al paisano del pescuezo, no haciendo espavimento alguno, tal parecía que era cierto que andaba buscando la muerte. Le llevamos así cogido por el ronzal como pollino que era, hasta el final de la celda, donde como a dos metros del suelo, había un enorme ventanal enrejado con fuertes hierros, cuando me subí encima del camastro para amarrar la cuerda en las rejas con miras de ahorcarlo en broma, el pobre paisano plantó sus rodillas en el suelo, y llorando desconsoladamente como un niño desamparado, plagado de un tenebroso miedo que por todo su cuerpo se alumbraba, nos dijo suplicante que él no quería morir, que no tenía trabajo, ni casa, ni a nadie, que lo que hubiera hecho había sido nada más que para que le metiesen en la cárcel, así era que entre la cárcel y los papeleos de jueces y de médicos de locos, se pasaba los inviernos resguardado en casa sin gotera, camastro seco y comida gratis, hasta que llegase el buen tiempo, y que esto mismo ya lo hubiera hecho varias veces en otras ciudades de la Patria, donde le habían proporcionado un estupendo resultado. —El caso fue, que todos nos pusimos muy alegres, y hasta el mismo paisano sonriente, se quitó de su cuello el dogal, que fue desaparejando los cinturones en el mismo suceder que nos los daba, y después como si no hubiese pasado nada, nos preguntó si teníamos algo de comer, pues estaba muerto de hambre, entonces el cocinero muy rápido, le puso la perola de judías entre sus piernas, en el suceder que le daba un trozo de pan y una cuchara, le dijo, que comiese judías hasta que se hartara. —El paisano atenazado por el hambre, se sentó encima del camastro con el perol bien terciado entre sus piernas y comenzó a embutirse grandes cucharadas de judías, no encontrándolas al parecer nada saladas, y sin hablar con nadie palabra, dejó al perol sin nada del potaje, después se bebió tras descomunal hartura, un grande jarro de agua del cano del retrete, y seguidamente se enroscó en su catre, con todas sus ropas puestas mojadas como estaban, y tapándose con una manta que era lo mismo que un saco sucio y malo, comenzó con la cabeza también tapada, a buscar el descanso en el sueño. —No debía de encontrarse muy bien en su sitio, pues no hacía nada más que dar vueltas, así como resoplar incomodado debajo de aquella cerda manta, mientras que el desvencijado catre continuamente se movía, dentro de un chirriar de hierros viejos y herrumbrosos, y después de dar muchísimas vueltas, de encogerse y estirarse, y hacer resoplinos y saltos, comenzó a quejarse, primero muy quedamente, después con más fuerza, y por último se levantó del camastro muy encogido y con sus manos apretando desesperado el estómago, que debía de tenerle muy lleno, por la causa del enorme perol de judías que en él no cabían, y no querían salirse ni por encima ni por debajo, por esto el pobre paisano estaba que explotaba, según mí parecer y el de todos mis compañeros, que primero lo tomamos en risas, y algunos graciosos le lanzaban sátiras, y muchas de ellas eran tan picarescas y ocurrentes, que más gracia y regocijo nos hacían, el desdichado paisano que no hacía nada más que dar vueltas por la celda, con las manos atajando su barriga y quejándose a grandes voces, debía de estar lleno de terror pensando, que se encontraba dentro de la misma oficina del mismo diablo, al observar como todos nosotros muy contentos y gozosos, nos estabamos riendo sin hacerle el menor caso. Dejose caer entonces en el suelo, lanzando gritos muy fuertes y arrollicándose a la par que decía que se moría, y que por el amor del Hacedor llamáramos a un médico. —No me hizo falta a mí llamar al funcionario, pues con tal enloquecido escándalo vino él presto armado con un látigo en la mano, para acariciarle el lomo, nada más que abrió la puerta don Manuel rabiado y con mala leche, cogió al pobre paisano que estaba tirado en el suelo dando voces lastimosas dentro de endemoniados revolcones de dolor, primeramente le sacudió con fuerza, pues tal parecía entre sus manos como un muñeco de trapo, le ordenó que dejase de dar más voces sino quería darlas por algo, pero el paisano no atendía a mas palabras que las que le alumbraban sus propios dolores, que no eran otras que el decir que se moría sino llamaban con rapidez a un médico. —Don Manuel comprendió que no era la borrachera la que lo ataba en aquel estado, cuando nosotros le dijimos que se hubo comido todo el perol de judías. Así fue, que tirándole de mala manera encima de su camastro, le dijo que era un indeseable de la peor calaña, y que si por él fuese, allí mismo se moriría como un perro. —Volvió a cerrar la puerta don Manuel, alejándose de nosotros sin decir más palabras, y como a un tiempo de una hora más o menos, llegaron con una camilla dos hombres de la Cruz Roja y se lo llevaron. Ya jamás supe más de él, no supe si muriera o sanara aquel desgraciado de paisano, pues aunque le pregunté al funcionario, me dijo que no sabía nada.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > chumáu

  • 8 any

    'eni
    1. pronoun, adjective
    1) (one, some, no matter which: `Which dress shall I wear?' `Wear any (dress)'; `Which dresses shall I pack?' `Pack any (dresses)'.) cualquier
    2) ((in questions and negative sentences etc) one, some: John has been to some interesting places but I've never been to any; Have you been to any interesting places?; We have hardly any coffee left.) algún; ningún

    2. adjective
    (every: Any schoolboy could tell you the answer.) cualquier

    3. adverb
    (at all; (even) by a small amount: Is this book any better than the last one?; His writing hasn't improved any.) en absoluto, para nada; algo
    - anyone
    - anyhow
    - anything
    - anyway
    - anywhere
    - at any rate
    - in any case

    any1 adj
    1. algún
    are there any messages for me? ¿hay algún recado para mí?
    have you got any cousins? ¿tienes primos?
    do you need any money? ¿necesitas dinero?
    2. ningún
    3. cualquier
    any2 adv
    do you feel any better? ¿te sientes mejor?
    any3 pron
    1. alguno
    those biscuits were delicious; are there any left? esas galletas eran deliciosas; ¿queda alguna?
    there's some lemonade; do you want any? hay limonada; ¿quieres?
    2. ninguno
    I wanted a sandwich, but there weren't any left quería un bocadillo, pero no quedaba ninguno
    I'm sorry, I haven't got any lo siento, no tengo
    3. cualquiera
    tr['enɪ]
    1 (in questions) algún,-una
    are there any biscuits left? ¿queda alguna galleta?
    have you got any money/gloves? ¿tienes dinero/guantes?
    2 (negative) ningún,-una
    he hasn't bought any milk/biscuits no ha comprado leche/galletas
    3 (no matter which) cualquier,-ra
    1 (in questions) alguno,-a
    there are foxes round here, have you seen any? hay zorros por aquí, ¿has visto alguno?
    do you want any? ¿quieres?
    he's got lots of money, but does he ever spend any? tiene mucho dinero, pero ¿gasta algo alguna vez?
    2 (negative) ninguno,-a
    they're very cheap, but I haven't sold any son muy baratos, pero no he vendido ninguno
    I asked for snails/caviar, but they hadn't got any pedí caracoles/caviar pero no tenían
    brandy?, there isn't any ¿coñac?, no hay
    3 (no matter which) cualquiera
    do you want any more? ¿quieres más?
    I can't work any faster no puedo trabajar más deprisa Table 1SMALLNOTA/SMALL En preguntas y frases negativas no se usa any sino a o an con los sustantivos contables en singular /Table 1
    any ['ɛni] adv
    1) : algo
    is it any better?: ¿está (algo) mejor?
    2) : para nada
    it is not any good: no sirve para nada
    any adj
    1) : alguno
    is there any doubt?: ¿hay alguna duda?
    call me if you have any questions: llámeme si tiene alguna pregunta
    2) : cualquier
    I can answer any question: puedo responder a cualquier pregunta
    3) : todo
    in any case: en todo caso
    4) : ningún
    he would not accept it under any circumstances: no lo aceptaría bajo ninguna circunstancia
    any pron
    1) : alguno m, -na f
    are there any left?: ¿queda alguno?
    2) : ninguno m, -na f
    I don't want any: no quiero ninguno
    adj.
    alguno adj.
    algún adj.
    cualquier adj.
    todo, -a adj.
    adv.
    algo adv.
    pron.
    alguno pron.
    cualquiera pron.

    I 'eni
    a) (+ pl n)

    are there any questions? — ¿alguien tiene alguna pregunta?

    does she have any children? — ¿tiene hijos?

    b) (+ uncount n)

    do you need any help? — ¿necesitas ayuda?

    do you want any more coffee? — ¿quieres más café?

    c) (+ sing count n: as indef art) algún, -guna

    is there any chance they'll come? — ¿existe alguna posibilidad de que vengan?

    a) (+ pl n)

    if you see any flowers, buy some — si ves flores, compra algunas

    b) (+ uncount n)

    any rivalry between them soon disappeared — si había existido entre ellos alguna rivalidad, pronto desapareció

    c) (+ sing count n)

    if any lawyer can help you, she can — si hay un abogado que te pueda ayudar, es ella

    4) (with neg and implied neg)
    a) (+ pl n)

    aren't there any apples left? — ¿no queda ninguna manzana?, ¿no quedan manzanas?

    b) (+ uncount n)

    didn't he give you any money at all? — ¿no te dio nada de dinero?

    c) (+ sing count n) ningún, -guna
    5)
    b) (every, all)

    in any large school, you'll find that... — en cualquier or todo colegio grande, verás que...

    6) (countless, a lot)

    any number/amount of something — cualquier cantidad de algo


    II
    a) (referring to pl n) alguno, -na

    those chocolates were nice, are there any left? — qué ricos esos bombones! ¿queda alguno?

    b) (referring to uncount n)

    we need sugar; did you buy any? — nos hace falta azúcar ¿compraste?

    is there any of that cake left? — ¿queda algo de ese pastel?

    a) (referring to pl n)

    the advantages, if any, are marginal — las ventajas, si (es que) las hay, son marginales

    if any of my friends calls, take a message — si llama alguno de mis amigos, toma el recado

    b) (referring to uncount n)
    3) (with neg and implied neg)
    a) (referring to pl n)

    you'll have to go without cigarettes; I forgot to buy any — te vas a tener que arreglar sin cigarrillos porque me olvidé de comprar

    b) (referring to uncount n)

    she offered me some wine, but I didn't want any — me ofreció vino, pero no quise

    4) ( no matter which) cualquiera

    which would you like? - any will do — ¿cuál quieres? - cualquiera (sirve)


    III

    do you feel any better now? — ¿te sientes (algo) mejor ahora?

    2) ( at all) (AmE)

    have you thought about it any since then? — ¿has pensado en ello desde entonces?

    ['enɪ]
    1. ADJECTIVE
    When any modifies an uncountable noun in questions it is usually not translated:

    have you got any money? — ¿tienes dinero?

    is there any sugar? — ¿hay azúcar?

    When any modifies a plural noun in questions it is often not translated. However, if a low number is expected in response, algún/alguna + singular noun is used:

    are there any tickets left? — ¿quedan entradas?

    did they find any survivors? — ¿hubo supervivientes?

    do you speak any foreign languages? — ¿hablas algún idioma extranjero?

    do you have any questions? — ¿alguna pregunta?

    2) (+ negative, implied negative)
    When any modifies an uncountable noun it is usually not translated: When the translation is countable, [ningún]/[ninguna] + singular noun can be used: When [any] modifies a plural noun, it is either left untranslated or, for greater emphasis, translated using [ningún]/[ninguna] + singular noun:

    I won't do any such thing! — ¡no voy a hacer una cosa semejante!


    Any + plural noun is often translated using algún/alguna + singular noun:

    if there are any problems let me know — si hay algún problema, me lo dices

    if he had any decency he would apologize — si tuviera un poco de decencia, se disculparía

    if it is in any way inconvenient to you... — si por cualquier razón le resultara inconveniente...

    4) (=no matter which) cualquier

    he's not just any violinist — no es un violinista cualquiera

    take any one you like — tome cualquiera, tome el que quiera

    it's much like any other seaside resort — es muy parecido a cualquier otro sitio costero

    come at any timeven cuando quieras

    any person who or that breaks the rules will be punished — se castigará a toda persona que no acate las reglas

    day 1., 1), minute, moment, case II, 1., 3), rate I, 1., 2)

    any amount of, they'll spend any amount of money to get it — se gastarán lo que haga falta para conseguirlo

    any number of, there must be any number of people in my position — debe haber gran cantidad de personas en mi situación

    2. PRONOUN
    When any refers to an uncountable noun in questions it is usually not translated:

    I fancy some soup, have we got any? — me apetece sopa, ¿tenemos?

    is there any milk left? — ¿queda (algo de) leche?

    When [any] refers to a plural noun in questions it is often translated using [alguno]/[alguna] in the singular:

    I need a stamp, have you got any? — necesito un sello, ¿tienes alguno?

    do any of you know the answer? — ¿sabe alguno (de vosotros) la respuesta?

    have any of them arrived? — ¿ha llegado alguno (de ellos)?

    2) (+ negative, implied negative)
    When any refers to an uncountable noun it is usually not translated:

    "can I have some bread?" - "we haven't any" — -¿hay pan? -no nos queda nada or no tenemos

    When [any] refers to a plural noun, it is either left untranslated or, for greater emphasis, translated using [ningún]/[ninguna] in the singular:

    "did you buy the oranges?" - "no, there weren't any" — ¿compraste (las) naranjas? -no, no había or no tenían

    few, if any, survived — pocos, si alguno, sobrevivió

    4) (=no matter which) cualquiera
    3. ADVERB

    would you like any more soup? — ¿quieres más sopa?

    is he any better? — ¿está (algo) mejor?

    2) (+ negative)

    don't wait any longerno esperes más (tiempo)

    I don't love him any moreya no le quiero

    the room didn't look any too clean — la habitación no parecía muy limpia

    3) (esp US)
    * (=at all)

    does she sing any? — ¿sabe cantar de una forma u otra?

    * * *

    I ['eni]
    a) (+ pl n)

    are there any questions? — ¿alguien tiene alguna pregunta?

    does she have any children? — ¿tiene hijos?

    b) (+ uncount n)

    do you need any help? — ¿necesitas ayuda?

    do you want any more coffee? — ¿quieres más café?

    c) (+ sing count n: as indef art) algún, -guna

    is there any chance they'll come? — ¿existe alguna posibilidad de que vengan?

    a) (+ pl n)

    if you see any flowers, buy some — si ves flores, compra algunas

    b) (+ uncount n)

    any rivalry between them soon disappeared — si había existido entre ellos alguna rivalidad, pronto desapareció

    c) (+ sing count n)

    if any lawyer can help you, she can — si hay un abogado que te pueda ayudar, es ella

    4) (with neg and implied neg)
    a) (+ pl n)

    aren't there any apples left? — ¿no queda ninguna manzana?, ¿no quedan manzanas?

    b) (+ uncount n)

    didn't he give you any money at all? — ¿no te dio nada de dinero?

    c) (+ sing count n) ningún, -guna
    5)
    b) (every, all)

    in any large school, you'll find that... — en cualquier or todo colegio grande, verás que...

    6) (countless, a lot)

    any number/amount of something — cualquier cantidad de algo


    II
    a) (referring to pl n) alguno, -na

    those chocolates were nice, are there any left? — qué ricos esos bombones! ¿queda alguno?

    b) (referring to uncount n)

    we need sugar; did you buy any? — nos hace falta azúcar ¿compraste?

    is there any of that cake left? — ¿queda algo de ese pastel?

    a) (referring to pl n)

    the advantages, if any, are marginal — las ventajas, si (es que) las hay, son marginales

    if any of my friends calls, take a message — si llama alguno de mis amigos, toma el recado

    b) (referring to uncount n)
    3) (with neg and implied neg)
    a) (referring to pl n)

    you'll have to go without cigarettes; I forgot to buy any — te vas a tener que arreglar sin cigarrillos porque me olvidé de comprar

    b) (referring to uncount n)

    she offered me some wine, but I didn't want any — me ofreció vino, pero no quise

    4) ( no matter which) cualquiera

    which would you like? - any will do — ¿cuál quieres? - cualquiera (sirve)


    III

    do you feel any better now? — ¿te sientes (algo) mejor ahora?

    2) ( at all) (AmE)

    have you thought about it any since then? — ¿has pensado en ello desde entonces?

    English-spanish dictionary > any

  • 9 any

    adj.
    1 (algo, alguno(a))
    have you any milk/sugar? ¿tienes leche/azúcar?
    have you any apples/cigarettes? ¿tienes manzanas/cigarrillos?
    is there any hope? ¿hay alguna esperanza?
    2 ninguno(a) (in negatives) ; ningún (before masculine singular noun)
    3 cualquier (no particular) (before noun) ; cualquiera (after noun)
    any pupil who forgets his books will be punished los alumnos que olviden sus libros serán castigados
    I'll take any books you don't want me quedaré con todos los libros que no quieras
    at any rate, in any case en cualquier caso
    adv.
    I'm not any better no me encuentro mejor
    the weather couldn't be any worse el tiempo no podía ser peor
    have you any more milk? ¿tienes más leche?
    I don't like her any more than you do a mí no me gusta más que a ti
    is that any easier? ¿es así más fácil?
    any old how de cualquier manera, a la buena de Dios
    that didn't help us any eso no nos ayudó para nada
    3 más.
    pron.
    1 (algo, alguno(a))
    I fancy some biscuits - have you got any? me apetecen unas galletas, ¿tienes?
    are there any left? ¿queda alguno(a)?
    is there any left? ¿queda algo?
    is there any more? ¿hay más?
    can any of them speak English? ¿alguno (de ellos) habla inglés?
    2 ninguno(a) (in negatives)
    3 cualquiera (no particular one) ; [antes del sustantivo] cualquier.
    keep any you find quédate con todos los que encuentres
    5 nada.

    Nuevo Diccionario Inglés-Español > any

  • 10 ítem

       del mismo modo; también; además; más
       1. Voz proveniente del adverbio latino item ('del mismo modo, también'). Su uso como adverbio, con el sentido de 'además', era muy frecuente en textos antiguos y hoy pervive en textos de carácter jurídico o de nivel muy culto, frecuentemente en la forma ítem más: " No hice el menor caso de la requisitoria. Ítem más: Cuando dejé la Editora Nacional [...], mi situación económica [...] quedó considerablemente quebrantada" (Laín Descargo [Esp. 1976]). De aquí deriva su uso como sustantivo masculino, con el sentido de 'apartado de los varios de que consta un documento, normalmente encabezado por dicha fórmula': " El caso chileno será tratado en el ítem 35" ( Hoy [Chile] 23.2-1.3.87).
       2. Hoy se ha revitalizado este término por influjo del inglés y su empleo es muy frecuente en diversas disciplinas científico-técnicas, especialmente en psicología, con el sentido de 'elemento o conjunto de elementos que constituyen una unidad de información dentro de un conjunto': " La respuesta a cada ítem es evaluada con una calificación de 0 a 4 puntos" (AFernández Depresión [Esp. 1988]).
       3. En cualquiera de sus usos como sustantivo, su plural es ítems: " El Código [...] consta de una decena de ítems" ( Universal [Ven.] 15.10.96); " El test queda reducido a 20 ítems" (RdgzMartos Alcoholismo [Esp. 1989]). [RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 377]

    Locuciones latinas > ítem

  • 11 xeneral

    Xeneral, general, en general todo, ya saben.
    ————————
    Xeneral, general del Ejército en este caso el Xeneral Franco. —Como han podido ustedes observar, la Xuntura además de ser un diccionario de la Chingua d'Asturies es además como la historia en general de las costumbres y hechos que han sucedido en mi Tierrina, y el Xeneral Franco ha tenido mucho que ver por lo menos en lo que concierne a mi vida. Si no fuese el Xeneral Franco la República quizás hubiera ganado la guerra Civil Española, y al ser mi padre un gran republicano, muy culto y cabal, seguramente me hubiese proporcionado estudios, y yo sé que en cualquiera de ellos hubiese triunfado plenamente, olvidándome por encontrarme inmerso continuamente en el quehacer que tuviese, de lo que ahora estoy haciendo, pero el Xeneral Franco gano la guerra, y su régimen asesino a mi padre y me dejó a mi tirado siendo un niño en la cuneta de la vida como huérfano de los Rojos despreciado y olvidado de toda protección. A pesar de todo, yo en el transcurrir de mis años e ir dándome cuenta de lo que había sucedido, llegué a comprender en algunas cosas al Xeneral Franco, y por esta razón le he hecho este poema. —Con esto pretendo decir, que para hablar con cierta propiedad de las costumbres y forma de hablar de un Pueblo, hay que sin ningún genero de dudas haberlas vivido en todo su plenitud en el mismo lugar donde el ancestro vive, y el Xeneral Franco, por una serie de circunstancias todas nefastosas para mí, me condeno a hacerlo, ya que si él hubiese sido vencido por la República, yo hubiera tenido una carrera, y no podría ser el humilde y sencillo Xulín de LLuza, ni haber hecho la Xuntura, bajo ningún concepto ni forma. ¿Me comprenden verdad? —Vencer o Morir fue desde siempre la vida del Xeneral, el fue el general más joven del mundo en su época, el ganó la guerra de Marruecos en los años veinte para todos los españoles, porque me consta que derechistas e izquierdistas le aclamaron como el héroe que era, que desde la nada había subido al más alto escalón de los héroes de la Patria, vendiendo su vida en infinidad de combates por el amor que tenía hacía su España. ''EL DICTADOR" —Desde los infinitos espacios donde mora mi Novia la Cadarma, mi espíritu de indómito guerrero, ya en el lugar donde reina la calma, a mi España querida me dirijo, por la voz de un poeta de mi Pueblo, que le dejé sin padre y sin casa. —Xamás quixe tiranizar a mious xentes, todas valientes, Nobles e Hidalgas, a las cuales desde niño he aprendido a quererlas con el amor de la Patria, yo por ellas desde joven he luchado y mi sangre a raudales la vertí, sin esperar más recompensa que el contentar a mi amada Patria. —Fue por este amor que he profesado a mi España que serví como soldado, por lo que en dictador me he proclamado, para poder sacarla del caos más taimado, donde la anarquía y el latrocinio a la Guerra Civil la habían llevado. —You coyí la nuexa Patria esfuétcharada, ameruxá d'odius, de fame ya vengancia, ya en sous cuarexas endenantes bazcuchandu corrompináes de bon goro ya de plata, taben entóus escosáes tan d'afechu, comu 'l entamu d'una vírxen ou d'una vieya. —Forun baldrayus ya banduerus dirixentes lus que colarun con la cauroxa bétchada, porque vendiendo sus ideas con sus gentes, se xebrárun con las riquezas pan del pueblo p'oitres ñaciones qu'enxamás las degolguierun, dexandu a España en la mixeria desfecha. —Huyeron los políticos cobardes apaxiétcháus per el goru y la riqueza, convirtiéndose en traidores despreciables, robando el pan de los huérfanos de guerra, y dejando abandonados en el frente a unos héroes que morían por su causa. —You m’erixí 'n ditador per el temor, qu’oitres dirixentes baldrayantes ya banduerrus, fexeran denuéu con les xentes de miou Patria, lu mesmu que cheldaran lus chabascus ya xebráus, que nin roxus, nin prietus forun nin yeran, porque siempre habrá cobardes y traidores que robaran y asesinaran al humilde pueblo, en cualquier régimen que la Patria tenga. —Yo levanté la patria desgajada con férreo mando y dura disciplina, rodeado de odios, y de hipócritas desprecios que no pudieron doblegarme nunca. —Hoy que mi cuerpo reposa bajo losa y es enjambre de gusanos que lo gozan, mi espíritu feliz y siempre sosegado, por mi fiel Novia la celosa Cadarma, al poeta más humilde yo le digo que al pueblo diga esta mi charla. —He vencido el odio y la venganza, ganando tras la muerte mi última batalla, cuando vi como mi pueblo unido decía adiós a mi muerto cuerpo, con el llanto al glorioso y sentido, donde no presencie ni odios ni venganza. —Sólo una hidalga nación como es España, puede decir con sano e indomable orgullo desde la muerte y la ruina, sin la ayuda de ningún pueblo amigo, como venganza pobre y despreciada, por la causa de yo ser un dictador, que consiguió que mi Patria inigualada tan sin igual proeza alcanzara. —Ahí os dejo ahora en paz y hartos, con un Rey inteligente y muy humano, para que alcancéis la libertad entera, ¡pero cuidado, hijos de mi Patria Amada, que si no sabéis bien comportaros, el mismo Rey inteligente y noble, sabrá convertirse en otro dictador, que sabrá defender a viva fuerza la paz y dignidad de la Patria, que vosotros no supisteis conservar, pisoteando la libertad honrada, buscando al dictador que os quitara la libertad que conquistasteis el mismo día que me fui con mi Novia la Cadarma! —Como pueden ustedes observar en todo el transcurrir de este diccionario, el “régimen dictatorial del Xeneral Franco", me quitó, me asesinó, me destrozó todo lo más sagrado, querido y necesario que pueda tener un ser Humano, si deximimus la propia vida. Sin embargo yo se muy bien, que el Xeneral Franco no se enteró de miles de atropellos y deshumanizantes asesinatos que se cometieron en nuestra querida y amada Patria España, pues mi propio padre que fue Laureado como él cuando entrambos y dos eran legionarios y luchaban unidos por la Patria España en el Protectorado de Marruecos, digo que mi padre condenado a muerte por Roxu en la cárcel demoníaca de Oviedo de aquellos tiempos de venganza y muerte, fue indultado por el Caudillo, y aún así su “régimen” lo asesinó.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > xeneral

  • 12 professional

    1) (of a profession: professional skill.) profesional
    2) (of a very high standard: a very professional performance.) profesional, muy bueno
    3) (earning money by performing, or giving instruction, in a sport or other activity that is a pastime for other people; not amateur: a professional musician/golfer.) profesional
    professional adj profesional
    tr[prə'feʃənəl]
    1 (gen) profesional
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    to go professional / turn professional volverse profesional
    to take professional advice asesorarse por un,-a profesional
    professional [prə'fɛʃənəl] adj
    : profesional
    : profesional mf
    adj.
    de profesión adj.
    profesional adj.
    n.
    profesional s.m.

    I prə'feʃṇəl, prə'feʃənḷ
    1) ( as opposed to amateur) (before n) <musician/golfer> profesional; < soldier> de carrera

    to go o turn professional — hacerse* profesional

    2)
    a) (done, given by professionals) (before n)

    II
    noun profesional mf; ( competent person) experto, -ta m,f
    [prǝ'feʃǝnl]
    1. ADJ
    1) (=non-amateur) [sport, sportsperson, musician] profesional; [soldier] de carrera

    that boy's a professional trouble-maker *iro, hum ese niño es un alborotador profesional

    to seek or take professional adviceconsultar a un profesional

    I have sought professional advice and have been advised to go ahead with the case — he consultado a un abogado y me ha aconsejado seguir adelante con el caso

    she needs professional help for her depression — necesita ayuda de un profesional para superar su depresión

    to turn or go professional — hacerse profesional, profesionalizarse

    2) (=employed in a profession)
    3) (=relating to a profession) profesional
    4) (=appropriate to a professional)

    that wasn't a very professional thing to do — eso no fue propio de un profesional, eso fue una falta de profesionalidad

    5) (=competent, skilled)

    a professional jobobra f de un profesional or experto

    2. N
    1) (=non-amateur) profesional mf
    2) (=person employed in a profession) profesional mf

    health professional — profesional mf de la medicina

    3) (=expert) profesional mf, experto(-a) m / f

    Brenner was no ordinary thief, but a true professional — Brenner no era un ladrón cualquiera, sino un verdadero profesional or experto

    golf professional — golfista mf profesional

    3.
    CPD

    professional charges NPLhonorarios mpl profesionales

    professional fees NPLhonorarios mpl profesionales

    professional foul Nfalta f profesional

    professional misconduct Nfalta f de ética profesional

    professional practice N(=method) práctica f profesional; (=career) vida f profesional

    in his professional practice he had come across many patients with similar symptoms — en su vida profesional había atendido a muchos pacientes con síntomas parecidos

    professional qualification Ntítulo m profesional

    professional school N(US) escuela f profesional superior

    professional services NPLservicios mpl prestados por profesionales

    professional skills NPLtécnicas fpl de la profesión

    professional standing Nreputación f profesional

    professional training Nformación f profesional

    * * *

    I [prə'feʃṇəl, prə'feʃənḷ]
    1) ( as opposed to amateur) (before n) <musician/golfer> profesional; < soldier> de carrera

    to go o turn professional — hacerse* profesional

    2)
    a) (done, given by professionals) (before n)

    II
    noun profesional mf; ( competent person) experto, -ta m,f

    English-spanish dictionary > professional

  • 13 sagen

    'zaːgən
    v
    decir, manifestar, expresar

    Er hat nicht das Geringste zu sagen. — Él no tiene ni voz ni voto.

    sich von jdm nichts sagen lassen no dejarse decir nada por alguien, no aceptar Das ist nicht gesagt. — Eso no está tan claro.

    Das ist zu viel gesagt. — Eso ya es mucho decir.

    sagen ['za:gən]
    decir [zu acerca de/sobre] [von de]; (ausdrücken) expresar; (mitteilen) comunicar; (meinen) opinar [zu de/sobre]; (ergänzen) añadir [zu a]; wie sagt man auf Spanisch? ¿cómo se dice en español?; Gute Nacht sagen dar las buenas noches; Auf Wiedersehen sagen decir adiós; Ja/Nein sagen decir que sí/no; dagegen ist nichts zu sagen no se puede decir nada en contra; kein Wort sagen no decir ni (una) palabra; was ich noch sagen wollte,... lo que iba a decir...; sagen wir mal... digamos...; sagt dir der Name etwas? ¿te suena el nombre?; nichts sagend (Rede, Argument) insustancial; (Worte, Sätze) vacío; (Gespräch) vacuo; (Thema) trivial; (Ausdruck) inexpresivo; das hätte ich dir gleich sagen können podría habértelo dicho desde el principio; was wollen Sie damit sagen? ¿qué quiere decir con esto?; wie man so schön sagt como suele decirse; genauer gesagt mejor dicho; auf gut Deutsch gesagt dicho claramente; offen gesagt a decir verdad; das oben Gesagte lo susodicho; sie haben sich nichts mehr zu sagen ya no tienen nada que decirse; das hat nichts zu sagen eso no quiere decir nada; ich habe mir sagen lassen, (dass)... me dijeron (que)...; sag mal,... di(me)...; um nicht zu sagen... por no decir...; von dir lasse ich mir überhaupt nichts sagen no te creas que te voy a hacer caso; das Sagen haben (umgangssprachlich) mandar; das kannst du aber laut sagen (umgangssprachlich) eso sí que es verdad; gesagt, getan dicho y hecho; das ist leichter gesagt, als getan del dicho al hecho hay mucho trecho Sprichwort; das ist schnell gesagt se dice muy pronto; das ist nicht gesagt eso está por ver todavía; unter uns gesagt entre nosotros; du sagst es! ¡tú lo has dicho!; ich muss schon sagen,... tengo que decir que...; was ich noch sagen wollte,... otra cosa,...; wem sagst du das! (umgangssprachlich) ¡ya lo sé!; sage und schreibe (umgangssprachlich) tal como lo digo; was Sie nicht sagen! (umgangssprachlich) ¡no me diga!; das eine sage ich dir,... (umgangssprachlich) te advierto una cosa...; lass dir das gesagt sein! (umgangssprachlich) ¡hazme caso!; du kannst von Glück sagen, dass... has tenido suerte en lo de... +Infinitiv ; das kann jeder sagen! ¡eso puede decirlo cualquiera!; sag das nicht! ¡no te creas!; sag bloß! (umgangssprachlich) ¡no me digas!; das kann man nicht so ohne weiteres sagen tan fácil no es; viel sagend significativo; na, wer sagt's denn! (umgangssprachlich) ¡lo ves!; hab' ich's nicht gesagt? (umgangssprachlich) ¿no lo había dicho yo?; was soll man dazu sagen? (umgangssprachlich) ¿qué quieres que te diga?
    transitives Verb
    1. [allgemein] decir
    das kann jeder sagen! (umgangssprachlich) ¡eso es fácil decirlo!
    etwas/nichts zu sagen haben [bedeuten] querer decir algo/no querer decir nada
    das hat viel zu sagen, wenn er dich so lange warten lässt que (él) te haga esperar tanto ya dice mucho
    was sagst du (denn) dazu? ¿qué opinas de eso?
    2. [befehlen] mandar
    (jm) etwas/nichts zu sagen haben tener el derecho de decir algo (a alguien)/no tener derecho a decir nada (a nadie)
    das kann man wohl sagen! (umgangssprachlich) ¡y tanto!, ¡eso diría (yo)!
    sich (D) etwas/nichts sagen lassen [raten] aceptar/no aceptar consejos
    [vorwerfen] aceptar/no aceptar algo
    man sagt... dicen, se dice
    wem sagst du das! (umgangssprachlich) ¡no hace falta que me cuentes!
    ————————
    sag mal Interjektion
    ¡dime!, ¡oye!
    ————————
    ————————
    wie gesagt Interjektion
    ————————
    du sagst es Interjektion
    ¡tú lo has dicho!
    ————————
    sag bloß Interjektion
    ¡no me digas!

    Deutsch-Spanisch Wörterbuch > sagen

  • 14 sägen

    'zaːgən
    v
    decir, manifestar, expresar

    Er hat nicht das Geringste zu sagen. — Él no tiene ni voz ni voto.

    sich von jdm nichts sagen lassen no dejarse decir nada por alguien, no aceptar Das ist nicht gesagt. — Eso no está tan claro.

    Das ist zu viel gesagt. — Eso ya es mucho decir.

    sagen ['za:gən]
    decir [zu acerca de/sobre] [von de]; (ausdrücken) expresar; (mitteilen) comunicar; (meinen) opinar [zu de/sobre]; (ergänzen) añadir [zu a]; wie sagt man auf Spanisch? ¿cómo se dice en español?; Gute Nacht sagen dar las buenas noches; Auf Wiedersehen sagen decir adiós; Ja/Nein sagen decir que sí/no; dagegen ist nichts zu sagen no se puede decir nada en contra; kein Wort sagen no decir ni (una) palabra; was ich noch sagen wollte,... lo que iba a decir...; sagen wir mal... digamos...; sagt dir der Name etwas? ¿te suena el nombre?; nichts sagend (Rede, Argument) insustancial; (Worte, Sätze) vacío; (Gespräch) vacuo; (Thema) trivial; (Ausdruck) inexpresivo; das hätte ich dir gleich sagen können podría habértelo dicho desde el principio; was wollen Sie damit sagen? ¿qué quiere decir con esto?; wie man so schön sagt como suele decirse; genauer gesagt mejor dicho; auf gut Deutsch gesagt dicho claramente; offen gesagt a decir verdad; das oben Gesagte lo susodicho; sie haben sich nichts mehr zu sagen ya no tienen nada que decirse; das hat nichts zu sagen eso no quiere decir nada; ich habe mir sagen lassen, (dass)... me dijeron (que)...; sag mal,... di(me)...; um nicht zu sagen... por no decir...; von dir lasse ich mir überhaupt nichts sagen no te creas que te voy a hacer caso; das Sagen haben (umgangssprachlich) mandar; das kannst du aber laut sagen (umgangssprachlich) eso sí que es verdad; gesagt, getan dicho y hecho; das ist leichter gesagt, als getan del dicho al hecho hay mucho trecho Sprichwort; das ist schnell gesagt se dice muy pronto; das ist nicht gesagt eso está por ver todavía; unter uns gesagt entre nosotros; du sagst es! ¡tú lo has dicho!; ich muss schon sagen,... tengo que decir que...; was ich noch sagen wollte,... otra cosa,...; wem sagst du das! (umgangssprachlich) ¡ya lo sé!; sage und schreibe (umgangssprachlich) tal como lo digo; was Sie nicht sagen! (umgangssprachlich) ¡no me diga!; das eine sage ich dir,... (umgangssprachlich) te advierto una cosa...; lass dir das gesagt sein! (umgangssprachlich) ¡hazme caso!; du kannst von Glück sagen, dass... has tenido suerte en lo de... +Infinitiv ; das kann jeder sagen! ¡eso puede decirlo cualquiera!; sag das nicht! ¡no te creas!; sag bloß! (umgangssprachlich) ¡no me digas!; das kann man nicht so ohne weiteres sagen tan fácil no es; viel sagend significativo; na, wer sagt's denn! (umgangssprachlich) ¡lo ves!; hab' ich's nicht gesagt? (umgangssprachlich) ¿no lo había dicho yo?; was soll man dazu sagen? (umgangssprachlich) ¿qué quieres que te diga?
    transitives Verb & intransitives Verb

    Deutsch-Spanisch Wörterbuch > sägen

  • 15 freedom

    noun (the state of not being under control and being able to do whatever one wishes: The prisoner was given his freedom.) libertad
    freedom n libertad
    tr['friːdəm]
    1 libertad nombre femenino
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    freedom fighter luchador,-ra por la libertad
    freedom ['fri:dəm] n
    : libertad f
    n.
    desahogo s.m.
    desembarazo s.m.
    desenfado s.m.
    franqueza s.f.
    inmunidad s.f.
    libertad s.m.
    soltura s.f.
    'friːdəm
    1) u c libertad f

    freedom of speech/expression — libertad de expresión

    freedom FROM something: the plan guarantees freedom from financial worries — el plan le garantiza un futuro libre de preocupaciones económicas

    2) u ( frankness) libertad f, desenvoltura f

    freedom of informationlibre acceso del ciudadano a la información contenida en los archivos gubernamentales

    ['friːdǝm]
    1. N
    1) (gen) libertad f

    freedom of actionlibertad f de acción

    freedom of associationlibertad f de asociación

    freedom of choicelibertad f de elección

    freedom of informationlibertad f de información

    Freedom of Information Act(US) ley f del derecho a la información

    freedom of speechlibertad f de expresión

    2) (from care, responsibility etc)

    they want freedom from government control — no quieren estar sometidos al control del gobierno, quieren estar libres del control del gobierno

    she found her sudden freedom from responsibility exhilarating — viéndose de repente liberada de sus responsabilidades, se sentía eufórica

    3) (=liberation) liberación f
    2.
    CPD

    freedom of expression Nlibertad f de expresión

    FREEDOM OF INFORMATION ACT El Freedom of Information Act o FOIA es la ley estadounidense del derecho a la información, que obliga a los organismos federales a proporcionar información sobre sus actividades a cualquiera que lo solicite, lo que resulta muy útil, sobre todo a los periodistas. Esta información debe ser facilitada por el Estado en un plazo de diez días laborables y, en caso de que no se acceda a la solicitud, esta decisión tiene que ser debidamente justificada. Los motivos para retener la información pueden ser varios, entre ellos el que se ponga en peligro la seguridad nacional, se revelen secretos comerciales o que la información afecte a la vida privada de los ciudadanos. Entre otras noticias, el FOIA ha hecho posible la publicación de información anteriormente catalogada como secreta sobre asuntos de extrema importancia, como la guerra de Vietnam y las actividades de espionaje ilegal del FBI.
    * * *
    ['friːdəm]
    1) u c libertad f

    freedom of speech/expression — libertad de expresión

    freedom FROM something: the plan guarantees freedom from financial worries — el plan le garantiza un futuro libre de preocupaciones económicas

    2) u ( frankness) libertad f, desenvoltura f

    freedom of informationlibre acceso del ciudadano a la información contenida en los archivos gubernamentales

    English-spanish dictionary > freedom

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